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Nombre del profesor : Trufiño Villanueva Nayeli

Nombre del alumno : Tipichin Clemente Daniel


Escuela de Enfermería del Hospital de Jesús
Incorporada a la Universidad Nacional Autónoma de México
Licenciatura en Enfermería y Obstetricia Clave: 3295-12

En México, los antecedentes referentes a los cuidados del embarazo y la atención del parto datan de la época
prehispánica, en la que se consideraba al embarazo como un proceso divino. (Rojas GA, 2014). Entre otros sucesos
históricos relevantes, cabe señalar que en el periodo novohispano, el ejercicio de la obstetricia estuvo principalmente en
manos de las parteras; mientras que en el periodo virreinal, el hombre fue excluido de la labor de parto y la mujer
adoptaba la posición de sentada en el momento de parir y es hasta el siglo XIX, que se puso en práctica la posición de
litotomía.

En 1772, Don Antonio María de Bucareli y Ursúa, expidió una circular donde se apoyaba la práctica de la cesárea con tal
de salvaguardar la vida del feto y en 1774 se creó el Departamento de Partos Reservados en el Hospital de los Pobres de
la Ciudad de México, que estuvo a cargo del clero y que tenía por objetivo mantener en secreto la identidad de la
parturienta y evitar el infanticidio en caso de que el embarazo fuera por causa del adulterio. (Rodríguez ME, 2000). En la
segunda mitad del siglo XIX la emperatriz Carlota fundó la “Casa de Maternidad” y los médicos cirujanos comenzaron a
intervenir en la atención del parto, destacando dos cirujanos hábiles de la época, Francisco Montes de Oca y José Miguel
Muñoz. Posteriormente, el Dr. Isidro Espinoza de los Reyes publicó su libro “Apuntes sobre puericultura intrauterina”, en
el cual se estableció una relación entre las medidas higiénicas y la sanidad con el recién nacido. En 1905, se fundó el
Hospital General, así como otros hospitales y maternidades, lo que dio lugar a que en 1925 se comenzaron a atender más
partos en los hospitales que en las casas, incorporando recomendaciones de los reportes científicos de la literatura
médica norteamericana y francesa, lo que sentó las bases para la obstetricia moderna en México, en donde el médico
vuelve a tomar un papel fundamental en los cuidados del trabajo de parto, aplicando técnicas y procedimientos basados
en la ciencia, bajo el ambiente controlado de un hospital, siempre con la intención de disminuir la morbimortalidad
materna y perinatal. (Alfaro AN, 2006). El nacimiento, es un proceso natural con un profundo significado cultural y social,
por lo que es fundamental que el personal de salud encargado de su cuidado otorgue atención médica integral con
calidad, calidez y seguridad, que coadyuve a reducir la morbimortalidad materna con la aplicación de un nuevo modelo de
atención que limite el uso de prácticas clínicas innecesarias y permita que la madre pueda reincorporarse a su vida
familiar, social y laboral, así como también que el recién nacido pueda continuar con normalidad su crecimiento,
desarrollo e integración en el entorno familiar y social.

El objetivo de la inducción del trabajo es lograr un parto vaginal uterino mediante la estimulación de las contracciones
antes del inicio espontáneo del trabajo. En general, la inducción del parto tiene mérito como una opción terapéutica
cuando se debe sopesar los beneficios y los riesgos de continuar con el embarazo. Los beneficios de la inducción del parto
deben ser sopesados contra los posibles riesgos maternos y fetales asociados con este procedimiento. El propósito de
este documento es revisar los métodos actuales para la maduración cervical y la inducción del trabajo y resumir la eficacia
de estos enfoques basándonos en adecuados resultados de investigaciones. Estas guías de práctica clasifican las
indicaciones y contraindicaciones de la inducción del parto, describen los distintos agentes utilizados para la maduración
cervical, citan los métodos utilizados para inducir el parto, y esbozan los requisitos para un seguro uso clínico de los
distintos métodos de inducción del trabajo de parto.

Antecedentes

En 1948, Theobald y colaboradores describieron el uso del extracto de la hipófisis posterior, la oxitocina, por goteo
intravenoso para la inducción del parto. Cinco años más tarde, la oxitocina fue la primera hormona polipeptídica
sintetizada por du Vigneaud y colaboradores. Esta hormona sintética polipéptidica ha sido utilizada desde entonces para
estimular las contracciones uterinas. Otros métodos utilizados para la inducción del parto incluyen; el despegamiento o
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separación de membranas (stripping), la amniotomía, la estimulación del pezón, y la administración de análogos de la
prostaglandina E.

Maduración del cuello uterino

El objetivo de la maduración cervical es el de facilitar el proceso de ablandamiento cervical, adelgazamiento y dilatación


con la reducción resultante en la tasa fallida de inducción. La remodelación del cuello uterino es un componente crítico
del parto normal. Los cambios observados no sólo incluyen la degradación del colágeno y la reorganización sino además
cambios en los glicosaminoglicanos, producción incrementada de citoquinas, y la infiltración de leucocitos. Si la inducción
es indicada y el estado del cuello uterino es desfavorable, los agentes para la maduración cervical pueden ser utilizados.
El estado del cuello del útero puede ser determinado por el sistema de puntuación pélvico Bishop (Tabla 1). Un cérvix
desfavorable en general ha sido definido como un puntaje de Bishop de 6 o menos en la mayoría de los ensayos
aleatorios. Si la puntuación total es más de 8, la probabilidad de parto vaginal después de la inducción del parto es similar
a la del parto espontáneo.

Tabla 1. Sistema de puntuación Bishop Los métodos


eficaces para la
Factor maduración
cervical incluyen
Puntuación Dilatación (cm) Posición de la Borramiento (%) Estado Consistencia cervical
el uso de
cérvix
dilatadores
0 Cerrado Posterior 0 – 30 -3 Firme mecánicos del
cuello uterino y
1 1–2 Media 40 – 50 -2 Medio
la
2 3–4 Anterior 60 – 70 -1,0 Suave administración
de sintéticos de
3 5–6 --------- 80 +1, +2 -------- la
prostaglandina y
los . Los métodos mecánicos de dilatación son eficaces en la maduración del cuello uterino e incluyen dilatación
higroscópica, dilatadores osmóticos (Laminaria japonica), catéteres Foley con un volumen de inflación de 30-80 ml,
dispositivos de doble balón (Atad Ripener Device), e infusión extraamniótica de solución salina con tasas de infusión de
30-40 ml/h. La laminaria japonica madura el cuello uterino, pero puede estar asociada con un aumento de infecciones
periparto. En las mujeres sometidas a inducción con un cuello desfavorable, los métodos mecánicos, excepto la infusión
de solución salina

extraamniotica, están asociados con una disminución en la frecuencia de cesáreas en comparación con la oxitocina sola.

Múltiples estudios han demostrado la eficacia de los dilatadores mecánicos cervicales. Existen pruebas insuficientes para
evaluar cuan efectivos (parto vaginal en 24 horas) son los métodos mecánicos comparados con las prostaglandinas. Las
ventajas del catéter Foley son; su bajo costo en comparación con las prostaglandinas, la estabilidad a temperatura
ambiente, y la reducción del riesgo de taquisistolia uterina, con o sin cambios de la frecuencia cardíaca fetal (FCF).

El misoprostol, una prostaglandina sintética, análogo, se puede administrar por vía vaginal, oral o sublingual y se utiliza
tanto para la maduración cervical como para la inducción del parto. Actualmente está disponible en tabletas de 100 mcg
(sin partitura) o de 200 mcg, y se pueden romper para proveer dosis de 25 mcg a 50 mcg. Existe una amplia experiencia
clínica con este agente y hay una gran cantidad de informes publicados apoyando su seguridad y su eficacia cuando se usa
apropiadamente. Los estudios no indican que la exposición al misoprostol durante el parto (u otras prostaglandinas
agentes de maduración cervical) tengan consecuencias adversas a largo plazo en la salud del feto en ausencia de
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sufrimiento fetal, y no hay un producto biológico plausible para tal preocupación. Aunque el misoprostol en la actualidad
es aprobado para la prevención de úlceras pépticas, la FDA en el 2002, aprobó un nuevo uso en la etiqueta del
misoprostol, durante el embarazo para la maduración cervical y para la inducción del trabajo de parto.

Esta etiqueta no contiene demandas respecto a la eficacia o la seguridad del misoprostol, ni se establecen las dosis o los
intervalos de dosis. La mayoría de los resultados adversos maternos y fetales asociados con la terapia con misoprostol son
debidos a la utilización de dosis mayores de 25 MSG

Métodos de inducción del parto

La oxitocina

La oxitocina es uno de los fármacos más utilizados en los Estados Unidos. La fisiología de la labor estimulada por la
oxitocina es similar a la de trabajo de parto espontáneo, aunque varía en cada paciente en sensibilidad y en respuesta a la
oxitocina. Basándonos en estudios farmacocinéticos de la síntesis de la oxitocina, la respuesta uterina sobreviene después
de 3-5 minutos de infusión, y un nivel constante de oxitocina en el plasma es alcanzado a los 40 minutos. La respuesta del
útero a la oxitocina depende de la duración del embarazo, hay un aumento gradual en la respuesta a las 20 - 30 semanas
de gestación, seguida de una meseta a partir de la semana 34 de gestación hasta el término, cuando aumenta la
sensibilidad. Un índice de masa corporal bajo y una mayor dilatación del cuello uterino, la paridad, o la edad gestacional
son factores predictivos de una respuesta satisfactoria a la oxitocina para la inducción.

Barrido de membrana El agotamiento o barrido de las membranas amnióticas es comúnmente practicado para inducir el
parto. Un aumento significativo en la actividad de la fosfolipasa A2 y de los niveles de prostaglandina F2α (PGF2α) ocurre
en el barrido de la membrana. El barrido de membrana aumenta la probabilidad de parto espontáneo dentro de las 48
horas y reduce la incidencia de inducción con otros métodos. A pesar que el barrido de membrana se ha asociado con un
mayor riesgo de ruptura de membranas pre-parto, otras revisiones sistemáticas publicadas, entre ellos uno con 1525
mujeres, no han corroborado este hallazgo. Las mujeres que se someten a barrido de membrana pueden experimentar
incomodidad por el procedimiento, así como sangrado vaginal irregular y contracciones uterinas dentro de las siguientes
24 horas. Hay datos insuficientes para guiar en la práctica clínica un barrido de membrana en mujeres con cultivo positivo
para estreptococos del grupo B.

Amniotomía

La ruptura artificial de las membranas puede ser utilizada como un método de inducción del parto, especialmente si la
condición del cuello uterino es favorable. Usado solo para inducir el parto, la amniotomía puede estar asociada con
intervalos impredecibles y a veces largos antes de la aparición de contracciones. No hay pruebas suficientes sobre la
eficacia y seguridad de la amniotomía sola para la inducción del parto. En un ensayo de la amniotomía en combinación
con infusión temprana de oxitocina en comparación con la amniotomía sola, el intervalo de inducción del parto fue más
corto con la amniotomía más oxitocina. No hay datos suficientes para guiar la amniotomía en pacientes que estén
recibiendo profilaxis para el parto para una infección estreptocócica del grupo B.

Estimulación de los pezones

La estimulación del pezón o estimulación de mama unilateral ha sido utilizada como un método no médico, natural y de
bajo costo para inducir el parto. En una revisión sistemática de 6 ensayos que incluían a 719 mujeres, compararon la
estimulación del pecho con la no estimulación, se observó una disminución significativa en el número de mujeres sin
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trabajo de parto a las 72 horas, pero sólo en las mujeres con cuellos uterinos favorables. Ninguna de las mujeres tenía
taquisistolia uterina, con o sin cambios en la FCF, y no hubo diferencias en el meconio, líquido amniótico o en las tasas de
parto por cesárea. La estimulación de las mamas se asoció con una disminución en la hemorragia posparto. Este método
sólo se estudió en embarazos de bajo riesgo.
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Contracciones uterinas

Las contracciones uterinas son cuantificadas como el número de contracciones presente en una ventana de 10 minutos,
con un promedio de más de 30 minutos. La frecuencia de las contracciones por sí solo es una evaluación parcial de la
actividad uterina. Otros factores como la duración, intensidad y relajación entre las contracciones son igualmente
importantes en la práctica clínica. La siguiente terminología se utiliza para describir la actividad uterina:

Normal: Cinco o menos contracciones en 10 minutos, como promedio durante un periodo de 30 minutos

Taquisistolia: Más de cinco contracciones en 10 minutos, como promedio durante un periodo de 30 minutos Lo siguiente
son las características de las contracciones uterinas:

La taquisistolia siempre debe ser calificada con o sin la correspondiente desaceleración de la FCF.

El término taquisistolia se aplica tanto al trabajo de parto espontaneo o estimulado. La respuesta clínica a la taquisistolia
puede ser diferente dependiendo de si las contracciones son espontáneas o estimuladas.

La mayoría de las obras citadas en este Boletín de Práctica fueron publicadas antes de las definiciones e interpretaciones
para trazados de la FCF de la NICHD del 2008. En consecuencia, es difícil generalizar los resultados de la citada
bibliografía, y se utiliza definiciones no estandarizadas y ambiguas de los patrones de la FCF.

Consideraciones clínicas y Recomendaciones

 ¿Cuáles son las indicaciones y contraindicaciones para la inducción del parto?


 Las indicaciones para la inducción del trabajo de parto no son absolutas, sino que deben tener en cuenta las
condiciones maternas y fetales, edad gestacional, el estado del cuello uterino, y otros factores. Los siguientes son
ejemplos de enfermedades maternas o fetales que pueden ser indicaciones para la inducción del trabajo de
parto:
 Desprendimiento prematuro de la placenta
 Corioamnionitis
 Muerte fetal
 Hipertensión gestacional
 Preeclampsia, eclampsia
 Ruptura prematura de membranas
 Embarazo postérmino
 Afecciones maternas médicas (por ejemplo, diabetes mellitus, enfermedad renal, enfermedad pulmonar crónica,
hipertensión, síndrome antifosfolípido)

Compromiso fetal (por ejemplo, restricción crecimiento fetal severo, isoinmunización, oligohidramnios)

La labor de parto también puede ser inducida por razones logísticas, por ejemplo, el riesgo de parto rápido, la distancia al
hospital, o indicaciones psicosociales. En tales circunstancias, por lo menos uno de los criterios de edad gestacional debe
ser cumplido o se debe establecer la madurez pulmonar fetal. Un test de maduración pulmonar fetal antes de las 39
semanas de gestación, en ausencia de circunstancias clínicas apropiadas, no es una indicación para el parto.

Cada paciente y situación clínica debe ser considerada para determinar si la inducción del parto esta contraindicada
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En general, las contraindicaciones de la inducción del parto son las mismas que las de trabajo de parto espontáneo y del
parto vaginal. Estos incluyen, pero no se limitan a, las siguientes situaciones:

placenta previa completa

Posición fetal transversa

Prolapso del cordón umbilical

Parto anterior por clásica cesárea

Infección activa de herpes genital

Miomectomía anterior dentro de la cavidad endometrial

¿Qué criterios deben cumplirse antes de que el cuello del útero sea madurado o el parto sea inducido?

La evaluación de la edad gestacional y la consideración de los riesgos potenciales para la madre o el feto son de suma
importancia para una adecuada evaluación y asesoramiento antes de iniciar la maduración cervical o la inducción del
parto. Las pacientes deben ser asesoradas sobre las indicaciones de la inducción, los agentes y los métodos de
estimulación del trabajo de parto, y la posible necesidad de repetir la inducción o cesárea. Aunque los estudios
prospectivos son limitados en evaluar los beneficios de la inducción electiva del parto, las mujeres nulíparas que vayan a
ser sometidas a la inducción del parto y que tengan un cuello uterino desfavorable deben ser asesoradas acerca de que
existe dos veces más riesgo de parto por cesárea. En adición, la progresión del parto es muy diferente en mujeres con una
inducción electiva del parto en comparación con las mujeres que tienen un inicio espontáneo del trabajo de parto.
Dejando por lo menos 12-18 horas de latencia de labor de parto antes de diagnosticar una inducción fallida puede reducir
el parto por cesárea.

Confirmación del límite de la gestación

La medición por ultrasonido al menos a las 20 semanas de gestación apoya la edad gestacional de 39 semanas o más.

Los tonos cardíacos fetales se han documentado como presentes a las 30 semanas por eco-Doppler.

Ha sido confirmado que a las 36 semanas desde que dió positivo en el suero o en la orina el test de embarazo de la
gonadotropina coriónica humana.

Los requisitos adicionales para la maduración cervical y la inducción del parto incluyen la evaluación del cuello uterino, la
pelvis, el tamaño del feto, y la presentación. La monitorización de la FCF y de las contracciones del útero, se recomienda
en pacientes con labor de parto de alto riesgo. A pesar de que exista personal de enfermería capacitado para
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.

monitorizar la inducción de labor de parto, debe haber disponibilidad de un médico capaz de realizar un parto por
cesárea.

¿Cuál es la efectividad relativa de los métodos disponibles para la maduración cervical en la reducción de la duración del
trabajo de parto?

Una revisión sistemática encontró que en las pacientes con un desfavorable cuello uterino, la colocación del catéter de
Foley antes de la inducción con oxitocina reduce significativamente la duración de la labor de parto. Esta revisión también
llegó a la conclusión de que la colocación del catéter resultó en una reducción del riesgo de parto por cesárea. Cuando la
Sonda de Foley se comparó con el gel de PGE2, la mayoría de los estudios no encontraron ninguna diferencia en la
duración de la inducción hasta el parto o la tasa de parto por cesárea. El uso de las prostaglandinas se asoció con un
mayor riesgo de taquisistolia con o sin cambios en la FCF cuando se comparó con el catéter de Foley. El uso de los
catéteres Foley de diferente tamaño y volumen de insuflación, así como de diferentes protocolos de misoprostol, produce
resultados inconsistentes para determinar la inducción del parto, la tasa de parto por cesárea, y riesgo de paso de
meconio. La oxitocina adicional, junto con el uso del catéter Foley no parece acortar el tiempo de parto en un ensayo
controlado aleatorio.

Los estudios que examinan la infusión salina extraamniotica a través de la sonda de Foley en comparación con el uso de la
sonda de Foley con la administración concurrente de oxitocina informan resultados contradictorios en el tiempo desde la
inducción hasta el parto. Las diferencias en la metodología podrían explicar los resultados opuestos. El catéter de Foley es
una alternativa razonable y eficaz para la maduración cervical y la inducción del parto.

Las prostaglandinas intra-cervical o intra-vaginal (dinoprostona) se usa comúnmente y es superior al placebo o a ningún
tratamiento para promover la maduración cervical. Varios estudios prospectivos clínicos randomizados y dos meta-
análisis han demostrado que la PGE1 (Misoprostol) es un método eficaz para la maduración cervical. El misoprostol
administrado por vía vaginal ha reportado ser superior o tan eficaz como el gel de dinoprostona. El misoprostol por vía
vaginal se ha asociado con un menor uso de analgesia epidural, con más partos vaginales dentro de las 24 horas, y con
más taquisistolia uterina con o sin cambios de la FCF en comparación con dinoprostona y oxitocina. En contraste, el
misoprostol en comparación con la oxitocina para la maduración cervical resultó en intervalos más largos de labor de
parto en un ensayo controlado aleatorio.

Es difícil, sin embargo, el comparar los resultados de los estudios de misoprostol debido a las diferencias en los puntos
finales, incluyendo el índice de Bishop, la duración del trabajo de parto, el uso de oxitocina total, un inducción exitosa, y
la tasa de parto por cesárea. Los métodos farmacológicos para la maduración cervical no disminuyen la probabilidad de
parto por cesárea.

¿Cómo deben ser administradas las prostaglandinas?

Una cuarta parte de una tableta de 100 mcg (es decir, aproximadamente 25 mcg) de misoprostol debe ser considerado
como dosis inicial para la maduración cervical y la inducción del parto. La frecuencia de administración no debe ser más
de cada 3-6 horas. Además, la oxitocina no debe ser administrada en menos de 4 horas después de la última dosis de
misoprostol. Las dosis altas de misoprostol (50 mcg cada 6 horas) pueden ser apropiadas en algunas situaciones, aunque
las dosis más altas se asocian con un mayor riesgo de complicaciones, incluyendo taquisistolia uterina y desaceleraciones
de la FCF.
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Si hay un cambio cervical inadecuado con mínima actividad uterina después de una dosis intra-cervical de dinoprostona,
una segunda dosis se puede administrar 6-12 horas después. Los fabricantes recomiendan una dosis acumulativa máxima
de 1,5 mg de dinoprostona (tres dosis o 7,5 ml de gel) dentro de un período de 24 horas. Un intervalo de tiempo mínimo
de seguridad entre la administración de la prostaglandina y el inicio de la oxitocina no se ha determinado. De acuerdo con
las directrices de los fabricantes, tras el uso de 1,5 mg de dinoprostona en el cuello uterino o de 2,5 mg en la vagina, la
inducción con oxitocina se debe demorar 6-12 horas debido a que el efecto de las prostaglandinas puede ser mayor con
oxitocina. Después del uso de la dinoprostona en liberación sostenida, un retraso de la inducción de la oxitocina durante
30-60 minutos después de la eliminación es suficiente. Existen datos limitados sobre el uso de misoprostol oral o
sublingual para la maduración cervical o la inducción del trabajo de parto, y estos métodos no son recomendados para su
uso clínico hasta que existan más estudios de apoyo de seguridad.

¿Cuáles son las posibles complicaciones con cada método de maduración cervical, y cómo se manejan?

La taquisistolia con o sin cambios en la FCF es más común con misoprostol por vía vaginal en comparación con la
prostaglandina E2 intra-vaginal, la prostaglandina E2 intra-cervical y la oxitocina. La taquisistolia (definida en algunos
estudios como más de 5 contracciones uterinas en 10 minutos consecutivos en intervalos de 10 minutos) y la taquisistolia
asociada con desaceleraciones de la FCF se incrementan con dosis de 50 mcg o mayores de misoprostol. Parece que hay
una tendencia hacia menores tasas de taquisistolia uterina con cambios de la FCF con dosis menores de misoprostol
(25mcg cada 6 horas, frente a cada 3 horas).

El uso de misoprostol en mujeres con partos anteriores por cesárea o con cirugía uterina importante ha sido asociado con
un aumento de la ruptura del útero y, por tanto, se debe evitar en el tercer trimestre. Un aumento en la tinción por
meconio del líquido amniótico también se ha informado con el uso de misoprostol. Aunque el misoprostol parece ser
seguro y eficaz en la inducción del parto en mujeres con cuello uterino desfavorable, se necesitan más estudios para
determinar la ruta más óptima, la dosis, intervalo de tiempo, y la farmacocinética del misoprostol. Por otra parte, se
necesitan más datos sobre el manejo de las complicaciones relacionadas con el uso de misoprostol y cuando se debe
suspender. Si la taquisistolia uterina y una FCF categoría III (definido como un patrón sinusoidal o una frecuencia basal
ausente y cualquiera de los siguientes: desaceleraciones tardías recurrentes, desaceleraciones recurrentes variables o
bradicardia) se produce con el uso de misoprostol y no hay respuesta a las medidas correctivas de rutina (reposición
materna y suplementación con la administración de oxígeno total), la cesárea debe ser considerada. La terbutalina
subcutánea también puede ser utilizada en un intento de corregir la FCF categoría III o la taquisistolia uterina.

El gel intra-cervical PGE2 (0,5 mg) tiene una tasa de 1% de taquisistolia uterina asociado con cambios en la FCF, mientras
que el gel intra-vaginal PGE2 (5.2 mg) u óvulos vaginales se asocia con una tasa del 5%. La taquisistolia uterina
típicamente comienza 1 hora después de que el gel o el óvulo vaginal se colocan, pero puede ocurrir hasta 9 1/2 horas
después que la inserción vaginal se ha colocado.

La eliminación de los óvulos vaginales de PGE2 por lo general ayudará a revertir el efecto de taquisistolia uterina. El riego
del cuello uterino y de la vagina no es beneficioso. Los efectos secundarios en la madre por el uso de dosis bajas de PGE2
(Fiebre, vómitos, diarrea y diarrea) son muy poco frecuentes. Los antieméticos profilácticos, antipiréticos, y agentes
antidiarreicos por lo general no son necesarios. Los fabricantes recomiendan precaución al utilizar PGE2 en pacientes con
glaucoma, disfunción hepática o renal, o asma. Sin embargo, el PGE2 es un broncodilatador, y no hay informes de
broncoconstriction o cambios significativos en la presión arterial después la administración del gel a dosis bajas.
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El aumento de infecciones maternas y neonatales reportadas ha sido relacionado con el uso de Laminaria japonicum y
dilatadores higroscópicos cuando se comparó con análogos de la PGE2. El catéter de Foley puede causar sangrado vaginal
importante en mujeres con implantación baja de placenta. Otras complicaciones reportadas incluyen ruptura de
membrana, morbilidad febril, y desplazamiento del parto.

¿Cuáles son las pautas recomendadas para la vigilancia fetal después del uso de prostaglandinas?

Las preparaciones de prostaglandinas se deben administrar cuando la actividad uterina y la frecuencia cardíaca fetal se
puedan controlar de forma continua durante un período de observación inicial. Un monitoreo adicional puede ser regido
por indicaciones individuales para inducción y estado fetal.

El paciente debe permanecer recostado durante por lo menos 30 minutos. La frecuencia cardíaca fetal y la actividad
uterina deben ser monitorizadas de forma continua durante un período de 30 minutos a 2 horas después de la
administración del gel PGE2. Las contracciones uterinas por lo general son evidentes en la primera hora y exhiben un pico
de actividad en las primeras 4 horas. El monitoreo de la FCF debe ser continuo si persisten las contracciones uterinas
regulares; los signos vitales maternos también deben ser registrados.

¿Son los métodos de maduración cervical adecuados en forma ambulatoria?

Hay poca información sobre la seguridad del manejo de la inducción del parto en las pacientes. En un estudio
aleatorizado, doble ciego y controlado comparó 2 mg de gel intra-vaginal de PGE2 con placebo durante 5 días
consecutivos como un procedimiento ambulatorio, se observó que el gel PGE2 fue eficaz y seguro para la iniciación del
trabajo en mujeres a término con un puntaje de Bishop de 6 o menos. No se observaron diferencias significativas entre
los resultados adversos en otro ensayo aleatorizado de 300 mujeres a término que comparó el uso de una liberación-
controlada de PGE2 en forma ambulatoria versus una forma hospitalaria. Grandes estudios controlados son necesarios
para establecer una dosis segura y eficaz de PGE2 antes de su uso en forma ambulatoria. Sin embargo, el uso ambulatorio
puede ser apropiado en atención de pacientes seleccionados. Los métodos mecánicos pueden ser particularmente
apropiados en el ámbito ambulatorio. Un estudio aleatorizado comparó la sonda de Foley en un paciente ambulatorio
versus un escenario hospitalario para maduración cervical

pre-inducción, demostrando eficacia y seguridad similar a una reducción de la estancia hospitalaria de 9,6 horas.

¿Cuáles son las posibles complicaciones de los distintos métodos de inducción?

Los efectos secundarios del uso de oxitocina son principalmente relacionados con la dosis; taquisistolia uterina y FCF
Categoría III son los efectos secundarios más comunes. La taquisistolia uterina puede dar lugar a desprendimiento
prematuro de la placenta o ruptura uterina. La ruptura uterina secundaria al uso de la oxitocina es rara incluso en
mujeres multíparas. La intoxicación por agua puede ocurrir con altas concentraciones de oxitocina infundida con gran
cantidad de soluciones hipotónicas, pero es rara en las dosis utilizadas para la inducción del parto.

El misoprostol parece ser seguro y beneficioso para inducir el parto en una mujer con un cuello uterino desfavorable.
Aunque la incidencia exacta de taquisistolia uterina con o sin cambios en la FCF es desconocida y los criterios usados para
definir esta complicación no siempre son claros en los distintos reportes, hay informes de taquisistolia uterina con o sin
cambios en la FCF que ocurren con mayor frecuencia en mujeres que recibieron misoprostol en comparación con las
mujeres que recibieron PGE2. No parece haber un aumento significativo en los resultados de adversos fetales fuera de la
taquisistolia sin asociación a desaceleraciones de la FCF. La aparición de complicaciones parece ser dependiente de la
dosis. Los ensayos clínicos han demostrado que con una dosis equivalente, la ruta vaginal produce una mayor eficacia
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clínica que la vía oral. El misoprostol por vía oral está asociado con menos
patrones de frecuencia cardiaca fetal anormal y episodios de taquisistolia uterina con cambios en la
FCF en comparación con la administración vaginal.
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Los potenciales riesgos asociados con la amniotomía incluyen; prolapso del cordón umbilical, corioamnionitis, compresión
significativa del cordón umbilical, y ruptura de vasa previa. La frecuencia cardiaca fetal debe ser evaluada antes e
inmediatamente después de la amniotomía. La amniotomía para inducir el parto puede estar contraindicada en las
mujeres que se sabe están infectadas con VIH porque la duración de la rotura de membranas ha sido identificada como
un factor de riesgo independiente para la transmisión vertical de la infección por VIH.

El barrido de membrana amniótica se asocia con presencia de hemorragia en placenta previa no diagnosticada o de
placenta de baja posición, y amniotomía accidental. La estimulación de mama bilateral se ha asociado con taquisistolia

uterina asociada con desaceleración de la FCF. En una revisión sistemática, la estimulación de los senos se asoció con una
tendencia creciente de muerte perinatal. Hasta que las cuestiones de seguridad se estudien, esta práctica no es
recomendable sin un adecuado control.

¿Cuando la oxitocina se utiliza para la inducción del parto, qué dosis se debe utilizar y que precauciones se deben tomar?

Cualquiera de los regímenes de oxitocina de dosis baja o alta indicados en la Tabla 2 es apropiado para la inducción del
parto. Los regímenes de dosis bajas y los incrementos de dosis menos frecuentes se asocian con una disminución de la
taquisistolia uterina asociado con cambios de la FCF. Los regímenes de dosis altas y los incrementos de dosis más
frecuentes, se asocian con un menor trabajo de parto y casos menos frecuentes de corioamnionitis y parto por cesárea
por distocia, pero un aumento de las tasas de taquisistolia uterina con sus correspondientes cambios en la FCF.

Cada departamento de obstetricia y ginecología de cada hospital debe elaborar directrices para la preparación y
administración de oxitocina. La oxitocina sintética generalmente se diluye 10 unidades en 1000 ml de una solución
isotónica para una concentración de oxitocina de 10 mU / ml. La oxitocina se administra por infusión utilizando una
bomba que permite un control preciso de la velocidad de flujo y permite un control exacto minuto a minuto. La
administración de oxitocina en bolo se puede evitar con la infusión en la principal línea intravenosa cerca del lugar de la
punción venosa.

No se ha establecido un valor numérico de la dosis máxima de la oxitocina. La contracción uterina y la FCF deben ser
estrechamente vigilados. La oxitocina debe ser administrada por personal capacitado que esté familiarizado con sus
efectos

¿Cómo se debe manejar las complicaciones asociadas con el uso de oxitocina?

Si ocurre una taquisistolia uterina con una FCF categoría III, se requiere una evaluación inmediata y una infusión por vía
intravenosa de oxitocina debe ser disminuida o descontinuada para corregir el modelo. Medidas adicionales incluyen
rotar a la mujer de lado y administrar oxígeno o más fluido intravenoso. Si la taquisistolia uterina persiste, el uso de
terbutalina y otros tocolíticos puede ser considerado. Se puede producir hipotensión después de una inyección
intravenosa rápida de oxitocina, por lo tanto, es imperativo que una infusión de oxitocina diluida se utilice incluso
inmediata al puerperio.
Escuela de Enfermería del Hospital de Jesús
Incorporada a la Universidad Nacional Autónoma de México
Licenciatura en Enfermería y Obstetricia Clave: 3295-12

Tabla 2. Estimulación de la labor de parto con Oxitocina: Ejemplos de dosis altas y bajas

Régimen Dosis Inicial Dosis Incrementada Intervalo de Dosis

Dosis baja 0.5 – 2 1–2 15 – 40

Dosis alta 6 3–6 15 – 40

¿Hay consideraciones especiales que se aplican para la inducción en una mujer con rotura de
membranas?

El mayor estudio aleatorio hasta la fecha encontró que la inducción con oxitocina reduce el
intervalo de tiempo entre la ruptura prematura de membranas y el parto, así como la frecuencia
de corioamnionitis, fiebre post-parto y tratamiento neonatal con antibióticos, sin incremento de
parto por cesárea o infecciones neonatales. Estos datos sugieren que en las mujeres con rotura
prematura de membranas a término, la labor de parto debe ser inducida en el momento de la
presentación, generalmente con la infusión de oxitocina, para reducir el riesgo de corioamnionitis.
Se debe permitir un tiempo suficiente para el progreso de la fase latente de la labor de parto.

Las mismas precauciones se deben tener cuando se utilizan las prostaglandinas para la inducción
del parto con rupturas membranas así como para membranas intactas. El PGE2 intra-vaginal para
la inducción del trabajo de parto prematuro en mujeres con ruptura de membranas parece ser
seguro y efectivo. En un estudio aleatorio de la inducción del parto en mujeres con rotura
prematura de membranas a término, sólo una dosis de misoprostol intra-vaginal fue necesaria
para la inducción exitosa del parto en el 86% de los pacientes. No hay evidencia de que el uso de
cualquiera de estas prostaglandinas aumente el riesgo de infección en mujeres con ruptura de
membranas. No hay evidencia suficiente para orientar al médico en el uso de la dilatación
mecánica en las mujeres con rotura de membranas.

Un meta-análisis que incluyó a 6.814 mujeres con ruptura prematura de membranas a término
comparó la inducción de labor de parto con prostaglandinas u oxitocina para el manejo de
expectación. Una reducción significativa en el riesgo de desarrollar corioamnionitis o endometritis
y una reducción del número de recién nacidos que requieren ingreso en la unidad de cuidados
intensivos neonatales se observó en las mujeres que se sometieron a la inducción del parto en
comparación con el manejo de expectación.

¿Qué métodos se pueden utilizar para la inducción de la labor de parto con muerte fetal
intrauterina a finales del segundo o tercer trimestre?

El método y el momento del parto después de una muerte fetal dependen de la edad gestacional
en la que la muerte se produce, de la historia materna de una cicatriz uterina previa, de la
preferencia de la madre.
Escuela de Enfermería del Hospital de Jesús
Incorporada a la Universidad Nacional Autónoma de México
Licenciatura en Enfermería y Obstetricia Clave: 3295-12

Aunque la mayoría de los pacientes desean un parto inmediato, el plazo para el parto no es crítico;
las coagulopatías se asocian con una retención prolongada del feto y son poco comunes. En el
segundo trimestre, la dilatación y la evacuación se pueden ofrecer en caso de que esté disponible
un proveedor de salud experimentado, aunque a las pacientes se les debe aconsejar que la
dilatación y la evacuación puedan limitar la eficacia de la autopsia para la detección de anomalías
fetales macroscópicas.

La inducción de la labor de parto es apropiada en edades gestacionales tardías, si la dilatación y


evacuación del segundo-tercer trimestre no está disponible, o en base a las preferencias de la
paciente. Gran parte de los datos para el manejo de la muerte del feto han sido extrapolados a
partir de ensayos aleatorios para la interrupción del embarazo del segundo trimestre.

La evidencia disponible de ensayos clínicos aleatorizados apoya el uso de misoprostol vaginal


como un tratamiento médico para interrumpir embarazos no viables antes de las 24 semanas de
gestación. Basándose en datos limitados, el uso de misoprostol entre la 24 a 28 semana de
gestación también parece ser segura y efectiva. Antes de las 28 semanas de gestación, el
misoprostol vaginal parece ser el método más eficiente para la inducción de la labor de parto,
independientemente del índice de Bishop de cuello uterino, sin embargo las altas dosis de infusión
de oxitocina parecen ser una opción aceptable. Las dosis típicas para el uso de misoprostol son
200-400 mcg por vía vaginal cada 4-12 horas. Después de las 28 semanas de gestación, la
inducción del parto debe ser manejado de acuerdo con los protocolos habituales de obstetricia. El
parto por cesárea de una muerte fetal debe ser reservado para circunstancias inusuales, ya que se
asocia con una potencial morbilidad materna, sin ningún beneficio fetal.

Varios estudios han evaluado el uso de misoprostol en una dosis de 400 mcg cada 6 horas en
mujeres con un nacimiento sin vida de hasta 28 semanas de gestación. No parece haber un
aumento de las complicaciones en las mujeres. Investigación adicional es requerida para evaluar la
eficacia y la seguridad, la ruta óptima de administración y la dosis.

En las pacientes después de 28 semanas de gestación, la maduración cervical con una sonda de
Foley trans-cervical se ha asociado con tasas de ruptura uterina comparable al parto espontáneo y
esto puede ser un complemento útil en pacientes con una evaluación desfavorable del cuello
uterino. Por lo tanto, en pacientes con antecedentes de parto por cesárea transversal baja, probar
la labor de parto sigue siendo una opción favorable. Existen datos limitados para guiar la práctica
clínica en un paciente con antecedentes clásicos de parto por cesárea, y el plan de parto debe ser
individualizado
Resumen de las Recomendaciones y Conclusiones
Las siguientes recomendaciones y conclusiones se basan en buena y consistente evidencia
científica de confianza
Escuela de Enfermería del Hospital de Jesús
Incorporada a la Universidad Nacional Autónoma de México
Licenciatura en Enfermería y Obstetricia Clave: 3295-12

Los Análogos de la prostaglandina E son eficaces para la maduración cervical y la inducción del
parto.
Los regímenes de dosis altas y bajas de oxitocina son apropiadas para las mujeres en las cuales la
inducción del parto . Antes de las 28 semanas de gestación, el misoprostol por vía vaginal parece
ser el método más eficiente para inducir el parto, independiente de la puntuación Bishop, aunque
la infusión de dosis altas de oxitocina también es una opción aceptable.
Aproximadamente 25 mcg de misoprostol deben ser considerados como dosis inicial para la
maduración cervical y la inducción de la labor de parto. La frecuencia de administración no debe
ser más de cada 3-6 horas.
El PGE2 intra-vaginal para la inducción del parto en las mujeres con rotura prematura de
membranas parece ser segura y efectiva.
El uso de misoprostol en mujeres con cesárea previa al parto o cirugía uterina importante ha sido
asociado con un aumento de la ruptura del útero y, por tanto, debe evitarse en el tercer trimestre.
El catéter de Foley es una razonable y eficaz alternativa para la maduración cervical y la inducción
de la labor de parto.

La siguiente recomendación se basa en la evidencia que puede ser limitada o inconsistente (Nivel
El misoprostol (50 mcg cada 6 horas) para inducir el parto puede ser apropiado en algunas
situaciones, aunque dosis más altas se asocian con un mayor riesgo de complicaciones, incluyendo
taquisistolia uterina con desaceleraciones de la FCF

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