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SALMO 23

SALMO 23: EL GRAN PASTOR


Y El GRAN ANFITRIÓN

Por Adán Hartley, PhD

Editado por
STEPHANIE LEONOR BARBA AZABACHE

2023

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SALMO 23

@ Adam Parish Hartley

Todos los derechos reservados. Sin permiso escrito,


ninguna parte de este libro puede ser reproducida ni
procesada en forma alguna o por medio alguno.
Las cursivas que se encuentren dentro citas bíblicas
indican que fueron añadidas por el autor.
La mayoría de las citas bíblicas fueron tomadas de la
Reina Valera 1960. Las otras son traducidas por el
autor.

@2023

IB “Casa de Oración”
Post Office Box 158
Vardaman, MS 38878

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SALMO 23

Por mi esposa y amiga Ana

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SALMO 23

PREFACIO
Estas meditaciones fueron en el inicio mensajes que
prediqué en iglesias de los Estados Unidos. Dios me ha
dado a mí y a la congregación muchas bendiciones por las
verdades contenidas en este capítulo. Después de muchos
años nuestro Padre Celestial puso en mí un deseo para
escribir un libro expresando estas preciosas enseñanzas."
Primeramente, escribí un libro en ingles titulado Psalm 23:
The Great Shepherd And All-Gracious Host publicado en
2021. Lo recibió con mucha emoción y agradecimiento; la
reacción positiva fue una sorpresa para mí.
Yo había predicado en 2020 una serie de mensajes en
español en IB “Casa de Oración” y había publicado
meditaciones en línea usando Salmo 23. Este libro es
el fruto de esos impulsos.
Es mi oración y anhelo que Dios lo usa para Su gloria y
honra. Que el lector crezca en su devoción y amor por
Cristo. A través de la lectura, que el Espíritu Santo lo use
para crear adentro el no creyente un deseo por Cristo y
adentro el creyente un desea para andar más cerca del
Pastor de nuestros almas.
Quiero expresar mí agradecimiento a
STEPHANIE LEONOR BARBA AZABACHE
por su trabajo. Sin sus cambios and sus recomendaciones
el texto fuese casi imposible a entender.
Encima de todo, quiero decir gracias a nuestro Señor
Jesucristo quien es el Gran Pastor y el Gran Anfitrión.
-- Adán Hartley (2023)

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SALMO 23

ESTUDIO ESPECIAL DE SALMO 23


INTRODUCCIÓN
Salmo 23 es un capitulo muy conocido y contiene una
dulce miel espiritual. Es un capítulo preferida y muy usado
en las salas de los hospitales y para dar consuelo a una
familia que ha perdido a un ser querido. En este salmo
descubrimos el secreto de la felicidad.
Este salmo es uno de un trío que apunta a Jesucristo. El
Salmo 22 habla del Buen Pastor que da Su vida por las
ovejas (Juan 10:11). El Salmo 24 habla del Príncipe de
los Pastores que viene a gobernar y reinar (1 Pedro 5:4).
Ubicado entre estos dos poderosos pilares está el Salmo
23 que revela al Gran Pastor que provee y protege
(Hebreos 13:20). Como Buen Pastor, Jesús da Su vida en
la Cruz; como el Gran Pastor Él siempre vive para
proveer para Sus ovejas; y como el Príncipe de los
Pastores, Él viene de nuevo para desechar para siempre a
aquellos que acosan y molestan a Su pequeño rebaño.
¡Este triunvirato nos recuerda la pasión (sufrimiento), la
provisión (día tras día) y la parusía (segunda venida) de
nuestro maravilloso Salvador, Jesús nuestro Señor!
Mirando el Salmo 23 más de cerca, los versículos 1-4
hablan del cuidado del Gran Pastor y los versículos 4-6
revelan la provisión de la Misericordiosa Hueste. Como
Pastor del rebaño corrige y consuela. Como el
Misericordioso Anfitrión, Él nos invita a venir a Su mesa
para disfrutar de los beneficios de Su gracia.

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SALMO 23

Un bosquejo del capítulo:


I. El secreto de una vida feliz: toda necesidad es suplida.
(23:1-3) «Jehová es mi pastor; nada me faltará».
II. El secreto de una muerte feliz: todo temor es quitado.
(23:4-5)
«Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré
mal alguno, porque tú estarás conmigo».
III. El secreto de una eternidad feliz: todo deseo es
cumplido. (23:6)
«Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos
los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por
largos días».
El salmo veintitrés expone claramente las cuatro
características fundamentales de la manera en que Dios,
como Pastor, cuida de nosotros sus ovejas,
proporcionándonos:
 PROVISIÓN: “Nada me faltará” (23:1,2);
 DIRECCIÓN: “Me guiará por sendas de justicia”
(23:3);
 PROTECCIÓN: “Tu vara y tu cayado me
infundirán aliento” (23:4); y
 ESPERANZA: “En la casa de Jehová moraré para
siempre” (23:5,6).

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SALMO 23

En Salmo 23 Jehovah es nuestro:


1. GUIADOR. Yahvé Ra’ah. El Señor es mi pastor. (v.1a).
2. PROVEEDOR. Yahvé Yireh. Nada me faltará. (v.1b).
3. PROTECTOR. Yahvé Shalom. Me hará descansar (v.2)
4. SANADOR. Yahvé Rafa. Confortará mi alma. (v.3).
5. DEFENSOR. Yahvé Tsidkenu. Por sendas de justicia.
(v.3)
6. ESTANDARTE. Yahvé Nissi. Tu vara y tu cayado. (v.4)
7. SANTIFICADOR. Yahvé M’Kaddesh. Unges mi
cabeza con aceite. (v.5)
8. ESPERANZA. Yahvé Shama. Todos los días de mi vida.
(v.6)
Reflexión:
¿Dónde están las fuentes de su felicidad y seguridad? Si no
están en Yahvé Todopoderoso, entonces las perderá usted
en el fin; pero si están en Dios eterno, entonces puede usted
a declarar “nada me faltará”
Oremos:
Padre celestial, gracias te damos por Cristo Jesús quien es
nuestro Buen Pastor. Encontramos todas las necesidades
de la vida en Él. Amén.
(Adaptado de libro Salmo 23 por C. H. Spurgeon)

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SALMO 23

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SALMO 23

1.
Salmo 23:1ª dice: “El Señor es mi pastor.”
¡Qué hermosa expresión es ésta, saber que el Señor asume
hacia su pueblo el oficio y carácter de un Pastor! Debería
ser en nosotros un motivo de gran admiración que el Dios
inmenso y eterno elija una imagen tan tierna para describir
su amor y cuidado para con su pueblo – Pastor.
David mismo fue un pastor de ovejas, por eso entendía a la
perfección sus necesidades y el cuidado que el pastor debe
prestar a sus ovejas; por ello, se compara él mismo a una
oveja, una criatura débil, indefensa y boba; y asume que

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SALMO 23

Dios es su Proveedor, Preservador, Director; en una


palabra, su Todo.
Nadie tiene el derecho de considerarse a sí mismo una
oveja del Señor a menos que su naturaleza haya sido
regenerada, pues la Escritura no describe a los inconversos
como ovejas, sino como lobos o machos cabríos.
En el capítulo diez del evangelio de Juan, encontramos los
seis distintivos de las ovejas de Cristo. Lo dice, “Mas el
que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. 3) A este
abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas
llama por nombre, y las saca. 4) Y cuando ha sacado fuera
todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le
siguen, porque conocen su voz. 5) Mas al extraño no
seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de
los extraños. … Yo soy la puerta; el que por mí entrare,
será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10) El
ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he
venido para que tengan vida, y para que la tengan en
abundancia. 11) Yo soy el buen pastor; el buen pastor su
vida da por las ovejas. 12) Mas el asalariado, y que no es
el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al
lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas
y las dispersa. 13) Así que el asalariado huye, porque es
asalariado, y no le importan las ovejas. 14) Yo soy el buen
pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 15)
así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y
pongo mi vida por las ovejas. . . . “25) Jesús les respondió:
Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en
nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; 26) pero

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SALMO 23

vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os


he dicho. 27) Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y
me siguen, 28) y yo les doy vida eterna; y no perecerán
jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29) Mi Padre
que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede
arrebatar de la mano de mi Padre. 30) Yo y el Padre uno
somos.” (vv. 3-5; 9-15, 25-30)
 “Las mías me conocen” – Conocen a su Pastor.
 “Oirán mi voz” y “Mis ovejas oyen mi voz” –
Reconocen su voz.
 “A sus ovejas llama por nombre” – Le escuchan
cuando las llama por su nombre.
 “El buen pastor su vida da por las ovejas” – Lo
aman.
 “Las ovejas le siguen, porque conocen su voz” –
Confían en él.
 “me siguen” – Lo siguen.
La primera frase del salmo expresa un nivel tan elevado de
confianza, que no hay en ella un solo “si”, un “pero”, ni
tampoco un “espero”; David afirma con una seguridad
total y absoluta que: “El Señor es mi pastor”. ¿Ha aceptado
usted por fe que lo hizo el Buen Pastor por ti en la cruz?
¿Es una oveja usted del Señor? Juan 3:16 nos dice, “Porque
de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda,
mas tenga vida eterna.”
Una ilustración muy conocida y usada muchas veces se
llama “Él conoce al Pastor”. Me gustaría incluirla en esta
introducción:

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SALMO 23

Había un actor en una sala de teatro a quien le pidieron


recitar algo para el público. Se levantó y siendo amable
con su público dijo: «Recitaré lo que ustedes me pidan».
Al principio, nadie hizo sugerencia alguna, pero un
anciano predicador que por casualidad estaba allí
sentado al final de la sala, se levantó y dijo: «Me
gustaría escucharle recitar el Salmo 23».
Pues bien, el actor se sorprendió un poco con esto, pero
como había manifestado su disposición de recitar lo que
le pidieran, aceptó lo que el hombre le sugirió.
Casualmente, conocía el salmo, así que dijo que lo
recitaría. Repitió el Salmo 23 con perfecta elocuencia.
Fue una interpretación magistral. Su dicción fue
estupenda. Cuando terminó, toda la audiencia estalló en
una ovación espontánea.
El actor, imaginando que se desquitaría con el anciano
por sugerirle recitar algo de la Biblia, le dijo: «Bueno
señor, ahora me gustaría oírlo a usted recitarlo». El
anciano no regateó el pedido. Sino que por su amor a
Cristo se levantó y repitió el Salmo 23. Su voz se quebró,
se entrecortó y no fue muy hermosa. La interpretación
tampoco fue muy buena. Cuando terminó no hubo
aplausos, pero no quedó nadie que no llorara en la sala.
El actor, percibiendo su propia emoción, se puso de pie y
dijo: «Señoras y señores, yo llegué a sus ojos y oídos, él
llegó a sus corazones. Ésta es la diferencia: Yo conozco el
salmo; él conoce al Pastor del salmo».

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SALMO 23

Reflexión:
¿Conoce usted el Señor Jesucristo como Salvador
personal? ¿Es usted una oveja de Él?
Oremos:
Padre Celestial y Creador de todo el universo, confeso que
soy pecador y no merezco tu perdón ni misericordia.
Confeso que Jesús murió en la cruz por mis pecados, fue
sepultado y resucitó para darme justicia y vida eterna. Con
toda mi alma, mente y corazón acepto Cristo como mi
Salvador personal. Quiero seguirte y glorificarte por el
resto de mi vida. En el Nombre de Jesús, Amén.

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SALMO 23

2.
Salmo 23:1, “…Nada me faltará.”
En diversas circunstancias podríamos sentirnos
necesitados de muchas cosas; pero cuando el Señor es
muestro pastor, Él es capaz de proveer para todas nuestras
necesidades; y ciertamente, está dispuesto y deseoso de
hacerlo, porque su corazón rebosa de amor.
En lo que respecta a cosas temporales, no me siento escaso
de nada:
Lucas 12:24-27 dice: “Considerad los cuervos, que ni
siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y
Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las
aves? 25) ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir
a su estatura un codo? 26) Pues si no podéis ni aun lo que
es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás? 27)
Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan;
mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se
vistió como uno de ellos.” ¿Acaso no alimenta a los
cuervos y hace crecer los lirios del campo? ¿Cómo, pues,
permitirá que sus hijos pasen hambre o sufran necesidad?
Y en lo que refiere a las cosas espirituales, sé que su gracia
me será más que suficiente. Descansando en él, estoy
seguro de que me dirá: “Como tus días serán tus fuerzas”
o sea “que dure su fuerza tanto como su vida”
(Deuteronomio 33:25). Mucha gente no puede alcanzar a
poseer todo aquello que desea, pero las ovejas de Jehovah
pueden declarar “a mí ‘nada me falta’”. Salmo 34:10 dice:

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SALMO 23

“Los leoncillos necesitan y tienen hambre; pero los que


buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.” Y no tan
solo hoy, sino que nada nos faltará tampoco en el futuro.
Sea lo que sea que nos pueda sobrevenir, aunque toca la
vaca flaca y los saltamontes devaste las cosecha o un virus
ataque, a mí “nada me faltará”. ¿Puedes decir eso?
Me fascina lo que dice en Habacuc 3:16 – 19
“Al oír todo esto tuve miedo.
Mis labios se pusieron a temblar,
mis piernas dejaron de sostenerme
y todo mi cuerpo perdió sus fuerzas.
Aun así, esperaré tranquilo
el día en que Dios ponga en angustia
al ejército de nuestros opresores.
Entonces me llenaré de alegría
a causa del Señor mi salvador.
Le alabaré, aunque no florezcan las higueras
ni den fruto los viñedos y los olivares;
aunque los campos no den su cosecha;
aunque se acaben los rebaños de ovejas
y no haya reses en los establos.
Porque el Señor me da fuerzas;
da a mis piernas la ligereza del ciervo
y me lleva a alturas donde estaré a salvo.”

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SALMO 23

Reflexión:
¿Jehová es Pastor usted? Seguro que cree usted que Jehová
es el Pastor. ¿Pero Él es Pastor USTED? ¿Está escuchando
usted Su voz y le sigues cada día?
Oremos:
Padre celestial, te damos gracias por Cristo quien es el
Buen Pastor. Que le sigamos y obedezcamos de todo
corazón hoy y para siempre. En su Nombre oramos. Amén.

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3.
“En lugares de delicados pastos me hará descansar…”
(Salmo 23:2ª).
“Me hará descansar” o “Me hace recostar”, es decir,
reclinar o yacer. El Señor es quien nos capacita para
percibir y asimilar las verdades preciosas de su Palabra, y
alimentarnos de ellas. ¡Cuán agradecidos hemos de estar
por estas promesas, pues nos pertenece! Hay muchas almas
turbadas que darían cualquier cosa, el mundo entero, para
conseguir paz y descanso. Conocen la bendición, pero no
están en posición de decir que les pertenece; saben dónde
están los “delicados verdes pastos”, pero no tienen
oportunidad de pastar y recostarse en ellos.

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Cristo dice en Mateo 11:28-30, “Venid a mí todos los que


estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy
manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para
vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.”
Hay varios yugos en la Palabra de Dios:
1. “El yugo de mis rebeliones ha sido atado por su mano”
(Lam. 1:14). Existe el yugo del castigo por causa de
rebelión contra Dios.
2. “No se unan ustedes en un mismo yugo con los que no
creen. Porque ¿qué tienen en común la justicia y la
injusticia? ¿O cómo puede la luz ser compañera de la
oscuridad?” dice 2 Corintios 6:14. Creyente se casa con no
creyente se llama un “yugo equivocado.”
3. Hechos 15:10 habla acerca el yugo de la religión falsa,
diciendo, “Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo
sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros
padres ni nosotros hemos podido llevar?” Gálatas 5:1 eso
yugo se llamaba, “yugo de esclavitud.”
En Mateo 11:28-30 Cristo nos invita a cargar Su yugo. Esta
gran invitación, extendida a todos, a servir en yugo con el
Señor. El yugo implica instrucción bajo disciplina. Sin
embargo, en contraste con la enseñanza de las autoridades
religiosas de la época de Jesús y hoy, el yugo de Señor
Jesucristo es fácil. A través de los siglos estos versículos
han sido entre los más amados en toda la Palabra de Dios.

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SALMO 23

Reflexión:
¿Tiene usted hambre que no puedes satisfacer? ¿Tiene
usted una sed muy fuerte que no puedes quitar? El Buen
Pastor sabe dónde hay pastos verdes y aguas dulces.
Cuando, por fe, obtenemos descanso en las promesas de
Dios, somos como ovejas que yacen en el prado, donde
encontramos a la vez alimento y tranquilidad, descanso y
refrigerio, serenidad y satisfacción. Podremos decir, “En
paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú,
Jehová, me haces vivir confiado” (Sal. 4:8).
Oremos:
Padre Celestial y Dios Eterno, nos cansamos en el camino
del mundo y estamos sin fuerza. O, Dios Santo, nos guía
hacia los delicados pastos y nos hará descansar. Guíanos
hacia Sus aguas de reposo espiritual. En el Nombre de
Cristo oramos. Amén.

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4.
Salmo 23:2 dice, “…junto a aguas de reposo me
pastoreará.”
Las ovejas por naturaleza se asustan fácilmente. Debido a
su naturaleza asustadiza, no les gusta beber del agua que se
mueve demasiado rápido. Si una oveja tiene sed, se
inquieta y se va buscando agua. Una oveja en busca de
agua a veces bebe de agujeros estancados llenos de
parásitos y enfermedades. Esto hace que las ovejas se
enfermen. Entonces el pastor debe conocer la ubicación de
los manantiales y pozos. Lleva a su rebaño al agua quieta
y pura para que las ovejas puedan beber, estar satisfechas
y estar sanas. Muchas veces el pastor debe trabajar para
proporcionar el agua. Elimina escombros y contaminantes.
Incluso puede necesitar sumergir el agua de un pozo para

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SALMO 23

que el rebaño pueda beber. El pastor sabe cómo satisfacer


la sed de las ovejas. Esta es la imagen que nos dieron:
“Junto a aguas de reposo me pastoreará.”
La Biblia nos invita a beber y estar satisfechos. Apocalipsis
22:17 dice: “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que
oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera,
tome del agua de la vida gratuitamente.” Isaías 55: 1 dice:
“A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no
tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad
sin dinero y sin precio, vino y leche." Como comenzamos
nuestras vidas espirituales tanto continuaremos.
"Tomar” o “beber" significa creer o poner tu fe. En Juan
7:37-39 Jesús dijo: " En el último y gran día de la fiesta,
Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene
sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la
Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto
dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en
él…” Jesús define "beber" y “creer” que son sinónimos en
los versículos 37 y 38. Continuamos nuestra vida espiritual
de la misma manera que comenzamos creyendo en la
verdad de la Biblia y de Jesús. La Biblia es la Palabra
inspirada de Dios y Jesús es Su Palabra encarnada. Isaías
12:3 declara: "Por lo tanto, con gozo sacaréis agua de los
pozos de salvación". El Pastor nos lleva al agua que nos
refresca y vigoriza. ¡Cuando confías de todo corazón en el
Señor Jesucristo, bebes del pozo de la salvación!
En la Biblia, la palabra "agua" se usa literal y
metafóricamente. En Juan 7, Jesús usa el agua como
metáfora para describir al Espíritu Santo en la vida de un

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SALMO 23

creyente. En la mentalidad hebrea, las aguas que fluían


estaban vivas. Las aguas estancadas estaban muertas.
Ezequiel escribe sobre aguas que curan y aguas que matan.
“Sus pantanos y sus lagunas no se sanearán; quedarán para
salinas. Y junto al río, en la ribera, a uno y otro lado,
crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas nunca
caerán, ni faltará su fruto. A su tiempo madurará, porque
sus aguas salen del santuario; y su fruto será para comer, y
su hoja para medicina.” (Ezequiel 47:11-12).
“Junto a aguas de reposo me pastoreará.” Aguas de reposo,
es decir, lo opuesto a los grandes ríos y torrentes que
asustan a las ovejas con la fuerza de sus corrientes
violentas, y ponen en peligro su vida cuando se acercan a
ellas para beber.
¿Cuáles son estas aguas de reposo sino las influencias y
gracias que recibimos por medio del Espíritu Santo? ¿No?
Su Espíritu es como el agua que purifica, refresca, abona y
satisface; y nos ayuda en nuestras diversas actividades.
Esas son las fuentes tranquilas. Apocalipsis 22:17, la
última invitación en la biblia, declara, “Y el Espíritu y la
Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene
sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida
gratuitamente.”
En el evangelio de Juan 7:37-38 dicen: “El último día de la
fiesta era el más importante. Aquel día Jesús, puesto de pie,
dijo con voz fuerte: —Si alguien tiene sed, venga a mí, y el
que cree en mí, que beba. Como dice la Escritura, del
interior de aquél correrán ríos de agua viva.” (Énfasis mío)

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SALMO 23

Nuestro Buen Pastor nos lleva a las tranquilas aguas de la


verdad. No nos obligue ni nos lleva con fuerza al agua
refrescante y dulce. Él nos conduce. Esta extenderá hasta
la eternidad. Apocalipsis 7 describe como “los que han
salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las
han emblanquecido en la sangre del Cordero” no tendrán
hambre ni sed ni calor alguno. Porque el Cordero que está
en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de
aguas de vida (vv. 14-17). ¡Qué maravilloso es nuestro
Buen Pastor!
Reflexión:
¿De qué fuente de agua está usted bebiendo: el agua sucia
y muerta del mundo o el agua pura y viva del Señor?
Oremos:
Padre celestial, te damos gracias por tu cuida de nuestras
almas. Eres el Pastor por excelencia. Gracias por todo. En
el Nombre de Cristo. Amén.

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SALMO 23

5.
“El secreto de estar contento”
Salmo 23:2 dice, “En lugares de delicados pastos me hará
descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará.”
Tenemos un cuadro de una oveja contenta…muy contenta.
¿Cómo podríamos experimentar este nivel de
contentamente diario?
Lo primero que debemos hacer es armarnos con las claras
enseñanzas de la Palabra de Dios. El miedo y todos sus
accesorios no pertenecen a la vida del pueblo de Dios.

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Cuando nos damos miedo tenemos que recordar lo que la


Palabra enseña:
1. “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?
Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de
atemorizarme?” (Salmos 27: 1) Ningún lobo o cazador
furtivo se atreve a acercarse cuando nuestro Pastor está
vigilando.
2. “Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis
temores” (Salmos 34:4). Liberarse del miedo no significa
liberarse de la dificultad. Significa que podemos invocar el
nombre del Señor y nuestro Pastor nos ayuda
instantáneamente.
3. “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino
de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1: 7).
Poder para vivir, amar, servir y para pensar son los dones
de Dios para nosotros. El espíritu del miedo paraliza y
confina. Las ovejas del Señor nunca deben temer. El Pastor
nos dice: "No temas, yo estoy contigo.”
Lo segundo que hay que hacer es cultivar nuestra
conciencia de la presencia del Señor. Cuando conocemos
su presencia, entonces sabemos su satisfacción. Isaías
57:21 dice que “No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.”
Sin embargo, a veces nosotros, como pueblo de Dios,
faltamos la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento.
Cuando ponemos todo en las manos de Dios, entonces, la
promesa de Dios es, “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo

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SALMO 23

entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros


pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7).
¿Por qué faltamos la experiencia de paz? La razón número
uno es la desobediencia. Necesitamos creer en Dios y
confiar en Él. Mateo 11: 28-30 ilustra perfectamente esto.
En este texto, Jesús dice: Este es el llamado al discipulado.
El "yugo" era una de las expresiones figurativas más
comunes para someterse a una obligación u ocupación.
Jesús llama a aquellos que están agobiados por el pecado y
sus consecuencias para que vengan a Él. Al convertirnos
en su aprendiz o discípulo, tomamos el yugo del maestro.
Su yugo es "fácil" en el sentido de que es "saludable,
servicial, amable". Así es como llegamos a conocer a
Jesús, pero también es la forma en que crecemos en Jesús.
Solo por sumisión puede uno ser verdaderamente llamado
su discípulo.
La tercera cosa es cultivar una apreciación de los "pastos
verdes". Quienes conocen el pastoreo escriben que un
pasto verde significa que alguien ha trabajado para
prepararlo. Todo lo que necesitamos en la vida nos lo
proporciona el Buen Pastor. ¡TODO! Tenemos su palabra
y el dulce Espíritu Santo. Poseemos la vida eterna y la
esperanza del cielo. Cristo provee una iglesia con la cual
tener comunión. Nos da amigos en los que nos apoyan y
que nos cuidan.
El Salmo 4:8 dice: “Me acostaré en paz y dormiré; Solo
por ti, oh Señor, hazme vivir con seguridad.” Una persona

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SALMO 23

sostenida en el búnker más fuerte y profundo del mundo


no es tan segura como el creyente en el redil del Buen
Pastor. Recuerde: "Me hace acostarme en pastos verdes".
Escucha al Pastor y disfruta satisfacción verdadera y
eterna.
Reflexión:
¿Tiene usted ansiedad o temor? ¿Por qué? Pon todo en la
mano poderosa y soberana de Jehovah, el Buen Pastor.
Oremos:
Gracias te damos, Padre celestial, por tu provisión perfecta.
No solamente la provisión de salvación por media de la
cruz del Calvario, más por la provisión día de día. En el
Nombre de Cristo oramos. Amén.

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SALMO 23

6.
Salmo 23:3 dice, “Confortará mi alma; me guiará por
sendas de justicia por amor de su nombre.”
“Confortar” en hebreo es shuv que significa “volver atrás,
para volver, regresar o dar nueva fuerza.” Isaías 53:6 nos
recuerda quiénes somos sin Cristo y el precio que pagó:
“Todos nosotros nos descarriamos [nos perdimos] como
ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová
cargó en él el pecado de todos nosotros." 1 Pedro 2:25 nos
da el comentario de Dios sobre las palabras de Isaías y
nuestra posición en la gracia, "Porque vosotros erais como
ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y
Obispo de vuestras almas." ¿Dónde estaríamos sin nuestro
Pastor? La respuesta es simple: en el camino del infierno
eterno.
¿Qué medios de gracia usa el Buen Pastor para hacer
volver a las ovejas que se rebelan? Él disciplina a sus
ovejas. Hebreos 12:6 dice: “Porque el Señor al que ama,
disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo.” Pastor
Adrián Rogers escribió: “Cuando era niño(a), ¿alguna vez
le dieron una paliza inmerecida? Quizás en ocasiones su
mamá o su papá andaban con ganas de dar palizas, y le
daban a todo el que le pudiesen poner la mano encima.
¡Qué ofensa! No hay nada peor para un niño(a) que darse
cuenta: ‘Me pegaron y no lo merecía.’ ¿No es algo
chistoso? En aquellos tiempos nunca nos detuvimos para
pensar en todas las otras ocasiones que sí merecíamos la

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SALMO 23

paliza y no la recibimos.” Nuestro Pastor es


misericordiosamente amoroso y bondadosamente sabio
para darnos siempre lo que necesitamos en nuestras vidas.
A veces una oveja necesita su mano amorosa de consuelo
y a veces su mano de disciplina.
¿Cuáles son algunas de las herramientas restaurativas del
Pastor?
1. La Palabra: Jesús dijo que seríamos santificados por la
verdad de Dios, que es la Biblia (Juan 17:17). Salmos 119:
9 “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu
Palabra.”
2. La Iglesia: la disciplina de la Iglesia no debe ser
punitiva. Algunas personas lo usan para castigar o para
humillar, pero esto está mal. La disciplina de la iglesia
busca la restauración o salvación de las ovejas fundidas.
3. El Espíritu Santo: El Espíritu obra en nuestros corazones
convenciéndonos de nuestra necesidad de restauración.
Cuando una oveja se aleja del Pastor, el Señor permite
problemas en la vida de la oveja, perturba el sueño de la
oveja e inquieta la vida interior de la oveja. Esto es
constructivo, no destructivo.
Reflexión:
El Salmo 119:176 resume el deseo del corazón de cada
oveja que está afuera la voluntad y cuida del Pastor: “Yo

29
SALMO 23

anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo,


porque no me he olvidado de tus mandamientos.”
Oremos:
Te damos gracias, Padre celestial, por tu obra restaurativa
de las ovejas se alejan de ti. Gracias por tu compasión y
amor hacia nosotros. En tu disciplina santa siempre hay
gracia hacia tus hijitos. En el Nombre de Cristo, nuestro
Buen Pastor. Amén.

30
SALMO 23

7.
“Los caminos de la justicia”
Salmo 23:3 dice: “…Me guiará por sendas de justicia
por amor de su nombre.”
Este salmo primero debe aplicarse a Israel, luego a los
cristianos de hoy. La Biblia a menudo representa a Israel
como un rebaño de ovejas. Jeremías 31:10 es un
maravilloso ejemplo del Antiguo Testamento: “El que
esparció a Israel lo reunirá y guardará, como el pastor a su
rebaño." En el Nuevo Testamento, Jesús se relaciona con
los judíos de la misma manera. La Biblia dice: “Entonces
Jesús recorrió todas las ciudades y pueblos, enseñando en
sus sinagogas, predicando el evangelio del reino y sanando
cada enfermedad entre la gente. Pero cuando vio a las
multitudes [los judíos], se conmovió por ellos, porque
estaban cansados y dispersos, como ovejas que no tienen
pastor” (Mateo 9: 35-36). El fracaso de Israel en seguir al
Señor les trajo miseria. Isaías 53:3 dice, “Todos nosotros
nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su
camino…” “Nos descarriamos” significa, a la luz del
Salmo 23, ir por el camino fácil de la injusticia. Al igual
que con Israel y los judíos durante la Dispensación de la
Ley, así es con nosotros en la Dispensación de la Gracia.
El Señor conduce por caminos correctos, mientras que la
carne nos conduce por caminos equivocados. Mateo 6:13-
14 nos dan una ilustración de esta verdad: “Entrad por la
puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el

31
SALMO 23

camino que lleva a la perdición, y muchos son los que


entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el
camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.”
El Señor siempre nos guía por caminos que conducen a una
vida justa. Esta vida le trae gloria a Él. La razón por la que
puede hacer esto es por el Calvario. 2 Corintios 5:21
declara: " Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo
pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de
Dios en Él." No tenemos nuestra propia justicia, así como
Jesús no tuvo un pecado propio. Él asumió nuestro pecado
y nosotros asumimos su justicia. Dios trató a Jesús como
un pecador para tratarnos como personas justas.
En la escuela, los niños a menudo se mueven de un lugar a
otro. El maestro o asistente sale y los niños a veces lo
siguen de cerca. Si los niños son disruptivos y juegan
mientras están en línea o retrasados, esto se refleja mal en
el maestro. Cuando no seguimos obedientemente en los
caminos correctos que el Señor conduce, entonces se
refleja mal en nuestro Pastor.
El himno precioso “Me guía Él” lleva la verdad de Salmo
23:3. Lo refleja el consuelo y paz en el corazón de las
ovejas de Cristo. El himno dice:
1. Me guía Él, con cuánto amor
Me guía siempre mi Señor;
En todo tiempo puedo ver
Con cuánto amor me guía Él.

32
SALMO 23

2. En el abismo del dolor


O donde intenso brilla el sol,
En dulce paz o en lucha cruel,
Con gran bondad me guía Él.

3. La mano quiero yo tomar


De Cristo y nunca vacilar,
Cumpliendo con fidelidad
Su sabia y santa voluntad.

4. Y la carrera al terminar,
El alba eterna al vislumbrar,
No habrá ni dudas ni temor,
Pues me guiará mi buen Pastor.

Coro
Me guía Él, me guía Él,
Con cuánto amor me guía Él;
No abrigo dudas ni temor,
Pues me conduce el buen Pastor

Reflexión:
Estos caminos (observe el plural) son individuales y
personales. ¿En qué camino está usted? ¿Está usted en el
camino espacioso del pecado o el camino angosto que lleva
a la vida? Permite el Señor le quía usted. Todos estamos en
uno u otro camino.

33
SALMO 23

Oremos:
Padre celestial, gracias por tu Palabra que refresca el alma.
Cierto que hay una senda que el mundo no conoce porque
no lo siga el Pastor. Pero, la oveja fiel y obediente pueda a
declarar: " Con cuánto amor me guía Él; no abrigo dudas
ni temor, pues me conduce el Buen Pastor.” En el Nombre
de Cristo. Amén.

34
SALMO 23

8.
Salmo 23:4 dice: “Aunque ande en valle de sombra de
muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás
conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.”
El salmista confía en el Señor para satisfacer sus
necesidades. En los pastos verdes y al lado de las aguas
tranquilas, las ovejas y el pastor se juntan. La oveja siente
el liderazgo del Pastor mientras sigue los caminos de la
justicia. ¿Pero qué pasa cuando surgen problemas? ¿Qué
hacen las ovejas cuando se juntan las oscuras nubes de
tormentas? ¿Qué hace la oveja cuando los dedos fríos y
esqueléticos de la muerte alcanzan para atraparla? La

35
SALMO 23

respuesta es simple. Ya sea en pastos verdes o en el valle


oscuro de la muerte, Jesús cuida a sus ovejas. Si se debe
confiar en el Pastor en la luz, entonces se debe confiar en
Él en la oscuridad.
En los versículos anteriores, las referencias al Pastor han
estado en tercera persona. Cuando el salmista se mueve
hacia el oscuro valle de la sombra de la muerte, se refiere
al Pastor en segunda persona “Tú”. Esto revela la relación
personal entre las ovejas y el pastor. Sin una relación
personal e íntima, la oveja podría salir corriendo. La
relación crea confianza. Él deja de hablar sobre el Pastor y
comienza a hablar con el Pastor mientras la sombra oscura
se avecina.
Mi bisabuelo, Santiago Franklin
Hartley (1890-1976) fue un pastor
bautista. Predicó muchas veces del
texto Salmo 23. Una vez él dijo:
No, amigo, te he dicho muchas veces
que tenía miedo. Tenía miedo de
tomar un trago de agua. Mis padres
guardaban el agua del porche en un
balde. Mi familia tenía un cucharón
y yo salía a tomar un trago. Tan
pronto como pude tomar un sorbo de agua, tiré el
cucharón al balde y corrí hacia la casa. ¡Tenía miedo!
Papá no tenía miedo. Él dijo: “No hay nada que pueda
lastimarte. Ve y tráete un trago de agua si lo quieres”.

36
SALMO 23

Mi madre tenía miedo. Sabía lo que significaba tener


miedo. Ella decía: “Ven y te acompaño”. Ella pesaba
menos de cien libras. Sólo una pequeña mujer. Sin
embargo, cuando ella fue conmigo, no tuve ni un poco de
miedo. Ella estaba conmigo.
Podemos ser conscientes de la presencia del Señor. Sí, sí,
si Él está con nosotros; “Si Dios es por nosotros, ¿quién
contra nosotros?” (Romanos 8:31) Sabes que Pablo dijo:
“Estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles,
ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por
venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa
criatura, nos podrá separar del amor de Dios, que es en
Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 8:38-39).
Nuevamente, “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra
nosotros?” ¡Sí, no tendré miedo porque Él está conmigo!
¡Es lo cierto!
La pregunta ¿Por qué el pastor conduce a través de los
valles? Philip Keller sugiere tres razones:
1. Cada montaña tiene un valle. Para llegar a un terreno
más alto debes atravesar el valle.
2. Estanques de agua están en el valle, no en la montaña.
Las aguas tranquilas provienen de las experiencias de vida
del valle.
3. El forraje más rico crece en el valle. Los pastos verdes
no crecen en la ladera de la montaña. En los “valles” de la
vida, el Pastor lleva las ovejas donde crece la mejor hierba.

37
SALMO 23

En el valle crecemos y somos guiados hacia las


experiencias de vida de la cima de la montaña.
Miremos el salmo y notemos la confianza de las ovejas en
el Pastor. La perspectiva del salmista fue eterna y no fue
temporal. Observe su manera a pensar:
1. “Aunque ande”: este significa que le sintió seguro. No
corre con miedo.
2. Significa que el valle no es nuestro destino. En cambio,
el valle marca una etapa en el proceso de trasladarnos de
un lugar a otro. Los “valles” marcan transiciones no
ubicaciones permanentes.
3. “El valle de la sombra de la muerte” significa que la
muerte nos asusta pero no puede tocarnos. Nadie ha sido
noqueado por una sombra. La sombra de un perro no puede
morder.
El “valle de la sombra” parece amenazante, cruel y
maníaco, pero la apariencia puede ser engañosa. ¡La
verdad es que el rey los espantos (Job 18:14) ha sido
destronado por la muerte y resurrección del Rey de reyes!
Encuentra seguridad de tres fuentes:
1. La presencia del pastor. “Estás conmigo” declara la
presencia personal del Señor con sus ovejas en el valle.
Ninguna persona o cosa puede reemplazar a nuestro Señor
y Pastor, Jesucristo. Yo era el “niño de mamá”. No me
avergüenzo de este hecho. Cuando era niño, cuando

38
SALMO 23

empezó a oscurecer, quería a mi mamá. Nadie más podría


consolar como la presencia de mi madre.
2. La soberanía del pastor. “Tu vara” habla de la fuerza y
el poder del Pastor. Con la vara cuenta las ovejas y las
numera individualmente. Él usa la vara para corregir a esas
ovejas que se alejan. Además, la vara protegía a las ovejas
de sus numerosos enemigos.
3. El cuidado pastoral del pastor. “Tu cayado” recuerda a
las ovejas el cuidado y la preocupación de los pastores. La
vara es para las ovejas descarriadas y los enemigos
malvados; el cayado era para el pastor y un símbolo de
autoridad. En el valle, uno puede olvidar rápidamente el
amor del Pastor y su cuidado durante las dificultades
pasadas. El cayado constantemente recuerda a las ovejas
que el Pastor está listo para defender y entregar la vida por
Sus ovejas.
Reflexión:
¿En quién o en qué se basa su confianza? La salud, la
riqueza, la familia y los amigos algún día le abandonarán
usted y yo. En ese día, ¿su corazón descansaría confiado
en el Pastor? No permita usted que una sombra le
atemorice. La vara y el cayado de Pastor nos dan seguridad
eterna.
Oremos:
Padre celestial y Dios eterno, gracias te damos por tu
cuidado y protección. Tu provisión es perfecta y amplia
para nosotros. En el Nombre de Cristo. Amén.

39
SALMO 23

El GRAN ANFITRIÓN

9.
“La mesa del Señor”
“Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis
angustiadores…” (Salmo 23:5ª).
A medida que avanzamos en los últimos dos versículos de
este maravilloso salmo, el escenario cambia. Los ricos
pastos verdes y las tranquilas y frescas aguas se han ido.
La escena del pastor termina y comienza la escena del

40
SALMO 23

maestro de una casa. Vemos, en lugar del pasto, una mesa


de banquete preparada para el creyente donde los enemigos
no pueden acosarnos. El Maestro de casa es tan grandioso
como el Pastor. Es bueno ser la oveja de pasto verde; pero,
es mejor ser un invitado en su mesa generosa.
Poco después del 11 de septiembre de 2001, los medios
noticiosos intensificaron su cobertura de la difícil situación
de Martin y Gracia Burnham, la pareja misionera de las
Nuevas Tribus capturada y retenida como prisioneros en la
selva filipina por terroristas vinculados a Osama Bin
Laden. Después de un año de cautiverio y un rescate
violento que resultó en la muerte de Martin, el mundo vio
a Gracia Burnham regresar a casa en junio de 2002 con una
herida de bala en la pierna y una asombrosa actitud. Ella
cuenta su historia en un libro titulado apropiadamente, “En
presencia de mis enemigos.” Cuando ella y su esposo se
enfrentaron a extremistas musulmanes, el Señor los
acompañó y les proporcionó la fuerza que necesitaban.
El salmista escribió: “Me has preparado un banquete." El
salmista representa a Yahvé como un anfitrión. El Señor
prepara una comida. Esta imagen no es inusual. El Señor
proporcionó maná en el desierto para los hijos de Israel. De
los peces y panes, proveyó alimento para las multitudes.
Preparó una comida para los cansados discípulos junto al
mar. Él tomó el lugar del anfitrión como era conocido por
los discípulos en el partimiento del pan. El Señor se deleita
en proveer para los suyos. Él, a diferencia de cualquier
otro, exuda las características de los Graciosos.

41
SALMO 23

La oveja de los versículos anteriores, ahora se convierte en


el invitado. Esta es una imagen adecuada. En la Biblia, el
creyente es la oveja y el Señor es el Pastor. El creyente está
perdido y el Señor es quien busca. El creyente está enfermo
y el Señor el Gran Médico. Recibimos y el Señor provee.
El Señor ofrece en gracia. No es algo raro a pensar que el
creyente es un huésped que disfruta de la amable
hospitalidad del Señor. El Anfitrión de la fiesta nos dio una
calurosa bienvenida. ¡Encontramos la generosa
abundancia de gracias para satisfacer cada hambre
espiritual de mi vida! En eso pienso cuando contemplo en
la mesa del Señor preparada para mí.
Reflexión:
¿Qué hacemos cuando nuestros enemigos parecen estar
acercándonos? ¿Huimos y corremos o nos sentamos y
comemos? El Maestro de la casa no la permite al
angustiador a atacar los huéspedes.
Oremos:
Padre, te damos gracias porque nos has preparado un
banquete ante los ojos de nuestros enemigos. No tenemos
nada de temor cuando estamos en tu casa, Señor
TODOPODEROSO. En tu Nombre soberano, oramos.
Amén.

42
SALMO 23

10.
“Unges mi cabeza con aceite” (Salmo 23:5).
En Salmo 23:5 estamos en la casa del Anfitrión disfrutando
de Su privilegio, provisión y protección divina. La frase en
consideración es muy judía en su significado. Refleja las
normas culturales y la etiqueta social de los días bíblicos
en los que se escribió el Salmo. La expresión indica
abundancia y gozo. La alusión es a la costumbre de ungir

43
SALMO 23

la cabeza en ocasiones festivas, como una indicación de


prosperidad y regocijo, y el todo es indicativo del favor
divino, de la prosperidad y de la alegría. Necesitamos
reconocer la abundancia del Señor y permitir que otros
vean esto en nuestras vidas.
¿Qué significa esto para el creyente hoy? ¿Qué significa
decir: "El Señor unge mi cabeza con aceite?"
1. Significa el servicio al Señor. Es el símbolo de la
elección de Dios. Reyes y sacerdotes fueron ungidos para
el servicio (1 Samuel 10:1; 6:13).
2. Es el símbolo del Espíritu Santo. Los creyentes son
ungidos (1 Juan 2:26-27).
3. Es el símbolo de ser santificado. Por ejemplo, en Éxodo
40:9-13, el lugar de culto fue apartado mediante la unción
de los muebles y sacerdote. Dios los mandó: Y tomarás el
aceite de la unción y ungirás el tabernáculo, y todo lo que
está en él; y lo santificarás con todos sus utensilios, y será
santo. 10) Ungirás también el altar del holocausto y todos
sus utensilios; y santificarás el altar, y será un altar
santísimo. 11) Asimismo ungirás la fuente y su base, y la
santificarás. 12) Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la
puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua.
13) Y harás vestir a Aarón las vestiduras sagradas, y lo
ungirás, y lo consagrarás, para que sea mi sacerdote.)

44
SALMO 23

Somos salvos para servir. Debemos tener cuidado de no


olvidar la unción del Señor que nos separa del mundo y el
juicio. Somos santificados o apartados para ser usados por
el Señor para Su buena voluntad y Sus deseos.
4. Por último, significa la alegría en el Señor. El aceite es
un símbolo de alegría. En hebreo, la frase significa
"engordar". Mateo 6: 16-17 Cristo dice: “Cuando ayunéis,
no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos
demudan sus rostros para mostrar a los hombres que
ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro”.
“Unge tu cabeza” simboliza alegría y celebración. Los
fariseos creían que la vida religiosa de una persona debería
ser solemne y seca. Hicieron esto externamente para
intentar hacer que las personas creyeran que eran piadosas.
Jesús dice lo contrario: el arrepentimiento en el interior es
mejor que la ostentación en el exterior.
La aplicación a nuestras vidas, a la luz del Salmo 23:5b, es
que las personas deberían ver nuestro gozo en el Señor. En
Lucas 7:46 Jesús reprende al anfitrión por condenar a la
mujer, porque él no hizo lo menos que debería, mientras
que la mujer hizo lo máximo que ella lo pudo. La
costumbre era ungir a los invitados con un aceite fragante.
Esto simboliza el deleite y la alegría de la comida y el
tiempo juntos.
La aplicación a nuestras vidas es que estamos en comunión
con el Señor y nos deleitamos en Su palabra. Deberíamos

45
SALMO 23

tener la fragancia de la alegría en nuestras vidas. La alegría


del Señor es uno de los elementos clave que faltan en tantas
vidas hoy. El Señor juzgó a Israel porque ellos fallaron en
eso (Deuteronomio 28:47). Es esencial (Nehemías 8:10) y
una necesidad que está constantemente en nuestros
corazones.
La esencia del reino de Dios no son las formas y los
rituales; el reino no está diciendo las frases correctas y no
está haciendo las mímicas correctas. Romanos 14:17
describe el reino en los pronunciamientos negativos y
positivos, “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida,
sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.”
Reflexión:
¿Puede usted decir junto con el salmista David: "Me unges
la cabeza con aceite"? Esta es una confesión muy personal.
La salvación es tanto un evento como un proceso. El
evento ocurre en el momento en que recibe a Cristo como
Aquel que murió en su lugar y resucitó. El proceso ocurre
a medida que crecemos y aprendemos. La experiencia de
la alegría y de dicha son partes del proceso. Que esta sea
tu experiencia en el Señor hoy y para siempre.

46
SALMO 23

Oremos:
Me gustaría usar la manera en que Pablo oró en el Espíritu
por los creyentes en Roma: "Ahora que el Dios de la
esperanza te llene de alegría y paz al creer, para que puedas
abundar en esperanza por el poder del Espíritu Santo." En
el Nombre de Cristo. Amén. (Referencia: Romanos 15:13)

47
SALMO 23

12.
Salmo 23:5 “…mi copa está rebosando.”
Una “copa” en las Escrituras a veces se refiere en sentido
figurado a la explosión o bendición del Señor. Estas copas
representan lo que el Señor sirve o sirve.

48
SALMO 23

1. Primero, la Biblia habla de la copa de la condenación.


Salmos 75:8 dice: “Porque en la mano del Señor hay una
copa…”. Esta copa está llena de los juicios de Dios contra
los impíos de la tierra. Lo mismo se repite en la frase de
Isaías “la copa de su furor” (Isaías 51:17). Dios es santo.
“Muy limpio es de ojos para ver la iniquidad”, declara la
Biblia. Aquellos que rechazan la invitación de Cristo de
venir a Él y ser salvos deben beber la medida completa del
santo juicio de Dios. Esta copa contiene ira pura (Juan
3:36), infierno de fuego (Apocalipsis 20:15) y separación
eterna (Marcos 9:42).
2. Afortunadamente, en la Biblia se describe una segunda
copa llamada la Copa de la Salvación. Salmos 116:13 dice:
“Tomaré la copa de la salvación e invocaré el nombre del
Señor”. Esta copa contiene el “agua” que Jesús describió a
la mujer junto al pozo. La provisión de esta copa es tal que
nunca más se tendrá sed. Esta es la copa de la gracia
(Efesios 2:8), la redención (Hebreos 9:14) y el perdón
(Colosenses 1:14). Esta copa satisface eternamente la
profunda sed y el anhelo del alma. Quien bebe de esta Copa
de Salvación disfruta de una relación con Dios que se
extiende hasta la eternidad.
La razón por la cual los pecadores indignos puedan ser
salvos es porque Jesús bebió la copa de la condenación de
Dios. Dios no derramó Su ira sobre una cabra o un becerro.
Suyo no lo derramó sobre Su Hijo; en cambio, Jesús lo
bebió. Mateo describe el comienzo del sufrimiento de

49
SALMO 23

Cristo mientras oraba en el jardín. Angustiado, Jesús salió


del círculo interior y cayó sobre Su rostro. Él oró: “Padre,
si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo
quiero, sino como tú” (Mateo 26:39). En la cruz, Jesús
bebió hasta las heces la ira y la furia del Padre para que tú
y yo, por la fe en Su sangre, pudiéramos ser salvos.
3. Esto nos lleva a la tercera copa llamada la Copa de la
Abundancia. Sin duda, Cristo vino para que Sus ovejas
pudieran experimentar la vida abundante. Jesús usó la
imagen del Pastor del Antiguo Testamento cuando dijo que
Él es la puerta y el camino de bendición. Declara que vino
a dar vida en abundancia a sus ovejas (Juan 10:9-10).
Para algunos, la copa de bendición rebosante parece
innecesaria. En EE.UU. un popular comercial de café
alentó a las personas a "Llénalo hasta el borde con el rico
sabor de Brim". Esta es la forma en que vivimos nuestras
vidas como cristianos – hasta el borde. Lleno, tal vez, pero
no rebosante. Hemos cambiado la llanura del Espíritu por
la satisfacción personal, la sobreabundancia por suficiencia
y la vida más profunda por el statu quo. Dios nunca hace
lo suficiente. ¡Él se deleita en el desbordamiento!
Proporcionó una abundancia de peces (Lucas 5:4ss); Él
proveyó sobreabundancia de comida (Juan 6:12-13);
Proporcionó una sobreabundancia de paz (Marcos 4:39);
Él provee abundante gracia (Romanos 5:20); Él provee
“todas las cosas mucho más abundantemente de lo que
pedimos o entendemos,” (Efesios 3:20). Él nos salva hasta

50
SALMO 23

el final (hasta lo sumo). Satanás no quiere que usted lea o


escuche esto, pero Dios quiere que experimente el
desbordamiento de Sus bendiciones espirituales.
Cuando pienso en la Copa de la Abundancia, pienso en la
vida llena del Espíritu. A medida que nuestra copa se llena
hasta rebosar, ¿qué sucede? Nuestras vidas rebosan del
fruto del Espíritu. Gálatas 5:22-23 nos proporciona una
lista completa de la obra de Dios en nuestras vidas: amor,
gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad,
mansedumbre y dominio propio. Esta es una hermosa
imagen del Señor Jesucristo. La vida desbordante sucede
cuando nuestra vida anterior es crucificada y la vida de
Cristo nos domina. “Con Cristo estoy crucificado, pero
vivo yo” es la fórmula de la vida rebosante.
Reflexión:
¿Qué nos impide experimentar la vida abundante?
Primero, pienso en mis experiencias en los restaurantes en
EE.UU. Cuando tomo asiento, mi taza está de invertido
(abajo arriba). Si quiero de café, tengo que darle la vuelta
a la taza. Si decido que no quiero taza de café entonces la
dejo boca abajo. Demasiados cristianos tienen sus copas
boca abajo y se preguntan por qué no experimentan la vida
desbordante. ¡La obediencia y anticipación de la provisión
de Dios pone nuestras tazas en la posición correcta para ser
llenadas hasta rebosar y más!

51
SALMO 23

Oremos:
“¡Llena mi copa, Señor! ¡La levanto, Señor!
Ven y sacia esta sed de mi alma;
¡Pan del cielo, dame de comer hasta que me satisfecha,
Llena mi copa, llénala y sáname!” Amén.

52
SALMO 23

13.

“Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán


todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré
por largos días” (Salmo 23:6).
El bien y la misericordia son las divinas compañeras de los
creyentes. Cuando era niño recuerdo un cuadro que me
cautivó. Colgaba en una pequeña iglesia donde papá servía
como pastor. La pintura, bellamente detallada,

53
SALMO 23

representaba a dos niños pequeños cruzando un puente


viejo y desmoronado. Los dos caminaron en un entorno
oscuro. El mayor de los dos consoló al menor. Invisible a
los niños, detrás de ellos, pasa un ayudante angélica.
Siempre tomé esto como la interpretación del artista de un
ángel guardián. Esta criatura alada se inclina sobre los
niños con los brazos extendidos lista para atraparlos para
que no caigan en el agua oscura de abajo. Pensé en esta
imagen cuando meditaba en la frase “Ciertamente el bien
y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida”.
Los planes y propósitos de Dios se extienden desde la
eternidad pasada hasta la eternidad futura. Lo que es más
importante para nosotros aquí y ahora es que Sus
propósitos eternos se desarrollan a tiempo. No somos
robots que pasan por los movimientos sin tomar
decisiones. No somos víctimas del destino; en cambio,
somos vencedores por la fe. La soberanía de Dios y nuestra
responsabilidad están unidas.
Mirando los propósitos de Dios y nuestra respuesta juntos,
podemos estar seguros de que Él no nos fallará. No importa
cuán grande sea el desorden que hagamos o qué situaciones
se nos presenten, estamos a salvo y seguros. Esto es lo que
quiere decir el salmista cuando declara: "Ciertamente la
bondad y la misericordia me seguirán todos los días de mi
vida".
Como se mencionó en un estudio anterior, la declaración
del salmista es personal. Escribe en términos de "yo" y

54
SALMO 23

"mí". El Anfitrión que prepara una fiesta para él, unge su


cabeza y desborda su copa es el mismo que le brinda ayuda
durante toda la vida y lo asegura a la eternidad.
Confianza del salmista: “Ciertamente. . . todos los días."
Lo pudo ser muy cierto. Esta palabra "ciertamente" se
puede traducir como "solo". Él conoce a Yahvé como el
Pastor y el Anfitrión. Como Pastor, el Señor gentilmente
provee para las ovejas. Como Anfitrión, el Señor acomoda
perfectamente al huésped. El conoce al Señor. La fidelidad
del Señor nunca flaquea.
A lo largo de todos los días de nuestras vidas el Señor
continúa su provisión amable y su alojamiento perfecto.
Experimentamos días de alegría y días de tristeza. En todos
los días, el Señor permanece igual. Si confiamos en Él en
la luz, pues debemos confiar en Él en la oscuridad.
El salmista conoce el Carácter del Señor: "Bondad y
misericordia." Las acciones de Dios y su carácter son
iguales. La hipocresía y la duplicidad, comunes en la
creación caída, no encuentran lugar en el Creador. Lo que
el salmista anticipa de la mano del Señor es bondad y
misericordia. Estos dos caminan junto con el salmista
todos los días.
La "bondad" habla de la provisión, bendición y provisión
de Dios. Salmos 68:10 declara: “Los que son de tu grey
han morado en ella; por tu bondad, oh Dios, has provisto
al pobre. La bondad de Dios nos da alienta (Salmos 27:13).

55
SALMO 23

La bondad de Dios es inconmensurable (Salmos 31:19;


Salmos 33:5). La bondad de Dios es constante
(Salmos 52: 1).
La "misericordia" habla del perdón, la benevolencia y la
salvación de Dios. Números 14:18-19 lee como, “Jehová,
tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la
iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por
inocente al culpable; que visita la maldad de los padres
sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos.
Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la
grandeza de tu misericordia, y como has perdonado a este
pueblo desde Egipto hasta aquí.”
La Biblia enseña que: La misericordia de Dios nos rodea
(Salmos 32:10) y la misericordia de Dios es grande
(Salmos 36:5-6). Dios posee misericordia en abundancia
(Efesios 2:4).
Dios es fiel en los contornos de la vida: "Todos los días de
mi vida." David fue un gran santo y un gran pecador. Él
sabía que todos los días la bondad de Dios llena cada
momento. Igualmente, él conocía los días en que
necesitaba el perdón misericordioso del Señor. Cualquiera
que sea el día reservado, David sabía que la bondad y
misericordia siempre estarían a sus espaldas. ¡Estos son los
compañeros divinos del Señor enviados desde el cielo para
acompañar al creyente pase lo que pase! La bondad del
Señor nos recuerda los días de luz. La misericordia del
Señor nos recuerda los días de oscuridad. La vida es una

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SALMO 23

mezcla de ambos. Como David, todos necesitamos tanto la


bondad como la misericordia del Señor; necesitamos tanto
su provisión como su perdón.
Oremos:
Gracias te damos Padre que estás con nosotros. Grande es
tu misericordia e inmenso es tu bondad. Gracias por
salvarnos por medio del sacrificio de tu Hijo Amado. En
Su Nombre oramos. Amén.

57
SALMO 23

14.
“En la casa de Jehová moraré por largos días” (Salmo
23:6).
A David le encantaba adorar al Señor. Él amaba la Casa
del Señor. El Salmo 27:4 dice: “Una cosa que he deseado
del Señor, que buscaré: que pueda habitar en la casa del
Señor todos los días de mi vida, contemplar la belleza del
Señor e investigar en Su templo." David entendió que la
Casa del Señor era un lugar de santidad. Quería

58
SALMO 23

experimentar continuamente la santidad del Señor. Con


gusto tomaría las posiciones más humildes en presencia del
Señor, en lugar de ser el rey donde el Señor no era
bienvenido. Estuvo de acuerdo con el salmista que
escribió: “Porque un día en tus tribunales es mejor que mil
afuera. Preferiría ser un portero en la casa de mi Dios que
habitar en las tiendas de la maldad” (Salmos 84:10). En
otro lugar, los Salmos enfatizan la santidad de la casa del
Señor: “Tus testimonios son muy seguros; la santidad
adorna tu casa, oh Señor, para siempre” (Salmos 93:5). El
deseo de David de construir el Templo refleja su amor por
la casa de Dios; sin embargo, Dios no permitió esto porque
David era un hombre de guerra. Las actividades de David
le impidieron realizar esta tarea.
Para estar en la presencia de Dios le dio a David un gran
placer. El Salmo 122:1 dice: "Me alegré cuando me
dijeron: 'Entremos en la casa del Señor'". Cuando David
llega al final de este Salmo 23, escribió: "Y habitaré en la
casa del Señor para siempre." Esta es una declaración de
alegría y seguridad. Esta última frase refleja el anhelo y el
amor de David por la casa del Señor. La Biblia describe a
un Padre amoroso y generoso que proporciona todo lo que
necesitamos temporal y eternamente.
Cuando Jesús nos enseñó acerca de la Casa del Padre. Jesús
dijo: "En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no
fuera así, te lo habría dicho. Voy a prepararte un lugar”
(Juan 14:2). Nuestra anticipación debería ser mayor que la

59
SALMO 23

de David. Nuestro deseo de "La Casa del Señor" debe


sobresalir al del salmista porque sabemos mucho más al
respecto. ¡Jesús retiró el velo y nos permitió echar un
vistazo al mundo venidero que los santos del Antiguo
Testamento nunca disfrutaron!
Una frase disipa cada sombra oscura que se cierne
alrededor del lecho de muerte del creyente. Esa frase es
"largos días". Se puede representar "para siempre". En el
contexto del verso, esta palabra ve más allá del horizonte
de este mundo hacia el mundo sin horizonte por venir. Un
día feliz estaremos para siempre en presencia del Dios
Todopoderoso. Comienza con seguridad y culmina con
seguridad.
Reflexión:
¿Pueda usted decir junto con el salmista: "Habitaré en la
casa del Señor para siempre"? Algunos hoy solo pueden
decir: "Tal vez que moraré en la casa del Señor por un
tiempo". Este no es el espíritu o la intención del salmista.
Tenemos confidencia en las promesas del Señor y Su Santa
Biblia. La comunión y la seguridad que espera al Salmista
pertenecen a todos los que confían en el trabajo de Jesús ha
cumplido en la cruz y en Su resurrección para perdonarnos.

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SALMO 23

Oremos:
Padre celestial, te damos gracias por tu provisión perfecta
y eterna. No hay fuego de castigo ni condenación por sus
hijos. Hay habitaciones gloriosas preparadas por todos
quienes han puesto fe en Cristo como Salvador personal.
En el Nombre de Jesucristo. Amén.

61
SALMO 23

15.
SALMO 23: UN RESUMEN
I. EL GRAN PASTOR (vv. 1-4)
 JEHOVÁ es mi pastor – La relación íntima
 Nada me faltará – La provisión eterna
 En lugares de delicados pastos me hará yacer – El
alimento divino
 Junto a aguas de reposo me pastoreará – El refresco
espiritual
 Confortará mi alma – La corrección tierna
 Me guiará por sendas de justicia por amor de su
nombre – El camino recto
 Aunque ande en valle de sombra de muerte, no
temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo – La
tranquilidad profunda
 Tu vara y tu cayado me infundirán aliento – La
disciplina y el cuidado del Señor

II. EL GRAN ANFITRIÓN (vv.5-6)


 Aderezarás mesa delante de mí, en presencia de mis
angustiadores – La protección soberana
 Ungiste mi cabeza con aceite – El gozo de la casa
del Señor
 Mi copa está rebosando – La vida en abundancia
 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán
todos los días de mi vida – Los compañeros
piadosos

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SALMO 23

 Y en la casa de Jehová moraré por largos días – El


destino perfecto
Nadie tiene el derecho de considerarse a sí mismo una
oveja del Señor a menos que su naturaleza haya sido
regenerada, pues la Escritura no describe a los inconversos
como ovejas, sino como lobos o machos cabríos.
Otra vez, el capítulo diez del evangelio de Juan 10:3-5, 11,
26-30 encontramos los seis distintivos de las ovejas de
Cristo: (Juan).
Las ovejas del Señor:
 Conocen a su Pastor.
 Reconocen su voz.
 Le escuchan cuando las llama por su nombre.
 Lo aman.
 Confían en él.
 Lo siguen.
También, Dios envió a sus mensajeros a llamar a los
invitados a la fiesta espiritual; mas éstos no quisieron venir
(Mat. 22:2). ¡No faltes cuando el Anfitrión te llama a venir!
Jesús dijo en Marcos 1:14, “El tiempo es cumplido, y el
reino de Dios está cerca: arrepentíos, y creed al evangelio.”

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SALMO 23

Oremos:
Padre nuestro y Creador de todo, te demos gracias por tu
perdón cuando confesamos nuestros delitos y pecados.
Gracias por el Gran Pastor, Jesucristo, quien murió en la
cruz del calvario y resucito para liberarnos de condenación
eterna. Él ha prometido, “vendré otra vez.” ¡Ven
Jesucristo! En su Nombre oramos. Amén.

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