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BISLIOGRAFIA. René Latourelie: Teologia, cioncia do la Sslyacin. Eu, Sigueme (Selamanca, 1968) 367 pp. Waifhart Pannenberg Teorta do la conels y Taologia. Ed, Cristiandad (Madrid, 1981) 447 pp. Kerl Rlannor: Toologis on SM 6, 630.504. Engolbart Nevhiusery Elisabeth Gossmann’ Lue et Feologia? Ed, Sigueme (Salemance, 1969) 851 pp. 1. LQUE ES LA TEOLOGIA? Hay una definicion de teologia que aparece en todos los Manuales y es de muy facil comprensién porque se basa en su etimologfa: la tealogia (griego: theos-ogos) es un saber siste- mitico acerea de Dios. En esta clefinicion estan implicadas dos cosas: que Dios existe, y que se ha revelado; por lo demas, es tas dos cuestiones han de verse pronto, en Teologia Funda mental. De una manera mucho més analitica, la teologia es presen- tada como “ciencia de la fe", de todo to que la fe abarca, de los “objetos de la fe’. En efecto, no basta creer que Dios exis- te y mostrar confianza en su Palabra; la naturaleza misma de la {fe pide su configuracion en contenidos a los que et hombre con fe formada entroga también su asentimiento intelectual, Esta descripcién de teologia nos introduce de una manera sencilla ‘en una problematica relativamente amplia. 2, LOS DOS ORDENES ACTUALES DE CONOCER A Dios. El hombre en su estado actual, dotado de inteligencia y voluntad, puede conocer a Dios de dos maneras: natural (por la razon), y por la fe. Esta segunda manera ha recibido tradi- cionalmente el apelativo de “sobrenatural” El orden de lo natural se entiende fécilmente; como en la consecueisn de cualquier otro objeto de conocimiento, el hombre experimenta y comprende el mundo como radicalmen- te autoinsuficionte, y asi se abre a la idea de un Creador, emi- tiencio un juicio sobre su existencia. El orden de lo sobrenatural se refiere a todo aquello que el hombre vive si, dando el asentimianto de la fe, acoge la mani festacion de Dios a la humanidad por medio de la Palabra (re velacién positiva); si admite tanto el hecho de Ia revelacion co ‘mo sus contenidos. Se llama sobrenatural porque, de no haber existido de parte de Dios una nueva iniciativa de dlarse a cono- cer, el hombre hubiera ignorado totalmente esos contenidos que luego conoce. Lo sobrenatural no es ofrecido al hombre ‘como algo opuesto a la raz6n, ni frente 8 ella, ni absorbiéndolo desde arriba, sino al lado del hombre, completando sus tuces naturales y haciéndoseeco precisamente de sus preocupaciones. Aunque con cierto riesgo, lo natural/sobrenatural suele tarnbién presentarse como dos términos dialécticamente opues: tos y destinados, por ende, 9 hacer mas lscido tanto el lado ‘isterioso de Dios como el enigmatico de la existencia humana. Et Concitio Vaticano |, al seftalar ese doble orden de cono: cimienta religioso (Dz 1785) ha precisado también el conteni cdo de ese conacimiento: por la raz6n el hombre puede conocer ‘con certeza la existencia de Dios y algunos de sus atributos) Por la revelacion positiva, el hombre conoce los “decretos eter- ntroduccion general a la Teologia JUAN IGNACIO UGARTE nos de su voluntad”, es decir, su plan conereto de salvar al hombre. Los pasos de ese plan no son, en primera instancia, ‘exposiciones teor icas sino “acciones de Dios" en la historia del mundo, en el acantecer ce le vida: con su Palabra, Dios ha ex- plicado lo que ha hecho, La convivencia pacifica de estos dos drdenes del conocer se explica si se tiene en cuenta que una misma persona es la que razona y la que cree. Después el hombre, asi iluminado poor la fe, puede llegar a tener un conocimiento mayor o menor del contenido de los “misterios” de le fe, aunque nunca al mo do y a la medida en que la razén conoce los objetos de la cien- cia natural (Dz 1796). 3. TEOLOGIA ¥ ANTROPOLOGIA. Los objetos de la fe, como campo de la teologia, abarcan 2 Dios y todo lo que a El'se refiere; mis académicamente se ex: presa diciendo que el objeto de fa teologia es Dios bajo el pun: to de vista de la divinidad. Teologia no es, pues, Antropologia. Es cierto que, por dirigirse al hombre, todo lo que Dios diga re sultara en beneficio del hombre, pero una antropologia s6lo serd viable en la medida en que reconozca esta subordinacion. El punto de vista peculiar bajo el cual se estudia la teolo, gia es la Revelacisn de Dios; abarca, pues, todo lo que Dios ha dicho. Que "Dios habla sélo de sf mismo" (expresién populariza da por el te6logo protestante K. Barth) se comprende facil mente. Pero resulta que la Palabra de Dios, al tener como desti natario al hombre, ha de representar los planes de Dios sobre la, hhumanidad. Esos planes de Dios sobre et hombre, y que tam: ‘poco desdigan de la autonomia y beneficio del hombre mismo, habian de ser {y son de hecho) tos planes de hacerle entrar en la érbita de lo divino educando su amor y su libertad en orden conseguir et Gltimo fin. De ahi que la teologia rei el sind imo de "‘ciencia de la salvacia a” 4, MODOS IMPERFECTOS Y PERFECTO DE CONOCER ADIOS. Si el hombre, por la fe, responde a Dios afirmativamente, entra en comunion con esos intereses y participa en una vida de intimidad con El. Es una manera de conocer a Dios que pueda llegar muy lejos, como demuestra la experiencia de los ‘misticos. Pero conocimiento natural y conocimiento por la fe son todavia modos imperfectos de acceder a Dios, preparan al hombre para la posterior y mds perfecta captacidn: la vision beatifica. Que el conocimiento de Dios por la fe es un modo imperfecto lo expresa graficamente san Pablo cuando dice: “Ahora solo vemos como en un espejo" {1Cor. 13, 12). 8. TEOLOGIA CIENCIA 0 CONOCIMIENTO CIENTIFICO. Que la teologia sea ciencia de salvacién introduce un tema polémico. dla teologia es una ciencia? La pregunta se ha pres: tado a discusiones desde la Edad Media por razones de cultural e histérico que no expondremos aqui, Intentamos so: lamente aclarar las razones basicas de su presentacion actual 6 —_INTRODUCCION GENERAL ALA TEOLOGIA a) En ta Edad Media of tedlogo Duns Scoto nego que ta teologia fuese una ciencia, Lo hizo basindose en la nocion aris: totélica de ciencia como “conocimiento cierto y perfecto, re sultado de la deduccion légica, a partic de principios eviden tes". Aqui la fe no tendria lugar propio pues no posee princi ios evidentes. Tomas de Aquino afirmé que la teologia es ciencia por reunir todos los requisitos que en su tiempo se reconocian su ficiontes aun donteo de la definicion aristotética de “ ciencia’ fr ineipios ciertos, método apropiaclo, conclusiones validas. So lamente hizo esta distincién: los principios ciertos de la Teolo. gia no son evidentes por si mismos, de donde la teologia es Ciencia subordinada, pero ciencia al finy al cabo, como la mu- sica respecto de la aritmética ("Suma Teologica” |. 1.2.¢), En su tiempo la respuesta tomista fue satisfactoria, y ol mismo Tomés de Aquino la prestigié dando a la Teologia un rango cientifico perdurable, A partir del siglo 180. el Positivis: mo, que se atiene al “dato” comprobable cle manera directa y “determinado por leyes naturales”, ha venido negarclo con in sistencia cada vez mayor a la teolagia su caracter dle ciencia Segin fa expresién de alunos de sus representantes, no seria siquiera una ciencia subordinada, ya que sus principios se ba: san en la autoridad de otro (de Dios por su Revelacion), y el Principio de autoridad no es indiscutible Modernamente el determinismo de las teyes de la naturale za ya no tiene el favor de los cientificos, al menos como prue: ba de la evidencia de los principios en que se basa ura ciencia. Nicolai Hartmann (1882-1950) ha expuesto con mucha lucidez el cardcter metafisico de los principios en que se basa cualquier Ciencia. Afirma él que incluso las nociones de cuantidad y todo lo que se relaciona con los ndmeros admite una discusion sin limites y, por tanto, sus bases estan ajenas a una demostracion ‘que sea inmediatamente evidente. Se puede expresar asi. si la teologia no es ciencia entonces no hay ciencia alguna ye que todas las ciencias se basan en hipotesis y postulados que pue- den ser sametidos a discusin indefinide, El Positivismo merece, de todos modos, una respuesta ya ‘que su critica no se refiere por igual a la teojogia que a tas ma- tematicas, aungue los principios de las matematicas puedan ser indefinidamente discutidos, lo cierto es que manejamos name. ros cuya existencia es inmediatamente comprobable. Lo que entra aqui en juego no es el cardcter cientifico de la Teologia sino su derecho a existir si se niega que el objeto de esta cien cia {Dios} sea un objeto real de conocimiento; par eso el ca ctor de la Teologia queda desplazado, en ultima instancia, a tun examen del ateismo y del agnosticismo. Pero si se Heya a probar que “reer es razonable’, se tiene el minimo satisfacto. Fia para los que se acercan a la teologia desde la ineredulidad b) £Qué clase de ciencia es fa teotogla? Supuestas las con. diciones para que un tipo de saber humano pueda amarse ciencia (a saber: que el objeto de conocimiento sea real, que el sistema sea coherente, y que ofrezca conclusiones comproba: bles}, ef antiguo criterio para la clasificacion de las ciencias, {que se basaba en la mayor o menor evidencia de los prineipios, hha cedido a favor del tipo de evidencia de las conctusiones. En otras muchas clasificaciones, hay una que han ayy: dado a divulgar. H. Spencer y M. Wundt que las dividen en for: males y reales. Las ciencias formates (que tienen coma punto de referencia 2 la matematica pura) son mas bien abstractas, se ocupan de las “formas” de los fendmenas, y su lenguaje «s mas bien simbélico (metalenguaje), sus conclusiones no se prestan ya 2 discusion. Las ciencias reales son concretas y se ‘ocupan de los fenémenos puros; sus conclusiones no son de evidencia inmediata para todos, y por tanto se prestan siempre a discusion, — Por ejemplo, la ecuacién’"2 +2 = 4" responde a una cien cia formal; los numeros son, en verdad, formas. El numero cus ‘wo es verdad no solo en ese caso gréfico, sino en cualquier otro fen que el antecedente esté representado por nimeros de idénti ‘ca vepresentacion (ugr. "5 — 1”). La evidencia reside en ta cir: ‘cunstancia de que los nimeros, como formas que son, no re presentan a ningén ente concreto. Nadie, pues, discute el resul ado. Sin embargo las proposiciones del tipo “a mayor poble: cid menores recursos alimenticios” 0 “los sacramentos son siete, ni mas ni menos” se ocupan de los fendmenos mismos de los que se ocupan las ciencias “reales”, y no son de evidencia inmediata. Lo que ocurre es que hoy dia existe la tendencia, cada vez mayor, a formular las leyes cientificas (y sus conclu sion2s) con el auxilio del lenguaje de las ciencias formales o mateméticas, Asi la Lagica Simbolica (frente a la Logica clasi ca), y desde antiguo la Fisica, la Quimica, y otras muchas mas. En la medida en que una cienela pueda emplear ese metalen quaje se fa tiene por més seria, mas téenica; existe, diriamos, Un culta reverencial a los ndmeros, alas formulas La Teolouia es, desde luego, una de fas ciencias reales que menos se presta @ utilizar un tipo de metalenguaje; por ello no corre tampoco un riesjo menor que otras disciplinas humans ticas. Para salir al paso de esa corriente, algunos te6logos se han referido a la Teologia como al “metalenguaje de la religion” La teolagia catdlica no es ajena a los trabajos modernos que se centran en un anilisis estructural del tenguaje empleado para expresar los contenidos de la fe. Pero el problema se sitda mas bien dentro del drea protestante en el intento que ésta tiene de fundamentar la fe sobre si misma para ponerla a salvo de tos ataques del agnoscticismo. Han aparecido obras de muy dificil lectura (como el de A. Grabner-Haider. “Andlisis lingiistico y pedagogia de la religién”. Ed. Verbo Divino: Estella, 1975, 290 pp.) ©) El interés de la Teologia como ciencia se ha basacio en algo mas que en una cuestion de prestigio. Cuando Duns Scoto fnego a la teoloyia caracter de ciencia lo hizo también por des- tacar ante todo lo que ella tiene de “‘sabiduria'" {una vision glo. bal de la vida a la luz sobrenatural de la fe}, con mayor “sabor espirituat” frente a lo que otros tedlogos relievaban de cienis © “rango ciertifico frente al mundo” de entonees. Esas opi niiones divergentes han sido sacadas de quicia por quienes no han comprendido su verdadera intencidn. Los puntos de vista se esclarecen mejor con ta preyunta acerca del desemperio de la raz6n en el trabajo twolégico, de interés primordial en Teolo gia Fundamental (plano de fa teologia general que precede en el estudio a todos los demas). Anselmo de Canterbury, Duns Scoto y la escuela francis ‘cana sostuvieron que en la defensa de fa fe hacia afuera el ted: logo habia de tener en cuenta las adquisiciones de a fe, y que {os argumentos de razén tienen una importancia muy relat iva Alberto Magno, Tomas de Aquino y la escuela dominican, aunque sabian que “el creyente no racionaliza sin una intel ‘gencia formada por la fe", afirmaron que los argumentos de ra- 26n son lo primero que hay que proponer hacia fuera {aunque para el creyente mismo tenga, efectivamente, una importaneis secundaria) Preferimos la posicién tomista por parecernos mas com pleta: se pone al nivel del no-creyente invitandole a salir con la Taz6n al encuenito de la fe 6, APARATO TECNICO DE LA TEOLOGIA. Dejando para otro lugar fa clasificaci6n de las conclusiones en teologia y su escala de fiabilidad, anotamss aqui lo veferen INTRODUCCION GENERAL A LA TEOLOGIA TEOLOGIA, DEFINICION (1 y 3h etimolbaica: saber sistemético acerca de Dios ‘2nalities: clencia de os contenidos deta fe ‘metodoldgica: Dios en cuanto tal, autorrevelad por Ia Palabra dscritiva:clancia de a salvacion. MODOS DE CONOCER ADIOS (2y 4): Imperfectox: or la raz6n (téologta natural) Por la fe (teétogta positiva) perfecto: por vision beatfica LA TEOLOGIA ES CIENCIA (Sl subordinada (sus principlos se conocen a partir de otros) real (0 no-formal) puct s# ocupa de fensmencs, y su concluslones no son de evidencis inmmediata universal DIDACTICA DE LA TEOLOGIA (6, 7,y 8) principios bisicos (o “fuente de la Revelacion’) Sagrada Eserituea ‘Tradicion apostalica bajo la perspectiva do laf: caracterizm histriarnente | cteststicamente formed on dobie plano como confanza onl Palsbra como stentimiente nacional métodos: dedytivo (ene wabsioexictamentspostvo) Jnductivo (en ef trabajo estrictamente especulativo) rmixto (deductive -incuetivo) abusos en et trabajo teolégice: parciales més frecuentes: posltvismo subjetivismo deologizacién total: hereia.o weotogia caprichss NIVELES DE La TEOLOGIA (9) Flosumen: Yo. twologia naturale filosofia dela eligion 20. twologt positive o de Is Revelacién 30, sabiduria 0 conocimiento superior por acceso interior a la Palabra de Dios. PROBLEMATICA DE TRES OPOSICIONES FALSAS (10,11, y 12): Ciencia sagrada v. ciencias profanas teologta pastoral v. toologiaclentitica | sabidusfa v. saber tebrico DIVISION DE LA TEOLOGIA EN PLANOS PRINCIPALES (13), ‘TENSIONES ACTUALES EN LA TEORIA Y PRACTICA DE LA TEOLOGIA: RECUENTO DE 10 SITUACIONES PECULIARES (14) fz, 8 _INTRODUCCION GENERAL A LA TEOLOGIA ipios, caracteristicas, y método de la ciencia de a) El te6logo maneja unos principios bésicos conacidos, en su conjunto, con el nombre propio de “fuente de la Revela- ibn”. Se trata de la Palabra de Dios entregada a la comunidad Por intermedio de testigos privilegiados, a lo largo de la histo: ria, consignada por escrito (Sagrada Escritura), y desarrollada en el seno de la comunidad creyente (Tradicién} b) Karl Rahner ha insistido mucho en dos caracteristicas de la fe que asiente a la Palabra de Dios: que es historica, y que @s eclesiistica. La fe es “histérica” porque aparece y se desa- rrolla a lo largo de la historia del hombre, y el hombre mismo es un ser histérico. La historicidad del hombre (y de la fe) no ‘mira solamente a su presente (del que es sujeto o actor), y a su futuro (que va preparando con su accién responsable) ‘sino ‘que mira también el pasado (del que depende). A la luz de este concepto se entiende que la fe ha de ser “eclesidstica”, caracte- Fistica importante y, can frecuencia, ignorada: la fe cristiana se basa ciertamente en acciones histéricas de Cristo (del siglo primero de nuestra era) pero ha sido recibida, mantenida y ‘tasmitida por la Iglesia a través de veinte siglos de desarrollo. La expresion sentir con la Iglesia resume habilmente esas dos caracteristicas. ©) En referencia a los métodos, la teologia utiliza tanto el deductivo como et inductive. E1 Concilio Vaticano 11 los se fiala como “complementarios’ en la formacion del futuro tedlogo (Decreto “Optatam totius” n, 16). El método deductivo se utiliza en el trabajo de “teologia Tomando como punto de partida la fuente de la Re- velacién, recoge lo existente en fos lugares teolagicos (doctri- nna de los Padres de 1a lglesia, de los Doctores, y del m actual oficial de la Iglesia) y ‘analiza los datos con una serie de téenicas que son propias de la disciplina de la fe (analogia, ex- plicacién genética, vinculacién de los fendmenos entre a de convergencia de los hechos, su orientacian al fin ditimo del hombre, etc.); finalmente intenta una aplicacién a la vida publica de ia Iglesia y a la personal del creyente. Este ultimo aso tiene con frecuencia la forma de una conclusion propo sicional. EI método inductivo se utiliza en el trabajo de la “*teolo: gia especulativa’. Comienza recogiendo una proposicién teo logica y le hace observaciones justificando estas con un nuevo punto de vista porque lo anterior no satisface o puede ser me- jorado; apela luego al sentido comuin de los fieles, a las expe- riencias de la fe, y acaba proponiendo nuevas pautas de inte: ligencia det misterio revelado. Raramente suele darse un método puro; mas frecuente- mente se emplea el método mixto y es el preferido por los buenos tedlogos. El método deductivo-inductivo apela al sen ido comin de los fieles y revise tanto la fuente de la Revela ccién como {os lugares teoldgicos aduciendo que estos habfan sido quizds examinados con deticiencia 0 que admiten una in. terpretacién diferente de la clisica Para realizar un buen trabajo en teologia se recurre a una serie de instrumentos técnicos que van desde el dominio de los demas planos de la Teologia hasta el manejo de otras ciencias como instrumentos intermediarios. Arqueologia, Filologta, Historia, Filosofia, Sociologia, Psicologia, etc. etc, EI material técnico de la teologia permite, indudablemen: te, a una persona no-ereyente desarrollar una tarea académica siguiendo los pasos del método deductivo, aunque no le preste la adhesion de la fe que le esta pidiendo, Esta es la razén por la que en instituciones univer sitarias un curso de tealogia se sitia cémodamente dentro clel drea de las ciencias humanisticas. 7. FEY HEREJIA Aclarando mas lo que se dijo en la definicién de Teotogia, cl analisis de la fe permite ver en ella un doble componente: a) fe por la que una persona cree, por la que se adhiere a algo 0 a alguien depositando en ello su “confianza” (téc. fides qua), la adhesion se da de una manera general y confusa pero totalizadora; ) fe que una persona da a propuestas concretas y objeti vadas en formulas y proposiciones que le merecen el asenti- miento intelectual porque le parecen conformes a la verdad ‘que busca (téen. fides quae). Este andlisis tiene solamente valor académico, porque en la realidad se trata del doble plano de una misma fe; las relacio- nes entre esos dos planos se pueden descubrir con un ejemplo sencillo de la vida diaria. En referencia a Dios, la psicologia de {a fe pone mucho énfasis en el primero de los dos, una persona que ha depositado en Dios su total confianza no tendra des pués mayores dificultades en descubrir (o admitir) que El efec: tivamente se ha revelado y dar su adhesién intelectual a las ver dades reveladas y mostradas en forma de contenidos proposi cionales, aunque el paso de una etapa a otra puede demorar Por diversos motivos. A la inversa, quien descubra en el cris: tianismo una verdad que le merece su adhesin se estard moti vando a buscar sus fundamentos y abarcarla por entero. Lo que divide a las diferentes Iglesias cristianas es la divi- sién de la fe proposicional. Los protestantes afirman que bas ta la fe fiducial (o de confianza en la Palabra de Dios) sin que haya necesidad de explicitar tales 0 cuales proposiciones en las que haya que creer. Ciertamente la fe se debe solamente @ Dios, y no a proposiciones académicas; pero también es cierto que la adhesin completa no se puede dar nunca vagamente 4 una persona sino también a todo lo que sustancialmente per tenezca a esa persona, y en particular a lo que ella dice, Las proposiciones “de fe" tienen, pues, este sentido, Herejia es un término que se traduce etimolégicamente como teologia “‘caprichosa’; es también su acepcién real, Se trata de un fenémeno cristiano y su historia es, en buena me- dida, la historia misma de la Iglesia. En muchos casos la here- ja ha partido de un buen deseo de preservar a la Iglesia de una falsificacion de la revelacién definitiva de Dios a los hombres. Pero dentro de la comunidad cristiana unos grupos han “reac. cionado” frente a abusos y desviaciones de otros. Su denomi rnador comin ha sido siempre el olvide, tedrico 0 prictico, de la autoridad apostética establecida por Cristo para anunciar el Evangelio, En nuestros tiempos el vocablo “herejis’” ha caido en desuso, pero se da de muchas maneras. El fendmeno més alar mante es la existencia de cristianos selectivos. Radica en la ten. dencia det hombre moderno de llevar toda afirmacién, excepto las que se basan en la experiencia inmediata, al terreno som: brio de la hipétesis, la opinidn, y los precondicionamientos. ambientales. Se dice que una hipdtesis religiosa es de! mismo valor que otra y que, en resumidas cuentas, Dios sélo se fijara en la “sinceridad personal” de los hombres en el dia del juicio. Frente a esto la Iglesia ha afirmado siempre, y en contraste con esta version moderna del indiferentismo, la necesidad de creer en la verdad revelada, si el hombre quiere obtener la salvacion, (Ver la obra de Donald L. Gelpi: “Iniciacion a la Teologia de Karl Rahner’’. Santander, 1967; p. 234. También la de Karl Rahner y K-H Weger: “ ZQué hemos de creer todavia?". San tander, 1980, pp. 143 y siguientes) Existe el peligro de una mala educacién en la fe por olvi- «do 0 por inhibicion de cualquiera de los dos planos de la fe

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