Está en la página 1de 78

Ecología y Medio Ambiente

Es la parte de la biología que estudia las interrelaciones de los organismos entre sí y con su medio.
Es la ciencia de todas las relaciones de todos los organismos con todos sus ambientes.
Ecología, es el conjunto de conocimientos referentes a la economía de la naturaleza, la investigación
de todas las relaciones del animal tanto en su medio inorgánico como orgánico, incluyendo sobre todo
su relación amistosa u hostil con aquellos animales y plantas con los que se relaciona directa o
indirectamente. En pocas palabras, la ecología es el estudio de todas las complejas interrelaciones a
las que Darwin se refería como las condiciones de la lucha por la existencia.
Se trata de una ciencia descriptiva y experimental; con un gran número de aplicaciones,
particularmente en lo que respecta a la conservación de los recursos naturales.

¿Que ciencias comprende la Ecología...?

La ecología comprende: la ecología terrestre; la dulceacuícola o limnología, ciencia dedicada al estudio


de las masas de agua de los continentes: lagos, pantanos, etc., donde se estudian factores geológicos,
geográficos, físicos, químicos y biológicos; y la marina u oceanografía, ciencia que estudia los mares
en los aspectos físico, químico, biológico y geológico.
La ecología es pues, la ciencia que se ocupa de las interrelaciones existentes entre los organismos
vivos, vegetales o animales, y sus ambientes, ya que éstos no son entidades aisladas, sino que están
relacionadas entre sí y con el entorno.
El hombre, dentro de la ecología, tiene unos condicionamientos distintos a los demás organismos.
Precisamente por su capacidad de transformar las materias que tiene alrededor, es el único ser
industrioso de la creación y deja unos residuos que los otros seres vivientes son incapaces de generar.

El estudio de la ecología precisa abordar múltiples variables.

Existen diferentes estudios de la ecología según las relaciones que se establecen entre los individuos,
su hábitat, poblaciones, etc. Así, se distingue:

La autoecología o ecología del individuo: Estudia el hábitat y los efectos y reacciones que produce
sobre un organismo; es decir, la compleja interacción de los organismos con su medio físico.

La ecología de poblaciones o demoecología: Se ocupa de las relaciones que los individuos establecen
entre sí, y con su propio entorno, cuando se agrupan en poblaciones.

La sinecología o ecología de las comunidades y ecosistemas: También, si se prefiere, sencillamente la


ecología, que estudia la interacción de las poblaciones entre sí y con el medio que ocupan (dinámica y
evolución de las comunidades).

La ecología cultural: Estudia los modos en que el hombre se relaciona con el ambiente y en que las
actividades humanas afectan a éste. La ecología cultural intenta explicar el origen de los rasgos
culturales característicos y las formas que caracterizan las distintas zonas, rechazando los aspectos
más rudos del determinismo ambiental sustentados por los antropogeógrafos.
La ecología humana: Estudia la organización y desarrollo de las relaciones funcionales de las distintas
comunidades humanas en el proceso de adaptación al medio ambiente.

La ecología sociológica: Es la disciplina del campo de las ciencias sociales que se ocupa del estudio
de las relaciones del hombre con el medio geográfico. De modo especial centra su atención en las
relaciones humanas que se desarrollan en la acción de una población frente a su medio urbano. Al
estudiar los tipos de ajuste social al medio geográfico o urbano, la ecología analiza la distribución de la
población en el espacio según categorías étnicas, lingüísticas o sociales, e intenta establecer la
correlación existente entre las modificaciones de la estructura social y las que se producen en el
espacio habitado. Estas relaciones entre el hombre y su medio son estudiadas en su perspectiva
temporal o dinámica.
La biosfera

La biosfera es la parte de la corteza terrestre en la cual se desarrolla o es posible la vida, es decir,


desde determinada altura de la atmósfera hasta el fondo de los océanos.
Este espacio vital abarca unas zonas llamadas biociclos: el biociclo del agua salada (mares y
océanos), biociclo del agua dulce (ríos y lagos), y
biociclo terrestre (suelo y el aire en contacto con él).
La materia viva está distribuida sobre la superficie terrestre, formando una capa o envoltura más o
menos uniforme, aunque bastante continua, y relativamente delgada para poder concentrar y
aprovechar la energía química libre procedente del Sol. Esta envoltura constituye la biosfera.
Todo el planeta está envuelto en la atmósfera, una capa gaseosa que se extiende hasta unos 300 km
de altura.
La biosfera comprende (aproximadamente) la hidrosfera, la zona más superficial de la litosfera y la
parte inferior de la troposfera, es decir, abarca desde unos 50 km de altitud en la atmósfera, hasta los
fondos de los océanos más profundos. En la biosfera la vida depende de la circulación de nutrientes
esenciales, calor y energía solar.
Los fenómenos meteorológicos tienen lugar en su mayoría en la troposfera (10 km de altura).
La biosfera, o zona donde se desarrolla la vida, consta de troposfera, hidrosfera y la parte más externa
de la corteza terrestre.
El medio en que se desarrolla la vida, la biosfera, consta pues de troposfera, hidrosfera (mares,
océanos y aguas continentales), y la parte más externa de la corteza terrestre (litosfera). En la biosfera
existe vida en todas las áreas emergidas, y hasta unos pocos metros de profundidad del suelo.

La atmósfera

La atmósfera no tiene una composición similar en toda su extensión, la cual alcanza varios miles de
kilómetros de altura (aunque solamente unos 100 km. son de interés práctico) sino que dependiendo
de la temperatura o reacción química de sus componentes, presenta diferencias que pueden ser
estructuradas en capas.
La composición básica de la atmósfera es: 78% de nitrógeno, 20% de oxígeno, 0,9% de argón y 1,1%
de otros gases entre los que se encuentran el dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno, metano y vapor
de agua; suponen casi el 100% del volumen del aire en la atmósfera a una altura de 80 km.,
procedentes de la superficie de la Tierra. Existen además partículas sólidas y líquidas en suspensión
(vapor de agua, polvo y otros gases); una de las más importantes es el cloruro de sodio, que se
distribuye mediante las corrientes de aireación de los océanos, facilitando la condensación y
precipitación; un 20% de las partículas en suspensión tienen su origen en las actividades humanas.
La estabilidad de la composición atmosférica se basa en la diversidad de la vida que alberga la Tierra,
y en los ciclos del carbono y el nitrógeno. Mediante el primero, el dióxido de carbono que producen los
animales es utilizado por los vegetales, los cuales, tras la fotosíntesis, retienen la molécula del carbono
y devuelven oxígeno a la atmósfera que será posteriormente utilizado por los animales para respirar.
Por su parte, el ciclo del nitrógeno se mantiene constante gracias a animales y plantas, que lo
mantienen en circulación a través de la biomasa, la litosfera y la propia atmósfera. Esa estabilidad de la
atmósfera podría alterarse mediante las actividades humanas, los cuales ingresan en ese medio
sustancias que le son ajenas, y que no pueden ser depuradas a mayor velocidad de lo que son
generadas.

La atmósfera terrestre se puede dividir en capas según su temperatura.

La troposfera es la porción más baja en contacto con la superficie terrestre; tiene aproximadamente 11
kilómetros de espesor. En esta capa, debido a las corrientes de convección, los gases tienen
movimientos omnidireccionales. El tiempo mas turbulento ocurre precisamente en esta capa de la
atmósfera. La energía solar que alcanza La Tierra es absorbida como calor por la superficie terrestre, y
soltada después en una longitud de onda más larga como calor en el espectro infrarrojo.
Aproximadamente 175.000 millones de megavatios alcanzan La Tierra provenientes del Sol. La mayor
parte de esta energía es luz visible. Cerca de la mitad llega hasta la superficie; la otra mitad es
absorbida por la atmósfera, reflejada por las nubes, por el polvo atmosférico o por la propia tierra. La
troposfera contiene mucho vapor de agua; el vapor de agua absorbe la radiación infrarroja y esto
significa que el calor queda cerca de la superficie. Con distancias crecientes a la superficie terrestre
hay menos vapor de agua que retenga el calor, así, los escapes de energía infrarroja y disminución de
temperatura en la estratosfera crece con la altitud.

La estratosfera contiene aire muy seco; delgadas nubes como Cirrus se forman en ella. La temperatura
es más cálida en las altitudes estratosféricas porque contienen cantidades pequeñas de gases que
absorben la radiación solar. Dentro de la estratosfera, entre 15 y 35 km., a la capa que contiene esos
gases se le denomina ozonoesfera. El ozono en la estratosfera absorbe muchos rayos ultravioletas
(UV). Las emisiones UV no se encuentran en los rangos de luz visible y no podemos verlos. Las
pequeñas cantidades de rayos UV que logran alcanzar la superficie de La Tierra son los responsables
de las quemaduras solares; la estratosfera actúa como filtro para protegernos de estos peligrosos
rayos. Existe una honda preocupación acerca de los agujeros de ozono, o regiones en la estratosfera,
donde cantidades de radiación UV pueden terminar alcanzando la superficie. La capa de ozono es
origen de debates de gran actualidad por las constantes pérdidas del gas que contiene, detectados en
la atmósfera, principalmente en el Antártico.

La estratopausa es la capa que se encuentra por encima de la estratosfera a unos 50 km. sobre la
superficie de La Tierra. La siguiente capa es la mesosfera entre 50 y 100 km. Aquí la temperatura
desciende con la altura, las más bajas alcanzan los -90º C. Conforme se alcanza la termosfera el
proceso se invierte, la temperatura aumenta progresivamente hasta alcanzar 2.000 grados Cº a varios
miles de kilómetros. La mesosfera contiene rastros de pequeñas cantidades de nitrógeno y oxígeno,
insuficientes para absorber calor del Sol.

La homosfera es la capa existente hasta los 90 km de altura. Debido a que la composición del aire en
toda esa zona es prácticamente constante. A toda la capa por encima de la homosfera se le denomina
heterosfera, ya que en ella se producen reacciones químicas muy rápidas que alteran la composición
del aire atmosférico.

La Mesopausa, separa la Mesosfera de la Termosfera que comienza aproximadamente entre los 80 y


100 km.; contiene ínfimas cantidades de oxígeno y nitrógeno, pero estos absorben radiación solar
entrante. La temperatura en esta capa, como ya se dijo, puede alcanzar los 2000º C. Más allá de la
termosfera se encuentra la exosfera, cuya temperatura se mantiene constante

Así como la ozonoesfera es considerada como una capa dentro de la estratosfera, en base a su
respuesta característica a los elementos que inciden en ella, es igualmente considerada la ionosfera.
Algunos científicos no distinguen la Ionosfera, y llaman Termosfera a toda la capa existente entre 80 y
400 km.; otros llaman ionosfera sólo a la capa de 100 a 300 km.

La Ionosfera es una capa activa eléctricamente, en ella es absorbida la mayor parte de la radiación de
longitudes cortas del Sol. Como esta radiación pasa por la ionosfera, actúa recíprocamente con las
moléculas del nitrógeno y átomos de oxígeno. Estas partículas absorben la radiación, pero en el
proceso pierden un electrón (una partícula negativa); este electrón libre se transforma en un Ion
(partícula con carga eléctrica) y los átomos cargados positivamente (con ausencia de electrones) tratan
de cobrar a su vez los iones. Este proceso sólo se realiza cuando hay radiación solar; por la noche no
existe radiación entrante y algunas capas ionosféricas desaparecen. En la Ionosfera es donde ocurren
las Auroras.

El suelo: la roca madre

La roca madre aporta a los suelos los elementos minerales cuando se produce su disgregación y
descomposición.
La parte de la geología que estudia las rocas se denomina litología; su descripción es el objeto de la
petrografía. Las rocas son materias minerales que en cantidades considerables forman parte de la
corteza terrestre. En ecología, es de interés el conocimiento sobre la formación de los suelos, en los
cuales las rocas juegan un papel muy importante.
La "roca madre", consistente en rocas sedimentarias y morrenas glaciales, constituye el aporte de
minerales al suelo, así como un elemento indispensable para su formación, mediante un proceso por el
cual las rocas son alteradas mecánicamente por acción de diversos agentes, principalmente
atmosféricos, y con el transcurso del tiempo.
Las morrenas glaciales son sedimentos de arena, grava y piedras depositados o transportados por los
glaciares.
Las rocas pueden estar constituidas por partículas minerales agregadas del mismo género, o de
distinta estructura cristalina y composición química. En general, las rocas están formadas por varias
especies minerales o rocas compuestas. Cuando las rocas están formadas por una sola especie
mineral se llaman rocas simples. Los minerales que constituyen las rocas se dividen en esenciales,
accesorios y secundarios. Los esenciales definen el tipo de roca de que se trata; los accesorios son
materias que pueden o no estar presentes; y los secundarios son aquellos minerales que aparecen en
escasa cantidad. La información sobre la petrogénesis de las rocas, se obtiene mayormente
atendiendo a la estructura y textura, además de la que complementariamente proporcionan la
composición química y mineralógica.

La clasificación de las rocas según su génesis


Según sus orígenes, las rocas se clasifican en sedimentarias, metamórficas e ígneas o magmáticas.
En las rocas sedimentarias se aprecian los diferentes materiales acumulados en capas a lo largo del
tiempo, distinguibles por las diferencias de color y composición.

Sedimentarias: Son aquellas que están compuestas por materias que han sufrido una transformación,
y en la que se ha producido depósito y acumulación de minerales disgregados, ya sea por acción del
viento, agua o erosión glacial. El efecto de estos elementos, así como la velocidad de deposición o
naturaleza de la materia depositada, produce diferencias visibles en las capas por su diferente color o
composición (lechos de sedimentos paralelos).
Pueden tener un origen mecánico (fragmentario) o químico. Las de origen mecánico están compuestas
de partículas minerales, fruto de la desintegración por un efecto mecánico de otras rocas, y que
posteriormente fueron arrastradas por el agua con toda su integridad química, siendo depositadas en
capas. Ejemplo de materiales que tienen este origen mecánico son la arenisca (masas de arena o
cuarzo), el esquisto micáceo (mica y arcilla o barro), y el conglomerado (grava litificada).
Las rocas sedimentarias que tienen origen químico pueden estar compuestos de caliza, consistentes
en restos de organismos marinos microscópicos decantados sobre el suelo oceánico; o también
depositarse en los lagos o fondos marinos a partir de la roca madre, después de la evaporación y
posterior precipitación de las disoluciones salinas. Ejemplo de este caso es el yeso (sulfato de calcio
hidratado), la halita (sal gema, o sal común mineralizada) y la anhidrida (sulfato de cal anhidro).

Metamórficas: Las rocas metamórficas son aquellas que han sufrido alteración de su composición y
textura original, por efecto del calor, presión y fluidos del interior de la corteza terrestre, formando
gneis, cuarcitas, etc. A esta transformación metamórfica se le llama dinamotérmico o regional cuando
sucede por la acción de la presión o temperatura; y térmico o de contacto cuando viene influenciado
por rocas ígneas (magma). Según se den circunstancias térmicas o dinamotérmicas, se distinguen
varios tipos de rocas metamórficas. El esquisto, por ejemplo, a bajas temperaturas se metamorfiza en
pizarra, pero se metamorfiza en filita si queda sometido a temperaturas suficientemente elevadas como
para recristalizarse.
Cuando el magma asoma a la superficie y se enfría rápidamente, da lugar a la rocas ígneas extrusivas
o volcánicas, como los basaltos o las siolitas.

Igneas o Magmáticas: Las rocas ígneas o magmáticas, son aquellas que se han formado por
enfriamiento y solidificación del magma o materia rocosa fundida, es decir, la materia ígnea y fundida
(total o parcialmente) de silicatos y elementos volátiles que se encuentra debajo o en el interior de la
corteza terrestre.
Los magmas pueden ser ácidos (con más de un 60 % de anhídrido de silicio) y básicos (con menos
cantidad de anhídrido de silicio). Los magmas pueden irrumpir en la corteza terrestre y desparramarse
en ésta en forma de lavas o gases (vulcanismo) o consolidarse en su interior (plutonismo). Cuando
esta consolidación tiene lugar en profundidad y con enfriamiento lento, se originan las rocas ígneas o
plutónicas (por ejemplo granitos, sienitas, dioritas); cuando se verifica en la superficie con enfriamiento
y solidificación rápida, se forman las rocas ígneas extrusivas o volcánicas (por ejemplo siolitas,
traquitas, basaltos); si se produce en una zona intermedia aprovechando grietas o fracturas aparecen
las rocas ígneas filonianas (por ejemplo aplitas, magmáticas, pórfidas). En su mayoría, las rocas
ígneas están compuestas por silicatos, por ello se tiende a su clasificación según su contenido en
sílice.
Finalmente, se reconoce la roca viva, como aquella que tiene su raíz muy profunda, no tiene mezcla de
tierra y no está formada por capas.

El suelo: formación, composición

La ecología define el suelo dentro del ecosistema global como un ecosistema particular.
Aunque la ecología también se ocupa del estudio del suelo, es en realidad otra ciencia que se
encuentra entre la biología y la geología, denominada edafología, la encargada de su estudio integral.
Por su parte, la ecología considera al suelo y sus factores abioticos como actuantes sobre los seres
vivos, y lo define dentro del ecosistema global como un ecosistema particular.
El suelo es un medio complejo, cuyas características son: atmósfera interna, régimen hídrico particular,
fauna y flora determinadas y elementos minerales.
A la capa superficial de la corteza terrestre donde se desarrollan las raíces de los vegetales se le
denomina suelo.
Los suelos son estructuras dinámicas que van cambiando desde sus inicios hasta adquirir un equilibrio
con el entorno

Los factores que intervienen en la formación del suelo: Al proceso de formación y desarrollo de los
suelos se le denomina edafogénesis. Los factores que intervienen en este proceso son: el clima, el
relieve, la actividad biológica, la composición litológica y el tiempo de actuación de todos ellos.
La materia orgánica es proporcionada por los animales y vegetales colonizadores del sustrato
inorgánico; El clima es el más importante de ellos, ya que determina el volumen de precipitaciones y la
temperatura a la que tienen lugar las alteraciones químicas necesarias.
La actividad biológica favorece la disgregación física de la roca madre.

El relieve facilita o dificulta, según el grado de inclinación de la superficie, la infiltración del agua en el
terreno; cuanto mayor sea ésta, más activo será el proceso edafogenético; el relieve también
determina el grado de erosión y la orientación con respecto al sol; las zonas dirigidas al sur sufren una
mayor evaporación y sus suelos son menos potentes.

Las morrenas glaciales son sedimentos de arena, grava y piedras depositados o transportados por los
glaciares.
La actividad biológica favorece la disgregación física de la roca madre (consistente en rocas
sedimentarias y/o morrenas glaciales), fundamentalmente mediante la acción de las raíces de los
vegetales, pero también interviene de forma notable en la meteorización química por medio de los
ácidos húmicos, procedentes de la descomposición de restos orgánicos. La composición litológica de
la roca madre determina cuáles serán los productos de alteración originados por la meteorización; por
tanto, influye en el grado de acidez del suelo resultante.
La meteorización es el proceso por el cual las rocas son alteradas mecánica y químicamente por
acción de diversos agentes, principalmente atmosféricos.
La roca madre constituye el aporte de elementos minerales cuando se produce su disgregación y
descomposición; finalmente, con el transcurso del tiempo y la acción conjunta del clima y vegetación,
se produce la mezcla de los elementos entre sí y con el aire y agua.
La composición química de los suelos: Se puede dividir la composición química de los suelos en
orgánicos e inorgánicos. Representan las partículas minerales el 50% del total, de las cuales dominan
la arena, arcilla y caliza, y en menor medida óxidos e hidróxidos de hierro y sales; las de origen
orgánico suponen el 5%; el 45% que resta lo ocupan aire y agua, los cuales aprovechan la porosidad
de la arena (el componente más importante de los suelos) para penetrar en los suelos y permitir la
iteración con los demás elementos.
Arena: La arena, cuya importancia ya se ha dicho, procede de la roca por meteorización (efectos
externos que alteran las rocas superficiales); la silícica es la más típica, por ello se suele expresar el
contenido de arena de los suelos en tanto por ciento de sílice.
Arcillas: Las arcillas proceden de silicatos descompuestos de la roca madre. Son principalmente una
mezcla de silicatos de aluminio hidratados, los cuales pueden incorporar además hierro, magnesio y
potasio. La más típica es la caolinita (sílice, alúmina y agua).
Las arcillas proceden de silicatos descompuestos de la roca madre
La presencia dominante de los silicatos de aluminio es la razón de que el contenido en arcilla de los
suelos, sea expresada en tantos por ciento de óxido alumínico o alúmina.
Caliza: La caliza o carbonato cálcico, suele presentarse en forma de arenas, limos o unidas a las
arcillas margosas. Tienen la capacidad de disolverse en el agua, las cuales arrastran en forma de
bicarbonato cálcico; a su vez, los ácidos nítrico y fosfórico originan nitratos y fosfatos cálcicos. Todos
estos elementos pueden ser absorbidos por las plantas, aunque un exceso de cal sólo es soportado
por las plantas calcícolas. Otra presencia en el suelo útil para las plantas es la dolomía, carbonato
doble de calcio y magnesio, que sintetiza la clorofila.
Óxidos de hierro: Los óxidos e hidróxidos de hierro (oligisto y limonita) se producen como resultado de
la meteorización de la mica negra (biotita) y otros silicatos (anfiboles y piroxenos). Estos elementos son
los causantes de que las tierras presenten colores rojos y amarillos.
Las altas concentraciones de azufre solo son soportadas por determinadas plantas denominadas
gipsófilas.
Sales: Las sales, tales como nitratos, fosfatos, sulfatos y cloruros proceden de la descomposición de la
materia orgánica, o mediante la acción bacteriana que fija el nitrógeno de la atmósfera. Cierta flora
denominada nitrófila es muy frecuente en lugares ricos en nitratos; muchos vegetales obtienen de
éstos el nitrógeno con que sintetizan sus proteínas.
Azufre, fósforo: El azufre y fósforo que necesitan los vegetales son recibidos de los fosfatos y sulfatos,
aunque sólo ciertas plantas denominadas gipsófilas son capaces de soportar altas concentraciones de
azufre, como son los contenidos en los sustratos yesíferos.
Cloruros: Por su parte, los cloruros son en general poco asimilables por los vegetales, una
concentración superior a 0,5% ya les resulta perjudicial, aunque existe un tipo de plantas denominadas
halófilas o barrileras que no pueden germinar si el suelo no contiene adecuadas cantidades de sal.

Formación de la materia orgánica del suelo: De la descomposición de restos animales y vegetales se


genera la materia orgánica del suelo. El resultado final tras el proceso continuo de transformación
química o bioquímica de los residuos y sustancias vegetales y animales, es la formación del mantillo o
humus.
De la descomposición de restos animales y vegetales se genera la materia orgánica del suelo.
Contiene sustancias diversas (humina, ácido húmico, etc.) y proporciona al suelo los elementos
nitrogenados indispensables para su fertilidad. El humus puede considerarse la base de la fertilidad del
suelo, ejerce una influencia favorable sobre su estructura, y actúa como regulador de la nutrición,
reteniendo y haciendo asimilable el fósforo y la potasa, y favoreciendo la actividad biológica del suelo.
El humus puede considerarse la base de la fertilidad del suelo.
Las primeras materias en descomponerse e incorporarse al sustrato del suelo son las de origen animal,
mientras que las de origen vegetal pueden necesitar hasta diez años, aunque ciertos vegetales en
suelos neutros, como las hojas de haya, pueden cumplir el proceso en menos de un año. Durante el
proceso de humificación, que requiere ventilación, calor y humedad, se originan unas sustancias
orgánicas denominadas ácidos húmicos y fúlvicos; más de un 5% es considerado suelo rico en humus.
Para que el suelo sea cultivable debe contener cuatro componentes básicos cuyas proporciones son:
66 a un 80% de arena, 10 a 20% de arcilla, 5 a 10% de caliza y 5 a 10% de humus.
Textura y estructura de los suelos
La textura de suelo responde a la proporción en que están distribuidas las partículas que lo componen.
La capacidad permebealizante de un suelo, así como la retención del agua, son características que
dependen directamente de la textura.
El equilibrio del suelo: Si las diferentes fracciones en que se dividen los elementos sólidos no
predominan entre sí unos sobre otros se dice que el suelo está equilibrado; las arcillas y limos
constituyen las partículas de la fracción fina, las arenas la fracción media y las gravas y piedras la
fracción gruesa.
Horizontes y perfil del suelo: La estructura vertical del suelo está compuesta por una serie de capas o
estratos de desigual anchura denominadas horizontes. A su vez, a un conjunto de horizontes se le
denomina perfil del suelo.
Las estructuras son de características diferentes según sean los componentes agregados al mantillo, y
en base a esas características se les denominan: granulares, grumosas, escamosas, laminares,
poliédricas, prismáticas o columnares.
Los horizontes de la estructura existentes entre la superficie y la roca madre pueden tener
composiciones tipo A, B o C, y según la importancia de la capa puede ser dividida a su vez en otras
subcapas:
Horizonte tipo "A": Es el horizonte llamado "de lavado" por estar expuesto a la erosión y lavado de la
lluvia, es la parte más superficial del suelo donde abundan las raíces. Es rica en materia orgánica por
contener microorganismos animales y vegetales. El horizonte A es de sumo interés y fácil estudio, pero
su composición es compleja y fue preciso subdividirla en suborizontes, los cuales no son reconocibles
a simple vista:
Subhorizonte A00: Está formado por restos de hojas, ramas y hierbas provenientes de la capa más
superficial del suelo. Es de desarrollo típico en los bosques caducifolios. El origen y forma de su
estructura aún es reconocible a pesar de que el grado de alteración es variable.
Subhorizonte A0: Es la capa que se encuentra inmediatamente debajo de la A00. Su estructura ya no
permite reconocer el origen de los restos vegetales que la componen. Suelen apreciarse los micelios
de los hongos (hebras finas y blanquecinas). El humus comienza aquí su formación activa.
Subhorizonte A1: Ya es básicamente inorgánica. Su componentes minerales arcillosos están muy
ligados al humus, lo que le confiere un tono parduzco.
Subhorizonte A2: Lo forma el arrastre de las arcillas, óxidos de hierro y materia orgánica humificada,
confiriéndoles una tonalidad más clara que a la capa anterior. Finalmente quedan depositados en el
horizonte B.
Horizonte tipo "B": Es el denominado "de precipitación" o subsuelo; en él se acumulan las arcillas
provenientes del arrastre del horizonte superior. Los compuestos férricos y coloides húmicos le
confieren tonalidades rojizas y parduzcas. En esta capa, dependiendo de la zona, se forman corazas
lateríticas (regiones de clima tropical) o laminados calcáreos (regiones áridas).
Horizonte tipo "C": Corresponde a la roca madre. Esta capa puede denominarse en ocasiones D o R,
dependiendo de si ha comenzado a sufrir o no el proceso de meteorización. Normalmente, en la parte
superior presenta diversos estadios de alteración física de los elementos mezclados.
Las diastemas son los espacios existentes entre dos estratos de rocas sedimentarias; generalmente
están rellenos de arcilla.

Estratificación de los suelos: El estrato es la masa de sedimentos depositados en condiciones


ambientales más o menos uniformes, limitada por diastemas en general paralelos entre sí. Acostumbra
ser homogéneo en su composición. En principio se disponen horizontalmente en bloques tabulares que
posteriormente, al ser sometidos a la acción de las fuerzas orogénicas, pueden plegarse o fracturarse.
La estratificación cruzada (láminas inclinadas) se da en los depósitos arenosos, generalmente
deltaicos
La aparición de diferentes estratos en el seno de una roca sedimentaria se debe a cambios
experimentados durante el ciclo erosivo, como por ejemplo, la alteración mineralógica de la roca
original a causa de la meteorización o la variación de la velocidad del agua.
Las superficies que separan los estratos sucesivos (diastemas) se deben a interrupciones de la
sedimentación. Durante la formación de un estrato también suelen producirse pequeñas
modificaciones ambientales que determinan una laminación interna del mismo; un caso especial es la
denominada estratificación cruzada, que se da en los depósitos arenosos, generalmente deltaicos, en
los que aparecen láminas inclinadas en el interior del estrato; se originan por sedimentación en capas
inclinadas en el frente deltaico o por la erosión del extremo del estrato, con la consiguiente formación
de un plano inclinado que es cubierto por el siguiente depósito sedimentario.
Clasificación de los suelos
Para clasificar un suelo es preciso atender al lugar donde se desarrolla. Según la región se dividen en
subacuáticos, semiterrestres y terrestres. Los suelos terrestres son distinguidos según el componente
principal; así, son arcillosos si contienen un 40% de arcillas, arenosos un 65% de arena, calizos un
20% de carbonato cálcico, y vegetales o húmicos un 15% de humus.
Los suelos pueden ser de varios tipos:
Spodsol: (ver: podsólicos);
Alfisol: Es propio de regiones húmedas, cuyas características esenciales son: horizonte superficial de
gris a pardo, contenido en bases medio o alto y zona de acumulación de arcillas.
Ultisol: Desarrollado en condiciones de clima cálido o tropical. Sus horizontes subsuperficiales son, por
lo general, de color rojo o amarillo, como resultado de las acumulaciones de óxidos de hierro; oxisol,
caracterizado sobre todo por la presencia de un profundo horizonte subsuperficial de óxidos; es un
horizonte generalmente de alto contenido en partículas de tamaño arcilla que domina los hidróxidos de
hierro y aluminio (lateritas).
Mollisol: Caracterizado por un horizonte superficial negro y denso (en este tipo se reúnen suelos propio
de zonas de praderas, como el chernozen y otros).
Aridisol: De zona superficial clara con escaso contenido en humus, y horizonte de acumulación de
carbonato de calcio, yeso o sales solubles (pertenecen a este grupo el sierozem y el solonchat, suelos
de desierto).
Histisol: Contiene como mínimo un 20 % de materia orgánica si no tienen arcilla y un 30 % si el
contenido en arcilla es superior al 50 %.

Superficies de diferentes tipos de suelos

Vertisol: Se caracteriza por su alto contenido en arcilla hinchable con la humedad, por lo que en las
estaciones secas se contrae formando grietas amplias y profundas.
Inceptisol: Sus perfiles contienen horizontes que se forman rápidamente como resultado de la
alteración de la roca madre; entisol, de formación reciente con horizontes apenas definidos o carentes
de ellos.

Clasificación según las relaciones mutuas de determinados factores

Si se analizan las regiones topográficamente planas, o ligeramente inclinadas, y valoramos las


relaciones mutuas que se producen entre clima, suelo y organismos, se distinguen entonces seis
grandes clases de suelos: podsólicos, chernozem, desérticos, lateritas, rojos mediterráneos y de las
tundras. En las altas montañas, sin embargo, se presentan suelos de distintos tipos, aunque
generalmente son de tipo esqueléticos, es decir, muestran un horizonte superficial diferenciado de la
roca madre por su mayor contenido en materia orgánica; no obstante, no es suficiente para llegar a ser
catalogado como de tipo "A".
Podsólicos: Tipo de suelo zonal. Incluye los podsoles y suelos pardos forestales, característico del
bosque y, raramente, de la pradera, en regiones de latitud inmediatamente inferior a la de la tundra con
clima frío y humedad no excesiva. Las condiciones esenciales para su formación son: exceso de capa
vegetal muerta (mantillo), cuya descomposición provoca la acidez característica de estos suelos así
como el color oscuro superficial, y buen drenaje, que permite la distribución de horizontes. Los
horizontes se distribuyen en: horizonte superficial a0, horizonte húmico a2 gris silíceo (eluvial, es decir,
muy lavado), horizonte B (iluvial) con dos zonas, una de precipitación húmica y otra de sesquioxodos.
Los podsoles típicos son propios de climas fríos y lluviosos; se distribuyen por la península de
Escandinavia, Finlandia, norte de Rusia, Siberia, Canadá y NE de E.U.A. los bosques de coníferas son
muy abundantes en este tipo de suelos. No son muy fértiles, pero pueden ser preparados para dar
buenas producciones agrícolas.
Por su parte, los suelos pardos forestales se forman en climas húmedos y templados de Europa
occidental, Canadá y Estados Unidos; en este tipo de suelos se genera la mejor calidad de humus, ya
que los bosques caducifolios de frondosas de los que son típicos les aportan hojarasca de forma
periódica, siendo reciclado con rapidez por la rica fauna y microflora edáficas.
Chernozem: Suelos propios del clima continental extremado, semiárido y de lluvias escasas (Europa
central, Ucrania, Asia central, pampas argentinas y praderas norteamericanas. Sus principales
propiedades, que están determinadas por estas características climáticas y de vegetación, son: poca
aluviación y de un acusado color oscuro debido a la presencia de humus formado en condiciones de
elevada temperatura (durante los veranos). Estas tierras negras se forman sobre rocas con alto
contenido en carbonatos cálcicos y magnesio, provenientes de la aportación de las estepas de
gramíneas. Son suelos muy fértiles para el cultivo de cereales motivado por su perfil A1 muy negro y
espeso. Una variante de suelos castaños (horizonte A1 de color chocolate) se origina en climas
continentales casi totalmente áridos, bajo vegetación esteparia.
Desérticos: Suelos carentes totalmente de humus. En ellos no se produce meteorización química
porque no disponen de agua, por ello la única forma de descomposición de la roca madre es mediante
un proceso mecánico. En este tipo de suelos se incluye el desierto pedregoso (reg) y el de arena (erg).
Lateritas: Suelos ferralíticos formados bajo las selvas de clima húmedo tropical o ecuatorial. La
acumulación de hierro y alúmina le confiere al horizonte B una textura espesa y tonalidad rojiza. La
desaparición de estas selvas por efecto de la mano del hombre provoca que el horizonte B gane óxido
férrico, tras la deshidratación el suelo pierde fertilidad, para finalizar en totalmente improductivo si
queda al descubierto por la erosión.
Rojos mediterráneos: También llamados terra rossa: están formados a partir de calizas duras en un
clima mediterráneo típico, es decir, inviernos húmedos y veranos secos.
De tundra: Son propios de las regiones circumpolares de escasa vegetación. El horizonte A se forma
sobre una roca dura sin descomponer o sobre un subsuelo o plataforma helada permanentemente.

Geológicamente hablando, los suelos pueden ser:

Azonales: Aquellos que presentan un contraste acusado en relación con los suelos zonales que les
rodean. Carecen de horizontes definidos por ser suelos en general muy poco evolucionados.
Intrazonales: Los que, a pesar de la influencia climática, ofrecen particularidades notables debidas a la
naturaleza de la roca madre (p. ej., los suelos calcimórficos, formados a partir de rocas calcáreas,
como la sendzina), a la presencia de abundantes sales (suelos halomórficos, como el solonetz), a la
inundación periódica, más o menos intensa (suelos hidromórficos, como el gley desarrollado en
condiciones de poco drenaje y que se presenta moteado por diversas coloraciones).
Zonales: Aquellos cuyas características actuales son el resultado de una prolongada influencia
climática.

Erosión de los suelos

La erosión continuada de los suelos culmina con la desertización.


La erosión de los suelos es un proceso natural producto de la acción de los agentes atmosféricos,
aunque esta acción se ve fortalecida por las actividades humanas.
El proceso físico y químico de la erosión destruye continuamente suelos y rocas de la superficie
terrestre Durante el proceso de erosión se arranca y transporta las capas superficiales de la tierra
vegetal. Los agentes externos causantes de la erosión y modelación de la corteza terrestre son
esencialmente: la intemperie; el viento (erosión eólica); las aguas superficiales (erosiones pluvial y
fluvial); las aguas subterráneas; los glaciares; el mar y los organismos litófagos.
Erosión eólica: La erosión eólica es llevada a cabo por el viento y es cuantitativamente menos
importante que las demás; está condicionada a la ausencia de vegetación y a la presencia de
partículas sueltas en la superficie. La deflación se produce cuando el viento levanta los fragmentos
sueltos del suelo; la abrasión tiene lugar cuando dichos fragmentos chocan con la superficie de las
rocas y las desgastan; en las rocas de consistencia heterogénea la erosión avanza más rápidamente
en las zonas más blandas, produciendo una superficie denominada alveolar.
Erosión fluvial: La erosión fluvial es la que llevan a cabo los cursos de agua continentales (ríos y
torrentes); la energía cinética del agua determina la intensidad de la erosión y depende de la energía
potencial, que se debe a la diferencia de altura entre la zona donde discurre y el nivel del mar (nivel de
base).
La energía cinética no es uniforme a lo largo del curso del río y es mayor en el tramo alto, de mayor
pendiente, y menor en la desembocadura; ello determina una erosión diferencial que modifica el perfil
longitudinal del curso del río, evolucionando hacia un modelo teórico, el denominado perfil de equilibrio,
en el que cada punto del mismo recibe por sedimentación la misma cantidad de materiales que pierde
por erosión. Los cambios de nivel de base (transgresiones y regresiones marinas) determinan un
nuevo perfil de equilibrio.
Las aguas fluviales y subterráneas son agentes externos causantes de la erosión
Erosión glaciar: La erosión glaciar se debe a la acción de los glaciares sobre las rocas de la superficie;
la erosión es mucho más intensa en el fondo de la masa de hielo que en los costados, lo que
determina el típico modelado de los valles glaciares en forma de U. Este tipo de erosión se debe en
parte a la abrasión producida en la roca del fondo por los fragmentos que engloba el hielo, separados
de la primera por una fina película de agua; pero también interviene un mecanismo distinto, mediante
el cual el hielo pegado a la roca, sin agua fundida que los separe, arranca fragmentos de la misma.
Estructuras características que resultan de la erosión glaciar son los circos glaciares, los valles
colgados y los lagos de origen glaciar.
La erosión glaciar se debe a la acción de los glaciares sobre las rocas de la superficie
Erosión marina: La erosión marina es la que lleva a cabo el mar sobre las rocas del litoral; la acción
principal se debe al movimiento de las olas, cuya energía procede de la energía cinética del viento. Las
mareas tienen una actividad erosiva menos importante pero por otra parte aumentan el área de
actuación del oleaje al modificar periódicamente el nivel del mar.
La erosión que llevan a cabo las olas se debe en parte al choque del agua contra las rocas y también a
la abrasión que ejercen los fragmentos que arrastra el agua y que proceden de la misma roca
erosionada. Las formas erosivas más características son los acantilados y las plataformas de abrasión.
La sustitución de especies de frondosas de hoja perenne por otras de crecimiento rápido y corto
arraigo, contribuyen a la decadencia de los suelos.
Las actividades culturales humanas fortalecen la acción de los agentes naturales de la erosión...
Pero no son estos los únicos agentes y factores causantes de la erosión, el hombre con sus actos de
tipo cultural y económico, ha fortalecido la acción de los agentes naturales. En gran parte del planeta
se realizan prácticas agrícolas que contribuyen a la erosión de los terrenos.
La repoblación masiva de especies de crecimiento rápido en base al interés económico que ello
representa, como son los eucaliptos, contribuyen a la decadencia de los suelos por su corto arraigo y
mínimo aporte, ya que el tiempo es parte fundamental para su formación, además de ser especies de
fácil combustión. Todo ello en detrimento de las especies de frondosas de hoja perenne o caduca,
buenas formadoras de suelos.
Por su parte, las prácticas agrícolas y ganaderas incorrectas, como la sustitución de abonos naturales
por los químicos que provocan la mineralización y compactación de los suelos, la quema de rastrojos,
el abandono de los cultivos de ladera que permitían la sujeción de las tierras, la pérdida de pastos por
excesivo pastoreo o el abandono de las ganaderías extensivas que favorecían su conservación, son
elementos añadidos a la deforestación y destrucción de la cubierta vegetal.

El suelo como ecosistema

El suelo debe ser estudiado también como un ecosistema, aunque restringido, dentro de otro más
general. Existen factores edáficos, es decir, propiedades físicas y químicas del suelo, que tienen una
acción sobre los seres vivos que lo habitan. Las características físicas se refieren a profundidad,
inclinación, composición, etc. Por su parte, las características químicas están referidas a las materias
circulantes por ese medio, tales como agua, gases, sustancias minerales y orgánicas.
Ciempiés, babosas o arañas, son algunos de los invertebrados que forman parte de la amplia
comunidad edáfica
En el biotopo del suelo, para que se desarrolle como tal, se dan una serie de condiciones que van en
función de los factores climáticos del lugar, aunque modificados por las características especiales del
propio biotopo. Por ejemplo, a pocos metros de la superficie desaparecen las variaciones climáticas
estacionales; conforme se profundiza se reduce la temperatura y con sólo medio metro también
desaparecen las variaciones noche/día.
Las especies que huyen de la luz encuentran en este hábitat un refugio ideal. En cuanto al oxígeno,
éste desciende progresivamente conforme se avanza en profundidad, aumentando a su vez el dióxido
de carbono, algunas bacterias habitan esas zonas del suelo donde se produce la anaerobiosis
(carencia de oxígeno).
Las comunidades edáficas, es decir, los habitantes de los suelos, tienen representantes de todos los
reinos de seres vivos. Un nivel del suelo llamado rizosfera, está colonizado por los órganos
subterráneos de las plantas. Bacterias, hongos y protistas fotosintéticos (algas unicelulares) constituye
la microflora edáfica. Las bacterias pueden suponer una densidad de varios miles de millones por
gramo de suelo, muy superior a la de los hongos que pueden representar unos cuantos cientos de
miles. En cuanto a los protistas heterótrofos (protozoos) son los representantes de menor entidad en la
micro fauna edáfica.

Ecosistema: comunidades y biotopos

Un ecosistema está constituido por un medio físico (el biotopo, hábitat o ambiente), sus pobladores (la
biocenosis o conjunto de seres vivos de distintas especies o población) y las interrelaciones entre
ambos, todos ellos formando una unidad en equilibrio dinámico.
Comunidad y biocenosis: Las poblaciones no se presentan aisladas en un ambiente, sino que muchas
de ellas interactúan entre sí en ese ambiente compartido constituyendo lo que se denomina
comunidades. Al conjunto o comunidades de organismos de distintas especies o población, que se
constituye en unas condiciones ecológicas dadas y que se mantiene en un estado de equilibrio
dinámico, se le denomina biocenosis.

El hábitat: En un sentido amplio, se denomina hábitat al medio físico o geográfico en que vive
naturalmente un ser. Al referirnos al medio vital y limitado en el que se desarrollan estos seres vivos,
observando todas las condiciones fisicoquímicas del suelo, agua y atmósfera, necesarias para la vida
de una biocenosis, es más adecuado denominarlo biotopo.

El biotopo: El biotopo puede ser considerado según su naturaleza en superficie o en volumen; así, se
reconoce un edafotopo como referido al sustrato, un climátopo en cuanto a las características
climáticas, y un hidrótopo considerando los factores hidrográficos. En cuanto a su extensión, puede ser
tan amplio como el mar, en el que viven comunidades animales, vegetales y microorganismos; o tan
reducido como un pequeño lago, un arrecife de coral, o los diferentes desniveles de un río, en los
cuales existen residencias ecológicas con distintas comunidades animales y vegetales.

El nicho: El nicho es el papel funcional que desempeña una especie dentro de una comunidad, es
decir, cada uno de los lugares que pueden ser ocupados por individuos de especies equivalentes en la
estructura de una biocenosis; técnicamente se puede decir que el nicho es la forma en que una
especie busca o se ocupa de su subsistencia. Por ejemplo, determinadas especies de aves tangarás
viven en bosques caducifolios; su nicho es, en gran parte, alimentarse de los insectos que puede
encontrar bajo el follaje. Los organismos ocupan nichos distintos dentro de cada hábitat, los cuales
dependen del nivel de estratificación de la comunidad; cuanto más estratificada sea ésta, en más
nichos adicionales se subdividirá el hábitat.

Son constituyentes fundamentales de un ecosistema las substancias inorgánicas (agua, carbono,


dióxido de carbono, etc.); las substancias orgánicas (lípidos, proteínas, carbohidratos, etc.), que son
producidos por los organismos vivientes; los factores ambientales abióticos (humedad, temperatura,
etc.); y tres componentes también fundamentales: los autótrofos, heterótrofos y descomponedores.
Los autótrofos: son los organismos productores, que realizan su función mediante la fijación de la
energía luminosa, consumo de sustancias inorgánicas de estructura simple y la constitución de
moléculas de estructura cada vez más complejas. Es decir, se trata de plantas verdes capaces de
ejercer la fotosíntesis (transformación de sustancias inorgánicas en compuestos orgánicos por medio
de la luz).
Los eterótrofos: son los consumidores; utilizan, reestructuran y consumen materiales complejos. Se
trata de animales que se nutren de materiales previamente transformados, o de otros organismos
animales.
Los descomponedores: (hongos y bacterias) son los encargados de descomponer en sustancias más
simples, la materia protoplasmática de los productores y consumidores muertos.

Funcionamiento del ecosistema

La energía lumínica procedente del Sol es captada por los productores primarios (autótrofos), quienes
lo transforman en materia orgánica, punto de partida de la cadena alimentaria.
El ecosistema funciona como un sistema prácticamente cerrado, sin influencias externas (el ejemplo
más demostrativo es el de un lago). La energía lumínica procedente del Sol es captada por los
productores primarios (autótrofos), quienes la transforman en materia orgánica, punto de partida de la
cadena alimentaria (o red trófica); el ecosistema se equilibra cuando la producción de materia orgánica
(biomasa) se mantiene estable (es el punto que se denomina clímax).
En principio, cuando sólo hay organismos autótrofos, la biomasa aumenta muy rápidamente, hasta que
aparecen los primeros herbívoros, que hacen disminuir la velocidad de producción de la misma; la
llegada de carnívoros equilibra el consumo de materia orgánica al reducir el número de herbívoros. Los
descomponedores, presentes desde el inicio, cierran la cadena.
En el ecosistema pueden distinguirse dos subniveles: el fenosistema que es aquella parte accesible a
los sentidos, como los paisajes; y el criptosistema, el cual implica necesariamente una metodología
específica para su conocimiento.

Tipos de ecosistemas

Aunque el término ecosistema puede referirse a biotopos y biocenosis muy diversos en tamaño,
generalmente se reconocen tres tipos: microecosistema, por ejemplo el tronco de un árbol o la fisura
de una roca; mesoecosistema, referido a una extensión de media como una pradera, bosque, lago,
etc.; y macroecosistema, donde se engloban grandes extensiones de tierras, océanos o ambos, como
puede ser el mar Mediterráneo o toda la región atlántica. La transición entre dos de estos ecosistemas
no suele realizarse bruscamente, sino que se produce una yuxtaposición en la zona limítrofe que
presenta generalmente características propias; a esta zona se le denomina ecotono.
El tronco de un árbol o la simple grieta de una roca es considerado un microecosistema
Litotelma: Es un biotopo de reducidas dimensiones formado por una concavidad excavada en una roca
y llena con el agua de lluvia.
Necron: Es el conjunto formado por las porciones muertas de una comunidad vegetal.
Especie vicariante: Se llama así a la especie que sustituye o reemplaza a otra dentro de un ecosistema
cuando se modifican las condiciones del mismo.
Estructura de un ecosistema: Los productores transforman la energía recibida y la acumulan como
energía química
Si se analiza el ecosistema desde el punto de vista de su estructura, podemos agrupar los organismos
en niveles tróficos. Se trata de un conjunto de transferencia de alimentos que se establece entre un
grupo de organismos de un ecosistema y otro. La cadena está formada por eslabones (no más de
cuatro o cinco) de grupos de seres vivos de forma que cada uno de ellos se alimenta del anterior.
Identificación de los eslabones: El primer eslabón lo forman básicamente las algas y las plantas
verdes, organismos productores o autótrofos que se alimentan de sustancias inorgánicas: son los
productores primarios, que a su vez, sirven de alimento a los carnívoros (consumidores secundarios o
carnívoros de primer orden), de los cuales se alimentarán sus depredadores, etc.
El primer eslabón lo forman básicamente las algas y plantas verdes, organismos productores o
autótrófos. El último eslabón de la cadena lo componen los microorganismos descomponedores o
transformadores de materia orgánica, que se alimentan de los cadáveres de los consumidores de
cualquier grupo y de los restos de los productores primarios: en su metabolismo producen abundantes
cantidades de residuos inorgánicos que serán utilizados por los organismos autótrofos, con lo que se
cierra la cadena.
El último eslabón de la cadena lo componen los microorganismos descomponedores o
transformadores de materia orgánica.
A estos niveles también se le denominan cadena trófica y, en base a las ramificaciones laterales que
existen, también se habla de red trófica. Los productores o autótrofos son micro y macroorganismos,
que realizan una labor de sintetizado y almacenamiento de las sales minerales extraídas del biotopo y
la energía solar en su espectro visible. La energía que reciben una vez transformada es acumulada
como energía química.
Consumidores de 1er. Orden (herbívoros)
Consumidores de 2º orden (depredadores)
Consumidores de 3er. Orden (superdepredadores)

Los consumidores: Los consumidores viven de la materia orgánica que elaboran los productores. Se
distinguen dos niveles, los consumidores propiamente dichos o consumidores de materia fresca, y los
detritívoros o saprobios.
Los consumidores viven de la materia orgánica que elaboran los productores.
En paralelo con estos consumidores se puede situar a los omnívoros o diversívoros, los cales incluyen
en su alimentación no sólo productores, sino también a otros consumidores, ejemplo de el oso, jabalí, e
incluso los propios seres humanos:
Consumidores de materia fresca: Los consumidores de materia fresca, según las características de su
alimento se subdividen a su vez en varias categorías: 1er., 2º y 3er. orden.
Consumidores de primer orden: Son animales herbívoros y parásitos de las plantas. Se alimentan de
forma directa de los productores
Consumidores de segundo orden: Son animales carnívoros que se alimentan de los animales
herbívoros, es decir de los consumidores de 1er orden.
Consumidores de tercer orden: Son animales carnívoros que se alimentan a su vez de otros
carnívoros. Comprende a los superdepredadores.
Consumidores de materia muerta: Son los detritívoros o saprobios. Consumen materia muerta, tales
como cadáveres, residuos o excrementos. Parte de esa materia la descomponen y mineralizan para
ser convertida en humus. Según el origen y estado de la materia se distinguen en carroñeros o
necrófagos, saprófagos y coprófagos:
Carroñeros o necrófatos: Son animales que se alimentan de cadáveres frescos, ejemplo de lo buitres,
chacales, hienas o larvas de insectos.
Saprófagos: Son consumidores que se alimentan de cadáveres o restos descompuestos, ejemplo de
las lombrices de tierra o los escarabajos.
Coprófagos: Son consumidores que se alimentan de los excrementos de otros animales, ejemplo de
los escarabajos.

Los descomponedores o transformadores: Son los saprófitos encargados de descomponer y


mineralizar en su totalidad la materia orgánica muerta, que ya ha sido más o menos alterada por los
organismos del nivel anterior.
Los descomponedores o transformadores son los saprófitos encargados de descomponer y mineralizar
en su totalidad la materia orgánica muerta.
Los diferentes iones reaccionan con los componentes del suelo convirtiéndolos en sales minerales, los
cuales serán posteriormente absorbidas por los autótrofos al disolverse en el agua.
Mediante este proceso de niveles tróficos, la utilización de los elementos químicos de la materia es
cíclica, salvo en aquellos casos en que los elementos son retirados o acumulados, impidiéndose la
descomposición e inclusión en dicho ciclo.
Cadenas, redes y pirámides: Los niveles tróficos productores, consumidores y descomponedores
(véase Estructura de un ecosistema), mantienen unas relaciones lineales mutuas denominadas
cadenas alimenticias o tróficas, cuyos eslabones están ligados entre sí.
¿Cadena trófica o red trófica...?: Las múltiples interacciones existentes entre los individuos impide
(salvo excepciones) definir individualmente con claridad una cadena trófica, ya que, según las
circunstancias, un depredador puede al mismo tiempo ser presa. Por ello es más propio hablar de red
alimentaria o trófica. En una red alimentaria cada individuo ocupa un nudo en una intersección de
relaciones tróficas. Pueden existir cadenas y redes que no comiencen en los productores, ejemplo de
los descomponedores o las de hábitats cavernícolas y abisales. La forma de representar las redes
tróficas es utilizando las denominadas pirámides tróficas. Su esquematización se realiza mediante una
serie de rectángulos distribuidos en niveles superpuestos (representativos de los niveles tróficos), con
los productores colocados en la base y los consumidores de máximo rango en la cima.
Todos los niveles aportan materia a los descomponedores, mientras que cada nivel vive a expensas
del inferior. Según el parámetro tenido en cuenta (energía, materia, volumen..), se construyen
pirámides de: números, biomasas o energía:
Pirámide de números: En esta pirámide los rectángulos son proporcionales al número de individuos por
unidad de superficie o volumen que componen la biocenosis. Este esquema es poco utilizado por su
poca representatividad, precisamente por las notables diferencias físicas entre individuos; nótese que
un ciervo contaría como un saltamontes en el nivel de los herbívoros.
Pirámide de biomasas: Es una de las más utilizadas. Aquí se tiene en cuenta la cantidad de materia
viva de cada nivel trófico. Los rectángulos son proporcionales a cada categoría. La masa total de los
organismos de cada nivel es medido en gramos o kilogramos de todos los individuos, o en calorías o
kilocalorías (contenido energético), uno u otro referidos a una unidad de superficie en centímetros
cuadrados o hectáreas.
Pirámide de energías: Es un tipo de representación más complejo que los anteriores, pero que
proporciona más información. En ella se muestra un rectángulo de longitud proporcional a la energía
en kilocalorías por metro cuadrado, que se produce al quemar la materia orgánica del nivel por unidad
de tiempo. Mediante una división transversal se representan las energías (biomasas) que se producen
o consumen en el nivel, es decir, en una parte se muestra la energía que se produce para el nivel
superior, y en la otra parte la energía que se desprende o gasta en el propio nivel. La elaboración de
pirámides tróficas y el estudio de las relaciones alimentarias, ha permitido comprobar que el ciclo de la
energía es abierto, esto quiere decir que los ecosistemas están atravesados por un flujo unidireccional
de energía (sólo un 10% de la energía de cada nivel queda disponible para el siguiente), al contrario
que el ciclo de la materia, que es cerrado.
La productividad ecológica: Productividad y eficiencia ecológica son términos relacionados con la
transferencia de biomasa (energía) entre niveles tróficos: Se denomina productividad a la velocidad de
producción de biomasa, es el resultado de dividir la biomasa inicial y la biomasa final transcurrido un
tiempo determinado. Se divide en productividad primaria y secundaria:
Los bosques y arrecifes de coral generan mayor productividad, antagónicamente a lo que ocurre en los
desiertos y alta mar.
Productividad primaria: Es la velocidad de almacenamiento de los productores en forma de materia
orgánica. Puede dividirse en productividad bruta o productividad neta:
Productividad bruta: Se le denomina así cuando se considera la totalidad de la energía química
almacenada por los productores en forma de materia orgánica (incluida la consumida en la
respiración).
Productividad neta: También llamada de asimilación, es denominada así cuando sólo se tiene en
cuenta el aumento final de biomasa de los productores. Habitualmente se mide en gramos de peso
seco por metro cuadrado de superficie y día.
Productividad secundaria: Es la biomasa producida por los consumidores o descomponedores.
La eficiencia ecológica: La eficiencia ecológica es el aprovechamiento de la energía que se transfiere
entre un nivel y el siguiente.
Entre niveles tróficos se transfiere la biomasa con mayor o menor aprovechamiento. La eficiencia
ecológica es el aprovechamiento de la energía que se transfiere entre un nivel y el siguiente; puesto
que en la transferencia siempre se disipa calor, la eficiencia ecológica del ecosistema será mayor
cuanto menor sea la pérdida de calorías.
La mayor productividad se genera en los ecosistemas con arrecifes de coral, estuarios y bosques
tropicales; su antagonismo se encuentra en los desiertos áridos y alta mar.
Dinámica de los ecosistemas: Los ecosistemas no son entidades estáticas, al contrario, mantienen un
continuo proceso de transferencia de materia y energía. Ese flujo es ajustado o readaptado ante
cualquier variación del ambiente que incida sobre ellos.
La sucesión ecológica: La tendencia de los ecosistemas es alcanzar el clímax. Se denomina así al
estado teórico de máxima estabilidad y eficiencia ecológica. El proceso que se desarrolla hasta
alcanzar el clímax se llama sucesión, y al conjunto de fases que se van atravesando desde el
ecosistema inicial (todas ellas de complejidad creciente) se les denomina serie evolutiva.
Las sucesiones culminan con el establecimiento de un ecosistema biológicamente estable La
tendencia de los ecosistemas es alcanzar el clímax o comunidad climácica.
La sucesión es resultado de la modificación del ambiente físico por causas internas o externas a la
comunidad. Culmina con el establecimiento de un ecosistema biológicamente estable (se alcanza el
clímax) que se perpetúa a sí mismo.
Odum definió la sucesión ecológica como un proceso ordenado de cambios direccionales de la
comunidad y por tanto predecibles. Las comunidades clímax mantienen un doble equilibrio de las
especies entre sí, y éstas con las propiedades ambientales; es pues la máxima meta biológica a la que
una sucesión puede llegar.
Las sucesiones suelen referirse a las comunidades vegetales. Durante el clímax de estas comunidades
(cuya estructura es compleja) los fenómenos de competencia en el seno de la asociación es ínfimo,
manteniéndose una armonía óptima con las condiciones del suelo y la climatológica del lugar.
En las fases más tempranas de una sucesión las especies más abundantes son las denominadas
oportunistas, que se reproducen a gran velocidad pero que poseen una escasa biomasa. En el proceso
éstas especies serán sustituidas por otras con menor tasa de reproducción y mayor biomasa.
Cuando un ecosistema se constituye inicialmente por medio de las sucesiones, a la primera comunidad
que se instala en él se le denomina pionera. Las diferentes fases de sucesión en que puede
encontrarse el ecosistema constituido son las de, sucesión primaria o serie completa, sucesión
secundaria y sucesión regresiva o disclimax:
Sucesión primaria o serie completa: Se denomina así al proceso de sucesión que se desarrolla desde
una zona desnuda hasta alcanzar la clímax.
La sucesión secundaria parte de una etapa de la serie producida por una perturbación, por ejemplo un
incendio.
Sucesión secundaria: Se produce cuando la sucesión parte de una etapa cualquiera de la serie
causado por una perturbación, sea un incendio, inundación, etc; en este caso, transcurrido un tiempo
retor- na a la serie primaria completa. Por tanto, toda sucesión primaria conduce y culmina en el
clímax. La sucesión primaria intenta alcanzar el climax partiendo de una zona desnuda
Sucesión regresiva o disclimax: Las causas del disclímax tiene su origen en el ambiente, y muy
destacadamente en la acción del hombre.
Son las que llevan en sentido contrario al clímax, es decir, hacia etapas inmaduras del ecosistema. Las
causas del disclímax tienen su origen en el ambiente, y muy destacadamente en la acción del hombre.
No se trata de una sucesión ecológica invertida, sino de una regresión forzosa del ecosistema por la
destrucción de alguna etapa de la serie, por ejemplo a causa de un incendio forestal sin
regeneramiento, que podría dar paso a la desertización.
Cuando el biotopo inicial del que parten las comunidades hacia el clímax tiene un origen acuático, a las
series de sucesión se les denomina hidroseries. Si las series se producen sobre un terreno seco se les
denominan xeroseries.

Básicamente ya se han descrito los diferentes estados que se pueden dar en una sucesión. Los
siguientes términos refieren otras situaciones que se pueden dar en las series evolutivas:
Anteclímax: Es una etapa permanente previa a la clímax, a causa de condiciones adversas que no
permiten llegar a ésta (por ejemplo, la persistencia del viento en una determinada región sólo permite
que se alcance la fase arbustiva, aunque la clímax sea el bosque).

Paraclímax: Es una formación vegetal que, aunque no es la clímax correspondiente a la zona donde se
desarrolla, se encuentra en un estado de equilibrio tal que se excluye una posterior evolución, por lo
que alcanza casi las condiciones de una clímax.
Peniclímax: Es el clímax que ha experimentado la influencia antropógena y aparece con algunas
variaciones en cuanto a su composición y a la proporción entre sus distintos elementos.
Colonización: Es el proceso de establecimiento de especies biológicas en un área anteriormente no
ocupada, como el crecimiento de cañaverales en los márgenes de un lago en colmatación o la
instalación de aves marinas en una isla volcánica.
Equilibrio: Es el estado de un medio o ecosistema cuya biocenosis se mantiene sin grandes cambios
durante largo tiempo, debido a que las influencias climáticas, edáficas y bióticas son muy estables y se
limitan unas a otras.
Madurez: Es el estado en que un ecosistema se considera desarrollado. Depende de ciertos factores,
como la diversidad, la estabilidad y la productividad. El ecosistema maduro se encuentra en las etapas
más avanzadas de la sucesión.

La fotosíntesis

La fotosíntesis es un conjunto de reacciones que realizan todas las plantas verdes (que poseen
clorofila), las cianofíceas y algunas bacterias, y a través de las cuales se sintetizan glúcidos o hidratos
de carbono por acción de la luz en presencia de la citada clorofila y otros pigmentos, y con el concurso
del dióxido de carbono atmosférico y el agua. En resumen, la fotosíntesis es la transformación de la
energía luminosa en energía química. Su importancia no es de índole menor, pues prácticamente toda
la energía consumida por la vida de la biosfera terrestre procede de la fotosíntesis.
Básicamente podemos definir la clorofila como la encargada de absorber la luz necesaria para que la
fotosínteis pueda ser llevada a cabo.
La fotosíntesis es posible gracias a una sustancia denominada clorofila. Se trata de un pigmento de
color verde que se encuentra en las plantas y procariotas que realizan la función clorofílica. Esta
sustancia se halla localizada en los cloroplastos de las células eucariotas vegetales. Su actividad
biológica es importantísima, ya que es la que hace posible la función clorofílica.
La clorofila es la encargada de absorber la luz necesaria para que la fotosíntesis pueda ser llevada a
cabo, proceso que culmina con la transformación de la energía luminosa en energía química.
Básicamente podemos definir la clorofila como la encargada de absorber la luz necesaria para que la
fotosíntesis pueda ser llevada a cabo, proceso que culmina, como ya se dijo, con la transformación de
la energía luminosa en energía química.
Existen varios tipos de clorofilas; A, B, C, D, y la bacterioclorofila, cada cual con su correspondiente
franja de longitudes de onda (ancho que ocupan dentro del espectro luminoso), que les confiere
propiedades de absorción diferentes, en base a las también diferentes estructuras moleculares de cada
clorofila.
Los tipos más comunes de clorofilas son la A y B; las demás no tienen tanta importancia funcional. La
de tipo A supone dentro de las plantas verdes alrededor del 75% de todas las clorofilas; capturan la
energía luminosa dentro del espectro rojo y violeta. Por su parte, la clorofila de tipo B es un pigmento
de menor entidad que no absorbe la luz dentro de la longitud de onda más común citado, pero que
tiene la propiedad de transferir la energía recibida a las clorofilas de tipo A, las cuales finalmente sí
convierten esa energía luminosa en energía química.
La fotosíntesis se realiza en dos etapas: reacción luminosa y reacción en la oscuridad. Ambas permiten
que la transformación de la energía sea permanente.
La fotosíntesis se realiza en dos fases o etapas: la reacción lumínica, y la reacción en la oscuridad. La
reacción lumínica actúa en presencia de luz con independencia de la temperatura reinante (siempre
que ésta no sobrepase determinados límites). Por su parte, la reacción en la oscuridad tiene lugar con
independencia de la luz pero no de la temperatura, aunque ésta última debe mantenerse igualmente
dentro de unos límites para que sea efectiva.
Se inicia la fotosíntesis con la absorción de fotones (energía luminosa) a nivel de los pigmentos
activos. Éstos trasladan a las clorofilas la energía que se suma a la absorbida por las mismas. Aquí la
clorofila realiza su labor más importante y esencial en todo el proceso, capturando la energía de las
diferentes longitudes de onda, principalmente del espectro rojo y violeta que corresponden a las
clorofilas de tipo A. Estas reacciones ocurren en los cloroplastos que se encuentran dentro de las
células, y donde están contenidas las citadas clorofilas y otra serie de compuestos, todos ellos parte
activa en la función clorofílica en mayor o menor medida.
La reacción en la oscuridad, por su parte, permite que la energía capturada en presencia de luz, y por
tanto temporal, siga capturándose permanentemente en forma de glucosa.
En resumen, el balance total o efecto neto de la fotosíntesis queda establecido como glucosa, a través
de un gasto energético de luz solar, es decir, el dióxido de carbono más agua proporciona oxígeno y
glucosa.
El ciclo del carbono

En la naturaleza tienen lugar de forma cíclica una serie de reacciones químicas, e intercambios entre la
atmósfera, los suelos y los seres vivos, en los cuales participan compuestos del carbono (ciclo
biogeoquímico del carbono) y el nitrógeno de la materia orgánica (ciclo biogeoquímico del nitrógeno).
Son procesos regulares y básicos para el mantenimiento de la vida sobre la Tierra.
El carbono es parte fundamental y soporte de los organismos vivos, discurriendo en un ciclo de energía
que fluye a través del ecosistema terrestre.

Mediante la fotosíntesis, las plantas absorben el dióxido de carbono existente en el aire o el agua, y lo
acumulan en los tejidos vegetales en forma de grasas, proteínas e hidratos de carbono.
Posteriormente, los animales herbívoros se alimentan de estos vegetales, de los que obtienen energía,
para después, siguiendo las cadenas tróficas, transferir esa energía a los demás niveles (carnívoros
que se alimentan de los herbívoros). Esa energía sigue varios caminos: por un lado es devuelto a la
atmósfera como dióxido de carbono mediante la respiración; por otro lado se deriva hacia el medio
acuático, donde puede quedar como sedimentos orgánicos, o combinarse con las aguas para producir
carbonatos y bicarbonatos (suponen el 71% de los recursos de carbono de la Tierra). En su
acumulación en las zonas húmedas genera turba, resultado de una descomposición incompleta, lo que
da lugar a la formación de depósitos de combustibles fósiles como petróleo, carbón y gas natural.
El ciclo del carbono queda completado gracias a los organismos descomponedores, los cuales llevan a
cabo el proceso de mineralizar y descomponer los restos orgánicos, cadáveres, excrementos, etc.
Además de la actividad que llevan a cabo los reino vegetal y animal en el ciclo del carbono, también
entra dentro de éste el carbono liberado mediante la putrefacción y la combustión.
Los océanos contienen el 71% de los recursos de carbono de la Tierra en forma de carbonatos y
bicarbonatos; un 3% en el fitoplancton y la materia orgánica muerta; otro 3% en los bosques; un 1% se
utiliza en la fotosíntesis, y se encuentra circulando en la atmósfera; el 22% restante permanece fuera
del ciclo en forma de combustibles fósiles y depósitos calizos.
Actualmente, la combustión de los combustibles fósiles a la vez que se destruyen bosques más rápida-
mente que se regeneran, provoca que se incremente el dióxido de carbono emitido a la atmósfera; el
resultado es el conocido efecto invernadero, que podría alterar el clima mundial en las próximas
décadas.
El nitrógeno, al igual que el carbono, es un elemento básico de la vida y está presente en determinadas
reacciones químicas e intercambios entre la atmósfera, suelos y seres vivos, que se realizan en la
naturaleza de forma cíclica (ciclo biogeoquímico del carbono). Intervienen fundamentalmente en este
ciclo los vegetales y las bacterias fijadoras del nitrógeno. En ese proceso, el nitrógeno es incorporado
al suelo, que será absorbido por los organismos vivos antes de regresar de nuevo a la atmósfera.
Los organismos vivos no pueden utilizar directamente el nitrógeno que se encuentra en la atmósfera en
forma gaseosa, y que supone el 71% del total; para ello, debe ser transformado previamente en
nitrógeno orgánico (nitratos o amoniaco). Esto se consigue, fundamentalmente, mediante la fijación
biológica, aunque también las radiaciones cósmicas y la energía que producen los rayos en la
atmósfera intervienen en este proceso en menor medida combinando nitrógeno y oxígeno que una vez
transformado es enviado a la superficie terrestre por las precipitaciones.
En la fijación biológica intervienen bacterias simbióticas que viven en las raíces de las plantas, sobre
todo leguminosas como el guisante, trébol o la alfalfa, pero también determinadas algas, líquenes, etc.
Las bacterias se alimentan de estas plantas, pero a cambio le entregan abundantes compuestos
nitrogenados. Es muy común en agricultura cultivar leguminosas en determinados terrenos pobres en
nitrógeno, o que han quedado agotados por otras cosechas, para permitir rotar los sembrados en el
mismo lugar.
Cuando el nitrógeno ha quedado fijado en las raíces de las plantas, ya puede ser absorbido por éstas e
incorporarlo a los tejidos en forma de proteínas vegetales. Desde aquí, el nitrógeno ya entra en la
cadena alimentaria mediante los animales herbívoros y carnívoros.
Cuando las plantas y animales mueren, mediante la descomposición se produce una transformación
química de los compuestos nitrogenados, convirtiéndose en nitrógeno amoniacal (actividad
denominada amonificación), última etapa de la mineralización del nitrógeno que está contenido en la
materia orgánica del suelo. Los nitratos pueden volver a la atmósfera mediante desnitrificación, o ser
eliminado del suelo por lixiviación. Este amoniaco vuelve a ser en parte recuperado por las plantas,
pero el resto alcanza el medio acuático o simplemente permanece en el suelo, donde será convertido
en nitrógeno nítrico por los microorganismos, en un proceso que se denomina nitrificación y que es
aprovechado de nuevo por las plantas. Los nitratos pueden volver a la atmósfera mediante la
desnitrificación, o ser eliminado del suelo por lixiviación (disolución en el agua) y posterior arrastrado a
los ríos y lagos.

La influencia humana en el ciclo del nitrógeno


Los humanos influyen en el ciclo del nitrógeno y pueden sobrecargarlo. Esto puede ser observado en
los cultivos intensivos (que obligan a añadir fertilizantes nitrogenados para fertilizar las tierras) y la tala
de árboles, que hacen descender el contenido de nitrógeno de los suelos.
El contrapunto a esta carestía de nitrógeno por exceso de cultivo, se encuentra en las tierras que han
sido demasiado fertilizadas; la lixiviación del nitrógeno de estas tierras añaden un extra indeseable a
los ecosistemas acuáticos cuando es arrastrado por las aguas fluviales. Este exceso de nitrógeno se
agrava con la emisión a la atmósfera del dióxido de nitrógeno de las centrales térmicas y los
automóviles; una vez descompuesto en la atmósfera es capaz de reaccionar con otros productos
contaminantes, generando el conocido smog fotoquímico, que puede observarse sobre el cielo de
muchas grandes ciudades con problemas de contaminación ambiental.

El ciclo hidrológico

La hidrosfera: La hidrosfera es la capa discontinua de agua que cubre las tres cuartas partes de la
superficie de la Tierra. El agua en la hidrosfera puede presentarse en sus tres estados: sólida, líquida y
gaseosa, y es en los océanos donde se encuentra la mayor parte (alrededor del 97%); el resto (algo
menos del 3%) se encuentra en los continentes formando ríos, lagos, aguas subterráneas, glaciares, y
una mínima cantidad en forma de vapor de agua en la atmósfera y biosfera.
El proceso: Del total de agua de las precipitaciones, una parte circula por la superficie, otras se
evapora y una tercera se infiltra en la tierra para formas las aguas subterráneas.
El proceso del ciclo hidrológico comienza con la energía que se recibe del Sol. Los continentes y
océanos pierden agua por evaporación, pasando ese vapor de agua a la atmósfera y condensándose
en forma de nubes. La saturación del vapor del agua en las nubes conduce a las precipitaciones, las
cuales se manifiestan en forma de lluvia, nieve o granizo, que alcanzan de nuevo los continentes y por
tanto los ríos y océanos.
Una pequeña parte del agua llega a la atmósfera en forma de vapor de agua.
Del total de agua de las precipitaciones, un parte circula por la superficie, otra se evapora, y una
tercera se infiltra en la tierra para formar el caudal basal, es decir, las aguas subterráneas que
alimentan los caudales de los ríos cuando cesan las precipitaciones.
A la superficie que separa la zona saturada de la zona de aireación se le denomina nivel hidrostático o
nivel freático.
Además de los ríos, también aportan al ciclo los lagos, aguas costeras, e incluso algunas erupciones
volcánicas.
Las aguas que tienen su destino en las corrientes subterráneas procedentes de la lluvia, se infiltran por
gravedad a través de los huecos hasta una profundidad límite, en la cual los poros rocosos están tan
anegados o saturados que el agua no puede penetrar más. En el subsuelo se forman entonces dos
zonas: una profunda (saturada) y otra llamada de aireación o vadosa (no saturada). En la zona de
aireación se producen fenómenos de transpiración, por una lado debido a las raíces de las plantas, y
por otro a causa del ascenso del agua por capilaridad desde la zona saturada hacia la superficie.
Se forma un manantial cuando el nivel freático se aproxima a la superficie a través de un corte en el
terreno.
Nivel freático: A la superficie que separa la zona saturada de la zona de aireación se le denomina nivel
hidrostático o nivel freático. Dependiendo del volumen de precipitación y evacuación del agua, este
nivel puede variar a lo largo del tiempo. Cuando ese nivel freático se aproxima a la superficie horizontal
del terreno, origina zonas encharcadas o pantanosas, convirtiéndose en manantiales si aflora por un
corte en el terreno.
El nivel freático puede permanecer permanentemente a gran profundidad, dependiendo de las
características climatológicas de la región, por ejemplo en los desiertos, en los cuales solamente salen
a la superficie cuando existe un desnivel topográfico formando los oasis.
Cuando las aguas consiguen asomar a la superficie, sea por capilaridad, presión, etc., pueden quedar
bajo los efectos de la energía del Sol, y por tanto seguirán de nuevo el ciclo hidrológico en otro estado
físico.

POLUCIÓN;
Es sinónimo de contaminación. Es un concepto legal y se refiere a lo que hace que un medio
determinado, generalmente fluido, el agua o la atmósfera, se considere ya inapropiado para
determinado uso.
Somos actualmente 6 millones de seres humanos viviendo sobre este planeta. Menos de un 20% de la
población consume el 80% de los recursos naturales. Nuestra forma de vida en la parte rica del mundo
no es sostenible bajo ningún punto de vista. Utilizamos los recursos que deberían ser compartidos
entre todas las personas que viven actualmente y las que vivirán en un futuro.
Nuestra forma de vida influencia nuestro entorno natural así como las condiciones de vida sobre la
tierra. Serramos la rama sobre la cual estamos sentados. La polución del aire, los cambios climáticos,
los modos de alimentación, la acidificación, así como una severa degradación y un agotamiento de los
recursos naturales, son algunas razones de peso para encontrar nuevas vías de actuación para la
tierra. Nuevas sustancias son introducidas de forma abundante en nuestra sociedad, tales como
productos químicos, algunos incluso como las hormonas, en una cantidad sin igual hasta ahora. Nadie
sabe hoy por hoy que pasaría en caso de un accidente nuclear grave o cuando las nuevas plantas o
las nuevas sustancias subsistieran después de sufrir mutaciones. Estas consideraciones parecen ser
una buena razón para empezar a reflexionar sobre otra forma de vivir.

Un desarrollo sostenible
El concepto de desarrollo sostenible ha aparecido en la agenda de la mayoría de los países
industrializados después de la conferencia de la ONU sobre Medio Ambiente y Desarrollo acaecida en
Rio en 1992. En el transcurso de esta conferencia, los países de la tierra firmaron un contrato llamado
Agenda 21. Es el documento resultante de un proceso democrático a nivel local en el cual todos los
seres humanos del planeta unan sus esfuerzos en la consecución de un desarrollo sostenible.
La Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo ha definido el concepto de desarrollo
sostenible insistiendo en que una sociedad soportable debe ser capaz de mantener a la vez los
sistemas ecológicos, económicos y socio-culturales. Este concepto de base tripartita para un desarrollo
sostenible está basado en la igualdad entre naciones, generaciones e individuos. Según la definición
de la WCDE, un desarrollo sostenible significa y afirma el derecho a satisfacer sus necesidades de
base a todos los seres humanos actuales y futuros.
La definición de la WCED es más bien vaga y permite diferentes interpretaciones. La puesta en marcha
de un concepto tal necesita desarrollarse más antes de su definición. En Europa el club Factor 10 se
ha formado sobre la iniciativa del Instituto alemán de Wuppertal. El Factor 10 es aceptado como
concepto de un desarrollo sostenido por diversos países europeos, entre los que se encuentra Suecia.
La idea de base es que los países industrializados deberían disminuir en un factor de 10 en los
siguientes 30 - 50 años su consumo de recursos así como su impacto sobre el entorno natural, todo
ello manteniendo o aumentando sus niveles de vida actuales.
El Instituto de Wuppertal a llevado a cabo un estudio del espacio medioambiental de Europa a petición
de los amigos de "Earth Europe". El espacio medioambiental está definido por los recursos que pueden
ser utilizados por los individuos de un país sin arriesgar los de otros naciones, en el presente y en el
futuro.

La organización "escalón natural".


La organización sueca Escalón Natural (Natural Step) ha desarrollado cuatro principios socio-
ecológicos sobre las formas de conseguir un desarrollo sostenible basado en las leyes de la
termodinámica. Su conclusión ha sido que ni los seres humanos ni la naturaleza, toleran un aumento
sistemático de la concentración de sustancias en la ecosfera.
Las sustancias extraidas de la litosfera no deben acumularse de forma sistemática en la ecosfera.
Las sustancias producidas por nuestra sociedad no deben acumularse de forma sistemática en la
ecosfera. Las condiciones física de producción y de diversidad de la ecosfera no deben ser
deterioradas de forma sistemática.
La utilización de los recursos debe ser eficaz y correcta con respecto a las necesidades humanas.
Estos cuatro principios socio-ecológicos dan un marco de directrices para una sociedad sostenible e
ilustran lo que debe ser garantizado como mínimo, sin lo cual la naturaleza y sus recursos naturales
serán sistemáticamente aniquilados.

CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA: EL AIRE


La Atmósfera
La atmósfera es la envoltura gaseosa que rodea a la Tierra. Comenzó a formarse hace unos 4600
millones de años con el nacimiento de la Tierra. La mayor parte de la atmósfera primitiva se perdería
en el espacio, pero nuevos gases y vapor de agua se fueron liberando de las rocas que forman nuestro
planeta.
La atmósfera de las primeras épocas de la historia de la Tierra estaría formada por vapor de agua,
dióxido de carbono y nitrógeno, junto a muy pequeñas cantidades de hidrógeno (H2) y monóxido de
carbono pero con ausencia de oxígeno. Era una atmósfera ligeramente reductora hasta que la
actividad fotosintética de los seres vivos introdujo oxígeno y ozono (a partir de hace unos 2 500 o 2000
millones de años) y hace unos 1000 millones de años la atmósfera llegó a tener una composición
similar a la actual.
También ahora los seres vivos siguen desempeñando un papel fundamental en el funcionamiento de la
atmósfera. Las plantas y otros organismos fotosintéticos toman CO2 del aire y devuelven O2, mientras
que la respiración de los animales y la quema de bosques o combustibles realiza el efecto contrario:
retira Oxigeno y devuelve dióxido de carbono la atmósfera.
Los gases fundamentales que forman la atmósfera son:

Otros gases de interés presentes en la atmósfera son el vapor de agua, el ozono y diferentes óxidos de
nitrógeno, azufre, etc.
También hay partículas de polvo en suspensión como, por ejemplo, partículas inorgánicas, pequeños
organismos o restos de ellos, etc. Muchas veces estas partículas pueden servir de núcleos de
condensación en la formación de nieblas (smog o neblumo) muy contaminantes.

Los volcanes y la actividad humana son responsables de la emisión a la atmósfera de diferentes gases
y partículas contaminantes que tienen una gran influencia en los cambios climáticos y en el
funcionamiento de los ecosistemas, como veremos.

Los componentes de la atmósfera se encuentran concentrados cerca de la superficie, comprimidos por


la atracción de la gravedad y, conforme aumenta la altura la densidad de la atmósfera disminuye con
gran rapidez. En los 5,5 kilómetros más cercanos a la superficie se encuentra la mitad de la masa total
y antes de los 15 kilómetros de altura está el 95% de toda la materia atmosférica.
La mezcla de gases que llamamos aire mantiene la proporción de sus distintos componentes casi
invariable hasta los 80 km, aunque cada vez más enrarecido (menos denso) conforme vamos
ascendiendo. A partir de los 80 km la composición se hace más variable.
El aproximadamente 0.01% restante esta compuesto por el ozono (0.000006%) y gran variedad de
gases presentes en cantidades muy reducidas, de allí su denominación de gases traza. El vapor de
agua puede llegar a ser el 4% de la atmósfera cerca de la superficie del planeta pero por encima de los
10-15 km solo se encuentra en cantidades muy pequeñas, haciendo parte de ese 0,01 por ciento
restante. A pesar de estar presentes en cantidades tan bajas, estos gases tienen una participación muy
importante en el comportamiento del clima y el desarrollo de los procesos atmosféricos, debido a su
participación en la física y la química que regulan el estado de la atmósfera.
El ozono y el vapor de agua, ambos gases de invernadero, por absorber la radiación infrarroja
terrestre, son particularmente importantes para definir el clima terrestre y mantener las condiciones
ambientales que permiten la vida en la Tierra. Ello es debido, particularmente, por el papel que juegan
sus respectivas distribuciones verticales y su variabilidad geográfica y temporal. En función del
comportamiento de la temperatura atmosférica con la altura, convencionalmente la atmósfera terrestre
ha sido dividida en cinco capas que, a partir de la superficie terrestre, se denominan consecutivamente:
Tropósfera, Estratósfera, Mesósfera, Termósfera y Exósfera.
Estas capas presentan distintas características y comportamientos, a saber:
TROPOSFERA: Es la capa inferior, en contacto con la superficie terrestre y contiene casi el 90% de
toda la masa atmosférica. Su límite superior es la tropopausa, cuya altura varia entre los 18km sobre el
Ecuador y los 8 km sobre las regiones polares. En la tropósfera la temperatura decrece en función de
la altura (aproximadamente -6° C cada 1000 metros de ascenso). En esta región se desarrollan los
procesos de la temperie y buena parte de los climáticos. La mezcla de gases atmosféricos principales
es homogénea, y salvo en zonas contaminadas, prácticamente no se desarrollan procesos químicos ni
fotoquímicos, estos últimos debidos a la acción que tiene la radiación solar sobre ciertos
contaminantes, dando origen a las deposiciones ácidas (precipitaciones, nieblas y escarchas ácidas).
La tropopausa, que puede ser simple o múltiple, es la divisoria entre la tropósfera y la capa siguiente.
ESTRATOSFERA: Es la capa ubicada por encima de la tropopausa. Esta región muestra un
incremento de la temperatura en función de la altura, debido a que contiene a la capa de ozono que
absorbe la energía de alta intensidad (radiación ultravioleta) de la radiación solar. La estratósfera se
extiende hasta aproximadamente 50 km por encima de la superficie terrestre, donde se encuentra la
estratopausa. Allí es posible encontrar temperaturas de hasta 0° C. La estratósfera, que contiene algo
menos del 10% de la masa de la atmósfera, es una región químicamente activa debido a la presencia
de mayores niveles de radiación solar, en particular la mencionada radiación ultravioleta. Desde hace
algunos años se considera que esta región es importante para la regulación del clima y sus variaciones
son consideradas como indicadores tempranos de procesos conducentes al cambio climático.
MESOSFERA: Por encima de la estratósfera se encuentra la mesósfera, donde nueva- mente la
temperatura decrece con la altura, hasta la mesopausa que se ubica a unos 85-90 km por sobre la
superficie. Aquí la actividad química es aún más importante, debido a la mayor intensidad de la
radiación solar, que alcanza a esta capa atmosférica atenuada sólo levemente por la presencia de la
capa siguiente.
TERMOSFERA: En esta capa los gases principales, ya no se mezclan homogéneamente, sino que
forman estratos. Los gases que la conforman, como ocurre con el oxígeno termosférico, se encuentran
en su estado atómico por efecto de la radiación solar no atenuada que incluye rayos X y partículas
energéticas, como protones y electrones. Es por ello que llegan a ionizarse, formando la ionósfera o
capa ionizada que rodea al planeta. En la termósfera la temperatura crece con la altura y puede llegar
a ser superior a los 1.500C a 300 Km de altura, según sea el estado de la corona solar.

EXOSFERA: Finalmente y por encima de los 400 km se ubica la exósfera formada principalmente por
helio e hidrógeno, cuyos átomos pueden alcanzar velocidades suficientemente elevadas como para
escapar del campo gravitatorio terrestre.

La degradación del medio ambiente debida a la actitud adoptada por los humanos hacia la naturaleza
durante el último siglo, en el sentido de que en su actuación tenía licencia para explotar los recursos
naturales con una total indiferencia ante todo lo que no repercutiera en beneficio directo del hombre, ha
dado lugar a uno de los problemas capitales que la Humanidad tiene planteados en la actualidad, la
contaminación.
La explotación intensiva de los recursos naturales y el desarrollo de grandes concentraciones
industriales y urbanas en determinadas zonas, son fenómenos que, por incontrolados, han dado lugar
a la saturación de la capacidad asimiladora y regeneradora de la Naturaleza y pueden llevar a
perturbaciones irreversibles del equilibrio ecológico general, cuyas consecuencias a largo plazo no son
fácilmente previsibles.
La lucha contra la contaminación del aire, de las aguas continentales y marítimas, del suelo, así como
la defensa del paisaje, la restauración y mejora de las zonas de interés natural y artístico, la protección
de la fauna y de la flora, el tratamiento y eliminación de los residuos, la defensa de las zonas verdes y
espacios libres, la reinstalación de industrias fuera de las zonas urbanas, la congestión del tráfico
urbano, la lucha contra el ruido y tantas otras cuestiones, no son sino aspectos parciales e
interrelacionados que han de tenerse en cuenta al abordar acciones o programas de actuación para la
defensa del medio ambiente.
En estas páginas, abordaremos de una forma general el problema de la contaminación ambiental,
aunque sin perder de vista que la Naturaleza actúa como una unidad, que en ella todo es
interdependiente, existiendo relaciones múltiples entre el aire, el agua y el suelo, elementos que
constituyen el hábitat o lugar donde se desarrolla normalmente el ciclo vital y la biosfera, sistema que
engloba a los elementos anteriores y a todos los seres vivos de nuestro planeta.
Se considera el aire como un bien común limitado, indispensable para la vida; por lo tanto, su
utilización debe estar sujeta a normas que eviten el deterioro de su calidad por el uso o abuso indebido
del mismo, de tal modo que se preserve su pureza como garantía del normal desarrollo de los seres
vivos sobre la Tierra y de la conservación del patrimonio natural y artístico de la Humanidad. Todos
tenemos el deber de trabajar para lograr un mundo limpio y habitable, sustento de una mejor calidad de
vida para las generaciones futuras.

Los contaminantes atmosféricos


Se entiende por contaminación atmosférica la presencia en el aire de sustancias y formas de energía
que alteran la calidad del mismo, de modo que implique riesgos, daño o molestia grave para las
personas y bienes de cualquier naturaleza.
Todas las actividades humanas, el metabolismo de la materia humana y los fenómenos naturales que
se producen en la superficie o en el interior de la tierra van acompañados de emisiones de gases,
vapores, polvos y aerosoles. Estos, al difundirse a la atmósfera, se integran en los distintos ciclos
biogeoquímicos que se desarrollan en la Tierra.
De la definición de contaminación atmosférica dada arriba, se desprende que el que una sustancia sea
considerada contaminante o no dependerá de los efectos que produzca sobre sus receptores. Se
consideran contaminantes aquellas sustancias que pueden dar lugar a riesgo o daño, para las
personas o bienes en determinadas circunstancias.
Con frecuencia, los contaminantes naturales ocurren en cantidades mayores que los productos de las
actividades humanas, los llamados contaminantes antropogénicos. Sin embargo, los contaminantes
antropogénicos presentan la amenaza más significativa a largo plazo para la biosfera.
Una primera clasificación de estas sustancias, atendiendo a cómo se forman, es la que distingue entre
contaminantes primarios y contaminantes secundarios.
Contaminantes primarios: Entendemos por contaminantes primarios aquellas sustancias
contaminantes que son vertidas directamente a la atmósfera. Los contaminantes primarios provienen
de muy diversas fuentes dando lugar a la llamada contaminación convencional. Su naturaleza física y
su composición química es muy variada, si bien podemos agruparlos atendiendo a su peculiaridad más
característica tal como su estado físico (caso de partículas y metales), o elemento químico común
(caso de los contaminantes gaseosos).
Entre los contaminantes atmosféricos más frecuentes que causan alteraciones en la atmósfera se
encuentran: aerosoles (los que se incluyen las partículas sedimentables y en suspensión y los humos),
Óxidos de Azufre, Monóxido de Carbono, Óxidos de Nitrógeno, Hidrocarburos, Ozono y Anhídrido
Carbónico
Además de estas sustancias, en la atmósfera se encuentran una serie de contaminantes que se
presentan más raramente, pero que pueden producir efectos negativos sobre determinadas zonas por
ser su emisión a la atmósfera muy localizada. Entre otros, se encuentra como más significativos los
siguientes: otros derivados del azufre, halógenos y derivados, arsénico y sus derivados, componentes
orgánicos, partículas de metales pesados y ligeros, partículas de sustancias minerales y sustancias
radiactivas
Contaminantes secundarios: Los contaminantes atmosféricos secundarios no se vierten directamente a
la atmósfera desde los focos emisores, sino que se producen como consecuencia de las
transformaciones y reacciones químicas y fotoquímicas que sufren los contaminantes primarios en el
seno de la misma.
Las principales alteraciones atmosféricas producidas por los contaminantes secundarios son: la
contaminación fotoquímica, la acidificación del medio y la disminución en la capa de ozono.

La Calidad del Aire (Inmisiones)


La exigencia de un aire limpio y puro proviene, en principio, del público en general ante su creciente
preocupación por los problemas de contaminación atmosférica originados como consecuencia de la
evolución de la tecnología moderna y la previsión de que las cada vez mayores emisiones de
contaminantes a la atmósfera alteren el equilibrio natural existente entre los distintos ecosistemas,
afecten la salud de los humanos y a los bienes materiales o, incluso, provoquen cambios catastróficos
en el clima terrestre.
La atmósfera terrestre es finita y su capacidad de autodepuración, aunque todavía no es muy
conocida, también parece tener sus límites. La emisión a la atmósfera de sustancias contaminantes en
cantidades crecientes como consecuencia de la expansión demográfica mundial y el progreso de la
industria, han provocado ya concentraciones de estas sustancias a nivel del suelo que han ido
acompañadas de aumentos espectaculares de la mortalidad y morbilidad, existiendo pruebas
abundantes de que, en general, las concentraciones elevadas de contaminantes en el aire atentan
contra la salud de los seres humanos.
En la mayoría de los países industrializados se han establecido valores máximos de concentración
admisible, para los contaminantes atmosféricos más característicos. Estos valores se han fijado a partir
de estudios teóricos y prácticos de los efectos que sobre la salud tiene la contaminación al nivel actual
y los que puede alcanzar en el futuro. Los efectos se basan principalmente en el examen de factores
epidemiológicos.
Para la definición de criterios y pautas de salubridad del aire, se pueden utilizar varios procedimientos.
Las técnicas experimentales se basan en el ensayo con animales o en el empleo de muestras de
voluntarios en atmósferas controladas. Son muy útiles para el estudio de los efectos fisiológicos,
bioquímicos y sobre el comportamiento, producidos por supuestos contaminantes. Los estudios
epidemiológicos permiten investigar los efectos producidos por las fluctuaciones de la contaminación
atmosférica sobre la totalidad de la población, o sobre grupos seleccionados y definidos.
Determinar los efectos de la contaminación del aire es sumamente complejo, ya que la asociación
entre un contaminante y una enfermedad o una defunción puede ser más accidental que causal. Las
relaciones existentes entre las enfermedades humanas por la exposición a niveles bajos de
contaminación durante un período largo de tiempo no se conocen en la actualidad con exactitud.
En la evaluación de riesgos asociados a la contaminación y para la fijación de normas de calidad del
aire, lo ideal sería disponer de una serie completa de curvas dosis-respuesta para los distintos
contaminantes atmosféricos, para los diferentes efectos y para los distintos tipos de población
expuesta. De momento no se dispone de esta información, para todos los contaminantes atmosféricos
y aún es más difícil que llegue a reunirse para las combinaciones de sustancias que más
frecuentemente se encuentran en el aire.
Para tratar de evitar las lagunas e imprecisiones con que se conocen las relaciones dosis- respuesta y
dado que, generalmente, está aceptado que ciertas concentraciones de contaminantes atmosféricos
provocan efectos nocivos sobre la salud humana, se suele recurrir a la utilización de un coeficiente de
seguridad cuando se fijan las normas sobre la calidad del aire. La magnitud del coeficiente de
seguridad adoptado depende de muy diversas consideraciones; puede tratarse de consideraciones
políticas en las que se tenga en cuenta, sobre todo, los análisis
«coste-beneficio», o de la significación estadística y de la exactitud de los datos, o del grado de
protección que se quiere dar a la población.
En la mayoría de los países, las normas de calidad del aire tienen como objetivo inmediato el evitar
enfermedades y fallecimientos en aquellos subgrupos de la población más sensibles. Hay que tener en
cuenta que el objetivo a largo plazo ha de ser de protección contra todo posible efecto sobre la salud
del hombre, incluidas las alteraciones genéticas y somáticas.
Generalmente, la calidad del aire se evalúa por medio de los denominados niveles de inmisión, que
vienen definidos como la concentración media de un contaminante presente en el aire durante un
período de tiempo determinado. La unidad en que se expresan normalmente estos niveles son
microgramos de contaminante por metro cúbico de aire, medidos durante un período de tiempo
determinado.

Origen de la contaminación atmosférica (Emisiones)


Los contaminantes presentes en la atmósfera proceden de dos tipos de fuentes emisoras bien
diferenciadas: las naturales y las antropogénicas. En el primer caso la presencia de contaminantes se
debe a causas naturales, mientras que en el segundo tiene su origen en las actividades humanas.
Las emisiones primarias originadas por los focos naturales provienen fundamentalmente de los
volcanes, incendios forestales y descomposición de la materia orgánica en el suelo y en los océanos.
Por su parte, los principales focos antropogénicos de emisiones primarias los podemos clasificar en:
Fijos (Industriales y Domésticos), Focos móviles (automóviles, aviones, barcos) y Focos compuestos
(Áreas urbanas y polos industriales)
Si atendemos a la distribución espacial de la emisión de contaminantes, podemos clasificar los focos
en: puntuales, tales como las chimeneas industriales aisladas; lineales, por ejemplo, las calles de una
ciudad, las carreteras y autopistas; y planos, las aglomeraciones industriales y las áreas urbanas son
los ejemplos más representativos.
En el cuadro siguiente se muestra la proporción entre las emisiones primarias naturales y
antropogénicas para los distintos contaminantes.
Las cifras anteriores muestran la gran importancia que, en cuanto a emisiones globales, tienen las
fuentes naturales de emisión de contaminantes en relación con los antropogénicos, excepto en el caso
de las emisiones de anhídrido sulfuroso en que casi se igualan ambas.
Atendiendo a la distribución espacial de estas emisiones se observa que en las regiones más
industrializadas de Europa y Norteamérica las emisiones antropogénicas de SO2 alcanzan
proporciones muy superiores a las naturales. Así en el Norte de Europa las emisiones antropogénicas
originan alrededor del 90% del azufre que está en circulación en la atmósfera.
Otra circunstancia a tener en cuenta es que los focos de emisión antropogénicos están concentrados,
por lo general, en áreas urbanas e industriales. Este conjunto de circunstancias hace que la
contribución de las emisiones antropogénicas al problema de la contaminación atmosférica a escala
regional sea predominante.

Focos antropogénicos de emisión


Los principales focos de contaminación atmosférica de origen antropogénico son las chimeneas de las
instalaciones de combustión para generación de calor y energía eléctrica, los tubos de escape de los
vehículos automóviles y los procesos industriales.
Contaminantes emitidos por los vehículos automóviles
En las últimas décadas, el automóvil ha aparecido de forma masiva en las ciudades, contribuyendo a
incrementar los problemas de contaminación atmosférica como consecuencia de los gases
contaminantes que se emiten por los tubos de escape. Los principales contaminantes lanzados por los
automóviles son: monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, hidrocarburos no quemados, y
compuestos de plomo.
No todos los vehículos lanzan los distintos tipos de contaminantes en las mismas proporciones; éstas
dependerán del tipo de motor que se utilice. Los vehículos que emplean gasolina como carburante
emiten principalmente monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, hidrocarburos y compuestos de
plomo. La emisión de este último tipo de contaminante se debe a la presencia en algunos tipos de
gasolina de tetraetilo de plomo, aditivo que se añade para aumentar su índice de octano.
Los principales contaminantes emitidos por los vehículos que utilizan motores de ciclo diesel (camiones
y autobuses, por ejemplo) son partículas sólidas en forma de hollín que da lugar a los humos negros,
hidrocarburos no quemados, óxidos de nitrógeno y anhídrido sulfuroso procedente del azufre contenido
en el combustible.

Calefacciones domésticas
Las instalaciones de calefacción domésticas son una de las principales fuentes de contaminación
atmosférica de las grandes ciudades. Este tipo de focos puede contribuir con un 20 a 30% de las
emisiones totales a la atmósfera en áreas urbanas. Los principales contaminantes producidos
dependen del tipo de combustible empleado.
En el caso del carbón los principales contaminantes producidos son: anhídrido sulfuroso, cenizas
volantes, hollines, metales pesados y óxidos de nitrógeno. Cuando el combustible empleado es líquido
(gasóleo o gasoil), los principales contaminantes emitidos son: hidrocarburos volátiles no quemados y
partículas carbonosas.
El gas natural es el combustible más limpio de los actualmente disponibles para calefacción, siendo su
producción de contaminantes despreciable respecto a los otros combustibles. A la introducción masiva
del gas para calefacciones domésticas, sustituyendo al carbón y al gasoil anteriormente utilizados, se
debe en gran parte el éxito del Plan de Descontaminación Atmosférica de la ciudad de Londres (Gran
Bretaña).

Calderas industriales de generación de calor


Entre las distintas fuentes de contaminación atmosférica de origen industrial, la combustión de
combustibles fósiles para la generación de calor y electricidad ocupa un lugar preponderante, tanto por
la cantidad como por los tipos de contaminantes emitidos. Especial atención merecen las centrales
térmicas de producción de electricidad.
Los combustibles utilizados por este tipo de instalaciones son el carbón y el fuel-oil. La producción de
contaminantes depende en gran medida de la calidad del combustible, en especial de las proporciones
de azufre y cenizas contenidas en el mismo y del tipo de proceso de combustión empleado.
Durante el proceso de combustión se libera a la atmósfera el azufre contenido en el combustible en
forma de anhídrido sulfuroso. Junto con otros contaminantes como óxidos de nitrógeno, dióxido de
carbono, metales pesados y una gran variedad de sustancias. Cuando se utiliza como combustible el
carbón, se emiten abundantes partículas finas que pueden ser trasladadas a grandes distancias.

Contaminantes emitidos por la industria


La contaminación de origen industrial se caracteriza por la gran cantidad de contaminantes producidos
en las distintas fases de los procesos industriales y por la variedad de los mismos. Por otra parte, en
los focos de emisión industriales se suelen combinar las emisiones puntuales, fácilmente controlables,
con emisiones difusas de difícil control.
Los tipos de contaminantes producidos por los focos industriales dependen fundamentalmente del tipo
de proceso de producción empleado, de la tecnología utilizada y de las materias primas usadas. Las
actividades industriales que producen contaminantes atmosféricos son muy variadas, pero los
principales focos están en los procesos productivos utilizados en las industrias básicas.
Entre los sectores que dan lugar a la mayor emisión de contaminantes atmosféricos podemos
destacar:
A - La siderurgia integral. Produce todo tipo de contaminantes y en cantidades importantes,
B - Refinerías de petróleo. Producen principalmente, amoniaco, humos y partículas.
C - Industria química. Produce, dependiendo del tipo de proceso empleado, nieblas de ácidos sulfúrico,
nítrico y fosfórico y da lugar a la producción de olores desagradables.
D - Industrias básicas del aluminio y derivados del flúor. Producen emisiones de contaminantes
derivados del flúor.

Correlación entre las Inmisiones y las Emisiones de Contaminantes


Desde los focos de contaminación se produce la mezcla y dilución de los contaminantes en el aire,
dando lugar a una distribución de la concentración de los mismos, variable tanto en el espacio como en
el tiempo.
La cantidad de contaminantes presentes en la atmósfera vendrá determinada por la diferencia entre los
lanzados y producidos en la misma y los que se eliminan a través de los procesos de autodepuración
por deposición, precipitación y absorción por el suelo, el agua y la vegetación. Estos procesos de
autodepuración atmosférica pueden causar acumulaciones excesivas de contaminantes en otros
medios (vegetación, suelos, lagos, etc.), incluso lejos del punto de emisión del contaminante, como
consecuencia del arrastre atmosférico producido por el viento.
En las áreas en que se dé una fuerte concentración de focos emisores de contaminantes pueden
producirse episodios de fuerte contaminación local como consecuencia de la persistencia de
situaciones meteorológicas adversas para la difusión de los contaminantes.
Estos episodios se manifiestan con grandes aumentos de la concentración de contaminantes en un
área más o menos extensa alrededor de focos contaminantes y pueden verse forzados por las
especiales condiciones topográficas de la zona, o por la localización de barreras artificiales (edificios)
que pueden favorecer la acumulación de contaminantes.
En otros casos los contaminantes pueden alcanzar bastante altura e introducirse en las masas de aire
que forman las corrientes generales de vientos sobre la tierra, siendo arrastrados a muchos kilómetros
de las fuentes de emisión.
Influencia de los procesos meteorológicos en la contaminación atmosférica
La concentración de contaminantes a nivel del suelo varía como consecuencia del desequilibrio entre
los índices de producción de contaminantes y los de dilución y desaparición de los mismos. Es decir, la
concentración de contaminantes dependerá de la relación de fuerzas entre las fuentes contaminantes y
las condiciones de autodepuración atmosférica.

La importancia de las condiciones meteorológicas en el grado de contaminación atmosférica se


reconoce observando las variaciones de la calidad del aire en una zona determinada de unos días a
otros, aún cuando las emisiones permanecen prácticamente constantes.

Transporte convectivo horizontal: El viento, al transportar los contaminantes, produce su dispersión


horizontal y determina la zona que va a estar expuesta a los mismos. Por lo general, una mayor
velocidad del viento reducirá las concentraciones de contaminantes al nivel del suelo, ya que se
producirá una mayor dilución y mezcla.
No obstante, pueden producirse circulaciones cerradas de viento, como en el caso de las brisas del
mar y las de valle y montaña, en las que los contaminantes lanzados a la atmósfera se incorporan a la
circulación del viento con lo que se produce una acumulación progresiva de contaminantes, que da
lugar a un aumento de la concentración de los mismos en las zonas barridas por este tipo de vientos.
Efectos similares se producen cuando los vientos fuertes inciden perpendicularmente a las crestas
montañosas, a un valle o sobre los edificios altos; en estas condiciones, los efectos aerodinámicos de
estos obstáculos pueden tener consecuencias negativas para la dispersión de contaminantes,
acumulándolos en determinadas zonas.

Transporte convectivo vertical: El principal factor que determina el grado de difusión vertical de
contaminantes es la variación vertical de temperaturas en la atmósfera. Podemos determinar la
capacidad de difusión vertical de contaminantes comparando la variación vertical de temperaturas de
un estrato de aire atmosférico con el gradiente vertical adiabático del aire, que corresponde a una
variación de -1° C por cada 100 metros de altura. De esta forma se obtienen tres clases diferentes de
estabilidad atmosférica en el estrato, según que la variación de la temperatura con la altura sea mayor,
igual o inferior que la correspondiente al gradiente vertical adiabático.
Si en la capa de aire la temperatura desciende con la altura bastante menos de un grado cada 100
metros, los movimientos verticales del aire están muy limitados por lo que hay poca o nula dispersión
vertical de contaminantes. En estas condiciones se dice que la clase de estabilidad atmosférica es del
tipo estable.
Cuando la temperatura del estrato desciende con la altura más de un grado cada 100 metros de altura,
la estabilidad atmosférica será del tipo inestable y los movimientos verticales del aire están muy
favorecidos difundiéndose los contaminantes verticalmente hasta donde alcance la inestabilidad.
Por último, tenemos el caso de la estratificación indiferente o nula, que se da cuando coinciden la
variación de temperatura del estrato con el gradiente vertical adiabático. En estas condiciones la
dispersión vertical de contaminantes no está limitada.
Cuando la temperatura del aire aumenta con la altura, aparece el fenómeno de la inversión térmica.
Este fenómeno produce una fuerte acción limitadora en la dispersión de contaminantes. La inversión
de la temperatura del aire se puede producir como consecuencia del enfriamiento del suelo, por la gran
irradiación de calor que se produce en las noches despejadas. El aire se va enfriando progresivamente
desde el suelo hacia arriba, produciendo una fuerte estabilidad atmosférica que impide la difusión
vertical de los contaminantes. La inversión térmica se forma durante la noche y suele desaparecer
progresivamente durante la mañana, cuando la radiación solar calienta de nuevo el suelo y éste a las
capas de aire que están en contacto con él.
Existen otros tipos de inversiones que, generalmente, se producen a más altura y que actúan como
una capa que limita la dispersión de contaminantes en sentido vertical, incrementando notablemente
las concentraciones de contaminantes en los estratos de aire que quedan bajo ellos. Estos tipos de
inversiones son las llamadas de subsistencia, que tienden a formarse en las áreas anticiclónicas, y las
inversiones frontales, producidas por la superposición de una masa de aire cálido sobre una de aire
más frío. Este último tipo de inversión suele tener por lo general una permanencia escasa.
Un aspecto interesante de la contaminación atmosférica es el de la micrometereología urbana. Las
grandes ciudades crean al su alrededor un microclima propio, el efecto «isla urbana de calor»,
produciendo un penacho térmico que tiene gran incidencia en la capacidad de difusión de los
contaminantes urbanos. A menudo, da lugar a la circulación de vientos locales que elevan el aire
caliente del centro de la ciudad, creando una corriente compensada de aire frío de la zona rural
circundante que penetra en la zona urbana a niveles bajos.

Las grandes ciudades alteran el clima urbano de muchas formas; por lo general la temperatura es
superior, hay menos viento, menos precipitaciones en forma de nieve, si bien las precipitaciones
totales son ligeramente superiores en la ciudad que en las zonas rurales circundantes. La radiación
solar, y especialmente los rayos ultravioletas, es más reducida en la ciudad como consecuencia del
efecto pantalla producido por la contaminación urbana.

Efectos producidos por la contaminación atmosférica: La contaminación atmosférica afecta a millones


de personas de todo el mundo, especialmente a aquellas que viven en los grandes núcleos urbanos y
en áreas fuertemente industrializadas, con denso tráfico de vehículos. Las emanaciones de polvos y
gases corrosivos deterioran el medio ambiente dando lugar a olores desagradables, pérdida de
visibilidad y daños para la salud humana, para los cultivos y otras formas de vegetación y sobre los
materiales de construcción.
La contaminación atmosférica apareció primero como una molestia grave pero, posteriormente, se ha
convertido en una amenaza para la calidad de la vida, ya que una contaminación excesiva puede
poner en peligro la salud y llegar a convertir algunas zonas en lugares no aptos para ser normalmente
habitados.
Los efectos producidos por la contaminación atmosférica dependen principalmente de la concentración
de contaminantes, del tipo de contaminantes presentes, de tiempo de exposición y de las fluctuaciones
temporales en las concentraciones de contaminantes, así como de la sensibilidad de los receptores y
los sinergismos entre contaminantes. Hay que tener muy en cuenta la graduación del efecto a medida
que aumentan la concentración y el tiempo de exposición.

Efectos sobre la salud humana: Las relaciones existentes entre las enfermedades humanas y la
exposición a la contaminación no son sencillas ni se conocen con exactitud. No obstante, existen
pruebas abundantes de que en general, las concentraciones elevadas de contaminantes en el aire son
peligrosas para los seres humanos (y animales).
Los efectos que producen sobre la salud se ponen claramente de manifiesto, como se ha observado en
Londres, Nueva York y Osaka entre otras ciudades, por el aumento de la mortalidad, sobre todo en las
personas de edad avanzada o en los individuos más sensibles por cualquier razón. Más difíciles de
discernir son los efectos que, a largo plazo, pueden producir las exposiciones episódicas a elevadas
concentraciones medias y bajas de contaminantes.
Se ha comprobado la relación existente entre la contaminación atmosférica, producida por partículas
en suspensión y anhídrido sulfuroso, y la aparición de bronquitis crónica caracterizada por la
producción de flemas, la exacerbación de catarros y dificultades respiratorias tanto en los hombres
como en las mujeres adultas. Se ha observado igualmente, que cuando las concentraciones tanto de
SO2 como de partículas en suspensión superan los 500 microgramos / metro cúbico de aire, como
promedio de 24 horas, se produce un aumento de la mortalidad en la población en general, siendo los
grupos más sensibles los individuos con procesos cardíacos o pulmonares. Con promedios diarios de
250 microgramos / metro cúbico de SO2 y de humos se ha registrado el empeoramiento en los
enfermos con afecciones pulmonares.
Es de destacar que las concentraciones de partículas en suspensión y de SO2 que pueden provocar la
aparición de efectos sobre la salud, pueden variar de un lugar a otro según cuáles sean las
características físicas y químicas de las partículas, y en función de la presencia en el aire de otros
contaminantes que puedan producir efectos sinérgicos con aquellos.
La presencia en el aire de elevadas concentraciones de monóxido de carbono (CO) representa una
amenaza para la salud. El CO inhalado se combina con la hemoglobina de la sangre, dando lugar a la
formación de carbooxihemoglobina, lo que reduce la capacidad de la sangre para el transporte de
oxígeno desde los pulmones hasta los tejidos.
Se ha comprobado que una saturación de carbooxihemoglobina por encima del 10% puede provocar
efectos sobre la función psicomotora que se manifiesta con síntomas de cansancio, cefaleas y
alteraciones de la coordinación. Por encima del 5% de saturación se producen cambios funcionales
cardíacos y pulmonares y se aumenta el umbral visual. No se han encontrado pruebas que indique
efectos significativos con una concentración de carbooxihemoglobina inferior al 2%.
Los óxidos de nitrógeno, son contaminantes igualmente peligrosos para la salud. La mayor parte de los
estudios relativos a los efectos de los óxidos de nitrógeno se han ocupado, sobre todo, del NO2 ya que
es el más tóxico. Los efectos producidos por el NO2 sobre los animales y los seres humanos afectan,
casi por entero, al tracto respiratorio. Se ha observado que una concentración media de 190
microgramos de NO2 por metro cúbico de aire, superada el 40% de los días, aumenta la frecuencia de
infecciones de las vías respiratorias en la población expuesta.
Otros tipos de contaminantes que afectan a la salud humana son los oxidantes fotoquímicos. Se han
realizado estudios epidemiológicos en la ciudad de Los Ángeles y no se descubrió ningún aumento de
mortalidad como consecuencia de episodios de contaminación fotoquímica, cuando las
concentraciones de oxidantes variaban entre 0.5 y 0.9 partes por millón. No obstante, se ha observado
que los oxidantes fotoquímicos tienen efectos nocivos sobre la salud, produciendo irritación de los ojos
y mucosas. Los oxidantes fotoquímicos afectan especialmente a las personas con afecciones
asmáticas y broncopulmonares, en los que se han observado crisis asmáticas y disminución de la
función pulmonar cuando las concentraciones atmosféricas de oxidantes eran superiores a 500
microgramos por metro cúbico de aire.
Los metales tóxicos presentes en el aire representan una amenaza para la salud humana cuando se
inhalan en cantidades suficientes, debido a la tendencia que presenta el organismo a su acumulación.
Por su importancia, destacaremos los efectos producidos por el plomo sobre la salud humana.
Los compuestos inorgánicos del plomo atmosférico son absorbidos por los humanos, principalmente a
través del sistema respiratorio, alcanzando el torrente sanguíneo aproximadamente el 35% del plomo
inhalado por los pulmones. Una vez incorporado el plomo a la corriente sanguínea, una parte se
almacena en los huesos y otra se expulsa por la orina, en una continua fase de renovación en el
organismo. A partir de ciertas cantidades puede producir efectos adversos en el comportamiento,
afectan la inteligencia de los niños y ser causa de anormalidades en los fetos de madres gestantes.
Los adultos, por lo general, son menos sensibles que los niños a los efectos del plomo, pero una
acumulación excesiva en el organismo puede producir serios e irreversibles daños en su sistema
nervioso.
Otras sustancias tóxicas presentes en el aire tales como el cadmio, amianto, el cloruro de vinilo, el
benzoapireno, varios compuestos orgánicos halogenados y el benzeno, pueden provocar
modificaciones genéticas y malformaciones en los fetos, siendo algunos de ellos cancerígenos

Efectos sobre las plantas: Las plantas muestran una especial sensibilidad a la mayor parte de los
contaminantes del aire, y sufren daños significativos a concentraciones mucho más bajas que las
necesarias para causar efectos perjudiciales sobre la salud humana y animal.
Es muy difícil establecer valores límites de la contaminación atmosférica a partir de los cuales los
efectos negativos se empiezan a manifestar, ya que estos dependen de la constitución de la planta y
de la especie de que se trate, es decir, hay una especificidad de respuestas.
Por otra parte, los efectos producidos por la contaminación atmosférica se pueden manifestar por la
alteración de diversos mecanismos vitales de las plantas. Así, las funciones metabólicas y los tejidos
vegetales se pueden ver afectados como consecuencia de la acción de gases como el anhídrido
sulfuroso, el monóxido de carbono y los compuestos de flúor. Los daños causados se manifiestan en
forma de necrosis foliar en áreas localizadas que presentan un color marrón-rojizo- blanco, de clorosis,
adquiriendo el tejido una coloración verde pálida o amarilla, o por la aparición de manchas puntuales
necróticas. Si la acción del contaminante es muy fuerte puede llegar a paralizar el crecimiento de la
planta.
Entre los distintos contaminantes que se presentan generalmente en el aire ambiente, el SO2 es el que
tiene mayor importancia debido a la gran toxicidad que tiene para la vegetación.
Los daños producidos por el SO2 a las plantas obedecen a la exposición a altas concentraciones
durante períodos cortos; o por la exposición a concentraciones relativamente bajas durante largos
períodos.
Los daños agudos se producen como consecuencia de exposiciones cortas a concentraciones
elevadas. Exposiciones medias diarias de 130 microgramos de SO2 por metro cúbico de aire durante
el período de crecimiento, pueden causar daños en las coníferas más sensibles. Estos daños se
caracterizan por la aparición de necrosis apicales de color rojo o anaranjado.
La exposición a menores concentraciones durante tipos de exposición más largos ocasiones lesiones
crónicas. Exposiciones medias anuales de anhídrido sulfuroso de 50 microgramos por metro cúbico de
aire pueden causar daños a especies forestales sensibles. Estas se manifiestan por un gradual
amarilleamiento de la hoja que se va extendiendo desde la zona apical a la base de la misma, causada
por dificultades en el mecanismo sintetizador de la clorofila. En las plantas dañadas se encuentran
grandes cantidades de sulfato en las hojas con síntomas crónicos.
Las brumas de ácido sulfúrico, causadas por la presencia en el aire de los óxidos de azufre, producen
daños en las hojas, caracterizados por la aparición de manchas producidas por las gotas de ácido
depositadas sobre las hojas humedecidas por el rocío o la niebla. Concentraciones relativamente bajas
de SO2 pueden causar daños importantes en la vegetación sensible, como consecuencia de la acción
sinérgica de este contaminante con el ozono y los óxidos de nitrógeno, aunque estos se presenten en
bajas concentraciones en el aire.
El flúor y sus derivados son contaminantes del aire que se caracterizan por ser tóxicos en general para
las plantas a muy pequeñas concentraciones. La sensibilidad de las plantas a la acción del flúor varía,
como en el caso del SO2, según las especies y las condiciones del medio, siendo especialmente
sensibles a este contaminante las viñas y las plantaciones frutales, especialmente las de frutos con
hueso (como el melocotón o durazno). En el medio forestal, las resinosas son las especies más
sensibles al flúor, ya que al tener hojas perennes y tener el flúor un efecto acumulativo sobre los
tejidos, se va almacenando hasta sobrepasar los umbrales de toxicidad, lo que da lugar a la aparición
de necrosis que pueden llegar a producir la muerte de grandes masas forestales.
Un aspecto importante del efecto acumulativo del flúor es su transmisión a través de las cadenas
alimentarias. El mecanismo es el siguiente: el flúor presente en el aire se acumula en los pastos y de
éstos pasa a los animales, siendo los bovinos los más afectados. La acumulación del flúor en los
tejidos puede causar la aparición de la fluorosis, enfermedad que se presenta sobre todo en el ganado
vacuno. Observaciones realizadas muestran que la ingestión de pastos puede ser tolerada sin efectos
negativos, cuando su concentración en flúor no supera los 40 ppm como media durante todo el año.
Se ha observado la aparición de lesiones visibles sobre las hojas después de una exposición durante
un día a concentraciones de flúor en el aire de 3 a 10 microgramos por metro cúbico. Para
concentraciones entre 0.5 y 3 microgramos / metro cúbico los efectos se manifiestan cuando
transcurren períodos de exposición superiores a un mes.
Entre los óxidos de nitrógeno solo el NO2 es tóxico para las plantas, a pequeñas concentraciones y
largo tiempo de exposición. Los daños se manifiestan por la aparición de necrosis y clorosis de color
negro o marrón rojizo en las hojas. Los sinergismos de NO2 y SO2 provocan a bajas concentraciones
alteraciones en la vegetación. Este hecho se ha observado en las zonas urbanas. La contaminación
atmosférica fotoquímica produce daños en la vegetación a concentraciones que ya se están
alcanzando en algunas ciudades. El ozono y el PAN son los principales causantes de estos daños. Las
lesiones producidas por el ozono se manifiestan como manchas blancas o punteados claros sobre el
haz de las hojas. Los daños producidos por los PAN se presentan como graves lesiones foliares
caracterizadas por una tintura plateada o vidriosa en el envés de la hoja, así como por un ataque
general en las hojas jóvenes.
La radiación gamma produce numerosos efectos biológicos sobre las plantas, incluyendo daños a los
ácidos nucléicos, citocromos, mitocondria y membranas celulares. Una irradiación crónica en una
amplia zona produce una disminución gradual de la diversidad de plantas. Poco a poco los bosques
van muriendo, empezando por los árboles más sensibles como los pinos.

Efectos sobre los materiales: Cada vez se está prestando más atención, tanto por sus repercusiones
económicas como por los daños irreparables que causa sobre los objetos y los monumentos de alto
valor histórico-artístico, a los efectos que la contaminación atmosférica produce sobre los materiales.
La acción de los contaminantes atmosféricos sobre los materiales puede manifestarse por la
sedimentación de partículas sobre la superficie de los mismos, afeando su aspecto externo, o por
ataque químico al reaccionar el contaminante con el material. Los SOx causan daños a muchos tipos
de materiales, bien directa o indirectamente. Un alto contenido de SOx en el aire produce la
aceleración de la corrosión de los metales tales como el acero al carbono, zinc, acero galvanizado,
compuestos del cobre, niquel y aluminio. Esta aceleración se ve favorecida por la presencia de
partículas depositadas por la humedad y por la temperatura.
En general, puede señalarse que la corrosividad de una atmósfera depende de condiciones
meteorológicas y factores de contaminación. Se han observado correlaciones entre tasas de corrosión
en metales y concentraciones de SO2 en la atmósfera, dándose las tasas altas de corrosión más altas
en zonas industrializadas. Las nieblas de ácido sulfúrico procedentes de la conversión catalítica del
SO2 a SO3 en la atmósfera, atacan a los materiales de construcción como el mármol, la caliza y la
argamasa, convirtiendo los carbonatos en sulfatos solubles en el agua de lluvia. Esto unido a que el
volumen específico de los sulfatos es mayor que el de los carbonatos, hace que en la piedra aparezcan
escamas y se debilite mecánicamente.
Los compuestos de azufre pueden producir daños en pinturas plásticas, papel, fibras textiles y sobre
los contactos eléctricos de los sistemas electrónicos, dando lugar a deficiencias en su funcionamiento.
La acción de los oxidantes fotoquímicos se produce sobre todo en los cauchos y elastomeros en los
que causan un rápido envejecimiento y agrietamiento. Los óxidos de nitrógeno decoloran y estropean
las fibras textiles y los nitratos producen la corrosión de las aleaciones de cuproniquel.

Efectos sobre visibilidad: La presencia de contaminantes en la atmósfera produce la absorción y


dispersión de la luz solar, acompañados de una notable reducción de la visibilidad. Los aerosoles de
tamaños comprendidos entre 1.4 y 0.8 micras son los que tienen una mayor influencia en la dispersión
de la luz solar, debido a la proximidad de su tamaño a la longitud de onda de la luz visible.
Se ha observado una estrecha relación entre la disminución de la visibilidad y la presencia de sulfatos
en la atmósfera. Una experiencia realizada en Suecia, ha demostrado que los períodos de mínima
visibilidad se corresponden con concentraciones máximas de sulfatos y nitratos presentes en la
atmósfera.
Los gases presentes normalmente en la atmósfera no absorben la luz visible. El NO2 en
concentraciones altas puede tener un efecto significativo ya que absorbe la franja azul-verde del
espectro visible de la radiación solar. Consecuencia de esta absorción es el que la atmósfera de las
grandes ciudades adquiera una coloración amarilla-parduzca-rojiza cuando se presentan
concentraciones de NO2 elevadas.

Efectos Globales: Cada vez está más admitida la necesidad de realizar estudios sobre los posibles
efectos que a largo plazo puede producir la contaminación atmosférica sobre los distintos ecosistemas,
sobre el clima y sobre la estratosfera. Tanto las modificaciones de las características de los suelos,
debidas al lavado de los elementos del mismo por las lluvias ácidas, como los cambios producidos en
las grandes masas de agua por el aumento de la concentración de metales tóxicos, pueden tener
consecuencias ecológicas irreversibles.
El aumento de las concentraciones de dióxido de carbono y de otros contaminantes en la atmósfera
puede dar lugar a una elevación general de la temperatura del globo, por «efecto invernadero», que
modificaría el régimen de lluvias, lo que produciría alteraciones sobre las tierras cultivables y la
extensión de los desiertos. Por otra parte, los sulfatos y las partículas finas que disminuyen la
visibilidad pueden igualmente reducir la intensidad de la radiación solar. Los hidrocarburos
halogenados y los óxidos de nitrógeno emitidos por los aviones supersónicos pueden provocar una
disminución de ozono en la estratosfera con el consiguiente aumento de la radiación ultravioleta que
llegaría a la Tierra
.
Efectos sobre los ecosistemas (lluvias ácidas): Los primeros efectos producidos por las precipitaciones
ácidas se detectaron en cientos de lagos de Escandinavia, alrededor de los años
En la actualidad, más de 18,000 lagos están acidificados, en Suecia alrededor de 6,000 de ellos
muestran graves daños sobre la biología acuática, y unos 2,000 de los situados en la zona meridional y
central han perdido sus poblaciones piscícolas.
La acidificación de las aguas interiores tiene efectos muy graves sobre los ecosistemas acuáticos. Se
ha demostrado que todos los tipos de organismos integrantes de los ecosistemas de agua dulce son
sensibles a la acidificación, produciéndose cambios en todos los niveles tróficos. La acidificación de los
lagos y de las masas de agua se está extendiendo progresivamente cada vez a mayor número de
países, afectando día a día a más extensas áreas.

Las zonas más propensas a la acidificación del agua tienen suelos ácidos de poca profundidad,
superpuestos a rocas graníticas o son suelos arenosos muy erosionados. El aumento de la acidez del
agua de los lagos y ríos provoca un fuerte aumento del contenido de iones aluminio disueltos en el
agua. El ión aluminio es muy tóxico para la mayor parte de los organismos y se cree que la causa
última de la muerte de las poblaciones de peces en los lagos acidificados se debe al envenenamiento
por aluminio. Otros metales tales como el cadmio, zinc y plomo tienen igualmente una mayor facilidad
para disolverse, por lo que son más accesibles para los animales y plantas acuáticas.
Los suelos presentan, por lo general, una mayor resistencia a la acidificación que el agua. No obstante,
el grado de sensibilidad puede variar muy ampliamente de unas zonas a otras dependiendo,
principalmente, del espesor de la capa de humus, de la consistencia del sustrato, así del tipo de rocas
y suelo. Uno de los efectos más importantes de la acidificación de los suelos es, probablemente, el
incremento de la movilidad con las consiguientes pérdidas por lixiviación de ciertos cationes metálicos
de carácter básico tales como el calcio, magnesio, potasio y aluminio.
En Europa Central, las altas deposiciones de compuestos de azufre y nitrógeno han producido graves
daños sobre amplias áreas de suelo y bosques. El daño a los bosques probablemente ha sido causado
por la acción combinada de ácidos y metales en el suelo y por las altas concentraciones de SO2
presentes en el aire de estas zonas. La combinación de un bajo pH en el agua del suelo unido a la
presencia de metales, principalmente aluminio, produce daños en las raíces de los árboles, a través de
las cuales absorben gran cantidad de nutrientes. Este hecho produce una pérdida de vitalidad
haciéndolos especialmente sensibles a las plagas.
Efectos sobre el clima (efecto invernadero)
Durante los últimos años se ha venido poniendo de manifiesto una preocupación creciente por los
posibles efectos que sobre el clima pudiera causar el aumento progresivo de contaminantes en la
atmósfera como consecuencia de las actividades humanas.
Observaciones realizadas en Suecia, Australia, Alaska y Hawai muestran que la concentración de
CO2, que oscilaba entre 265 y 290 ppm antes de los años cincuenta, llegó a ser de 330 ppm en 1976,
aumentando a un ritmo de alrededor de 1 ppm en el curso de los últimos años.
Se cree que el incremento de CO2 en la atmósfera es debido a las alteraciones que las actividades
humanas producen en el ciclo biogeoquímico del carbono ya que, por una parte, en la combustión de
combustible fósiles y en los incendios forestales se producen grandes cantidades de CO2, y por otra
parte, estos mismos incendios y la tala progresiva de bosques, que produce una disminución de las
masas forestales mundiales, la degradación del suelo y la creciente desertificación, producen una
disminución de la tasa de la absorción total del CO2 presente en la atmósfera por la vegetación.
El incremento de la concentración del CO2 en la atmósfera puede alterar la temperatura de la Tierra
debido a que el CO2 es transparente a la radiación solar recibida del sol, dejándola pasar libremente,
pero absorbe la radiación infrarroja emitida desde la tierra. El efecto total es que cuanto mayor sea la
concentración de CO2 en la atmósfera, mayor es la cantidad de energía recibida por la Tierra desde el
Sol que queda atrapada en la atmósfera en forma de calor. Este fenómeno que se conoce con el
nombre de «efecto invernadero» produciría un recalentamiento de la atmósfera.
Se ha estima que, de duplicarse la concentración actual de CO2 en la atmósfera, podría aumentar en
dos o tres grados centígrados la temperatura de la misma. En las zonas lluviosas se incrementarán las
precipitaciones y las zonas áridas serán aún más áridas, mientras que los hielos polares comenzarán a
derretirse.
Los sulfatos y las partículas finas presentes en la atmósfera pueden tener igualmente efectos sobre el
clima. Las partículas finas tienen una doble acción sobre la radiación solar: por una parte, difunden la
luz incidente y, por otra, absorben una parte de esta radiación, lo que produce un calentamiento de las
partículas y la emisión de radiación infrarroja. Los efectos atmosféricos que producen dependerán de la
altitud a que las partículas se encuentren.
Las de baja altura disminuyen el flujo solar sobre el suelo, pero contribuyen a aumentar el efecto
invernadero. A más alta temperatura, el efecto de barrera solar es preponderante, produciendo un
enfriamiento de la baja atmósfera y un calentamiento en la estratosfera. Las partículas pueden causar
también efectos sobre el clima de forma indirecta al actuar como núcleos de condensación del vapor
de agua y jugar éste un importante papel en los cambios de calor atmosférico.

Otro tipo de contaminantes vertidos a la atmósfera que pueden afectar el clima son los
clorofuorcarbonos, debido a su acción sobre la capa de ozono y a que, como ya se ha indicado
anteriormente, el ozono es el principal absorbente de la radiación solar ultravioleta en la estratosfera,
regulando la temperatura de la misma.

Efectos sobre la estratosfera: La presencia en la estratosfera de determinados compuestos,


especialmente los clorofluorocarbonos, puede provocar una disminución de la concentración de ozono
en la estratosfera. La capa estratosférica de ozono protege la superficie de la tierra de una exposición
excesiva a los rayos solares ultravioletas actuando como filtro. Una disminución sensible de esta capa
protectora tendría efectos perjudiciales para la salud humana y para la biosfera.
Este incremento de la radiación produciría un aumento apreciable de casos de cáncer de piel en los
seres humanos y efectos negativos sobre los organismos, al ser ciertos tipos de plancton vegetal,
animales invertebrados y algunos vertebrados en determinadas etapas de su ciclo vital, especialmente
sensibles a la radiación ultravioleta.

La lucha contra la contaminación atmosférica: Durante algún tiempo se consideró que el despilfarro de
los recursos naturales y la degradación del medio ambiente era un mal menor que tenía que ser
soportado por las colectividades en pro del progreso económico de los pueblos. Este punto de vista
está cambiando rápidamente en la actualidad ante la evidencia, cada vez más clara, de que la
conservación del medio ambiente es una cuestión de supervivencia para los humanos.
Entre los distintos tipos de contaminación, la atmosférica puede considerarse como la de más reciente
aparición. Para algunos países surge como problema grave durante los años cincuenta, mientras que
para la mayoría no aparece como tal hasta el final de los años sesenta. El punto de partida de la toma
de conciencia de la gravedad de la contaminación atmosférica se puede situar en Londres en el
invierno de 1952, cuando una fuerte contaminación por humos, que persistió durante cinco días,
contribuyó a la muerte de varios miles de personas. Este episodio actuó como detonador para la
opinión pública mundial y contribuyó a la puesta en marcha de una serie de acciones tendentes a
reducir este tipo de contaminación.
En 1956 se publicó en el Reino Unido la Ley de Aire Limpio, que tenía como objetivo el disminuir la
emisión de humos, fomentando el uso de combustibles limpios. La primera ley sobre contaminación
atmosférica no aparece en Estados Unidos hasta 1963 con la Ley de Aire Limpio. En Francia se
aborda el problema de la contaminación atmosférica, de una forma general, en el año 1961, y en la
mayoría de los países la legislación sobre la contaminación atmosférica es más reciente.

Principios generales y objetivos: Los primeros programas de lucha contra la contaminación atmosférica
son nacionales y surgen, inicialmente, para proteger la salud y bienestar de las pobla- ciones
expuestas a niveles de contaminación superiores a los valores considerados aceptables y causados,
bien por un foco puntual emisor de contaminantes peligrosos, o por la estructura demo- gráfica e
industrial de una determinada zona que provoca una contaminación general o episódica. La mayoría
de los países industriales han desarrollado reglamentaciones de lucha contra la contaminación
atmosférica, adoptando estrategias en función de sus peculiares características tradicionales,
culturales y ambientales. No obstante, se reconocen una serie de principios generales que deben
tenerse presentes para una eficaz lucha contra la contaminación atmosférica, entre los que podemos
destacar:
- Las decisiones deben basarse en datos correctos obtenidos del conocimiento científico y técnico, de
los procesos ecológicos y de la tecnología para el control de las fuentes de emisión.
- Los métodos a aplicar han de ser flexibles, de forma que puedan adaptarse al cambiante desarrollo
del conocimiento del problema y de las técnicas para resolverlo.
- Han de tenerse en cuenta las circunstancias tanto económicas como ambientales, sien- do necesario
disponer de un buen sistema de análisis económico y de prioridades económicas.
- La coordinación y una eficaz estructura legislativa y administrativa son necesarias para convertir las
prioridades y decisiones en acción.
Aparte de estos principios de carácter general, es imprescindible para llevar a cabo un programa de
lucha contra la contaminación atmosférica una fuerte concienciación del público a través de una
información lo más amplia posible y una decidida voluntad política, ya que la promulgación de leyes
contra la contaminación atmosférica es una decisión de carácter político en cualquier país.

Estrategias de lucha: La contaminación atmosférica suele ser el resultado de la aplicación de una


tecnología defectuosa o mal empleada, así como de la ausencia de criterios ambientales al realizar las
planificaciones económicas nacionales. Basándonos en estas hipótesis de partida, se plantean a
continuación los pasos a seguir para reducir la contaminación atmosférica.
El primer paso es fijar el objetivo principal que se quiere alcanzar, de forma que se optimicen los
beneficios globales netos de la reducción de la contaminación, ya que existen muchos tipos de
receptores. Para poder fijar el objetivo principal es necesario:
A - Disponer de un inventario completo de las fuentes de contaminación;
- Conocer las tecnologías de descontaminación aplicables, así como las relaciones coste-eficacia de su
aplicación;
- Disponer de modelos atmosféricos que permitan conocer las relaciones entre las emisiones en los
distintos focos y la calidad del aire de los receptores; y
- Conocer los efectos que sobre la salud, los ecosistemas y los bienes materiales producen las
distintas concentraciones de contaminantes, cuantificándolos de alguna forma.
Con la información disponible y a través de las técnicas que relacionan los costos y beneficios se
analizan las distintas opciones, eligiendo la más interesante como objetivo social. Una vez fijado el
objetivo y planteadas las prioridades de actuación, es necesario formular la estrategia a seguir para su
consecución.
Se han planteado dos enfoques distintos a la hora de formular estrategias para combatir la
contaminación atmosférica:
- La gestión de los recursos atmosféricos, que se basa en la fijación de unas normas de calidad del aire
que no deben sobrepasarse. Este tipo de estrategia tiene su origen en Alemania, Estados Unidos y
otros países.
- La aplicación de los mejores medios practicables, basada en el control de las emisiones mediante el
empleo de la mejor tecnología disponible, económicamente aplicable para la reducción de la
contaminación. Este tipo de estrategia se ha seguido principalmente en el Reino Unido. Hoy día se
sabe que la mejor estrategia para combatir la contaminación atmosférica ha de basarse en una
combinación de estos dos enfoques, ya que la aplicación de los mejores medios practicables no
garantiza una calidad del aire admisible, que dependerá de la densidad de las fuentes de emisión, de
las condiciones meteorológicas y de la topografía, y, por otra parte, la exigencia únicamente de normas
de calidad del aire puede ser discriminadora para las distintas actividades que se van instalando en
una zona. La estrategia óptima que combina las dos anteriores se ha de basar en el control de las
emisiones de las fuentes fijas, exigiendo los mejores medios practicables y en la adopción de criterios
de gestión de recursos atmosféricos para controlar la contaminación en los núcleos urbanos y áreas
industriales.
Por otra parte, la estrategia debe fijar unas metas a conseguir en unos plazos (corto, medio y largo),
especificar de forma clara y concisa el conjunto de acciones necesarias para conseguir esas metas en
los plazos deseados, formular un plan de ejecución e introducir un sistema de control y vigilancia.

Acciones para combatir la contaminación atmosférica: Para combatir la contaminación atmosférica es


necesario emprender una serie de acciones a las que podemos clasificar como acciones curativas y
acciones preventivas

Acciones curativas: Las acciones curativas se aplican en aquellas zonas en donde se superan
regularmente los niveles admisibles de la calidad del aire.
Consisten, por lo general, en la adopción de medidas correctoras de la contaminación atmosférica, en
aquellos focos en funcionamiento que se considere contribuyen en mayor medida a generar este tipo
de contaminación. Estas medidas actúan disminuyendo la emisión de contaminantes al mejorar los
sistemas de depuración o mejorando las condiciones de dispersión de contaminantes. Entre los
distintos tipos de medidas que podemos adoptar para reducir la emisión de contaminantes podemos
destacar las que actúan sobre los gases y humos, las que lo hacen sobre el propio proceso
tecnológico, o aquellas que inciden sobre los combustibles y materias primas utilizadas.
Es de destacar que la adopción de medidas correctoras es un sistema eficaz para solucionar un
problema de contaminación atmosférica local, pero no es correcto desde un punto de vista ambiental
más amplio, por las siguientes razones:
- Se transfiere el problema de la contaminación atmosférica a otro medio, como consecuencia de que
los contaminantes captados hay que depositarlos en algún lugar. Es decir, descontaminamos la
atmósfera y contaminamos el agua y el suelo.
- El funcionamiento de los equipos de depuración consume materias primas y energía cuya generación
produce contaminación atmosférica en otras zonas, pudiendo darse la paradoja de que sean mayores
los contaminantes producidos que los eliminados.
Con el fin de evitar inconvenientes se considera que para proteger el medio ambiente hay que recurrir
a la aplicación de técnicas poco contaminantes y sin desechos. Estas técnicas tratan de atacar el
problema de la contaminación en el origen, desarrollando procesos técnicamente más eficaces en el
aprovechamiento de las materias primas y los recursos energéticos consumidos. Las formas de
prevenir en el origen la contaminación son: la reformulación del producto, la modificación del proceso y
el reciclado o recuperación de los subproductos obtenidos.
Hay que destacar que este tipo de tecnología no está en la actualidad totalmente desarrollado, y que
su aplicación en el caso de instalaciones en funcionamiento no suele ser siempre ni técnica ni
económicamente viable. No obstante, no hay que perder de vista que ésta es la tendencia moderna de
las técnicas de defensa del medio ambiente. Puesto que el uso de combustibles suele ser la principal
fuente de contaminación atmosférica, una medida muy eficaz para combatir la contaminación
atmosférica es la reglamentación de las características, calidades y condiciones de uso de los distintos
combustibles sólidos y líquidos.
Otra de las acciones posibles para reducir la contaminación local es mejorar las condiciones de
dispersión de los contaminantes utilizando la capacidad de autodepuración de la atmósfera mediante la
elevación de la altura de las chimeneas de las fuentes estacionarias, o modificando las condiciones de
emisión de los gases, tales como la velocidad y temperatura de salida de los mismos. Sobre esta forma
de deshacernos de grandes cantidades de contaminantes se ha discutido mucho en los últimos años,
ya que los contaminantes vertidos a gran altura pueden quedar atrapados en zonas relativamente
estables de la atmósfera y ser transportados a grandes distancias causando fenómenos tales como las
lluvias ácidas.

Acciones preventivas: Las acciones preventivas son aquellas dirigidas a evitar que aparezcan los
problemas de contaminación atmosférica. Entre las distintas acciones posibles podemos destacar la
planificación urbana, los estudios previos de evaluación de impacto ambiental y el ahorro energético.
A - La planificación urbana: Muchos de los problemas de contaminación atmosférica que hoy sufren las
grandes ciudades podrían haberse evitado, o al menos atenuado, mediante una planificación adecuada
de la estructura urbanística de las ciudades y una localización de actividades y polígonos industriales
que hubiera tenido en cuenta condicionamientos medioambientales.
Partiendo de la base de que las principales fuentes de contaminación atmosférica de los núcleos
urbanos son los vehículos, las calefacciones domésticas y la industria, es necesario para evitar la
aparición de estos problemas emprender una serie de acciones preventivas coordinadas, encaminadas
a reducir las emisiones de estas fuentes. Entre estas acciones podemos distinguir:
1 - Fomentar el uso de combustibles de bajo poder contaminante. 2 - Estimular el ahorro energético.
- Fomentar el uso de tecnologías poco contaminantes.
- Aplicación de innovaciones tecnológicas a los vehículos. 5 - Planificar de forma adecuada el tráfico
viario.
Introducción en los planes de ordenamiento urbano criterios medio ambientales tales como:
- Clasificación de industrias por sus efectos ambientales a la hora de ubicarlas en las zonas
industriales, situando la industria pesada en las zonas más ventiladas y a sotavento de las áreas
habitadas.
- Creación de zonas amortiguadoras, en las que crezca la vegetación, entre las zonas industriales y las
áreas con viviendas.
- Alejar los viales de tráfico intenso de las zonas céntricas y residenciales, fomentando en lo posible el
transporte público en el interior de las ciudades.
- Aprovechamiento al máximo de las propiedades de autodepuración de la atmósfera, a través del
mejor conocimiento de las propiedades de la atmósfera urbana y de las condiciones meteorológicas.
La adopción de criterios ambientales en la planificación y desarrollo de las ciudades es la única medida
que puede llevarnos hacia la creación de ciudades hechas para que el hombre pueda vivir, muy
diferentes a las que conocemos actualmente, congestionadas y ambientalmente degradadas.
B - Estudios previos de impacto ambiental: Estos estudios tienen por objeto el prever rigurosa- mente
las alteraciones que sobre el medio ambiente va a provocar la realización de determinadas acciones,
planes o proyectos. Su misión principal es el prever efectos, sirviendo como instrumentos válidos que
permiten introducir consideraciones ambientales en la planificación socioeconómica. Se entiende por
evaluación de impacto ambiental (EIA) aquellos estudios dirigidos a identificar, interpretar y prevenir las
consecuencias medioambientales que sobre la salud del hombre, los ecosistemas o sobre los bienes
pueden causar determinadas acciones, planes o proyectos humanos.
C - Ahorro energético: Uno de los sectores productivos que más ha contribuido al problema de la
contaminación atmosférica durante las últimas décadas ha sido el energético. La disponibilidad de
grandes cantidades de energía procedente de los combustibles fósiles (especialmente el petróleo) a
precios relativamente baratos, hizo que durante los años 50 y 60 se incrementara extraordinariamente
el consumo de estos combustibles y se produjera un gran despilfarro energético unido a una fuerte
contaminación, como consecuencia de la gran cantidad de combustibles utilizados.
La medidas de ahorro energético tienen una gran incidencia tanto en un mejor aprovechamiento de los
recursos naturales como en la reducción de los problemas de contaminación atmosférica, ya que para
obtener la misma energía útil se requiere un consumo menor de combustibles y, por tanto, una menor
emisión de contaminantes.
Puede disminuirse el consumo de energía en todos los sectores sin que por ello tenga que disminuir la
actividad de los mismos. Se trata de utilizar más eficazmente la energía. Entre las medidas adoptadas
con tal fin están la mejora del rendimiento térmico de los edificios, tanto residenciales como
comerciales, adoptando un buen aislamiento térmico, el aumento del rendimiento energético de los
vehículos y el fomento del uso de los transportes públicos en los centros urbanos.
El sector industrial, que es por lo general el mayor consumidor de energía, está haciendo un gran
esfuerzo en el ahorro de energía mediante la adopción de sistemas de recuperación energética en los
procesos

Procedimientos fisicoquímicos
El análisis de los contaminantes presentes en la atmósfera por este procedimiento consiste en la toma
de muestras de aire en las distintas estaciones que componen la Red de Vigilancia a las que somete a
distintos procesos analíticos para la determinación de los diferentes contaminantes. Las etapas que
comprende este procedimiento son: toma de muestras, acondicionamiento de las mismas y finalmente
el análisis.
Por lo general, la toma de muestras incluye la separación del contaminante del seno del gas por
filtración o por retención en un absorbente líquido.
Indicadores biológicos
La técnica de los indicadores biológicos se basa en la sensibilidad que presentan algunas especies o
variedades de plantas a ciertos contaminantes gaseosos atmosféricos, que permiten identificar la
presencia de estos contaminantes y vigilar la evolución de la contaminación atmosférica.
Los contaminantes más comúnmente detectados mediante indicadores biológicos son el ácido
fluorhídrico (HF), el etano (C2H4), el anhídrido sulfuroso (SO2), los oxidantes fotoquímicos (PAN) y el
ozono (O3), los metales pesados y los isótopos radiactivos.
Entre las distintas especies animales y vegetales empleados como indicadores biológicos, los líquenes
son los más ampliamente empleados en contaminación atmosférica. Los líquenes, entidad morfológica
compuesta por la asociación simbiótica de un hongo y un alga, son muy sensibles a la contaminación
atmosférica, principalmente al SO2, HF y ClH. Estos contaminantes producen alteraciones
morfológicas y fisiológicas en los líquenes. Esto, unido a que su actividad fotosintética es continua, su
gran capacidad de acumulación de contaminantes tales como azufre, plomo, flúor e isótopos
radiactivos que toman de la atmósfera, que es su única fuente de alimentación, y su larga longevidad,
que permite seguir la evolución de la contaminación, los hace especialmente aptos para ser utilizados
como indicadores biológicos de la contaminación atmosférica.
Aspectos legislativos y administrativos
Formuladas las estrategias de lucha contra la contaminación atmosférica es necesario poner en
práctica los instrumentos eficaces que hagan posible la ejecución de tales estrategias.
La promulgación de una legislación eficaz y la articulación racional de los mecanismos administrativos
son los mejores medios de que se dispone para conseguir convertir en realidad las estrategias de
lucha contra la contaminación atmosférica.
Una ley para que sea eficaz ha de ser políticamente aplicable, técnicamente posible y económicamente
no ha de suponer dificultades excesivas. Por otra parte ha de ser flexible, de forma que se pueda
aplicar de la mejor manera a los diversos problemas que surjan.
Se pueden adoptar tres enfoques diferentes en el momento de abordar la legislación sobre la
protección del medio ambiente. El primero consiste en que cada ley se ocupe de un solo aspecto
ambiental; por ejemplo, la contaminación atmosférica, la del agua, etc. El segundo enfoque se basa en
una ley única que regule las actividades que pueden dañar el ambiente y el tercero consiste en la
integración de la legislación sobre el medio ambiente dentro de la planificación económica nacional.
Una combinación de estos enfoques parece que es la mejor solución para combatir el problema de la
contaminación, aunque todavía no se tiene demasiada experiencia sobre su aplicación práctica en los
distintos países.

CONTAMINACIÓN DEL AIRE EN ZONA URBANA


Algunos recordamos con estupor la definición que en la enseñanza primaria se nos hace de la
composición atmosférica: "la atmósfera está constituida por tres partes de nitrógeno y una de oxígeno".
Estupor, y digo bien, ya que no añadir al oxígeno y nitrógeno una larga lista de contaminantes es
renunciar a una realidad que sufrimos tantas veces como respiramos.
Reducir la causalidad (focos emisores) de la contaminación atmosférica es tarea compleja,
contaminado y contaminador suelen tener intereses diferentes. La mayoría de los países del primer
mundo dedican cada vez mas recursos y presupuestos para este fin, aunque la realidad refleja que son
escasos los éxitos alcanzados.
Se nos dice con insistencia que desarrollo industrial es sinónimo de progreso y que a más desarrollo
más contaminación. Pero de lo que no cabe duda es del aumento de la patología aguda y crónica
asociada a la mala calidad del aire que respiramos; enfermedades como el asma, las alergias y las
irritaciones de las vías respiratorias aumentan su prevalencia de manera imparable, motivando un alto
gasto sanitario, perdida de calidad de vida y mayor morbilidad en los grupos de riesgo (niños, ancianos
y afectados por patologías crónicas).

Clasificación de contaminantes del aire


Varias son las posibles clasificaciones que se pueden realizar al respecto de las sustancias
contaminantes del aire que existen. Atendiendo a su origen hablaríamos de naturales y no naturales;
primarios o secundarios si consideramos la fuente emisora; gases y partículas refiriéndonos a su
estado físico; u orgánicos e inorgánicos por su estructura química. y no biológicos o biológicos en
razón de su naturaleza.
Contaminantes no Biológicos Gases Inogánicos
Compuestos de azufre: mercaptanos y sulfuros
Compuestos de nitrógeno
Compuestos de carbono
Halógenos y compuestos halogenados
Oxidantes fotoquímicos peróxidos,Volátiles Orgánicos
Disolventes, productos de limpieza, insecticidas, pesticidas, etc. Partículas:
Según el tamaño, son sedimentables (> 30 µm), partículas en suspensión (< 30 µm), partículas
respirables (< 10 µm), o humos (< 1 µm), mención especial a los humos del tabaco.
Radiaciones Electromagnéticas:
Ionizantes y no Ionizantes

Contaminantes Biológicos Acaros


Pólenes Hongos
Otros alergenos: Epitelio de animales, Parásitos, Bacteria

Patologías asociadas
La lista de enfermedades con susceptibilidad de contraerse o empeorar por la contaminación del aire
que respiramos puede ser todo larga que queramos, y dependerá de cuatro factores: la naturaleza del
contaminante, la concentración del mismo, el tiempo de exposición y la "predisposición" individual a
este tipo de agresiones.
El 80% de los cánceres se pueden considerar inducidos por factores
exógenos o medioambientales (más de la mitad de ellos claramente relacionados con el tabaco
y factores ambientales y/o laborales), y todavía quedaría mas del 30% por causa desconocida.
Afectaciones del SNC (Sistema Nervioso Central), Malformaciones Congénitas, Enfermedades
Renales y Hepáticas, Asma, Infecciones Respiratorias, Fibrosis Pulmonar, Rinitis y Conjuntivitis
Alérgicas, Afecciones Cutáneas y Digestivas, Cefaleas y un largo etc. pueden ser ocasionadas por
ingesta, contacto o inhalación de contaminantes, sin olvidarnos del polémico "Síndrome del Edificio
Enfermo" o conjunto de síntomas asociado a la contaminación y/o mala calidad del aire de los nuevos
edificios de oficinas. En esta sección desarrollaremos las patologías asociadas a contaminantes
biológicos y de partículas por ser de mayor relevancia clínica.

Aire Interior
Es aceptado comúnmente en medios urbanos que la calidad del aire exterior es peor que la del aire
que respiramos en los interiores (domicilios, oficinas y locales). Esta afirmación es cada día más difícil
de mantener; dada la presencia de nuevos materiales aislantes para la construcción, pegamentos,
barnices, productos de limpieza, animales domésticos, algunas plantas de jardín, humo de cigarrillos,
mal funcionamiento de calderas, quemadores y aire acondicionado, ordenadores, fotocopiadoras y
electrodomésticos en general, provocan una perdida de calidad del aire interior. Los locales colectivos
como guarderías, colegios, hoteles, residencias, oficinas etc. se pueden convertir, si no se adoptan
medidas especiales, en focos de mayor riesgo contaminante que el que sufrimos al respirar el aire
urbano, con una exposición a los contaminantes interiores muy alta, ya que el 80% de nuestra vida
urbana la realizamos dentro del interior de edificios cerrados.
A estos factores debemos de añadir el papel tan importante que juegan las condiciones climáticas. El
control adecuado de temperatura, humedad e ionización de interiores, puede también ayudar a
disminuir el riesgo de desarrollar o exacerbar enfermedades relacionadas con la contaminación
ambiental.

Medidas Preventivas: Poco o nada podemos hacer a título personal para mitigar la contaminación
atmosférica, los organismos gubernamentales competentes son los responsables de planificar
actuaciones encaminadas a reducir los focos emisores, determinar los mejores emplazamientos para
actividades industriales de riesgo, realizar actuaciones sobre control de tráfico urbano y establecer
políticas ambientales encaminadas a mejorar la calidad del aire que respiramos. Dentro de estas
políticas, la puesta en marcha de proyectos de investigación, encaminados a identificar contaminantes,
niveles nocivos, tiempos máximos de exposición, grupos de riesgo, así como estudios epidemiológicos
en poblaciones con distintos grados de exposición, contribuirán a mejorar la cantidad, calidad y tipo del
nivel de evidencia de la repercusión de los contaminantes del aire en nuestra salud.
En tanto estás políticas consiguen éxito, nosotros debemos intentar adecuar nuestro estilo de vida
hacia situaciones que nos permitan disminuir el tiempo de exposición.

Medidas Preventivas individuales: Si como hemos comentado anteriormente el 80% de nuestro tiempo
lo pasamos en el interior de edificios, si podemos actuar para mejorar la calidad del aire interior que
respiramos.
Identificar y controlar las fuentes de contaminación: Sustituir materiales de construcción con evidencia
de toxicidad por otros inocuos, usar productos de limpieza no tóxicos, manejar disolventes y barnices
en el exterior, no fumar etc.. Si es necesario manejar productos químicos volátiles hágalo en el exterior
o con una ventilación eficaz, Desafortunadamente, no siempre se pueden identificar las fuentes de
contaminación ni eliminarlas con costes asumibles.
Ventilación y control climático: La renovación del aire interior por el exterior es siempre beneficiosa si
este último, claro está, tiene menos carga contaminante. Por este motivo podemos elegir para ventilar
las horas de menos nivel de polución de nuestra localidad. No nos debemos olvidar que el control de la
humedad y temperatura es importante para la proliferación de determinados contaminantes biológicos,
resultando útil obtener información sobre estos parámetros. La proliferación de fuentes que producen
radiaciones electromagnéticas (telefonía, ordenadores, microondas, antenas cercanas etc..) podría
desequilibrar el balance iónico del aire, a pesar de la no existencia de evidencia sobre su repercusión
en la salud a niveles permitidos, por lo que la presencia de sistemas que restauren dicho equilibrio no
estará nunca de más.
Filtrar el aire: La eliminación activa de los contaminantes del aire de interiores mediante un purificador
de aire de alta captación puede mejorar la calidad de vida en áreas cerradas. La eficiencia de los filtros
de aire puede variar enormemente, dependiendo del tipo de tecnología de filtración que se utilice y la
forma como esté integrada al sistema de filtración.

El Agua

Generalidades sobre el Agua


El agua es uno de los recursos naturales más fundamentales, y junto con el aire, la tierra y la energía
constituye los cuatro recursos básicos en que se apoya el desarrollo.
La importancia de la calidad del agua ha tenido un lento desarrollo. Hasta finales del siglo XIX no se
reconoció el agua como origen de numerosas enfermedades infecciosas. Hoy en día, la importancia
tanto de la cantidad como de la calidad del agua esta fuera de toda duda.
El agua es uno de los compuestos más abundantes de la naturaleza y cubre aproximadamente las tras
cuartas partes de la superficie de la tierra. Sin embargo, en contra de lo que pudiera parecer, diversos
factores limitan la disponibilidad de agua para uso humano. Mas del 97% del agua total del planeta se
encuentra en los océanos y otras masas salinas, y no están disponibles para casi ningún propósito. Del
3% restante, por encima del 2% se encuentra en estado sólido, hielo, resultando prácticamente
inaccesible. Por tanto, podemos terminar diciendo que para el hombre y sus actividades industriales y
agrícolas, sólo resta un 0,62 % que se encuentra en lagos, ríos y agua subterráneas. La cantidad de
agua disponible es ciertamente escasa, aunque mayor problema es aún su distribución irregular en el
planeta.
El uso de los recursos naturales provoca un efecto sobre los ecosistemas de donde se extraen y en los
ecosistemas en donde se utilizan. El caso del agua es uno de los ejemplos más claros: un mayor
suministro de agua significa una mayor carga de aguas residuales. Si se entiende por desarrollo
sostenible aquel que permita compatibilizar el uso de los recursos con la conservación de los
ecosistemas.
Hay que considerar también que el hombre influye sobre el ciclo del agua de dos formas distintas, bien
directamente mediante extracción de las mismas y posterior vertido de aguas contaminadas como se
ha dicho, o bien indirectamente alterando la vegetación y la calidad de las aguas.
Nuestro mundo por muchos años ha sido descuidado y maltratado por nosotros los seres humanos. La
industrialización y el modernismo son algunos factores que ayudan a la contaminación de nuestro
ambiente.

Contaminación
Ahora que tanto se habla de contaminación del medio ambiente, de polución, sabemos realmente qué
es la contaminación.
Podría afirmarse que cualquier cambio químico, físico o biológico respecto a un nivel base "natural"
constituye un fenómeno de contaminación. En este sentido, la contaminación se considera como una
consecuencia del progreso, especialmente del desarrollo industrial.
Podríamos decir entonces, que la contaminación se considera un cierto grado de impurificación del
aire, agua o suelo, que pueda originar efectos adversos a la salud de un número representativo de
personas durante períodos previsibles de tiempo.

A - Aguas Residuales
La contaminación actúa sobre el medio ambiente acuático alterando el delicado equilibrio de los
diversos ecosistemas integrado por organismos productores, consumidores y descomponedores que
interactúan con componentes sin vida originando un intercambio cíclico de materiales.
Aunque el hombre no es un ser acuático, ha llegado a depender intensamente del medio ambiente
acuático para satisfacer sus necesidades tecnológicas y sociales.
El hombre continúa utilizando el agua con su contaminación. Es difícil eliminar los contaminantes y si el
agua original tiene gran proporción de minerales, el problema se complica.
No se pretende afirmar que antes de llegar el hombre con su tecnología, el agua era pura. Aún
después de la aparición del hombre, transcurrieron muchos años antes de que hubiera ningún cambio
en el ambiente. Cuando las poblaciones empezaron a verter sus desechos en ríos y lagos fue cuando
las aguas se deterioraron.
Las aguas residuales constituyen un importante foco de contaminación de los sistemas acuáticos,
siendo necesarios los sistemas de depuración antes de evacuarlas, como medida importante para la
conservación de dichos sistemas.
Las aguas residuales, contaminadas, son las que han perdido su calidad como resultado de su uso en
diversas actividades. También se denominan vertidos. Se trata de aguas con un alto contenido en
elementos contaminantes, que a su vez van a contaminar aquellos sistemas en los que son
evacuadas.
Del total de vertido generado por los focos de contaminación, sólo una parte será recogida en redes de
saneamiento, mientras que el resto será evacuado a sistemas naturales directamente.

Tipos de contaminación
Se clasifican según el factor ecológico que altere, aunque suelen afectar a más de un factor.

Contaminación física
Las sustancias que modifican factores físicos, pueden no ser tóxicas en sí mismas, pero modifican las
características físicas del agua y afectan a la biota acuática.
1 - Sólidos en suspensión, turbidez y color
2 - Agentes sensoactivos
3 - Temperatura

Contaminación química
Algunos efluentes cambian la concentración de los componentes químicos naturales del agua
causando niveles anormales de los mismos. Otros, generalmente de tipo industrial, introducen
sustancias extrañas al medio ambiente acuático, muchos de los cuales pueden actuar en detrimento de
los organismos acuáticos y de la calidad del agua en general. En este sentido es en el que puede
hablarse propiamente de contaminación.
1 - Salinidad
2 - Ph
3 - Sustancias tóxicas
4 - Desoxigenación

Contaminación por agentes bióticos


Son los efectos de la descarga de material biogénico, que cambia la disponibilidad de nutrientes del
agua, y por tanto, el balance de especies que pueden subsistir. El aumento de materia orgánica origina
el crecimiento de especies heterótrofas en el ecosistema, que a su vez provoca cambios en las
cadenas alimentarias.
Un aumento en la concentración de nutrientes provoca el desarrollo de organismos productores, lo que
también modifica el equilibrio del ecosistema.
Tipos de aguas residuales
La clasificación se hace con respecto a su origen, ya que este origen es el que va a determinar su
composición.

Aguas residuales urbanas


Son los vertidos que se generan en los núcleos de población urbana como consecuencia de las
actividades propias de éstos.
Los aportes que generan esta agua son:
1 - Aguas de lavado doméstico
2 - Aguas negras o fecales
3 - Aguas de limpieza de calles
4 - Aguas de lluvia y lixiviados
Las aguas residuales urbanas presentan una cierta homogeneidad cuanto a composición y carga
contaminante, ya que sus aportes van a ser siempre los mismos. Pero esta homogeneidad tiene unos
márgenes muy amplios, ya que las características de cada vertido urbano van a depender del núcleo
de población en el que se genere, influyendo parámetros tales como el número de habitantes, la
existencia de industrias dentro del núcleo, tipo de industria, etc.

Aguas residuales industriales


Son aquellas que proceden de cualquier actividad o negocio en cuyo proceso de producción,
transformación o manipulación se utilice el agua. Son enormemente variables en cuanto a caudal y
composición, difiriendo las características de los vertidos no sólo de una industria a otro, sino también
dentro de un mismo tipo de industria.
A veces, las industrias no emites vertido s de forma continua, si no únicamente en determinadas horas
del día o incluso únicamente en determinadas épocas de año, dependiendo del tipo de producción y
del proceso industrial. También son habituales las variaciones de caudal y carga a lo largo del día.
Son mucho más contaminadas que las aguas residuales urbanas, además, con una contaminación
mucho más difícil de eliminar.
Su alta carga unida a la enorme variabilidad que presentan, hace que el tratamiento de las aguas
residuales industriales sea complicado, siendo preciso un estudio específico para cada caso.

Tipos de contaminantes
Actualmente, la contaminación de los cauces naturales tiene su origen entres fuentes:
1 - Vertidos urbanos
2 - Vertidos industriales
3 - Contaminación difusa (lluvias, lixiviados, etc.)

Clasificación de los contaminantes


Las sustancias contaminantes que pueden aparecer en un agua residual son muchas y diversas.
Contaminantes orgánicos: Son compuestos cuya estructura química está compuesta fundamental-
mente por carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. Son los contaminantes mayoritarios en vertidos
urbanos y vetados generados en la industria agroalimentaria.
Los compuestos orgánicos que pueden aparecer en las aguas residuales son:
Proteínas: proceden fundamentalmente de excretas humanas o de desechos de productos
alimentarios. Son biodegradables, bastante inestables y responsables de malos olores.
Carbohidratos: incluimos en este grupo azúcares, almidones y fibras celulósicas. Proceden, al igual
que las proteínas, de excretas y desperdicios.
Aceites y grasas: altamente estables, inmiscibles con el agua, proceden de desperdicios alimentarios
en su mayoría, a excepción de los aceites minerales que proceden de otras actividades.
Otros: incluiremos varios tipos de compuestos, como los tensioactivos, fenoles, organoclorados y
organofosforados, etc. Su origen es muy variable y presentan elevada toxicidad.

Contaminantes inorgánicos: Son de origen mineral y de naturaleza variada: sales, óxidos, ácidos y
bases inorgánicos, metales, etc. Aparecen en cualquier tipo de agua residual, aunque son más
abundantes en los vertidos generados por la industrial
Los componentes inorgánicos de las aguas residuales estarán en función del material contaminante así
como de la propia naturaleza de la fuente contaminante.

Contaminantes habituales en las aguas residuales:


Arenas: Entendemos como tales una serie de particular de tamaño apreciable y que en su mayoría son
de naturaleza mineral, aunque pueden llevar adherida materia orgánica. Las arenas enturbian las
masas de agua cuando están en movimiento, o bien forman depósitos de lodos si encuentran
condiciones adecuadas para sedimentar.
Grasas y aceites: Son todas aquellas sustancias de naturaleza lipídica, que al ser inmiscibles con el
agua, van a permanecer en la superficie dando lugar a la aparición de natas y espumas. Estas natas y
espumas entorpecen cualquier tipo de tratamiento físico o químico, por lo que deben eliminarse en los
primeros pasos del tratamiento de un agua residual.
Residuos con requerimiento de oxígeno: Son compuestos tanto orgánicos como inorgánicos que sufren
fácilmente y de forma natural procesos de oxidación, que se van a llevar a cabo con u con sumo de
oxígenos del medio. Estas oxidaciones van a realizarse bien por vía química o bien por vía biológica.
Nitrógeno y fósforo: Tienen un papel fundamental en el deterioro de las masas acuáticas. Su presencia
en las aguas residuales es debida a los detergentes y fertilizantes, principalmente. El nitrógeno
orgánico también es aportado a las aguas residuales a través de las excretas humanas.

Agentes patógenos: Son organismos que pueden ir en mayor o menor cantidad en las aguas
residuales y que son capaces de producir o transmitir enfermedades.
Otros contaminantes específicos, Incluimos sustancias de naturaleza muy diversa que provienen de
aportes muy concretos: metales pesados, fenoles, petróleo, pesticidas, etc.

Consecuencias que acarrean los vertidos


Aparición de fangos y flotantes: Existen en las aguas residuales sólidos en suspensión de gran tamaño
que cuando llegan a los cauces naturales pueden dar lugar a la aparición de sedimentos de fango en el
fondo de dichos cauces, alterando seriamente la vida acuática a este nivel, ya que dificultará la
transmisión de gases y nutrientes hacia los organismos que viven en el fondo.
Por otra parte, ciertos sólidos, dadas sus características, pueden acumularse en las orillas formando
capas de flotantes que resultan desagradables a la vista y además, pueden acumular oro tipo de
contaminantes que pueden llevar a efectos más graves.
Agotamiento del contenido en oxígeno: Los organismos acuáticos precisan del oxígeno disuelto en el
agua para poder vivir. Cuando se vierten en las masas de agua residuos que se oxidan fácilmente,
bien por vía químico o por vía biológica, se producirá la oxidación con el consiguiente consumo de
oxígeno en el medio.

Si el consumo de oxígeno es excesivo, se alcanzarán niveles por debajo del os necesario para que se
desarrolle la vida acuática, dándose una muerte masiva de seres vivos.

Además, se desprenden malos olores como consecuencia de la aparición de procesos bioquímicos


anaerobios, que dan lugar a la formación de compuestos volátiles y gases.
Daño a la salud pública: Los vertidos de efluentes residuales a cauces públicos, pueden fomentar la
propagación de virus y bacterias patógenos para el hombre.
Eutrofización: Un aporte elevado de nitrógeno y fósforo en los sistemas acuáticos propicia un
desarrollo masivo de los consumidores primarios de estos nutrientes; zoo y fitoplancton y plantas
superiores. Estas poblaciones acaban superando la capacidad del ecosistema acuático, pudiendo
llegar a desaparecer la masa de agua.
Otros efectos: Pueden ser muy variados y van a ser consecuencia de contaminantes muy específicos,
como valores de Ph por encima o por debajo de los límites tolerables, presencia de tóxicos que afecta
directamente a los seres vivos, etc.
Fuentes puntuales y no puntuales:
Las fuentes puntuales descargan contaminantes en localizaciones específicas a través de tuberías y
alcantarillas. Ej.: Fábricas, plantas de tratamiento de aguas negras, minas, pozos petroleros, etc.
Las fuentes no puntuales son grandes áreas de terreno que descargan contaminantes al agua sobre
una región extensa. Ej: Vertimiento de sustancias químicas, tierras de cultivo, lotes para pastar
ganado, construcciones, tanques sépticos.

Contaminación de Ríos y Lagos


Las corrientes fluviales debido a que fluyen se recuperan rápidamente del exceso de calor y los
desechos degradables. Esto funciona mientras no haya sobrecarga de los contaminantes, o su flujo no
sea reducido por sequía, represado, etc.

Contaminación Orgánica
En los lagos, rebalses, estuarios y mares, con frecuencia la dilución es menos efectiva que en las
corrientes porque tienen escasa fluencia, lo cual hace a los lagos más vulnerables a la contaminación
por nutrientes vegetales (nitratos y fosfatos) (eutroficación).
Control de la eutroficación por cultivos
Métodos de Prevención
1 - Usar un tratamiento avanzado de los desechos para remover los fosfatos provenientes de las
plantas industriales y de tratamiento antes de que lleguen a un lago.
2 - Prohibir o establecer límites bajos de fosfatos para los detergentes.
3 - A los agricultores se les puede pedir que planten árboles entre sus campos y aguas
superficiales. Métodos de Limpieza
1 - Dragar los sedimentos para remover el exceso de nutrientes.
2 - Retirar o eliminar el exceso de maleza.
3 - Controlar el crecimiento de plantas nocivas con herbicidas y plaguicidas.
4 - Bombear aire para oxigenar lagos y rebalses.
5 - Como con otras formas de contaminación, los métodos de prevención son los más efectivos y
los más baratos a largo plazo.

B - Contaminación térmica de corrientes fluviales y lagos


El método más usado para enfriar las plantas de vapor termoeléctricas consiste en tirar agua fría desde
un cuerpo cercano de agua superficial, hacerlo pasar a través de los condensadores de la planta y
devolverla calentada al mismo cuerpo de agua. Las temperaturas elevadas disminuyen el oxígeno
disuelto en el agua. Los peces adaptados a una temperatura particular pueden morir por choque
térmico (cambio drástico de temperatura del agua).
La contrapartida de la contaminación térmica es el enriquecimiento térmico, es decir, el uso de agua
caliente para producir estaciones más larga de pesca comercial, y reducción de las cubiertas de hielo
en las áreas frías, calentar edificios, etc.
Reducción de la contaminación térmica del agua
1 - Usar y desperdiciar menos electricidad.
2 - Limitar el número de plantas de energía que descarguen agua caliente en el mismo cuerpo de
agua.
3 - Entregar el agua caliente en un punto lejano de la zona de playa ecológicamente vulnerable.
4 - Utilizar torres de enfriamiento para transferir el calor del agua a la atmósfera.
5 - Descargar el agua caliente en estanques, para que se enfríe y sea reutilizada.

C - Contaminación del Océano


El océano es actualmente el "basurero del mundo", lo cual traerá efectos negativos en el futuro. La
mayoría de las áreas costeras del mundo están contaminadas debido sobretodo a las descargas de
aguas negras, sustancias químicas, basura, desechos radiactivos, petróleo y sedimentos. Los mares
más contaminados son los de Bangladesh, India, Pakistán, Indonesia, Malasia, Tailandia y Filipinas.
Delfines, leones marinos y tortugas de mar, mueren cuando ingieren o se quedan atrapados por tazas,
bolsas, sogas y otras formas de basura plástica arrojadas al mar.

Contaminación con petróleo


Los accidentes de los buque-tanques, los escapes en el mar (petróleo que escapa desde un agujero
perforado en el fondo marino), y petróleo de desecho arrojado en tierra firme que termina en corrientes
fluviales que desembocan en el mar.
Efectos de la contaminación con petróleo
Depende de varios factores; tipos de petróleo (crudo o refinado), cantidad liberada, distancia del sitio
de liberación desde la playa, época del año, temperatura del agua, clima y corrientes oceánicas. El
petróleo que llega al mar se evapora o es degradado lentamente por bacterias. Los hidrocarburos
orgánicos volátiles del petróleo matan inmediatamente varios animales, especialmente en sus formas
larvales.
Otras sustancias químicas permanecen en la superficie y forman burbujas flotantes que cubren las
plumas de las aves que se zambullen, lo cual destruye el aislamiento térmico natural y hace que se
hundan y mueran. Los componentes pesados del petróleo que se depositan al fondo del mar pueden
matar a los animales que habitan en las profundidades como cangrejos, ostras, etc., o los hacen
inadecuados para el consumo humano.

Control de la contaminación marina con petróleo


Métodos de Prevención
1 - Usar y desperdiciar menos petróleo.
2 - Colectar aceites usados en automóviles y reprocesarlos para el reuso.
3 - Prohibir la perforación y transporte de petróleo en áreas ecológicamente sensibles y cerca de
ellas.
4 - Aumentar en alto grado la responsabilidad financiera de las compañías petroleras para limpiar
los derrames de petróleo.
5 - Requerir que las compañías petroleras pongan a prueba rutinariamente a sus empleados.
6 - Reglamentar estrictamente los procedimientos de seguridad y operación de las refinerías y
plantas. Métodos de Limpieza
1 -Tratar el petróleo derramado con sustancias químicas dispersantes rociadas desde aviones.
2 - Usar helicóptero con láser para quemar los componentes volátiles del petróleo.
3 - Usar barreras mecánicas para evitar que el petróleo llegue a la playa.
4 - Bombear la mezcla petróleo - agua a botes pequeños llamados "espumaderas", donde
máquinas especiales separan el petróleo del agua y bombean el primero a tanques de
almacenamiento.
5 - Aumentar la investigación del gobierno en las compañías petroleras sobre los métodos para
contener y limpiar derrames de petróleo.

D - Contaminación del Agua Freática y su Control


El agua freática o subterránea es una fuente vital de agua para beber y para el riego agrícola. Sin
embargo es fácil de agotar porque se renueva muy lentamente. Cuando el agua freática llega a
contaminarse no puede depurarse por sí misma, como el agua superficial tiende a hacerlo, debido a
que los flujos de agua freática son lentos. También hay pocas bacterias degradadoras, porque no hay
mucho oxígeno. Debido a que el agua freática no es visible hay poca conciencia de ella.

Fuentes de contaminación del agua subterránea


1 - Escapes o fugas de sustancias químicas desde tanques de almacenamiento subterráneo.
2 - Infiltración de sustancias químicas orgánicas y compuestos tóxicos desde rellenos sanitarios,
tiraderos abandonados de desechos peligrosos y desde lagunas para almacenamiento de desechos
industriales localizados por arriba o cerca de los acuíferos.
3 - Infiltración accidental en los acuíferos desde los pozos utilizados para inyección de gran parte
de los desechos peligrosos profundamente bajo tierra.
Métodos de Prevención
1 - Prohibir la disposición de desechos peligrosos en rellenos sanitarios por inyección en pozos
profundos.
2 - Monitorear los acuíferos.
3 - Disponer controles más estrictos sobre la aplicación de plaguicidas y fertilizantes.
4 - Requerir que las personas que usan pozos privados para obtener agua de beber hagan que se
examine ese líquido una vez al año.

E - Control de la contaminación del agua superficial

Contaminación por fuentes no puntuales


La principal fuente no puntual de la contaminación del agua en la agricultura. Los agricultores pueden
reducir drásticamente el vertimiento de fertilizantes en las aguas superficiales y la infiltración a los
acuíferos, no usando cantidades excesivas de fertilizantes. Además deben reducir el uso de
plaguicidas.

Contaminación por fuentes puntuales: tratamiento de aguas de desecho


En muchos PSD y en algunas partes de los PD, las aguas negras y los desechos industriales no son
tratados. En vez de eso, son descargados en la vía de agua más cercana o en lagunas de desechos
donde el aire, luz solar y los microorganismos degradan los desechos. El agua permanece en una de
esas lagunas durante 30 días. Luego, es tratada con cloro y bombeada para uso en una ciudad o en
granjas. En los PD, la mayor parte de los desechos de las fuentes puntuales se depuran en grados
variables. En áreas rurales y suburbanas las aguas negras de cada casa generalmente son
descargadas en una fosa séptica.
En las áreas urbanas de los PD, la mayoría de los desechos transportados por agua desde las casas,
empresas, fábricas y el escurrimiento de las lluvias, fluyen a través de una red de conductos de
alcantarillado, y van a plantas de tratamiento de aguas de desecho. Algunas ciudades tienen sistemas
separados para el desagüe pluvial, pero en otros los conductos para estos dos sistemas están
combinados, ya que esto resulta más barato. Cuando las intensas lluvias ocasionan que los sistemas
de alcantarillado combinados se derramen, ello descarga aguas negras no tratadas directamente a las
aguas superficiales.
Cuando las aguas negras llegan a una planta de tratamiento, pueden tener hasta tres niveles de
purificación. El tratamiento primario de aguas negras es un proceso para separar desechos como
palos, piedras y trapos. El tratamiento secundario de aguas negras es un proceso biológico que utiliza
bacterias aerobias.
El tratamiento avanzado de aguas negras es una serie de procesos químicos y físicos especializados,
que disminuye la cantidad de contaminantes específicos que quedan todavía después del tratamiento
primario y secundario.
Antes de que el agua sea descargada desde una planta de tratamiento de aguas negras se desinfecta.
El método usual es la cloración . Otros desinfectantes son el ozono, peróxido de hidrógeno y luz
ultravioleta. El tratamiento común de las aguas negras ha ayudado a reducir la contaminación del agua
de la superficie, pero los ambientalistas señalan que es un método de salida limitado e imperfecto, que
eventualmente es sobrepasado por más personas que producen más desechos.
Disposición en tierra de efluentes y sedimentos de aguas negras
El tratamiento de aguas negras produce un lodo viscoso tóxico, que se debe disponer o reciclar como
fertilizante para el terreno. Antes de su aplicación el lodo debe ser calentado para matar las bacterias
nocivas.

Protección de las aguas costeras


Métodos de Prevención
1 - Eliminar la descarga de contaminantes tóxicos a las aguas costeras.
2 - Utilizar sistemas separados de eliminación y conducción de aguas pluviales y aguas negras.
3 - Usar y desperdiciar menos agua potable.
4 - Prohibir que se tiren al mar los sedimentos de las aguas negras y los materiales peligrosos de
dragados.
5 - Proteger las áreas de costa que ya están limpias.
6 - Reducir la dependencia sobre el petróleo.
7 - Usar los métodos indicados para evitar la contaminación por petróleo.
8 - Prohibir el arrojar artículos de plástico y basura desde las embarcaciones de transporte
marítimo. Métodos de Limpieza
A - Mejorar en alto grado las capacidades para limpiar los derrames de petróleo.
B - Mejorar todas las plantas costeras de tratamiento de aguas negras.

F - Medios para disminuir los vertidos


Las buenas prácticas en la gestión del recurso agua serán las que tengan por finalidad:
1 - Disminuir el gasto de agua, disminuyendo su consumo o reciclando y reutilizando al máximo el
suministro
2 -Extraerla con l menor deterioro posible de los ecosistemas, es decir, dejando una parte para el
desarrollo normal de ríos, humedales y acuíferos subterráneos
3 - Devolverla a las aguas naturales en condiciones aceptables para que el impacto sobre los
ecosistemas sea mínimo.
4 - Realizar esta depuración o descontaminación con un mínimo gasto energético e impacto
ecológico.
En los países donde se han realizado programas de lucha contra la contaminación de las aguas, estos
programas han conducido siempre a una reducción de la demanda de agua, incluso en los países
húmedos.

Estas experiencias serían aún de mucho más interés en los países situados en áreas con escasez de
agua. En el caso de la industria, la reducción del consumo de agua fue drástica, en poco tiempo se
redujo a menos de la mitad; las industrias se dieron cuanta de que salía mucho más barato reciclar el
agua que depurarla

Indicaciones para un uso sostenible del agua


1. Mantenimiento y reparación de las de las conducciones en las ciudades, asentamientos
humanos e industrias, ya que se calcula que un tercio del gasto de agua no es consumo real, sino
pérdidas en la red de conducción. Lo mismo se puede decir de las conducciones agrícolas. De igual
importancia es el mantenimiento y control del buen funcionamiento de las depuradoras existentes.
2. Reutilización del agua en las industrias, resultaría más económica y disminuiría la
contaminación. Involucrar un consumo de cantidades muy pequeñas de agua, justo el suficiente para el
funcionamiento de un esquema de circulación cerrada de manera que no descargasen aguas
residuales.
3. Reutilización de las aguas en los usos domésticos de las casas
4. Reutilización de las aguas en espacios públicos o privados. Las aguas de riego deben proceder
de la reutilización de las aguas residuales domésticas, mas o menos depuradas.
5. Reducir en los usos domésticos el consumo de agua y el de contaminantes; detergentes, lejías,
productos de limpieza, insecticidas o tóxicos en general, etc.
6. Depuración de las aguas residuales cuando sea posible por métodos blandos, lagunaje, filtro
verdes o que por lo menos, incluya la depuración biológica que genera menos fangos.
7. Mejora de las prácticas agrícolas. Riego por goteo, mejorar la eficacia en la aplicación de
pesticidas y abonos con el fin de utilizar muchos menos, etc.
8. Hay que valorar lo que cuesta el abastecimiento de agua a las ciudades. Se debe conocer el
balance entre las aguas que cada ciudad utiliza, los gastos adicionales de agua que ocasiona el
crecimiento de la misma y los efectos perjudiciales para el medio ambiente que se derivan de las obras
hidráulicas para el abastecimiento de esta agua.
9. El suministro de agua produce luego agua contaminada, debiéndose valorar también lo que
cuesta la descontaminación de la misma y hacer pagar al consumidor, no al contribuyente, la
depuración del agua que utiliza.
10. Los trasvases deben reducirse al mínimo y utilizarse exclusivamente en situaciones de
emergencia, porque no sólo suponen el hipotecar los recursos de la cuenca que proporciona el agua
del trasvase, sino también los riesgos de salinización o le daño ecológico que los trasvases
11. Se deberían recuperar los ríos y la vegetación de su cuenca. El canalizar los ríos es nefasto, ya
que sólo sirve para aumentar la escorrentía rápida y las avenidas y hace desaparecer el bosque de
ribera al provocar u desconexión con el acuífero subálveo asociado.
12. El recuperar los ríos con su vegetación de ribera contribuiría también a tener sendas o itinerarios
de la naturaleza cerca de asentamientos humanos y ciudades, que en algunos casos, siempre en
núcleos urbanos, podría haber la posibilidad de que constituyeran también áreas recreativas.
Método de la naturaleza para eliminar los desperdicios
Los desperdicios de seres vivientes como las plantas y los animales no provocan, normalmente, ningún
problema. Organismos diminutos como bacterias y hongos que viven en el suelo y en el agua se
alimentan de desperdicios y los descomponen en sales químicas que otras plantas y animales pueden
utilizar. Pero si un hombre arroja un exceso de basura, los hongos y las bacterias no pueden
descomponerla en su totalidad. Un problema más serie se produce cuando hay materias que las
bacterias y los hongos no pueden descomponer, como los plásticos, los metales y el vidrio, que
permanecen en el agua o en la tierra durante años sin evidenciar ningún signo de deterioro.

G - Métodos analíticos para el control de la calidad del agua

Medida de la temperatura
La temperatura ha de medirse con un termómetro de precisión graduado en décimas de grado. La
lectura se hace desusé de una inmersión de diez minutos. Si no es posible realizar la operación
directamente, puede tomarse un volumen de agua entre 5 y 10 litros e introducir el termómetro
inmediatamente.
Color, olor y sabor
La coloración de un agua puede clasificarse en verdadera o real cuando se debe sólo a las sustancias
que tiene en solución, y aparente cuando su color es debido a las sustancias que tiene en suspensión.
Los colores real y aparente son casi idénticos en el agua clara y en aguas de escasa turbidez.
La coloración de un agua se compara con la de soluciones de referencia de platino-cobalto en tubos
colorimétricos, o bien con discos de vidrio coloreados calibrados según los patrones mencionados.
El olor puede ser definido como el conjunto de sensaciones percibidas por el olfato al captar ciertas
sustancias volátiles. El procedimiento normalmente utilizado es el de ir diluyendo el agua e examinar
hasta que o presente ningún olor perceptible. El resultado se da como un número que expresa el límite
de percepción del olor, y corresponde a la dilución que da olor perceptible. Debido al carácter subjetivo
de la medida, es recomendable que la medida la realicen al menos dos personas distintas,
comparando la percepción con la de un agua desodorizado. Debe evitarse, como es lógico, en todo lo
posible, la presencia de otros olores en el ambiente.
Por último, la evaluación del sabor, se realiza por degustación del agua a examinar, comenzando por
grandes diluciones, que se van disminuyendo hasta la aparición del sabor. Este ensayo no se realiza
mas que en aguas potables.
Turbidez: La turbidez de un agua se debe a la presencia de materias en suspensión finamente
divididas; arcillas, limos, partículas de sílice, materias inorgánicas... La determinación de la turbidez
tienen un gran interés como parámetro de control en aguas contaminadas y residuales. Se puede
evaluar en el campo o en el laboratorio.
Materia sólida: La materia sólida presente en un agua suele agruparse en tres categorías; materias
decantables, materias en suspensión y residuos.
La materia decantable se determina dejando en reposo un litro de agua en un cono o probeta
graduada. El resultado se expresa como mililitros de materia decantada por litro de agua.
La determinación de las materias en suspensión en el agua puede realizarse por filtración o por
centrifugación. La filtración se realiza a vacío sobre un filtro. El filtro con el residuo es nuevamente
secado y pesado. La diferencia entre este peso y el que teníamos antes del filtro solo, proporciona el
valor de los sólidos.
Ph: Las medidas de Ph se realizan con un electrodo de vidrio, el cual genera un potencial que varía
linealmente con el Ph de la solución en la que está inmerso. El electrodo consiste en una célula con un
potencial controlado por la actividad del protón a cada lado de una membrana de vidrio muy fina.
Este método se utiliza si se quiere obtener medidas muy precisas y puede aplicarse a cualquier caso
particular.
Conductividad eléctrica: Se define como la conductancia de una columna da agua comprendida entre
dos electrodos metálicas paralelos. La medida se realiza en un donductímetro, basa en el principio de
puente de Wheatsttone. Se genera una diferencia de potencial de corriente alterna entre los dos
electrodos, para evitar las electrólisis en la disolución, aunque algunos dispositivos emplean
normalmente corriente continúa.
Dureza: También llamada grado hidrotimétrico, la dureza corresponde a la suma de las
concentraciones de cationes metálicos excepto los metales alcalinos y el ion hidrógeno En la mayoría
de los casos se debe principalmente a la presencia de iones calcio y magnesio, y algunas veces
también se unen hierro, aluminio, manganeso y estroncio.
Algunos laboratorios, y, especialmente cuando el contenido en calcio y magnesio es bajo, realizan la
determinación por espectrometría de absorción atómica.
Acidez y alcalinidad: La acidez de un agua corresponde a la presencia de anhídrido carbónico libre,
ácidos minerales y sales de ácidos fuertes y bases débiles. La alcalinidad de una agua corresponde a
la presencia de los bicarbonatos, carbonatos de hidróxidos.
La determinación puede realizarse por dos métodos: volumétrico y potenciométrico
Para la determinación de anhídrido carbónico total se emplean estos métodos: evolución y Van Slyke
Determinación del carbono orgánico total (TOC)
Mediante este ensayo se determinan los compuestos orgánicos fijos o volátiles, naturales o sintéticos,
presentes en el agua residual. La determinación se realiza por oxidación catalítica a 950 ° C, en un
aparato diseñado a tal efecto, liberándose CO2 que se determina en un analizador de infrarrojos. El
carbono inorgánico se elimina previamente o se determina por separado.
La lista se extendería demasiado si nombráramos aquí todos los métodos para estudias la calidad del
agua. Puesto que se pueden estudiar infinitos factores que condicionan la calidad de la misma.

CÓMO GESTIONAR EL AGUA DULCE


Es un hecho aceptado que el volumen del agua dulce que anualmente se renueva mediante el ciclo
hidrológico es más que suficiente para abastecer las necesidades hídricas actuales y futuras de los
habitantes del Planeta. Sin embargo, a pesar de esta abundancia aparente, puede decirse que el futuro
de la especie humana y de otras muchas que pueblan la Tierra depende, inexorablemente, de que se
mejore sensiblemente la Gestión del Recurso Hídrico.
El notable incremento de la población mundial de las últimas décadas se ha visto acompañado por un
aumento en el consumo de agua por persona. Esto ha producido un gran incremento de la demanda
de agua, una persona gasta 200 litros si se baña con bañera y 100 si se ducha, un grifo que gotea en
casa son 35.000 litros de agua al año, lo que combinado con los desequilibrios en el suministro que
producen las variaciones temporales en las precipitaciones ha llevado a situaciones regionales de
escasez de agua que, cada vez con más frecuencia y gravedad, aparecen en muchas zonas del
Planeta.

Desde el punto de vista de la contaminación, el sector industrial es, en muchos casos, la fuente más
importante de contaminación, pese a no ser el mayor consumidor de agua. Los desechos líquidos
industriales, por ejemplo, asociados a los procesos de producción de textiles y papel, traen gran
cantidad de contaminación orgánica. En general, la industria y la agricultura llevan gran cantidad de
contaminantes químicos a las corrientes de agua. Cada vez está más claro que el agua dulce es un
recurso finito, vulnerable a la contaminación.
Los niveles del uso del agua son: el 73% para uso agrícola, 20% para la industria y 7% para el uso
doméstico. Siendo el riego el uso más importante y tal vez el más deficiente porque se pierde hasta el
70% del agua en el transporte. Es bien clara la necesidad de tener una mayor eficiencia en el uso
agrícola, pero también lo es en los sistemas de agua doméstico ya que se presentan costos
innecesarios y significativos.
La información y la educación son claves para la creación de una nueva cultura en el manejo del agua.
Mientras la comunidad no entienda su rol respecto al uso del agua, los proyectos que se emprendan
hacia su conservación tienden a no ser sostenibles y las inversiones de capital económico y de trabajo
se pueden perder.
En la actualidad, desde el punto de vista de la gestión del agua, los problemas se relacionan con la
ineficiencia, especialmente por las decisiones en materia de política y tecnología. En los procesos de
desarrollo de los sistemas de abastecimiento de agua, se consideró durante mucho años que la
tecnología era la solución principal a los problemas, y por consiguiente era necesario transferirla de
manera masiva, de los países industrializados hacia los países en vía de desarrollo. Estas tecnologías
implantadas, sin tener en cuenta las condiciones locales, fracasaron y tuvieron consecuencias funestas
para la población y el ambiente. No funcionaron porque, al parecer, olvidaron que el fin último de la
tecnología era que la gente la usara, que funcionara a través del tiempo y que el uso dado por las
comunidades, estaba determinado por su contexto sociocultural, económico y ambiental.
Frente a esta situación, se ha venido trabajando en modelos de gestión del agua y saneamiento
básico, teniendo en cuenta la participación de la comunidad, ya que se ha podido comprobar que la
participación de la comunidad en los proyectos de desarrollo da buenos resultados, cuando la
población afectada se involucra en los proyectos y se les permite contribuir con sus conocimientos a la
configuración de éstos, tornando el trabajo más eficaz y productivo. Al mismo tiempo, se aumenta la
capacidad de los individuos para organizarse a fin de hallar soluciones a los problemas que los
aquejan.
Generar capacidad de gestión en las comunidades implica asumir los proyectos relacionados con la
problemática del agua, desde ópticas más amplias, que consideren aspectos como:
Trabajar participativamente en equipos interdisciplinarios porque, conforme está estructurado el saber
en el mundo moderno, cada profesión es experta en un campo específico y por lo tanto solo el trabajo
interdisciplinario permite recuperar la visión de totalidad y aproximarse a la solución de los problemas.
Empezar por construir y fortalecer el concepto de comunidad para que el proyecto se maneje con
criterios de solidaridad.
Promover estrategias de trabajo que permitan la participación de todos los usuarios del sistema en las
decisiones y no solamente los líderes.
Trabajar con la comunidad desde su contexto sociocultural específico, lo cual implica el reconocimiento
y valoración del saber.

Pese a la urbanización creciente, gran parte del mundo en desarrollo sigue siendo rural. Las
comunidades rurales tienden a ser pobres y sufren limitaciones para el desarrollo como resultado de la
infraestructura deficiente, las oportunidades de ingreso limitadas y la falta de voz en el ámbito político.
Un campo que no se gestione adecuadamente puede ser una fuente de contaminación, ya que
sedimentos de los campos erosionados pueden obstruir los arroyos y represas; los fertilizantes,
pesticidas y desechos animales pueden ser arrastrados hacia las aguas subterráneas o lavados hacia
los arroyos, matando plantas, peces y otros animales.
Se ha aprendido mucho sobre lo que funciona y lo que no funciona en los proyectos rurales de
abastecimiento de agua y saneamiento. El principio de la metodología se basa en potenciar las
capacidades, tanto de las comunidades como de las instituciones, al reconocer que cada actor tiene un
conocimiento y que las soluciones se construyen con la participación, tanto para problemas de orden
técnico, como para abordar creativamente los problemas de orden social y legal asociados con los
aspectos del agua y el saneamiento básico en las comunidades.
Considerar el acceso al agua como un derecho humano y social conlleva la aplicación de reglas,
deberes y obligaciones que muchos Estados y la mayoría de las empresas privadas multinacionales no
desean que sean impuestos. Pero, ¿existe verdadera libertad y justicia sin reglas, obligaciones y
solidaridad respecto al derecho a la vida para todos?
Actualmente a nivel mundial, las políticas administrativas promueven la descentralización de los
recursos y de las decisiones y gestiones públicas, al orden local. Y esto, no solo en el ámbito
administrativo, también en el ámbito de la educación, las comunidades deben ser gestoras de sus
propias iniciativas. De esta manera, es preciso concienciar a la población de que el agua es un bien
económico y social, y el descuido de este recurso y su contaminación implican grandes riesgos a nivel
ambiental y en la salud integral. No preservar el agua, implica la inversión de grandes cantidades de
dinero en su tratamiento y ese dinero finalmente sale de los propios bolsillos de las comunidades.

MITOS Y HECHOS SOBRE EL AGUA DULCE


Además, los últimos 30 años han visto un declive del 50% en las poblaciones de especies de agua
dulce, un porcentaje muy alto si se le compara con especies de ecosistemas marinos y forestales.
Con estadísticas como esta, es hora de preocuparse. Con tanta gente en el mundo sufriendo por la
escasez de agua, es tiempo de actuar para preservar lo que queda de nuestros recursos de agua
dulce.
Se deben conocer los mitos y hechos y sobre todo, las soluciones prácticas a la crisis de agua del
planeta,

Mito: Las represas reducirán la crisis del agua acumulándola para generar hidroelectricidad y no
tendrán impacto negativo sobre el ambiente.
Hecho: Hay más de 48,000 grandes represas funcionando en el mundo. Muchos de estos diques, así
como otros en construcción, amenazan a la mayoría de ríos más grandes e importantes del mundo. Un
estudio científico reciente muestra que más del 60% de los 227 ríos más grandes han sido
fragmentados por diques, llevando destrucción a los humedales, una reducción de especies de agua
dulce - incluyendo delfines de río, peces y pájaros - y el desplazamiento forzado de millones de las
personas.
Mientras las represas pueden ser un importante proveedor de energía hidroeléctrica, no siempre
garantizan suministros fiables de agua y electricidad. Más aún, son muy caras de construir, bastante
más onerosas que las medidas para reducir la demanda usando el agua y electricidad más
eficazmente. En algunos lugares, el dinero gastado en diques sería de más beneficio socio-económico
si se usara para restaurar los humedales. Antes de construir nuevos diques, los gobiernos deben
seguir las pautas impartidas por la Comisión Mundial de Represas en el 2000 para mitigar el riesgo.
Idealmente, deberían optar por alternativas sin infraestructura.

Mito: Necesitamos más agua para producir más comida.


Hecho: Ya estamos agotando el 54% de las fuentes de agua dulce accesibles del mundo, pues sólo el
sector de agricultura utiliza el 70%. De este 70 %, más de la mitad se gasta en métodos de irrigación
ineficaces. En países dónde se cultivan algunas de las cosechas "más sedientas" del mundo - algodón,
arroz y azúcar - nuevas prácticas agrícolas aseguran que los escasos recursos de agua se usen de
manera más productiva.
En Sudáfrica, por ejemplo, las buenas prácticas de cooperativismo entre pequeños finqueros, la
planificación de la granja y sistemas de irrigación por goteo han visto la productividad del agua subir
significativamente disminuyendo la erosión por escorrentías y la contaminación. En India, los granjeros
han desarrollado un sistema de irrigación de arroz tan eficaz que ha aumentado su rendimiento entre
un 20-50%, utilizando mucho menos agua del ambiente. Debe darse alta prioridad a un uso del agua
más inteligente, apoyar a los agricultores y encargados de irrigación para aplicar prácticas agrícolas
que permitan producir más comida con menos agua.

Mito: Los hábitat de agua dulce se están conservando a expensas de las personas.
Hecho: Los estudios de WWF de casos en Colombia, Brasil, Sudáfrica y China muestran un aumento
de ingresos, empleo y rendimiento de la pesca en conjunción con proyectos de conservación natural de
las comunidades locales. Más de un tercio de las 100 ciudades más grandes del mundo - incluyendo
Nueva York, Yakarta, Tokio, Mumbai, Río de Janeiro, Los Ángeles, Barcelona, Nairobi y Melbourne -
dependen totalmente de bosques o áreas semi protegidas para la captación de casi toda el agua que
consumen. Los bosques naturales bien manejados minimizan el riesgo de derrumbes, erosión y
sedimentación. También mejoran sustancialmente la pureza del agua filtrando contaminantes, como
pesticidas, y en algunos casos captan y acumulan el agua. Los países harían bien en adoptar una
estrategia de protección del manto friático del bosque lo que resultaría en un gran ahorro de costos en
el suministro de agua, mejorando la salud de las poblaciones locales.
Conociendo algunos de los hechos, uno pensaría que los gobiernos responsables serían expeditos en
llevar a cabo soluciones más baratas y duraderas en el manejo de sus suministros de agua.
Tristemente, muchos aún creen que los proyectos de gran infraestructura, como las represas,
producen resultados más rápidos que los eficientes esfuerzos en pequeña escala, basados en las
comunidades. Los gobiernos también han fallado en implementar acuerdos previos en un marco
nacional y global para el manejo sostenible del agua.
El agua es un recurso finito, un recurso que se agota rápidamente y no se puede sostener con
proyectos grandiosos. Más bien, debemos concentrar esfuerzos en su justa distribución, restaurar el
manto acuífero y los humedales, reducir la contaminación y el manejo sostenible de la pesca.
Conservar los ecosistemas de agua dulce no es una alta meta predicada por el movimiento ambiental
sino una base práctica y vital para erradicar la pobreza. La conservación de ecosistemas de agua dulce
puede resultar en agua potable, agricultura y pesca más eficaces para los pobres.

La conservación de humedales y ríos debe ser una prioridad para los gobiernos que buscan garantizar
el agua y reducir la pobreza. El IV Foro Mundial de Agua podría ser importante si los gobiernos se
enfocan en la parte que falta: buen manejo de los ríos, humedales y otros cuerpos de agua dulce como
fuente de agua para las personas y la naturaleza.

Contaminación y posibles soluciones


Los problemas del agua se centran tanto en la calidad como en la cantidad. La comunidad debe
conocer la importancia de la “calidad” de la misma y esa misma comunidad de encargarse de su
cuidado y preservación. Los primeros en contaminar las aguas son los pesticidas y funguicidas como al
arsénico, llevados hasta los ríos por la lluvia y la erosión del suelo, cuyo polvo vuela hacia los ríos o el
mar y los contamina. Además, los campos pierden fecundidad por abuso de las técnicas agrícolas. La
sal acarreada en el invierno desde las rutas hasta los ríos es otro factor envenenante. Lo mismo que
los diques y las represas, que “barren” amplias franjas de cultivo. La agricultura da cuenta de alrededor
del 70% del uso global del agua.
Si tomamos el ejemplo de la Argentina, observaremos que casi toda el agua que consumen, proviene
de los mismos cuerpos de agua en los que son evacuados los residuos cloacales e industriales. La
concentración de diversos elementos de contaminación –materiales pesados, bacterias, nitratos e
hidrocarburos- que se producen en diferentes lagos, lagunas y ríos de la Argentina, superan
largamente las cifras consideradas peligrosas.
No es casual que los ríos Paraná, Salado del Norte, Salado del Sur, Carcarañá, de la Plata y Colorado
se inscriban entre los más contaminados del Planeta.
La Argentina no posee medidas de control adecuadas para el tratamiento y disposición de aguas
servidas, residuos peligrosos sólidos y desechos industriales domiciliarios, que finalmente terminan
contaminando cuerpos de agua superficiales y subterráneos. Se cuenta con información que determina
que importantes y numerosos cuerpos de agua se encuentran afectados por aguas servidas, con
intensos procesos de eutrofización debido a la falta de depuración. El mayor problema son las áreas
urbanas que reciben contaminantes al por mayor desde todas partes. Una de cada cuatro camas de un
hospital está ocupada por pacientes que tienen enfermedades contraídas por el agua. La
contaminación del agua actúa lentamente y genera enfermedades de todo tipo, no sólo trastornos
infecciosos. El agua transporta metales y sustancias tóxicas que van acumulándose en los organismos
hasta afectar de diferente manera los diversos tejidos corporales.
La contaminación de las aguas de superficie provenientes de las aguas residuales industriales y de
aguas negras sin tratar es una de las causas principales de daños a la propiedad (en combinación con
las inundaciones), pérdidas de espacios para recreación y daños ecológicos alrededor de las
principales áreas urbanas y de varios lagos interiores. En varios lugares del interior del país –como
Rosario y Córdoba- los cuerpos de agua se han contaminado hasta el punto de afectar los trabajos de
las plantas para su tratamiento.

Podemos tomar el caso del Lago San Roque, abastecedor del agua de la ciudad de Córdoba, en la
Provincia de Córdoba, es un lago empachado por la materia orgánica, algas, virus y bacterias, es decir,
experimenta el problema de la eutrofización. Hay proyectos para hacer plantas de tratamiento para las
principales localidades, pero la descarga sigue creciendo. No hay ningún sistema de tratamiento
funcionando.
La cuenca Riachuelo-Matanza en la Provincia de Buenos Aires, con sus 2.240 kilómetros cuadrados y
sus tres millones de habitantes, de los cuáles sólo el 45% posee cloacas y el 65% tiene agua potable
(1.700.000 personas utilizan pozos negros o cámaras sépticas), es uno de los símbolos nacionales de
la polución.
Tres mil empresas vuelcan a diario y desde hace años sus residuos tóxicos o no tóxicos, sólidos o
líquidos, sin ningún tipo de tratamiento o con tratamiento insuficiente. Las industrias farmacéuticas,
químicas y petroquímicas aportan el 30% de la contaminación, la industria de las bebidas alcohólicas y
curtiembres el 3%. A estos volcamientos se agregan los afluentes cloacales. En conjunto, recibe a
diario 368.000 metros cúbicos de residuos industriales, nada menos que el doble del caudal mínimo
promedio del río; esta carga constituye una peligrosa que destruye cada gota de agua transformándola
en una explosiva gota de contaminación. Los lodos del Riachuelo poseen grandes concentraciones de
cromo, cobre, mercurio, cinc y plomo. Las mayores concentraciones de cromo y plomo se encontraron
en los límites de los municipios de Avellaneda y Lanús en la Provincia de Buenos Aires.
En las zonas urbanas y rurales del noroeste de la Provincia de Buenos Aires, el acuífero Puelche –
reconocido como uno de los más grandes del mundo- presenta diferentes niveles de contaminación
con nitratos y bacterias coliformes. La sección superior arde de basura tóxica. La descarga es
meteórica y el agua puede transportar sustancias asociadas con los pozos ciegos, los basurales y los
nitratos residuales. El partido del conurbano bonaerense, densamente poblado, el agua del Puelche
presenta concentraciones
de nitratos hasta tres veces mayores a los límites permitidos. El canal oeste de los municipios Beriso y
Ensenada, Provincia de Buenos Aires, languidece. En ningún caso las plantas depuradoras son
suficientes, los tratamientos que debieran efectuar las empresas antes de volcarlos a los cauces son
entre deficientes e inexistentes. El conjunto de basuras es letal: metales pesados, compuestos
orgánicos e inorgánicos.

Por otro lado, la empresa “Aguas Argentinas” estimó que fluyen 2.300.000 de m3 de aguas negras sin
tratar – por día- en el río de la Plata. A ellas, se suman 1.900.000 de m3 diarias de descargas
industriales del Área Metropolitana de Buenos Aires. En el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, la repercusión principal recae en que las normas de calidad del agua ambiental se exceden
constantemente de la franja de los 300 metros continuos a la costa del río de la Plata, impidiendo el
uso recreativo (por insalubre) de las playas que antaño fueron tan importantes para sus habitantes.

La mayor parte del agua que consume la población proviene de los mismos cuerpos en los que son
evacuados los efluentes cloacales e industriales. Dada la falta de tratamiento de los mismos, la
población termina consumiendo agua potable de calidad dudosa o a un alto costo de purificación.
La contaminación de las aguas subterráneas debe considerarse como el problema de contaminación
más importante de la Argentina, más que nada debido a la exposición a los riesgos de salud de una
gran parte de los hogares -incluyendo una gran proporción de los de bajo recursos- que dependen del
agua subterránea para sus necesidades diarias.
No por estar escondidas bajo tierra las aguas subterráneas están liberadas de las descargas, el área
más crítica es la Metropolitana de Buenos Aires, por la gran cantidad de gente afectada y por la baja
cobertura de infraestructura en las municipalidades más apartadas. La principal fuente de
contaminación son los tanques sépticos y, en menor medida, las aguas residuales industriales. Las
aguas poseen contaminación bacteriológica y salina por nitrato.
La solución más efectiva es promover la extensión de servicios de saneamiento y agua potable a los
barrios de bajos ingresos y áreas suburbanas que actualmente no lo reciben.

El arsénico en el agua
La presencia de arsénico en las aguas se puede explicar como resultado de la utilización, a veces
excesiva y sin control, de productos relacionados con actividades agrícolas, la jardinería y limpieza de
malezas, como son los fungicidas, insecticidas y plaguicidas en general. Muchos de ellos tienen
arsénico como compuesto tóxico, por que su utilización está indicada para erradicar diversas plagas.
Las principales rutas de exposición de las personas al arsénico son la ingesta e inhalación. El arsénico
es acumulable en el organismo por exposiciones crónicas y superadas ciertos niveles de
concentración. Puede ocasionar afecciones como alteraciones de la piel (relajamiento de los capilares
cutáneos y la dilatación de los mismos), lesiones dérmicas (neoplasias de piel), vasculopatías
periféricas ("enfermedad del pie negro"), además de enfermedades respiratorias; neurológicas
(neuropatías periféricas), cardiovasculares y diversos tipos de cáncer (pulmón, rincón, hígado, vejiga y
de piel).
Además, personas que ingieren de forma prolongada arsénico inorgánico, vía agua de bebida, pueden
presentar hiperqueratosis palmo- plantar cuya manifestación principal es la pigmentación de la piel y
callosidades localizadas en las palmas de las manos y pies.
Algunos estudios de toxicidad del arsénico indican que muchas de las normas actuales basadas en las
guías de la OMS son muy altas, y plantean la necesidad de reevaluar los valores límites basándose en
estudios epidemiológicos; por ejemplo, en Argentina se estima que el límite se debe reducir de 0,05
mg/l a 0,01 mg/l. En otros casos, podrían aumentarse dichos valores de acuerdo a las condiciones
regionales. En América Latina ha podido apreciarse que a niveles similares de arsénico en diferentes
condiciones (climatológicas, de nutrición y otros) el nivel de afectación es diferente.
La ingestión permanente de aguas contaminadas por sales de arsénico origina el llamado
hidroarsenicismo crónico regional endémico (HACRE), muy frecuente en numerosas regiones del
planeta.
Se asocia el origen de esta enfermedad con el consumo de agua con altas concentraciones en
arsénico a lo que se une el excesivo calor de estas zonas. Estos dos factores hacen que los adultos de
estas regiones contraigan lesiones irreversibles que les incapacitan para el trabajo, incluso,
ocasionalmente, les puede provocar la muerte. Los primeros síntomas suelen aparecer entre la
pubertad y la edad adulta, aunque puede aparecer en edad escolar.
Todos sabemos que el agua es un elemento y una de las necesidades más importantes para los seres
humanos; sin embargo, continuamos contaminándola y desperdiciándola sin ningún tipo de control.
La única manera de revertir este proceso que está silenciosa pero inevitablemente deteriorando
nuestro entorno de vida, contaminando nuestros alimentos y amenazando la salud de presentes y
próximas generaciones, es a través de un plan para poner fin a los vertidos de sustancias al agua. Es
necesario un cambio radical en la manera en que se enfrenta el problema de la contaminación y exigir
a los organismos de gobierno y a las industrias, un rendimiento de cuentas al público sobre las
sustancias que se producen y liberan al ambiente. Así como una reducción progresiva de la generación
de esos contaminantes. Existirían dos formas de hacerlo...

Manejo, gestión o control de la contaminación


Son sistemas que intentan manejar o gestionar la contaminación. Pone su atención en lo que sucede al
“final de la tubería”, es decir, una vez que los residuos ya se han generado. Se basa en el principio de
asimilación,

que considera que el ambiente está en condiciones de asimilar los contaminantes que recibe. Basa la
protección de cada ambiente en exigir a las diferentes industrias no superar ciertos niveles de emisión
de algunos contaminantes. Una de sus consecuencias es la transferencia de las sustancias de un
medio al otro pero la carga contaminante total en el ambiente no disminuye. Para evitar superar los
límites de sustancias en los efluentes, se puede lograr que éstos permanezcan en los filtros de
tratamiento. Si esos filtros son luego incinerados o enterrados, las sustancias contaminantes irán a la
atmósfera o contaminarán el suelo y las napas de agua subterráneas.

Son pocas, de todos modos, las sustancias contempladas, para la mayoría de los compuestos ni
siquiera existen normas. Tampoco éstas tienen en cuenta el efecto simultaneo de todas las sustancias
ni la complejidad de la composición de los efluentes y de las emisiones, donde una amplia gama de
contaminantes diferentes no puede ser manejada adecuadamente.

Prevención de la contaminación
Este enfoque, al aceptar que una vez generadas las sustancias contaminantes la eliminación de los
riesgos asociados a ellos es muchas veces imposible, promueve la prevención de esa contaminación
desde su origen, desde su propia fuente. Es necesario evitar la generación de residuos aplicando
tecnologías limpias, que no emplean materias tóxicas ni suponen un riesgo para los humanos.
En lugar de intentar controlar o manejar los vertidos o invertir en millonarios sistemas de tratamiento de
efluentes, la reducción progresiva de la generación de contaminantes mediante la reducción del uso y
producción de residuos permite solucionar el problema.
Para empezar a cambiar el proceso de generación y eliminación de contaminantes es necesario:
Proveer mecanismos financieros y facilitar líneas de crédito que permitan reemplazar las sustancias
empleadas y producidas.
Prohibir la producción, importación y uso de productos peligrosos.
Realizar investigaciones epidemiológicas y sobre los niveles de contaminantes en cursos de agua,
alimentos y leche materna, especialmente en las áreas más castigadas por la contaminación.
Establecer un programa de prevención de la contaminación por residuos que contemple, entre otros
puntos: la prevención del consumo y vertido de productos contaminantes.
Dar origen a una campaña de difusión de información, en colaboración con entidades vecinales y de
consumidores destinada a evitar el uso de sustancias nocivas en los hogares.
Implementar un plan de reemplazo de envases descartables y de recuperación de la fracción orgánica
para producir abono.
Otorgar un tratamiento terciario completo a los residuos cloacales. Prohibir el vertido al sistema cloacal
de residuos industriales.

Planta de tratamiento
Las aguas residuales son residuos líquidos provenientes de tocadores, baños, regaderas o duchas,
cocinas, etc; que son desechados a las alcantarillas, atarjeas o cloacas. En muchas áreas, las aguas
residuales también incluyen algunas aguas sucias provenientes de industrias y comercios. La división
del agua casera drenada en aguas grises y aguas negras es más común en el mundo desarrollado, el
agua negra es la que procede de inodoros y orinales y el agua gris, procedente de piletas y bañeras,
puede ser usada en riego de plantas y reciclada en el uso de inodoros, donde se transforma en agua
negra. Muchas aguas residuales también incluyen aguas superficiales procedentes de las lluvias. Las
aguas residuales municipales contienen descargas residenciales, comerciales e industriales, y pueden
incluir el aporte de precipitaciones pluviales cuando se usa tuberías de uso mixto pluvial - residual.
Aguas grises: Las aguas grises o aguas residuales no cloacales son las aguas generadas por los
procesos de un hogar, tales como el lavado de utensilios y de ropa así como el baño de las personas.
Se distinguen de las aguas cloacales contaminada con desechos del retrete, llamadas aguas negras,
porque no contienen bacterias Escherichia coli. Las aguas grises son de vital importancia, porque
pueden ser de mucha utilidad en el campo del regadío ecológico. Generalmente se descomponen más
rápido que las aguas negras y tienen mucho menos nitrógeno y fósforo. Sin embargo, las aguas grises
contienen algún porcentaje de aguas negras, incluyendo patógenos de varias clases.
Las aguas grises recicladas de la bañera pueden ser utilizadas en los retretes, lo que ahorra grandes
cantidades de agua. Muchos intentos de esto han sido hechos, por ejemplo, en Alemania y más
recientemente en Brasil. Sin embargo, las aguas grises sin tratar no pueden ser usadas para la
descarga del excusado ya que generan malos olores y manchas si se dejan más de un día.

Aguas negras: El término aguas negras, define un tipo de agua que está contaminada con sustancias
fecales y orina, procedentes de desechos orgánicos humanos o animales. Su importancia es tal que
requiere sistemas de canalización, tratamiento y desalojo. Su tratamiento nulo o indebido genera
graves problemas de contaminación. También se les llama aguas servidas, aguas residuales, aguas
fecales, o aguas cloacales. Son residuales, habiendo sido usada el agua, constituyen un residuo, algo
que no sirve para el usuario directo; son negras por el color que habitualmente tienen, y cloacales
porque son transportadas mediante cloacas (del latín cloaca, alcantarilla), nombre que se le da
habitualmente al colector. Algunos autores hacen una diferencia entre aguas servidas y aguas
residuales en el sentido que las primeras solo provendrían del uso doméstico y las segundas
corresponderían a la mezcla de aguas domésticas e industriales. En todo caso, están constituidas por
todas aquellas aguas que son conducidas por el alcantarillado e incluyen, a veces, las aguas de lluvia y
las infiltraciones de agua del terreno.
Todas las aguas naturales contienen cantidades variables de otras sustancias en concentraciones que
varían de unos pocos mg/litro en el agua de lluvia a cerca de 35 mg/litro en el agua de mar. A esto hay
que añadir, en las aguas residuales, las impurezas procedentes del proceso productor de desechos,
que son los propiamente llamados vertidos. Las aguas residuales pueden estar contaminadas por
desechos urbanos o bien proceder de los variados procesos industriales. La composición y su
tratamiento pueden diferir mucho de un caso a otro, por lo que en los residuos industriales es preferible
la depuración en el origen del vertido que su depuración conjunta posterior.
Por su estado físico se puede distinguir:
Fracción suspendida: desbaste, decantación, filtración. Fracción coloidal: precipitación química.
Fracción soluble: oxidación química, tratamientos biológicos, etc.
La coloidal y la suspendida se agrupan en el ensayo de materias en suspensión o Sólidos Suspendidos
Totales (SST)

Los sistemas de alcantarillado que trasportan descargas de aguas sucias y aguas de precipitación
conjuntamente son llamados sistemas de alcantarillas combinado. La práctica de construcción de
sistemas de alcantarillas combinadas es actualmente menos común en los Estados Unidos y Canadá
que en el pasado, y se acepta menos dentro de las regulaciones del Reino Unido y otros países
europeos, así como en otros países como Argentina. Sin embargo, el agua sucia y agua de lluvia son
colectadas y transportadas en sistemas de alcantarillas separadas, llamados alcantarillas sanitarias y
alcantarillas de tormenta de los Estados Unidos, y “alcantarillas fétidas” y “alcantarillas de agua
superficial” en Reino Unido, o cloacas y conductos pluviales en otros países europeos. El agua de
lluvia puede arrastrar, a través de los techos y la superficie de la tierra, varios contaminan-tes
incluyendo partículas del suelo, metales pesados, compuestos orgánicos, basura animal, aceites y
grasa. Algunas jurisdicciones requieren que el agua de lluvia reciba algunos niveles de tratamiento
antes de ser descargada al ambiente. Ejemplos de procesos de tratamientos para el agua de lluvia
incluyen tanques de sedimentación, humedales y separadores de vórtice (para remover sólidos
gruesos).
El sitio donde el proceso es conducido se llama Planta de Tratamiento de aguas residuales. El
diagrama de flujo de una planta de tratamiento de aguas residuales es generalmente el mismo en
todos los países:
Tratamiento físico químico Remoción de sólidos Remoción de arena
Precipitación con o sin ayuda de coagulantes o floculantes Separación y filtración de sólidos
El agregado de cloruro férrico ayuda a precipitar en gran parte a la remoción de fósforo y ayuda a
precipitar los biosólidos
Tratamiento biológico
Lechos oxidantes o sistemas aeróbicos Post – precipitación
Liberación al medio de efluentes, con o sin desinfección según las normas de cada
jurisdicción.
Tratamiento químico: Este paso es usualmente combinado con procedimientos para remover sólidos
como la filtración.
Eliminación del hierro del agua potable: Los métodos para eliminar el exceso de hierro incluyen
generalmente transformación del agua clorada en una disolución generalmente básica utilizando cal
apagada; oxidación del hierro mediante el ion hipoclorito y precipitación del hidróxido férrico de la
solución básica. Mientras todo esto ocurre el ion OCl esta destruyendo los microorganismos patógenos
del agua.
Eliminación del oxigeno del agua de las centrales térmicas: Para transformar el agua en vapor en las
centrales térmicas se utilizan calderas a altas temperaturas. Como el oxigeno es un agente oxidante,
se necesita un agente reductor como la hidrazina para eliminarlo.
Eliminación de los fosfatos de las aguas residuales domesticas: El tratamiento de las aguas residuales
domesticas incluye la eliminación de los fosfatos. Un método muy simple consiste en precipitar los
fosfatos con cal apagada. Los fosfatos pueden estar presentes de muy diversas formas como el ion
Hidrógeno fosfato.

Etapas del tratamiento


A) Tratamiento primario: El tratamiento primario es para reducir aceites, grasas, arenas y sólidos
gruesos. Este paso está enteramente hecho con maquinaria, de ahí conocido también como
tratamiento mecánico.

Remoción de sólidos: En el tratamiento mecánico, el afluente es filtrado en cámaras de rejas para


eliminar todos los objetos grandes que son depositados en el sistema de alcantarillado, tales como
trapos, barras, condones, compresas, tampones, latas, frutas, papel higiénico, etc. Éste es el usado
más comúnmente mediante una pantalla rastrillada automatizada mecánicamente. Este tipo de basura
se elimina porque esto puede dañar equipos sensibles en la planta de tratamiento de aguas residuales,
además los tratamientos biológicos no están diseñados para tratar sólidos.
Remoción de arena: Esta etapa (también conocida como escaneo o maceración) típica-mente incluye
un canal de arena donde la velocidad de las aguas residuales es cuidadosamente controlada para
permitir que la arena y las piedras de ésta tomen partículas, pero todavía se mantiene la mayoría del
material orgánico con el flujo. Este equipo es llamado colector de arena. La arena y las piedras
necesitan ser quitadas a tiempo en el proceso para prevenir daño en las bombas y otros equipos en las
etapas restantes del tratamiento. Algunas veces hay baños de arena (clasificador de la arena) seguido
por un transportador que transporta la arena a un contenedor para la deposición. El contenido del
colector de arena podría ser alimentado en el incinerador en un procesamiento de planta de fangos,
pero en muchos casos la arena es enviada a un terraplén.

Investigación y maceración: El líquido libre de abrasivos es pasado a través de pantallas arregladas o


rotatorias para remover material flotante y materia grande como trapos; y partículas pequeñas como
chícharos y maíz. Los escaneos son colectados y podrán ser regresados a la planta de tratamiento de
fangos o podrán ser dispuestos al exterior hacia campos o incineración. En la maceración, los sólidos
son cortados en partículas pequeñas a través del uso de cuchillos rotatorios montados en un cilindro
revolvente, es utilizado en plantas que pueden procesar esta basura en partículas. Los maceradores
son, sin embargo, más caros de mantener y menos confiables que las pantallas físicas.
Sedimentación: Muchas plantas tienen una etapa de sedimentación donde el agua residual se pasa a
través de grandes tanques circulares o rectangulares. Estos tanques son comúnmente llamados
clarificadores primarios o tanques de sedimentación primarios. Los tanques son lo suficientemente
grandes que los sólidos fecales pueden situarse y el material flotante como la grasa y plásticos pueden
levantarse hacia la superficie y desnatarse. El propósito principal de la etapa primaria es producir
generalmente un líquido homogéneo capaz de ser tratado biológicamente y de unos fangos que puede
ser tratado separadamente. Los tanques primarios de establecimiento se equipan generalmente con
raspadores conducidos mecánicamente que conducen continuamente los fangos recogido hacia una
tolva en la base del tanque donde mediante una bomba puede llevar a éste hacia otras etapas del
tratamiento.

B) Tratamiento secundario: El tratamiento secundario es designado para substancialmente


degradar el contenido biológico de las aguas residuales que se derivan de la basura humana, basura
de comida, jabones y detergentes. La mayoría de las plantas municipales e industriales trata el licor de
las aguas residuales usando procesos biológicos aeróbicos. Para que sea efectivo el proceso biótico,
requiere oxígeno y un substrato en el cual vivir. Hay un número de maneras en la cual esto está hecho.
En todos estos métodos, las bacterias y los protozoarios consumen contaminantes orgánicos solubles
biodegradables (por ejemplo: azúcares, grasas, moléculas de carbón orgánico, etc) y unen muchas de
las pocas fracciones solubles en partículas de flóculo. Los sistemas de tratamiento secundario son
clasificados como película fija o crecimiento suspendido.

Tanque de sedimentación secundaria. En los sistemas fijos de película, como los filtros de roca, la
biomasa crece en el medio y el agua residual pasa a través de él. En el sistema de crecimiento
suspendido, como fangos activos, la biomasa está bien combinada con las aguas residuales.
Típicamente, los sistemas fijos de película requieren superficies más pequeñas que para un sistema
suspendido equivalente del crecimiento, sin embargo, los sistemas de crecimiento suspendido son más
capaces ante choques en el cargamento biológico y provee cantidades más altas del retiro para el
DBO y los sólidos suspendidos que sistemas fijados de película.
Filtros de desbaste: Los filtros de desbaste son utilizados para tratar particularmente cargas orgánicas
fuertes o variables, típicamente industriales, para permitirles ser tratados por procesos de tratamiento
secundario. Son filtros típicamente altos, filtros circulares llenados con un filtro abierto sintético en el
cual las aguas residuales son aplicadas en una cantidad relativamente alta. El diseño de los filtros
permite una alta descarga hidráulica y un alto flujo de aire. En instalaciones más grandes, el aire es
forzado a través del medio usando sopladores. El líquido resultante está usualmente con el rango
normal para los procesos convencionales de tratamiento.
Fangos activos: Las plantas de fangos activos usan una variedad de mecanismos y procesos para usar
oxígeno disuelto y promover el crecimiento de organismos biológicos que remueven substancialmente
materia orgánica. También puede atrapar partículas de material y puede, bajo condiciones ideales,
convertir amoniaco en nitrito y nitrato, y en última instancia a gas nitrógeno.
Camas filtrantes (camas de oxidación)
Se utiliza la capa filtrante de goteo utilizando plantas más viejas y plantas receptoras de cargas más
variables, las camas filtrantes son utilizadas donde el licor de las aguas residuales es rociado en la
superficie de una profunda cama compuesta de coke (carbón, piedra caliza o fabricada especial- mente
de medios plásticos).
Tales medios deben tener altas superficies para soportar los biofilms que se forman. El licor es
distribuido mediante unos brazos perforados rotativos que irradian de un pivote central. El licor
distribuido gotea en la cama y es recogido en drenes en la base. Estos drenes también proporcionan
un recurso de aire que se infiltra hacia arriba de la cama, manteniendo un medio aerobio.
Las películas biológicas de bacteria, protozoarios y hongos se
forman en la superficie media y se comen o reducen los contén-
Filtro oxidante
dos orgánicos. Este biofilm es alimentado a menudo por insectos y gusanos, los cuales atraen pájaros,
los cuales atraen ornitólogos.
Placas rotativas y espirales: En algunas plantas pequeñas son usadas placas o espirales de
revolvimiento lento que son parcialmente sumergidas en un licor. Se crea un flóculo biotico que
proporciona el substrato requerido.
Reactor biológico de cama móvil: El reactor biológico de cama móvil (MBBR, por sus siglas en inglés)
asume la adición de medios inertes en vasijas de fangos activos existentes para proveer sitios activos
para que se adjunte la biomasa. Esta conversión hace como resultante un sistema de crecimiento. Las
ventajas de los sistemas de crecimiento adjunto son:
1) Mantener una alta densidad de población de biomasa
2) Incrementar la eficiencia del sistema sin la necesidad de incrementar la concentración del licor
mezclado de sólidos (MLSS)
3) Eliminar el costo de operación de la línea de retorno de fangos activos (RAS).
Filtros aireados biológicos: Filtros aireados (o anóxicos) biológicos (BAF) combinan la filtración con
reducción biológica de carbono, nitrificación o desnitrificación. BAF incluye usual-mente un reactor
lleno de medios de un filtro. Los medios están en la suspensión o apoyados por una capa en el pie del
filtro. El propósito doble de este medio es soportar altamente la biomasa activa que se une a él y a los
sólidos suspendidos del filtro. La reducción del carbón y la conversión del amoniaco ocurre en medio
aerobio y alguna vez alcanzado en un sólo reactor mientras la conversión del nitrato ocurre en una
manera anóxica. BAF es también operado en flujo alto o flujo bajo dependiendo del diseño
especificado por el fabricante.
Reactores biológicos de la membrana: MBR es un sistema con una barrera de membrana
semipermeable o en conjunto con un proceso de fangos. Esta tecnología garantiza la remoción de
todos los contaminantes suspendidos y algunos disueltos. La limitación de los sistemas MBR es
directamente proporcional a la eficaz reducción de nutrientes del proceso de fangos activos. El coste
de construcción y operación de MBR es usualmente más alto que el de un tratamiento de aguas
residuales convencional de esta clase de filtros.
Sedimentación secundaria: El paso final de la etapa secundaria del tratamiento es retirar los flóculos
biológicos del material de filtro y producir agua tratada con bajos niveles de materia orgánica y materia
suspendida.

C) Tratamiento terciario: El tratamiento terciario proporciona una etapa final para aumentar la
calidad del efluente al estándar requerido antes de que éste sea descargado al ambiente receptor
(mar, río, lago, campo, etc.) Más de un proceso terciario del tratamiento puede ser usado en una planta
de tratamiento. Si la desinfección se practica siempre en el proceso final, es siempre llamada pulir el
efluente.
Filtración: La filtración de arena remueve gran parte de los residuos de materia suspendida. El carbón
activado sobrante de la filtración remueve las toxinas residuales.
Lagunaje: El tratamiento de lagunas proporciona el establecimiento necesario y fomenta la mejora
biológica de almacenaje en charcos o lagunas artificiales. Estas lagunas son altamente aerobias y la
colonización por los macrophytes nativos, especialmente cañas, se dan a menudo. Los invertebrados
de alimentación del filtro pequeño tales como Daphnia y especies de Rotifera asisten grandemente al
tratamiento removiendo partículas finas.
Tierras húmedas construidas: Las tierras húmedas construidas incluyen camas de caña y un rango
similar de metodologías similares que proporcionan un alto grado de mejora biológica aerobia y pueden
ser utilizados a menudo en lugar del tratamiento secundario para las comunidades pequeñas, también
para la phytoremediation.
Remoción de nutrientes: Las aguas residuales nutrientes pueden también contener altos niveles de
nutrientes (nitrógeno y fósforo) que eso en ciertas formas puede ser tóxico para peces e invertebrados
en concentraciones muy bajas (por ejemplo amoníaco) o eso puede crear condiciones insanas en el
ambiente de recepción (por ejemplo: mala hierba o crecimiento de algas). Las malas hierbas y las
algas pueden parecer ser una edición estética, pero las algas pueden producir las toxinas, y su muerte
y consumo por las bacterias (decaimiento) pueden agotar el oxígeno en el agua y sofocar los pescados
y la otra vida acuática. Cuando se recibe una descarga de los ríos a los lagos o a los mares bajos, los
nutrientes agregados pueden causar pérdidas entrópicas severas perdiendo muchos peces sensibles a
la limpieza del agua. El retiro del nitrógeno o del fósforo de las aguas residuales se puede alcanzar
mediante la precipitación química o biológica.
La remoción del nitrógeno se efectúa con la oxidación biológica del nitrógeno del amoníaco al nitrato
(nitrificación que implica nitrificar bacterias tales como Nitrobacter y Nitrosomonus), y entonces
mediante la reducción el nitrato es convertido al gas del nitrógeno (desnitrificación), que se lanza a la
atmósfera. Estas conversiones requieren condiciones cuidadosamente controladas para permitir la
formación adecuada de comunidades biológicas. Los filtros de arena, las lagunas y las camas de
lámina se pueden utilizar para reducir el nitrógeno. Algunas veces, la conversión del amoníaco tóxico al
nitrato solamente se refiere a veces como tratamiento terciario.
El retiro del fósforo se puede efectuar biológicamente en un proceso llamado retiro biológico realzado
del fósforo. En este proceso específicamente bacteriano, llamadas Polyphosphate que acumula
organismos, se enriquecen y acumulan selectivamente grandes cantidades de fósforo dentro de sus
células. Cuando la biomasa enriquecida en estas bacterias se separa del agua tratada, los biosólidos
bacterianos tienen un alto valor del fertilizante. El retiro del fósforo se puede alcanzar también,
generalmente por la precipitación química con las sales del hierro (por ejemplo: cloruro férrico) o del
aluminio (por ejemplo: alumbre). El fango químico que resulta, sin embargo, es difícil de operar, y el
uso de productos químicos en el proceso del tratamiento es costoso. Aunque esto hace la operación
difícil y a menudo sucia, el retiro químico del fósforo requiere una huella significativamente más
pequeña del equipo que la de retiro biológico y es más fácil de operar.
Desinfección: El propósito de la desinfección en el tratamiento de las aguas residuales es reducir
substancialmente el número de organismos vivos en el agua que se descargará nueva-mente dentro
del ambiente. La efectividad de la desinfección depende de la calidad del agua que es tratada (por
ejemplo: turbiedad, pH, etc.), del tipo de desinfección que es utilizada, de la dosis de desinfectante
(concentración y tiempo), y de otras variables ambientales. El agua turbia será tratada con menor éxito
puesto que la materia sólida puede blindar organismos, especialmente de la luz ultravioleta o si los
tiempos del contacto son bajos. Generalmente, tiempos de contacto cortos, dosis bajas y altos flujos
influyen en contra de una desinfección eficaz. Los métodos comunes de desinfección incluyen el
ozono, la clorina, o la luz UV. La Cloramina, que se utiliza para el agua potable, no se utiliza en el
tratamiento de aguas residuales debido a su persistencia.
La desinfección con cloro sigue siendo la forma más común de desinfección de las aguas residuales en
Norteamérica debido a su bajo historial de costo y del largo plazo de la eficacia. Una desventaja es que
la desinfección con cloro del material orgánico residual puede generar compuestos orgánicamente
clorados que pueden ser carcinógenos o dañinos al ambiente. La clorina o las "cloraminas" residuales
puede también ser capaces de tratar el material con cloro orgánico en el ambiente acuático natural.
Además, porque la clorina residual es tóxica para especies acuáticas, el efluente tratado debe ser
químicamente desclorinado, agregándose complejidad y costo del tratamiento.
La luz ultravioleta (UV) se está convirtiendo en el medio más común de la desinfección en el Reino
Unido debido a las preocupaciones por los impactos de la clorina en el tratamiento de aguas residuales
y en la clorinación orgánica en aguas receptoras. La radiación UV se utiliza para dañar la estructura
genética de las bacterias, virus, y otros patógenos, haciéndolos incapaces de la reproducción. Las
desventajas dominantes de la desinfección UV son la necesidad del mantenimiento y del reemplazo
frecuentes de la lámpara y la necesidad de un efluente altamente tratado para asegurarse de que los
microorganismos objetivo no están blindados de la radiación UV (es decir, cualquier sólido presente en
el efluente tratado puede proteger microorganismos contra la luz UV).
El ozono O3 es generado pasando el O2 del oxígeno con un potencial de alto voltaje resultando un
tercer átomo de oxígeno y que forma O3. El ozono es muy inestable y reactivo y oxida la mayoría del
material orgánico con que entra en contacto, de tal manera que destruye muchos microorganismos
causantes de enfermedades. El ozono se considera ser más seguro que la clorina porque, mientras
que la clorina que tiene que ser almacenada en el sitio (altamente venenoso en caso de un
lanzamiento accidental), el ozono es colocado según lo necesitado. La ozonización también produce
pocos subproductos de la desinfección que la desinfección con cloro. Una desventaja de la
desinfección del ozono es el alto coste del equipo de la generación del ozono y que las habilidades de
los operadores deben ser demasiadas.

El tratamiento de los fangos: Los sólidos primarios gruesos y los biosólidos secundarios acumulados
en un proceso del tratamiento de aguas residuales se debe tratar y disponer de una manera segura y
eficaz. Este material a menudo se contamina inadvertidamente con los compuestos orgánicos e
inorgánicos tóxicos (por ejemplo: metales pesados). El propósito de la digestión es reducir la cantidad
de materia orgánica y el número de los microorganismos presentes en los sólidos que causan
enfermedades. Las opciones más comunes del tratamiento incluyen la digestión anaerobia, la digestión
aerobia, y el abonamiento.

La digestión anaeróbica: Es un proceso bacteriano que se realiza en ausencia del oxígeno. El proceso
puede ser la digestión termofílica en la cual el fango se fermenta en tanques en una temperatura de
55°C o mesofílica, en una temperatura alrededor de 36°C. Sin embargo, permitiendo tiempo de una
retención más corta, así en los pequeños tanques, la digestión termofílica es más expansiva en
términos de consumo de energía para calentar el fango.
La digestión anaerobia genera biogas con una parte elevada de metano que se puede utilizar para el
tanque y los motores o las micro turbinas del funcionamiento para otros procesos en sitio. En plantas
de tratamiento grandes suficiente la energía se puede generar de esta manera de producir más
electricidad que las máquinas requieren. La generación del metano es una ventaja dominante del
proceso anaeróbico. Su desventaja dominante es la de largo plazo requerida para el proceso (hasta 30
días) y el alto costo de capital.

Digestión aeróbica: Es un proceso bacteriano que ocurre en presencia del oxígeno. Bajo condiciones
aeróbicas, las bacterias consumen rápidamente la materia orgánica y la convierten en el bióxido de
carbono. Una vez que haya una carencia de la materia orgánica, las bacterias mueren y son utilizadas
como alimento por otras bacterias. Esta etapa del proceso se conoce como respiración endógena. La
reducción de los sólidos ocurre en esta fase. Porque ocurre la digestión aeróbica mucho más
rápidamente, los costos de capital de digestión aerobia son más bajos. Sin embargo, los gastos de
explotación son característicos por ser mucho mayores para la digestión aeróbica debido a los costes
energéticos para la aireación necesitada para agregar el oxígeno al proceso.

La composta o abonamiento: Es también un proceso aeróbico que implica el mezclar de los sólidos de
las aguas residuales con fuentes del carbón tales como aserrín, paja o virutas de madera. En
presencia del oxígeno, las bacterias digieren los sólidos de las aguas residuales y la fuente agregada
del carbón y, al hacer eso, producen una cantidad grande de calor. Los procesos anaerobios y
aerobios de la digestión pueden dar lugar a la destrucción de microorganismos y de parásitos
causantes de enfermedades a un suficiente nivel para permitir que los sólidos digeridos que resultan
sean aplicados con seguridad a la tierra usada como material de la enmienda del suelo (con las
ventajas similares a la turba) o usada para la agricultura como fertilizante a condición de que los
niveles de componentes tóxicos son suficientemente bajos.

La depolimerización termal: Utiliza pirólisis acuosa para convertir los organismos complejos reducidos
al aceite. El hidrógeno en el agua se inserta entre los vínculos químicos en polímeros naturales tales
como grasas, las proteínas y la celulosa. El oxígeno del agua combina con el carbón, el hidrógeno y los
metales. El resultado es aceite, gases combustibles de la luz tales como metano, propano y butano,
agua con las sales solubles, bióxido de carbono, y un residuo pequeño del material insoluble inerte que
se asemeja a la roca y al carbón pulverizados. Se destruyen todos los organismos y muchas toxinas
orgánicas. Las sales inorgánicas tales como nitratos y fosfatos siguen siendo en el agua después del
tratamiento en los niveles suficientemente altos que el tratamiento adicional está requerido.
La energía de descomprimir el material se recupera, y el calor y la presión de proceso se acciona
generalmente de los gases combustibles ligeros. El aceite se trata generalmente más lejos para hacer
un grado ligero útil refinado del aceite, tal como ningunos diesel y ningún aceite de calefacción, y
después se vende.
La elección de un método de tratamiento sólido de las aguas residuales depende de la cantidad de
sólidos generados y de otras condiciones específicas del lugar. Sin embargo, generalmente el
abonamiento es lo más a menudo posible aplicado a los usos en pequeña escala seguidos por la
digestión aerobia y entonces la digestión anaerobia para grandes escalas como en los municipios.
Deposición de fangos: Cuando se produce un fango líquido, un tratamiento adicional puede ser
requerido para hacerlo conveniente para la disposición final. Típicamente, los fangos se espesan
(desecado) para reducir los volúmenes transportados para la disposición. Los procesos para reducir el
contenido en agua incluyen lagunas en camas de sequía para producir una torta que pueda ser
aplicada a la tierra o ser incinerada; el presionar, donde el fango se filtra mecánicamente, a través de
las pantallas del paño para producir

a menudo una torta firme; y centrifugación donde el fango es espesado centrífugo separando el sólido
y el líquido. Los fangos se pueden disponer por la inyección líquida para aterrizar o por la disposición
en un terraplén. Hay preocupaciones por la incineración del fango debido a los agentes
contaminadores del aire en las emisiones, junto con el alto coste de combustible suplemental, haciendo
esto medios menos atractivos y menos comúnmente construidos del tratamiento y de la disposición del
fango.
No hay proceso que elimine totalmente los requisitos para la disposición de biosólidos. En Australia del
sur, después de la centrifugación, el fango entonces es secado totalmente por la luz del sol. Los
biosólidos ricos en nutrientes entonces se proporcionan a los granjeros para utilizar como fertilizante
natural. Este método ha reducido la cantidad de terraplén generada por el proceso cada año.

El tratamiento en el ambiente de recepción: La introducción de aguas residuales que trata la planta


fluyen en los procesos de muchos ríos pequeños, en una planta de tratamiento de aguas residuales se
diseñan los procesos naturales del tratamiento que ocurren en el ambiente, si ese ambiente es un
cuerpo natural del agua o la tierra. Si no se ha sobrecargado, las bacterias en el ambiente consumirán
los contaminantes orgánicos, aunque ésta reducirá los niveles del oxígeno en el agua y puede cambiar
perceptiblemente la ecología total del agua de recepción. Las poblaciones bacterianas nativas
alimentan en los contaminantes orgánicos, y los números de microorganismos que causan
enfermedades son reducidos por condiciones ambientales naturales tales como depredación,
exposición a la radiación ultravioleta, etc. Por lo tanto, en caso de que el ambiente de recepción
proporcione un de alto nivel de la dilución, un alto grado del tratamiento de aguas residuales no puede
ser requerido. Sin embargo, la evidencia reciente ha demostrado que los niveles muy bajos de ciertos
contaminantes en aguas residuales, incluyendo las hormonas (de la agricultura animal y del residuo de
píldoras humanas del control de la natalidad) y los materiales sintéticos pueden tener un impacto
adverso imprevisible en el medio natural y potencialmente en seres humanos si el agua se reutiliza
para el agua potable. Una amenaza significativa en las décadas que vienen será las descargas
incontroladas de aumento de las aguas residuales dentro de países en vías de desarrollo rápidamente.

El déficit mundial del tratamiento: Visto de una perspectiva mundial existe capacidad inadecuada del
tratamiento de las aguas residuales, especialmente en países poco desarrollados. Esta circunstancia
ha existido desde, por lo menos, los años 70 y es debido a la superpoblación, a la crisis del agua y al
costo de construir sistemas de tratamiento de aguas residuales. El resultado del tratamiento
inadecuado de las aguas residuales es aumentos significativos de la mortalidad (sobre todo) de
enfermedades prevenibles; por otra parte, este impacto de la mortalidad es particular-mente alto entre
los infantes y otros niños en países subdesarrollados, particularmente en los continentes de África y de
Asia. Particularmente, en el año 2000, los Naciones Unidas han establecido que 2.64 mil millones
personas tenían el tratamiento y/o disposición de las aguas residuales inadecuado. Este valor
representó a 44 por ciento de la población global, pero en África y Asia aproximadamente la mitad de la
población no tenía ningún acceso cualquiera a los servicios del tratamiento de aguas residuales.

Potenciales impactos ambientales: Los contaminantes de las aguas servidas municipales, o aguas
servidas domésticas, son los sólidos suspendidos y disueltos que consisten en: materias orgánicas e
inorgánicas, nutrientes, aceites y grasas, sustancias tóxicas, y microorganismos patógenos. Los
desechos humanos sin un tratamiento apropiado, eliminados en su punto de origen o recolectados y
transportados, presentan un peligro de infección parasitaria (mediante el contacto directo con la
materia fecal), hepatitis y varias enfermedades gastrointestinales, incluyendo el cólera y tifoidea
(mediante la contaminación de la fuente de agua y la comida). Cabe mencionar que el agua de lluvia
urbana puede contener los mismos contaminantes, a veces en concentraciones sorprendentemente
altas.
Cuando las aguas servidas son recolectadas, pero no tratadas correctamente antes de su eliminación
o reutilización, existen los mismos peligros para la salud pública en las proximidades del punto de
descarga. Si dicha descarga es en aguas receptoras, se presentarán peligrosos efectos adicionales
(p.ej. el hábitat para la vida acuática y marina es afectado por la acumulación de los sólidos; el oxígeno
es disminuido por la descomposición de la materia orgánica; y los organismos acuáticos y marinos
pueden ser perjudicados aún más por las sustancias tóxicas, que pueden extenderse hasta los
organismos superiores por la bio- acumulación en las cadenas alimenticias). Si la descarga entra en
aguas confinadas, como un lago o una bahía, su contenido de nutrientes puede ocasionar la
eutrofización, con molesta vegetación que puede afectar a las pesquerías y áreas recreativas. Los
desechos sólidos generados en el tratamiento de las aguas servidas (grava, cerniduras, y fangos
primarios y secundarios) pueden contaminar el suelo y las aguas si no son manejados correctamente.
Los impactos directos incluyen la disminución de molestias y peligros para la salud pública en el área
de servicio, mejoramientos en la calidad de las aguas receptoras, y aumentos en los usos beneficiosos
de las aguas receptoras. Adicionalmente, la instalación de un sistema de recolección y tratamiento de
las aguas servidas posibilita un control más efectivo de las aguas servidas industriales mediante su
tratamiento previo y conexión con el alcantarillado público, y ofrece el potencial para la reutilización
beneficiosa del efluente tratado y de los fangos.
Los impactos indirectos del tratamiento de las aguas residuales incluyen la provisión de sitios de
servicio para el desarrollo, mayor productividad y rentas de las pesquerías, mayores actividades y
rentas turísticas y recreativas, mayor productividad agrícola y forestal o menores requerimientos para
los fertilizantes químicos, en caso de ser reutilizado el efluente y los fangos, y menores demandas
sobre otras fuentes de agua como resultado de la reutilización del efluente.
De éstos, varios potenciales impactos positivos se prestan para la medición, por lo que pueden ser
incorporados cuantitativamente en el análisis de los costos y beneficios de varias alternativas al
planificar proyectos para las aguas servidas. Los beneficios para la salud humana pueden ser medidos,
por ejemplo, mediante el cálculo de los costos evitados, en forma de los gastos médicos y días de
trabajo perdidos que resultarían de un saneamiento defectuoso. Los menores costos del tratamiento de
agua potable e industrial y mayores rentas de la pesca, el turismo y la recreación, pueden servir como
mediciones parciales de los beneficios obtenidos del mejoramiento de la calidad de las aguas
receptoras. En una región donde es grande la demanda de viviendas, los beneficios provenientes de
proporcionar lotes con servicios pueden ser reflejados en parte por la diferencia en costos entre la
instalación de la infraestructura por adelantado o la adecuación posterior de comunidades no
planificadas.

Problemas socioculturales: Las instalaciones de tratamiento requieren tierra; su ubicación puede


resultar en la repoblación involuntaria. Es más, las obras de tratamiento y eliminación pueden crear
molestias en las cercanías inmediatas, al menos ocasionalmente. A menudo, las tierras y los barrios
elegidos, corresponden a los "grupos vulnerables" que son los menos capacitados para afrontar los
costos de la reubicación y cuyo ambiente vital ya está alterado. Se debe tener cuidado de ubicar las
instalaciones de tratamiento y eliminación donde los olores o ruidos no molestarán a los residentes u
otros usuarios del área, manejar la reubicación con sensibilidad, e incluir en el plan de atenuación del
proyecto, provisiones para mitigar o compensar los impactos adversos sobre el medio ambiente
humano. Si no se incluye estas consideraciones en la planificación del proyecto, existe el riesgo
sustancial de resolver un problema ambiental de la comunidad mediante su transferencia a otro.

Tecnología apropiada: El concepto de la tecnología apropiada en los sistemas de agua servida, abarca
dimensiones técnicas, institucionales, sociales y económicas. Desde un punto de vista téc-nico e
institucional, la selección de tecnologías no apropiadas, ha sido identificada como una de las
principales causas de fallas en el sistema. El ambiente de las aguas servidas es hostil para el equi-po
electrónico, eléctrico y mecánico. Su mantenimiento es un proceso sin fin, y requiere de apoyo
(repuestos, laboratorios, técnicos capacitados, asistencia técnica especializada, y presupuestos
adecuados). Aun en los países desarrollados, son los sistemas más sencillos, elegidos y diseñados
con vista al mantenimiento, los que brindan un servicio más confiable. En los países en desarrollo,
donde es posible que falten algunos ingredientes para un programa exitoso de mantenimiento, ésta
debe ser la primera consideración al elegir tecnologías para las plantas de tratamiento y estaciones de
bombeo.
La economía forma parte de la decisión de dos maneras. No es sorprendente que las tecnologías más
sencillas, seleccionadas por su facilidad de operación y mantenimiento, suelen ser las menos costosas
para construir y operar. Sin embargo, aun cuando no lo sean, como puede ser el caso cuando gran
cantidad de tierra debe ser adquirida para los estanques de estabilización, un sistema menos costoso
que fracasa, finalmente sería más costoso que otro más caro que opera de manera confiable.

CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA: EL RUIDO


El Sonido
El sonido está formado por ondas que se propagan a través de un medio que puede ser sólido, líquido
o gaseoso. Las partículas materiales que transmiten tales ondas oscilan en la dirección de la
propagación de las mismas ondas.
Las ondas a las que llamamos sonoras son las que pueden estimular al oído y al cerebro humano
dentro de ciertos límites que son aproximadamente de 20 ciclos por segundo a cerca de 20.000 ciclos
por segundo. Estos son los límites auditivos, las ondas de sonido inferiores al límite audible se llaman
infrasónicas y las que superan el límite superior se llaman ultrasónicas.

Medio de propagación del sonido: Cuando arrojamos una piedra al agua la misma genera una serie de
ondulaciones en la superficie que se dispersan y propagan hacia todas direcciones. Esto sucede
porque las partículas del agua oscilan y transmiten su movimiento a las partículas contiguas
sucesivamente en todo el volumen de agua. Luego de cierta longitud desde el impacto las
ondulaciones se atenúan hasta desaparecer.
El sonido llega a nuestros oídos gracias a que las partículas que componen el aire vibran y transmiten
su oscilación.

La velocidad del sonido: Según el medio donde se transmita el sonido será más lento o más rápido. El
sonido viaja en el aire a 331,3 metros por segundo y en el agua a 1.450 metros por segundo. La
transmisión del sonido es más rápida en el agua porque sus partículas están mas juntas y propagan
antes la vibración.

El Ruido
El ruido es un sonido o conjunto de sonidos mezclados y desordenados. Si vemos las ondas de un
ruido observaremos que no poseen una longitud de onda, frecuencia, ni amplitud constantes y que se
distribuyen aleatoriamente unas sobre otras.
En un sonido musical las ondas de distintas frecuencias se superponen ordenadamente siguiendo una
estructura armónica en función del tiempo. Por estas causas un ruido es desagradable para el oído y
una pieza musical puede resultar placentera.
La música es el arte de combinar los sonidos formando melodías y armonías, todo lo contrario al ruido.

Fuentes De Ruido
La industria mecánica: es el más grave de todos los problemas causados por el ruido en gran escala y
somete a una parte importante de la población activa a niveles de ruido peligroso. Los niveles más
altos de ruido son comúnmente causados por componentes o corrientes gaseosas que se mueven a
gran velocidad o por operaciones con percusión.

El ruido de los vehículos es producido fundamentalmente por el motor y la fricción causada por el
contacto del vehículo con el suelo y el aire. Además, en nuestro país existen una enorme cantidad de
autos con los escapes dañados, lo que incrementa el nivel de ruido en un área determinada.

La navegación aérea ha causado graves problemas de ruido en la comunidad. La producción de ruido


se relaciona con la velocidad del aire, característica importante para los aviones y los motores.

La construcción de edificios y las obras públicas son actividades que causan considerables emisiones
de ruido. Hay una serie de sonidos provocados por grúas, mezcladoras de cemento, operaciones de
soldadura, martilleo, perforación y otros trabajos.

Medidores de nivel sonoro: Para tal caso se utilizan medidores llamados decibelímetros que
generalmente constan de un micrófono patrón, extremadamente calibrado y que responde a todas las
frecuencias audibles por igual y una pantalla gráfica analógica (con aguja móvil) o digital (luces o
displays de cristal líquido), y una llave selectora de sensibilidad.

Contaminación acústica
La contaminación acústica es el conjunto de sonidos y ruidos que circulan a nivel aéreo por las calles
de una población. Como generalmente las ciudades poseen gran cantidad de elementos generadores
de ruido, como ser el tránsito e industrias, se produce en conjunto un alto nivel sonoro que puede llegar
a perjudicar la integridad física y psíquica del habitante urbano.
El oído humano sólo puede soportar ciertos niveles máximos de ruido, sin embargo el nivel que se
acumula en las regiones centrales de la ciudad en reiteradas ocasiones supera ese máximo. Algunos
ruidos de la ciudad se encuentran por encima del "Umbral del dolor". (por encima de los 120 dB.)
Estos ruidos pasan a formar parte de la contaminación acústica de una ciudad y deben ser restringidos
y controlados por las autoridades para mantener la salud de los ciudadanos que circulan por las calles.
Las vibraciones y el ruido pueden generar efectos crónicos sobre los vasos arteriales y capilares La
contaminación acústica producida por la actividad humana ha aumentado de forma espectacular en los
últimos años. Según la O.C.D.E., 130.000.000 de habitantes de sus países miembros, se encuentran
con nivel sonoro superior a 65 decibelios (db), límite aceptado por la
O.M.S. y otros 300.000.000 residen en zonas de incomodidad acústica entre 55-65 db.
España, detrás de Japón, es el segundo país con más índice de población expuesta a altos niveles de
ruido. Casi 9.000.000 de españoles, soportan niveles medios superiores a 65 db.
Dependiendo generalmente de la estructura socioeconómica y geográfica de un asentamiento humano,
en términos generales el 80% del nivel medio de ruidos, es debido a vehículos a motor, el 10% a las
industrias, el 6% a ferrocarriles y el 4% a bares, locales públicos, pubs, talleres industriales... aunque el
actual cambio de vida social de la juventud, lleva altos niveles de ruido en ciertas horas de días no
laborales y en determinadas áreas geográficas de las ciudades, que están ocasionando la revisión de
leyes permisivas o no aplicadas, como expresión de un problema medioambiental que incide sobre la
salud y que generan las propias poblaciones. Se sufre una multi exposición fuera del hábitat doméstico
y dentro de la vivienda y el trabajo, que incide sobre la salud personal y que depende del tipo de
exposición, el tiempo, las razones de las exposiciones y de la sensibilidad de cada individuo.
La exposición continuada produce la pérdida progresiva de la capacidad auditiva y especialmente en
expuestos industrialmente, así como en jóvenes que utilizan habitualmente "walkmans" y motocicletas
o los que acuden regularmente a discotecas.

Además, el ruido puede causar efectos sobre:


Sistema cardiovascular, con alteraciones del ritmo cardíaco, riesgo coronario, hipertensión arterial y
excitabilidad vascular por efectos de carácter neurovegetativo.
Glándulas endocrinas, con alteraciones hipofisiarias y aumento de la secreción de adrenalina. Aparato
digestivo, con incremento de enfermedad gastroduodenal por dificultar el descanso.
Otras afecciones, por incremento inductor de estrés, aumento de alteraciones mentales, tendencia a
actitudes agresivas, dificultades de observación, concentración, rendimiento y facilitando los
accidentes.

Sordera por niveles de 90 dB y superiores mantenidos. Está reconocida la sordera, incluso como
"enfermedad profesional", para ciertas actividades laborales, siempre que se constate 1a relación
causa-efecto.
Hoy la mejor solución puede consistir en incorporar un estudio de niveles acústicos a la planificación
urbanística, con el fin de crear "islas sonoras", es decir espacios con el menor ruido posible y otra
solución es, insonorizar los edificios próximos a los "puntos negros" de contaminación acústica, pero
ello conlleva coste elevadísimo. Es más eficaz adoptar medidas preventivas, ya que son más
rentables, económica y socialmente. Hay que potenciar campañas de educación medio ambiental, para
que todos contribuyan y exijan disminución de los niveles de ruido si es preciso. Se puede afirmar, que
las cifras medias de las legislaciones europeas, marcan

como límite aceptable 65 db durante el día y 55 db durante la noche. La capacidad auditiva se


deteriora en la banda comprendida entre 75 db y 125 db y pasa a ser nivel doloroso, cuando se
sobrepasan los 125 db, llegando al umbral de dolor a los 140 db.

A título referencial podemos citar que:


Pájaros trinando 10db
Bocina automóvil 90db
Rumor de hojas de árboles 20db
Bocina autobús 100db
Zonas residenciales 40db
Interior discotecas 110db
Conversación normal 50db
Motocicletas sin silenciador 115db
Ambiente oficina 70db
Taladradores 120db
Interior fábrica 80db
Avión sobre la ciudad 130db
Tráfico rodado 85db
Umbral de dolor 140db

Las Ordenanzas Municipales regulan estos aspectos en muchos municipios y en ellas se indican
"niveles máximos de ruidos aceptables" procedentes de exteriores y para horario diurno y nocturno. A
título orientativo las citamos por su valor:

1. El máximo de ruidos emitidos procedentes de exteriores no sobrepasará estos límites en db:


Hospitales 25db
Bibliotecas y Museos 30db
Cines, teatros y Salas de conferencias 4 db
Centros docentes y Hoteles 40db
Oficinas y despachos públicos 4 db
Grandes almacenes, restaurantes y bares 55db

2. En inmuebles-viviendas:
No podrán existir máquinas o aparatos que emitan más de 80db. Se prohíbe el trabajo nocturno si el
nivel sonoro sobrepasa 30db.
Los aparatos domésticos no podrán emitir por encima de 70db durante el día y de 40db por la noche.

3. Los vehículos:
También están sometidos a niveles de emisión de ruidos.

Como hemos visto el ruido puede ser perjudicial para la salud humana y ha requerido atenciones e
incluso fijaciones legales.

Efectos del ruido sobre la salud


Efectos auditivos: El sistema auditivo se resiente ante una exposición prolongada a la fuente de un
ruido, aunque ésta sea de bajo nivel.

El déficit auditivo provocado por el ruido ambiental se llama socioacusia. Una persona cuando se
expone prolongadamente a un nivel de ruido excesivo, nota un silbido en el oído, ésta es una señal de
alarma. Inicialmente, los daños producidos por una exposición prolongada no son permanentes, sobre
los 10 días desaparecen. Sin embargo, si la exposición a la fuente de ruido no cesa, las lesiones serán
definitivas. La sordera irá creciendo hasta que se pierda totalmente la audición.
No sólo el ruido prolongado es perjudicial, un sonido repentino de 160dBa, como el de una explosión o
un disparo, pueden llegar a perforar el tímpano o causar otras lesiones irreversibles. Citando
puntualmente las afecciones auditivas que produce el ruido tenemos: Desplazamiento Temporal Del
Umbral De Audición y el Desplazamiento Permanente del umbral de audición

Desplazamiento temporal del umbral de audición: Consiste en una elevación del umbral producida por
la presencia de un ruido, existiendo recuperación total al cabo de un periodo de

tiempo, siempre y cuando no se repita la exposición al mismo. Se produce habitualmente durante la


primera hora de exposición al ruido.

Desplazamiento permanente del umbral de audición: Es el mismo efecto TTS pero agra- vado por el
paso del tiempo y la exposición al ruido. Cuando alguien se somete a numerosos TTS y durante largos
periodos de tiempo (varios años), la recuperación del umbral va siendo cada vez más lenta y
dificultosa, hasta volverse irreversible.
El desplazamiento permanente del umbral de audición esta directamente vinculado con la presbiacucia
(pérdida de la sensibilidad auditiva debida a los efectos de la edad).
La sordera producida por el desplazamiento permanente del umbral de audición afecta a ambos oídos
y con idéntica intensidad.

Interferencia en la comunicación oral: La inteligibilidad de la comunicación se reduce debido al ruido de


fondo. El oído es un transductor y no discrimina entre fuentes de ruido, la separación e identificación de
las fuentes sonoras se da en el cerebro. Como ya es sabido, la voz humana produce sonido en el
rango de 100 a 10000Hz, pero la información verbal se encuentra en el rango de los 200 a 6000Hz. La
banda de frecuencia determinada para la inteligibilidad de la palabra, es decir entender palabra y frase,
esta entre 500 y 2500 Hz. La interferencia en la comunicación oral durante las actividades laborales
puede provocar accidentes causados por la incapacidad de oír llamados de advertencia u otras
indicaciones. En oficinas como en escuelas y hogares, la interferencia en la conversación constituye
una importante fuente de molestias.

Efectos no auditivos: La contaminación acústica, además de afectar al oído puede provo- car efectos
psicológicos negativos y otros efectos fisiopatológicos. Por supuesto, el ruido y sus efectos negativos
no auditivos sobre el comportamiento y la salud mental y física dependen de las características
personales, al parecer el estrés generado por el ruido se modula en función de cada individuo y de
cada situación.

Efectos psicopatológicos: A más de 60 dBa.


Dilatación de las pupilas y parpadeo acelerado.
Agitación respiratoria, aceleración del pulso y taquicardias. Aumento de la presión arterial y dolor de
cabeza.
Menor irrigación sanguínea y mayor actividad muscular. Los músculos se ponen tensos y dolorosos,
sobre todo los del cuello y espalda.

A más de 85 dBa.
Disminución de la secreción gástrica, gastritis o colitis.
Aumento del colesterol y de los triglicéridos, con el consiguiente riesgo cardiovascular. En enfermos
con problemas cardiovasculares, arteriosclerosis o problemas coronarios, los ruidos fuertes y súbitos
pueden llegar a causar hasta un infarto.
Aumenta la glucosa en sangre. En los enfermos de diabetes, la elevación de la glucemia de manera
continuada puede ocasionar complicaciones médicas a largo plazo.

Efectos psicológicos:
Insomnio y dificultad para conciliar el sueño. Fatiga.
Estrés (por el aumento de las hormonas relacionadas con el estrés como la adrenalina). Depresión y
ansiedad.
Irritabilidad y agresividad. Histeria y neurosis.
Aislamiento social.
Falta de deseo sexual o inhibición sexual.
Todos los efectos psicológicos están íntimamente relacionados, por ejemplo: El aislamiento conduce a
la depresión.
El insomnio produce fatiga. La fatiga, falta de concentración. La falta de concentración a la poca
productividad y la falta de productividad al estrés.

Entre otros efectos no auditivos tenemos:

Efectos sobre el sueño: El ruido produce dificultades para conciliar el sueño y despertar a quienes
están dormidos. El sueño es una actividad que ocupa un tercio de nuestras vidas y nos permite
descansar, ordenar y proyectar nuestro consciente. El sueño esta constituido por dos tipos: el sueño
clásico profundo (No REM (etapa de sueño profundo), el que a su vez se divide en cuatro fases
distintas), y por otro lado esta el sueño paradójico (REM). Se ha demostrado que sonidos del orden de
aproximadamente 60 dBA, reducen la profundidad del sueño, acrecentándose dicha disminución a
medida que crece la amplitud de la banda de frecuencias, las cuales pueden despertar al individuo,
dependiendo de la fase del sueño en que se encuentre y de la naturaleza del ruido. Es importante
tener en cuenta que estímulos débiles sorpresivos también pueden perturbar el sueño.

Efectos sobre la conducta: El ruido produce alteraciones en la conducta momentáneas, las cuales
consisten en agresividad o mostrar un individuo con un mayor grado de desinterés o irritabilidad. Estas
alteraciones, que generalmente son pasajeras se producen a consecuencia de un ruido que provoca
inquietud, inseguridad o miedo en algunos casos.

Efectos en la memoria: En aquellas tareas en donde se utiliza la memoria se ha demostrado que existe
un mayor rendimiento en aquellos individuos que no están sometidos al ruido, debido a que este
produce crecimiento en la activación del sujeto y esto en relación con el rendimiento en cierto tipo de
tareas, produce una sobre activación traducida en el descenso del rendimiento. El ruido hace que la
articulación en una tarea de repaso sea más lenta, especialmente cuando se tratan palabras
desconocidas o de mayor longitud, es decir, en condiciones de ruido, el individuo se desgasta
psicológicamente para mantener su nivel de rendimiento.

Efectos en la atención: El ruido hace que la atención se localice en aquellos aspectos más importantes
de la tarea, haciendo que esta se pierda en otros considerados de menor relevancia.

Efectos en el embarazo: Se ha observado que las madres embarazadas que han estado desde
comienzos de su embarazo en zonas muy ruidosas, tienen niños que no sufren alteraciones, pero si la
exposición ocurre después de los 5 meses de gestación, después del parto los niños no soportan el
ruido, lloran cuando lo sienten, y al nacer tienen un tamaño inferior al normal.

Efectos sobre los niños: El ruido repercute negativamente sobre el aprendizaje y la salud de los niños.
Cuando los niños son educados en ambientes ruidosos, éstos pierden su capacidad de atender
señales acústicas, sufren perturbaciones en su capacidad de escuchar, así como un retraso en el
aprendizaje de la lectura y la comunicación verbal. Todos estos factores favorecen el aislamiento del
niño, haciéndolo poco sociable.

Medidas de atenuación: Con el fin de erradicar y atenuar un poco los efectos del exceso de ruido en
las diferentes partes del planeta, muchos especialistas en el tema han planteado algunos métodos
para éstos: en algunos casos se habla de la elaboración de un mapa acústico, en el cual se encierran
medidas y análisis de los diferentes niveles sonoros de diversos puntos de la ciudad, haciendo énfasis
en el sonido provocado por el tráfico sin olvidar otro tipo de emisores de ruido.
Teniendo en cuenta la importancia de estos métodos de erradicación del ruido, a continuación
citaremos una breve explicación de algunos elementos que se implementan con este fin:
Protección auditiva personalizada: Constituye uno de los métodos más eficientes y a la vez
económicos. Se trata de los denominados tapones auditivos (o conchas acústicas), que tienen la
capacidad de reducir el ruido en casi 20 dB, lo cual permite que la persona que los usa pueda ubicarse
en ambientes muy ruidosos sin ningún problema. Muy usado por los operarios y demás trabajadores
de algunas industrias ruidosas.

Materiales absorbentes: Su utilización consiste en ubicarlos en lugares estratégicos, de forma que


puedan cumplir con su función eliminando aquellos componentes de ruido que no deseamos escuchar.
Entre los materiales que se usan tenemos: resonadores fibrosos, porosos o reactivos, fibra de vidrio y
poliuretano de célula. La función principal de estos materiales es la de atrapar ondas sonoras y
posteriormente transformar la energía aerodinámica en energía termodinámica o calor. A la hora de
seccionar el material adecuado, de acuerdo a la aplicación requerida, debe tenerse en cuenta el
coeficiente de absorción sonora del material, la cual es un dato que debe brindar el fabricante.

Barreras acústicas: Su función principal es la de evitar la transmisión de ruido de un lado a otro de su


cuerpo físico. Su mayor utilidad se encuentra en áreas con un alto nivel de ruido. Su desempeño se
basa en la eliminación de propagación de ondas y contaminación sonora de áreas contiguas de
producción. En este caso, la selección de una barrera acústica determinada se basa en el coeficiente
de transmisión de sonido, traducido en la cantidad de potencia sonora que la barrera puede contener.
Una barrera acústica es una especie de cortina transparente de vinil o poliuretano de célula abierta.
También se usan paneles metálicos con altos índices de absorción.

Aislamientos: Los aislamientos se hacen en secciones industriales ruidosas. Su función básica es la de


disipar la energía mecánica asociada con las vibraciones. Su foco de acción se concentra en zonas
rígidas de la maquinaria en cuestión, los cuales son los puntos donde se generan vibraciones y donde
se promueven el colapso de ondas sonoras. En la actualidad, muchos fabricantes de maquinaria
ruidosa desde secadores hasta refrigeradores, han adoptado medidas de este tipo, conscientes del
gran perjuicio que puede causar a la salud humana.

Casetas sonoamortiguadas: Pese a su gran capacidad de controlar niveles muy altos de ruido por
medio del aislamiento de la fuente emisora del mismo, del resto de la fuerza laboral, son poco
utilizadas en la industria. Estas casetas permiten que maquinarias industriales emisoras de un alto
nivel de ruido desempeñen su función bajo niveles de ruido tolerables.

TECNOLOGÍAS DE REMEDIACIÓN
El término «tecnología de tratamiento» implica cualquier operación unitaria o serie de operaciones
unitarias que altera la composición de una sustancia peligrosa o contaminante a través de acciones
químicas, físicas o biológicas de manera que reduzcan la toxicidad, movilidad o volumen del material
contaminado. Las tecnologías de remediación representan una alternativa a la disposición en tierra de
desechos peligrosos que no han sido tratados, y sus capacidades o posibilidades de éxito, bajo las
condiciones específicas de un sitio, pueden variar ampliamente.
Como ya se mencionó, el uso de una tecnología de remediación en particular depende, además de los
factores específicos del sitio y de las propiedades fisicoquímicas del contaminante, de su
disponibilidad, de la fiabilidad demostrada o proyectada, de su estado de desarrollo (laboratorio, escala
piloto o gran escala) y de su costo.

CLASIFICACIÓN DE TECNOLOGÍAS DE REMEDIACIÓN

Las tecnologías de remediación pueden clasificarse de diferentes maneras, con base en los siguientes
principios:
(i) estrategia de remediación;
(ii) lugar en que se realiza el proceso de remediación, y
(iii) tipo de tratamiento. Es importante mencionar que cada una de estas clasificaciones proporciona
diferente información acerca de las tecnologías de remediación.
Estrategia de remediación.
Son tres estrategias básicas que pue- den usarse separadas o en conjunto, para remediar la mayoría
de los sitios contaminados:
- Destrucción o modificación de los contaminantes. Este tipo de tecnologías busca alterar la
estructura química del contaminante.
- Extracción o separación. Los contaminantes se extraen y/o separan del medio contaminado,
aprovechando sus propiedades físicas o químicas (volatilización, solubilidad, carga eléctrica).
- Aislamiento o inmovilización del contaminante. Los contaminan- tes son estabilizados,
solidificados o contenidos con el uso de métodos físicos o químicos.

Lugar de realización del proceso de remediación.


En general, se distinguen dos tipos de tecnología:

- In situ. Son las aplicaciones en las que el suelo contaminado es tratado, o bien, los
contaminantes son removidos del suelo conta- minado, sin necesidad de excavar el sitio. Es decir, se
realizan en el mismo sito en donde se encuentra la contaminación.
- Ex situ. La realización de este tipo de tecnologías, requiere de excavación, dragado o cualquier
otro proceso para remover el suelo contaminado antes de su tratamiento que puede realizarse en el
mismo sitio (on site) o fuera de él (off site).

Tipo de tratamiento. Esta clasificación se basa en el principio de la tecnología de remediación y se


divide en tres tipos de tratamiento:

- Tratamientos biológicos (biorremediación). Utilizan las actividades metabólicas de ciertos


organismos (plantas, hongos, bacterias) para degradar (destrucción), transformar o remover los
contaminantes a productos metabólicos inocuos.
- Tratamientos fisicoquímicos. Este tipo de tratamientos, utiliza las propiedades físicas y/o
químicas de los contaminantes o del medio contaminado para destruir, separar o contener la
contaminación.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LAS TECNOLOGÍAS DE REMEDIACIÓN IN SITU Y EX SITU

IN SITU

ventajas
- Permiten tratar el suelo sin necesidad de excavar ni transportar
- Potencial disminución en costos
Desventajas
- Mayores tiempos de tratamiento
- Pueden ser inseguros en cuanto a uniformidad: heterogeneidad en las características del suelo
- Dificultad para verificar la eficacia del proceso

EX SITU
ventajas
- Menor tiempo de tratamiento
- Más seguros en cuanto a uniformidad: es posible homogeneizar y muestrear
periódicamente
Desventajas
- Necesidad de excavar el suelo
- Aumento en costos e ingeniería para equipos
- Debe considerarse la manipulación del material y la posible exposición al contaminante
- Tratamientos térmicos. Utilizan calor para incrementar la volatilización (separación), quemar,
descomponer o fundir (inmovilización) los contaminantes en un suelo.

En el cuadro 4 se muestran las principales ventajas y desventajas del uso o aplicación de los métodos
biológicos, fisicoquímicos y térmicos.
Además de las clasificaciones anteriores, las tecnologías de
remediación pueden clasificarse con base en el tiempo que llevan en el mercado y al grado de
desarrollo en el que se encuentran, en tecnologías tradicionales y en tecnologías innovadoras.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LAS TECNOLOGÍAS DE REMEDIACIÓN, CLASIFICADAS DE


ACUERDO CON EL TIPO DE TRATAMIENTO

Tratamientos biológicos
VENTAJAS

- Son efectivos en cuanto a costos


- Son tecnologías más benéficas para el ambiente
- Los contaminantes generalmente son destruidos
- Se requiere un mínimo o ningún tratamiento posterior

DESVENTAJAS

- Requieren mayores tiempos de tratamiento


- Es necesario verificar la toxicidad de intermediarios y/o productos
- No pueden emplearse si el tipo de suelo no favorece el crecimiento microbiano

Tratamientos fisicoquímicos

VENTAJAS

- Son efectivos en cuanto a costos


- Pueden realizarse en periodos cortos
- El equipo es accesible y no se necesita de mucha energía ni ingeniería

DESVENTAJAS

- Los residuos generados por técnicas de separación, deben tratarse o disponerse: aumento en
costos y necesidad de permisos
- Los fluidos de extracción pueden aumentar la movilidad de los contaminantes: necesidad de
sistemas de recuperación

Tratamientos térmicos

Desventaja
- Es el grupo de tratamientos más costoso

Tecnologías tradicionales. Son tecnologías utilizadas común- mente a gran escala, cuya efectividad ha
sido probada. La in- formación disponible acerca de costos y eficiencia es de fácil acceso. Entre las
tres tecnologías tradicionales usadas con ma- yor frecuencia, se encuentran: la incineración in situ y ex
situ, la solidificación/estabilización, la extracción de vapores y la desorción térmica.

Tecnologías innovadoras. Son tecnologías propuestas más recientemente, que pueden encontrarse en
diferentes etapas de desarrollo (investigación, escala piloto o gran escala). Su limita- do número de
aplicaciones genera la falta de datos acerca de sus costos y eficiencias. En general, una tecnología de
trata- miento se considera novedosa si su aplicación a gran escala ha sido limitada.

En las siguientes secciones se presentan algunas de las tecnologías de remediación más utilizadas
para tratar suelos contaminados, con base en el tipo de tratamiento (biológico, fisicoquímico, térmico),
señalando sus principios de operación, principales ventajas, limitaciones y costos estimados. Es
importante aclarar que los costos que se presentan, son promedios obtenidos de la aplicación de cada
tecnología en los E.U.A. y están dados en dólares americanos.

TECNOLOGÍAS DE REMEDIACIÓN BIOLÓGICAS (BIORREMEDIACIÓN)

El término biorremediación se utiliza para describir una variedad de sistemas que utilizan organismos
vivos (plantas, hongos, bacterias, etc.) para degradar, transformar o remover compuestos orgánicos
tóxicos a productos metabólicos inocuos o menos tóxicos. Esta estrategia biológica depende de las
actividades catabólicas de los organismos, y por consiguiente de su capacidad para utilizar los
contaminantes como fuente de alimento y energía. Las rutas de biodegradación de los contaminantes
orgánicos, va- rían en función de la estructura química del compuesto y de las especies microbianas
degradadoras. El proceso de biorremediación incluye reacciones de oxido-reducción, procesos de
sorción e inter- cambio iónico, e incluso reacciones de acomplejamiento y quelación
que resultan en la inmovilización de metales.

La biorremediación puede emplear organismos propios del sitio contaminado (autóctonos) o de otros
sitios (exógenos), puede realzarse in situ o ex situ, en condiciones aerobias (en presencia de oxígeno)
o anaerobias (sin oxígeno). Aunque no todos los compuestos orgánicos son susceptibles a la
biodegradación, los procesos de biorremediación se han usado con éxito para tratar suelos, lodos y
sedimentos contaminados con hidrocarburos del petróleo (HTP), solventes (benceno y tolueno),
explosivos (TNT), clorofenoles (PCP), pesticidas (2,4-D), conservadores de madera (creosota) e
hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP).

Tecnologías in situ

Las técnicas in situ buscan estimular y crear un ambiente favorable para el crecimiento microbiano a
partir de los contaminantes. Este objetivo generalmente puede lograrse con el suministro de aire u
oxígeno (bioventeo), nutrientes (bioestimulación), microorganismos (bioaumentación) y/o humedad,
además del control de temperatura y pH.

Bioventeo

El bioventeo es una tecnología relativamente nueva, cuyo objetivo es estimular la biodegradación


natural de cualquier compuesto biodegradable en condiciones aerobias. El aire se suministra en el sitio
contaminado a través de pozos de extracción, por movimiento forzado (extracción o inyección), con
bajas velocidades de flujo, con el fin de proveer solamente el oxígeno necesario para sostener la
actividad de los microorganismos degradadores.
Aplicaciones. Se utiliza para tratar compuestos orgánicos biodegradables semivolátiles (COS) o no
volátiles. Además de favorecer la degradación de contaminantes adsorbidos, pueden degradarse COV,
por medio de su movimiento a través del suelo biológicamente activo. Se ha utilizado con éxito para
remediar suelos contaminados con HTP, solventes no clorados, pesticidas y conservadores de la
madera, entre algunos otros químicos.
Limitaciones . Algunos factores que pueden limitar la efectividad del bioventeo son:
(i) el tipo y la concentración del contaminante
(ii) falta de nutrientes
(iii) bajo contenido de humedad
(iv) dificultad para alcanzar el flujo de aire necesario
Costos y tiempos de remediación.
Es una tecnología en la que los tiempos de limpieza pueden variar desde algunos meses hasta varios
años, y sus costos de operación varían entre 10 y 70 USD/m3. Esta tecnología no requiere de equipo
caro, pero los costos pueden variar en función de la permeabilidad del suelo, espacio disponible,
número de pozos y velocidad de bombeo.

Bioestimulación

La bioestimulación implica la circulación de soluciones acuosas (que contengan nutrientes y/u oxígeno)
a través del suelo contaminado, para estimular la actividad de los microorganismos autóctonos, y
mejorar así la biodegradación de contaminantes orgánicos o bien, la inmovilización de contaminantes
inorgánicos in situ.
Aplicaciones. Se ha usado con éxito para remediar suelos conta- minados con gasolinas, COV, COS y
pesticidas (Alexander 1994). Estudios a escala piloto, han mostrado la biodegradación de suelos
contaminados con desechos de municiones.
Limitaciones. Esta tecnología no es recomendable para suelos arcillosos, altamente estratificados o
demasiado heterogéneos, ya que pueden provocar limitaciones en la transferencia de O 2. Otros
factores que pueden limitar su aplicación, incluyen:
(i) que el tipo del suelo no favorezca el crecimiento microbiano
(ii) incremento en la movilidad de los contaminantes
(iii) obstrucción en los pozos de inyección provocada por el crecimiento microbiano.

Costos y tiempos de remediación.


La limpieza de una pluma de contaminación, puede tomar varios años. Su costo oscila entre 30 y 100
USD/m3. La naturaleza y profundidad de los contaminantes y el uso de bioaumentación puede
aumentar sus costos.

Bioaumentación

Esta tecnología se utiliza cuando se requiere el tratamiento inmediato de un sitio contaminado, o


cuando la microflora autóctona es insuficiente en número o capacidad degradadora. Consiste en la
adición de microorganismos vivos, que tengan la capacidad para degradar el contaminante en
cuestión, para promover su biodegradación o su biotransformación. El tamaño del inóculo a utilizar,
depende del tamaño de la zona contaminada, de la dispersión de los contaminantes y de la velocidad
de crecimiento de los microorganismos degradadores.
Aplicaciones. Se ha usado para tratar suelos contaminados con herbicidas, insecticidas (lindano,
clordano, paratión), clorofenoles (PCP) y nitrofenoles, BPC, HTP y HAP. También se ha aplicado
efectivamente para tratar desechos con concentraciones relativamente altas de metales.
Limitaciones. Antes de llevar a cabo la bioaumentación en un sitio, deben realizarse cultivos de
enriquecimiento, aislar microorganismos capaces de metabolizar o utilizar el contaminante como fuente
de carbono, y cultivarlos hasta obtener grandes cantidades de biomasa.

Costos y tiempos de remediación. Es una tecnología que puede durar varios meses o años, y su
utilización no implica mucho capital ni costos de operación.

Biolabranza

Durante el proceso de biolabranza, la superficie del suelo contaminado es tratado en el mismo sitio por
medio del arado. El suelo contaminado se mezcla con agentes de volumen y nutrientes, y se remueve
periódicamente para favorecer su aireación. Las condiciones del suelo (pH, temperatura, aireación) se
controlan para optimizar la velocidad de degradación y generalmente se incorporan cubiertas u otros
métodos para el control de lixiviados. La diferencia entra la biolabranza y el composteo, es que en la
biolabranza se mezcla el suelo contaminado con suelo limpio, mientras que el composteo
generalmente se realiza sobre el suelo.
Aplicaciones. Los contaminantes tratados con éxito por biolabranza, incluyen diesel, gasolinas, lodos
aceitosos, PCP, creosota y coque, además de algunos pesticidas y HTP. Es una tecnología de gran
escala, que se practica en los Estados Unidos de América, Canadá, Reino Unido, Holanda, Suiza,
Dinamarca, Francia y Nueva Zelanda.
Limitaciones. La biolabranza debe manejarse con cuidado para prevenir la contaminación de acuíferos,
superficies de agua, aire o en la cadena alimenticia. El mayor problema es la posibilidad de lixiviados
de los contaminantes hacia el suelo y el agua. Otra limitante para su utilización, es que, por la
incorporación de suelo contaminado en suelo limpio, se genera un gran volumen de material
contaminado. No es recomendable su uso para contaminantes diluidos, ni tampoco cuando no todos
los contaminantes son biodegradables.

Costos y tiempos de remediación. Es una tecnología de mediano a largo plazo. El costo para su
aplicación en desechos peligrosos oscila entre 30 y 70 USD/ m3.

Fitorremediación
La fitorremediación es un proceso que utiliza plantas para remover, transferir, estabilizar, concentrar
y/o destruir contaminantes (orgánicos e inorgánicos) en suelos, lodos y sedimentos, y puede aplicarse
tanto in situ como ex situ. Los mecanismos de fitorremediación incluyen la rizodegradación, la
fitoextracción, la fitodegradación y la fitoestabilización.
La rizodegradación se lleva a cabo en el suelo que rodea a las raíces. Las sustancias excretadas
naturalmente por éstas, suministran nutrientes para los microorganismos, mejorando así su actividad
biológica. Durante la fitoextracción, los contaminantes son captados por las raíces (fitoacumulación), y
posteriormente éstos son traslocados y/o acumulados hacia los tallos y hojas (fitoextracción). En la
fitoestabilización, las plantas limitan la movilidad y biodisponibilidad de los contaminantes en el suelo,
debido a la producción en las raí- ces de compuestos químicos que pueden adsorber y/o formar
complejos con los contaminantes, inmovilizándolos así en la interfase raíces-suelo. La fitodegradación
consiste en el metabolismo de contaminantes dentro de los tejidos de la planta, a través de enzimas
que catalizan su degradación.
Aplicaciones. Puede aplicarse eficientemente para tratar suelos contaminados con compuestos
orgánicos como benceno, tolueno, etilbenceno y xilenos (BTEX); solventes clorados; HAP; desechos
de nitrotolueno; agroquímicos clorados y organofosforados; además de compuestos inorgánicos como
Cd, Cr(VI), Co, Cu, Pb, Ni, Se y Zn. Se ha demostrado también su eficiencia en la remoción de metales
radioactivos y tóxicos de suelos y agua.

Limitaciones. Existen varias limitaciones que deben considerar- se para su aplicación:


(i) el tipo de plantas utilizado determina la profundidad a tratar;
(ii) altas concentraciones de contaminantes pue- den resultar tóxicas;
(iii) puede depender de la estación del año;
(iv) no es efectiva para tratar contaminantes fuertemente sorbidos;
(v) la toxicidad y biodisponibilidad de los productos de la degradación no siempre se conocen y
pueden movilizarse o bioacumularse en animales.

Costos y tiempos de remediación. Se estima que la fitorremediación de un suelo contaminado con Pb


(50 cm de profundidad) puede costar entre 24,000 y 40,000 USD/ha.

Tecnologías ex situ

Los procesos de biorremediación ex situ, incluyen:


(i) procesos de biodegradación en fase de lodos, en donde el suelo se mezcla con agua (para
formar un lodo), microorganismos y nutrientes
(ii) de biodegradación en fase sólida, en donde los suelos colocan en una celda de tratamiento
(composteo) o sobre membranas impermeables (biolabranza), en donde se agrega agua y
nutrientes.

Biorremediación en fase sólida (composteo)


El composteo es un proceso biológico controlado, por el cual pueden tratarse suelos y sedimentos
contaminados con compuestos orgánicos biodegradables, para obtener subproductos inocuos
estables. El material contaminado se mezcla con agentes de volumen (paja, aserrín, estiércol,
desechos agrícolas), que son sustancias orgánicas sólidas biodegradables, adicionadas para mejorar
el balance de nutrientes, así como para asegurar una mejor aireación y la generación del calor

durante el proceso. Los sistemas de composteo incluyen tambores rotatorios, tanques circulares,
recipientes abiertos y biopilas.
Las pilas estáticas (biopilas) son una forma de composteo en el cual, además de agentes de volumen,
el sistema se adiciona con agua y nutrientes, y se coloca en áreas de tratamiento (que incluyen alguna
forma de aireación y sistemas para colectar lixiviados). Las pilas de suelo generalmente se cubren con
plástico para controlar los lixiviados, la evaporación y la volatilización de contaminantes, además de
favorecer su calentamiento.
Aplicaciones. El composteo se ha usado con éxito para remediar suelos contaminados con PCP,
gasolinas, HTP, HAP. Se ha demostrado también la reducción, hasta niveles aceptables, en la
concentración y toxicidad de explosivos (TNT). El uso de estrategias de composteo, se ha adoptado
seriamente hasta los últimos tres a cinco años.
Limitaciones. Algunas limitaciones del proceso son:
(i) necesidad de espacio;
(ii) necesidad de excavar el suelo contaminado, lo que puede provocar la liberación de COV;
(iii) incremento volumétrico del material a tratar y
(iv) no pueden tratarse metales pesados.

Costos y tiempos de remediación. El costo del composteo está en función de:


(i) la cantidad y fracción de suelo a tratar;
(ii) disponibilidad de agentes de volumen;
(iii) tipo de contaminantes y proceso;
(iv) necesidad de tratamientos previos y/o posteriores y
(v) necesidad de equipos para el control de COV. Es una tecnología que puede llevar desde
algunas semanas hasta varios meses. Los costos típicos se encuentran entre 130 y 260
USD/m3.

Biorremediación en fase de lodos (biorreactores)


Los biorreactores pueden usarse para tratar suelos heterogéneos y poco permeables, o cuando es
necesario disminuir el tiempo de tratamiento, ya que es posible combinar controlada y eficientemente,
procesos químicos, físicos y biológicos, que mejoren y aceleren la biodegradación. Es la tecnología
más adecua- da cuando existen peligros potenciales de descargas y emisiones.
Uno de los reactores más utilizados para biorremediar suelos es el biorreactor de lodos, en el cual el
suelo contaminado se mezcla constantemente con un líquido, y la degradación se lleva a cabo en la
fase acuosa por microorganismos en suspensión o inmovilizados en la fase sólida. El tratamiento
puede realizarse también en lagunas construidas para este fin o bien en reactores sofisticados con
control auto- mático de mezclado.
Aplicaciones. Los biorreactores de lodos aerobios, se utilizan principalmente para tratar HTP, COS no
halogenados y COV. Se utilizan también reactores secuenciales de lodos aerobios/anaerobios para
tratar BPC, COS halogenados, pesticidas y desechos de artillería.

Limitaciones. Algunos factores que pueden limitar el uso y efectividad de los biorreactores son:
(i) el suelo debe tamizarse;
(ii) suelos heterogéneos y arcillosos pueden generar problemas de manipulación;
(iii) los productos intermediarios pueden ser más tóxicos que el contaminante original (en caso
de explosivos o solventes clorados);
(iv) los residuos pueden requerir de tratamiento o disposición final.
Costos y tiempos de remediación. Los biorreactores de lodos pue- den clasificarse como una
tecnología de corto a mediano plazo. El uso de biorreactores de lodos oscila entre 130 y 200 USD/m3.

Tecnologías de remediación fisicoquímicas

Como ya se mencionó, los tratamientos fisicoquímicos aprovechan las propiedades físicas y/o
químicas de los contaminantes o del me- dio contaminado para destruir, separar o contener la
contaminación.

Este tipo de tecnologías generalmente son efectivas en cuanto a cos- tos y pueden concluirse en
periodos cortos, en comparación con las tecnologías de biorremediación. Sin embargo, los costos
pueden incrementarse cuando se utilizan técnicas de separación en las que los contaminantes pueden
requerir de tratamiento o disposición. Mientras que las tecnologías de biorremediación son
principalmente métodos destructivos, las fisicoquímicas incluyen las tres estrategias básicas de acción
sobre el contaminante (destrucción, separación e inmovilización).
Al igual que el resto de las tecnologías de remediación, las fisicoquímicas pueden realizarse in situ o ex
situ. Sin embargo, la mayoría de estas tecnologías se aplican in situ. Entre las tecnologías
fisicoquímicas para tratamiento in situ, se encuentra la remediación electrocinética, el lavado de suelos,
la extracción por solventes, la extracción de vapores y la solidificación/estabilización.

Remediación electrocinética

La remediación electrocinética es una tecnología en desarrollo que aprovecha las propiedades


conductivas del suelo, cuyo objetivo es separar y extraer contaminantes orgánicos e inorgánicos
(metales) de suelos, lodos y sedimentos, con el uso de un campo eléctrico que permite remover las
especies cargadas (iones). Implica la aplicación de una corriente directa de baja intensidad entre un
electrodo positivo y uno negativo.
Los iones metálicos, iones amonio y compuestos orgánicos con carga positiva, migran hacia el cátodo;
mientras que los aniones como el cloruro, cianuro, fluoruro, nitratos y compuestos orgánicos carga- dos
negativamente se mueven hacia el ánodo.

Aplicaciones. Pueden tratarse contaminantes orgánicos polares y metales pesados. Se ha utilizado a


nivel piloto para tratar contaminantes inorgánicos como Pb, Ni, Hg, As, Cu, Zn y Cr; además de
orgánicos como BTX. Es una tecnología que puede emplearse para mejorar otras tecnologías de
remediación como la biorremediación y la remoción de contaminantes no solubles.
Limitaciones. Su eficiencia disminuye en medios con un contenido de humedad menor 10%; la
presencia de ciertos metales o materiales aislados provocan variaciones en la conductividad eléctrica
del suelo; depósitos minerales (alta conductividad eléctrica) pueden provocar problemas; valores
extremos de pH y reacciones de oxido-reducción pueden disminuir su eficiencia y formar productos
indeseables.
Costos. Los costos varían en función de la cantidad de suelo a tratar, su conductividad, tipo de
contaminante y tipo de proceso. Los costos netos son cercanos a 50 USD/m3.

Lavado de suelos, extracción por solvente e inundación de suelos


Estas tres tecnologías separan contaminantes orgánicos e inorgánicos del suelo por medio de un
líquido de extracción. El fluido líquido requiere de un tratamiento posterior para remover o destruir los
contaminantes. Cada una de estas tecnologías relaciona- das entre sí, trabajan de manera diferente
sobre los contaminantes.
- Lavado de suelos. Los contaminantes sorbidos en las partículas finas del suelo son removidos
con el uso de soluciones acuosas en un suelo excavado. De esta manera se reduce el volumen del
material contaminado, ya que las partículas finas son extraídas del resto del suelo.
- Extracción por solventes. Este tipo de procesos, utiliza solventes orgánicos para disolver los
contaminantes y así removerlos del suelo.
- Inundación del suelo. Grandes cantidades de agua, en ocasiones con algún aditivo, se aplican al
suelo o se inyectan en cuerpos de agua cercanos, para aumentar el nivel del agua en la zona conta-
minada, favoreciendo así el paso de los contaminantes del suelo hacia el cuerpo de agua. Un sistema
de inundación, debe incluir la extracción y tratamiento del agua contaminada.

Aplicaciones. El lavado de suelos se ha utilizado con éxito para tratar suelos contaminados con
hidrocarburos, HAP, PCP, pesticidas y metales pesados. Por medio de inundación, pueden
recuperarse compuestos inorgánicos (metales), y tratarse COV, COS, gasolinas y pesticidas.
Limitaciones. Las soluciones utilizadas y los solventes pueden alterar las propiedades fisicoquímicas
del suelo; es difícil tratar suelos poco permeables o heterogéneos; los surfactantes usados en el lavado
pueden adherirse al suelo y disminuir su porosidad; los flui- dos pueden reaccionar con el suelo
reduciendo la movilidad de los contaminantes. En general, se requiere tratar previamente los suelos
con alto contenido de materia orgánica y es necesario tratar los vapores generados.

Costos y tiempos de remediación. La inundación y el lavado son tecnologías de corto a mediano plazo.
Los costos para la inundación oscilan entre 20 y 200 USD/m3, y para el lavado el costo promedio es de
150 USD/m3.

Extracción de vapores

La EV, también conocida como ventilación del suelo, vaporización y volatilización, es una tecnología en
la que se aplica un vacío al suelo, para inducir un flujo controlado y continuo de aire, y remover así
contaminantes volátiles y semivolátiles del suelo. La EV usualmente se lleva a cabo in situ. Sin
embargo, en algunos casos, puede usarse como una tecnología ex situ. La efectividad del sistema de
EV depende principalmente de la volatilidad de los contaminantes y de la permeabilidad y
homogeneidad del suelo.
Aplicaciones. La EV a menudo es usada para remediar sitios contaminados por derrames o fugas de
COV y algunas gasolinas; puede aplicarse en zonas insaturadas. Además, la EV puede facilitar e
inducir otros procesos de remediación como la biodegradación de contaminantes poco volátiles.
Limitaciones. No es recomendable para la remoción de aceites pesados, metales, BPC o dioxinas; la
técnica solo es aplicable para compuestos volátiles; la humedad, contenido de materia orgánica y
permeabilidad del suelo al aire, afectan la eficiencia del proceso; no es una tecnología adecuada para
zonas saturadas; un alto contenido de partículas finas afecta la operación del sistema; la descarga de
aire del sistema puede requerir tratamiento y los líquidos residuales deben tratarse o disponerse.
Costos. Los costos de operación de la EV se encuentran entre 10 y 50 USD/m3.

Solidificación/estabilización

La S/E es un proceso en el que el suelo contaminado se mezcla con aditivos para inmovilizar los
contaminantes, disminuyendo o eliminando la lixiviación. La solidificación se refiere a las técnicas que
encapsulan (atrapan físicamente) al contaminante formando un material sólido, y no necesariamente
involucra una interacción química entre el contaminante y los aditivos solidificantes. La estabilización
limita la solubilidad o movilidad del contaminante, generalmente por la adición de materiales, como
cemento Portland, cal o polímeros, que aseguren que los constituyentes peligrosos se mantengan en
su forma menos móvil o tóxica.
La S/E puede realizarse tanto in situ como ex situ. Para la S/E exsitu, el material a tratar debe
excavarse para tratarse, de manera que el material resultante sea dispuesto. En la S/E in situ pueden
utilizarse sistemas para cubrir los suelos contaminados sin necesidad de excavar, de manera que el
material se deja en el mismo sitio.
Aplicaciones. Los procesos de S/E son usualmente utilizados para tratar contaminantes inorgánicos,
como suelos y lodos contaminados
con metales.
Limitaciones. Los COV tienden a volatilizarse durante el mezcla- do del suelo con los agentes de
solidificación/estabilización, y generalmente éstos no son inmovilizados; la profundidad a la que se
encuentre el contaminante limita algunos procesos; el material solidificado puede impedir el futuro uso
del sitio; los metales volátiles (Pb, Cd, As, Hg) pueden volatilizarse durante el tratamiento y no es
recomendable para sitios con más de 25% de metales.
Tiempos de remediación. La S/E son tecnologías de corto a mediano plazo.

Tratamiento químico

El tratamiento químico, típicamente involucra reacciones de oxidación reducción (redox) que convierten
químicamente compuestos tóxicos o peligrosos a compuestos menos tóxicos o no peligrosos, que son
más estables, menos móviles o inertes. Los agentes oxidantes más usados para tratar contaminantes
peligrosos en el suelo, son el ozono, peróxido de hidrógeno, hipocloritos, cloro, dióxido de cloro y el
reactivo de Fenton (peróxido de hidrógeno y fierro). Este método puede aplicarse in situ o ex situ en
suelos, lodos, sedimentos y otros sólidos.
Aplicaciones. Por este método pueden atacarse principalmente compuestos inorgánicos. Sin embargo,
puede usarse con menor eficiencia para COV no halogenados y COS, gasolinas y pesticidas.
Limitaciones. Puede ocurrir una oxidación incompleta o formación de compuestos intermediarios,
dependiendo del contaminante y el agente oxidante usado; la presencia de aceites y grasas disminuye
la eficiencia y los costos se incrementan para altas concentraciones de contaminantes.

Costos y tiempos de remediación. Es una tecnología de corto a mediano plazo, cuyos costos oscilan
entre 190 y 600 USD/m3.

Separación física

Las técnicas de separación buscan concentrar los contaminantes sólidos por medios físicos y
químicos. La mayoría de los contaminantes orgánicos e inorgánicos tienden a unirse, química o
físicamente, a la fracción más fina del suelo. Las partículas finas de arcillas y sedimentos pueden
separarse de arenas y gravas gruesas para concentrar los contaminantes en volúmenes menores de
suelo. De esta manera, el volumen de suelo obtenido puede tratarse o disponerse.
La separación ex situ puede realizarse por varios procesos. La separación por gravedad (por diferencia
de densidad entre fases) y la separación por tamaño de partícula (concentración de contaminan- tes en
volúmenes menores) son dos procesos bien desarrollados. En cambio, la separación magnética
(extracción de partículas magnéticas) es un proceso mucho más novedoso que aún se encuentra en
desarrollo.
Aplicación. Los contaminantes que pueden tratarse por separación física son los COS, gasolinas y
compuestos inorgánicos. Pueden usarse para algunos COV y pesticidas. La separación magnética se
usa específicamente para metales pesados y partículas magnéticas radioactivas (plutonio y uranio).
Limitaciones. Alto contenido de arcillas y de humedad incrementa los costos del tratamiento; la
separación por gravedad asume diferencias entre la densidad de la fase sólida y líquida; la gravedad
específica de las partículas afecta la eficiencia del proceso.

Tecnologías de remediación térmicas

Los tratamientos térmicos ofrecen tiempos muy rápidos de limpieza, pero son generalmente los más
caros. Sin embargo, estas diferencias son menores en las aplicaciones ex situ que in situ. Los altos
costos se deben a los costos propios para energía y equipos, además de ser intensivos en mano de
obra. Al igual que las tecnologías fisicoquímicas y a diferencia de las biológicas, los procesos térmicos
incluyen la destrucción, separación e inmovilización de contaminantes. Los procesos térmicos utilizan
la temperatura para incrementar la volatilidad (separación), quemado, descomposición (destrucción) o
fundición de los contaminantes (inmovilización).
Las tecnologías térmicas de separación producen vapores que re- quieren de tratamiento; las
destructivas producen residuos sólidos (cenizas) y, en ocasiones, residuos líquidos que requieren de
trata- miento o disposición. Es importante hacer notar que, para ambos tipos de tratamiento, el
volumen de residuos generados que requieren de tratamiento o disposición, es mucho menor que el
volumen inicial.
La mayoría de las tecnologías térmicas pueden también aplicarse in situ y ex situ. Dentro de las
tecnologías térmicas ex situ, principal- mente se encuentran la incineración, pirólisis y desorción
térmica. Una de las tecnologías que se emplean in situ es la EV mejorada por temperatura.

Desorción térmica (DT)

Los procesos de DT consisten en calentar (90 a 540°C) el suelo contaminado con contaminantes
orgánicos, con el fin de vaporizarlos y por consiguiente separarlos del suelo. El calor acelera la
liberación y el transporte de contaminantes a través del suelo, para posteriormente ser dirigidos hasta
un sistema de tratamiento de gases con el uso de un gas acarreador o un sistema de vacío. Es un
proceso de separación física no destructivo. Con base en la temperatura de operación, la DT puede
clasificarse en dos grupos:

- Desorción térmica de alta temperatura (DTAT). Es una tecnología a gran escala en la cual los
desechos son calentados a temperaturas que varían entre los 320 y los 560°C. Frecuentemente se
utiliza en combinación con la incineración o S/E, dependiendo de las condiciones específicas.
- Desorción térmica de baja temperatura (DTBT). Los desechos se calientan a temperaturas entre
90 y 320°C. Es una tecnología a gran escala que se ha probado con éxito en el tratamiento de varios
tipos de suelos contaminados con HTP.

La DT puede implementarse por:


(i) inyección a presión de aire caliente,
(ii) inyección de vapor
(iii) calentamiento del suelo por ondas de radio (radio frecuencia) que producen energía que se
transforma en energía térmica.
Aplicaciones. El proceso de DT puede aplicarse en general, para la separación de compuestos
orgánicos de desechos, así como para suelos contaminados con creosota e hidrocarburos. Los
sistemas de DTBT pueden usarse para tratar COV no halogenados y gasolinas y, con menor eficiencia,
para COS. Los procesos de DTAT se utilizan principalmente para tratar COS, HAP, BPC y pesticidas,
pero pueden aplicarse también para COV y gasolinas.
Limitaciones. La presencia de cloro puede afectar la volatilización de algunos metales como el plomo.
Su uso varía en función de la tempera- tura que pueda alcanzarse durante el proceso seleccionado.
Estas tecnologías no son efectivas en zonas saturadas, suelos muy compactos o con permeabilidad
variable, además de que producen emisiones gaseosas.
Costos. La limpieza de suelos contaminados con hidrocarburos por DT varía entre 50 y 350 USD/m3.
En términos generales, la DT con uso de vapor puede costar más de 400 USD/m3.

Incineración

En los procesos de incineración tanto in situ como ex situ, se utilizan altas temperaturas de operación
que van desde los 870 a los 1,200°C, con la finalidad de volatilizar y quemar compuestos orgánicos y
halogenados en presencia de oxígeno. Generalmente se utilizan combustibles para iniciar el proceso
de combustión. Las eficiencias de remoción y destrucción de los incineradores operados
adecuadamente exceden el 99.99%. Sin embargo, los gases de combustión general- mente requieren
de tratamiento. Existen diferentes tipos de incineradores:

- Combustión de lecho circulante (CLC). Utilizan altas velocidades en la entrada de aire, lo que
provoca la circulación de los sólidos, creando una zona de combustión turbulenta favoreciendo la
destrucción de hidrocarburos tóxicos. Los incineradores de CLC operan a temperaturas menores que
los incineradores convencionales (790 a 880°C).
- Lecho fluidizado. Utiliza aire a alta velocidad para provocar la circulación de las partículas
contaminadas y opera a temperaturas mayores a 870°C.
- Tambor rotatorio. La mayoría de los incineradores comerciales son de este tipo, y están
equipados con un «dispositivo de postcombustión», un extintor y un sistema para el control de
emisiones. Son cilindros rotatorios con una ligera inclinación que opera a temperaturas por arriba de
los 980°C.

Aplicaciones. Se usa para remediar suelos contaminados con explosivos, residuos peligrosos como
hidrocarburos clorados, BPC y dioxinas.
Limitaciones. Es necesario tratar los gases de combustión (dioxinas y furanos); para el tratamiento de
BPC y dioxinas, deben emplearse incineradores fuera del sitio; los metales pesados pueden producir
cenizas que requieren estabilización; para tratar metales volátiles (Pb, Cd, Hg y As) se necesitan
sistemas de limpieza de gases; los metales pueden reaccionar con otros compuestos formando
compuestos más volátiles y tóxicos.
Costos y tiempos de remediación. Es una tecnología de corto a largo plazo. Los costos de
incineradores fuera del sitio oscilan entre 200 y 1000 USD/ton; para tratar suelos contaminados con
dioxinas y BPC los costos van desde los 1,500 a 6,000 USD/ton.

Vitrificación

El proceso de vitrificación puede llevarse a cabo in situ o ex situ, y utiliza una corriente eléctrica para
fundir los suelos contaminados con temperaturas que van de 1,600 a 2,000°C. Es un proceso de S/E
que estabiliza la mayoría de los contaminantes inorgánicos y destruye los orgánicos. El producto de la
vitrificación es un material crista- lino químicamente estable que no produce lixiviados, en el cual que-
dan incorporados los compuestos inorgánicos. Durante el proceso, las altas temperaturas, provocan la
destrucción o remoción de los materiales orgánicos.
Aplicaciones. La vitrificación es usada generalmente para inmovilizar la mayoría de los contaminantes
inorgánicos. Sin embargo, se ha probado que el proceso también puede destruir o remover COV y
COS y otros compuestos orgánicos como dioxinas y BPC.
Limitaciones. Las limitaciones de la vitrificación son las mismas que se señalan en los procesos de
estabilización/solidificación.
Costos. Los costos de operación de la vitrificación varían en función de los costos de energía eléctrica,
humedad del sitio y profundidad a la que se realice el proceso.

Pirólisis

La pirólisis es la descomposición química de materiales orgánicos inducida por calor en ausencia de


oxígeno. El proceso normalmente se realiza a presión y temperaturas de operación mayores a 430°C.
Los hornos y equipos utilizados para la pirólisis pueden ser físicamente similares a los utilizados para
la incineración, pero se deben operar a temperaturas menores en ausencia de aire. Los productos
primarios formados de la pirólisis de materiales orgánicos, en diferentes proporciones de acuerdo con
las condiciones del proceso, son:
(i) gases residuales (metano, etano y pequeñas cantidades de hidro- carburos ligeros);
(ii) condensados acuosos y aceitosos y
(iii) residuos sólidos carbonosos (coque) que pueden usarse como combustible.

Aplicaciones. Se utiliza para tratar COS y pesticidas. Puede aplicarse para tratar BPC, dioxinas,
desechos de alquitrán y pinturas, suelos contaminados con creosota y con hidrocarburos. Ha mostrado
buenos resultados en la remoción de BPC, dioxinas, HAP y otros compuestos orgánicos. La pirólisis no
es efectiva para destruir o separar compuestos inorgánicos de un suelo contaminado.
Limitaciones. Se requieren tamaños de partícula específicos y manipulación del material; altos
contenidos de humedad (mayor a 1%) aumentan los costos; los medios con metales pesados
requieren estabilización; es necesario tratar los gases de combustión.

Trenes de tratamientos

En algunos casos, dos o más tecnologías innovadoras o tradicionales pueden usarse juntas en lo que
se conoce como «trenes de trata- miento». Estos trenes de tratamiento son procesos integrados o
bien, una serie de tratamientos que se combinan en una secuencia para proporcionar el tratamiento
necesario. En general, los trenes de tratamiento se emplean cuando no todos los contaminantes en un
medio particular, pueden tratarse con una sola tecnología.
Por ejemplo, un suelo contaminado con compuestos orgánicos y metales puede tratarse primero por
biorremediación para eliminar los compuestos orgánicos y después por S/E para reducir la lixiviación
de los metales.
En otros casos, un tren de tratamientos puede usarse para:
(i) hacer un medio más fácilmente tratable por una tecnología subsecuente;
(ii) para reducir la cantidad de desechos que necesitan un tratamiento posterior con una
tecnología subsecuente y más costosa
(iii) para disminuir el costo total del tratamiento.

También podría gustarte