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W B’aqtun, O K’atun, O Tun
T Winaq, o Q’ij, t Toj, Chi Iximulew
Guatemala, 31 de octubre de 2012
Le mayab’ tz’ib’ k’o pa le uxaq kanoq kuk’ut uq’ijil le umajib’al xuquje’ jawi xtz’aj wi we jun wuj;
pa uk’isb’al we jun wuj kuk’ut ri q’ij are chi’ xk’is we chak. Le rajilab’al q’ij e b’i’tal pa K’iche’
xuquje’ pa kaxlan. (K'iche')
La escritura maya de la página anterior indica la fecha de inicio y lugar de la impresión de este
libro; la página del colofón la terminación, las fechas están indicadas en K'iche' y Castellano.
¿Yab’il xane K’oqil?
¿Enfermedades o Consecuencias?
D I C O
É
M
S
D
S
O
E
S
C A L Z
CHOLSAMAJ
Primera edición, diciembre 2012
ISBN: 978-9929-612-04-4
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digital, la realización de obras derivadas o nuevas obras que incluyen parte de sus contenidos.
Participantes en la investigación
Las personas que participaron en los seminarios de análisis de las seis enfermedades,
son, en su mayoría, Ajq’ijab’. Pero también, en algunas sesiones, asistieron pacientes a
dar su testimonio, o bien aprendices de las y los terapeutas: gracias al esfuerzo de todos,
esta investigación ha sido posible.
Nombre Procedencia
Abraham Tiguilá San Pedro Jocopilas/La Estanzuela
Ana Cac Ramos Chinique/Manzanillo
Antonio Pablo Gutiérrez Chinique/La Puerta
Ángel Arnulfo Benito Chinique/Tizatal
Agustín Tzoc Mendoza Chinique/Aguatibia
Basilia Pérez Chinique/Ximbaxuc
Calixta Chanchavac Chinique/Centro
Candelaria Pérez La Puerta/Chinique
Carmela Gámez Chinique/Choaxán
Cerapio Clementino Chinique/Agua Tibia
Cesar Elías Ixchop Santa Cruz/Choacamán IV
Cristóbal Barrera Us San Pedro Jocopilas/Santabal
Cruz García Rodríguez Zacualpa/Centro
Diego Ajanel Pol Joyabaj/Tzalam
Diego Chingo Zacualpa/Centro
Domingo Chitic Sicaj Joyabaj/Estanzuela
Domingo Hernández Ixcoy Chimaltenango
Elvira Morales Pantó Chinique/Potrero Viejo
Emeterio Castro Chinique/Buena Vista
Encarnación Pol Guarcas Joyabaj/Nim Chaj
Encarnación Pú Velásquez Joyabaj/Tres Cruces
Eugenia Pu Real Sacapulas/Rancho de Teja
Eustaquia Nix Nimajá Chinique/Manzanillo
Felipe Tamup Aguilar Chinique /Madrón
Filiberta Rojas Chinique/Tizatal
Florencio Pol Morales Chinique/Manzanillo
Florencia Tzoc Zacarías Chinique/Paquinac
Francisca Chun Chinique/Madrón
Guadalupe Tzarax Mendoza Chinique/Paquinac
Isabel Tzoc Chanchavac Chinique/Agua Tibia (Alcalde indígena)
Jacinto Mendoza Chinique/Chiul
José Chan Mejía Chinique/Loma Alta
José Pantó Tecun Chiché/Finca San Francisco
Josefina Castro San Pedro Jocopilas/La Estanzuela
Juan Jorge Macario Joyabaj/Chujerjá
Juan Castro B’atz Santa Rosa/Pajij
Juan Sacbin Sacapulas/Rancho de Teja
Juana Lastor Chiché/Centro
Julián Morales Ramos Chinique/Manzanillo
Julio Nix Chan Chinique/Choaxán
Lázaro Riquiac Castro Joyabaj/Tres Cruces
Leonor García Zacualpa/Centro
Lauriano López Lol Santa Rosa Chujuyub/Paquinac
Lionza Sacarías Chinique/Madrón
Macaria Martín Canil Chiché/Rincón de los Leones
Manuel Castro Joyabaj/Tres Cruces
Manuel Pinula Chipel Uspantán/Zona 3
Manuel Pol Cac Chinique/Manzanillo
Manuela Aguilar Chinique/Choaxá
Manuela Guarcas Joyabaj/Chujerjá
María Pú Tojín Totonicapán/Santa Lucía la Reforma/Sacasiguán
María Ramos Gutiérrez Joyabaj/Tres Cruces
María Tiguilá Ajbac San Pedro Jocopilas/La Estanzuela
Martín Ajanel Chinique/La cruz
Martina García Chinique/Potrero Viejo
Maximiliano Guarcas Chinique/Choaxán
Miguela Quino Joyabaj/Panchaj
Nicolás Ortiz Gómez Joyabaj/Tres Cruces
Pablo Jax Lol San Pedro Jocopilas/San Pablo
Pedro Chach Vicente Chinique/Barrio Antiguo Cementerio
Pedro Coxaj Reyes Santa Rosa Chujuyub/Paquinac
Pedro Pérez López San Pedro Jocopilas/Chuitzalic
Pedro Tiguilá Hernández San Pedro Jocopilas/Pacamán
Pedro Tum Us Chicamán/Llano Grande
Rosendo Sacarías Santa Rosa Chujuyub/Paquinac
Santa Bárbara Us Chinique/Aguatibia
Sebastián Canil Tecún Joyabaj/Boqueron/Panchaj
Sebastián Ramos Morales Chiché/Rincón de los Leones
Sebastiana Macario Xon Chiché/Finca San Francisco
Sebastiana Macario Joyabaj/Panchaj
Sebastiana Nimajá Chinique/Choaxán
Sebastiana Pol Suy Chichicastenango
Socorro Tiño Chinique/Centro
Estanislao Baten Cunen/Chiul
Tomás Castro Pablo Joyabaj/Tres Cruces
Tomás Equila Morales Zacualpa/San Antonio Sinaché
Tomás Quino Zacualpa/San Antonio Sinaché
Tomas González Toj Zacualpa/San Antonio Sinaché
Tomás Xan Morales Chinique/Choaxán
Tomasa Suy Chichicastenango
Tzunum Balam Totonicapán
Valerio Tomín Velázquez Zacualpa/Tunajá (Alcalde Indígena)
Vicente Toj Rodríguez Zacualpa/Centro
ÍNDICE
Dedicatoria- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - I 18
Agradecimientos - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - O 19
Prefacio - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - q q 21
Prólogo de las y los Ajq’ijab’ - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - q t 25
Introducción - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - q o 29
Nota aclaratoria sobre el enfoque de género
en la edición literaria- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - q Q 31
Ana Us
Matilde Us Taquej
Juan Quinilla Us
Basilio Castro
Diego Xon Salazar
Dominga Morales Ramos
Manuel Chach
Juana Lastor
Rosendo Sacarías
Un agradecimiento especial a:
Julio Nix Chan, Tomás Xan Morales, Antonio Pablo Gutiérrez, Florencio Pol Morales,
Santa Bárbara Us Ixchop y Julián Morales Ramos, por su valiosa colaboración en los
talleres de investigación con las y los Ajq’ijab’.
Micha Prince por la bella película “Majb’al Qa B’e, Empezando a Caminar” que contribuyó
a la difusión de las prácticas de las y los Ajq’ijab’.
Anne Bourgey y David Barbeau quienes plantaron la semilla del programa de salud
mental en Médicos Descalzos (Chinique).
Sonja Perkic-Krempl, por su apoyo para dar continuidad y concluir la investigación con
las y los Ajq’ijab’.
Las Agencias que han apoyado el proceso de investigación: programa FCIL de la Embajada
de Canadá (proyecto “Salud Mental Quiché/1999-2000”); PASOC/PNUD (proyecto
“Aporte local de las Autoridades Tradicionales de cinco municipios del Quiché al proceso de
reconciliación nacional”/2001-2003 y “Guardianes del tiempo y la paz, fases I y II”/2004-
2006); DIGAP/PNUD (proyecto “Fortalecimiento de las prácticas tradicionales mayas
en salud mental”); la ONG Austriaca Solidarität mit LATEINAMERIKA (Proyecto
“Nojbal Utz Wachil. Sabiduría en salud” Fase I/2008-2009 y Fase III/2012-2013).
Y
ves Pélicier, ilustre profesor con quien tuve la fortuna de iniciarme en el estudio
de la psiquiatría cultural, señalaba que para hacer una buena etnopsiquiatría era
preciso interesarse respetuosamente por las culturas estudiadas sin pretender
encasillarlas en los conceptos médicos occidentales y, agregaba que valía la pena
rescatar las clasificaciones indígenas de sus enfermedades. Cristina Chávez y Felipe Pol
hacen realidad estos conceptos. Con la varita mágica de su compromiso de vida con la
población estudiada han rescatado información sumamente valiosa. El método utilizado
es insuperable. Le han dado la voz a los protagonistas y ahora la difunden como si fuera
con altoparlante. Los protagonistas hablan en voz alta.
Hace unos años, allá por el 2003, fui invitado por los autores, a Chinique, para evaluar
su trabajo y hacerles algunas sugerencias. Hoy veo que no sólo las tomaron en cuenta
sino que incluso superaron las propuestas iniciales.
El método que permitió este acopio de información, fue fomentar y lograr el consenso
de los terapeutas –Ajkun- sobre 6 enfermedades, sobre las enfermedades vedadas a
los médicos occidentales y para las cuales, los Ajq’ijab’, muchas veces, son la última
esperanza. Me queda la duda sobre si es prudente denominar psicopatologías a estas 6
entidades mórbidas.
El trabajo de los Ajq’ijab’ resulta envidiable para los psicoterapeutas pues permite a
los pacientes ser guiados cuidadosamente en un proceso de introspección profunda, en el
camino al subconciente que han de explorar con detenimiento, para encontrar las causas
de sus infortunios, para descubrir los detonantes velados de sus angustias existenciales.
Estos terapeutas consideran que su técnica es universal pues puede aplicarse a
pacientes de diferente etnicidad. ¡Incluso proponen técnicas de terapia de pareja y de
familia!
Vale la pena destacar que los rituales terapéuticos aquí descritos tienen un alto valor
catártico. Estos rituales propician el escudriñamientos del subconciente, abren puertas
que estaban selladas y apagan el fuego del remordimiento de conciencia (desactivan
las minas… desarchivan errores); así mismo combaten las conductas antisociales o
sociopáticas.
Este libro trata de las emociones, de su manejo y desequilibrio como raíz de las
enfermedades. Para estos grupos indígenas, la envidia, el odio y el rencor, son emociones
patogénicas.
Me impresiona que, cuando tratamos de entender el Moxrik, nos encontramos ante
un poderoso mecanismo de defensa cultural que busca preservar las tradiciones y evitar
las conductas de misogenia (de odio o de fobia al origen o a los orígenes).
Encuentro un paralelismo interesante con respecto al trabajo de campo que la
misma Cristina Chávez realizó entre los pobladores nahuas del alto balsas en el estado
de Guerrero, México, entre 1995 y 1997. Las personas elegidas por la divinidad para ser
médicos tradicionales, si se negaban a aceptar su vocación, enfermaban constantemente
y sólo resolvían su padecimiento cuando asumían dignamente su función social de
procurar la salud de su comunidad. Aquí se señala: “los padecimientos terminaron,
simplemente al descubrir y aceptar su don.”
Esta obra también da cuenta de cómo los terapeutas tradicionales comprendieron el
beneficio de ayudarse mutuamente, a manera de gremio profesional y de cómo lograron
situar su trabajo de Ajq’ijab’ muy por encima de las creencias religiosas.
No puedo sustraerme a la tentación de recordar el juramento hipocrático cuando leo
el listado que podría llamar, de deberes y derechos, tanto de los terapeutas como de los
pacientes.
Este es un brillante trabajo de síntesis de la comprensión colectiva de seis enfermedades.
Durante este proceso se han convocado a más de 100 terapeutas tradicionales, a lo largo
de 12 años y aún siguen adelante buscando entender la sabiduría ancestral.
A
veces creemos que nuestro cuerpo y nuestro Nawal 2 son cuerpos vacíos. Que
si no nos duele nada, todo está bien. Sin embargo, nuestras vidas están llenas de
cosas negativas que no consideramos enfermedad, como la envidia, el odio o el
rencor. Pensamos que solamente son enfermedades de la cabeza.
El tipo de problemas que investigamos y que presentamos en este libro, no tienen un
origen únicamente físico. Más bien tienen causas muy diferentes, son las raíces de las
enfermedades y muchas veces a la gente le cuesta entenderlo.
Para nosotros, este libro es muy importante, porque en él está reunido parte de
nuestro conocimiento sobre las cosas de la vida que afectan nuestra salud. No queremos
decir que, lo que aquí se escribió, es todo nuevo para nosotros. Podríamos decir que
estos conocimientos estaban ya entre nosotros, pero dispersos, simplemente no estaban
resumidos de esta forma. Por lo tanto, presentarlos así organizados, es muy valioso. Es
un gran paso que hemos dado para evitar tantas confusiones que se han difundido sobre
nuestro trabajo y para que se entienda cómo ayudamos a las personas a superar sus
padecimientos.
No queremos decir tampoco, que en este libro hemos logrado escribir todos los
conocimientos que tenemos, pero por lo menos hemos logrado apuntar en lo que
estamos de acuerdo. Estos son acuerdos muy importantes entre, por lo menos, los
terapeutas tradicionales que hacemos parte de la Asociación Médicos Descalzos. Aquí
hemos logrado unir nuestras ideas, nuestros conocimientos.
Desde el año dos mil, en diferentes encuentros, reuniones, seminarios, talleres,
ceremonias, entre otros, intercambiamos experiencias sobre cómo curar y sobre cómo
entendemos las causas de estas enfermedades, fuimos investigando y estudiando juntos.
Un fruto muy importante de ese estudio fue haber identificado y comprendido, para
empezar, estos seis padecimientos o enfermedades. Así pudimos ir desenredando poco a
poco lo que sabíamos de ellas: entendiendo por qué se dan, cuáles son sus consecuencias,
qué formas de diagnóstico son útiles, cómo se hacen los tratamientos o quiénes son los
más afectados; y también las diferentes especialidades de cada uno de nosotros.
1 Se traduce comúnmente como guías espirituales o sacerdotes mayas; sin embargo, se sugiere considerar
la traducción literal del idioma k’iche’ que refiere; “la o el que conoce el manejo de los días”, refiriéndose al
cononcimiento del calendario sagrado maya, Cholq’ij.
2 Constituye parte de la dualidad: Nawal – Jaleb’, donde Nawal es la energía del día de nacimiento de la persona
según el Cholq’ij. El plural de Nawal es Nawalib’, energías.
Fue muy importante en este camino, descubrir todas las cosas que no sabíamos o no
habíamos entendido sobre estas enfermedades y cómo el conocimiento de uno, puede ser
de gran ayuda para los otros Ajkunelab’.3 Es importante decir también, que en los años
que lleva esta investigación, las nuevas experiencias que conocimos, inmediatamente
nos servían para aplicarlas a nuestros pacientes. Comprobamos en cuáles dan buenos
resultados y en cuáles casos no. En este proceso vimos que se han fortalecido nuestras
capacidades como Ajkun.
Y a través de estos intercambios también le encontramos más importancia a nuestro
trabajo: entendimos por ejemplo, que los problemas que atendemos, son los que los
doctores no han logrado curar. Que a veces cuando una persona viene con nosotros a
buscar alivio, es porque ya ha probado de todo y no le han funcionado. Somos muchas
veces su última esperanza.
Al compartir todas esas historias, al analizar en grupo los casos que atendemos,
conocimos nuevas formas de encontrar las causas de la enfermedad. Sobre todo, cuando
lo que les ha ocurrido a las personas, lo tienen muy guardado en su interior. Ahí es cuando
fue muy útil conocer esas nuevas palabras, esas palabras para ayudarles a desprenderse
y a entender qué es lo que les causa sufrimiento.
Otro punto importante fue entender que estas enfermedades no solamente afectan
al indígena, vimos cómo afectan sin límites o fronteras a las personas de cualquier etnia
o religión. Antes pensábamos lo contrario, no entendíamos por qué nos buscan tanto
los ladinos como los evangélicos. Ahora entendemos que lo que hacemos es ayudar a
entender, desde nuestra propia forma, problemas que son humanos, casi universales. Al
analizar esto entendimos que nuestra manera de curar puede ser una alternativa para
cualquier persona, independientemente de si es o no indígena, o de su religión.
Pero como resultado de todas estas reuniones, hay además de este libro, muchas otras
cosas que vemos importante mencionar aquí, porque a partir de este trabajo iniciaron y
tomaron fuerza. Logramos organizarnos para intercambiar ideas con Ajq’ijab’ de muchos
otros municipios de El Quiché y Totonicapán, principalmente, pero también para iniciar
una relación de análisis y referencia de casos, juntando ideas sobre cómo resolverlos.
Aprendimos a decir a un paciente que no sabemos cómo ayudarlo, pero que sí sabemos
que hay otro Ajq’ij que puede hacerlo. También superamos el celo que no nos permitía
dar y compartir nuestros conocimientos. Ahora ya no nos da vergüenza pedir ayuda para
resolver un caso difícil, o referirlo a otros terapeutas que sí pueden. Hay que reconocer
que para llegar a estos resultados, fue de mucha importancia contar con el espacio para
3 Plural del término Ajkun, se traduce como médicos, el término Ajkun se antepone al nombre de las especilidades
en la medicina ancestral maya. Ejemplo: Ajkun kech Ak’alab’, Ajkun Iyomab’, Ajkun rech Uwi’ Winaq, etcetera.
F
inalmente, introduciendo a la lectura del libro, con el ánimo de prevenir equivocas
interpretaciones sentimos la necesidad de hacer explícita una decisión de estilo
literario que se adoptó para la redacción de este texto. El lector y, quizás con más
probabilidad, la lectora, notarán que el término Ajq’ij, agente de salud protagonista y
objeto de esta investigación, suele presentarse con el artículo determinado masculino,
tanto al singular (“el” Ajq’ij ) como el plural (“los” Ajq’ijab’).
El uso preferencial del artículo masculino, sin agregar continuamente el artículo
femenino, sugerimos entenderlo como una opción meramente de estilo literario, para
designar a la persona que desempeña esta especialidad terapéutica. Es decir, describe en
sentido neutro, la figura por su cargo (como el médico, el doctor, entre otros), sin querer
atribuir ninguna connotación de género a esta categoría.
En la Cosmovisión Maya lo que determina la vocación para ser Ajq’ij, tanto en su
prerrogativa de cuidado de la salud así como en el papel de autoridad comunitaria, tal
como veremos en el Capítulo 1 Q’ij Alaxik, depende de la configuración de energías que
caracterizan el día de Nacimiento en el Calendario Sagrado Cholq’ij, sin ninguna relación
con el género de las personas.
En la experiencia de la Asociación Médicos Descalzos (Chinique), de aproximadamente
180 Ajq’ijab’ que se han identificado, al menos el 35% del total son mujeres, muchas de
ellas asumen también el cargo de lyom (especialista tradicional en obstetricia, asesora en
salud sexual y reproductiva), una superposición de especialidades que es muy valorada
entre las y los terapeutas, polivalencia que difícilmente se encuentra en los hombres.
El hecho que predomine el componente masculino en la categoría Ajq’ij, o que los
Ajq’ijab’ hombres encuentren menos obstáculos que las mujeres para ejercer este cargo
en la dimensión pública y de manera desinhibida, nos parece más verosímil asociarlo
a factores culturales exógenos, como la “importación” de la ideología patriarcal y
la mentalidad machista, inculcados a través de la evangelización católica, que a
elaboraciones culturales ancestrales, propias de la Cosmovisión Maya.
Es interesante recordar, que en el debate sostenido con el Equipo de Editorial
Cholsamaj, debimos por nuestro lado asumir la decisión de introducir prevalentemente
el artículo masculino a la palabra Ajq’ij, con al ánimo de no fragmentar la sintaxis del
texto, mientras el Equipo Editorial sostenía la necesidad de utilizar ambos, el masculino
y el femenino, a lo largo de todo el texto. Al abrirse el debate, el Coordinador Editorial
Ulmil Mejía, concluye que “efectivamente esa complicación gramatical genera un equívoco
Nab’e Tanaj
Capítulo / 1 1
Q’ij Alaxik
E
n la cosmovisión maya, todos los individuos tenemos diferentes capacidades,
determinadas por la energía que trae el día en el que nacemos: a estas cualidades
se les conoce como Q’ij Alaxik.6 En castellano, se traduce comúnmente con las
palabras “don” o “vocación”. El Cholq’ij o Calendario Sagrado Maya, ha servido por mucho
tiempo para la cuenta de los días, de los ciclos planetarios7, agrícolas, rituales, entre otros.
Pero también ha sido una herramienta para la organización del conocimiento sobre cómo
influye la energía de cada día en las características del ser humano y particularmente en
sus capacidades o “vocación”.
El oficio de Ajq’ij viene de esta capacidad de utilizar el calendario maya como
herramienta para clasificar, conocer y tratar a las personas.
En la actualidad, el Q’ij Alaxik ha adquirido categoría de enfermedad, debido a que
progresivamente se ha perdido el manejo y conocimiento de este calendario como
herramienta de orientación vocacional. Su uso ha quedado relegado a las y los ancianos,
a quienes, también se les tiene cada vez menos respeto. Por eso, cada vez menos personas
saben y entienden la importancia de su Q’ij Alaxik.
Las y los Ajq’ijab’ que participaron en esta reflexión, consideran que el desconocimiento
o ignorancia del Q’ij Alaxik es la causa de un importante grupo de padecimientos. Entre
estos están los fracasos en la vida, conflictos conyugales, intolerancia ante las diferencias
de los demás, falta de comunicación y entendimiento a nivel familiar.
Al Q’ij Alaxik se le conoce también popularmente como Nawal, se considera una
parte importante de la persona. Es un don sagrado que ha sido “prestado” a cada persona
y que al desarrollarlo le traerá satisfacciones intelectuales, salud, trabajo, entre otros. Le
permitirá brindar un servicio social a la comunidad, y preservar los conocimientos de los
antepasados. Todo lo contrario traerá si se le deja de lado, se le desconoce o no se le da
importancia.
En esta categoría hemos clasificado los padecimientos que aquejan a las personas
cuando desconocen su Q’ij Alaxik, o “no se conocen a sí mismos”, cuando no están
desarrollando o ejerciendo su vocación. Estas capacidades o vocaciones que poseemos
o tenemos facilidad en desarrollar, son predisposiciones del carácter y necesidades
existenciales (altruismo, desarrollo espiritual, intelectual, artístico, ejercicio del liderazgo,
entre otros). Pueden ser también talentos en oficios y profesiones (maestro, cocinero,
agricultor, tejedor, comerciante, constructor, entre otros). Pero también estas vocaciones
incluyen a todas las especialidades terapéuticas del sistema médico tradicional, tales
como:
qqAjkun kech Ak’alab’: Son terapeutas (os) especialistas en atender enfermedades
de la niñez.
qqAjkun Iyomab’: conocidas como comadronas, en su mayoría mujeres, que se
encargan de la salud de la mujer, el embarazo-parto-postparto, la salud de los
recién nacidos y la obstetricia.
qqAjyikonel: son personas que tienen la capacidad de atender un parto en caso de
que en ese momento no esté la Iyom.
qqAjq’ij: es la o él terapeuta que conoce el manejo del calendario maya y lo utiliza
para orientar a las personas en la vida y en el tratamiento de las enfermedades.
qqAjkun rech Uwi’ Winaq: es un tipo de terapeuta especialista en el tratamiento de
“ojeado”.
qqAjkunab’ rech Xib’irikil: terapeutas especialistas en curar susto.
Muqu’n
Xib’irikil Moxrik
Q’ij
Alaxik
Pakq’ab’
Molem
Chuch Tat
Diagnóstico
Para acertar que las enfermedades de un paciente son causadas por su Q’ij Alaxik, el
Ajq’ij, primero debe buscar y analizar el día del calendario maya en el que nació la persona.
Su fecha de nacimiento será la principal herramienta para comenzar el diagnóstico y
también el tratamiento. A través de este análisis el paciente puede ir comprendiendo las
causas de los fracasos que ha tenido. Comprenderá los mensajes que le llegan a través
de sus sueños, o bien el significado de las circunstancias en las que aparecieron las
enfermedades que padece.
Entre los sueños recurrentes que aparecen indicando que el Q’ij Alaxik es el que se
manifiesta, están por ejemplo, soñar:
qqLugares sagrados y montañas.
Las y los Ajq’ijab’ reconocen también algunos signos o acontecimientos que indican
que los problemas manifestados por el paciente pueden originarse en el descuido o la
frustración de su Q’ij Alaxik. O bien que es momento de averiguar sobre este, como
estrategia de prevención. Las señas más características y comunes que se mencionaron
fueron las siguientes:
qqEl fracaso en la crianza de animales domésticos o de corral.
8 Se dice que es más común que sean los niños quienes encuentren estos objetos.
La progresión de los días se obtiene del engranaje entre un ciclo de 20 días, Nawalib’,
con otro ciclo de 13 energías. Por lo tanto existen 260 combinaciones progresivas entre
los dos ciclos y cada día está designado por la específica asociación de uno de los 20
Nawalib’, con una de las 13 energías.
B’atz’
=1
E
=2
Aj
=3
I’x
=4
Tz’ikin
=5
Ajmaq
=6
No’j
=7
Tijax
=8
Kawoq
=9
Ajpu
= 10
Imox
= 11
Iq’
= 12
Aq’ab’al
= 13
K’at
Kan
Kame
Kej
Q’anil
Toj
Tz’i’
Los días del Calendario Sagrado Maya son determinantes para conocer al
paciente
El Ajq’ij, a partir del día de nacimiento del paciente, que representa el Nawal o la
“influencia vocacional” más importante, retrocede y avanza “en el tiempo”, identificando
otras 4 combinaciones de días y números que se considera caracterizan cada persona.
Estas simbolizan su concepción, sus dos energías auxiliares y su destino.
Para entender, gráficamente, estos movimientos girando simultáneamente la rueda de
los Nawalib’ y la de los números, a partir del día de nacimiento, se retrocede en el tiempo,
en el sentido de las manecillas del reloj y se avanza en el sentido contrario.
La concepción u origen representa la influencia del día en que la persona ha
sido concebida: su identificación es simbólica, sin embargo, se encuentra cierta
correspondencia con el tiempo natural del embarazo. De hecho, para encontrar el origen
en la rueda calendárica se retrocede (en el sentido de las manecillas del reloj), contando 9
días desde el nacimiento. Esto, simbólicamente, se interpreta como recorrer el tiempo en
retroceso de un ciclo Tzolkin de 260 días más 9, llegando a 269 días antes del nacimiento
de la persona, en coincidencia con la ciencia médica que cuantifica en 38 semanas el
período desde la fecundación hasta el nacimiento.
Los auxiliares se consideran energías que coadyuvan las fortalezas o balancean
debilidades de los otros Nawalib’ que influyen en una persona.
El destino es el día que caracteriza la esperanza, el porvenir o el propósito del desarrollo
de la existencia de la persona. El destino se encuentra en la rueda de los Nawalib’,
avanzando nueve días adelante, al opuesto de la concepción, indicando simbólicamente
el horizonte de la vida a las antípodas de su origen.
con el símbolo tradicional de la estrella, del astro o Venus, resulta esta representación
gráfica del Ch’umil.
Adentro de cada Ch’umil es posible identificar los Auxiliares, la Concepción y Destino
por cada uno de los 5 días de días de Nacimiento que componen la combinación,
rotándolos oportunamente. Por ejemplo, siempre adentro de la familia del Nawal B’atz’,
si la persona ha nacido en un día Tz’ikin, tendrá como Auxiliar Izquierdo el B’atz’,
Concepción Kej, Destino Aq’ab’al, y Auxiliar Derecho Kawoq.
Causas
Para las y los Ajq’ijab’, el desconocer a los 20 Nawalib’, es como desconocer las funciones
del ser humano, ignorar el propósito de su propia existencia, perder el respeto por su
identidad. Y en última instancia puede determinar enajenación de la propia cultura y de
la naturaleza de la que uno es parte. El hecho es que, hoy en día, el desconocimiento del
Q’ij Alaxik constituye un problema muy común y se debe a diversas causas entre las
cuales están:
qqLas disposiciones legales que impusieron el uso de nombres propios a la manera
occidental, cancelando la costumbre de asignar como nombre propio el Nawal,
energía del día de nacimiento según el Calendario Sagrado Maya, Cholq’ij.
qqEl sometimiento e incorporación de la población indígena a nuevas religiones,
ocasionó que la misma población maya haya restado importancia y valor al uso
del calendario sagrado maya y a su estrecha vinculación con la espiritualidad.
Al incorporarse a una nueva religión, se abandonaron progresivamente los
conocimientos y prácticas tradicionales. Pues al no hacerlo, generaba rechazo,
exclusión y castigo por parte de las autoridades religiosas y los feligreses.
qqDurante el conflicto armado interno, que en Guatemala superó las tres décadas,
muchos guías comunitarios, que por su Q’ij Alaxik eran responsables de ejercer
las prácticas tradicionales relacionadas con el calendario maya, abdicaron a este
servicio comunitario.
qqEl ejercer estos cargos en la comunidad generaba también el respeto y
consideración de autoridad. Por lo cual, este tipo de función social era identificada
como una amenaza por la estrategia contrainsurgente del ejército: ser guía en
una comunidad significó ser estigmatizado de “líder” y potencial “guerrillero”.
Esto era motivo para ser perseguido, amenazado, torturado, etcétera. Por eso,
para la mayoría de las y los Ajq’ijab’, ocultar esta identidad fue un mecanismo de
sobrevivencia. Los que lograron sobrevivir se permitieron retomar esa función,
solamente, hasta después de varios años después de la terminación del conflicto
armado.
Estas circunstancias constituyeron un fuerte impedimento para que los conocimientos
y prácticas alrededor del calendario maya se siguieran transmitiendo a las nuevas
generaciones. Impidió el ejercicio de una parte importantísima de la cultura que proveía
a las personas una identidad vocacional y a la comunidad diferentes servicios sociales.
Signos y síntomas
Las diferentes manifestaciones observadas, que se despliegan como consecuencia de
esta desorientación vocacional, son de muy diversa índole, a seguir clasificamos los
principales síntomas identificados por los Ajq’ijab’.
Manifestaciones sensoperceptivas
Alucinaciones Visuales, sienten o ven que les persiguen animales silvestres.
Alucinaciones Auditivas, estando despiertos escuchan voces de los abuelos o padres
muertos, como que están por ahí cerca.
Tratamiento
El tratamiento del conjunto de problemas que ocasiona a partir de esa desorientación,
inicia en el momento de su diagnóstico, básicamente al momento en que se ayuda a la
persona para reconocer que efectivamente no está feliz y satisfecho con lo que hace. Y
que indudablemente existen dones que no ha valorado.
En cuanto al tratamiento de las manifestaciones físicas, se dice que una vez aceptada
la vocación, van desapareciendo poco a poco. Numerosos testimonios de las y los
Ajq’ijab’ coinciden en que sus diversos malestares dieron fin al comenzar a desarrollar
su vocación, aprendiendo a “ayudarse a sí mismos, ayudando a los demás”.
En el momento en el que se decide tomar el compromiso de ejercer el don o vocación,
inicia el tratamiento de forma ritual: se comienza con una ceremonia de agradecimiento,
que se realiza de acuerdo al día de Nacimiento de la persona. Luego sigue en los dos
días Auxiliares y también en los días que simbolizan la Concepción y el Destino. Algunos
Ajq’ijab’ recomendaron también hacer una ofrenda en el día No’j, pues este simboliza
la sabiduría. A la energía de este día se le piden conocimientos y consejos para seguir
adelante en el compromiso adquirido con la vocación.
En todos los casos, los tratamientos se personalizan de acuerdo a cada paciente, pero
hay pasos generales que se recomiendan, por ejemplo, el de “recibir la vara”, el Pison
Q’aq’al.
Mientras que en el pasado se entregaba la vara a quienes descubrían y asumían su
vocación en cualquier oficio, artes o profesiones, actualmente, se hace entrega de esta
solamente a quienes han decidido iniciarse como Ajq’ijab’. De esa manera, la vara se ha
convertido en su símbolo distintivo.
10 Erythrina berteroana
Cuando el Ajq’ij recibe su vara, se dice que la persona ha recibido su Uk’ulaj, o pareja,
compañera o compañero, esposa o esposo, en el plano espiritual.
Al proceso de recibir la vara, se le conoce como “encaminamiento”. Este proceso,
generalmente, implica visitar numerosos altares para hacer ofrendas y se realiza con el
acompañamiento del Ajq’ij. Actualmente, cada Ajq’ij determina la cantidad de ceremonias
que se requieren, los lugares en dónde se harán y el día adecuado, de acuerdo siempre al
calendario sagrado maya.
Se comentó que para ser Ajq’ij es más aconsejable recibir la vara después de casarse.
Debido a que hay casos en los que si antes se encuentra la vocación, luego hay dificultades
para encontrar la pareja.
Cuando se recibe la vara antes de casarse, se recomienda que en los arreglos
matrimoniales, se anuncie esta condición de la persona desde el principio, para evitarle
posteriores problemas a la pareja. Porque, generalmente, debido a la función que ha
asumido tendrá constantemente compromisos que cumplir fuera de casa.
Sobre la edad recomendada para recibir la vara, se dice que es antes de los 52 años,
ya después de esta edad será más difícil iniciar el aprendizaje. Se dice que despúes
“los conocimientos están dormidos, como bajo el agua”. En ocasiones, se reconocen
capacidades y la vocación en los niños desde una edad muy temprana: en estos casos
se le entrega una bolsita o morralito rojo, que contiene una semilla de Tz’ite’, un poco de
Pom, unos copalitos, semillas de anís, una rajita de ocote y plumas de colibrí. Esta bolsita
es símbolo de su futura vara. Las niñas y niños la llevan siempre colgada al cuello. Otras
veces la guardan en un lugar seguro para que no se pierda, hasta que llega la edad y
circunstancias para recibir la vocación con toda la formalidad que esto implica.
Medidas preventivas
A manera de prevención, los Ajq’ijab’ recomiendan poner atención al Q’ij Alaxik de los
hijos desde pequeños. Y particularmente a los jóvenes adolescentes, ya que eso facilita
esa etapa complicada de formación del carácter y de su proyecto de vida, así como la
comprensión y comunicación con sus madres y padres. También se recomienda practicar
alguna forma de expresión artística, como la música, la danza, el canto o alguna otra
actividad cultural como el palo volador, los bailes propios del Pueblo Maya’ib’, la
marimba, entre otras. Puesto que son actividades que permiten expresar y conocerse de
manera más instintiva.
Otros obstáculos
Es importante mencionar que hoy en día, no sólo en las áreas rurales de Guatemala, el
desconocimiento y falta de atención al Q’ij Alaxik es un problema que cobra vigencia,
debido a la falta de oportunidades que tiene la juventud para estudiar una carrera, arte u
oficio, que les permita desarrollar sus capacidades según su Q’ij Alaxik. Pero sobre todo,
que sus dones y capacidades sean reconocidos por la misma comunidad y la sociedad en
general.
Los problemas de orientación vocacional cobran vigencia, porque la pobreza impide
que el individuo desarrolle sus capacidades o se dedique a ejercer su vocación, en su
propia comunidad o en otro lugar. Aunado a eso, aumenta la falta de reconocimiento y
valoración de los oficios que tradicionalmente tienen que ver con el Q’ij Alaxik. Estos
problemas se vuelven comunes y tienen que ver con el modelo de desarrollo que ha
traido la cultura de Occidente, según el cual se valora únicamente la producción de
riqueza material, por eso se considera una perdida de tiempo desarrollar vocaciones en
actividades que no generan ingreso o no mejoran el estatus social.
Intentando reconstruir con las y los Ajq’ijab’ el correcto símbolo gráfico del Ch’umil,
inicialmente, se visualizó que la conjunción de los 5 Nawalib’ que la componen, trazaba
claramente una estrella de 5 puntas. Pero, analizando a posteriori, encontramos que este
símbolo no parece ser tan común en los códices Maya y que esa forma no era ni debe ser
asociada al concepto “estrella” como lo era en el Viejo Mundo, mientras la palabra K’iche’;
Ch’umil, significa sin duda estrella o astro.
La representación gráfica pre-colonial para
definir la estrella es el glifo de Venus: Q’anil o
Lamat, que está basado en el símbolo cosmológico
más difundido en Mesoamérica: el quincunce,11 un
cuadrilátero dividido por dos diagonales que
indican 5 puntos fundamentales, las 4 esquinas o
rumbos. Según los cuales, en el Popol Wuj, se
repartió el Universo en 4 cuadrantes; cuatro lados
y cuatro esquinas, puntos intercardinales de los
11 Laurette Séjourné, Pensamiento y religión en el México antiguo, Fondo de Cultura Económica, 1957.
solsticios en la eclíptica del sol, y el centro interpretado como unidad del cosmos entre
espacio y tiempo.12
1. Tres diferentes
formas de
representar a
2. El quincunce también se identifica como
Venus. El primero
símbolo de movimiento (símbolo de Ollin),
es el Nawal Q’anil
obtenido por la superposición del Sol y de
en el Códice Maya
Venus.
en Madrid.
12 Francesco Panico, “Revista Altepetl. Geografía Histórica Social y Estudios Regionales”, No. 1, Universidad
Veracruzana, 2009.
13 Hermann Lejarazu, Manuel Alvaro, “Símbolos De Poder: Un Análisis Comparativo Entre La Iconografía Del Clásico
Maya y Los Códices Mixtecos”, IEASA, Universidad Autónoma de México, 2008.
14 Alfredo López Austin, “Cuerpo humano e ideología: las concepciones de los antiguos nahuas”, Universidad
Autónoma de México 1980.
las 12 articulaciones más una unidad constituida por la posición de la mano abierta, por
un total de 13 números.
En base a esa sugerencia, especulamos otros posibles usos de la mano para el conteo
de los Nawalib’, los 20 días y de los 13 números, entre los cuales están:
Un método ágil para contar los números asociados a los Nawalib’, que se basa en
posiciones fijas asignadas a las articulaciones de los dedos: esto facilitaría la cuenta,
partiendo de cualquier número asociado al Nacimiento, la progresión para buscar
los otros Nawalib’ se interrumpiría automáticamente tanto avanzando hasta el 13,
recomenzando en 1, que retrocediendo hasta el 1, empezando de nuevo en 13.
Entre las y los Ajq’ijab’ se estableció no buscar una explicación univoca de la “vocación”
o capacidad que representa cada Nawal. Debido a que, su interpretación es un universo
vastísimo que se modula según el paciente objeto de la consulta, a través de varios factores.
Entre los cuales están: las maneras en que sus Nawalib’ se manifiestan y condicionan su
existencia, el contexto cultural y social en que vive, su edad. Asimismo, están su situación
familiar, el sistema educativo y productivo en el que está integrado, entre otros.
Esta flexibilidad interpretativa es la característica más sorprendente de la agudeza
en “leer” a las personas a través del Cholq’ij que los Ajq’ijab’ desarrollan conforme van
adquiriendo experiencia.
Existe un consenso sobre características generales de cada signo, a partir de una
interpretación más o menos compartida del significado de cada Nawal. A partir de
este conocimiento básico y muy genérico que los Ajq’ijab’ trasmiten a sus alumnos, la
verdadera riqueza de este sistema para clasificar el ser humano, emerge en la práctica de
qqEl Ajq’ij también deberá enseñar a su alumno o alumna a realizar las ceremonias
de protección personal, con las cuales contrarrestará las malas energías o
contrariedades que puedan sobrevenirle a causa de su trabajo.
qqDurante su formación, el futuro Ajq’ij, además, aprenderá los principios éticos
del ser Ajq’ij, las normas y valores que le permitirán resolver conflictos sociales
y familiares, procurando resoluciones justas y equitativas.
A pesar de esta imprescindible formación inicial, el proceso de aprendizaje del Ajq’ij
comienza al atender a su primer paciente. A partir de entonces no terminará nunca, ya
que el conocimiento del ser humano a través de las herramientas de la Cosmovisión
Maya, es un conocimiento que no tiene fin.
Actualmente, puede verificarse que el conocimiento del Cholq’ij se sigue utilizando por
los Ajq’ijab’, como guía que orienta hacia el momento adecuado para emprender diversas
actividades de la vida cotidiana. También para tomar decisiones trascendentes de la vida,
tanto personales como familiares.
En las actividades agrícolas y forestales, se destaca el uso del calendario maya para
determinar los días adecuados para la tala de árboles, la recolección de ciertas plantas,
las ceremonias para la bendición de semillas, para la siembra y cosecha, así como para
analizar la aparición de plagas. Es también útil como guía para la cacería y la crianza de
animales.
Se hace referencia a la utilización del Cholq’ij tanto en la planificación de la concepción
de una hija o un hijo, así como en la orientación de su educación. Se consulta tanto para
la elección de una pareja como de una autoridad o representante de la comunidad.
Asimismo, el Cholq’ij determina los diferentes momentos de un casamiento tradicional,
los días adecuados para resolver o enmendar un error cometido, para realizar juicios
y aplicar la justicia. También para realizar las ceremonias de agradecimiento de los
diferentes oficios o vocaciones, determina los días propicios para iniciar un proyecto o
negocio, o para la construcción e inauguración de una casa u obra pública. Y en el Cholq’ij
quedan establecidos también, los días oportunos para comunicarse con los antepasados
durante las ceremonias.
Ukab’ Tanaj
Capítulo / 2 2
Xib’irikil
L
a traducción literal de la palabra k’iche’ Xib’irikil es Sustos,15 aunque se
traduce más comúnmente en el singular, como susto o espanto. Xib’irikil es
un padecimiento que se origina por la vivencia de una situación altamente
amenazante, de miedo, catastrófica, violenta o muy sorpresiva.
Las diferentes experiencias traumáticas que ocasionan Xib’irikil podemos clasificarlas
en tres grupos:
Los Xib’inel son personajes descritos en mitos y leyendas que habitan espacios y
tiempos de la cultura, el encuentro con estos personajes provoca en principio Xib’irikil,
pero también anuncia o previene problemas o acciones inadecuadas, sancionadas
culturalmente.
15 Desagregando algunas sílabas de la palabra Xib’irikil, podemos decir lo que podría ocultar esta palabra: Xib’
significa miedo y proviene de la palabra Xib’alb’a’, inframundo; lugar de pánico, horror, susto, terror, angustia
o sufrimiento. Rixil indica la pluralidad de causas o acontecimientos. Por lo tanto, Xib’irikil podría significar;
pluralidad de sustos, susto en plural.
El Jaleb’
Actualemente existen sinónimos de Jaleb’, pero son producto del sincretismo con el
idioma español. Los términos Santil16 o Tioxil17 son ahora las palabras más utilizadas,
16 Santil se refiere más o menos a santidad, y tiox a Dios o lo sagrado, podríamos aventurarnos a traducir como la
santidad del ser humano. Es una adaptación de términos del castellano.
17 Traducido como alma o espíritu en otras descripciones de esta enfermedad. Es una adaptación de términos del
castellano.
sin embargo, las y los Ajq’ijab’ consultados, estuvieron de acuerdo en que la palabra
Jaleb’ es la correcta. De hecho, Jaleb’ es todavía la palabra utilizada por los más ancianos
y, es un término propio del idioma K’iche’.
El Jaleb’ del ser humano, tiene la capacidad de desprenderse de la persona ante
circunstancias que provocan los Xib’irikil, pero también se dice que cuando dormimos
profundamente, o cuando corremos puede quedarse atrás y eso hace que nos cansemos
y nos detengamos a tomar un respiro. Solamente hasta que nos alcanza, recuperamos el
aliento y podemos seguir adelante. Cuando vamos a lugares que son de mucho agrado,
es posible también que el Jaleb’ se quede ahí distraído otro poco, o bien que regrese a ese
lugar en sus paseos mientras dormimos.
También el Jaleb’ tiene la capacidad de transformación, adquiere otra condición al
salir del cuerpo de la persona, se deposita o materializa en los Kajal B’anik: animales
como culebras, gatos, pájaros, perros, coyotes, cerdos y otros que tienen la facultad de
“hospedarlo”.
Adicionalmente, se dijo que el Jaleb’ es parte de una dualidad, está siempre
acompañado de otra entidad conocida como Nawal.
Los Ajq’ijab’ explicaron que el Nawal y el Jaleb’ son una pareja, interdependientes
pero autónomos a su vez, una parte sale y la otra parte se queda cuidando el cuerpo.
Para ilustrar este concepto utilizaron como ejemplo, cuando después de un accidente
la persona entra en estado de coma, su Jaleb’ se ha desprendido y no logró regresar
a reincorporarse a la persona, pero el Nawal se ha quedado y por esa razón la persona
sigue viva. El estado de coma puede durar horas, días o años, si el Jaleb’ logra regresar,
la persona despierta. Pero si definitivamente no vuelve, entonces también el Nawal sale
al encuentro o en la búsqueda de su pareja, y al salir esta otra parte, entonces sí acontece
la muerte.
El sistema médico tradicional maya sitúa físicamente al Jaleb’ en lo que corresponde
al plexo solar, o popularmente “boca del estómago”. En “donde se siente el vértigo”, el
miedo, o las mariposas en el estómago cuando se trata de amor. En k’iche’, a esta parte se
le llama Uk’u’x Anima’: de Uk’u’x que significa centro, fondo, profundidad, y Anima’ que
es el sentimiento. Así que se puede traducir como: “donde sientes”.
Dentro del concepto k’iche’ del ser humano encontramos que hay sentidos o
capacidades con los que se percibe la realidad física: Ilb’al: ver, Siq’b’al: oler, Na’b’al: tocar,
Tab’al: oír, Rib’al: degustar. Y otros con los que se perciben otras realidades direrentes a
la realidad física, como: Na’b’al: presentir, No’jb’al: pensar, Chomab’al: idear-imaginar,
Echäk’b’al: soñar, K’ixb’al: sentir vergüenza.
Para la medicina tradicional k’iche’, todos estos sentidos pueden ser afectados ante la
vivencia de los Xib’irikil, ya que son las formas en que el ser humano registra lo que le
acontece. Son sentidos o capacidades que tienen memoria.
Sin embargo, existen dos capacidades o sentidos que, estando ubicadas en el
Uk’u’x Anima’, y que son las que mayormente resienten de los sucesos traumáticos al
desprenderse del Jaleb’: el Rib’al Uk’u’x y el Loq’ab’al Uk’u’x.
Rib’al Uk’u’x: este sentido se refiere a la capacidad que tenemos de sentir diversas
emociones, tanto positivas como negativas, por ejemplo alegría o tristeza. Es también
la emoción que sentimos al satisfacer deseos o necesidades. Por ejemplo: el cubrirse del
frío, o refrescarse cuando hace mucho calor, al comer cuando se tiene hambre, saciar la
sed, entre otros.
Loq’ab’al Uk’u’x: es la capacidad del ser humano de dar y recibir amor, afecto, cariño,
perdón, compasión, pero también odio, rencor, enojo, desprecio, etcétera. Se dice que “es
donde se equilibra lo bueno y lo malo”, “este equilibrio es lo que se llama reconciliación”.
es necesario corregir un problema con la pareja. También aparece a los muchachos que
vacilan con una novia y con otra, pero que nunca se casan.
qqCaídas.
Duelos
qqPor la muerte de un familiar por accidente, asesinato o muerte inesperada.
Violencia e Inseguridad
qqAsaltos, secuestros, extorsiones, amenazas, violaciones.
Violencia Intrafamiliar
qqLa madre y los hijos por el comportamiento del papá cuando está borracho.
Otros
qqPor presenciar exhumaciones.
qqDiscriminación.
Las anteriores son algunas formas de violencia que pueden provocar Xib’irikil. Mas
esta lista, seguramente, crecería al examinar con más detenimiento cada situación.
asusta mucho de los cohetes o petardos, pero en seguida logra racionalizar su sensación;
su sobresalto es más agudo que el de las demás personas, pero todavía logra controlar
el miedo.
Segundo grado: en este estadio se manifiestan las alucinaciones auditivas (por ejemplo
ruidos de helicópteros o bombazos) y visuales (ven que la puerta que se cierra sola,
ven que animales los persiguen). En este grado, la persona es todavía consciente de la
situación y aún controla sus reacciones, asimismo, es consciente de que lo que oye y lo
que ve, sólo es productos de su mente.
Tercer grado: hay reacción y descontrol de la persona, sean alucinaciones o
interpretaciones paranoicas de acontecimientos reales. Por ejemplo, en este grado la
persona reacciona huyendo y escondiéndose ante la amenaza, entra en ataque de pánico.
Diagnóstico
Cuando se ha vivido un evento violento o traumático, es común que las personas
recurran a un tratamiento inmediato para prevenir las consecuencias del Xib’irikil. Pero
también es común que no lo hagan y que los signos o síntomas no aparezcan en seguida,
sino que vayan apareciendo tiempo después del suceso. En estos casos, el diagnóstico
requiere una consulta al Ajq’ij, quien con sus herramientas de diagnóstico, entre ellas; el
calendario sagrado maya, el uso de las semillas de Tz’ite’ y a través de la interpretación
de los sueños, de los signos y síntomas que presenta el paciente; determinará si esas
manifestaciones psicosomáticas, psicológicas y emocionales son causadas por un susto.
Esta consulta con el Ajq’ij, la consideramos también como parte del tratamiento.
Debido a que al ser diagnosticada y nombrada la enfermedad, los pacientes comienzan
a sentir mejoría o cierta tranquilidad.
Una vez confirmado el diagnóstico de Xib’irikil se inicia el tratamiento que es un
proceso de atención, tanto para las manifestaciones físicas como para los aspectos
emocionales o espirituales.
qqEn caso de accidentes leves, por ejemplo, la caída de un bebé de la cama, se debe
regar agua donde cayó el bebé o niño. En ese mismo momento se le da un poco
de agua, y luego un preparado casero obtenido sumergiendo en agua tibia una
ramita de ruda machacada.
qqTambién se frota y se da a inhalar al paciente la ruda o chilca remojada en kuxa
o alcohol.
qqSi se tiene a la mano carbón, de preferencia de roble, cuando aún está ardiendo,
se echa un pedazo en un vaso de agua con una pizca de sal, se cuela y se sirve al
paciente por cucharaditas.
qqPara casos graves y súbitos de Xib’irikil se puede efectuar el procedimiento
anterior utilizando piedras blancas o Saq Choq’: se quiebran, se calientan en el
fuego, y cuando están ardiendo, se echan en un vaso de agua, después se cuela y
se sirve el preparado por cucharaditas.
qqEs común también que se utilice el carbón obtenido quemando una tortilla, pan
o un pedazo de tela de algodón disuelto en un vaso de agua. Se da de tomar
inmediatamente después de un susto.
qqDe acuerdo al dicho: “un susto cura otro susto”, cuando no hay sal, ni carbón de
roble, ni Saq Choq’ a la mano, se dan un par de livianos azotes al asustado para
que “le vuelva el aliento” o se le tira agua fría en cuando la persona está distraído.
qqAlgunos Ajkunab’ rech Xib’irikil (especialistas en curar sustos) mantienen en su
botiquín una preparación de hojas de tabaco con cal, se suministran a la persona
asustada, colocándole una pizca de este remedio bajo la lengua, se juega un rato
en la boca hasta que se adormezca.
Medidas preventivas
Por lo general, tomar las precauciones de sentido común para evitar encontrarse en
situaciones amenazantes es la medida preventiva más obvia. Porque además de las
posibles consecuencias directas de tales experiencias, estas pueden procurar un Xib’irikil.
En el caso de los sonámbulos, que como se dijo, pueden asustarse si se les despierta
bruscamente, se recomienda sentarlos lentamente y después con un caite (de preferencia
que sea de cuero) se le da un golpecito simbólico en la cara. Procurar que no se despierte,
sino que se acueste y siga durmiendo. Pero para que se cure del sonambulismo, en un día
de viento se debe llevar a la persona a un árbol que tenga ramas que truenan o rechinan
y hacerle abrazar al árbol durante algunos minutos hasta tres veces.
Cuando una persona prevé conscientemente que irá a enfrentar una situación
amenazante o que lo asusta (por ejemplo tener que adentrarse en lugares peligrosos, o
simplemente tener que salir de noche), puede utilizar la preparación de tabaco con cal
como medida preventiva, debido a que el tabaco estimula la liberación de adrenalina. De
acuerdo a lo que recomiendan las y los Ajq’ijab’ de la comunidad lingüística Maya’ib’ Ixil,
se prepara y utiliza de esta forma:
“La preparación del tabaco se debe hacer en un día 13 Iq’, 13 Kawoq ó 13
Tijax: el especialista sale a buscar las hojas de tabaco que necesita, no
debe avisar a nadie y debe cuidarse de que nadie lo vea, se lleva un mortero
de madera y un poco de cal. Dependiendo de la cantidad de preparación
que necesita, recolecta 13 hojas o número múltiplo de 13 (26, 39, 52,
etcetera).
Existen dos clases de tabaco que se pueden usar, el tabaco de flor
amarilla y rosada. Sólo que el tabaco de flor rosada lleva un poco
más de cal.
Se procede a moler las hojas de tabaco y se va agregando la cal poco a poco
en la mezcla, se sigue moliendo hasta que tenga una consistencia de masa
y de color entre amarillo y verde. Cuando ya tiene estas características,
la preparación está lista para usarse. Se debe guardar en un tecomate,
tapándola con un olote y se puede utilizar durante 260 días. Es decir, se
continúa usando hasta el siguiente 13 Iq’, Kawoq o Tijax”.
Para los niños, se utiliza una pizca de esta preparación pero antes se debe remojar,
luego se les da a beber el agua por cucharaditas. También se pueden preparar pequeñas
bolsitas de algodón, rellenadas con esa preparación y ponerlas en el ombligo y
amarrándola con el pañal. Para las mujeres embarazadas que no pueden consumirla por
vía oral, se amarra en la punta de la faja. Además de prevenir el Xib’irikil, esta preparación
puede proteger también contra el ojeado.
Entre las y los Ajq’ijab’ se comentó también que debido al efecto del tabaco, las
personas que fuman mucho no se asustan fácilmente, están siempre alertas y tienen
mucho ánimo para salir a caminar de noche. Afirman también que cuando sienten
sensación de miedo o están nerviosos, fuman un cigarro. Dijeron que el tabaco en si no
es malo, ya que es una planta medicinal, pero hay que saber usarlo y controlarlo para
que no se convierta en vicio.
la víctima, a descansar con los restos: De lo contrario, el Jaleb’ se queda inquieto y puede
asustar a los familiares vivos.
Este ritual es una variación del Yikb’al descrito anteriormente, para ello, se debe ir en
la madrugada al lugar donde falleció la persona, para levantar el Jaleb’ del accidentado o
de la víctima, llevando toda la ropa que vestía al momento de su muerte. También llevar
material ceremonial para ofrendar, por ejemplo, flores, incienso, candelas, kuxa y muy
importante, un jarro de agua.
Se pide permiso al lugar para poder realizar el ritual, en seguida se inicia chicoteando
y barriendo el lugar con un Xik’ay.22 Al mismo tiempo se llama al fallecido por su
nombre, diciéndole que regrese a su casa. Luego se ofrendan al lugar flores, incienso,
candelas, kuxa, se deja regada solamente una parte de agua. La parte que queda en el
jarro servirá para “trasportar” el jaleb’ hasta el lugar del velorio.
Al término de la ceremonia se ponen una por una las prendas del difunto en una
sábana, se amarra el bulto y junto con la parte del agua que no se ha utilizado en la
ceremonia, se llevan hasta la casa de los familiares. Allí, se coloca el bulto con las prendas,
debajo del lugar en donde se estará velando al fallecido. El agua guardada se agrega al
apaste23 que está ubicado debajo del difunto. Finalmente, en el momento del entierro se
deja el bulto junto con el muerto y se riega encima el agua del apaste.
Finalmente, como medida preventiva para proteger los familiares del difunto, se
mezcla una pizca de tierra de la tumba en agua y se sirve un vasito a cada miembro de la
familia.
Si este ritual no se pudo hacer al momento del entierro, se suele realizar nueve
días después de la muerte, siguiendo el mismo procedimiento y utilizando los mismos
materiales. La única diferencia es que al día siguiente se pide perdón al cuerpo por haber
llevado su Jaleb’ hasta ese momento. Se le pide que descanse en paz porque su entierro
está completo, y que no vaya a asustar a sus familiares. Por último, se dejan regadas
encima de la tumba las flores, el agua y los chicotes utilizados.
El Tzuqb’al
Si en un lugar en donde haya sucedido una muerte violenta o repentina de alguien
desconocido, siguen aconteciendo muchos accidentes, se atribuye esto a que no se ha
levantado su alma en ese sitio. Entonces será necesario hacer una ceremonia llamada
Tzuqb’al.
22 El Xik’ay es una escobita de ramas tiernas de manzano, durazno o chilca, ya que son muy suaves y flexibles.
23 Apaste es un recipiente grande de barro, también suele usarse una olla pero debe ser de barro.
24 Se refiere aquí a las exhumaciones de cementerio o fosas clandestinas que como parte del proceso de paz en
Guatemala, se realizan para identificar a familiares desaparecidos durante el conflicto armado.
25 El manojo de 7 montes contiene comúnmente: chilca, romero, albahaca, rosas o flores rojas, altamisa o flores
blancas, ruda y salvia. No es estrictamente necesario que sean estas plantas, pueden ser de otro tipo, siempre y
cuando sean siete diferentes y sean aromáticas.
Las plantas utilizadas en los tratamientos rituales, en general, se deben tirar en los ríos
o echarlas al fuego de la ceremonia, según el temperamento de la enfermedad. Es decir,
si los signos de la enfermedad eran calientes se tira al río y si eran de temperamento frío
se queman.
Monedas de Plata
Para recuperar el ánimo, especialmente, después de sustos por violencia, se utilizan
también monedas de plata, que se lijan, se limpian bien y se ponen a macerar en un vaso
de agua pura durante la noche, a la mañana siguiente el enfermo se toma este preparado
en ayunas.
26 Baccharis Trinervis
27 Ficus Cotinifolia o Religiosa.
28 Zorrillo, zorro apestoso o mofeta: Mephitis macroura.
29 Tlacuache o Tacuacín: Didelphis marsupialis; Coyote canis latrans.
Chile Chocolate
En bebés, niñas y niños, el Xib’irikil provoca llantos y vómitos intensos. Para
contrarrestar esta manifestación se utiliza chile chocolate de la siguiente manera:
Se forman 9 cruces con 2 chiles chocolate cada una, amarrados con un hilo. Luego se
remojan en kuxa y jugo de limón junto con un diente de ajo y un puro de tabaco, nunca
se machacan los ingredientes. Este preparado se utiliza en aplicación externa, frotando el
cuerpo del niño o bebé, de preferencia al medio día o a la media noche, luego se tira al río.
36 Plural de Uk’u’x.
37 En esta lista que se hizo, las y los Ajq’ijab’ no lograron encontrar la palabra en K’iche’ para artes y planetas, pero
aseguraron que estos tienen Uk’u’x.
El Uk’u’x Anima’ es entonces, el centro o corazón del ser humano, y es el que está en
relación con los demás Uk’u’xil del universo.
Las y los Ajq’ijab’ dijeron que con todo lo que tiene Uk’u’x se puede platicar. Que,
cuando una persona no está en armonía con todo ser vivo (entendiendo vivo como lo que
tiene Uk’u’x) entonces eso trae problemas en la vida y/o la salud.
Rox Tanaj
Capítulo / 3 3
Pakq’ab’ Chuch Tat
P
akq’ab’ Chuch Tat son los padecimientos que se originan en la trasgresión de
normas, valores y leyes tradicionales. Literalmente, quiere decir que la persona
que cometió la falta “está en manos de las abuelas y abuelos”,38 refiriéndose a ellos
como símbolo de autoridad -femenina y masculina-, y no sólo de consanguinidad.
En todo grupo humano existen principios, valores y normas básicas que permiten
o regulan la convivencia entre las personas. El respeto de éstos es la base para que las
diferentes relaciones que establezcamos sean armónicas. Es común y constante que el
ser humano, cometa errores, irrespete, viole o ignore estos principios de convivencia.
También es constante que lo difícil sea reconocer el error, hacerse responsable si se
causaron daños y repararlos o resarcirlos cuando es necesario.
Los cuatro ámbitos en los que puede ocasionarse la violación de normas y valores
ancestrales propios de la cultura maya, son: la esfera espiritual, el territorio, la comunidad
y la familia.
38 Pa kq’ab’ significa “en las manos de”, mientras Chuch Tat significa “abuelas y abuelos”.
Las autoridades o Chuch Tat tienen “en sus manos” la sabiduría, necesaria para
resolver los problemas que se generan por las violaciones de normas en los cuatro
ámbitos mencionados, así como la responsabilidad de transmitir valores y normas a sus
hijos y nietos, para mantener su descendencia.
De Pakq’ab’ Chuch Tat pueden enfermarse tanto las personas o grupos que trasgreden,
como las autoridades que tienen que velar por el respeto de estas normas y valores
ancestrales, comúnmente llamados tradicionales, si no las aplican de forma coherente,
dando el ejemplo a los demás.
39 Son espacios de participación de delegados comunitarios que se crean a partir del Decreto Numero 11-2002
Ley de los Consejos de Desarrollo Urbano y Rural, el Código Municipal, Decreto 12-2002 y en el marco de la Ley
General de Descentralización, Decreto 14-2000.
ya sea mencionando sus nombres en las ceremonias, así como enmendando las faltas
cumplidas hacia ellos y las normas que simbolizan.
Los Rajaw wene’ Uwinaqil, dueños o guardianes de “todas las cosas sagradas” que se
encuentran en la naturaleza, inspiran la regulación del aprovechamiento de los recursos
naturales. Por ejemplo, a ellos se les pide permiso, a través de un ritual para aprovechar el
agua de un nacimiento o bien para la tala de árboles. La principal norma que recomiendan
es el respeto al medio ambiente, extrayendo solamente los recursos indispensables y sin
perjudicar la capacidad de la naturaleza de reproducirlos. Cuando por ejemplo, se corta
una planta o árbol, se cazan o matan animales sin ninguna necesidad, se destruye un altar
sagrado o un nacimiento de agua, se está trasgrediendo esa norma.
Los Rajaw No’jb’al, dueños de la sabiduría y de los conocimientos inspiran las
decisiones de las autoridades vivas, y también ponen los límites y principios al ejercicio
de sus funciones que se mencionaron anteriormente. También disponen que el
conocimiento, la sabiduría, las ideas e invenciones, sean utilizados para el bien común,
y no para el lucro individual de quien recibe “prestadas” esas capacidades. Los Rajaw
No’jb’al también velan para que el conocimiento ancestral sea transmitido a las siguientes
generaciones.
Los Rajaw Nab’e taq Ajchakib’, las primeras autoridades que aplicaron y
perfeccionaron las ideas y los conocimientos, siguen guiando a las autoridades vivas
para que mejoren y actualicen los conocimientos y las normas ancestrales, sin alterar su
esencia más profunda. Es una continua reinterpretación que permite a este conjunto de
conocimientos, valores y normas atravesar el tiempo, los cambios sociales, tecnológicos,
productivos, es decir, los mantienen vivos.
40 Estas conductas y los valores que los inspiran se llaman Kiq’ij o Kipatan Chuch Tat.
Éste procede a investigar, tanto en la pareja como en sus familias, las razones de los
conflictos, sirviéndose también del Tz’ite’ y del análisis de los Nawalib’. Si identifica que
los problemas son ocasionados por la convivencia con las familias de los cónyuges,
por ejemplo, si algún suegro o cuñado generan el conflicto, el Ajchenimtal explica a
la pareja que separarse no es la solución. Más bien les aconseja encontrarse un hogar
independiente y solicita a los familiares no seguir interfiriendo. Si en cambio, el problema
es interno a la pareja, ya sea incompatibilidad de caracteres, pérdida de interés, violencia
intrafamiliar o sufrimientos generados por infidelidad de uno de los cónyuges y el
Ajchenimtal identifica que no es posible resolverlo, entonces aconseja la separación. Si
la pareja concuerda con esta solución, los excónyuges, por separado, con sus respectivas
familias, realizan, acompañados por el Ajchenimtal, una ceremonia de Chupb’al,
literalmente “apagar problemas” para pedir nuevos caminos sin acarrear los conflictos
generados en la anterior vida conyugal. También se efectúa una ceremonia de Tz’onoj,
que en esta situación sirve para pedir nuevas oportunidades de encontrar pareja.
los principios éticos y valores tradicionales a los cuales deben atenerse los terapeutas
tradicionales, entre estas normas, las principales son:
qqRespetar la intimidad de las pacientes, sin divulgar información sobre su estado
de salud.
qqNo emitir juicios sobre los comportamientos morales de los pacientes.
Diagnóstico
La trasgresión de normas culturales puede tener consecuencias en la salud. Si la persona
que cometió el error no lo enmienda y no pide perdón a la autoridad ofendida, puede
enfermarse de Pakq’ab’ Chuch Tat. Puede también transmitirlo a sus familiares y
heredarlo a las generaciones futuras, a través de los hijos, nietos y bisnietos.
Existen señas que indican la posibilidad de que la persona, familia o colectivo
estén siendo afectados por Pakq’ab’ Chuch Tat. Tales señas pueden manifestarse con
anterioridad, posterioridad o contemporáneamente con los demás síntomas psicológicos
y físicos de la enfermedad.
Entre estas señas, las y los Ajq’ijab’ mencionan, por su importancia, las siguientes:
qqSoñar recurrentemente con padres o abuelos muertos.
qqLa aparición frecuente, especialmente, en los días Ajmaq y/o Kame del Cholq’ij,
de los animales mensajeros Xoch’ (lechuza), B’uq (correcaminos), Tukur
(tecolote), el K’uy K’uy (desconocemos el nombre en español), Sotz’ (murciélago),
Xik (águila) y Pich’ (gavilán).43
qqLos bebés amanecen con moretones, como si les hubiesen pellizcado y lloran
toda la noche, calmándose sólo cuando se les carga, o bien duermen todo el día.
La persona afectada por malestares que el médico no ha logrado explicar o resolver, y
que ha recibido señas como las mencionadas, tiene que acudir al Ajq’ij, quien a través de
la interpretación de los sueños y de la consulta con el Tz’ite’, investiga la causa de estas
señas y de los síntomas del paciente.
Si el Ajq’ij sospecha de un Pakq’ab’ Chuch Tat, el Tz’ite’ es de particular ayuda para
orientar las preguntas al paciente, facilitando la identificación de la falta o del error
cometido, que muchas veces la persona tiende a ocultar o disimular.
A veces, cuando es oportuno precisar ulteriormente el diagnóstico, el Ajq’ij puede
referir el paciente a un Ajmes. Esta persona, a través del trance, propicia la comunicación
con los familiares y antepasados del paciente, en búsqueda de la repuesta e indicaciones
más explícitas.
43 A todos estos animales mensajeros se les conoce también con el nombre de Ajch’imi’y. Término utilizado
también para definir a las autoridades comunitarias, o como Rax Tör, que quiere decir mensajeros espirituales
de los abuelos muertos. En específico, el Tukur, el K’uy K’uy, el K’urupup y el Sotz’, cuando cantan en los mojones
o colindancias, anuncian problemas con los vecinos sobre los terrenos. El Xoch’ y el B’uq anuncian tristezas
y lamentos. El Xik y el Pich’, si cantan arriba de una persona, le traen un mensaje de urgencia, le anuncian
problemas o dificultades inminentes.
Manifestaciones sensoperceptivas:
Zumbido o dolor de oídos; alucinaciones auditivas, estando despiertos escuchan voces
de los abuelos o padres muertos, o sonidos que eran característicos de cuando estaban
vivos.
Tratamiento
El tratamiento de Pakq’ab’ Chuch Tat inicia con la visita al Ajq’ij, quien consultando el
Tz’ite’ busca la raíz del problema, el error cometido y las autoridades hacia quienes se
ha cometido la falta. En esta búsqueda se procede por etapas, primero se analizan las
acciones del paciente, luego la de los padres, y si en esos niveles no se encuentra el
problema se indaga en la historia de los abuelos maternos y/o paternos. El Ajq’ij, a través
del Tz’ite’, puede intermediar entre el paciente y las autoridades familiares difuntas, los
Chuch Tat Tew Kaq’iq’.
Para que un problema se resuelva, debe trazarse, ante todo, el camino del perdón y la
reconciliación con las personas afectadas. Eso es clave para su salud mental.
Cuando se identifica el Pakq’ab’ Chuch Tat se debe a una falta cometida por el paciente
hacia alguna autoridad familiar, comunitaria o territorial, que todavía vive. La solución
del problema consiste en enmendar el error, en la medida de lo posible y pedir el perdón
a la autoridad ofendida correspondiente.
Si en la consulta, resulta que la falta ha sido cometida hacia alguna autoridad que ya
ha fallecido, el Ajq’ij tiene que empezar un ritual para que el paciente pueda enmendar y
pedir perdón a los Chuch Tat Tew Kaq’iq’.
qqComo primer paso, el Ajq’ij, utilizando su incensario y Tzi’om Pom, envía un
aviso al Ajaw y a las autoridades difuntas para pedirles que les den el tiempo
necesario para realizar dos ceremonias de Törb’al. Estos son rituales para
liberar de las penas a los abuelos, padres o autoridades espirituales que han sido
ofendidas.
qqLos rituales Törb’al se realizan exclusivamente en los días Kame o Ajmaq y en
un lugar donde están concentrados los espíritus de los difuntos. Por ejemplo,
cementerios, fosas comunes, cuevas, calvarios, casas antiguas o en cualquier
lugar señalado por cruces, en donde hayan ocurrido accidentes con pérdidas
de vidas.
qqEn cada ceremonia se ofrenda al fuego sagrado una composición de material
ceremonial que se llama “mil multas”. La misma equivale a veinte bolitas
de copal, 4 candelas de cebo por cada abuelo o padre muerto, media libra de
candelas de cera, y dos octavos de kuxa.
qqDurante la ceremonia, el paciente tiene que realizar el Mejlem y Xuklem. Es una
penitencia simbólica que consiste en ponerse de rodillas y pedir perdón a las
autoridades o familiares difuntos ofendidos, avanzar hincando alrededor del
altar en sentido de las manecillas del reloj y luego en el sentido contrario. El
Ajq’ij, en base a la gravedad de la falta cometida por el paciente, decide cuántas
veces se tendrá que repetir la penitencia.
En los casos, en los que se identifica que las faltas que están afectando al paciente,
han sido cometidas por algún familiar fallecido, se resuelve el problema haciendo una
ceremonia. En la misma se ofrendan a las autoridades espirituales, dos bolsas de enzarza
(un tipo de incienso), una o dos libras de candelas de cebo, kuxa, tzi’om pom (otro tipo
de incienso) y agua, como símbolo de que se “apaga el problema”.
Si esta enfermedad afecta a varios miembros de una familia, o se origina en una falta
cometida colectivamente, se pude definir un Pakq’ab Chuch Tat de tipo familiar.
Cuando la causa del Pakq’ab’ Chuch Tat de tipo familiar reside en un error que todavía
se puede corregir, por ejemplo, no haber respetado las voluntades de un abuelo en la
Diarrea crónica
Cinco hojas de Guayaba picadas y preparadas en cocimiento en una taza de agua, se
toma una taza de este preparado tres veces al día, hasta que se quite la diarrea.
Nauseas y vómitos
Tres ramitas de hierbabuena picadas, un pedazo de tortilla quemada, un terrón o pedazo
de arcilla quemada y un pedazo de braza de carbón de roble ardiendo, todo junto
se echa en un vaso y se agrega agua hirviendo. Se bebe cada vez que hay nausea, vómitos
o a cada cuatro horas.
O bien, se pueden tomar: tres ramitas de albahaca picadas, preparadas en apagado
en un vaso de agua y se bebe una taza cada vez que hay náusea, o a cada cuatro horas.
Escalofrío crónico
Tabaco: hojas frescas calentadas en rescoldo, se aplican en la parte fría.
Dolores de cabeza
Hojas de Tabaco fresco, flor de campana o floripondio: se ponen las plantas en la frente
del paciente y se amarra a la cabeza con un pañuelo o trapo. Esto se puede poner cada
vez que hay dolor, de preferencia durante la noche.
Té de hormigas: agregar una pisca de hormigas a una taza de agua hirviendo, colar y dar
a beber al paciente tres veces al día, hasta que se quite el dolor.
Ukab’ Tanaj
Capítulo / 4 4
Muqu’n
C
uando un Ajq’ij diagnostica que el padecimiento de la persona tiene su raíz en
un Muqu’n, quiere decir que hay “algo” que está escondido profundamente, oculto
a simple vista, envuelto o enterrado, por eso la traducción común o popular
de Muqu’n es “entierro”. Ese “algo” se refiere a un error o falta que cometimos, y que
especialmente afectó la convivencia con otras personas o grupos. El Muqu’n también
indica que existe una “verdad oculta”, o una información que alguien conoce, pero por
diversas razones la guarda, no la pone a la luz pública. Si estos errores o faltas no
se reparan en su momento, son ignorados o disimulados hasta el punto de quedar
aparentemente olvidados, se convierten en potenciales Muqu’n.
A su vez, tarde o temprano, ese Muqu’n se manifiesta en enfermedades y en
consecuencias que perturban los principales ámbitos de convivencia, el conyugal, el
familiar y el comunitario. Por eso la metáfora utilizada para describir cómo se manifiesta
un Muqu’n en la vida de las personas, fue “una mina enterrada, que después de algún
tiempo explota al pasar sobre ella”. También se utiliza la expresión Kumuqb’a’ Chupam,
que literalmente se traduciría con “entierra algo en su interior”. Es para definir esa gama
de emociones negativas generadas por la conciencia de estar ocultando y guardando la
responsabilidad de una falta grave, un disgusto profundo, o una verdad que tendría que
revelarse, esa carga insana puede llevar a enfermedades graves y hasta la muerte.
En la cosmovisión maya, la enfermedad es la manifestación de que “algo anda mal en
nuestra vida”. Es muy importante detenerse a observar el contexto en el que se presenta,
“a la enfermedad hay que comprenderla y escucharla antes de atacarla y querer eliminarla”.
S i no se encuentra su raíz, será difícil superarla, aparecerá nuevamente, una y otra vez,
afectando no sólo a la salud física sino también mental. En ese sentido, el Muqu’n es
un claro ejemplo de esta organización del conocimiento sobre el ser humano que han
mantenido las y los Ajq’ijab’ para la comprensión de las enfermedades que padecen las
personas que les consultan.
Cabe destacar que tanto el Muqu’n como el Pakq’ab’ Chuch Tat se originan en la
trasgresión de normas y valores de convivencia. Solo que en el Pakq’ab’ Chuch Tat, el
paciente no comprende plenamente el significado y las implicaciones morales de su
error hasta el momento de enfermarse y analizar sus acciones con el Ajq’ij. Incluso
puede desconocer completamente el suceso que está en la raíz de su enfermedad, cuando
la falta haya sido cometida por sus antepasados. En el caso del Muqu’n, la persona es
perfectamente consciente del error que comete, a veces actúa intencionalmente, y por
eso lo guarda y lo disimula.
Muqulik il Mak
Cuando el origen de un Muqu’n ha sido dentro del ámbito familiar o en un colectivo
definido, se identifica un Muqulik il Mak, utilizando la expresión común: Xa Mololem pa
Ja K’olib’al. Esto quiere decir, “enfermedad causada a consecuencia de los errores o faltas
cometidos en la casa o con la familia”, que se reconocen como tales pero que se ocultan o
esconden, en un principio conscientemente pero que después se olvidan.
Las enfermedades que se manifiestan a través del Muqulik il Mak son originadas,
entonces, en errores cometidos en el ámbito familiar. Sólo que quedan ocultos ante la
pareja, la familia política o las autoridades comunitarias encargadas de la consejería
familiar. Estas faltas son de muy diversas características, aquí mencionaremos algunas
de las más comunes:
qqRobar, apropiarse de cosas ajenas sin avisar.
qqMentir.
qqDelatar a los demás por errores que han cometido, salvo negarse cuando es
necesario atestiguar para resolver un problema.
qqViolar la intimidad de padres y abuelos: se considera muy delicado interferir en
los problemas conyugales de los padres o de los abuelos. Cuando las hijas e hijos
piensan que su intervención en los problemas de los mayores fue correcta o
positiva, es cuando más difícilmente se reconoce el error y se deja en el olvido,
volviéndose entonces un Muqu’n.
qqTomar decisiones unipersonalmente sin que haya diálogo y consenso previos,
viene a afectar a toda la familia: hay que tomar las decisiones en familia, por eso,
cuando se toma una decisión importante (ya sea familiar, conyugal, personal,
etcetera) se privilegia el diálogo entre todos los involucrados hasta que se llegue
al consenso total, un acuerdo colectivo. En este proceso, es de mucha importancia
solicitar que si alguien no está conforme con la decisión consensuada durante
la discusión, manifieste su desacuerdo a los demás. Lo debe decir y no ocultarlo,
no debe quedarse con dudas para que se pueda corregir o suspender el acuerdo.
Cuando la persona se siente inconforme pero no hace pública su posición,
después se lamentará pero la decisión ya habrá sido tomada; entonces la persona
inconforme se vuelve particularmente vulnerable al Muqu’n. Su inconformidad
se convierte en un Muqu’n.
qqIrrespetar el valor de la palabra, en los acuerdos con los vivos y con los difuntos:
sucede que los participantes en un acuerdo colectivo, que comúnmente son
acuerdos orales, frecuentemente consideran que si las contrapartes fallecieron
entonces ya no es vigente el pacto. Entonces es cuando se violan los acuerdos
sin pedir el permiso a los espíritus de las contrapartes fallecidas, se comete una
falta que fácilmente se disimula o se olvida, asumiendo que ya nadie reclamará
el acuerdo. Por eso, es muy usual que estas personas se enfermen de Muqu’n.
qqResponsabilizar o culpar a alguien de un problema, de un error, de una travesura,
para mencionar algunos ejemplos, y aplicarle castigos, pero sin investigar a
fondo y sin esclarecer colectivamente la verdad de la situación.
qqInequidad, como, por ejemplo, favorecer a una hija o hijo más que a los demás.
qqTomar venganza.
Muqulik Tzij
El origen o causa de este Muqu’n está en el hecho de haber participado en la creación o
difusión de una Tzijtal, calumnia o mentira, respecto a otras personas, o bien en tomar
partido de una situación basándose en una información sin fundamento, o chisme.
Colaborar en mal informar o en desinformar sobre la conducta de otros, puede tener
consecuencias más graves de lo que generalmente uno se imagina.
Para describir este tipo de Muqu’n, es muy representativa una dinámica que fue
bastante común durante el conflicto armado interno. Por ejemplo: muchas personas
cometieron el grave error de acusar de guerrilleros a personas con quienes se tenía algún
problema o resentimiento. Esto hizo que fueran capturados, secuestrados, torturados
y hasta masacrados por el ejército o las PAC.44 El contexto de guerra fue idóneo para
perjudicar a rivales o enemigos personales, aprovecharse de las circunstancias. Así, el
odio hacia el otro se ocultaba o se demostraba hipócritamente, luego a sus espaldas se
le delataba o calumniaba, ocasionando muertes y daños irreparables, pero sobre todo la
inmensa desconfianza de unos a otros en la que se vivió.
44 Patrullas de Autodefensa Civil, implementadas y controladas por el Ejército de Guatemala durante el Conflicto
Armado.
Muq’ulik No’jb’al
Una falta que puede volverse un Muqulik No’jb’al es el ocultamiento de una información
que poseemos y que podría ayudar o ser indispensable para resolver determinados
problemas (ya sea familiar, conyugal, personal, etcetera.). También se refiere a ocultar
nuestras propias capacidades cuando podrían ser determinantes para ayudar a los
demás (por ejemplo: ser médico, no decirlo y no ayudar, estando ante una emergencia).
Asimismo, no trasmitir o no enseñar los conocimientos que tenemos a las personas
que necesitan aprenderlos, o no socializar una información que puede evitar a otros de
cometer un error o falta.
Itzel Muqu’n
Se puede traducir como “trampa” que se pone a alguien a quien se envidia para que cometa
errores. El Itzel Muqu’n se llama popularmente “trabajos”, “mal hecho” o “brujería”.
No es un Ajq’ij quien puede hacer un Itzel Muqu’n, para realizarlo se busca a las
personas conocidas como Aj’itz, también llamados brujos.45
“el Aj’itz sabe cómo hacerlo y sabe cómo sacarlo, pero el Ajq’ij como no
sabe hacerlo no sabe sacarlo”.
Actualmente se describe al Aj’itz como la persona que tiene la capacidad y el
conocimiento para causar daño a otros, bajo petición de alguien. Se sabe que la o
el Aj’itz realiza su trabajo cuando las personas requieren de sus servicios al hacerle
consultas. Para la consulta el Aj’itz utiliza naipes, y para efectuar el Itzel Muqu’n utiliza se
sirve de fotos, ropa y objetos de la persona que se quiere afectar, clavándoles alfileres, al
estilo vudú.
Se dice que cuando se encuentran estos Itzel Muqu’n se deben desarmar, guardar la
foto y tirar todo lo demás en un río, no se recomienda quemarlos.
La mayoría de Ajq’ijab’ dicen no poder resolver este tipo de Muqu’n, aunque si afirman
que lo pueden diagnosticar, pero al hacerlo deben asesorarse con otros terapeutas y tratar
de ayudar a la persona, pero no enviarla al Aj’itz.
En cuanto a la función que cumple un Aj’itz, se comentó que antiguamente este
personaje era el “estratega en la guerra”, su vocación es la de defender al Pueblo. La
historia oral cuenta que fueron los Aj’itzab’ quienes dirigieron las batallas contra los
45 Actualmente, los Ajq’ijab’ que participaron en esta investigación piden que no se siga confundiendo su trabajo
con el trabajo actual del Aj’itz, ya que desde hace un tiempo atrás ha sido así confundido y eso les ha representado
a los Ajq’ijab’ llevar el estigma de “brujos”, ésta confusión ha sido la principal barrera que ha impedido que se
comprenda y valore el trabajo que realizan los Ajq’ijab’. Por otro lado, ellos no emiten un juicio negativo sobre el
trabajo del Aj’itz, porque reconocen que esta especialidad ha sido poco explorada y comprendida en los últimos
tiempos.
españoles durante la invasión. Es por eso que, una vez sometidos a los invasores, fueron
los más discriminados y calumniados. Por sus conocimientos y habilidades bélicas,
también durante el conflicto armado interno, estos personajes fueron obligados a
participar en las patrullas y en el ejército, defendiendo a los ricos o terratenientes y
obligados a actuar en contra de su p r o p i o Pueblo. Aunque también se menciona el
caso de San Pedro Jocopilas, El Quiché, en donde se dice, que un Aj’itz muy conocido,
durante el conflicto armado, cumplió esa función de estratega, organizando a la gente
para defender a la comunidad, tanto de los ataques del ejército, como de las patrullas o
de la guerrilla.
46 En lo que se conoce como enfermedad seca, se presentan signos y síntomas muy parecidos a la diabetes, pero
aún hacen falta más estudios de estos casos para entender mejor esta afirmación.
47 Hinchazón en la región abdominal que se parece a los signos de la cirrosis.
En la siguiente tabla podemos ver que los cuatro tipos de Muqu’n comparten algunos
signos y síntomas, pero también es interesante ver aquí cuáles son los característicos de
cada tipo de Muqu’n.48
Diagnóstico
El diagnóstico del Muqu’n resulta bastante complicado, en cuanto la persona ha ocultado
el error que es la raíz de la enfermedad, posiblemente manteniéndolo en secreto por
mucho tiempo. En muchos casos resulta que ha logrado justificarlo a sí mismo y luego
olvidarlo.
De cualquier forma, el Ajq’ij, al escuchar los síntomas que lamenta el paciente, y las
señas que ha recibido, se orienta hacia la posibilidad de que esté afectado por Muq’un.
En este caso, para confirmar el diagnóstico, el Ajq’ij estimula al paciente a recordar
los hechos del pasado para iniciar una “catarsis”, en la que la persona tiene que “sacar
a luz el archivo de los errores”. En esta etapa, la consulta con el Tz’ite’ es de fundamental
importancia, aún más cuando el paciente se muestra resistente o bien se mira visiblemente
desorientado en su autoanálisis retrospectivo. A través del Tz’ite’, y gracias a las energías
y entidades espirituales que “activan” esa herramienta, el Ajq’ij logra identificar pistas
precisas que es oportuno investigar. Entre éstas pistas, el Tz’ite’ puede revelar que hay una
falta que queda por enmendar, asimismo por indicar el ámbito en que ha sido cometido
el error (cuestiones conyugales, terrenos, relación con autoridades, entre otros), la
persona tiene que informar si los involucrados están vivos o si ya fallecieron. La riqueza
y precisión de esta información depende de muchas variables, entre las cuales la destreza
y atención del Ajq’ij en leer simultáneamente la “respuesta” del Tz’ite’ y las reacciones del
paciente. Estas informaciones, aunque aparentemente genéricas, normalmente rompen
49 Tales como: hormigas grandes, Zuzun (un tipo de lagartija pequeña y con manitas, de color verdoso) y el Xtuktul.
las barreras del paciente y le ayudan a recordar la falta, en caso de que se le olvidó el
suceso.
Tratamiento
El tratamiento de los aspectos espirituales y psicológicos del Muqu’n empieza durante
la consulta con el Ajq’ij, cuando la catarsis del paciente fluye y finalmente por primera
vez “saca a luz el entierro” que mantenía velado, recordando detalles del error o de la falta
que cometió.
Es importante que en ese momento el Ajq’ij se asegure de que el paciente comprenda,
sin reservas, que sus acciones no fueron las correctas. Y es que muchas veces la persona
afectada por Muqu’n se ha construido una justificación para poder asimilar y guardar
adentro la culpa que lleva por la o las faltas cometidas a nivel conyugal, familiar o
comunitaria (autoridades). Es importante hacerle saber a la persona que haber asumido
una actitud de auto-absolución aparente, es precisamente lo que le ha permitido “incubar”
esa enfermedad.
Para comenzar a liberarse de los errores cometidos, se debe pedir perdón primero a
los facllecidos; a las abuelas y abuelos, a las madres y padres que ya están muertos. Para
realizarlo, es necesario hacer una ceremonia en el cementerio o en el calvario. En esta
ceremonia, se les hace una ofrenda o Tz’uqb’al a los fallecidos, en estas situaciones el
Ajq’ij se dirige a los días Wuqub’ (7) Kame y Wuqub’ (7) Ajpu, porque son como los jueces
y mediadores de estos problemas. En este caso, el Ajq’ij también puede dar al paciente
una purga como la descrita en el Pakq’ab’ Chuch Tat, la que simbólicamente, le ayudará a
liberarse de lo que guarda en su interior, la culpa que carga adentro.
También en la consulta con el Tz’ite’, se pregunta si es necesario ir directamente a
pedir perdón a las personas afectadas (las que están vivas) o si es conveniente hacerlo
únicamente a través de este tipo de ceremonia. Este acto simbólico es el inicio de una
reconciliación con las personas afectadas.
En el caso de las complicaciones durante el parto, se recomiendan, hacer lo posible
para buscar a un Ajq’ij, a una abuela o una anciana, en quien la mujer pueda confiar para
hablar y liberarse de ese posible Muqu’n.
menos por dos días, durante las tardes. Este es un tratamiento que produce calor, por lo
que se recomienda amarrar la cabeza con un trapo para no tomar frío.
Además, se prepara un jarabe con el cocimiento de tres hojas eucalipto en un litro de
agua, agregar medio dedo de canela, un pedacito de panela, 7 cabezas de ajo, 17 cebollas
blancas de las pequeñas y al apagar el fuego, medio vaso de flores de buganvilia, una
ramita de manzanilla, una botella de miel y medio octavo de Kuxa. De este jarabe debe
beberse una cucharada antes de las comidas, durante treinta días. Al mismo tiempo, se
recomienda evitar bebidas y alimentos fríos.
Para tratar la fiebre muy alta, es necesario preparar en vaso y medio de agua el
cocimiento de 2 ramitas de verbena, agregarle dos cucharadas de café, el jugo de dos o
tres limones y medio octavo de kuxa. Este preparado debe beberse por la noche, durante
dos días. Y para la fiebre crónica (que aparece y desaparece por dos meses o más), se
aplica la gelatina de la sábila en la frente y en el bajo vientre, todas las mañanas, al menos
durante una semana.
Ro’ Tanaj
Capítulo / 5 5
Moxrik
E
n el calendario sagrado maya, Imox es uno de los 20 días, y en ese contexto
significa lado izquierdo, el lado oculto, estado de caos que precede el orden.
También significa ayudante, auxiliar, como la mano izquierda que ayuda a la
mano derecha. Por otro lado, Imox es símbolo de agua, y de las diferentes formas que
asume en la naturaleza (el mar, el lago, el río, como ejemplos).
Moxrik es el plural de la palabra Mox, con la que, refiriéndose al comportamiento
humano, se definen a las conductas contrarias a las consideradas correctas. Es el revés
de las normas y valores necesarios para la convivencia en armonía, con la familia y con
las demás personas y grupos. “Moxrik se dice cuando alguien hace todo al revés”: por eso,
Moxrik comúnmente se traduce como “locura”.
Se considera a una persona enferma de Moxrik cuando sus acciones, en su mayoría,
irreflexivas e impulsivas, se vuelven sistemáticas o crónicas.
En otras palabras, a diferencia de las enfermedades Muqu’n y Pakq’ab’ Chuch Tat,
en un Moxrik, la trasgresión de las normas y la enajenación con el sistema de valores
ancestrales, no es ocasional, contingente y disimulada, sino constante y manifiesta.
Las y los Ajq’ijab’ identifican que actualmente el Moxrik es una verdadera reacción
negativa que aumenta la falta de autoestima (personal y étnica), generada por el choque
cultural entre los dos sistemas de ver la vida; por un lado está el sistema de valores
ancestrales o tradicionales y por el otro lado, el modelo de vida “moderna” que ofrece la
sociedad occidental. El sistema de valores ancestrales se caracteriza por la honradez, la
humildad, la sobriedad, el concenso y la solidaridad comunitaria; mientras que el modelo
de vida de Occidente se concentra en promover la prevaricación, el individualismo, la
competitividad y el consumismo.
Los enfermos de Moxrik “resuelven” esa falta de autoestima, con una sobrevaloración
del “modelo cultural moderno”. Por eso, las conductas características de esta enfermedad
se definen en contraposición con las normas y valores tradicionales de la siguiente
manera:
Las y los Ajq’ijab’ consideran que, hoy en día, los medios de comunicación masivos
son los principales responsables de la sobrevaloración del “modelo de vida moderno”.
En el contexto de drásticas desigualdades sociales del país, los medios desorientan a
las personas, especialmente a las que intentan llevar una existencia digna basada en sus
valores ancestrales, aunque en condiciones de pobreza y dificultades: les hacen renegar
de su identidad cultural, convenciéndolas que “lo tradicional” es sinónimo de atraso, como
volver al pasado, que el “modo ancestral de ver la vida ya no va con los tiempos modernos”.
manifiesta admiración por las personas que poseen cada vez más bienes materiales;
y es muy común en las personas que se fanatizan con las religiones, partidos políticos, o
equipos de fútbol, por ejemplo.
Para satisfacer sus infinitas necesidades, las personas con Moxrik por ejemplo,
suelen adquirir grandes deudas o vender el patrimonio familiar, lo que afecta sin duda,
la convivencia familiar.
Este caos en la vida trae consigo manifestaciones físicas como dolor de cabeza
constante, pérdida del conocimiento repentina y breve sincope, entre los más frecuentes.
En los casos graves, las personas con Moxrik entran en estados psicóticos, pierden las
nociones culturales de orden, por ejemplo, “se desnudan en las calles”, “se quitan la ropa y
gritan”, hay una pronunciada agresividad física y verbal para consigo mismo y para con
los demás, “pelean o rematan con cualquiera”, “amenazan con suicidarse”, están muy
irritables o histéricos, coléricos, “reaccionan como K’lu’m”51 o rabiosos; pareciera que
quieren desahogarse amenazando a los demás. Asimismo, tienen síntomas paranoides
tales como (en caso de los hombres) dudas de que sus hijos sean suyos, celotipia crónica,
desconfían de su pareja; y llegan a tener alucinaciones visuales de que objetos o animales
los persiguen.
Este desorden o caos, también lleva a las personas con Moxrik a adquirir actitudes
muy violentas, se dice que pegan y maltratan sin razón a sus hijos, se vuelven delincuentes,
roban, violan, se endeudan y luego se niegan a pagar, pueden volverse asesinos; son en
general muy agresivos y peleoneros; hablan mal de los demás, discriminan, anhelan
vengarse.
A pesar de que normalmente afecta principalmente a mayores de diez años, el Moxrik
puede empezar a manifestarse en la niñez: por ejemplo, cuando en el mercado los niños
hacen berrinches exasperados para que se les compre el juguete que les ha gustado,
llorando al punto de ponerse cianóticos por no poder respirar (espasmo del sollozo).
51 K’lum’ se traduce como rabia. También se le llama así a una crisis nerviosa o reacción violenta que terminan con
desmayos o convulciones, se usa esta palabra tanto para este tipo de crisis cómo para la rabia que le da a los
perros.
Manifestaciones físicas
Entre las manifestaciones físicas que pueden aparecer en cualquiera de los tres grados
de Moxrik se mencionan:
qqDolor de cabeza constante: sin especificación del tipo de dolor de cabeza.
52 No confundir con intento de suicidio. En este caso la amenaza de suicido es sólo discursiva, con el objetivo de
buscar la compasión de los demás o de manipulación para conseguir algo.
Consecuencias
El Moxrik puede generar graves secuelas físicas y psicológicas en la persona enferma. Así
como también puede determinar consecuencias en el ámbito colectivo en que se genera
ese trastorno, ya sea la familia, la comunidad o la sociedad.
Entre las consecuencias a nivel individual se destacan:
qqDepresión, tristezas fuertes, suicidios
qqAlcoholismo
qqAbortos
qqRechazo social
Prevención
La única forma de prevención es brindar a las hijas e hijos, y sobre todo, a los jóvenes y
adolescentes, una educación centrada en la tolerancia, el respeto, la no competitividad y
la solidaridad. Es decir, inculcar el modo de vida ancestral.
Las y los Ajq’ijab’ observan que “la escuela”, por un lado, es el lugar en donde los
jóvenes adquieren capacidades importantes, como leer, escribir y contar, entre otros.
Pero, por otro lado, también es el contexto de socialización en donde aprenden a
menospreciar las enseñanzas de las abuelas y los abuelos, de las madres y de los padres.
Es en donde se vuelven vulnerables a los modelos de comportamiento “modernos”; con
criterios individualistas y competitivos. Por lo tanto, recomiendan a los padres no delegar,
totalmente, al sistema escolar la educación de hijas e hijos.
También es importante mencionar que por el contexto cultural del país, que ha sido
marcado por una historia de autoritarismo extremo y de prevaricación institucionalizada,
muchas veces los mayores, padres y abuelos, replican la prepotencia autoritaria a la cual
fueron sometidos ellos. Cuando la autoridad que los padres ejercen en su familia no se
basa en la sabiduría y experiencia que han acumulado a lo largo de su existencia, es decir,
poniendo razonables y sanos límites al libre y sereno desarrollo de sus hijas e hijos, esa
autoridad se trasforma en coerción ciega.
Esta manera autoritaria de los adultos de relacionarse con la familia, muchas veces
desencadena en los adolescentes y jóvenes conductas de rebeldía generalizada a todas
las normas ancestrales de convivencia. Ante tal rebeldía, puede suceder que los padres
recurran a la ayuda del Ajq’ij, sospechando que los hijos padecen de Moxrik. En estos
casos, el Ajq’ij puede identificar que el comportamiento de los jóvenes es una reacción
perfectamente normal. Que la enfermedad, en cambio, reside en la actitud de los padres.
Por último, los Ajq’ijab’ destacan que es de suma importancia que los padres dialoguen
y comprendan a los hijos. Que sean capaces de reconocer su Nawal, porque al impedirles
el desarrollar su vocación podrían ocasionarles fracasos y frustraciones, que fácilmente
desembocarían en un Moxrik.
Diagnóstico y tratamiento
Tal vez la principal dificultad en el diagnóstico y tratamiento del Moxrik es la aceptación
por parte del enfermo de tener necesidad de ayuda. Muchas veces, quien padece
esta enfermedad, está convencido que sus conductas y sentimientos negativos son
justificados. Que la culpa o la responsabilidad por su estado la tienen todos los demás,
menos él mismo.
Por eso, frecuentemente, el paciente acude al Ajq’ij cuando la enfermedad se encuentra
en un estado avanzado, o cuando las consecuencias de sus acciones le devuelven golpes
demasiado duros, o bien, presumiendo que los problemas para los cuales pide ayuda,
nada tienen que ver con su Moxrik.
Cuando, finalmente el paciente llega a consulta, el Ajq’ij empieza a investigar el
origen de los problemas que lamenta, sirviéndose del Tz’ite’ y también analiza el Nawal
del paciente para conocer su personalidad. Como se ha descrito anteriormente, muchas
veces la raíz de un Moxrik reside en una falta de autoestima. En ese caso, el papel del
Ajq’ij es identificar en dónde se ha originado, y acompañar al paciente en la reflexión
y superación de ese complejo. Otras veces, el Moxrik es una gran frustración causada
por Q’ij Alaxik. Es decir, el paciente ha descuidado su vocación, por lo que los fracasos
y desmotivación ocasionados por esa enajenación, desencadenan envidia y conductas
conflictivas hacia los demás. En estos casos, el análisis del Nawal del paciente resulta de
fundamental importancia.
Una vez identificada y analizada la raíz del problema, el Ajq’ij procede con el
tratamiento ritual-ceremonial: preferiblemente en un día Iq’, el Ajq’ij y el enfermo van
a un lugar sagrado, puede ser cerro o centro ceremonial. Allí realizan una ceremonia en
la que simbólicamente se quema la enfermedad, utilizando candelas de 6 colores (rojo,
negro, blanco, amarillo, verde y azul) y candelas de cebo.
Cuando el paciente está muy grave y presenta crisis severa de agresividad, se puede
recurrir, de emergencia y de forma provisoria, al encierro en su casa. Por su parte, los
familiares van al cerro con el Ajq’ij para realizar la ceremonia.
Dependiendo del caso, especialmente si el paciente en su estado de descontrol
emocional ha cometido faltas graves o ha ofendido a alguien, puede ser necesario el
ritual del Xik’ay o Chicote. El Ajq’ij determinará cuántos chicotes se le deben aplicar. Los
golpes deben ser sólo simbólicos, representando un llamado de atención y únicamente
cuando la persona ha aceptado su responsabilidad. Se hace desde los pies y terminando
en las manos, pasando, especialmente, en las 13 principales articulaciones. Solamente
pueden ser aplicados por el Ajq’ij o los padres de la persona afectada, como parte del
ritual y nunca de forma pública.
También como parte del tratamiento, el Ajq’ij da una serie de consejos referentes a
la importancia de las conductas que favorecen la convivencia armoniosa con los demás.
Asimismo, busca la reconciliación con los afectados por las averías cometidas por la
persona enferma.
Las y los Ajq’ijab’ recomiendan a los familiares y gente cercana a la persona enferma,
de no rechazarla nunca, sobre todo cuando ha tenido el valor de pedir perdón por los
daños causados.
Cuando las personas que padecen el Moxrik, han salido totalmente del problema,
se les considera potenciales guías o consejeros. El motivo es, que por sus propias
experiencias, conocen el desarrollo de esta enfermedad.
Para el tratamiento de las manifestaciones físicas se recomienda, empezar después
del tratamiento emocional y espiritual que hace el Ajq’ij. Puede ser acudiendo al hospital,
al médico, o bien al Ajkun, terapeuta tradicional.
En el tratamiento tradicional para el Moxrik, el Ajkun utiliza recursos tanto de origen
animal como vegetal. Entre los cuales se mencionan los siguientes:
El Z ope o Z opilote. Dependiendo del tipo de Moxrik, se recomienda al paciente,
beber una copita de la sangre de este animal recién cazado, cada semana hasta que se
reponga. También, las brasas que resultan al quemar las plumas del zopilote o el popo
del zopilote; se pueden utilizar para sahumar al paciente.
Las Plantas Medicinales. Las que comúnmente son utilizadas en el tratamiento del
Moxrik, son de tipo relajante: chilca, limón y ruda. Pero también plantas con efecto
antiespasmódico como hojas de hortensia, apazote de zorro, hojas de Santo Domingo,
pelo de maíz, té de limón y pericón.
Uwaq Tanaj
Capítulo / 6 6
Molem Yab’il
M
olem Yab’il es la expresión que señala un conjunto de padecimientos que, a
grandes rasgos, tienen su origen en la mala o deficiente alimentación y en el
exceso de actividad física. Molem Yab’il fue traducida por algunos con la frase
“tiene un poco de todo”. Una persona con este síndrome, padece enfermedades múltiples,
que se presentan simultáneamente o de forma rotativa (o alternada). Otros la tradujeron
como “enfermedades buscadas o recogidas”, queriendo decir que son provocadas por la
acción de uno mismo. Sin embargo, cuando las personas K’iche’ acuden a un servicio de
salud y tratan de explicar en español que el paciente tiene Molem Yab’il, traducen en ese
contexto, que la persona tiene “anemia”. Porque las personas con Molem Yab’il suelen
estar sin ganas de trabajar, o de jugar en caso de las y los niños; se ven siempre cansadas,
no tienen ganas de comer, están desanimadas y débiles, se descuidan a sí mismas.
La gran variedad de enfermedades que se agrupan como Molem Yab’il pueden
ser entre otros, trastornos digestivos, respiratorios, de la piel, dolores musculares y de
cabeza. Asimismo, dolor de las articulaciones, síntomas físicos que frecuentemente son
acompañados por un estado depresivo y de baja autoestima. Por esta gran variedad de
manifestaciones, resulta difícil determinar cuándo se trata de Molem Yab’il y cuándo
son enfermedades comunes. Siendo fácil de confundirla con otras enfermedades que
presentan manifestaciones parecidas. Es por eso necesario hacer un riguroso análisis de
la situación de la persona y su entorno. Porque si sólo se van atendiendo parcialmente
algunos síntomas, no se llega a una curación completa o integral del Molem Yab’il.
Factores de riesgo:
qqpobreza extrema
Causas:
qqDeficiencias tanto en la calidad, cantidad y variedad de los alimentos.
Este tipo de Molem por Moxrik, puede verse en los jóvenes del área rural que han
tenido la oportunidad de estudiar. Ellos han perdido el respeto y confianza en los
conocimientos ancestrales que les quisieran transmitir sus padres y abuelos. Esto se
refleja cuando al egresar de sus carreras (que suelen estar limitadas a magisterio, perito
contador, enfermería y secretariado) y no encontrar un empleo, o no poder aplicar sus
conocimientos en su comunidad, ya no quieren realizar los trabajos agrícolas como la
milpa, cuidar el ganado, buscar o cortar leña y otros trabajos domésticos. Ellos, ahora,
consideran que son “actividades de pobres” o “trabajo indigno” para una persona con
estudios, cuando es precisamente en estas actividades en donde se aprenden una gran
cantidad de conocimientos para procurarse bienestar y salud a la usanza ancestral.
qqIncapacidad para disfrutar de la vida, de lo que antes les gustaba, como que todo
les da igual, están deprimidos, con tristezas profundas.
qqHay amenazas de suicidio y suicidios.
También es muy común escuchar este tipo de argumentos en las personas con Molem
Yab’il:
“Soy pobre porque no tengo dinero, como no fui a la escuela (por eso) no
tengo educación, si no tengo educación no sé nada, si no sé nada soy
analfabeta y no puedo tener un empleo; y si no tengo un empleo no tengo
dinero, si no tengo dinero soy pobre y si soy pobre no valgo nada. Como no
valgo nada mejor me tomo unos tragos para olvidar, o mejor me mato”.
En el capítulo sobre el Q’ij Alaxik se ha mencionado que a través del día de
nacimiento en el Cholq’ij, es posible investigar las características y las capacidades de las
personas. Por lo tanto, es un conocimiento fundamental para evitar caer en un estado de
“desorientación vocacional” y así evitar las consecuencias para la salud que eso implica.
Aquí es necesario presentar un concepto a propósito del Q’ij Alaxik. Es de una
sencillez extrema pero de suma importancia: según la cosmovisión maya, al nacer,
todos recibimos una vocación para desarrollar o un propósito de vida. Esto se genera
a partir de la configuración de energías que gobernaban nuestro día de nacimiento. Al
vivir y rencontrarnos con esa vocación, sea en la profesión, en la vida privada, en las
pasiones artísticas, o en un servicio a la comunidad, uno se reconcilia consigo mismo,
uno reencuentra un sentido profundo a su existencia, se adquiere dignidad.
Quien pierde esa noción no le queda más que medirse y ubicar su existencia en los
parámetros del sistema sociocultural moderno, la etapa actual de Occidente. Por un
lado, unos pocos tienen oportunidades para perseguir un proyecto de vida “feliz”, basado
en la satisfacción de infinitas necesidades. Por otro lado, la mayoría de existencias
grises y frustradas, son guiadas por el instinto mecánico de supervivencia, ante una
pobreza definida según los criterios de las propagandas publicitarias de la televisión.
En este sistema de valores, el de la modernidad, el nacer en una familia rica o pobre,
ladina o indígena, y luego tener la oportunidad de ir a la escuela o no, son las variables
determinantes que hacen la diferencia y marcan el camino de las personas. Es decir,
obtener el éxito producto del individualismo y la competetitividad.
En este sentido, se considera que desconocer su propio Q’ij Alaxik, significa ignorar
que se tiene un propósito y capacidades necesarias para encontrar un sentido profundo
a la existencia. Por eso es importante respetarse a sí mismo, a pesar de las dificultades
objetivas de la vida y no caer en ese estado de baja autoestima, depresión y descuido, que
pueden ocasionar, entre varias consecuencias, un Molem Yab’il por Q’ij Alaxik.
La descompostura y el cuajo
La “descompostura” es la principal consecuencia del descuido del cuerpo en la actividad
física, ya sea el exceso de trabajo, malas posturas al cargar (a los bebés, la leña u otros
bultos). También el descuido del postparto, el exceso de deportes, así también, puede
ocasionarse por un golpe o una caída accidentales. Se define como la descomposición
de la postura normal54 de órganos (tratándose de: hígado, riñones, pulmones, matriz) o
vísceras (órganos vacíos como los intestinos y vejiga). Es por eso que la descompostura
puede alterar el funcionamiento de los mismos.
Entre los efectos de la descompostura, éstos pueden manifestarse hasta varios años
después de los traumas que ocasionaron la enfermedad, se mencionaron:
qqInflamación del nervio óptico que causa convulsiones o ataques.
53 Durante el taller de intercambio en el que se mencionó el K’ixwi’, a propósito del cambio en el cabello, las y los
Ajq’ijab’ hablaron de “apariencia de Gocú”. Costó mucho para que se entendiera a qué se estaban refiriendo, al
final dieron que es un protagonista de la serie televisiva de caricaturas japonesas “Dragon Ball”, personaje que
las y los Ajq’ijab’ conocieron principalmente a través de las calcomanías que se encuentran en las bolsitas de
comidas chatarras, o desde los hijos y nietos que disponen de televisión: Éste personaje presenta un peinado
muy particular que efectivamente es muy parecido a las características del pelo descritas en el K’ixwi’.
54 La patología médica más cercana es el PROLAPSO en ICD - 10, clasificación internacional de las enfermedades.
qqEspasmos musculares
qqDolores articulares.
Diagnóstico y tratamiento
Como se ha visto, el Molem Yab’il abarca una gran cantidad de enfermedades y síntomas,
tanto de carácter físico como psicológico o emocional. Por lo tanto, en estos casos, el
saber poner en relación todas estas manifestaciones, aparentemente, desconectadas, es
la habilidad que permite al Ajq’ij acertar en el diagnóstico.
En seguida, el Ajq’ij empieza un tratamiento integral del paciente. Es decir, ataca tanto
las enfermedades físicas como a las causas psicológicas del Molem Yab’il. Por la gran
variedad de especialidades terapéuticas que requiere el tratamiento de las diferentes
enfermedades, el Ajq’ij puede recurrir al auxilio de otros terapeutas, como masajistas,
componehuesos, Iyomab’ o a los Ajkunelab’.
izote, hoja de mostaza, nim ichaj omu’s, ichaj, colinabo, klix, hoja tierna y rizoma de Om o
malanga; cogollo y rizoma de yuca, retoño de frijol, pich’jor- la hoja en chuchitos, pacaya,
choreke y flores xmak.
Variedades de hongos:
Xkin che’, utzam aq, saq ichaj o slip keqix, jolom mam, pam yok pam, xar rix k’eq atam,
tu’q’upoj, tuk tuk, uprex mam, rij baqet, tol q’axul, mutzilik, xkin kuk xkin xar, q’axul chaj,
rkox chij, psos jolom no’s, useb chij, raq me’s o masat, pak ikox o lux y espíritu santo.
Frutas: se recomiendan todas las de cada estación, de tierra fría y tierra caliente:
Banano, mango, piña, manzanilla, manzana, papaya, caña, naranja, zapote, toronja,
melón, sandía, plátano, limón, coco, ciruela, kaymito, elote, majunche, lima, durazno,
nance, café, tomate, uva, granadillas, fresa, anona, matasano, moras, maracuyá, higos,
cacao, b’a’r, uk’u’x wa, caxlute, guayaba, níspero, cushín, mandarina, capoxtle, marañón,
jocotes, pitayas, tunas, etcétera.
qqRespetar las recomendaciones de reposo o dieta que dejan los terapeutas cuando
se está en tratamiento por alguna lesión o después del parto.
qqUtilizarel temascal y los masajes periódicamente, no sólo cuando se está muy
enfermo.
Tratamiento de la descompostura
Existen en las comunidades diversos tipos de terapeutas, entre ellos están los
especialistas que tienen la capacidad de diagnosticar y tratar una descompostura.
E s t o se hace, principalmente, a través de masajes especiales, calor ya sea del temascal,
de baños de vapor o de los remedios aplicados. Es muy común también el uso de la faja
después de los masajes. Pero lo más importante para el terapeuta es que los pacientes
puedan cumplir las recomendaciones de reposo, buenas posturas para dormir y evitar
los esfuerzos en cargar cosas pesadas.
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