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Derecho a la Vida

El derecho a la vida es un derecho universal, es decir que le corresponde a


todo ser humano. Es un derecho necesario para poder concretizar todos los
demás derechos universales. El derecho a la vida significa tener la
oportunidad de vivir nuestra propia vida. Si no hay vida, no tiene sentido
que existan los demás derechos fundamentales.
Para los niños el derecho a la vida es la oportunidad de vivir su infancia y
poder crecer, desarrollarse y llegar a la edad adulta.
El derecho a la vida de los niños está compuesto por dos derechos
fundamentales: el derecho inherente a la vida y el derecho a la supervivencia
y al desarrollo.

Derecho a la educación
El derecho a la educación es un derecho fundamental de todos los seres
humanos que les permite adquirir conocimientos y alcanzar así una vida social
plena.La educación es un derecho humano fundamental que permite
sacar a los hombres y las mujeres de la pobreza, superar las
desigualdades y garantizar un desarrollo sostenible. No obstante, 244
millones de niños y jóvenes de todo el mundo siguen sin
escolarización por razones sociales, económicas o culturales. La
educación es una de las herramientas más potentes para sacar de la
pobreza a los niños y adultos marginados, así como un catalizador para
garantizar otros derechos humanos fundamentales. Es la inversión
más sostenible. El derecho a una educación de calidad está
indisolublemente ligado a la Declaración de los Derechos Humanos y a
muchos otros instrumentos normativos internacionales, que son el
resultado del trabajo conjunto de las UNESCO y las Naciones Unidas. 

El derecho al trabajo
es el derecho fundamental humano por el que toda persona tiene el derecho
al trabajo, a la libre elección del mismo, a condiciones equitativas y satisfactorias
de trabajo, a la protección contra el desempleo, sin discriminación, con igualdad
salarial, remuneración digna, protección social y derecho de sindicación.12
El derecho al trabajo se reconoce en las normas fundamentales de derechos
humanos como son la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales así como en textos
internacionales como la Carta social europea,3 el Protocolo de San Salvador,4
la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y en textos nacionales
como son las Constituciones de numerosos países

Derecho a la salud
El derecho a la salud otorga a las personas el derecho a acceder a los servicios de
cuidado médico. Sin embargo, el derecho a la salud no significa el derecho a estar
sano. El derecho a tener buena salud supondría que los países deberían asegurar
una buena salud a todas las personas (obligación de resultado). Esta hipótesis es
inconcebible en la medida en que una buena salud depende, principalmente, de
factores biológicos y socioeconómicos que son independientes de la voluntad de
los países o de las personas.
El derecho a la salud obliga al Estado a garantizar a los ciudadanos la posibilidad
de poder disfrutar del mejor estado de salud que posible. Esto significa que el
estado de salud dependerá de cada y que el Estado deben asegurar el mismo
acceso a los atención médicos al conjunto de su población (obligación de medio).
De este modo, el derecho a la salud se divide en varios derechos específicos que
los países deben asegurar:

 El derecho a un sistema de protección de la salud


 El derecho a la prevención y a tratamientos preventivos para luchar contra
la propagación de enfermedades
 El derecho al acceso a los medicamentos esenciales
 La promoción de la salud materna e infantil
 El derecho al acceso a los servicios de salud apropiados
 Por último, la educación y la concienciación sobre la salud

Además, la materialización del derecho a la salud supone que los países


establezcan servicios de salud que estén disponibles en cualquier circunstancia,
accesibles para todos, de buena calidad y aceptables (es decir, que se ajusten a la
ética médica y sean respetuosos con las diferencias biológicas y culturales).

Derecho a la recreación
El derecho a la recreación es un derecho fundamental para el desarrollo
de los niños, niñas y adolescentes. En principio, el juego está compuesto
por simples movimientos corporales, pero estos se van ampliando y
haciendo más complejos para introducir otros elementos en el desarrollo
de la niñez y adolescencia, comenta Alejandro Ruíz. 
Está comprobando científicamente que el derecho al juego y a la
recreación desarrolla la imaginación durante la niñez
y la adolescencia, les permite expresar su visión de mundo, explorar su
medioambiente, potenciar la creatividad, así como también adquirir
habilidades socioemocionales entre pares, y con los adultos. 

Además, se ha demostrado que el juego contribuye a la


maduración psicomotriz, física y cognitiva, por eso, es importante que
padres, madres y cuidadores sean conscientes de la importancia del
juego, así como el papel tan importante que tiene fortaleciendo los
vínculos. 

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