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Derecho a la educación

Art. 16: Constitución Política del Perú – Descentralización del sistema educativo.

Tanto el sistema como el régimen educativo son descentralizados.

El Estado coordina la política educativa. Formula los lineamientos generales de los planes de estudio así
como los requisitos mínimos de la organización de los centros educativos.

Supervisa su cumplimiento y la calidad de la educación.

Es deber del Estado asegurar que nadie se vea impedido de recibir educación adecuada por razón de su
situación económica o de limitaciones mentales o físicas.

La educación es un derecho fundamental que garantiza el desarrollo de la persona y la sociedad, por lo que el
Estado invierte anualmente no menos del 6% del PBI.

Art. 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la
instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y
profesional habrá de ser generalizada, el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de
los méritos respectivos.

Esta declaración es de obligatorio cumplimiento por todos los estados miembros de la ONU. Así mismo el
Perú ratificó el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1978 y el protocolo
adicional a la Convención Americana sobre DDHH en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
en 1995.

La educación representa un derecho en sí misma y, simultáneamente, un medio fundamental para aumentar


el potencial de las personas a fin de que puedan concretar todos sus demás derechos. También incrementa
las oportunidades de disfrutar de otros derechos humanos, como la libertad de expresión o la participación
política. El derecho a la educación impone a los Estados obligaciones de distintos tipos. Entre otras se
encuentran las siguientes:

• De respeto. Un Estado no puede impedir a ninguna persona disfrutar de su derecho a la educación.

• De protección. El Estado debe resguardar los derechos mediante políticas públicas que eviten que se
vulneren. Un ejemplo de esto sería las leyes que prohíben el trabajo infantil, actividad que obstaculiza la
educación de los niños y niñas.

• De garantía. Conjunto de acciones que deben realizar los Estados para permitir el desarrollo de un sistema
educativo que incluya a todas las personas, sin distinción de ningún tipo. Para ello, es indispensable asegurar
la oferta de educación gratuita y de calidad.

Un esfuerzo reciente del Estado en nuestro país es la implementación de la educación intercultural bilingüe
(EIB), dirigida a los pueblos originarios u otros grupos que se identifiquen como tales. Este modelo educativo
impulsa el aprendizaje de los estudiantes en su lengua materna y en la lengua hegemónica del Estado nación.

Derecho a la salud
Artículo 7 Constitución Política del Perú – Derecho a la salud y protección al discapacitado.

Todos tienen derecho a la protección de su salud, la del medio familiar y de la comunidad, así como el deber
de contribuir a su promoción y defensa. La persona incapacitada para velar por sí misma a causa de una
deficiencia física o mental tiene derecho al respeto de su dignidad y a un régimen legal de protección,
atención, readaptación y seguridad.

Artículo 7 – A: El Estado reconoce el derecho de toda persona a acceder de forma progresiva y universal al
agua potable. El Estado garantiza este derecho priorizando el consumo humano sobre otros usos. El Estado
promueve el manejo sostenible del agua, el cuál reconoce como un recurso natural esencial y como tal,
constituye un bien público y patrimonio de la nación. Su dominio es inalienable e imprescriptible.

El derecho a la salud comprende tanto los aspectos físicos como mentales. La protección de este derecho
exige garantizar los demás derechos sociales desde la higiene en el trabajo o una alimentación adecuada
hasta la educación, además de cuestiones específicas de la salud, como la posibilidad de acceder a
medicamentos o recibir atención médica. En la actualidad merecen una particular atención la problemática
de las infecciones de transmisión sexual, la prevención del virus de inmunodeficiencia adquirida y los
problemas de nutrición.

Derecho a la vivienda, a la alimentación, el vestido.

Artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el
bienestar, y en especial la alimentación, el vestido y la vivienda.
2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de
matrimonio o fuera de matrimonio tienen derecho a igual protección social.

La vivienda debería ser accesible a todas las personas. Sin embargo, según datos proporcionados por la ONU,
más de 1000 millones de personas no poseen una vivienda adecuada, y más de 100 millones no la tienen.
Para que una vivienda sea aceptable, debe contar con servicios de agua potable, saneamiento y energía, así
como permitir la convivencia familiar. Además, según las normas internacionales, los Estados deberían tomar
medidas para garantizar, por ejemplo, que las viviendas estén ubicadas en zonas seguras.

Derecho a la alimentación

La alimentación comprende el derecho de toda persona a tener acceso a alimentos sanos y nutritivos. La
protección contra el hambre es considerada, por ello, un derecho fundamental de acuerdo con el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y una obligación para los Estados, que deben
dedicar todos sus esfuerzos para mejorar los métodos de producción, conservación y distribución de
alimentos. Al contrario de lo que suele creerse, en el mundo se producen alimentos más que suficientes para
todas las personas. Sin embargo, son millones las que padecen desnutrición o sufren hambre, no solo en
algunas regiones del mundo, sino dentro de los propios países con alto o mediano desarrollo. Esto señala
directamente otra obligación para los Estados: encarar una política de distribución equitativa.

El derecho a la alimentación ha adquirido tal importancia que fue incluido en el Programa de Acción de Viena
(adoptado por los Estados en la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos de 1993) y tratado en la
Conferencia Mundial sobre Alimentación llevada a cabo en Roma en 1996. En la declaración formulada como
parte de este encuentro, se vinculó la seguridad alimentaria con la consolidación de la democracia y la
protección de todos los derechos humanos y libertades fundamentales.

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