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Garlos Bosch García

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ffiffiffiffi' ffiffiftffi,Hffiffi.

trillasM
6 ADVERTENCIA

La distinción entre los animales y el hombre consis-


te, precisamente, en que este último sabe hacer uso
de la experiencia de generaciones pasadas.
El médico, el ingeniero, el arquitecto, el economis-
ta, el abogado o el humanista, no pueden prescindir
del conocimiento especifico de los estudiosos anterio-
res a ellos, para interpretarlo de acuerdo con la reali-
dad circunstancial en que viven. Pero esa realidad cir-
Indice
cunstancial tiene una relación lógica con los conoci-
mientos habidos hasta el momento en que se trabaja.
de contenido
Es, pues, para facilitar la evocación de esos conoci-
mientos cuando un hombre de ciencia se propone sa- 5
Advertencia
car consecuencias lógicas de la memoria cientifica de 9
Cap. I El valor de Ia investigación
la humanidad, por lo que procede de acuerdo con un
Cap.2 LaaProximaciÓn al temá l3
método que asegure un orden lógico en el trabajo 15
para deducir científicamente los resultados. Cap. S Cómo lograr el material para el trabajo
27
El matemático, al decir que la suma de dos más dos Cap.4 La manera de recoger el material
es igual a cuatro, procede en un orden lógico y no lle- Cap. S OrganizaciÓn del material en el fichero
ga a su resultado sin saber que ha debido sumar dos de trabajo 35
más dos. Bn la misma forma, no podemos llegar, en 39
Cap. 6 El Proceso de escribir
ningiuna ciencia, sin contar con los factores preceden- 47
tes necesarios, a una conclusión propuesta que se Cap.7 l,as notas de Pie de Página
53
apoya, igual que en una suma, en la exposición y la CaP. 8 La conclusiÓn
59
racionalización de sumandos. Cap. 9 La presentaciÓn del trabajo, advertencia
El estudiante hallará en las páginas siguientes lo Y PrÓlogo
que podemos llamar el "oficio" del investigador: há- Cap. lO La biblio$rafia 63
65
bitos e instrumentos para trabajar en el conocimiento Cap. ll Losíndices
de cualquier ciencia; de los cuales ningún hombre de 69
Cap. L2 Comentarios al margen
ciencia puede prescindir, y que le ayudarán a trabajar 73
durante el estudio de su carrera o, después de termi- Índice analítico
narla, para adquirir conocimientos nuevos y exponer-
los a los demás.
Si nuestro procedimiento facilita un sistema para
adquirir conocimientos concretos, para manejar y
ordenar datos, para proceder a la meditación y al ejer-
cicio de la raz6n o para organizar los resultados obte-
nidos en los archivos de los hospitales o en los cuader-
nos de trabajo del laboratorista, nos daremos por sa-
tisfechos.
I
El valor
de la
investigación
Todo hombre de ciencia que pretenda colaborar
con sus luces al saber general de la humanidad, tiene
que convertirse en escritor. Este es el único camino
mediante el cual saldrá de si mismo y proyectará sus
conocimientos sobre las generaciones venideras tras-
pasando los limites de lugar y de tiempo.
El libro es, hasta ahora, el vehiculo más adecuado
para esta proyección. De material aparentemente dé-
bil, tiene una resistencia extraordinaria que le permi-
te sobrevivir y ser leido centenas de años después de
haber sido escrito y editado. Nada de lo que se escribe
pasa inadvertido para los demás; lo escrito perdura
para siempre; de ahi su importancia.
Quienes escriben libros o trabajos cientificos coinci-
den, por lo general, en que una obra escrita es el re-
sultado de un largo proceso de trabajo racional y lógi-
co que eslabona cada uno de los pasos de un proceso
natural hacia una conclusión lógica también. Pero, a
pesar de esta lógica, aun en los libros más científicos
y donde el autor trata de presentarse con la mayor im-
lO EL vALoR DE LA rNvpsrrcAcróN EL vALoR DE LA ¡¡tvEsrrcecrÓ¡v 11

pone 9t parte
parr:ialidad. hay una circunstancia muy especial que subjetividad del autor, en la cual éste significado "Y que
Iro ¡lt:rrnitiría que la misma persona, con los mismos inteligencia y cultura, además delen que se pone a
ln¿rlt'rialcs, lo volviera a escribir. Esa circunstancia es p..t ?i ti"ne"el momento especial
t'l ¡rropio autor, en quien se conjuga una diversidad de escribir.
firt'lorcs circunstanciales, personales, que hacen del De acuerdo con lo que antecede' essea natural'9-t:'
el autor al
libnr el resultado de un cierto momento de su vida. No mientras más cuiáaáo3o y meticuloso disposición es-
r:s ck: extrañar que cuando un autor toma su propio método de trabájo' el Tgjor
libro, si es honesto consigo mismo, Íaravez está con- "rfit"i""
Hffi.iit;;'r;", 1"" nnali¿á¿es lógióas del mismo. La
con la forma
tbrme con é1, y siente la angustia de no poderlo cam- solidez y el ri$or no deben estar renidos y la.sencillez de
biar, por lo menos en alguna de sus partes. Ahí está la agradable y titerarlá, á "ott la claridad deben,te-
relación que hay entre cada hombre y cada momento ff;;;;;;dn' los trabaios de investigaciÓn
de su vida y, también, entre cada uno de esos momen- ;;ü1"" tirtudes de esiilo que el lector pueda captar
tos y la circunstancia del individuo con sus obras. pensamiento y los¡na-
;;; l;ú precisión y nitidez^el durante su estudio y
La investigación, en lo que atañe a recoger mate- tices que et invesiigad,crr percibió
rial, ampliar conocimientos o profundizarlos, orde- parte más humana de
en sus conclusio""T É"t^á es la individuo se
del
narlos, sintetizarlos y analizarlos, no es otra cosa que ia investigación, p,t.t la sensibilidad
el esfuerzo, hasta cierto punto mecánico, de preparar convierte en un factor importantísimo'
la claridad de la
la mente para ese momento en que, ayudada por cir- Además del rigor en el método y de de mane-
cunstancias especiales subjetivas, y no mecánicas, el iÑesti$ador científico cuida'
puede reaccionar ante el material para deducir co- ""p;;i¿l¿", $uarda su mente ante el
rrectamente de su análisis. Por eso no todos los mo-
;;:;;Ji"l, el equilibiio quecón toda honestidad y sin
material. Bste es o¡set'ou'áo
mentos son buenos para escribir sobre una materia temas concretos surgirán de.mane-ra
;;;j;i¿i;". taLosinvésii$aciÓn
investigada, ni tampoco se puede producir a destajo natural de misma' El autor debe par-
un buen manuscrito. el tema espe-
tir de un campo genJral hasta encontrar en el ob-
La parte subjetiva, de la que ya empezamos a cífico de su prefáencia, que será convertido
hablar, es muy delicada tratándose de libros científi- ieto del estudio.
cos. En el caso del escritor de manuscritos creativos o '" Á"il,r.s. el tema de investi$aciÓn'lás propiamente di-
imaginativos, la situación es totalmente diferente, lecturas y del
cho, al no ser p.e¡uzgaao' suile de
pro-
pues el autor puede hacer y deshacer según su gusto. cánocimiento intímo"que de sus circunstancias
Pero el escritor cientifico debe mantenerse dentro de logra captar plena-
oias tiene .f éste
los límites de los hechos cientificos, los cuales no ""tái, "u^ando
'mente su si$nificado y su objetivo'
puede alterar, y entre ellos su inteligencia averiguará EI interés p"t"áttáf y ellazi que existe
entre el autor
lo que se pueda deducir. Su personalidad tendrá que haceise a un lado' Si la rela-
reflejarse a través del tema escogido, esto es, en el ma- ^""*tema "á-p"tát"
v cierto
á"tot y su tema no existe' tampoco
Éio"
terial empleado, en la forma de hacer su selección y habrá placer "r ." tiiá¡ajo' el cuai será abandonado
ordenación, en la manera de analizarlo y en el modo Resul'
oor aburrimienlo al poco"tiempo de comenzar' que, se
de hacer sus deducciones según su capacidad y su por preparado
i;^ñ;- ¿ir.ir q.tt "tt autor' so6re campos que le
cultura. El libro ideal de investigación resulta del tra- halle, emprendJinvesti$aciones
bajo personal que combina el material de trabajo y la sean totalmente extraños'
L2 EL vALoR DE LA rNvEsrrcAcróN

Hay r¡rrt' lt:ncr en cuenta todo esto,


da rrr¿r i'vt'srigación' et inaiviáuJ
porque, empeza-
se verá Iigado a ella
rlul-¡rnl(. l¿tr{o tiempo. no, fo ge"eral,
sir¡rr:rl srrt'*' introdúcir at inve?iigador la tesis profe_
<¡rrr" rtt' en un camDo
'anera
lrcrl¿r terminado.
natural.
".
p.oiá?lu iJil¿";:;'"_
'l'<¡clo
el que se inicia debe ser asesorado
li.sor conseiero que ie uyr_,á"- ü por un pro_
Irrr'¡{.. ..tÍ.*io.r.!
rrño de l.; p;;; subsiguientes. y,
"r'r"
"., "ád"
lir:cuencia, el alumno se désalienta Con
o se despista, y
sólo una persona experta puede
mantener
y ayudarle a salvar ras diiicuttaáes que su interés
su paso. El consejero debe conocer encuentra a
La aproximación
bién el respectiv-o campo ae
que ambos puedan trábaiar estuáü:
"f "f"Á.ro;^;;;
H'"üJ.á1ii.
Oentro de un entendi_
al tema
miento y respeto mutuosl p".",
uno va a complementar al otro. No." cierta forma, el
asesor absorba la responsabilidad, se trata de q"é
mine las cosas de tal marr..r qrr" Llsino de q".-;; "f
con las soluciones, a veces sin ñotar d";;J;;il; Para acercarse al tema, esto es, para decidir Qué
puf.iq,rá-triio
en ello el conseiero. "r tema desea uno estudiar cuando no ha logrado una
c.onsejero y árumno entablan preferencia especial, hay procedimientos concretos
amistoso. para que el primero un diárogo amable v
la preparación v t".d" d;;"-.";;;;;¿ - el profesor consejero debe disponer.
que
lós u..Ouá"rá" intereses del se_ La cónversación co"n el alumno ie mostrará una di-
gundo. De ese aíarogo -de
dos puedan rendir ó¿o ti
olñil, ;;;ran parte, que los rección especial del interés de éste, y de ahi debe Par-
en el proceso del tir con el fin de no condicionar su decisión"
trarbajo. """."*iL De inmediato, la lectura general que cubra el cam-
Este, teóricamente debe dividirse po, puede señalar áreas específicas. El siguiente paso
portantes que forman Ia estrucl"* en tres partes im_ se facilita con la lectura de monografias referentes a
una de las cuales ha de .."of"ii"" O. lu h.;;:ñ#; los puntos o periodos que abren nuevas discusiones'
pecifica: ¿e una manera es_
en las que, poco a poco, se delinean el tema y laépoca
1. La aproximación-al tema y el planteamiento en que va a trabajarse.
problemageneral. J -r del Si lleva las conversaciones con la habilidad necesa-
2. La exposición crítica del material, que ria, el consejero podrá hacer que su discipulo concre-
documental puede ser te los puntos de sus verdaderas preferencias.
^ La
3. síntesi"
o bibliográfico. Univez fijado el tema de la investigación. se resol-
I_11 "o*;*al que sobre el proble- vió el primer problema. Si el estudiante fuere prlncl-
ma planteado se obtiene desiues de analizar
material. el piante, será preferible manejar temas concretos y
poco amplios, para que la iniestigación y su biblio-
grafia le sean fáciles de dominar.

l3
Cómo lograr

para el trabajo
El tema es importante de por si, pero el tipo de ma-
terial que se use para fundamentarlo es vital. Del ma-
terial y del análisis que de él se haga depende toda la
investigación. Mejor dicho, la investigación, en su pri-
mera parte, consiste precisamente en recoger, sinteti-
zar, organizar y comprender los conocimientos que se
adquieran. Su exposición y su análisis critico llena-
rán la mayor parte del escrito que resulte, pues ellos
serán la base que dará solidez a las opiniones y con-
clusiones futuras.
En este aspecto, el autor depende exclusivamente
de sus fuentes, que son el punto de partida y repre-
sentan la experiencia que existe sobre el tema. La ca-
lidad de las mismas hará del trabajo especializado un
éxito o un fracaso. Los estudios serios, tanto de cien-
cias como de humanidades, se fundamentan de la
misma manera. A veces, las fuentes de información
serán expedientes clinicos de los enfermos; otras, las
libretas de trabajo de los laboratorios; para unos, do-
cumentos de archivos nacionales y privados,las libre-
r5
16 cÓMo LoGRAR EL MATERIAL PARA EL TRABAJo cón¡o LocRAR EL MATERTAL pARA EL TRABAJo L7
tas. <lc lr-lrllrfo rlc r.;rrrr¡)o; o, para otros, simplemente fijan esas caracteristicas, distintivas de los ejemplares
¡rrrIrli<'rr.f,rr.s, s.grirr ra-s especiarioaaes v- Jr^iip.'¿. cle la misma edición. Estos datos son de importancia
l,i¡lr.l i;rl (lr(. :i(.rl.lrr. u.t.ilizar. propiamenté, no capital, porque el investigador debe referirse con pre-
li'r'r'rr.rrr t'rrr'r'r'r t'xpediente criniéo del ilán Or_
médico o el le_ c:isión a las páginas que, si son de otra edición,
¡1; rln rlr.l :rrllrivo c¡ue usa el historiador.
l,.l lrr.r'l¡r¡ r.s r¡ue todos los especialistas ¡lueden contener pasajes diferentes al deseado.
han de co_ Así pues, todas las portadas ofrecen tres grupos de
¡rrr ¡ ¡ ri.irr' ¡'ilrs ..'ocimientos por
.,(' r'r .s.r-ir,rt:s escrito y, al convertir- datos:
cientificos, deben utilizár ta" tácnic.s
.r¡rr,¡ri:rrl:rs. La técnica_ que vamos
"r'¡ri.i," rrcr escritor. el óuar, aanalizar sólo es el 1. Sobre el autor, autores o institución responsable
llegados. ."
""1" ñ;i;,
o del texto contenido en el volumen.
cl rrrislrro para todos. 2. Sobre el texto mismo: el titulo, descriptivo del
l,ll investigador empieza haciendo el contenido en los libros cientificos.
.
.i¿rs sobre libros, expedientes, inform""
acopio de noti_
rio, documentación de archivo o de trabaj"" é-i;;;;;"_ 3. Sobre la edición del libro, que se indica median-
rt:lacionados con su tema desde dos á;;;;;. te el lugar donde el libro apareció, el editor que
ro el general y luego el directo, el particular
aspectos: prime_ lo manufacturó y la fecha en que apareció.
y el muy Como medida de seguridad, estos datos deben
concreto. tomarse de la portada interna y nunca de la ex-
Las obras que tratan de Ia materia en general terna.
yen, en un capÍtulo o en párrafos sueltós, inclu_
relativos al tema escogido por eL áutor que "o.r""pto"
Ie facilita_
rán situar su tema en un panorama de conocimientos
mucho más am?1i". El s'egundo grupo Ae oOras
deben reunirse seran las que
CARLOS BOSCH GARCÍA
-Especlaiizadas
que lo estudian en su totalidád o en en el tema,
aspectos muy es-
pecÍficos.
. P" g"-"]guiera de los casos, el investigador fija la no_
ticia del libro en su memoria por mgdio d" É;;{;l;
bibliográfica, la cual irá ro.-ánáó el cas'lero LA TECNICA DE
gráfico de la investigación. biblio-
Las tarjetas bibliográficas normarmente INVESTIGACION
utilizadas
:9-1 d. tipo común,-iguales a las utilizadas
-consulta, ." i."
bibliotecag para los flcheros ¿e y DOCUMENTAL
siete centímetros y m.edio.de alto po. á.""'OÉ tienen
Antes de entrar a discutir cómo'escribir dichas f..É..'
tar_
.ietas es conveniente pensar en cómo aistinguii un
otro. propiaminte haUlanao,
lnolvtcluo muy distinto del otro, concada
llT."--,9,: obra es un
características
especiales y frjas, similares dentro de Ia
lia o edición. Los datos que se réne¡an en.nir_. fu_i_
su p;;ü;;
18 cÓMo LoGRAR EL MATERIAL PARA DL TRABAJo córro LocRAR EL MATERIAL pARA EL TRABAJo 19

A la vista de la portada interna del libro se procede a Aunque los datos contenidos en la ficha anterior,
.lormular Ia tarjeta bibliográfica son suficientes para hacer el registro en la bibliografia
en la siguiente forma:
de cualquier investigación, un investigador cuidado-
so tiene la curiosidad de apuntar, en su reverso, un
comentario breve sobre el juicio que el libro le mere-
bibliografía ce, en el momento de terminar su consulta. Cualquier
comentario ayuda de inmediato a recordar la impre-
sión que causó un libro. Conviene también apuntar la
referencia de la biblioteca en que se consultó el libro
para facilitar la posibilidad de volverlo a localizar.
Bosch García, Carlos
La tarjeta se sitúa en el lugar pertinente del fichero
bibliográfico especifico de la investigación, y, termi-
nada ésta, se intercala en el fichero general bibliográ-
La técnica de investigación documental. México, Ed.i_ fico, donde se conserva memoria de todas las lecturas
torial Trillas, 1985. que hace el investigador y que pueden serle muy úti-
les para labores subsiguientes.
La tarjeta bibliográfica antecedente es del tipo más
simple. Muchos libros pertenecen a colecciones, y en
ese caso hay que hacerlo constar entre el titulo y el lu-
gar de edición, dentro de un paréntesis que contiene
el nombre de la colección y el número que dentro de
ella tiene el libro:
Obsérvese que hemos invertido el nombré con el fin
de que lo primero que aparezca sea el apellido, por el
cual clasificaremos alfabéticamente las tar¡etás bi-
bliográficas. El nombre del autor aparece con dos sub_ bibliografía
rayados y el titulo del libro con unb solo. Estos subra_
yados obedecen a tipos diferentes que se utilizan en
las imprentas y se señalan en esta f&ma. Después del
titulo especificamos el lugar donde se imprimió, la Chesterton, Gilbert K.,
editorial que lo hizo, en este caso Editoriár Trillas,
S.A.-de C.V., y, finalmente, la fecha de aparición. Hay
que hacer notar que las unidades de datós que senalá_ EI hombre que fue jueves. (Colección Austral, núm.
mos en la portada pasaron a la tarjeta formando fra_ 535). Buenos Aires, Espasa Calpe Argentina, 1945.
ses cerradas cada una de ellas y, por último, que Ia
disposición de estos datos debe s-er siempr. la misma.
La tarjeta bibliográfica es lo primero que hacemos
en todos los libros que consultemos en nuestra inves-
tigación.
20 CÓMO LOGRAR EL MATERIAL PARA EL TRABAJO cÓMo LOGRAR EL MATERIAL PARA EL TRABAJO 2L

Otra tarjeta básica para el investigador es la de Cuando la bibliografia no ofrece la confianza debi-
articulos de revistas científicas. En estos casos, el ar- da, o cuando no resuelve los problemas, hay que
ticulista, como autor, es un informe principal, y lo ampliar el núcleo de información acudiendo a los
describimos tal como hemos hecho en las anteriores. archivos y a los documentos auténticos. Este punto
Sigue el título del articulo entre comillas, en vez de nos obliga a entrar en el tema de archivos, uno de los
subrayado, por estar contenido en una publicación más minuciosos y dilatados en la tarea del investiga-
que se describe por su nombre, la revista, y ése se dor.
subraya por ser el titulo de la publicación. En la forma Los documentos de archivo son delicados de mane-
acostumbrada, y a continuación, el lugar de la edi- jar por tratarse de documentos directos; pero, en cam-
ción, el editor de la revista y luego el número de la re- bio, su uso puede ser definitivo para aclarar puntos de
vista, la fecha de la misma y las páginas primera y úl- controversia. Su lectura y manejo no ofrecen mayor
tima de las que contienen el articulo dentro de la re- dificultad; según la fecha del material que se utilice,
vista: los investigadores aplican técnicas especiales de
paleografia y de diplomacia para resolverlas.t
El estudio y la práctica hacen que se desarrolle cier-
to instinto, mediante el cual el investi$ador adquiere,
bibliografía además del conocimiento de los detalles fisicos del do-
cumento y de la escritura, la costumbre de los giros
del lenguaje, que lo habilitan para juzgar la autentici-
dad del documento histórico.
!g*g'sil Pero todavia hay que entrever la intenciÓn de su
autor al escribirlo. ¿Fue un documento estrictamente
"An introduction to Bibliographical Tools in Spanish oficial? En este caso, ¿hubo intenciones especiales en
Archives and Manuscript Collections Relating to Hispanic su elaboración? Si no fue documento oficial, ¿en qué
America". The Hispanic American Historical Review. Dur- tono lo escribió, qué circunstancias especiales lo lle-
ham, N. V., The Duke University Press, vol. XXXV, núm. varon a redactarlo?
4, nov. 1955. págs. 443-483. Si el documento se considera importante y el inves-
tigador, después de aplicarle su aparato critico
completo, se decide a utilizarlo, comenzará por elabo-
rar la ficha bibliográfica, asentando los datos suficien-
tes para describirlo y localizatlo de nuevo en cual-
quier momento. Esta tarea puede presentar dificulta-
En ciertos temas el uso de información publicada
de tipo monográfico no es suficiente. Los libros pre-
sentan información recopilada e interpretada por
otras personas, que la analizan y la presentan usando lUn especialista reconocido en la materia es A$ustín Millares Carlo, cu-
las partes que necesitan para sus temas y objetivos o, yas obras sobre el tema es conveniente consultar. Véase el libro que publi-
có en colaboración con Ignacio Mantecón, Alburn de paleograJia hispa-
incluso, en ocasiones pueden contener información noc.nrericc.nrr en los siglos XVI g XVII, México, Instituto Panamericano dt:
limitada intencionalmente, que permita forzar la in- Geografia e Historia, 1955, en tres volúmenes, que puede ayudar en cst(l
terpretación de la misma y aun confundirla. punto.
22 cÓMo LoGRAR CÓMO LOGRAR EL MATERTAL PARA EL TRABAJO 23
EL MATERIAL PARA EL TRABAJo

des en archivos donde la organización interna no sea Esto es, registraremos el autor en la forma conven-
correcta. Es el caso de algunos archivos particulares o cional, la nlturaleza del documento, el lugar y-la
de poca importancia. fecha donde se escribió, el nombre que lleva el volu-
De todas formas, los documentos se encontrarán men que lo contiene, las fechas extremas de docu-
reunidos en libros encuadernados, en paquetes nu- mentos contenidos, Ia divisiÓn del archivo a la que
merados, en legajos cosidos o simplemente en cajas. pertenece el volumen, su número dentro de esa colec-
^"lo.r,
Hay que buscar esa unidad como primer punto de re- y las pá$inas primera y última del documento'
ferencia, luego la denominación que tenga el grupo de Finalmente ináicarémos el nombre del archivo al que
paquetes o legajos, que en archivos suficientemente pertenece.
grandes se establece por ramos y, finalmente, la posi- En caso de que los documentos no estért encuader-
ción del documento deseado dentro del legajo. nados y se encuentren en legajos formados por carpe-
Por ejemplo: se hallan unas instrucciones del Secre- tas atadas y numeradas de aiuerdo con alguna clasifi-
tario de Estado Henry Clay, fechadas en Washington cación, generalmente decimal, como sucede en el Ar-
el26 de marzo de 1825, en un grupo de papeleslns- chivode-laSecretariadeRelacionesExterioresdeMé-
tructivos que comprende fechas que van del lS de ju- xico, entonces registraremos la tarjeta bibliográfica
lio de 1823 al 30 de diciembre de 1825, pertenecién- en la forma si$uiente:
tes a la sección que se llama "Instrucciones a los mi-
nistros de Estados Unidos", dentro de la división del
"Departamento de Estado" del Archivo Nacional, de
Washington. Los documentos están contenidos en un bibliografía
libro encuadernado. En este caso la ficha bibliográfica documentos
para ese documento se resuelve y se organiza de la si-
guiente forrna:
Alamán, Lucas.

"Oficio a Joel R. Poinsett". México, 10 de agosto de


1825. Legajo 7-11-40, fol. 4' Archivo Histórico de la Secre-
taría de Relaciones Exteriores de México'

9]eyüelll
"Instrucción a Joel R. Poinsett". Washington, 26 de
marzo de 1825. Instructions. (15 de julio de 1823 a 30 de
diciembre de 1825). Departamento de Estado, vol. 10,
págs. 225-238. Archivo Nacional de Washington.
Obsérvese que, en cualquier caso, debemos comen-
zar coÍr el autbr, seguimos con el titulo del documen-
to, la fecha, el léga¡o y su clasificaciÓn, el folio del
documento dentro aél1ega¡o y finalmente el archivo.
"o.t
24 cón¡o LocRAR EL MATERTAL pARA EL TRABAJo cón¡o LocRAR EL MATERIAL PARA EL TRABAJo 26

den alfabético, de acuerdo con las primeras letras que


La tarjeta se llena, en esa forma, sin dificultad y los formen el apellido de los autores de las obras.
datos son suficientes para que otro investigador"pue_ Sin duda, la bibliografia ideal sería la que reuniera
da localizar el documento en el archivo. las fichas de todo lo publicado en relaciÓn directa o in-
En el caso de tratarse de un archivo de hospital, directa con el tema de interés. En esta forma exhaus-
donde tuviéramos interés en un documento que pre_ tiva el estudiante tendria la certeza de haber incorpo-
sentara una gráfica de temperaturas de un enfeimo rado el conocimiento y la experiencia que sobre su
de polio, considerarÍamos cómo autor al médico que tema existe. Aunque este punto de vista ideal no debe
h.izola gráfic-a y llenariamos la tarjeta bibliográfica'en perderse del todo, hay que trabajar en términos de
la siguiente forma: iealidad. Por lo general, se logra absorber el conoci-
miento de las obias fundamentales que existen en las
bibliotecas locales. Completar el conocimiento biblio-
gráfico requiere recurrir a las bibliografias esp-eciali-
Zadas, qué dan noticia de libros editados sobre el
campo que nos interesa. Estas bibliografias se P9!li-
can óomb tales o forman parte de las secciones biblio-
Zamudio Pérez, Claudio. gráficas de revistas especializadas sobre la materia.
5e puede utilizar el Catálogo General de la UniÓn'
"Gráfica de temperaturas del enfermo de polio Ricar_ publicado por la Biblioteca del Congreso de- los Esta-
do López". Sección de enfermedades infecciosas, ex- dos Unidos de A-é.ica, que suele facilitar datos sufi-
p"di.trt" ttú-.45 cientes para ampliar el conocimiento de los libros de
dificil aóceso. Finalmente, cuando se desea consultar
un título de interés, el microfilme pone a disposiciÓn
nuestra el acervo de cualquier biblioteca importante
del mundo. En la actualidad, la forma más cÓmoda de
reproducción es la fotocopia, cuyo rlso se ha generali-
zldo en todas las bibliotecas y archivos.
Cuando estas fichas bibliográficas formen un cuerpo
que se considere suficiente, por contener lo que debe_
rá ser la bibliografia fundamental del tema, yie hayan
agotado las posibilidades de localizar mái trabájos
importantes sobre el mismo, el fichero estará prepa-ra_
do y se podrá comenzar a trabajar en el siguiente paso
de la investigación.
Las tarjetas bibliográficas se colocan en un fichero
que puede ser muy lujoso, de metal, o en una sencilla
caja de cartón, con tamaño adecuado para que las
fichas se puedan mantener en pie y orgaiizarsé en o._
I

La manera
de recoger
el material
Después de formar el fichero bibliográfico, se entra
en una fase interesante, la cual consiste en reunir los
conocimientos eruditos que darán fundamento a los
capítulos y a las secciones. Este tramo es uno de los
más pesados para el investigador. Leer todo lo regis-
trado en nuestra bibliografia significa tiempo y es-
fuerzo. No se visualizan los resultados del trabajo de
no ser por el montón de tarjetas que aumentan a un
lado de la mesa. Se hace, a veces, interminable. Tra-
tar de lograr una organización en los temas o un
guión de lo que se obtiene, se convierte en una pérdi-
da lamentable de tiempo. La sensación de estar traba-
jando inútilmente se hace obsesiva. Hay que cargarse
de paciencia, esperar a tener la lectura concluida y
concentrar la atención en lo que debe hacerse. Sin
embargo, surge en la mente una idea vaga de lo que
se va poniendo en claro, con un sin fin de detalles, a
veces estorbosos. Se dice que se ven los árboles y se
pierde la vista del bosque.
Lectura y más lectura es lo que cuenta en este mo-

27
28 LA MANERA DE RECoGER EL MATERIAL LA MANERADE RECOGER EL MATERIAL 29

mento, pero hecha de manera inteligente. No pode- A coso del potentodo Villoseco y llomodo por éste.des-
mos leer los libros de cabo a rabo; vamos persiguien- Oe eipono, vino o poror Cervontes de Solozor por tiem-
do una presa, y a ella nos dirigimos. El investigador óó o.icuotro oños. MÓs torde, surgieron entre
ombos po-
experto hace una lectura selectiva del libro; no lee, ve rientes los diferencios o que onteriormente hemos oludi-
do, los cuoles porecen hober existido desde '15ó9' por lo
las páginas del libro, defendiéndose de la fatiga; su perdurobo et\
mente no se fija sino en el momento en que salta la rnénói Tol situoción de tirontez 4572'
presa, entonces, con cuidado y toda atención, absorbe tóóno del iestomento mÓs ontiguo de Cervontes' en 4574
v én 1575, ol redoctorse el segundo: "Yten
decloro [dice
el contenido de los párrafos y va anotando, en sus tar- documentoslque Alonso de Villose-
jetas de trabajo, aquello que necesitay juzga adecua- ál-pr¡meró de dichos
óJ.¡ primo hermono, ho mucho tiempo que me moviÓ
do para su tema. tobre que le pogose lo que comÍ' beuÍ e vesti' es-
óiéito
Por ello, Ios libros anotados en la bibliografia arro- tondo en su coso quotio oños por su mondodo' sin tener
jan unas cuantas fichas, y el resto del libro sólo se ho- yo entendido que jomÓs se pusiero.en coso semejonte'
jea para ver que nada se pierda entre sus páginas. Asi, borqre si yo lo pensoro, obilidod y letros tenio poro go-
con paciencia de cazador, y a la vez con precisión, el ñót .rV bíen de comer, onles me hizo doño de tenerme
investigador avanza con rapidez através de las pági- iéngo [y] creo
v'."ó; quel dicho pleilo me lo moviÓ mÓs
"ii, y'posion que conmigo tenio, que por otro
nas de los libros, que unas veces requieren la lectura óó;
coso, púes'es ton poderoso e yo su primo hermono'"
cuidadosa de todas ellas, y en otras la lectura con
atención de un capítulo o de algunos párrafos. Otras
sólo se hojean y se desechan, porque no se relacionan
verdaderamente con el tema. En esta forma, al acos- El investigador que está recogiendo datos sobre
tumbrarse a leer selectivamente, la lectura puede Cervantes ¿é Satazar debe decidir qué parte le parece
abreviarse de manera considerable. Sin embargo, la importante del texto y si considera suficiente hacer
rapidez no debe ir en detrimento de la asimilación, y un resumen o prefiere tomar textualmente lo que Mi-
debe procurarse registrar todos los conceptos impor- llares Carlo Pone en su libro.
tantes, que a veces son fundamentales. Si se prefiere tomar nota del concepto que expresa
En cualquier momento, la rapidez de asimilación el escrifo, y no es necesario tomar mayores detalles'
debe ser igual a la de la lectura, de manera que, sin lo haremos en la forma siguiente, en tarjetas de inves-
necesidad de volver atrás, se pueda seleccionar el tigación, para lo cual el tamaño adecuado de la tarjeta
contenido y decidir, sobre la marcha, si conviene o no poóo más o menos, la mitad de una hoja de pa-
tomar nota y en qué forma se debe hacer, si resumien- """d.,
pel tamaño carta:
do lo leído o copiando literalmente como veremos a En esta tarjeta de trabajo tomamos el concepto que
continuación. nos interesa ieduciéndolo lo más posible, situamos el
En un libro de AgustÍn Millares Carlo titulado suceso cronológicamente y, además, la encabezamos
Apuntes para un estudio bí.bli-ogrdfíco del humani.s- para que sin nécesidad de leerla tengamos- una des-
ta Francisco Ceruantes de Salazar,t leemos lo que óripcién del contenido que facilite su manejo'
siSue: Srrpongamos, sin em6argo, que no es suficiente el
concépto"general expresado por Millares Carlo' sino
l(Filosolia Letras, número 35.) México, Universidad qre .tós in-teresa tornar textualmente lo que refiere el
origi.t"l. para dar más color a nuestro escrito' En ese
-v
ma de México, 1958. Págs. 32-3í3.
I
30 LA MANERA DE RECOGER EL MATERIAL 3I

caso, utilizando el mismo texto que hemos visto, pro- Volvimos a situar el suceso cronolÓgicamente, en-
cederemos así: cabezamos provisionalmente la tarjeta, resumimos la
primera parte que no tenia interés para tomarse tex-
tualmente y, en cambio, escribimos entre comillas,
1569-75 Relaciones familiares copiando fielmente, todo aquello que por su lenguaje
antiguo y por ser parte de un documento de la época,
Ceruantes de Salazar tuvo malas relaciones con su primo hermano Alonso
nos llamó la atención y deseamos tener presente en
Villaseca, con cfuien se hospedó en España. La mala situación se perfiló desde
1569. En 1575 Villaseca puso pleito a Ceryantes de Sa-lazar para gue le pagara lo
nuestra investigación. El lector notará que hemos uti-
que gastó en su manutención y vestido durante cuatro años. lizado un signo llamado corchete para intercalar dos
palabras que son nuestras "[dice Cervantes]" y que
A. Millares Carlo, Apuntes para un estudio bi- deben distinguirse del texto tomado entre comillas; si
bliográfico del humanista Cervantes de Salazar. no lo hiciéramos, se le adjudicarian al texto cifrado.
pá9s.32-33.
Al finalizar la parte en cita, antes de cerrar las comi-
llas, hemos puesto tres puntos que indican la conti-
nuación del texto que no consideramos pertinente con-
tinuar copiando.
Respecto del manejo de las comillas es conveniente
aclarar, en este momento, que al copiar un texto se
deben respetar las erratas o faltas de ortografía del
original, pues las comillas indican que su contenido
o asl: es copia fiel. Pero, si en el original se encontraran co-
millas, éstas deben convertirse en comillas simples,
pues las dobles se utilizan cuando nosotros comenza-
1 569-75 Relaciones familiares mos y terminamos de copiar. En la forma siguiente:
"texto original 'entrecomillado en el original' texto
Ceruantes de Salazar tuvo malas relaciones con su primo hermano Villaseca, original."
con quien se hospedó en España. La mala situación se perfiló desde 1569-1575,
fecha en que Villaseca: "mi primo trermano, ha mucho que me movió pleito [dice
A veces, una lectura puede sugerirnos ideas que
Ceruantesl sobre que le pagase lo que me comí, beuí e vestí, estando en su casa
queremos tener presentes en el momento de escribir;
cuatro años por su mandado sin tener yo entendido que jamás se pusiera en cosa pero, si no las apuntamos, con toda seguridad será
semejante porque si yo Io pensara, abilidad y letras tenÍa para ganar muy bien Aificil evocarlas en el momento de releer el material.
decomer.. -" Es conveniente, pues, que las fijemos en una tarjeta
que clasificaremos i$ual que las demás para encon-
A. Millares Carlo, Apuntes para un estudio bi-
bliogrráfico del hmanlsta F. Cervantes de Salazar,
trarla en el lugar debido del fichero cuando nos ocu-
págs.32-33. pemos de escribir ese tema.
Fijaremos en ella la idea que nos sugiera la lectura y
haremos las referencias necesarias al escrito causan-
te de la misma. Por ejemplo, utilizando el mismo tex-
to de Millares sobre Cervantes de Salazar, se nos
ocurre:
I
32 i
LA MANERA DE RECOGER EL MATERIAL 33

mos el número de la primera y el de la última consul-


tadas, unidos por guiones. Si se tratara de páginas
1569-75 Relaciones familiares
El disgusto
salteadas se separarían mediante comas los números
!g !^" mismas:
Las relaciones familiares son siempre difíciJ.es; tanto en épocas históricas
como en la actual.idad surgen conflictos y, generalrnente, los problemas económi- pág. 3. págs. 3-4. págs. 3, 5, B, l2-I3, 18,25-28.
cos llevan a verdaderas rivaüdades gue producen menguas en el efecto de los pa-
rientes. Puede tomarse como uno de estos ejemplos a Ceruantes de Salazar en sus
relaciones con su primo hermano, rico, que Ie albergó, rompiéndose ta armonía y
De mucha importancia es, insistimos de nuevo, que
suscitando reacciones üolentas en Ceruantes. cada ficha de trabajo contenga sólo una idea que se
A. Millares Carlo,, Apuntes para un estudro
estudio bi-
.bi-
describa de manera pertinente en su encabezado,
bliográfico del humanista F. Ceruantes de Salazar. pues al juntar varios conceptos en una sola tarjeta
págs.32-33. desaparece la posibilidad de clasificarla.
Leído todo el contenido de la bibliografia y forma-
das las fichas de trabajo, tal como hemos descrito,
procederemos a organizarlas para montar definitiva-
mente el fichero de trabajo del que debe partir la
escritura.

Al final de la tarfeta de trabajo siempre debe constar


de dónde salió el parrafo, pneé e"a anotación formará
parte de nuestros pies de página en el escrito final.
No debemos olvidar que en las tarjetas de trabajo
sólo debemos registrar un concepto, pues de lo con-
trario no podríamos organizarlas llegado el momento.
Contamos con la ficha bibliográfica completa del
libro; en la tarjeta de trabajo será, pues, suficiente con
el nombre y apellido del autor. En algunos casos,
cuando el autor nos es muy conocido, basta con la ini-
cial del.nombre y su apellido, pero sin invertir el or-
den; luego, el título del libro, que se puede poner
completo o simplificado en caso de titulos muy largos.
En el que utilizamos podriamos poner, abreviándolo:
Apuntes para un estudio bibliogrdfíco. . . inmedia-
tamente el signo del volumen abreviado en Vol. o el
de tomo T., y el de la página p. o pág., o el plural, si
fuera el caso, pp. o págs., y el número de la página
donde se encuentra el escrito que formó nuestra nota.
Si se tratara de varias páginas consecutivas pondria-
Organización
del material
en el fichero
de trabajo
Si las fichas han sido elaboradas con el cuidado y la
precisión necesarios, organizar el fichero de trabajo
no es problema difícil. Cuidadosamente, volveremos
a leer ficha por ficha, y confrontaremos que el encabe-
zado de cada una de ellas sea pertinente; de lo contra-
rio, debemos corre$irlo de acuerdo con nuestra nueva
impresión en esta segunda lectura. Si alguna ficha
contiene más de una idea, debemos proceder a sepa-
rarlas y ponerlas en tarjetas diferentes. Si considera-
mos que alguna ficha puede caber en dos temas, de-
beremos copiarla tal como está y encabezarla con los
dos temas en los cuales pensamos que pueda caber, o
bien, utilizar una tarjeta de referencia que se sitúe en
el lugar que corresponda según su encabezado y que
nos remita al lugar donde se encuentra la tarjeta que
la originó. Hecho esto, nuestras fichas están prepara-
das para organizarlas.
Podremos reunirlas en una caja de acuerdo con su
orden cronológico; esto sería lo más sencillo, pero po-
siblemente ofrecería dificultades para la escritura,
T
36 EL MATERIAL EN EL FIcHERo DE TRABAJo EL MATERIAL EN EL FICHERO DE TRABAJO 37

pues se mezclarian temas en periodos arbitrarios. La libro depende del orden que se dé a las fichas, de que
otra forma de clasificar consiste en reunir las fichas todas ellas sean verdaderamente pertinentes, de que
que se refieren al mismo tema e ir formando separa- al revisar el fichero, desde la ficha inicial (en temas
ciones temáticas generales. Luego, cada lote de fichas históricos desde la fecha más temprana) hasta la últi-
encabezadas con el mismo tema quedarán reunidas, ma, se pueda leer sin lagunas y que el material tenga
y dentro de cada uno de estos paquetes que habremos secuencia. En caso de encontrarse huecos, ello indica-
formado podemos darles un orden cronólógico. Orde- ria que la investigación o el material fue insuficiente.
nadas asi, las colocamos en el fichero de tiabajo. Habría que volver a la lectura con el fin de cubrirlos.
Suponiendo que trabajáramos sobre el perioáo his- Terminada la clasificación de las fichas y hechas las
tórico de ISOO a 1824, encontrariamos fichas que divisiones pertinentes, encontraremos que tenemos
hablarían de politica, otras de economia, unas de so- un resultado: nuestro libro cuenta con:
ciedad y otras de religión. Cada ficha de estos rubros
iria l formar parte del apartado que le perteneciera, y Capítulo 1. Política.
finalizariamos el primer paso de la clasificación té-
niendo todas las fichas de trabajo incluidas en los cua- Capitulo 2. Economia.
tro apartados que ellas mismas nos dieron: politica,
economia, sociedad y religión. Capitulo 3. Sociedad.
El segundo paso consiste en tomar cada uno de los Capitulo 4. Religión
paquetes y arreglar las fichas cronológicamente den-
tro de los propios apartados: Politica; la primera ficha Pero, además, en nuestra segunda lectura, y como
que encontramos se refiere a l8OO, la segunda a
lBOf , la tercera a 1BO2; al terminar todo el grupo lo consecuencia del arreglo interior de cada uno de estos
depositamos en su caja, y pasamos a hacer lo mismo apartados, hemos encontrado subdivisiones temáti-
cas que marcan subcapítulos, y cada uno de ellos for-
con el segundo, luego con el tercero, y, finalmente, mó nuevos paquetes de fichas dentro del paquete ini-
con el cuarto. Ello querria decir, que nuestra investi-
gación proporciona material para desarrollar cuatro cial que lleva los rubros generales antecedentes.
temas dentro del periodo de l8OO a 1824, y que los te-
mas son politica, economía, sociedad y religión. Éstos Capítulo l. Politica.
serán los capítulos principales y centrales áe nuestro
estudio. La secuencia que les demos dependerá de a) constitucionalismo,
nuestras preferencias, y, sobre todo, de unorden lógi-
co; por ejbmplo: podríamos tratar primero de la socle-
b) federalismo,
dad del periodo, entra¡ después eñ su politica, luego
en su economia y finalmente aplicarnos al estudio áe
c) centralismo.
la religión.
Todavía nos queda la posibilidad de pensar si den- Capítulo 2. Economía.
tro de cada uno de estos capitulos conviéne establecer
subcapitulos. El escritor debe tener en cuenta, al lle- a/ las exportaciones,
gar a este punto de su investigación, que el éxito del
bi las importaLciones,
T
38 EL MATERIAL EN EL FICHERo DE TRABAJo

c) los presupuestos.

Capitulo 3. Sociedad.
a) los dirigentes,

b) los industriales,

c) los burgueses,
d] los traba-iadores. El proceso
Capítulo 4. Religión. de escribir
a) católicos,

b/ protestantes,
c) religiones indígenas.
Cuando llegamos a este punto contamos con la hoja
En esta forma, partiendo de las tarjetas de trabajo donde constan los apartados de nuestro fichero, las
obtenemos la estructura que tendrán nuestros capitu- fichas en orden con todo nuestro conocimiento sobre
los, que serán la parte central de nuestro libro. El ver- el tema y los instrumentos materiales necesarios para
dadero indice o temario del contenido de los libros comenzar.
surge del material, y no el material de un indice-pro- Es el momento de sentarnos con calma a iniciar la
yecto que se estableciera antes de la investigación. redacción de nuestro trabajo. La tarea es de lectura,
ahora, sobre nuestras propias fichas de investigación
-analizándolas
y meditando-, y de redacción para
dar forma a su contenido.
No debemos descuidar que escribimos para otras
personas, quienes al leernos tienen derecho a com-
prender nuestro escrito con el menor esfuerzo posible
de su parte.
Lo primero que escribiremos es el contenido del
fichero. Iremos por sus apartados comentando, trans-
cribiendo, sintetizando, evaluando y analizando, para
llegar al final impregnados del material de investiga-
ción.
El tema se habrá agotado, en nuestra redacción,
1
4l
40 EL PRocEso DE EscRrBrR

cuando hayamos terminado con todas las fichas que


frontera
forman parte de los diferentes paquetes del fichero. México, 23 de diciembre d.e 1831
La mente tendrá una impresión fresca del conteni- et ministro nortea-
do total de la investigación; entonces escribiremos la Al ratificarse el tratado de comercio y amistad en Méxlco'
preparado para tratar el p¡oblerna de Texas
mericano se consideró
conclusión, luego la introducción y finalmente le pon- "Being now at lersure to turn my attention to another subject
I hope to be
dremos el titulo al trabajo. El orden es intencionado, ablevery shortlytocommunrcatesomethingonthesublectof
T " (Texas)'

pues indica que hacemos la exposición y el análisis


Butler aI presÍdente Jackson' México'
A Butler'
del material en nuestros capítulos; sintetizamos y 1832 Docs' 1-35 Depart-
analizamos en nLlestras conclusiones, y planteamos oct. 17, L829, august 12,
Archive of
ment of State, vol- 5, doc s/n ' National
(a sabiendas de a dónde llegaremos en nuestro reco- Washington.
rrido) las preguntas y los temas -que ya hemos con-
testado- en nuestra introducción.
Para comenzar tornaremos tres o cuatro tarjetas del
flchero. las primeras, y leeremos con cuidado para te-
ner una idea de hacia dónde se debe dirigir nuestro
escrito y para mantener en mente el objetivo.
Al sintetizar cada tarjeta, o grupo de tarjetas, que se
integrarán en párrafos, el investigador debe poner
una llamada que llevará a la nota de pie de página en
donde registrará la procedencia, el material original,
libro o documento, que dio lugar al escrito.
El lector que quiera cotejar nuestra opinión o nues-
tra sintesis tiene derecho a recurrir al libro o docu- frontera'
mento que dio origen al concepto. Pero la redacción México, lodefebrerode 1832.
del material no consiste simplemente en zurcir el con- que México tenía
Por medio de un anrgio se había hecho patente a Butier
tenido de una tarjeta con otra. Nuestra inteligencia dificultades económrcas, y consideraba la situación
perfecta para plantear el
debe asimilar el contenido que narraremos, comenta- asunto texano-
remos o discutiremos al dar nuestra versión de ese si México, por cualqurer razón' no quisiera vender Ia
provincia' lo mejor seria
una hipoteca sobre
materiai escrito. que pidiera un préstamo a los Estados Unidos, concediendo
mismo clue una compra
sería lo
el territorio. Como Ménco nunca pagaría a tiempo,
Asi por ejemplo, tenemos dos fichas como las que
cuandose embargara la Proüncia
aparecen en la pá9. 41. Surgirían dos dificultades para este proyecto: 1) las concesiones
gue México
y 2) los enemigos pOüti-
Unavez leidas ambas fichas con cuidado procedere- acababa de hacer en la provrncla a mexicanos influyentes
redoblar sus ataques al
mos a escribir nuestro párrafo, que será el principio cos dei gobierno que utihzarían esta combinación para
de un capítulo, y utilizaremos algutros de los conoci- mismo.

mientos que viene arrojando el material para darle Buttler a Livingston, México' A -Butle¡'
septrem-
una breve introducción a las fichas, propiarnente; bre 10, 1832, junio 9, lS36 Department of State'
vol. 6, s/n. National Archive of washinqton'

Los Estodos Unidos comenzoron o inquietorse con lo


folto de noticir:s sobre el curso tomodo por el problemo
T lIl
I

42 EL PRocEso DE EscRrBrR EL PRocEso DE EscRrBrR 43

fronterizo. El presidente Jockson se impocientobo y criti- Al pie de la página deberemos poner los datos nece-
cobo lo inoctividod del ministro Butler, quien se defendÍo ,"iloi para faóitñar a nuestros lectores la localización
diciendo que le hobÍon outorizodo poro posponer sus
gestiones mientros lo creyero necesorio. Desde el mes de Aet Aoóumento. Lo haremos como si$ue' sin olvidar
moyo hosto el mes de ogosto de ,l 83 4 los osuntos quedo- que debemos poner antes, pues el asterisco precedía'
ron detenidos, o couso de uno giro del Secretorio de Re- lá traducción del texto citado:
lociones de México por el sudoeste de lo Repúblico. espe-
'Teniendo tiempo ohoro poro volver mi otenciÓn o otro osunto'Texos'
r.o que try en bieve podrb comunicorle olgo con respeclo o
Hasta aqui nuestra introducción, que creemos sufi- lBuller ol GenerolJockson, presidente de los Estodos unidos, Méxtco'
ciente para comer:zaÍ a incorporar el material al escri- e. n"i.l ,ót, S, sln . Notionol Archives of Woshington'
to. Continuamos, pues, con el contenido de la primera
ficha que vamos a sintetizar: Luego, regresaremos el carrete de la máquina de es'
cribir á su tügar y mediante punto y aparte' continua-
remos con nuestra segunda ficha:
Eltrotodo de comercio todovío se retrosó hosto el mes
de diciembre y, ol ser rotificodo, Butler quedó comple- Duronte el oño de '1832, el problemo de Texos fue cru'
tomente libre poro trotor el problemo de Texos. ciál en los relociones entre lós Estodos Unidos y México.
Butlersupo,pormediodeunomigo,delosdificultodes
Consideramos de mucha importancia la forma en ."ónOtic"s de México y los consideró comosus un foclor
plonteqmiento de preten-
que Butler indica cómo se va a ocupar del asunto y, ó¡*orá¡"f poro focilitor bl
que no se consintiero en lo vento
por lo tanto, incluimos sus propias palabras, entreco- Ión"t No ie importÓ
pidiero un
millándolas. Usaremos además un párrafo aparte áét Íerritorio texono, y'preferÍo que México gorontío.
para darles más realce. Al mantener el párrafo en ó¿stámo con el territoiio de Texos como y N.o

áu"o-üoáe que México follorÍo en los pogos el resultodo


inglés, tal como fue escrito, pondremos inmediata-
mente después de las comillas un asterisco, que lleva- lñál .árlo igüolque si se hubiero propuesto lo compro.z
remos al pie de la página con la traducción del texto. Volvemos a correr el carrete al final de la página'y a
En otras ocasiones se puede hacer lo contrario: poner continuación de la nota uno escribiremos la segunda:
la traducción en el texto entrecomillado y al pie de la
página la redacción en el idioma original. 2Butler o Livingston, secrelorio de Estodo de los Estodos unidos' Méxi-
co. 4 O de febrero o" lAiZ vaé*ico.
A' Butler' vol ó' s/n ' Nofionol Archi-
"Being now of leisure to turn my ottention io onother sub- ve of Woshington
ject I hope to be oble very shortly fo communicote some-
thing on the subject of T , , . [Texos].". En esta forma, resumiendo los datos anteriores' ve-
,rro" qrr. el escrito queda dispuesto en la forma si-
guiente:
Escribió el 23 de diciembre de '183'l o su presidenfe
Jockson. t
inquietorse con lo
o
Los Estodos Unidos comenzoron
problemo
Al terminar el párrafo, ponemos nuestra primera torro oé noiicios sobre el curso tomodo por e.l y criti-
fronterizo. El presidente Jockson se impocielJqbo
llamada para escribir al pie de la página la primera ' ministro en Mex¡co, qulen
nota, y de alli en adelante las numeraremos progresi- cobo lo inociividod de Bu'er, su
poro pos-
se áéteno¡o diciendo que le hobíon outorizodo
vamente hasta finalizar el capitulo. necesorio Desde
óñi;ra gestiones mióntros lo creyero
T
EL PRocEso DE EscRrBrR 45
44 EL PROCESO DE ESCRTBIR

' él mes de moyó hosto el mes de ogosto de 4 831 los osun- <rapitulo con el punto que cierra el contenido clt:
l¿r trl-
tos quedoron detenidos. o couso de uno giro delSecre- tima nota, sino que buscaremos la forma de rt:t'ogt'r
torio de Relociones Exteriores de México por el sudoeste rruestro escrito. Será un párrafo final en el que tro clt'-
de lo Repúblico. tr.mo" dejar cabos sueltos' El capitulo del quc sa('¿l-
rnos los tdxtos anteriores, que trata de la frontera
m(:-
El irotodo de comercio todovío se retrosó hosto el mes *i"u,.t. con los Estados Unidos, termina diciendo:
de diciembre y, ol ser rotificodo Builer quedó completo-
mente libre poro trofor el problemo de Texos, La forma definitiva que se dio a la línea divisoria entrc:
de.l tra-
las dos naciones fue de?inida en el artículo quinto
"Being now of leisure to turn my ottention to onother sub- ñ; á" Guadalupe Hidalgo después cle las discusiones
ject I hope to obe oble very shortly to communicote so- precedentes en los términos si$uientes:
mething on the subject of T. . , [Texos]".
Al exponer la forma en aY9 quedÓ la frontera se aca-
Escribió-e*l ZS Oe dicrembre de 1831 o su presidenle bó el tema y se prepata ál leitor para emprender la
Jockson, t lcctura del sifluiente caPítulo'
Duronte el oño de 4 832, el problemo de Texos fue cru-
ciol en los relociones entre los Estodos Unidos y Mexico.
Butler supo, por medio de un omigo, de los dificuliodes
económicos de México y los consideró como un focfor
primordiol poro focilitor ei plonteomiento de sus prelen-
siones. No le importó que no se consinfiero en lo venfo
del territorio texono, y preferío que México pidiero un
préstomo con el territono de Texos como gorontio No
dudobo de que México follorío en los pogos y el resultodo
finol serÍo iguol que si se hubiero propuesfo lo compro.z

'Teniendo liempo ohoro pqro volver mi otenciÓn o olro osunlo, espe-


ro que muy en breve podré comunicqrle olgo con respecto q Texos.

lButler ol Generol Jockson, presidenie de los E. U., México 23 de di-


ciembre de 183'1 . México, A. Butler, vol, 5, s/n,, Notionol Archive of
Woshington,
2Butler o Livingston. Secreiorio de Estodo de los Estodos Unidos, Méxi-
co. de febrero de 1832, México. A. Butler, vol. ó, s/n., Notionol Arch¡-
4O
ve of Woshinglon,

De esta manera proseguiremos sintetizando' co-


mentando las fichas e ilustrando al lector acerca del
material que hemos recogido, y cómo lo evaluamos'
hasta llegar a agotar las fichas de la unidad que escri-
bimos. Al terminar con éstas no debemos dejar el
T

1i

Las notas
de pie
de página
Hemos trabajado con dos fichas provenientes de do-
cumentos y, por lo tanto, las notas al pie de la pá$ina
contienen la información respectiva. Cuando las fichas
procedan de material impreso se debe actuar en for-
ma parecida. Al final del libro pondremos la bibliogra-
fia completa de todo lo utilizado.
Cada palabra y cada renglón de impreso aumentan
el costo del libro. Por lo tanto debemos usar el menor
espacio posible en el aparato accesorio de las notas.
Pero no debemos prescindir de la información que
anotamos en seguida:
f . El nombre o inicial del autor, subrayado dos ve-
ces;
2. apellido paterno sin abreviaturas, subrayado dos
veces;
3. titulo del libro, completo si es corto, o abreviado
si es largo, y siempre subrayado una vez para
que la lnprenta lo forme en el tipo conveniente;
4. el tomo o volumen, siempre abreviado con el
47
lr
48 LAs NorAs DE prE DD pÁcrNA
LAs NorAs DE PrE op pÁcrna 49
punto que indica la abreviatura y el número del mera vez a Carbia, según lo hicimos en la número uno.
mismo; El uso de ibidem sólo debe hacerse después de una o
5. l? palabra-"página,' en singular o en plural, pero varias citas de Carbia, pues indica que se repite la an-
siempre abreviada; terior variando solamente el número de las páginas.
6. el número de la página a la que se refiere v Si interpusiéramos entre la dos y la tres una nota de
7. el punto que cierra la nota. otra obra, el ibidem ya no se referiría al libro que se
Queda entonces la nota como sigue: venia citando sino al que inmediatamente lo antece-
diera.
,al J3fu@-Qrb_,
crónico oficiol de pog Cuando debemos repetir en una nota el mismo con-
tenido de la anterior, o sea el mismo autor, el mismo
Esta nota es correcta, pero también lo es si abrevia_ libro y las mismas páginas, entonces utilizaremos las
mos el nombre del autor, por estar éste completo en ia abreviaturas ídem_, que significa "igual", o locus cita-
bibliografía que va al final del libro. podemos todavia tus, abreviado loc. cit., qul indica .lugar cita¿o", sin
acortarla en la forma siguiente: necesidad de poner otra información. Por ejemplo uti-
lizando todos los casos posibles.
l. R _Co¡Oio, Crónico oficiol de los lndios, póg. 452. 1. R-eqrbio, Crónico oficiol de los lndios, pog. 452,

la número dos, tenemos que


2. lbídem, pó9, 453.
--^?1.1_l".nota^sigiuiente,
volver a citar el mismo libro de Carbia, podemos prL"_
3, Loc, cit,
cindir del titulo sustituyéndolo con lás palabr; ¿; 4. C. Pérez Postor, Memorios de lo Acodemio Espoñolo,
f.x, pógs, 414-5.
castellano obra citadc, o en latin, opus áitatus, que 5. R. Corbio, ob, cit,, pógs. 163-4
subrayaremos porque van en luSar del tÍtulo. fam_ 6. Loc. cil.
bién por razones dé espacio, esta-s palabras ¿.n"n 7. ldem.
abreviar; si hemos escogido las castellanas, "" ,it.,
"A. que"
op. ct-t. si preferimos las-latinas; y cualesquiera También podemos usar las notas para hacer comen-
sean las que escojamos, deber,r"ri". unifoimemente tarios o ampliar lo que hemos dicho en el texto:
en todo el manuscrito. La nota se leerá:
8. F t
Z. R-CotOiq, ob. cit., póg. 154. Ed. Vollodolid 1927, pógs.
448-9, sosiiene esto opinión, y según Rómulo Corbio,
Si todavia la nota tres tuviera que referirse a la mis_ ob. cit.. póg. 452, noto 4, "otógoiozoffi
ma obra, podremos sustituir tanto el autor volederos".
""-o "i ü-y
tulo po-r la palabra lbídem, que indica ,.to mismo;;,
que debemos subrayar. Otra función de las notas es la de facilitar al autor
explicar detalles que no caben en el texto porque dis-
3. lbídem. pó9. ,tó0, traerían al lector o porque harian pesada la lectura
cargándola con exceso de erudición; por ejemplo:
, Obsérvese que la forma utilizada en la nota dos pue_
de ser usada siempre después de haber citado 9. Herrero trodujo los siguientes obros del itoliono: de
ñJñ Juon Botero, los diez Libros de lo rozón del Estodo.
5() LAs NorAs DE pIE DE pÁcrNA LAs NoTAsDEPIEnP PÁcrw¡ 51

editodo en Modrid. 4593. De Juon Tomós Monodoi. vez que las mencionan. "R.H.A." indican Revisl¿l rlt'
fistorio de los guerros entre los t História de América. En estos casos en la bibli<;grirfiir
se deben incluir dichas abreviaturas en el lugar t¡trt:
v el orte de servir o Dios, woor¡o@ les corresponda para remitir el título complclo <lt' lit
bjg. op. cit., póg. ,153.
revista médiante la indicaciÓn: "Véase [seguicla tlt:l:
Revist.a de Historia de América, sin necesid¿trl <ltr
Algunos autores de trabajos norteamericanos citan rnas datos. Los datos bibliográficos completos so lx)Ir-
al pie de la página simplificando con extremo: ponen drán en el lu$ar donde le corresponde a la revisl¿t:
en su bibliografia la ficha completa, como nosotros,
pero en cambio, al pie hacen mención solamente del R.H.A., véose Revisto de Historio de Américo.
apellido del autor y de la fecha de la edición, seguida
de la paginación de la cita:
40 Mjllores, 49s8, pó9. 32
En caso de citar a continuación otra obra de Milla-
res, por ejemplo, Don Juan de Eguiara _y_Eguren -y€u
Biblioteca Mexicana (Colección de Filosofia y Le-
t@ico, Universidad Nacional Áutó-
noma, 1957,la siguiente nota la formularian asi:
'11 Mjllorer '1e57, pós. 5.
Aqui habria que distinguir en la bibliografia las
correspondencias de las fichas de edición. Pondria-
mos bajo el apellido Millares Carlo, Agustín, los libros
que le corresponden organizados por fecha de edición
y precedidos de la misma para facilitar que el lector
los localice con facilidad.
Mülsrc,rlqllaJguú, 19 57 .

pon Juon José_lgg1gtq_y_lgg9!_y__!g__q!pli9199g


@
Universidod Nocionol
ioT7l.-Méxic-o.
Aufónomo de México.
4958.
Apunle!_ps¡g_!rl_9$ggto rófico del humonisto
Froncisco Cervonfes de S (@
iversidod Nocionol Autónomo de
México.

Algunos autores citan revistas mediante las inicia-


les de su titulo, que les sirven de abreviaturas cada
La conclusión

Hay libros que tienen conclusiones y libros que no


las tienen. En parte, el tipo de material y la naturaleza
del libro pueden determinar que el autor incluya o no
este capitulo final. Un libro científico sin conclusiÓn
parece dar a entender que el autor rehúye la síntesis.
Sin embargo, puede darse el caso de trabajos muy po-
lémicos donde la conclusión no sea reahnente nece-
saria.
De manera muy general, y dejando de lado el caso
cspecifico, parece lógico un capitulo de conclusiones
rlonde el autor haga un esfuerzo para sintetizar y rne-
rlitar con su lector el significado del trabajo que llevó
¿r cabo. Si se tratara de una tesis, el trabajo sin conclu-
siones, limitado a la presentación y análisis de sus
rrrateriales, parecería todavia más impropio.
La conclusión es la última impresión que de un li-
lrro retiene el lector y ello obliga todavia más a expo-
rrt'r aqui las ideas con claridady lógica. En la conclu-
sirin el estilo debe ser particularmente accesible y claro.
I-a conclusión de un libro es difícil de justificar si no

53
T
LAcoNcLUsIÓN 55
64 LAcoNcLUsróN

se formula de una manera práctica; no ha de ser un


Comienza haciendo referencia a todo lo escrito en el
repaso de cuanto se escribió, sino una sintesis de lo libro, al decir:
logrado en el libro. No se trata de resumir en menor Nuestro examen de las formas de arte primitivo ha termi-
espacio el material expuesto en los capitulos; hay que nado. Ahora procuraremos hacer un resumen de nues-
tenerlo presente, razonado, evaluado y expuesto tal tras indagaciones.
como se planteó en los capitulos, para sacar de él lo que
constituye la verdadera aportación del mismo. La De inmediato nos lleva a la primera conclusiÓn que
conclusión debe ser un ensayo que se desprenda en logra en su estudio:
forma lógica del libro y ponga de relieve los resultados
que el propio autor crea haber conseguido. Hemos visto que el arte tiene su origen en dos fuentes:
Podriamos decir que la conclusión debe ser la sinte- las actividades técnicas y la expresión de las emociones y
sis de la aportación de cada uno de los capitulos, más pensamientos, tan pronto como éstos han tomado for-
la síntesis general de conjunto de las síntesis de todos mas fijas.
los capitulos, y finalmente la evaluación de la síntesis
obtenida. Sigue Boas explicando en los párrafos cómo se pro-
Por ejemplo: utilicemos el plan imaginario que tra- ducJeste arte, y comienza en el último párrafo de la
zamos al hablar de la organización de nuest.ras fichas, página 337 con otra de sus conclusiones:
y pensemos en cómo formar la conclusión. La fornra
de manejarnos seria la siguiente: En las diferentes artes se manifiestan principios formalcs
definidos... presentes en el arte del hombre del muncl<r
Síntesis de la aportación del capitulo 1. Politica. entero''.losreputamoscomolascaracteristicasmásfull-
Sintesis de la aportación del capitulo 2. Economia. damentales de todo arte.
Síntesis de la aportación del capitulo 3. Sociedad.
Sintesis de la aportación del capitulo 4. Religión. Sigue hablando de la simetría, del ritmo y del-(:nfa-
Síntesis general de conjunto de las sÍntesis de los sis dé forma, analiza cÓmo se produce, y hace afirma-
capitulos 1,2,3y4. ciones de tipo general que sÓlo son posibles gracias itl
Evaluación de la sintesis obtenida de los capitulos análisis que ha hecho en el capítulo especial; dicc, por
anteriores. ejemplo:

Para lo que venimos diciendo, desgraciadamente, Observamos también que la repetición ritmica corr('()l-
no podemos reproducir una conclusión; pero nos ref'e- dinariamente en fajas horizontales y señalamos el ht:<'l¡<¡
riremos a la de Franz Boas en su libro El arte primití- general de que los objetos de la naturaleza, del misrllo <r
uo. r Boas ha hecho un análisis de materiales, discu- fiarecido géñero, están dispuestos en capas horizont:tlt's
tiéndolos a la vez que los expone, en un recorrido de óo-o los bosques, las montañas y las nubes, las pit'r¡rits'
el cuerpo y las extremidades.
trescientas treinta y siete páginas, y en siete páginas
redacta su conclusión, de la siguiente de forma:
En esta forma si$ue Boas hasta llegar a la págin:r lJ'lll'
en que formula su sintesis de las síntesis de los t'it¡ri-
lVersión española de Adrián Recinos. México, Fondo de Cultura Econó- tulos en el párrafo primero, tlue comienza dit:it'tttlo:
mica, 1947, págs. 337-343.
LACONCLUSIÓN 57
56 LAcoNcLUsróN

Las artes gráficas y plásticas deben mucho de su valor manifestaciones. Hoy ya no somos esclavos de un estilo
emotivo a los valores de forma representativos y simbóli- iiio. l-" compleiidad dé nuestra estructura social Y fu-gs-
cos y ello es también cierto de la literatura, la música y la ;;; il;"átáa" variados nos permitendepercibir la gente
belle-
que
danza. Mientras contengan palabras comprensibles, la na- ,." qn" están ocultas pala l-os sentidos
it" una cultura tttá" limitada' Es la calidad de la ex-
rración y la poesia tendrán un significado que puede re-
vestir un profundo sentido porque tocan aquellos aspec- "i""
periencia de aquella gente,.no una diferencia de mentali-
tos de la vida que excitan las emociones. A menudo exis- áá4, f" que distingue"entre la producciÓn y la apreciación
te un significado adicional cuando las palabras tienen á"i..t.'por homÉres modernos y por los primitivos'
una connotación ulterior de carácter simbólico relaciona-
da con las ideas religiosas o filosóficas. En la música y en Asi acaba Boas su conclusiÓn' pasando los temas
el baile la significación simbólica suele ir unida también tal como los expusimos en un principio: la sÍntesisy' de al
a la forma. cada uno de los la siñtesis del conjunto
""pitnto",
iir"i, con el párrafb que prec-ede, evalúa y contrasta lo
Todavia va a redondear estos conceptos finalizando los sentimientos
;;;;;á;td. en et libio al diferenciary de los modernos'
con la evaluación de su estudio al establecer los con- de los pueblos primitivos
trastes entre las sociedades primitivas y las modernas ".ti"tiEot
con respecto a su sentimiento y a la forma de producir
el arte; el último párrafo de la conclusión dice:
Hemos llegado al final de nuestras consideraciones, pero
falta resolver una cuestión. Hemos visto que la aspira-
ción a la expresión artística es universal. Podemos decir
algo más: que la masa de la población en la sociedad pri-
mitiva siente la necesidad de embellecer su vida con más
intensidad que el hombre civilizado, al menos que quie-
nes pasan la vida acosados por el deber de adquirir los
medios indispensables de subsistencia. Pero también,
entre otros, el deseo de conseguir la comodidad ha sido
superado por la aspiración a realizar la belleza. Entre la
gente primitiva lo bueno y lo bello coinciden. La bondad
y la belleza son una misma cosa. ¿Poseen ellos, por ven-
tura, la misma sutileza de apreciación estética que se en-
cuentra al menos en parte de nuestra población? Creo
que podemos decir con seguridad que en el estrecho cam-
po del arte caracteristico de cada pueblo el goce de la
bqlleza, es el mismo que entre nosotros: intenso entre
unos pocos, ligero entre la masa. La disposición a entre-
garse a la exaltación producida por el arte es probable-
mente mayor, porque la reserva convencional de nuestra
época existe en la rnisma forma en la vida de los hombres
primitivos. Lo que distingue el sentimiento estético mo-
derno de la gente primiriva es el carácter variado de sus

I
La presentación
del trabajo,
advertencia
y prólogo
El libro, al tener capitulos y conclusiones, está ter-
minado. Sólo le faltan detalles de presentación a los
que el escritor debe atender. El primer detalle impor-
tante es la presentación del libro a la persona que va a
leerlo: un diálogo amable entre el lector y el autor en
el que éste explica por qué escribió el libro, a qué pro-
blemas responde y cómo se hizo. Quizá lo más impor-
tante de toda la introducción para interesar al lector
en la lectura del libro sea precisamente el planteamien-
to de la pregunta que está contestada en la conclu-
sión, pregunta que no podremos perder de vista mien-
tras nos preparemos para escribir la parte introducto-
ria. Ya no necesitaremos fichas; tenemos presente todo
lo escrito hasta el momento, tanto en los capítulos como
en la conclusión. Debemos pensar también que los
lectores pueden no ser versados en la materia de la
que hemos tratado, y también cabe dar en la introduc-
ción una idea general que vaya concretándose hasta
plantear nuestro tema y las preguntas fundamentales
a las que va a responder el trabajo.
-T

6() LA PRESENTAcIÓN DEL TRABAJo LAPRESENTACIÓN DELTRABAJO 61

Escogemos el prólogo de Francisco Larroyo a su es- Obsérvese cómo quedamos enterados del tema, de
tudio Vida g proJesión del pedagogot por tratarse de su justificación, y con la inquietud de saber en qué
un prólogo muy corto que podemos manejar con faci- consiste la nueva vida académica a la que pertenece-
lidad para ilustrar lo antedicho: mos. Sólo una cosa nos queda por hacer: leer el libro.
"Los cursos de la Cátedra de Invierno de este año de En esta forma el prólogo de Larroyo cumple con su
1957 se han destinado al estudio de la Vida Acadé- cometido.
mica de la Facultad de Filosofia y Letras. Dos acon- No es necesario que todos los libros tengan una ad-
tecimientos justifican la elección del tema: uno es vertencia o nota preliminar que preceda al prólogo.
la aprobación que a mediados del año pasado hizo En algunos casos el autor debe explicar al lector algu-
el Consejo Universitario de un nuevo Reglamento nas circunstancias que concurrieron en su libro y que
para la Facultad de Filosofía y Letras; el otro es la propiamente no tendrían cabida en un próiogo dedi-
revisión de los planes de estudios de las diferentes cado a encaminar a la lectura del trabajo. Cuando el
carreras que en ella se imparten, hecha también a
mediados del año pasado por el Consejo Técnico de prólogo no pueda contener todos los conceptos que el
la propia Facultad. Reglamento y revisión de planes autor desea poner en conocimiento de su lector, se
han venido a significar la aspiración de un nuevo utilizará la advertencia o nota preliminar para expli-
tono de vida académica para nuestra Casa de Estu- car cómo se llevó a cabo la investigación, qué técnicas
dios. Estos cursos tienen justamente el propósito de se utilizaron, qué instituciones ayudaron y, finalmen-
ofrecer una visión de esta nueva vida académica a la te, para mencionar las personas o instituciones a las
que aspiramos los maestros y estudiantes que vivi- que, por cortesía, el autor desea agradecer su ayuda.
mos dentro de las aulas. Los cursos se han encomen-
dado a un grupo selecto de maestros."

La construcción dada por Francisco Larroyo a este


breve prólogo parece, desde la linea uno a la tres, uti-
lizar un suceso de tipo general que da ocasión a plan-
tear el tema; explicar el por qué del mismo (líneas 3-
11); y, finalmente, esbozar en la mente del lector la
imagen de lo que es el problema (lineas 13-lb), indi-
cando que hay una nueva aspiración con relación al
tono de vida académica. Pero no la explica ni comen-
ta; ello será de lo que el libro trate. Por último insiste
en el punto más importante del prólogo, y destaca de
nuevo el problema que será objeto del libro (líneas 1l-
1B), e incita a la lectura al explicar que
los cursos ofrecen una visión de esta nueva vida acadé-
mica a la que aspiramos...

l(Filosofia y Lctras, número 22) México, Universidad Nacional


Autóno-
ma de México. 1958.
lo
La biblio grafía

La bibliografia final no ofrece dificultad' pue? tene-


mos su basé en las tarjetas bibliográficas que fuimos
conservando en el fichero. Como están organizadas
por orden alfabético, de acuerdo con las primeras-le-
tras de los apellidos, sólo tendremos que copiarlas
una detrás de la otra sin alteraciones.
En caso de que se hayan utilizado documentos de
archivo en cierta cantidad, es conveniente desta-
carlos en un apartado especial que preceda a las fuen-
tes impresas, tal como si$ue:

BIBLIOGRAFÍA
A. DocurnentacíÓn en qrchiuos
Foreion Relotions. Notes to. Jonuory 6, 4832' June27, 4834,
Deportment of Stote, vol. 5, Notionol Archives of Woshing-
ton.

Convenio poro el ojuste de los reclomociones de los ciu-


ffiñós norteomericonos contro el gobierno de Méxi-

63
64 LA BIBLIocRAFiA

co, obril 4'l de'1839. Deportmentof Stote, núm.205. No-


tionol Archive of Woshington.
"lnforme de D. Monuel Eduordo de Gorostizo sobre lo
en trevisto que tuvo con Lord Aberdeen sobre los sospe-
chosde invosión de Texos por porte de fuerzos de los Es-
todos Unidos." '1830. Archivo Históricode lo Secretoriode
Relociones Exteriores de México, Leg, 5-9-8344. s/f.

B. Docurnentacíón impresa
fl
Borker. Euqene C. México ond Texos 'l82'l-'1835. (University
--ol-Iexos reseorch on the couses of the Texos Revolution.)
Dollos, P.L, Turner Co., 4928.
Creel. George. The pgple next doo¡, New York, The John
Los Índices
ffiü2ó
Goxiolo, Froncisco. Poinsett en México. México, ed. Cul-
uro,

Al terminar con todas las tarjetas del fichero biblio- A. indices de materia y de grabados
gráfico, nuestra bibliografia se terminó y sólo faltará
buscarle el título adecuado al libro. Los libros científi- Los indices de materia tienen por objeto señalar al
cos, por lo general, llevan títulos descriptivos de su
contenido, aunque pueden también escogerse de otro
lector la página exacta donde se hallan ciertos datos
que pueden ser sucesos, nombres de personas, pun-
tipo. Entre los citados en el ejemplo de bibliografía tos geográficos, temas, etcétera.
que acabamos de ver, podemos observar cómo uno de
Para elaborarlo hay que leer el libro y sacar tarjetas
los libros, rigurosamente histórico, tiene un titulo me-
de cada dato que de su contenido se desee registrar.
nos ceñido a este concepto (Los de la puerta siguien-
Estos datos, cadavez que aparecen, dan lugar a una
te, de Jorge Creel). Los demás describen exactamente
tarjeta en la que se indica el nombre (apellido y nom-
su contenido e incluso llegan a ceñir su tema con fe-
bre como si fuera en una bibliografia) y luego la pági-
chas que inician y terminan el periodo desarrollado.
na en que apareció. Al terminar la lectura se organi-
zan todas las tarjetas alfabéticamente, y se concen-
tran los números de las páginas del rnismo tema en la
primera de cada tema para copiarlas en una lista alfa-
bética con el siguiente resultado.

-a-
Acodio, 50, '189, 259
Acopulco. 44, 103, 107, 126, 315.

65
66 Los iNDrcEs Los ÍNDIcEs 67

Adoms. John. 3ó8. cuentra cada capitulo con su titulo general, y luego
Átrico. 2, 4, 6,25,29 mencionan los subtitulos que describen al lector los
Afroomérico, 83,246.
Alomón, Lucos. 378. temas contenidos en el mismo. Otros indican, igual-
Alosko, 70, 1O3, 1O9,262. mente, la página de cada capítulo y las que correspon-
Alfonso lV, 38 den a cada subtitulo.
Álvores Cobrol. Pedro, 107 Cualquiera de las dos formas es aceptable se$ún la
precisión con que se desee dirigir al lector a las pági-
nas del libro.
-b- En el primer caso: indicaciÓn de la página del capí-
Bohomos, 3ó7, tulo y mención de los subtítulos incluidos en é1, sin in-
Bohío, 58,79,90, 4O4.
Bollimore. Lord. ó5. ó8. dicar las páginas en que se hallan, se da el resultado
Beckmon, 295. siguiente:
Belice. 213,264
Behring, Eslrecho de, 3, 109 irnrcp cENERAL
Al terminar con los registros de la última letra del Primera Parte
alfabeto queda cerrado el indice de materia y se da co-
mienzo al indice de ilustraciones y mapas, en el cual El ingreso del Nuevo Mundo en lo historio universol
se registra el número de la ilustración, el pie de la mis-
ma y la página donde se encuentra: Proemio vll
Prefocio xilt

Lista de ílustraciones A mapas Copitulo l. lnfluencios del medio geogrÓfico omericono


en los vorios colonizociones europeos. ',l. Ponoromo
l. Rutos de descubrimienlo y novegoción en de lo geogrofÍo histórico del Continente Americono. 2"
el siglo XVI 42-3 Los focfores geogróficos y lo explorociÓn de Américo
ll. CristóbolColón 50 por los distintos pueblos colonizodores. 3. Condiciones
lll. Porlodo renocentisto de lo Cotedrol de Sonto de hobilidod. 4, Conocimiento y conciencio del medio
Domingo 50 geogrófico, 5. Los foctores geogrÓficos y los unidodes
lV. Juono lnés de lo Cruz
Sor BO
y diversidodes omericonos. BibliogrofÍo sucinto. 4
CopÍtulo ll. Los civilizociones indigenos onte lo colonizo-
B. indice general ción europeo. 4. Aspectos genéroles. 2. Áreos de colo-
nizoción y ospectos regionoles, o) Hisponoomérico. b)
Lusoomérico. c) Froncoomérico. d) Los zonos colonizo-
El libro termina con el indice general del trabajo, dos por los holondeses, e) Angloomérico. BibliogrofÍo
donde aparecen los números de las páginas a las que sucinto. 49
el lector debe acudir para encontrar el capitulo que le
interesa. Se trata, sencillamente, de la lista de los te- Si quisiéramos que este índice general fuera de ma-
mas y de los subtemas que han encabezado los capi- yor utilidad para el lector, pondriamos los subtemas
tulos y los subcapítulos. en columna y ofreceriamos las páginas donde cada
Algunos autores indican la página en que se en- uno se encontrara:
68

INDICE GENERAL
Primera Parte
El ingreso del Nuevo Mundo de lo historio universol
Proemio
Prefocio
vll
xlll
t2
Copitulo l. lnfluencios del medio geogrófico omericono
en los vorios colonizociones europeos A

Comentarios
t

4. Ponoromo de lo geogrofío histórico del


Continente Americono
2. Los foctores geogróficos y lo exploroción
de Américo por los distintos pueblos coloní-
3.
zodores
Condiciones de hobilidod
3
al margen
6
4. Conocimiento y conciencio del medio geo-
grófico 10
5. Los foctores geogróficos y los unidodes y di-
versidodes omericonos 43
ó, BibliogrofÍo sucinto 45
Hemos visto en qué consiste un método riguroso y
Copítulo ll, Los civilizociones indígenos onte lo colonizo- científico para escribir temas de ciencias, hasta donde
ción europeo 19 sea posible que las humanidades lo sean; punto de
'1. Aspectos generoles 1q vista muy discutido en el que los autores no se ponen
2. Areos de colonizoción y ospectos todavía de acuerdo. El motivo de estos comentarios al
regionoles 23 margen se justifica por el deseo del autor de recomen-
o) Hisponoomérico 23 dar, a quien estos pasos siga, una estricta disciplina
b)Lusoomérico 25 desde el principio. Todos incurrimos en vicios, pero
c) Froncoomérico 28 debemos esforzarnos en seguir las normas desde el
d) Los zonos colonizodos por holondeses 29 principio. Asi ahorraremos mucho tiempo y no ten-
e)Angloomérico 30
3. Bibliogrofío sucinto 33
dremos que repetir parte del trabajo ya hecho. nada
Bibliogrofío generol 37
hay más desesperante, cuando se está escribiendo,
que tener que volver a los libros porque los datos que
de ellos se extrajeron fueron insuficientes. Si una vez
Este indice general terminará indicando las pági- puestos a la obra el fichero no se puede organizar, algo
nas de la bibliogralia, del indice de materias y del de falla en nuestras tarjetas, que debimos corregir desde
grabados. Después del índice general queda prepara- el principio.
do el libro para pasar a manos de los editores, quienes Un método debe servir para siempre y para todo. El
se encargarán de su publicación. que hemos estudiado, y que el autor heredó de sus
maestros -y transmite a sus discípulos en cumpli-
coMENTARToSALMARGEN 7I
70 CoMENTARIoS AL MARcEN

su síntesis. En la conclusión sintetiza los resultados


miento de una de las tareas más sagradas de la vida positivos o negativos del trabajo, y los relaciona den-
intelectual-, puede utilizarse tanto en un trabajo de tro del marco general.
curso como en un informe de seminario o en una te- Tanto en el primer caso como en el se$undo, la con-
sis. Lo único que variará es la bibliografia y, sobre clusión debe siempre esforzarse por evaluar los resul-
todo, el tamaño. Debemos recordar. por pequeño que tados.
sea un trabajo, cÓmo el orden y el sistema contribui- La forma en que se entiende lo que debe ser una te-
rán a que suiedacción sea mucho más fácil y satisfac- sis varia según las universidades y los países. En Fran-
toria p:ara el autor, y también más agradable para el cia, por ejemplo, se acostumbra que la tesis doctoral
lector. sea un trabajo definitivo, hecho en plena madurez del
No queremos cerrar estas líneas sin especificar, has- investigador, y a veces es resultado de una vida de la-
ta donde sea posible, cuál debe ser el contenido de bor. No hay un matiz definido en cuanto a la tenden-
una tesis en sus diferentes grados; maestria y docto- cia; una veces aparecen tesis de tipo narrativo, otras
rado. El método aplicado debe ser el mismo y el ri$or interpretativo. Los alemanes se han inclinado más a
igual, pero hay diferencia en su contenido' la tendencia narrativa, con temas muy estrictos en in-
-La tésis de maestría trata de mostrar que quien la
vestigaciones muy profundas y detalladas. Los norte-
presenta posee conocimientos generales y de erudi- americanos tienden más a temas concretos e investi-
óión, así como un método de trabajo, que lo capacitan gaciones más ligeras, rehuyendo, en lo posible, pro-
para seguir adelante. Ello significa que el pasante debe blemas ideológicos. Los latinos tienden más hacia los
mane¡ar un tema con erudición y soltura suficientes temas de tipo ideológico. Sin embargo, los lineamien-
para demostrar que es capaz de investigar y exponer tos generales de las tesis son siempre los mismos:
él resultado de su trabajo con pleno conocimiento del abarcan una investigación profunda, plantean sus
mismo, confirmando con toda lÓgica las ideas surgi- problemas, analizan los materiales y llegan a una sin-
das del material. tesis en conclusión.
Para la tesis doctoral el estudiante debe llenar los
mismo requisitos que para la de maestría, pero nece-
sita, además, contribuir con algo nuevo al desarrollo
del conocimiento de la materia tratada. Esta contribu-
ción se puede realizat aportando materiales inéditos
para cubrir lagunas; pero también puede hacerse dan-
áo nue.ta" intérpretaciones y puntos de vista especifi-
cos a materiales conocidos.
Según cuales sean las formas de pensar' el tipo de
inteligencia y la cultura de quien escribe, la tesis pue-
de tratar su material en forma narrativa o interpreta-
tiva; que tan válida puede ser la una como la otra. La
escueia narrativa deja en manos del lector el esfuerzo
de interpretar la aportaciÓn. La escuela interpretativa
procura-, desde un principio, presentar el significado
del material sin dejar de exponerlo para fundamentar

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