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Estética de la recepción

Teoría Literaria II
UNIPE - 2021
1. Generalidades
1. a. Qué es la estética de la recepción
a. Con qué corrientes/ teorías se vincula b. Con qué nociones discute
✘ Se vincula con la fenomenología ✘ Implica un cambio de paradigma
y hermenéutica alemanas teórico en los estudios literarios del
✘ Según Pozuelo Yvancos, “el programa siglo XX.
fenomenológico de Husserl sobre el que se ✘ Se revisa la noción de literatura
fundamentan tales teorías [estéticas de la imperante durante siglos y que la
recepción] había establecido una poética formal había
solidaridad entre el acto de pensar y el consagrado: la literatura como una
objeto del pensamiento. Mi conciencia no manera especial de ser el lenguaje, de
es meramente un registro pasivo del estar construidos los textos.
mundo, sino que lo constituye ✘ Se discute con la noción de
activamente” (1994: 87). inmanencia y se pone en cuestión la
idea de literariedad
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• Sostiene la concepción de que la obra literaria existe solamente
cuando es leída y es la experiencia de la recepción el único
modo de actualizar el texto como objeto estético.

• “El teórico polaco Roman Ingarden aplica el programa


c. Cuáles fenomenológico a la obra literaria y junto con el concepto de
objeto estético de Mukarovsky y el de la temporalidad de
son sus Gadamer, da las bases sobre las que se asienta la estética de la
recepción alemana, que tiene en W. Iser y H. R. Jauss, teóricos
principales de la Escuela de Constanza, sus principales mentores” (1994:

aportes
87).

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2. Algunas ideas y
representantes
W. Iser y H. R. Jauss
Toman de Ingarden los conceptos de indeterminación y de concretización.

✘ La obra literaria es un objeto puramente intencional y heterónomo: resulta


dependiente de un acto de conciencia, lo que la diferencia tanto de las
objetividades reales como de las puramente ideales [Ingarden, 1931 :XII-XIII].
✘ En contraste con los objetos reales, los objetos representados en la obra literaria
exhiben lugares de indeterminación.
✘ La actividad cognitiva llevada a cabo por la lectura supone un papel activo de
rellenado de las indeterminaciones con que los objetos aparecen en el texto: esa
actividad cognitiva (que es llevada a cabo por el lector) es denominada
concretización
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Wolfgang Iser
✘ Entiende que la concretización de la lectura no implica solo la subjetividad del
lector, sino el vínculo de las imágenes del lector con los esquemas de la
estructura textual
✘ La recepción supone la intersección entre la lectura (tarea del receptor) y los
constructos textuales
✘ Iser formula el concepto de lector implícito: se trata de “un constructo teórico para
explicar la preestructuración del significado potencial de un texto y al mismo
tiempo la personificación de ese potencial en el proceso de lectura” (1994: 88).
✘ El lector aporta a la lectura una comprensión previa y un repertorio de creencias y
expectativas: tal repertorio se va modificando por las estrategias textuales, es decir,
en la interacción con el texto.

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Hans Robert Jauss
✘ Se dedica al planteo de la lectura como operación colectiva: el texto es histórico.
No constituye un hecho estático, fijado en el pasado.
✘ Las obras se reinterpretan y actualizan en sus lecturas: no hay una interpretación
auténtica o un sentido único: todas las lecturas son situadas
✘ “No puede ser otra cosa toda lectura que interpretación, diálogo entre el pasado y
el presente” (1994: 88)
✘ Incorpora la idea de norma estética, de Mukarovsky, para plantear una historia
literaria que no se pretenda “objetiva” y que incorpore el lazo entre la obra y el
público lector
✘ “El público es fuerza co-creadora en el sentido en que el «horizonte de
expectativas» de una obra se ve constantemente sometido a revisión, modificado
por la lectura histórica” (1994: 88).

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(…) la literatura y el arte solo se convierten en
historia con carácter de proceso cuando la
sucesión de obras está causada no solo por el
sujeto productor, sino también por el sujeto
consumidor, por la interacción entre autor y
público” (Jauss, 2013: 168).

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Jauss – “La historia de la
literatura como provocación”
1. La obra literaria es como
una partitura que adopta
2. Frente a la aparición
nuevas resonancias en cada
de una obra hay un
lectura (carácter dialógico)
“saber previo” que forma
Un texto solo se convierte en
parte de la experiencia de
acontecimiento literario
los lectores. La obra da
para su lector, que lo
señales, evoca un
interpreta en comparación,
horizonte de expectativa
vínculo y contraste con
con reglas de juego que
obras anteriores.
pueden permanecer o
modificarse
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3. La distancia estética
supone la diferencia entre el
horizonte de expectación
existente y una nueva obra 4. Para conocer el
que provoca una ruptura en horizonte de expectación
relación con ese horizonte. que un texto presupone
en su aparición hay que
La consecuencia puede ser
reponer la pregunta a la
un cambio de horizonte.
que ese texto respondió.
Estas nociones se vinculan Pero esa pregunta
con las nociones (históricas) histórica ya no existe:
de norma y valor estético debe estar mediada por
un interrogante: qué es la
tradición para nosotros.
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6. Además de la diacronía
es necesario establecer
5. La estética de la recepción cortes sincrónicos que
presupone también situar la den cuenta de la “falta de
obra en la “sucesión simultaneidad de lo
literaria”. Para esto hay que contemporáneo”, que
considerar lo nuevo no solo permitan apreciar la
como categoría estética presencia de curvas de
(como lo hace el formalismo) tiempo diferentes: “la
sino también como historicidad de la
categoría histórica literatura se manifiesta
(interrogarse sobre cuándo precisamente en los
lo nuevo es nuevo o deja de puntos de intersección de
serlo, en vínculo con el diacronía y sincronía”
horizonte de expectación) (Jauss, 2013: 197).
para así instalarlo en la
sucesión diacrónica
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7. La historia de la literatura debe ocuparse también de la relación
con la historia general. Esto implica no solo plantear el vínculo con
el pasado, sino ocuparse de la función formadora de sociedad que
lleva a cabo la literatura: “la tarea específica de la literatura en la
existencia social se ha de buscar precisamente allí conde la
literatura no se agota en la función de arte representativo. Si nos
fijamos en los momentos en que las obras literarias rompieron
tabúes de la moral reinante en su historia o en los que ofrecieron
al lector nuevas soluciones para la casuística moral de la práctica
de su vida que luego pudieron ser sancionadas por la sociedad
mediante el voto de todos los lectores, entonces se le abre al
historiador literario un campo todavía poco explorado. Si la
historia de la literatura no se limita a describir de nuevo el proceso
de la historia general en el espejo de sus obras, sino que, en el
curso de la ‘evolución literaria’ , descubre aquella función
formadora de sociedad en sentido propio que correspondía a la
literatura que competía con otras artes y poderes sociales en
emancipar al hombre de sus ataduras naturales, religiosas y
sociales será posible salvar el abismo que se abre entre literatura e
historia, entre conocimiento estético y conocimiento histórico”
(Jauss, 2013: 207).
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Eco – “El lector modelo”

De las distintas contribuciones a una Poética de la lectura, es integradora e inteligentemente


conciliadora de las visiones pragmatistas y de las textuales la que ofrece U. Eco en Lector in
fabula [1979], Eco hace una propuesta más global que la fenomenológica en la medida en
que imbrica en su teoría elementos de retórica, de semántica, de lógica, de narratología, todas
ellas disciplinas necesarias para el estudio de los códigos lingüísticos y paralingüísticos que
actúan en la cooperación que el lector lleva a término con el texto. Reticente hacia las
propuestas de un pragmatismo a ultranza que reduzca todo a uso y convención, Eco quiere
armonizar el reconocimiento de la libertad de las interpretaciones y el del código textual, por
el expediente de sostener que la libertad interpretativa que el lector lleva a término tiene en el
texto el horizonte de su posibilidad, toda vez que el propio mecanismo generativo del texto
literario tiene previstas las descodificaciones que un lector modelo realiza (Pozuelo Yvancos,
1994: 89).

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Sobre el carácter incompleto del texto

✘ Requiere competencias por parte de sus destinatarios


✘ Está plagado de elementos no dichos
✘ Presenta “espacios en blanco”
✘ Es un mecanismo perezoso (o económico), “que vive de la plusvalía de sentido que
el destinatario introduce en él” (Eco, 1993: 76)
✘ Postula su destinatario como condición indispensable de su capacidad comunicativa
y su potencialidad significativa

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Idea de Lector Modelo
✘ La competencia del receptor no coincide necesariamente con la del emisor, por lo
que es necesario garantizar la cooperación textual (el texto suele prever su
“Suerte interpretativa”)
✘ Necesidad de construir un Lector Modelo, capaz de cooperar en la actualización
textual
✘ El autor no solo “espera” que su Lector Modelo exista: lo instituye, “mueve el
texto para construirlo” (1993: 81)
✘ La figura del Lector Modelo permite plantear la diferencia entre el uso libre de un
teto, tomado como estímulo imaginativo (sin tener el cuenta las reglas de
cooperación) y la interpretación de un texto abierto
✘ Tanto el Lector Modelo como el Autor Modelo son estrategias textuales (son
distintos del lector y el autor empíricos
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Bibliografía

X ECO, Umberto (1993 [1979]) “El lector modelo”, en Lector in fabula. La


cooperación interpretativa en el texto narrativo, Barcelona, Lumen, pp. 73-
95.

X JAUSS, Hans Robert (2013 [1979]) “La historia de la literatura como


provocación de la ciencia literaria”, en La historia de la literatura como
provocación, Madrid, Gredos, pp. 151-207.

X POZUELO YVANCOS, José María (1994) “La teoría literaria en el


siglo XX”, en Darío Villanueva (coord.) Curso de teoría literaria,
Madrid, Taurus, pp. 69-98.

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¡Muchas
gracias!

Gabriela Fernández

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