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Usuarios o usuarias
Según una investigación realizada en 2007 por Hitwise, una inteligencia de mercado
online, fundada en 1997 en California, confirmó que las usuarias que visualizan
pornografía representan un 27% del total de espectadores. Generalmente, los vídeos
porno están dedicados a un público masculino, y a una mujer no le será fácil encontrar
un video para estimularse, ya que todos están diseñados para excitar a un hombre. Por
supuesto, existen videos porno de todo tipo, con todas las variables posibles, pero en la
página inicial de webs dedicadas a esta industria como es PornHub, todos los vídeos
están dedicados a la excitación de los hombres. Deberás ir adrede al buscador e
introducir tu término de búsqueda con tu preferencia respecto a los vídeos porno.
Esto, sin embargo, aplicado a adolescentes de 12 años, se traduce en un
acomplejamiento en las niñas, las cuales piensan que el porno es solo para los chicos
(hablando siempre en términos generales), pero nada más lejos, el porno es para todos, y
eso es algo que hay que hacerles ver, que si una chica tiene curiosidad por ver y
estimularse viendo porno, no debe sentirse ni avergonzada ni culpable, como si hubiera
hecho algo que no debería. Cualquier persona tiene derecho a disfrutar de la pornografía
de una manera sana y concienciada, que es lo que pretendería enseñar al alumnado si me
tocase dar una charla o incluso una asignatura de educación afectivo-sexual.
El porno espontáneo
El porno espontáneo, o acceso involuntario a la pornografía, ocurre cuando saltan
anuncios con contenido pornográfico al adolescente mientras navega por internet. La
mayoría de nosotros, los adultos, ignoramos y cerramos este tipo de anuncios, ya que
sabemos que son mentira, y que las mujeres (hecho remarcable, siempre son mujeres las
que promocionan este tipo de anuncios) que aparecen en los anuncios no existen. Pero,
¿qué va a pensar un niño de 12 años cuando vaya a entrar a una página web de dibujos
animados para ver su programa favorito y al lateral de la pantalla aparezca una tal María
que le quiere conocer y que está a un kilómetro de él? Cuando el niño clique en el
anuncio, ingenuamente ofrecerá datos personales que le permitirán a estas páginas
engañosas y a sus creadores estafar al niño y a sus padres sin que estos, posiblemente lo
sepan, pequeñas cantidades de dinero continuamente cada vez que se les envíe un
mensaje gracias a los datos proporcionados por el niño, y es un problema del que es
muy difícil escapar. Es necesario exponer a los adolescentes que este tipo de anuncios
son publicidad engañosa, y concienciarles del riesgo que supone creer estos anuncios.
Primero, el niño es engañado, segundo, los padres son estafados, y tercero, aunque por
alguna razón inconcebible fuera verdad, sería muy inapropiado.
Otro tipo de publicidad engañosa pornográfica no es la que ofrece sexo con mujeres
inexistentes, si no la que ofrece productos para agrandar el tamaño y longitud del pene.
Son anuncios aliados con la industria del porno y conscientes del acomplejamiento que
crea la pornografía con respecto al tamaño que debe tener el pene.