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TALLER

GÉNERO Y EMPRENDIMIENTO
Programa Yo Emprendo 2015

Manual para el/la facilitador/a


2015
1. Presentación.

El presente documento está destinado a los ejecutores responsables de la implementación del taller de Género y
Emprendimiento, que a contar del año 2015 se incluye como parte de la oferta de servicios del programa Yo Emprendo, y
que trabajan con emprendedores/as que desean potenciar sus actividades económicas y/o grupos que desarrollen
proyectos en el ámbito productivo.

El documento tiene como objetivo sugerir contenidos comunes a abordar, objetivos que se deben alcanzar y actividades
relacionadas que permitan su logro, en tanto entrega herramientas a los/as participantes del programa que les permitan
integrar el enfoque de género en sus trabajos y comprender la importancia, por ejemplo, de la distribución de tareas de
manera equitativa entre hombres y mujeres.

Lo que se presenta en este documento puede ser complementado y/o adaptado según la realidad de cada región y del
contexto local o grupal en que se trabaje. Dichos ajustes deben ser concordados de manera previa a su ejecución con
el/la ADL respectivo/a, siempre partiendo de la base del material propuesto.

Se sugiere, de manera de concordar el trabajo entre el ejecutor y FOSIS, que antes de iniciar el desarrollo del proceso de
formación, se realice una reunión de coordinación específica de la etapa, en que se presente a FOSIS la propuesta final de
taller a realizar (sesiones, distribución horaria, contenidos a abordar, metodologías a aplicar, material, etc.), de manera
que, en caso de requerirse ajustes, éstos puedan ser implementados según los acuerdos a que se llegue al respecto, antes
de iniciar las actividades.

Dado que es primera vez que se implementa este módulo, la persona responsable de ejecutar el taller debe evaluar, al
terminar, en conjunto con los/as participantes, el desarrollo y contenidos del mismo y sistematizar dicha evaluación
entregando los resultados en el informe de etapa (o en el informe final, en el punto referido a la detección de buenas
prácticas y/o dificultades para su desarrollo), así como también la evaluación de parte de ellos/as, considerando que son
quienes lo aplicaron.

Se debe indicar que para la construcción de esta propuesta se ha tomado como referencia material de distintas
organizaciones, como SERNAM, PRODEMU, entre otros.

2. Introducción.

¿Por qué se incorpora este taller como parte de la oferta de servicios del programa Yo Emprendo?

A contar del año 2015 se refuerza la incorporación de la inclusión del enfoque de género en la intervención del programa.
En este contexto se define como una de las acciones a realizar el desarrollo de un taller específico de “Género y
Emprendimiento”.

Lo anterior dado que se reconoce como desafío la búsqueda de la equidad de género, reconociendo las diferencias entre
hombres y mujeres, pero también aspirando a un acceso equitativo a oportunidades de desarrollo y la no discriminación.
En el caso del emprendimiento es necesario vincular este proceso de reconocimiento con la participación de la mujer en el
mundo laboral independiente y sus características de precariedad y bajo desarrollo, de manera de promover el
reconocimiento de capacidades y oportunidades de crecimiento.

¿Qué se busca?

El objetivo de este taller es “aportar a la comprensión adecuada del enfoque de género en contextos de acceso a
oportunidades de trabajo independiente, por parte de los y las mismas participantes del programa”. Esto implica
identificar la importancia del rol tanto de hombres como de mujeres en el grupo familiar cuando sus integrantes trabajan
ya sea de manera dependiente o independiente, con énfasis en el último, en el caso de este taller.
Lo que se busca entonces es trabajar con los y las participantes del programa en el reconocimiento de las diferencias y la
valoración de cada persona, sea mujer u hombre en el aporte que hacen a su familia y la sociedad. Asimismo se busca
generar conciencia de las responsabilidades tanto de hombres como de mujeres al momento en que alguno de los
miembros de una familia debe salir del hogar en busca de recursos que les permitan tener una mejor calidad de vida. Esto
implica superar barreras y mitos que han impedido avanzar en lo señalado y este taller busca aportar a eso, entregando
nuevas miradas y herramientas para ello.

Por otra parte, se espera generar espacios de reflexión y conversación acerca de las diferentes formas en que hombres y
mujeres participan del mundo laboral y de los obstáculos que podrían impedir un desarrollo pleno y equitativo, así como
también del impacto que ha generado la incorporación de la mujer en el mundo laboral en términos de dinámicas
familiares.

¿En qué consiste este taller?

Este taller está compuesto de tres temas, cada uno asociado a objetivos a cumplir y actividades para facilitar su logro. Por
cada tema se entrega un marco conceptual para el/la facilitador/a que busca que todos/as partan de una base común y
luego se presenta el desarrollo de las actividades. En caso de ser necesario se adjunta material de apoyo para su ejecución.

Estos temas se deben desarrollar en un máximo de cuatro horas. La cantidad de sesiones depende de la organización que
presente el ejecutor de acuerdo con el grupo y previa aprobación de la contraparte de FOSIS. Se sugiere una sesión de
cuatro horas o dos sesiones de dos horas cada una.

Datos de contexto.

Las mujeres en general trabajan en contextos de informalidad, y se insertan mayoritariamente como trabajadoras
familiares no remuneradas y en el servicio doméstico. Un porcentaje importante lo hace también como microempresarias,
en actividades de supervivencia que muy pocas veces logran crecer y consolidarse.

A continuación algunos datos relacionados a lo anterior. Según la Encuesta de Microemprendimiento (EME) realizada por
el Ministerio de Economía, entre mayo y julio 2013, cuyos resultados fueron publicados en diciembre 2013, se pueden
destacar los siguientes en relación al tema:

 Baja participación femenina en el ámbito del emprendimiento.


Del total de 1.753.505 emprendedores, detectados en la Encuesta Nacional de Empleo, un 38% corresponde a
mujeres.
 Alto porcentaje de jefatura de hogar.
Un 40,8% de las emprendedoras son jefas de hogar y un 36,5% son cónyuges del jefe de hogar.
 Rango de edad entre 35 y 54 años.
Un 47% tanto de hombre como de mujeres se concentran en el rango de 35 a 54 años de edad.
 Nivel educacional similar entre hombres y mujeres.
No hay diferencias importantes. Ambos han alcanzado niveles educacionales similares, donde la educación media es el
más común.
 Emprender por necesidad.
Un mayor porcentaje de mujeres emprende por necesidad, 58% sobre 43% en el caso de los hombres.
 Mayor informalidad en los negocios a cargo de mujeres.
Un 52% de las emprendedoras tienen actividades económicas informales, mientras que un 46% de los negocios a
cargo de hombres lo es.
 Menores ingresos.
Un 57% de las mujeres gana igual o menos que $193.000 mensuales (ingreso mínimo a esa fecha). Los hombres que se
encuentran en esta situación corresponden al 30% del total.
 Bajo acceso a créditos.
La insuficiente capacidad de pago es la principal razón de rechazo de un crédito en las mujeres (44%), mientras que
en los hombres es significativamente menor (16%).
 Menor capacidad de generación de empleo.
Un 24% de las mujeres tiene trabajadores/as, en tanto un 35% de hombres tiene trabajadores/as en sus negocios.
Consideraciones.

Es muy importante considerar para este trabajo factores como el RESPETO por el contexto cultural en que se
desarrolla el programa. No se pretende imponer esta visión, sino que compartirla, darla a conocer y enfocarla
como una posibilidad para abordar temas que pueden ayudar a tener una mejor calidad de vida para cada
miembro de la familia. Ahora bien, si las familias funcionan de manera adecuada no se pretende imponer que
hagan cambios que les puedan afectar negativamente.

Por ello debe entenderse el enfoque de género en un contexto de en el cual se ha dado un proceso de
“socialización”, concepto con el cual se denomina al proceso por el cual el individuo adquiere las conductas,
creencias, normas y motivos apreciados por su familia y por el grupo cultural al que pertenece. En gran
medida, la cultura en la que crecen las personas desde niños/as prescribe tanto los métodos como los
contenidos de la socialización; la forma de enseñanza, las características de personalidad, los motivos, las
actitudes y los valores que se adquieran.

A lo largo del desarrollo de las sociedades, las mujeres y los hombres aprenden, a través del proceso de
socialización, el comportamiento que cada uno debe asumir de acuerdo a su sexo. Esta diferenciación –que
abarca normas de comportamiento, actitudes, valores, tareas, espacios de circulación y formas de pensar,
entre otras, y donde lo femenino queda supeditado a lo masculino–, trasciende a todas las esferas de la vida y
provoca relaciones de poder y desigualdad devaluando el papel que cumple tradicionalmente la mujer en la
sociedad. Esta diferenciación no afecta sólo a la mujer sino también al hombre, quien es al mismo tiempo
víctima de las expectativas sociales que se tienen sobre su comportamiento y desempeño.

La idea de oposición y complementariedad de lo femenino y lo masculino forma parte de la construcción del


pensamiento dualista de la cultura occidental. Lógica dualista que ha asociado lo femenino con la pasividad y
la afectividad, mientras que a su “contraparte y complemento” masculino lo ha asociado a la actividad y la
razón.

Ya antes del nacimiento la familia está preparando una educación diferente si su hija/o es niño o niña, la que
se expresa en la elección del vestuario, juguetes, decoración de la habitación, etc. Luego, la forma de tratar a
los hijos e hijas está determinada por los estereotipos de género, de modo que padres y madres comienzan a
relacionarse de manera distintas con su hijo o hija.

Por lo anterior, la familia cumple una importante función de reproducción social. Así la aceptación de los
estereotipos de género como comportamiento “naturales” de mujeres y hombres llevan a su transmisión
inconsciente, especialmente por parte de las madres, quienes durante los primeros años de vida son la
principal agente de transmisión de la cultura. Todo ello da lugar a una precoz adquisición de papeles
estereotipados de género que va a condicionar la personalidad infantil desarrollando capacidades, destrezas,
habilidades distintas para posibilitar la adecuación de la hija o hijo a lo que la sociedad espera según su sexo.

Y es en este contexto que se presenta esta propuesta. Por lo que se insiste en la importancia del respeto por el
otro y la no imposición de normas.

3. Enfoque metodológico – Aprender haciendo.

Se ha considerado este enfoque metodológico de trabajo de base en la propuesta de formación, la cual tiene un fuerte
énfasis en el trabajo y construcción de ideas y conceptos desde las propias experiencias de los y las participantes del taller.
Hay una aplicación importante de dinámicas, trabajos en grupo, juegos de rol, entre otros espacios que promueven la
participación, compartir experiencias y el hacer y/o poner en práctica los temas que se abordan.
La metodología de formación-aprendizaje que hay detrás es un método de enseñanza en donde cada participante
constituye un sujeto activo, presente, capaz de orientar los contenidos entregados en función de sus propias necesidades
e intereses, para potenciar, adquirir o fortalecer sus capacidades según su propio descubrimiento.

Es una técnica de enseñanza participativa, en la cual el/la participante es situado/a como el/la protagonista en su propio
proceso de aprendizaje y asimilación de conocimientos. Por lo mismo, el desarrollo del taller es el resultado de un proceso
personal, en donde la sesión de trabajo debe evidenciar las siguientes etapas:

 Planteamiento del o los problemas o necesidades sobre las cuales reflexionar.


 Movilización de recursos propios para abordar dichas necesidades, que implica buscar y recibir información para una
solución.
 Elaboración de conceptos generales como resultado final del proceso que parte de su propia experiencia y el
significado que le da a los determinados contenidos o conceptos revisados y asimilados en la sesión.

Es fundamental cerrar la sesión rescatando desde lo trabajado, las ideas fuerza o principales conceptos, aprendizajes y
evaluándola, a modo de generalización. Terminar definiendo la forma de aplicar lo abordado a cada realidad.

4. Desarrollo de contenidos.

4.1. TEMA 1 – Género e inserción laboral.

Objetivos.
 Los/as participantes del taller reconocen roles de género en la sociedad actual.
 A través de la incorporación del concepto de género, problematizar algunos de los obstáculos presentes en el camino
de la inserción laboral femenina, en este caso independiente.

Contenidos mínimos.
 Roles sociales asociados al género.
 Prejuicios referidos a los roles de hombres y mujeres y cómo estos afectan en lo laboral.
Marco conceptual para el/la facilitador/a.

¿Qué es el enfoque de género?

Para hablar de género es importante reconocer que existen diferencias entre hombres y mujeres. No es lo mismo hablar
de sexo que de género. El sexo está determinado por las características biológicas y fisiológicas y divide a las personas en
dos grupos: mujeres y hombres. El género, en cambio, se refiere a un conjunto de características sociales y culturales
asignadas a las personas en función de su sexo, que identifican el comportamiento social de la mujer y el hombre y las
relaciones que se establecen entre ellos. Estas diferencias son aprendidas culturalmente y están basadas en determinados
modos de pensar, sentir o comportarse. Estas construcciones sociales son dinámicas y van variando según cultura, tiempo
y lugar, es decir que pueden ser modificadas. En consecuencia, el género distingue lo femenino de lo masculino, haciendo
referencia a los papeles que desarrollan los individuos en la sociedad. Determina identidades, roles y espacios
diferenciados para hombres y mujeres dentro de la familia, la comunidad, el ámbito laboral, etc.

El enfoque o perspectiva de género es una herramienta de análisis que permite:


 Identificar las desigualdades de trato y oportunidades entre mujeres y hombres.
 Un trato digno, oportuno y eficiente; independiente de su etnia, edad, orientación sexual o condición económica.
 Promover la participación equitativa de los hombres en el trabajo doméstico.
 El reconocimiento de la diversidad de personas y familias, por tanto, el rechazo a todas las formas de violencia y
discriminación.
 Analizar los mecanismos necesarios para que las instituciones brinden condiciones que posibiliten la Igualdad de trato
y oportunidades a mujeres y hombres para acceder a un empleo, concursar por un cargo, obtener un crédito u otras.

Roles de género.

Los roles de género son el resultado de comportamientos adquiridos en una sociedad y/o cultura que define cuáles son las
actividades, tareas y responsabilidades femeninas y masculinas.

Por ejemplo, en nuestra cultura se asume que por el hecho de que la concepción, gestación y amamantamiento son
propios de las mujeres en virtud de sus características biológicas, son ellas las responsables principales del cuidado de
los/as hijos/as y que los hombres son responsables del sostenimiento económico del hogar.

Sin embargo de a poco se observa un aumento en la participación de hombres en tareas domésticas por un lado, y de
mujeres responsables del sostenimiento económico del hogar o aportando con un segundo ingreso al presupuesto
familiar.

Buscar la equidad de género en función de los roles de hombres y mujeres, implica un ideal en el cual ninguna de las
partes sea favorecida de manera injusta en perjuicio de la otra; hombres y mujeres acceden con justicia al uso y beneficio
de los bienes y servicios de la sociedad, reconociendo las diferencias entre ambos.
Género y trabajo.

Dado que el rol del hombre históricamente se ha asociado al sostenimiento económico del hogar la participación femenina
en dicho ámbito, en el mundo laboral o de generación de ingresos, ha traído consecuencias al respecto, llevando a las
mujeres, en muchos casos, a desempeñar un triple rol:

• Reproductivo: cuidado y bienestar físico y psicológico de menores y miembros del hogar, cuidado de enfermos y adultos
mayores, quehaceres del hogar y compras.
• Productivo: búsqueda de ingreso para mantener o aportar al hogar, a través de la inserción laboral, o emprendimientos.
• Comunitario: participación en organizaciones comunitarias.

Estos tres ámbitos en los cuales se desempeñan muchas mujeres hacen que sus jornadas sean muy extensas, con toda la
sobrecarga de responsabilidades y el desgaste físico y emocional que ello implica, ya que ha aumentado paulatinamente
su inserción en los mercados del trabajo, pero no han abandonado el protagonismo en los ámbitos reproductivo y
comunitario. En este ámbito, el Informe de Desarrollo Humano en Chile, “Género: los desafíos de la Igualdad” es claro: las
mujeres siguen siendo las principales realizadoras de las tareas domésticas, ya que en relación al tiempo destinado a
labores domésticas en un rango de 0 a 7 horas, donde 0 es menor cantidad de responsabilidades en el hogar y 7 mayor
cantidad, las mujeres ocupadas en el mercado laboral presentan un promedio de 4,9 horas de su responsabilidad en el
hogar, mientras que los hombres también ocupados laboralmente sólo alcanzan un 1,9 (PNUD, 2010).

En el mundo laboral los oficios masculinos se diferencian de los femeninos, hay ramas de actividad reservadas
prioritariamente a uno u otro sexo, y sectores tradicionalmente masculinos. Los empleos femeninos están más
concentrados en las partes inferiores de la jerarquía ocupacional. La segmentación disminuye las oportunidades de acceso
de la mayoría de las mujeres a los sectores y empleos de mejor productividad y se constituye por ello, en una fuente
permanente de inequidad social.

Las políticas de equidad de género se basan en que tanto hombres como mujeres deben asumir nuevos roles, aumentando
la participación de las mujeres en el mercado laboral y en el mundo público, e incentivando la participación de los
hombres en las labores domésticas y de cuidado.

Desarrollo de las actividades.

Actividad 1 - Carrera de relevos.

Tiempo estimado: 45 minutos.


Materiales necesarios: papelógrafos, plumones, scotch.
Resultados esperados: que los/las participantes identifiquen y reconozcan cómo son vistos hombres y mujeres
tradicionalmente en la sociedad y qué los caracteriza.

Desarrollo.
Esta actividad es una “competencia de dibujo” basada en las imágenes de un hombre y una mujer. Se divide al grupo en
dos equipos. Un equipo dibuja un hombre y el otro dibuja una mujer (deben realizar un dibujo completo de la persona
respectiva, de la cabeza a los pies) lo más rápido posible. Dibujados los perfiles, se ponen los papelógrafos en las paredes
(o pizarras) de forma que todas las personas los vean. Un papel tendrá el título HOMBRE; y el otro, MUJER y los
respectivos perfiles.

Ambos equipos deben ponerse en fila frente a los papelógrafos. Cada persona tendrá 30 segundos para dibujar y luego se
devuelve para entregar el marcador a la segunda persona, quien agrega otra línea o elemento, y así sucesivamente, cada
una en 30 segundos. Todas las personas participantes deben dibujar.

Los dibujos se pueden considerar completos cuando los afiches de ambos grupos muestren varias características biológicas
y sociales claras de un hombre y una mujer, respectivamente (por ejemplo, senos para una mujer, barba para un hombre,
los órganos sexuales, un bebé con la mujer, músculos en los brazos de un hombre, diferencias en la ropa y el estilo del
cabello).

Detener la competencia cuando se considere que los dos equipos han terminado su tarea. Comentar los dibujos en una
sesión plenaria utilizando las siguientes preguntas:

 ¿Están claras las imágenes?


 ¿Qué diferencias entre el hombre y la mujer hay en los dibujos?
 ¿Qué diferencias se relacionan con características biológicas y cuáles se relacionan a los roles sociales? Marcar las
características biológicas y los roles sociales con colores diferentes.
 ¿Cuáles características biológicas pertenecen a sólo uno de los sexos? (ejemplos: las mujeres dan a luz; a los hombres
les sale barba).
 ¿Cuáles roles pueden ser realizados tanto por hombres como por mujeres?

Cierre.
Reflexionar en relación a los paradigmas asociados a cada género y cómo estos han cambiado en la sociedad actual (ahora
hay hombres que hacen labores del hogar por ejemplo; mujeres en oficios tradicionalmente masculinos; etc.).
Actividad 2 - Un mundo al revés.

Tiempo estimado: 45 minutos.


Materiales necesarios: papelógrafos, plumones, scotch, fotocopias del diálogo.
Resultados esperados: que los/las participantes tomen conciencia, a través de un ejercicio de reflexión y análisis, de la
influencia que tienen los roles tradicionales en las dinámicas laborales.

Desarrollo.
Esta actividad busca potenciar el cambio de actitudes y motiva a una mayor participación social de las mujeres. Se basa en
un diálogo donde se dan vuelta los roles tradicionales, siendo el hombre quien busca trabajo y se dedica al cuidado de su
familia y una mujer quien hace la entrevista para un trabajo. Lo ideal es que el/la facilitador/a pida a dos personas del
grupo que representen esta situación, dando un tiempo de 5 minutos para su preparación. El diálogo se presenta a
continuación. Se entrega también como material de apoyo de manera que cada uno/a tenga su copia para la
representación.

HOMBRE: Hola, vengo por lo del anuncio, señora.

MUJER: Bien- dice la jefa de personal- siéntese, ¿cómo se llama usted?

HOMBRE: Bernardo.

MUJER: Señor o señorito.

HOMBRE: Señor.

MUJER: Deme su nombre completo.

HOMBRE: Bernardo Delgado señor de Pérez.

MUJER: Debo decirle, señor de Pérez, que actualmente, en nuestra dirección no nos gusta emplear varones casados.
En el departamento de la señora Moreno, para el cual nosotros contratamos el personal, hay varias
personas de baja por paternidad. Es legítimo que las parejas jóvenes deseen tener hijos, nuestra empresa,
que fabrica ropa de bebé les anima a tener hijos, pero el ausentismo de los futuros padres y de los padres
jóvenes constituye un problema para la marcha efectiva de un negocio.

HOMBRE: Lo comprendo, señora pero ya tenemos dos niños y no queremos más. Además tomo la
píldora.

MUJER: Bien, en ese caso sigamos. ¿Qué estudios tiene?

HOMBRE: Tengo certificado escolar de educación técnico profesional como administrativo. Me habría
gustado seguir estudiando, pero en mi familia éramos cuatro y mis padres dieron prioridad a
las chicas, lo que es muy normal. Tengo una hermana coronela y otra mecánica.

MUJER: ¿En qué ha trabajado usted últimamente?

HOMBRE: Básicamente he hecho reemplazos, ya que me permitía ocuparme de los niños mientras eran
pequeños.

MUJER: ¿Qué profesión desempeña su esposa?

HOMBRE: Es jefa de obras de una empresa de construcciones metálicas. Pero está estudiando
ingeniería, ya que en el futuro tendrá que reemplazar a su madre que es la que creó el
negocio.
MUJER: Volviendo a usted, ¿cuáles son sus pretensiones?

HOMBRE: Pues…

MUJER: Evidentemente, con un puesto de trabajo como el de su esposa usted deseará un sueldo de complemento,
como para gastos personales como todo varón desea tener para sus caprichos y sus trajes. Le ofrecemos xxx
para empezar, una paga extra y un bono de cumplimiento.

Fíjese en ese punto, señor Pérez, el cumplimiento es absolutamente indispensable en todos los puestos. Ha
sido necesario que la empresa cree este bono para animar al personal a no faltar por tonterías. Hemos
conseguido disminuir el ausentismo masculino a la mitad. Sin embargo, hay señores que faltan con el
pretexto de que el niño tose o hay una huelga en la escuela. ¿Cuántos años tienes sus hijos?

HOMBRE: La niña 6 y el niño 4. Los dos van a clases y los recojo por la tarde cuando salgo del trabajo,
antes de hacer la compra.

MUJER: ¿Si se ponen enfermas tiene usted algo previsto?

HOMBRE: Su abuelo puede cuidarlos, vive cerca.

MUJER: Muy bien, gracias señor de Pérez. Ya le comunicaremos nuestra respuesta dentro de algunos días.

El señor de Pérez salió de la oficina. La jefa de personal se fijó en él al marcharse. Tenía las piernas cortas, la espalda un
poco encorvada y apenas tenía cabello. “La señora Moreno detesta los calvos”, recordó la responsable de contratación.
Y además le habría dicho “más bien uno alto, rubio, con buena presencia y soltero”.

Bernardo Delgado señor de Pérez recibió tres días más tarde una carta que empezaba diciendo, “Lamentablemente…”.

Leída la historia se plantean entonces algunas preguntas para la discusión:

 ¿Qué sentimientos les produjo esta lectura?


 ¿Cuáles son las causas que han provocado esos sentimientos?
 ¿Por qué no se contrata al candidato?
 ¿Cree que este tipo de situaciones puede darse?
 ¿Cuáles son los roles que se identifican en esta presentación y a quiénes se asocian tradicionalmente?

El ejercicio se desarrolla en un contexto de entrevista laboral (trabajo dependiente), dado que en estas situaciones es más
evidente la discriminación. Sin embargo, es importante realizar también la relación con el trabajo independiente,
considerando prejuicios, paradigmas y posibilidades de discriminación que se puedan dar en dichas situaciones.

 ¿En qué situaciones se puede dar discriminación?


 ¿Cómo habría que actuar ante dichas situaciones?
 ¿Cómo afectan los prejuicios en ellas?

Puede poner un ejemplo de una mujer a cargo de un negocio de venta de repuestos de auto, negocio que podría
entenderse como tradicionalmente masculino. ¿Cómo se sentiría un hombre que entre a comprar al local? ¿Tendría
confianza en lo que compre o en las sugerencias de la vendedora? ¿Qué debería hacer la persona a cargo para validarse
en su oficio?

Cierre.
Para cerrar, se destaca la idea del acostumbramiento que hay en relación a los estereotipos de género y cómo el hecho de
cambiar el foco causa distintas reacciones como pueden ser extrañeza al ver algo fuera de lo común, risa u otra reacción.
Esta actividad permite destacar también cuán acostumbrados/as se está a los roles tradicionales de hombres y mujeres
ante determinadas situaciones y los prejuicios que hay asociados a ello.
Material de apoyo.

Diálogo para los/as participantes (para fotocopiar).

HOMBRE: Hola, vengo por lo del anuncio, señora.

MUJER: Bien- dice la jefa de personal- siéntese, ¿cómo se llama usted?

HOMBRE: Bernardo.

MUJER: Señor o señorito.

HOMBRE: Señor.

MUJER: Deme su nombre completo.

HOMBRE: Bernardo Delgado señor de Pérez.

MUJER: Debo decirle, señor de Pérez, que actualmente, en nuestra dirección no nos gusta emplear varones casados.
En el departamento de la señora Moreno, para el cual nosotros contratamos el personal, hay varias
personas de baja por paternidad. Es legítimo que las parejas jóvenes deseen tener hijos, nuestra empresa,
que fabrica ropa de bebé les anima a tener hijos, pero el ausentismo de los futuros padres y de los padres
jóvenes constituye un problema para la marcha efectiva de un negocio.

HOMBRE: Lo comprendo, señora pero ya tenemos dos niños y no queremos más. Además tomo la
píldora.

MUJER: Bien, en ese caso sigamos. ¿Qué estudios tiene?

HOMBRE: Tengo certificado escolar de educación técnico profesional como administrativo. Me habría
gustado seguir estudiando, pero en mi familia éramos cuatro y mis padres dieron prioridad a
las chicas, lo que es muy normal. Tengo una hermana coronela y otra mecánica.

MUJER: ¿En qué ha trabajado usted últimamente?

HOMBRE: Básicamente he hecho reemplazos, ya que me permitía ocuparme de los niños mientras eran
pequeños.

MUJER: ¿Qué profesión desempeña su esposa?

HOMBRE: Es jefa de obras de una empresa de construcciones metálicas. Pero está estudiando
ingeniería, ya que en el futuro tendrá que reemplazar a su madre que es la que creó el
negocio.

MUJER: Volviendo a usted, ¿cuáles son sus pretensiones?

HOMBRE: Pues…

MUJER: Evidentemente, con un puesto de trabajo como el de su esposa usted deseará un sueldo de complemento,
como para gastos personales como todo varón desea tener para sus caprichos y sus trajes. Le ofrecemos xxx
para empezar, una paga extra y un bono de cumplimiento.

Fíjese en ese punto, señor Pérez, el cumplimiento es absolutamente indispensable en todos los puestos. Ha
sido necesario que la empresa cree este bono para animar al personal a no faltar por tonterías. Hemos
conseguido disminuir el ausentismo masculino a la mitad. Sin embargo, hay señores que faltan con el
pretexto de que el niño tose o hay una huelga en la escuela. ¿Cuántos años tienes sus hijos?

HOMBRE: La niña 6 y el niño 4. Los dos van a clases y los recojo por la tarde cuando salgo del trabajo,
antes de hacer la compra.

MUJER: ¿Si se ponen enfermas tiene usted algo previsto?

HOMBRE: Su abuelo puede cuidarlos, vive cerca.

MUJER: Muy bien, gracias señor de Pérez. Ya le comunicaremos nuestra respuesta dentro de algunos días.

El señor de Pérez salió de la oficina. La jefa de personal se fijó en él al marcharse. Tenía las piernas cortas, la espalda un
poco encorvada y apenas tenía cabello. “La señora Moreno detesta los calvos”, recordó la responsable de contratación.
Y además le habría dicho “más bien uno alto, rubio, con buena presencia y soltero”.

Bernardo Delgado señor de Pérez recibió tres días más tarde una carta que empezaba diciendo, “Lamentablemente…”.
4.2. TEMA 2 – Roles familiares.

Objetivos.
 Distinguir elementos relevantes a la hora de identificar cómo se dividen las labores del hogar y cómo impacta esto
cuando el hombre y la mujer trabajan, o cuando la mujer es jefa de hogar según sea el caso.
 Reconocer la necesidad e importancia de distribuir equitativamente las labores al interior del hogar.
 Que los/as participantes tengan alguna idea clara de cómo estructurar las relaciones en el hogar de manera de lograr
una distribución equitativa de tareas.

Contenidos mínimos.
 Reconocer primero el impacto y peso que tiene la concepción cultural de mujer en el hogar y hombre proveedor y
cómo estos paradigmas han ido cambiando por distintas razones (ya sea por necesidad de trabajo de la mujer, por
desarrollo personal, etc.).
 Identificar posibles formas de reorientar las relaciones en el hogar o con otras redes de apoyo, familiares o de amigos
fuera del hogar, que permitan tener una calidad de vida relativamente tranquila.

Marco conceptual para el/la facilitador/a.

Cada día aumenta la participación laboral femenina, sin embargo los cambios necesarios para acompañar este proceso no
van al mismo ritmo. En el caso de las dinámicas familiares, cada miembro tiene derechos y obligaciones y ser mujer u
hombre no debiese suponer la exclusión de ningún tipo de actividad. Esto implica romper con tradiciones, paradigmas y
costumbres arraigadas en nuestra cultura que asocian a hombres y mujeres patrones de conducta y/o responsabilidades
que en realidad podrían ser compartidas entre ambos. No se habla solo de parejas, esto también aplica a hijos e hijas,
abuelos y abuelas, tíos y tías y cualquier miembro que forme parte de la familia de quien desarrolla una actividad
económica, en este caso independiente.

El hecho de trabajar tiene impacto en el desarrollo de las labores domésticas tradicionalmente asociadas a la mujer, por lo
que es importante así como se ha avanzado en diversos ámbitos, asumir este impacto en el hogar y que sea considerado
como tema de conversación en la familia, sea cual sea su composición. El trabajo doméstico siempre ha sido una labor
subvalorada por la cual no se recibe remuneración ni reconocimiento, no tiene horario y sigue siendo desarrollado casi
exclusivamente por las mujeres en el hogar, incluso si ellas realizan además alguna actividad económica ya sea
dependiente o independiente.

La idea de abordar este tema tiene que ver con que tanto hombres como mujeres reconozcan la diversidad de tareas que
una mujer que trabaja debe realizar, dado el “rol social o cultural” asignado a las labores domésticas y lo que ha implicado
la mantención de dicho rol sumado al desarrollo de trabajos ya sea de manera dependiente como independiente.

En este punto es importante destacar también la relación con los hijos e hijas, o en general con los niños y las niñas en la
familia, en términos de ser capaces de inculcar esta visión en ellos/as. Hasta ahora se ha logrado avanzar al respecto, pero
aún queda camino por recorrer. Uno de éstos se refiere a la necesidad de trabajar estos temas con las familias como
primeros socializadores de sus hijos e hijas, ya que es allí –incluso, desde antes de su nacimiento– que se va enseñando a
los hijos e hijas a “ser” niños y niñas, según las pautas culturales del sistema sexo-género, que determinará los espacios y
los límites de la inclusión social de cada uno y cada una.

Se debieran considerar pautas de crianza que aporten para un proceso que tiene que ser sistemático, cuyo
propósito es que los niños y niñas puedan desarrollarse integral y armónicamente, evitándoles las dificultades
que ellos/as mismos/as han tenido que enfrentar.

Actividad 3 - ¿Y quién me ayuda a mí?

Tiempo estimado: 90 minutos.


Materiales necesarios: papelógrafos, plumones, scotch.
Resultados esperados: que tanto hombres como mujeres reconozcan la importancia de contar con una red de apoyo para
el desarrollo adecuado de las labores domésticas y las asociadas a su trabajo, cuando ingresa al mundo laboral ya se
dependiente o independiente.

Desarrollo.
Esta actividad se desarrolla en pares, donde cada persona comparte y reflexiona en función de su experiencia, sobre la
base de las preguntas planteadas en el papelógrafo. A cada pareja se le entrega un papel con la tabla a continuación, en la
cual completan con palabras clave o dibujos que lo interpreten, a través de lluvia de ideas, la respuesta a las siguientes
preguntas, en las columnas respectivas:
Columna 2:
 ¿Qué tareas se deben hacer en el hogar? Registrar todas las que se les ocurran, independiente de quién las haga en la
realidad.
 ¿Qué tareas se deben hacer relacionadas con el negocio? Registrar todas las que se les ocurran, independiente de quién
las haga en la realidad.
Columna 3:
 ¿Quiénes viven en su casa? Se debe incluir la/el participante y todos quienes vivan con él/ella, identificando parentesco,
incluyéndolos a todos/as, independiente de su edad.
 ¿Quiénes, que no vivan con usted, le ayudan ya sea en el hogar o en el trabajo?

¿HOMBRE O TAREAS PERSONAS


MUJER?
¿Qué tareas se deben hacer en el hogar? ¿Quiénes viven en su casa?

¿Qué tareas se deben hacer relacionadas con el negocio? ¿Quiénes, que no vivan con
usted, le ayudan ya sea en el
hogar o en el trabajo?

Identificadas las tareas, poner al lado de ellas si éstas se asocian normalmente a un hombre o una mujer (columna 1).

Finalmente, pida a cada pareja, que unan con una línea cada tarea con quien la realiza. Aquellas tareas que son realizadas
por la persona, marcarlas en un color diferente. Si hay tareas que son realizadas por todos, agregar como parte de la lista
de personas en la casa “todos” y vincularla con ese ítem.

Terminado el ejercicio grupal, compartir en plenario algunas experiencias.

Cierre.
Para cerrar y reflexionar sobre la actividad, se entregan las siguientes preguntas guía:
 ¿Están de acuerdo con las características descritas?
 ¿Qué piensan de las actividades catalogadas como propias de hombres y propias de mujeres?
 ¿Esto trae consecuencias para la familia? ¿Cuáles?
 ¿Aparecen miembros que no estén colaborando con alguna tarea? En caso que sí, ¿cómo se podrían incorporar?
 En caso que aparezcan miembros recargados de trabajo, ¿cómo se sienten o creen que se sienten?

Para mejorar la calidad de vida de las familias y particularmente de las mujeres que trabajan, es necesario reconocer las
tareas que existen dentro del hogar y compartir las labores domésticas considerando la edad y capacidades de cada
integrante. Es importante reconocer también que en ocasiones, no basta solo con la familia o quienes viven en el hogar,
sino que también es necesario recurrir a vecinos/as u otras personas que puedan ayudar. Asimismo es importante hacer el
análisis en función de las actividades que demanda el negocio, ya que eventualmente delegar tareas también puede
significar un alivio para la persona que las realiza.
Se debe fomentar la corresponsabilidad familiar, en función de la calidad de vida no solo de la mujer que trabaja, sino que
de cada uno de sus miembros. Dice relación con comprender que es necesario ampliar los derechos y responsabilidades de
las mujeres en el ámbito público y de los hombres en el ámbito privado, lo que contribuiría a hacer más equitativas las
relaciones entre hombres y mujeres, que las familias puedan tener una mejor calidad de vida por una parte teniendo
mayor acceso a oportunidades de desarrollo y mejores condiciones en su vida familiar. Asimismo estas acciones buscan
también aportar, en términos más globales, al crecimiento económico, el alivio de la pobreza y la reducción en la
desigualdad de ingreso.

4.3. TEMA 3 – Conclusiones finales.

Objetivos.
Los/as participantes comprenden la responsabilidad que tienen tanto hombres como mujeres en la distribución de tareas
cuando hay miembros de la familia que trabajan.

Contenidos mínimos.
Tomar acción y decisión en cuanto a la definición de relaciones y roles dentro del hogar cuando la mujer trabaja, dejando
de lado los prejuicios de lo que pueden hacer hombres y lo que pueden o les corresponde hacer a las mujeres.

Marco conceptual para el/la facilitador/a.


En las actividades anteriores se han abordado conceptos relacionados con sexo y género, equidad de género, distribución
de roles. Este último tema, busca generar algunas conclusiones importantes, relacionando ahora con la realidad de cada
una de las personas que ha participado del taller, cómo el enfoque de género y en particular la distribución de las tareas
tanto en el hogar como en los negocios, puede ayudar a que tanto hombres como mujeres puedan desarrollar sus labores
de manera eficiente y efectiva, considerando que tienen características biológicas distintas, pero que se debe tender a que
ambos tengan posibilidades equitativas de crecimiento y desempeño personal y laboral.

Las responsabilidades del hogar y el cuidado de los hijos (u otras personas dependientes dentro del hogar), como vimos en
la actividad anterior, somete a las mujeres que desarrollan alguna actividad generadora de ingresos ya sea dependiente o
independiente, a una doble jornada, considerando su trabajo relacionado con las tareas domésticas y lo que corresponde
a su trabajo. Las consecuencias de su presencia “en todo” generan tensión, cansancio, entre otras, lo que, en muchas
ocasiones, junto a la falta de confianza o autoestima en sí mismas limita que su trabajo sea una fuente de desarrollo
personal y aporte real, ya que muchas veces los costos pueden ser mayores que las ganancias, pensando no solo en
términos económicos. Por ello resulta necesario, remirar el trabajo desde perspectivas que aporten también posibilidades
de desarrollo personal, de mejoramiento en la calidad de vida, de crecimiento para los hijos (educación).

En el contexto de este taller, en términos generales, varias/os de las/os participantes optan por desarrollar una actividad
económica independiente porque lo necesitan y es la forma que tienen de generar ingresos, sin alejarse del hogar. Sin
embargo, como hemos visto, esto recarga a quienes toman esta opción si no hay un espacio de conversación adecuado
con el entorno familiar, en que se revisen tareas y posibilidades de aporte de los distintos miembros de la familia.
Normalmente esto no es necesario cuando el hombre sale a trabajar, ya que se entiende culturalmente que esa es su
función, pero sí cuando lo hace la mujer, porque es ella, culturalmente, la responsable de las tareas del hogar, por lo que si
ella sale a trabajar o trabaja en casa, nadie más hace el trabajo doméstico, recargando a la mujer.

Actividad 4 - Y, ¿cómo lo hacemos?

Tiempo estimado: 60 minutos.


Materiales necesarios: papelógrafos, hojas en blanco, plumones, scotch.
Resultados esperados: que los/ las participantes comprendan el concepto de equidad de género y cómo este se puede ver
reflejado en su entorno familiar. Que identifiquen acciones que permitan promover la equidad de género en su realidad,
pensando también en su calidad de vida y la de su familia.
Desarrollo.
Esta actividad se aplica de manera individual. En función de lo desarrollado en las actividades anteriores y teniendo claros
los conceptos trabajados, cada participante ha pensado en su propia situación y bajo qué condiciones realiza su trabajo. En
este contexto, ahora cada uno/a trabaja sobre la siguiente pregunta de cierre: ¿qué se puede hacer para cambiar alguna
de estas situaciones? Estas situaciones refieren a aquellas identificadas en el ejercicio anterior, como recarga de funciones
en la/el participante o en algún otro miembro de la familia, personas que no hacen nada en la casa, estando en
condiciones de hacerlo, requerimientos de apoyo, etc. El objetivo es plantear medidas o acciones que permitan una
distribución armónica de las tareas, que permita que todos/as aporten y puedan desarrollar sus actividades con
tranquilidad, considerando el enfoque de género desde la perspectiva planteada en este taller: si bien hombres y mujeres
tienen características biológicas distintas que los determinan en algunos sentidos, esto no quiere decir que la mujer no
pueda trabajar fuera de hogar ni que el hombre no pueda desarrollar labores domésticas. Se debe lograr un equilibrio y
eso va en beneficio de todos/as.

Cierre.
Para cerrar y reflexionar sobre la actividad, se entregan las siguientes preguntas guía:
 ¿Cree que es posible compartir las soluciones ideadas en la familia y lograr algún cambio?
 ¿Qué debería hacer para lograrlo?

En estos contextos en los cuales aún se dan situaciones de sobrecarga para las mujeres que trabajan, en un proceso de
instalación de todo lo que se ha comentado hasta ahora, las mujeres deben tener especial atención en cuidar su salud
física y mental, porque en muchas ocasiones postergan su bienestar por el de otros. Encontrarse en un buen estado de
salud les permitirá también trabajar más tranquilas. Pequeñas acciones contribuyen a mejorar la calidad de vida y sentirse
mejor, es necesario reservar un tiempo para actividades personales que puedan gratificarlos.

En este enfoque de género que se intenta promover, no debemos olvidar que también puede haber hombres solos a cargo
de sus familias, a los cuales también se podrían aplicar varios de los elementos que se han considerado en el taller.

INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA

Para cerrar el taller es importante comentar a los/las participantes del taller, a modo de orientación y para que la
tengan en consideración en la medida que vaya siendo necesario avanzar en sus negocios, la importancia de, en la
medida que crece el negocio, se considere la posibilidad de pensar en temas relacionados con seguridad social,
cotizando como trabajador independiente en AFP y FONASA. Y si en algún momento llegan a contar con personas
contratadas para el negocio, hacer los pagos previsionales que correspondan a dichas personas.

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