Hace años, mi padre era el segundo de tres hermanos y junto a mis abuelos paternos vivían en la

sierra por zonas alejadas. Mi abuelo quería que mi padre, junto a sus hermanos, que una vez
terminada la segundaria comiencen a trabajar en el campo, pero mi abuela no quería que sus hijos
se quedaran en el campo como ellos, por eso, los envió a Trujillo, ya jóvenes, para que se preparen
para la universidad, mientras que mi abuela les mandaba dinero para su pensión y alimentos. Mi
abuelo al principio estaba en desacuerdo por que no confía que sus hijos tuvieran la capacidad de
entrar a la UNT, pero mi padre, junto a sus hermanos, demostraron capacidades para el estudio y
materias como la matemática universitaria, química avanzada, etc. Mi padre fue el primero en dar el
examen de la UNT y aprobar a la primera, luego sus hermanos ingresaron en orden a la universidad
por merito propio. Aunque, en el transcurso de su carrera presentaron problemas porque a veces
tenían que trabajar mientras estudiaban, cabe recalcar que ellos cuando llegaron a Trujillo tuvieron
muchos trabajos desde jóvenes en distintos lugares y eran apoyados por su tío (hermano de mi
abuela). Paso el tiempo y se convirtieron en profesionales como mi padre en ingeniero químico y mi
tío en doctor. Años más tarde llegaría el cuarto hijo que impulsado esta vez por sus 2 padres y la
motivación de sus hermanos, también, postularía y se convertiría en un odontólogo.