Las carteras de inversión o también llamados “portafolios” se desarrollan con un objetivo único que es diversificar el riesgo de la inversión que se desea realizar y lógicamente poder acceder a mejores rendimientos mezclando distintas alternativas de inversión o instrumentos financieros en una misma “cartera” o “portafolio”, es decir, además se puede crear utilizando instrumentos de renta fija y variable, y eso dependerá del perfil y objetivo que tenga el inversionista interesado en dicho portafolio. El fin que tiene la construcción de una cartera es poder ir evaluando su comportamiento a través del tiempo, considerando su retorno (rentabilidad) y riesgo, es decir, puedo invertir en activos o instrumentos que sean altamente rentables pero asumiendo una importante porción de riesgo, pues, esto hace alusión al principio financiero que indica que a mayor riesgo, mayor rentabilidad…, lo cual se puede combatir de cierta forma considerando los cálculos correspondientes para evaluar su comportamiento y rendimiento a través del tiempo, sin olvidar en ningún momento el objetivo que tuvo la inversión en dicha cartera. Los modelos financieros creados para determinar costos y valorizar activos de capital que representa información relevante para el inversionista y las empresas. Uno de esos es el modelo CAPM, y significa modelo de valoración de activos de capital, cuya finalidad es poder brindar una tasa porcentual de exigencia ya sea a un proyecto de inversión determinado para una empresa, o para exigir una rentabilidad mínima a una inversión determinada. Este modelo mezcla información proveniente del mercado y de las industrias en las cuales se pretende realizar una inversión, de hecho, su fórmula se compone de la tasa libre de riesgo (emitida por alguna Institución ligada al Estado), una prima de riesgo de mercado (que se puede tomar como referencia por ejemplo la tasa de retorno del IPSA; índice de precio selectivo de acciones) y también se compone del índice BETA, que representa al riesgo de la industria o empresa donde se quiere invertir. Adicionalmente, se revisará el modelo WACC que se define como el costo promedio ponderado de capital, y está referido a calcular el costo promedio que tienen todas las deudas de una empresa o proyecto de inversión, considerando todos los créditos o financiamientos que se evalúan obtener para la realización de la inversión. Este modelo incluye el uso de la tasa de exigencia emitida por el modelo CAPM, por lo tanto, son modelos que pueden complementarse para llegar a mejores interpretaciones e información.