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PAÍSES PARTICIPANTES

A fecha del 23 de noviembre de 2005 eran 100 los países firmantes del Convenio de
Róterdam: Alemania, Argentina, Armenia, Arabia
Saudita, Australia, Austria, Bélgica, Belice, Benín, Bolivia, Brasil, Bulgaria, Burkina
Faso, Camerún, Canadá, Colombia, Costa Rica, Chad, Chile, China, Islas Cook, Costa de
Marfil, Eritrea, Eslovenia, España, Dinamarca, Ecuador, El Salvador, Emiratos Árabes
Unidos, Etiopía, Comunidad
Europea, Finlandia, Francia, Gabón, Gambia, Ghana, Grecia, Guatemala, Guinea, Guinea
Ecuatorial, Hungría, India, Irlanda, Italia, Jamaica, Japón, Jordania, Kenia, Kuwait Kirguist
án, Libia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malasia, Malí, Islas
Marshall, Mauricio, Mauritania, México, Mongolia, Namibia, Nigeria, Noruega, Nueva
Zelanda, Omán, Países Bajos, Pakistán, Panamá, Paraguay, Perú, Polonia, Portugal, Reino
Unido, Siria, República Checa, República Democrática del Congo, Corea del
Norte, Tanzania, Rumania, Ruanda, Samoa, Senegal, Singapur, Sudáfrica, Sudán, Suecia, S
uiza, Surinam, Tailandia, Togo, Ucrania, Uruguay, República Dominicana y Venezuela.

LOS ÓRGANOS SUBSIDIARIOS DEL CONVENIO

 Secretaría: la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la


Agricultura FAO y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente –
PNUMA actúan conjuntamente como Secretaría del Convenio de Rotterdam, con sedes
en Ginebra y Roma. Entre las funciones de la Secretaría están la coordinación para las
reuniones de la Conferencia de las Partes y de sus órganos subsidiarios, y el fomento de
la colaboración y cooperación con otras organizaciones internacionales.
 Comité de Examen de Productos Químicos (CEPQ): el Comité de Examen de
Productos Químicos es un órgano subsidiario de la COP. Entre sus responsabilidades se
encuentran el examen de las notificaciones y propuestas de las Partes y la elaboración
de recomendaciones a la Conferencia de las Partes sobre la inclusión de productos
químicos en el Anexo III.
 Conferencia de la Partes (COP): la Conferencia de la Partes supervisa el
funcionamiento del Convenio y adopta decisiones sobre sus enmiendas, incluida la
inclusión de productos químicos en el Anexo III.
 Las Partes y sus Autoridades Nacionales Designadas (AND): cada Parte designa una
o más autoridades nacionales, las cuales son los principales puntos de contacto para las
cuestiones relacionadas con el funcionamiento del Convenio.

La 10ª Reunión del Comité de Examen de Productos Químicos (CRC-10) se celebró del 22
al 24 de octubre de 2014 en la Sede de la FAO en Roma, Italia.

RELACIÓN DE COLOMBIA CON EL CONVENIO DE ROTTERDAM

El Convenio fue aprobado en Colombia mediante la Ley 1159 del 20 de Septiembre de


2007 y declarado exequible mediante Sentencia de la Corte Constitucional C-538/08.

En cumplimiento del artículo 10 del Convenio de Rotterdam, Colombia ha suministrado


información sobre las decisiones relativas a la importación de productos químicos sujetos al
CFP.

El seguimiento e implementación del Convenio está en cabeza de los Ministerios de


Ambiente y Desarrollo Sostenible y de Salud y Protección Social, así como del Instituto
Colombiano Agropecuario ICA.

OBJETIVOS

 Promover la responsabilidad compartida y los esfuerzos conjuntos de las Partes en


el comercio internacional de ciertos productos químicos peligrosos, a fin de proteger
de posibles daños la salud de los seres vivos y el ambiente.

 Contribuir al uso ambientalmente racional de estas sustancias facilitando el


intercambio de información acerca de sus características.

 Establecer procesos de adopción nacional de decisiones sobre la importación y


exportación de dichas sustancias, difundiendo esa información a las partes.

Para ello, la ley alcanza a los productos químicos industriales y plaguicidas prohibidos o
rigurosamente restringidos y a las formulaciones de plaguicidas extremadamente
peligrosas.
IMPORTANCIA DEL CONVENIO

El Convenio representa un paso importante para garantizar la protección de la población y


el medio ambiente de todos los países, de los posibles peligros que entraña el comercio de
plaguicidas y productos químicos altamente peligrosos. Contribuye a salvar vidas y
proteger el medio ambiente de los efectos adversos de los plaguicidas tóxicos y otros
productos químicos. Establece una primera línea de defensa contra las tragedias futuras
impidiendo la importación no deseada de productos químicos peligrosos, en particular, en
los países en desarrollo.

Al dar a todos los países la capacidad de protegerse contra los riesgos de las sustancias
tóxicas, habrá puesto a todos en pie de igualdad y elevado las normas mundiales de
protección de la salud humana y el medio ambiente.

El citado Convenio permite supervisar y controlar el comercio de sustancias sumamente


peligrosas; dar a los países importadores la posibilidad de decidir qué productos químicos
quieren recibir y de excluir los que no puedan manejar en condiciones de seguridad.

Asimismo, contribuye a resolver estos apremiantes problemas relacionados con la salud


humana y el medio ambiente al reducir la utilización de esos productos químicos cuando
sean absolutamente necesarios y pueden usarse sin riesgo. De este modo, el Convenio
contribuye a prevenir nuevos problemas de seguridad química.

Según el Convenio, la exportación de productos químicos sólo puede tener lugar con el
consentimiento fundamentado previo de la parte importadora. El procedimiento de
consentimiento fundamentado previo (CFP) es un medio de obtener oficialmente y difundir
las decisiones de los países importadores respecto de si desea recibir futuros envíos de
determinado producto químico y de velar por la aplicación de esas decisiones por parte de
los países exportadores.

El Convenio incluye disposiciones sobre el intercambio de información entre las partes


sobre los productos químicos potencialmente peligrosos que puedan exportarse e
importarse y prevé un proceso nacional de adopción de decisiones relativas a la importación
y la aplicación de las decisiones por los exportadores.

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