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B
Preso desde el 13 de marzo de 1938 hasta primeros días de marzo de 1939
Confinado en el hotel Metropol
Hotel Metropol de Viena funciona como cuartel de la Gestapo, allí torturan a gente
“Tal vez usted se acuerde de que ni nuestro canciller ni el barón de Rotschild fueron a
parar tras las alambras de un campo de prisioneros, sino que recibieron un trato que
podría parecer de favor puesto que fueron alojados en un hotel como el Metropol, que
era donde tenía la Gestapo su cuartel general, en el que se asignó a cada uno de ellos
una habitación independiente. También mi insignificante persona fue objeto de la
misma distinción.”
Primer período: cuatro meses - abril, mayo, junio, julio- comienza el deterioro
27 de julio LIBRO
Tercer período: cinco meses –noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo- comienza
a jugar consigo mismo, descenso a la manía, locura
15 de marzo de 1939 Dr. B LIBRE -se encontraba en el hospital hacia unos días- Hitler
ocupa Bohemia
“Es posible que me declarase incapacitado, o quizá es que yo había dejado de interesar
a la Gestapo, puesto que Hitler había ocupado Bohemia y, con ello, para él el caso de
Austria quedaba ya resuelto.”
Porqué apresan al Dr. B
(En Viena tenia) un bufete de abogados que al principio dirigía junto con mi padre y
luego solo. En realidad, el nuestro no era tampoco un verdadero estudio de abogados
sino que nos limitábamos a la asesoría jurídica y sobre todo a la administración de
bienes de los grandes conventos. Además se nos había confiado la administración de
los fondos de algunos miembros de la familia imperial. Cuando más tarde Hitler se
adueñó del poder en Alemania e inició sus asaltos contra la propiedad de la Iglesia y de
los monasterios, intervinimos también allende la frontera en distintas negociaciones y
transacciones para salvar, al menos, los bienes muebles de la confiscación, y sabíamos
más con respecto a ciertas negociaciones políticas secretas de la curia y la corte de lo
que jamás llegará a conocimiento del público.
Mucho antes de armar sus ejércitos, el nacionalsocialismo había comenzado a
organizar en los países vecinos otro ejército no menos peligroso y disciplinado. En cada
oficina, estaban colocados sus escuchas y espías. Tenían su representante hasta en
nuestro modestísimo escritorio, como por desgracia llegué a saber demasiado tarde.
De todos modos, y antes de que yo pudiera sospechar algo, se hizo dar órdenes desde
Múnich o Berlín para vigilarnos. Recibí una prueba palpable del cuidado y cariño con
que la Gestapo, desde tiempo atrás, venía dedicando a mi persona, cuando me
detuvieron los hombres de la S.S.
Tortura psíquica. Confinamiento en solitario, proceso. Fragmentos: Novela de
ajedrez
No se nos daba un trato más humano sino que, simplemente, se nos aplicaba un
método más refinado.
“La presión que ejercían para obligarnos a entregar el “material” que pretendían
obtener era de una naturaleza más sutil que los garrotazos o la tortura física. Se
trataba del aislamiento más refinado que pueda imaginarse. No nos hacían nada, se
limitaban a situarnos en el vacío más absoluto, y es bien sabido que nada en el mundo
puede oprimir tanto el corazón del hombre como la nada. Recluyéndonos a cada uno
de nosotros en una vacuidad total, en una habitación herméticamente aislada del
mundo exterior, sustituían la presión exterior de las palizas y del frío por una presión
interior que finalmente habría de conseguir que despegáramos nuestros labios.”
Se me habían quitado todos los objetos: el reloj, para que no tuviera noción del
tiempo, el lápiz, para que no pudiera escribir nada, el cortaplumas, para que no
pudiera abrirme las venas; se me negó, incluso, el más débil narcótico, tal como un
cigarrillo. Con excepción del centinela, sobre quien pesaba prohibición de hablarme o
de contestarme ni a una sola pregunta, jamás veía una cara humana; jamás oía una voz
de hombre. Ni la vista ni el oído ni ningún otro sentido recibían, ni de noche ni de día,
estimulo alguno: me hallaba solo con mi cuerpo y cuatro o cinco objetos mudos…
desesperadamente solo.”
“Desde la mañana a la noche se está a la espera de algo que nunca llega. Se espera y se
espera. Y no ocurre nada. Y se sigue esperando, y esperando, y esperando… y
pensando, y pensando, y pensando… hasta que duelen las sienes. Y no ocurre nada. Y
estás solo. Solo… Solo…”
Por fin comenzaron los interrogatorios. Se solía llamarnos repentinamente, sin que
supiéramos bien si era de día o de noche. Nos llamaban, nos conducían a través de
varios pasillos y no sabíamos adónde; luego debíamos esperar en algún sitio, que
tampoco sabíamos qué era, y de pronto nos encontrábamos frente a una mesa en
torno a la cual se hallaban sentados unos cuantos individuos uniformados.
«Pero los interrogatorios no eran lo peor todavía. Más terrible aún era el retorno de la
inquisición a mi nada. Porque apenas quedaba a solas conmigo mismo, trataba de
reconstruir las contestaciones que habrían sido más prudentes y lo que debería decir la
próxima vez para anular la sospecha que acaso había despertado con una observación
imprudente. Reflexionaba, pensaba, estudiaba, revisaba una por una las palabras de la
declaración que acababa de prestar ante el juez de instrucción, recapitulaba cada
pregunta que se me había formulado, y cada una de mis réplicas; trataba de considerar
qué parte habían protocolizado y sabía, sin embargo, que jamás lograría calcularlo ni
averiguarlo. Pero esos pensamientos, una vez puestos en marcha en el espacio vacío,
no se cansaban de dar vueltas en la imaginación, vueltas y más vueltas, siempre en
distintas combinaciones, ininterrumpidamente, hasta en los sueños.
Yo debía engullir mis pensamientos, ellos debían ahogarme hasta que por último no
podría sino escupirlos, confesarlos, diciendo todo lo que los agentes querían, entregar
por fin, no sólo las indicaciones, sino también los hombres. Noté que poco a poco mis
nervios comenzaban a resentirse bajo esa presión espantosa, y consciente del peligro,
procuré mantenerlos tensos al extremo, buscando o inventado alguna distracción.
Ese estado, en verdad indescriptible, duró cuatro meses. Advertí, alarmado, pequeños
indicios de que mi cerebro empezaba a trastornarse. Sólo lograba articular
tartamudeando hasta las frases más sencillas, porque mientras respondía, miraba
hipnotizado la pluma que corría protocolizando sobre el papel, como si hubiera
querido correr detrás de mis propias palabras. Noté que mis fuerzas flaqueaban,
comprendí que se aproximaba más y más el momento en que para salvarme diría todo
cuanto sabía y quizá más aún, en que, para librarme del estrangulamiento de aquella
nada.
Aquel periodo de mi felicidad se extendió sobre cosa de dos meses y medio a tres
meses. De pronto llegué inesperadamente a un punto muerto. Sin más ni más volví a
encontrarme ante la nada. Es que cuando había jugado de veinte a treinta veces
cualquiera de aquellas partidas, perdía naturalmente el atractivo de la novedad, de la
sorpresa y quedaba agotada su anterior fuerza de excitación tan estimulante.
Debía inventar partidas nuevas en reemplazo de las que ya conocía. Tenía que tratar
de jugar conmigo mismo, más exactamente, contra mí mismo.
Neurosis experimental
Entendemos por neurosis una desviación crónica –puede durar semanas, meses y
años- de la actividad nerviosa superior
Circunstancias que hasta ahora originaron neurosis en nuestros animales:
Estímulos demasiado fuertes o demasiado complejos
Sobrecarga del proceso de inhibición o excitación
Choque de los dos procesos opuestos
Castración
Las neurosis se manifiestan:
por el debilitamiento de ambos procesos –excitación e inhibición-, por separado o en
conjunto
por una actividad nerviosa caótica
por distintas fases del estado hipnótico
Produciendo en nuestros animales una desviación de la actividad nerviosa superior,
hemos visto al aplicar los mismos métodos la aparición, en perros de distinto tipo de
sistema nervioso, de dos formas diferentes de enfermedades nerviosas, de dos
distintas neurosis.
En el perro excitable la neurosis consistía en una desaparición casi completa de los
reflejos inhibitorios, casi una anulación del proceso inhibitorio.
En un perro inhibido desaparecieron todos los reflejos condicionados positivos y llegó
a un estado de gran apatía y somnolencia.
Necesito ejemplificar esto con un experimento en algún perro (experimento pag 269,
270, 271)
Lentos
Rápidos
Desequilibrados
Débiles
El reflejo condicionado
Al estudiar los reflejos condicionados vimos casos numerosos de afecciones de puntos
aislados, muy fraccionados.
Experimento en un perro que tiene una afección –enfermedad, neurosis- en una zona
aislada del cerebro, en un punto específico:
Un perro con un sistema de diversos reflejos, entre ellos: reflejos condicionados
sonoros a un tono, un ruido, golpes de metrónomo, un timbre, etc. Solo uno de los
puntos de aplicación de estos estímulos condicionados será transformado en
patológico y se dejara en estado normal a los restantes. En este punto, en lugar de la
relación normal entre la fuerza física de un estímulo y la magnitud de su efecto,
aparecen las fases igualatoria y paradojal. Con el desarrollo posterior del estado
patológico, el agente deja por completo de producir un efecto positivo y provoca, en
unos casos, solo inhibición, mientras en otros, ocurre todo lo contrario. El reflejo
positivo se hace extraordinariamente estable: se extingue con más lentitud que los
normales, obedece menos a la inhibición de otros estímulos inhibitorios que le
suceden, con frecuencia se destaca por su intensidad entre todos los reflejos
condicionados restantes, lo que no sucedía antes de la enfermedad. Esto nos dice que
el proceso de excitación del punto dado se ha hecho crónica y patológicamente inerte.
La excitación de este punto patológico no se puede aplicar sin que se perturbe en una
u otra forma todo el sistema de reflejos. En la enfermedad de puntos aislados cuando
predomina el proceso de inhibición o el de excitación en el punto enfermo, el
mecanismo del proceso patológico cosiste en la alteración del equilibrio entre los
procesos opuestos: uno u otro se debilita en forma considerable.
Se puede ver en el mecanismo de la neurosis obsesiva y de la paranoia la inercia
patológica del proceso de excitación. Aquí se trata de células o grupos de células
ligadas con nuestras sensaciones e imágenes. De este modo, solo una serie de
sensaciones e ideas vinculadas a las células enfermas se hacen anormalmente
resistentes y no obedecen a las influencias inhibitorias de otras numerosas sensaciones
de células sanas. La variación cíclica en la actividad nerviosa, observada en nuestros
perros, se puede relacionar con las neurosis y psicosis humanas. A un periodo de
actividad muy debilitada, sucedía un retorno completo o parcial a la normalidad, al que
sustituía nuevamente uno de act. Patológica. Otras veces alternaban periodos de
función débil, con otros de función anormalmente elevada. Se puede ver en estas
oscilaciones una analogía con la ciclotimia y la psicosis maniaco-depresiva. Esta
situación se explicaría por la alteración de la relación de los procesos excitatorio e
inhibitorio. Como los procesos opuestos no se limitaban uno al otro a su debido
tiempo y en la medida correcta, el resultado de su trabajo llegaba hasta un extremo y
solo entonces comenzaba el opuesto. Resulta así, una periodicidad exagerada en
exceso de semanas y meses.
Las investigaciones se hicieron sobre animales precisamente sobre el perro. Estamos
en el vigésimo quinto año de ensayos sobre la act. Nerv. Sup del animal, en una forma
puramente fisiológica. Los G. H cerebrales representan el órgano principal de la
actividad nerviosa superior. El fenómeno central en la act. De los Gr. H es el reflejo
condicionado. La idea del reflejo es una idea puramente científico-natural. En la
actualidad se puede considerar que los instintos son los mismos reflejos. Por esto es
preferible asignar a todas estas reacciones regulares del organismo, un solo termino:
“reflejo” y nosotros le agregaremos el adjetivo incondicionado. Si algunos segundos
antes de que el animal coma el alimento, se comenzara a actuar por ejemplo con los
golpes de un metrónomo sobre su oído y esa coincidencia se repitiera una o varias
veces, los golpes de metrónomo provocarían entonces la misma reacción que el
alimento, es decir, que el perro haría los mismo movimiento y también segregaría
saliva y otros jugos digestivos. Esto es lo que denomino reflejo condicionado. ¿Por qué
no habría de ser este un reflejo? El mecanismo es evidentemente el mismo. La
diferencia no está en el mecanismo sino en la conclusión de su elaboración. En el
reflejo incondicionado, el mecanismo está integrado en todas sus partes desde el día
del nacimiento. El reflejo condicionado se integra a lo largo de la existencia individual
en uno de sus puntos, en el sist. Nerv. Centr. La integración del mecanismo del reflejo
condicionado cosiste en el cierre, en la formación de uniones en el camino de las
excitaciones. Los reflejos condicionados se forman con todos los agentes posibles de la
naturaleza, para los cuales, existan aparatos receptores en un animal dado y
uniéndose con cualquiera de los reflejos incondicionados, instintos. Desde el punto de
vista indicado el papel fisiológico de la corteza cerebral es, por un parte de cierre y por
otra, señalador.