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Historia de la Psicología en México

Por
MPOV Deyanira Trinidad Alvarez Villajuana
-27 noviembre, 2018

Introducción

La Psicología en México, conlleva una rica historia repleta de tradición, cultura, y


pueblos indígenas que en combinación con pautas socio-culturales provenientes
principalmente de España y Francia, desembocaron en un país que dio cabida a la
ciencia del estudio del alma de una forma muy característica. Como psicóloga de
formación, cristiana por convicción y próxima abogada, me pareció un asunto en
suma interesante, el abordar este tema y compartirlo con fines culturales con todos
mis lectores, como tú, a quienes agradezco el tiempo que dedican cada semana para
leer y compartir lo que con tanto amor les preparo. Comencemos pues, esta travesía
por la cautivante historia de la Psicología en México.

Grandes investigadores como Rogelio Díaz Guerrero, pionero de la Psicología


experimental en México, constituyen uno de los grandes pilares en que descansa
esta ciencia en el país, siendo sus contribuciones tanto en el ámbito nacional como
internacional significativas. Díaz Guerrero, en conjunto con otros hombres y
mujeres, valiosos exponentes de la psicología en México, ayudaron no sólo al
desarrollo sólido de la psicología experimental en el país sino que promovieron
activamente la independencia de la carrera de psicología de la Facultad de Filosofía
y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM, de la cual al
principio, la ciencia de la conducta era tan sólo un apéndice, pero al escindirse tomó
personalidad propia y fue creciendo en diferenciación y aportaciones como ciencia
definida y trascendente (Carrazcosa, C. 2003).

Cultura prehispánica

El nacimiento de las bases de la Psicología en México, puede remontarse de acuerdo


con Pérez, D. (2012), a las tradiciones históricas de los pueblos indígenas. Por
ejemplo, el pueblo “madre” de los mexicanos, sobre todo en el centro del país,
fueron los mexicas o aztecas, quienes vivieron en el lago de Texcoco, la actual ciudad
de México y fueron dirigidos en su comportamiento hacia ellos mismos y los demás,
por su dios Huitzilopochtli.

Por lo general, se establecieron y vivieron en relativa paz, hasta que otros pueblos
hicieron la guerra, debiendo defenderse de los mismos. En el sureste del país, en
específico, en la península de Yucatán, el pueblo indígena más representativo fueron
los mayas, quienes fueron muy precisos en sus cálculos matemáticos sobre
fenómenos cosmológicos, relacionados con los cambios de estaciones y medición del
tiempo.
Continuando con la cultura mexica, esta se caracterizaba por personas muy
trabajadoras, que eligieron ser sedentarias, asentándose en su territorio. Tras
establecerse, demostraron responsabilidad en cuanto a cultivar la tierra, lo cual les
permitió lograr una residencia permanente para ellos y sus familias, pues existían
los clanes familiares, por lo general, liderado por una especie de “pater familias” o
jefe de tribu, del cual dependían muchas de las decisiones tomadas dentro de la
comunidad. Por otro lado, los mexicas o mexicanos del centro del país, eran muy
religiosos y supersticiosos, así como tendientes a la idolatría. En múltiples
documentos históricos, se expresa de forma consistente que una de las razones por
las que los mexicas llegaron a habitar en el lago de Texcoco fue por indicaciones de
su dios, quien en una visión le dijo a sus líderes que: “donde vean a un águila sobre
un nopal, devorando a una serpiente, ahí debían establecerse”, y efectivamente, así
lo hicieron.

Época de la conquista española

Son múltiples los elementos que influyeron en lo que fue consolidándose como el
terreno propicio para el nacimiento posterior, de la psicología experimental
mexicana, en manos del Dr. Díaz Guerrero, y un gran equipo de hombres y mujeres,
y sin duda, en la etapa de la conquista, fueron aconteciendo muchos de ellos. Por
ejemplo, según Blázquez, A. (1985), Hernán Cortés, ícono de la conquista de la
Nueva España en México, escribió en sus “Cartas de relación”, distintas narraciones
de corte psicológico, literario y político, que influyeron posteriormente en la sociedad
naciente, con su característica mezcla de culturas, tradiciones e inclusive religiones,
las más de las veces, impuestas por la fuerza, y a precio de sangre, por parte de la
religión tradicional católica-romana, proveniente de la Corona, en específico de
Carlos V, quien reinaba en ese periodo.

Para contextualizar mejor cómo se realizó la conquista y su influencia en el desarrollo


de la psicología del mexicano y el nacimiento de la psicología como ciencia en el
país, es importante señalar que a principios del siglo XVI, cientos de españoles
conquistaron una tierra habitada por aproximadamente ocho millones de indígenas.
Con el uso de armas, y sin demostrar piedad alguna, fueron masacrados los pueblos,
e impuestas sus formas de pensar, con base en la coerción y no en la voluntad
natural de la persona. El trasfondo histórico y socio-cultural de México, se basa en
el dominio de un conquistador, que se presenta como el poderoso, el hombre, el
español, sobre un conquistado, que por lo general, era vulnerable y vulnerado,
indígena, mujer, o contaba con alguna discapacidad física o intelectual.

Durante un período de tiempo, los conquistadores creyeron de forma errónea y


prejuiciosa que los indígenas no tenían almas, pero que los niños nacidos de
españoles y mujeres indígenas, es decir, los criollos o mestizos, sí los tenían. Esta
corriente de pensamiento que iba en contra relativamente de las prácticas
denigrantes en contra del pueblo indígena en la etapa de la conquista, lo cual sigue
palpándose hasta la fecha en diversas poblaciones de México, ayudó a dar un mayor
valor a los indígenas como personas, pero sobre todo a los mestizos, población que
representa casi la totalidad del pueblo mexicano en la actualidad. La decisión,
promovida por algunas fracciones españolas en torno a que los hijos nacidos de
ellos, criollos o mestizos, sí tenían alma, promovió de forma directa distintos
estereotipos que hoy continúan en el país, tales como el machismo en el sentido de
que el poder debe radicar siempre en el hombre, teniendo el varón la potestad sobre
las elecciones importantes, y que la mujer, sólo debía someterse a lo que él dijera,
aún fuera en contra de su voluntad y libre albedrío. Si bien tanto el hombre como la
mujer, tienen roles diferentes y bien definidos, es importante recalcar que el valor
de ambos es el mismo, ya que la dignidad humana, y los derechos, que en esa época
no existían como tales, al menos no para la población indígena y mestiza, son únicos,
indivisibles, inseparables y deben ser respetados. Hombre y mujer, forman el núcleo
de la familia, ambos deben cooperar, y construir su hogar, de manera
interdependiente y con amor.

Dicho amor, se creía en la época de la conquista que solo correspondía a la mujer


el darlo, y que el varón debía ser el fuerte, y poderoso, siendo estos estereotipos
perpetuados en la psicología del mexicano, pudiendo verse sus manifestaciones
evidentes en múltiples películas, sobre todo del conocido como “Cine de Oro
Mexicano”, con artistas como Pedro Infante, Jorge Negrete, entre otros. Patrones de
machismo, y de violencia hacia la mujer, fueron transmitidos de manera clara a la
psique de las y los mexicanos, a partir del periodo de la conquista.

El nacimiento de México como nación independiente

De acuerdo con Lafayette, B. (2011), al nacer, México se encontró a manera


metafórica, como el niño se ve a sí mismo, ante sus mayores. México, apareció en
la historia mundial, y empezó a caminar como nación a raíz de su independencia.
Habiendo sido conquistado por España, y por Francia, ya estaba listo, o al menos
eso creía, para dar ese gran paso a la no dependencia extranjera, y a tomar las
medidas necesarias para elegir su propio andar sobre esta tierra. Desarrolló su
primera constitución en 1857, y posteriormente la reformó en 1917, dando avances
paulatinos pero relativamente sólidos en materia de derechos civiles, teniendo ello
un alto impacto en la psicología de la comunidad. La mente colectiva fue forjada a
base de rebeliones en distintos momentos de la historia de la conformación de
México como país. Las y los mexicanos pasaron de ser sometidos y humillados, a
vencer a través de revelarse en contra de la tiranía de los opresores en el poder. En
la actualidad, se vive, aunque no en todos los casos, para ser objetivos, una mezcla
de sentimiento de inferioridad, con valentía rebelde en contra de quien ose oprimir
al pueblo mexicano, siendo una paradoja, pues pese a ser un país enormemente
rico en todos los sentidos, tales como flora, fauna, gas natural, talento humano, aún
no es próspero como debería, debiéndose en gran medida también a los factores:
corrupción e impunidad.

La personalidad y el carácter de los mexicanos

En este punto valdría la pena el realizar una distinción entre las y los mexicanos,
pues son poblaciones psico-socialmente distintas, y por ende, requieren de un
abordaje diferente. Aunque comparten en común la valentía y el arrojo por salir
adelante, pese a las dificultades, es decir, una resiliencia aprendida y también
heredada a través de las generaciones de luchadores sociales en contra de
conquistadores y opresores en el poder, las diferencias son significativas. Las
mexicanas, aunque concebidas, erróneamente como parte del sexo “débil” o
“vulnerable”, han sido sobajadas por años a través de la historia, siendo el
paradigma machista el reinante, y permitiéndose la violencia hacia las mujeres de
forma impune, hasta las actuales legislaciones en materia, son en realidad, quienes
sostienen a las familias de México desde hace muchos años a la fecha. Las madres,
son vistas como intocables, siendo inclusive el insulto u ofensa más popular, aquella
que hace alusión a la progenitora, reflejándose con ello, su importancia a nivel
cultural. Existe una dualidad entre la mujer “buena, de casa, la que se parece a la
madre”, y aquella “mala, de la calle, que está en la casa chica”. El adulterio en la
cultura mexicana, es común, y practicado por lo general, por los varones, con apoyo
de sus familiares, en especial, de sus propias madres, quienes perpetúan este
estereotipo y sellan en la psicología de sus generaciones estas prácticas lacerantes
de la familia como unidad social constituida, y cuyo respeto debe ser no sólo de
dicho, sino de hecho. Por otra parte, los mexicanos, son por lo general, aguerridos
y son de “amas tomar”, sobre todo en el norte del país, siendo habituales las peleas
entre los egos, por cuestiones de mujeres, dinero, o simplemente para demostrar
quién tiene más poder. Las expresiones en ambos casos, sin importar el género,
consisten en una variedad de formas que se han convertido en parte integral de la
cultura, e incluyen desde gastronomía, canciones y bailes, hasta cada aspecto de su
comportamiento interpersonal. Podría decirse, de hecho, que toda la cultura
mexicana es un ejercicio de emotividad, ya sea en una comunión armoniosa entre
sí, con los espíritus que ellos consideran como antecesores, siendo el festejo por
ejemplo, del día de los muertos una ocasión alegre y repleta de tradición, lo cual se
conoce a nivel internacional, así como con la naturaleza, o bien, en la autoflagelación
y el estallido de la violencia, aspecto que también se encuentra en los noticieros
actuales sobre el país a nivel nacional o internacional.

En este sentido, es importante entender que el carácter emocional de los mexicanos,


se forjó en un caldero de opresión física, intelectual y espiritual, pues sufrieron
abusos durante un período de muchos siglos a cargo de opresores con poder, sin
empatía, ni respeto por la dignidad humana. De estas experiencias, la psicología de
los mexicanos, se ha perfeccionado en resiliencia, sacando lo mejor de las crisis, e
incluso tendiendo a reírse de estas, de sus gobernantes, y ellos mismos. El buen
humor es algo característico en la psique del pueblo de México, haciendo de algo
solemne, motivo de risa, o en la actualidad, de miles de memes que son transmitidos
de manera tecnológica, que representan frustraciones sociales, en forma de chistes
y bromas. Como diría Freud “Los chistes, son una forma socialmente aceptada de
decir la verdad”, sin el correspondiente compromiso que ello conllevaría. México, ha
producido miles de grandes artistas, poetas, escritores, científicos, filósofos,
psicólogos, y profesionales de distintas áreas. No sólo ha sido el lugar de nacimiento
de narcotraficantes, políticos corruptos o violadores, que ameriten el poner un
“muro” de odio, ya que esta visión sería totalmente parcial y subjetiva.

La terapia táctil como parte de la cultura

En la psicología del mexicano, también es muy común el contacto físico, a través de


abrazos, palmadas, y siendo muy corto el espacio interpersonal al platicar. Lo
anterior es campo fértil, por ejemplo, para la terapia táctil, la cual tiene una
influencia sutil pero profunda en las relaciones personales, nutriendo las amistades
y ayudando a satisfacer las necesidades emocionales más profundas en la persona
que recibe las muestras de lo que puede entenderse como calidez humana. La
mayoría de las personas están familiarizadas con la teoría y la práctica de la “terapia
táctil”, una técnica de contacto físico diseñada para derribar las barreras psicológicas
y ayudar a las personas a abrirse a la plena comunión con los demás. La “terapia
táctil”, es pues, una parte integral de la vida de la mayoría de los mexicanos, siendo
una práctica social, que ha sido ejercitada desde hace siglos, y se ha convertido en
manifestaciones cotidianas, como el abrazar, como una forma de brindar soporte
emocional y apoyo de persona a persona.

El rol de la familia

Para Díaz-Guerrero, R. (1975), la familia es la institución social por excelencia, no


sólo en México, sino en el mundo. La familia mexicana se basa en dos proposiciones
fundamentales, que implican los estereotipos antes mencionados: (a) la supremacía
indiscutible y absoluta del padre (b) el auto-sacrificio necesario y absoluto de la
madre. El papel de la madre desde tiempos inmemoriales ha sido relacionado con el
término de abnegación, lo que significa la negación de todos los posibles objetivos
considerados como egoístas o personales. Estas dos proposiciones fundamentales
en la familia mexicana tradicional, se derivan de ciertas orientaciones de valor
“existenciales” más generales o suposiciones socio-culturales generalizadas que
tienen desde el punto de vista de la psicología del mexicano, una superioridad
indudable, biológica y natural del varón. Sin embargo, este paradigma ya se
encuentra en transición, existiendo varias leyes a favor de la igualdad de las
mujeres, no supremacía, sobre todo en temas de protección de las mismas ante
cualquier tipo de violencia: física, psicológica, sexual, económica, laboral e incluso
política.

Contribuciones de la Psicología Mexicana en el mundo

Pese a que el último informe sobre el estado de la psicología en México apareció en


la revista American Psychologist, en 1968, año en que aconteció una gran masacre
de estudiantes en este país, mismos que se manifestaron a favor del respeto a sus
derechos, México ha avanzado en materia. Desarrollos Recientes en la Psicología
Mexicana, indican que desde 1968, se ha incrementado de manera notable el
número de universidades que ofrecen la Licenciatura en Psicología, y lo hacen con
calidad. Aunque no aplica en el caso de todas las instituciones del país, sí existen
universidades como la UNAM, la Anáhuac, y la Iberoamericana, entre otras de gran
prestigio, que impulsan la formación de jóvenes universitarios en materia. El
desarrollo de la psicología en México en los últimos diez años ha sido relevante,
abriéndose una gran oferta educativa incluso en el área de Posgrados, y contando
con investigaciones de gran alcance, como por ejemplo, las abordadas por las y los
investigadores de la UNAM, y que pueden verse de manera oficial en:
http://oferta.unam.mx/escuela-facultad/27/facultad-de-psicologia
Así mismo, la UNAM, máxima casa de estudios en donde estoy realizando mi
segunda licenciatura, en esta ocasión en Derecho, es el lugar en donde nació la
Psicología Experimental en México, al escindirse de la Facultad de Filosofía y Letras,
y tomar una identidad propia, así como más universidades de prestigio, están
ofreciendo programas a nivel doctoral, aunque muchos estudiantes optan por
capacitarse en el extranjero, y realizar estancias doctorales y posdoctorales en el
mismo, a través de becas brindadas por el CONACYT, que es el Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología, entre otras fundaciones nacionales e internacionales, que
apoyan la excelencia académica. En cuanto al campo laboral, las instituciones
públicas y privadas, están empleando cada vez más psicólogos para la realización
de actividades de investigación y psicología aplicada, en los ámbitos clínico,
educativo y laboral sobre todo. A nivel gobierno, se está impulsando también, cada
vez más la investigación, aunque todavía existen múltiples áreas de mejora, sobre
todo en materia de educación en México (Ribes-Inesta, E. 1975).
Algunas de las contribuciones más significativas de la psicología mexicana en el
mundo, de acuerdo con Galindo, E. (2004), en su análisis del desarrollo de la
psicología en México hasta 1990, son los siguientes:

1557: Alonso de la Vera Cruz escribe en Physica Speculatio el capítulo De Anima.


1567: Primer hospital psiquiátrico de México.
1773: El doctor José Ignacio Bartolache realiza experimentos psicofisiológicos con
animales y observaciones clínicas en humanos.
1835: José Ramón Pacheco publica Exposición sumaria del sistema frenológico del
Dr. Gall.
1849: Teodosio Lares publica el primer libro de psicología en México, Elementos de
psicología.
1870: Carlos Chaix publica Estudio patogénico, diagnóstico y psicológico de la
epilepsia.
1870: Agustín Roa publica Consideraciones generales acerca de la enajenación
mental precedidas de algunas nociones sobre facultades intelectuales.
1874: Plotino Rhodakanty inicia la publicación del periódico El Craneoscopio.
1875: Luis Muñoz y Revilla publica Breves apuntes sobre el tratamiento de las
frenopatías.
1878: Porfirio Parra publica Ensayo sobre la patogenia de la locura.
1884: Rafael Serrano publica Fragmentos de Psiquiatría óptica.
1885: Francisco Rodiles publica Breves apuntes sobre la histeria.
1896: Ezequiel Chávez funda la cátedra de psicología en la Escuela Nacional
Preparatoria.
1896: José A. Halberti publica Tratamiento sugestivo de la locura.
1901: Chávez publica Ensayo sobre los rasgos distintivos de la personalidad como
factor del carácter mexicano.
1902: Enrique O. Aragón publica La psicología.
1903: Chávez traduce A primer of Psychology de Titchener.
1905: James Baldwin visita México (también en 1908 y 1910).
1907: Juan N. Cordero publica El alma orgánica.
1907: Se publica traducción parcial de Fundamentos de la psicología fisiológica de
Wilhelm Wundt.
1908: Segunda visita de James Baldwin a México.
1909: Juan N. Cordero publica La vida psíquica.
1910: Tercera visita de James Baldwin a México.
1911: Javier Mesa Gutiérrez publica Ficción de Locura.
1912: Mesa Gutiérrez publica Paranoia y Psicosis de obsesión.
1916: Aragón funda el primer laboratorio de psicología, que funciona 30 años.
1920: Cuarta visita de Baldwin a México.
1923: Pierre Janet visita México.
1924: Fundación del Departamento de Psicopedagogía e Higiene en la Secretaria
de Educación Pública.
1928: Chávez publica Ensayo de psicología de la adolescencia.
1936: Aragón funda el Instituto de Psicología y Psiquiatría, existente hasta 1938.
1938: Fundación de un curso de psicología como posgrado en la Facultad de
Filosofía y Letras de la UNAM.
1941: Aragón publica Pletismografía.
1946: Henri Bergson visita México.
1950: José Gómez Robleda publica “Apuntes de psicología”.
1953: Cornejo Cabrera publica “Estudio experimental en algunos grupos indígenas
de México”.
1955: Alfonso Millán funda el Departamento de Psicología Medica en la Facultad de
Medicina de la UNAM.

Conclusión

En México, como en todo el mundo, puede hablarse de una etapa histórica anterior
al surgimiento de la psicología como ciencia, en la que se aborda el estudio de temas
psicológicos en el sentido más amplio del término, es decir, ligados a problemas
médicos y filosóficos, desde mucho antes del siglo XIX. Por ejemplo, Valderrama
(1985) habla de una “psicología” mexicana en los tiempos prehispánicos y
coloniales. No obstante, puede considerarse que la psicología en el sentido moderno
nace en 1896, cuando Ezequiel Chávez funda el primer curso de psicología en
México, en la Escuela Nacional Preparatoria. Sin embargo, es hasta que el Dr.
Rogelio Díaz Guerrero, realiza una serie de contribuciones, y la psicología llega a
escindirse de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, adquiriendo una
personalidad propia, cuando da inicio la psicología en su carácter experimental como
tal. En este sentido, del año 2018 en adelante, se anticipan desarrollos vitales para
la psicología mexicana, sobre todo en sus aplicaciones al ámbito científico y
profesional, relacionados con las nuevas tecnologías de la información e inteligencia
artificial, ya que el impulso a la innovación está siendo parte de lo promovido
activamente en todas las universidades.

Referencias

Blázquez, A. (1985). Las “Cartas de relación” de la conquista de México: política,


psicología y literatura. Recuperado el 25 de abril de 2018 de:
https://www.persee.fr/doc/hispa_0007-4640_1985_num_87_1_4553
Carrazcosa, C. (2003). Rogelio Díaz Guerrero, pionero de la psicología
experimental en México. REDALYC. Recuperado el 25 de abril de 2018 de:
http://www.redalyc.org/pdf/314/31405201.pdf
Díaz-Guerrero, R. (1975). Psychology of the Mexican Culture and Personality.
University of Texas Press.
Facultad de Psicología. Universidad Nacional Autónoma de México. Recuperado el
25 de abril de 2018 de: http://oferta.unam.mx/escuela-facultad/27/facultad-de-
psicologia
Galindo, E. (2004). Análisis del desarrollo de la psicología en México hasta 1990.
Periódicos electrónicos en psicología. Recuperado el 25 de abril de 2018 de:
http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-
350X2004000200004
Lafayette, B. (2011). The Mexican Mind! Understanding & Appreciating Mexican
Culture for Businesspeople, Students, Teachers & Travelers. Phoenix Books.
Pérez, D. (2012). Psicología del Mexicano. Editorial Red Tercer Milenio: Estado de
México.
Ribes-Inesta, E. (1975). Some Recent Developments in Psychology in Mexico.
Recuperado el 25 de abril de 2018 de: http://psycnet.apa.org/record/1975-28665-
001

Datos de la autora:
Deyanira Trinidad Álvarez Villajuana, orgullosamente cristiana.

Licenciada en Psicología UADY (Cédula: 5157846). Primer Lugar Nacional en el


EGEL-PSI (Clínica). Maestra en Psicología y OV, ENSY (Cédula: 09887047). Perito
en Psicología en el Poder Judicial (Registro: RP249/2018). Miembro Gold de la Red
Mundial de Conferencistas, con sede en Alemania
(https://conferencistas.eu/deya/). Conferencista y Catedrática en la Universidad
Americana de Negocios UADEN, con sede en Houston, Texas. Catedrática en el
Seminario Teológico San Pablo, en Mérida, Yucatán. Doctorado en Ciencias de la
Educación, en la Universidad Anáhuac Mayab y Licenciatura en Derecho, en la
UNAM, en curso. Escritora por pasión. Whatsapp: 9991-20-66-69
Sitio: www.deyav.com FB: /deyaalvarezvillajuana

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