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DE LA SELECCION ft N=. D=L=ECTURA INFANTILES Y PATS asI=-INVAN are NMC) NCHA Testbed GLORIA MARIA RODRIGUEZ)SANTA MARIA\» FANUEL HANAN |DIAZ) LUIS BERNARDO YEPES OSORIO = SERGIOJANDRICAIN|* IRENE VASCO TET PNET ID LU EVIL III IALsdatn HLOD\ 231 XC 0 (LEASE LO QUE SE LEA?” Grori Marla RODRIGUEZ Santa Magia s afios, las personas que de una u otra uladas al mundo de los libros, y en s libros para nifios, hemos sido sas actividades que, con la crecen cada dia en cantidad Durante los ultimo: manera estamos vine especial all mundo de lo actores y testigos de numero: aspiraci6n de reclutar lectores, yen variedad. Las horas del cuento, los concursos, camiento a la lectura, los juegos literarios, lectura, las miniferias, el lanzamiento de esldganes y cam- pafias, la creacién de rincones y salas infantiles de lectura, dl envi fac vial wae . . 7 envio de cajas viajeras, la edicién de libros infantiles, los los congresos, etc, in es- Jos talleres de acer- las rondas de cursos, los coloquios, los seminarios, inane m mayor 0 menor medida, es parte dew sca que el pueblo colombiano se vuelva lect be espacio para hacer una disquisicién sobre le la lectura ni sobre la conveniencla y las desventaj enta a : ies que pueden tener las actividades antes mencio- tor. ‘AYO presenta S aninari i fantil 7 presentado en el Seminario de Literacura Infantil, realizado n de Por etatecura el 11 de abril de 1996, con la colabe bn Bibione Las Angel Arango: Fe publicado por primer vez a revista Hojas de Lectuna, im. 40, junio de 1996, pp: 3-7- 5g 60 Goria Marta Roprt Marta SST Mat nadas, encaminadas todas a despertar o fortalecer el interés por Icer. Creo que quienes estamos acé compartimos una conviccién: es importante leer y conveniente que los nifios lean. Mi pregunta es: gléase lo que se lea? ¢Cudntas veces hemos conseguido que cientos de Nifios de una ciudad se involucren en un juego literario en el que el libro escogido depende més de la disponibilidad del autor o de los compromisos con las editoriales que de su calidad literaria? ;Cudntas veces hemos visto en los estantes de las salas infantiles de las bibliotecas ptiblicas y escolares series y colecciones enteras con titulos buenos, regulares y malos, que evidencian que el tinico criterio de seleccién de la institucién ha sido comprar de manera sistemdtica la coleccién completa? ;Cudntas veces los bibliotecarios y los profesores se han escudado en argumentos como “lo importante es que lean”, “toda lectura es buena”, “ese libro les encanta a los nifios”, para justificar la compra de lo pri- mero que les ofrecen, sin tomar partido? ;Cudntas veces, con el propésito de apoyar lo propio, lo nuestro, se elige lo nacional sin cuestionar su calidad estética y literaria? EEL SELECCIONADOR: USUARIO, JUEZ Y VISIONARIO La seleccién de libros es uno de los compromisos més serios que tiene el profesional que esté al frente del desarrollo de las colecciones de una biblioteca. Es una tarea intelectual que tiene como fin elegir, separando de entre sus similares, os libros que se consideran aptos para la biblioteca, tenien- do en cuenta las metas y los objetivos de la institucién, las necesidades de los usuarios y la calidad de los libros. ? 61 10 ; 1! otecas puiblicas y escolares, con frecuencia, son el ee gratuito ylibre con el que la comunidad cuenta deralalectura y a la informacién. Esa es la misién parece ad les ha asignado, de ahi la responsabilidad He ; intransferible e inaplazable que tienen los bibliote- socials dores cuando seleccionan un nuevo material aries y educa elec lll allcle para |g biblioteca 0 para una determinada actividad. Deben tener siempre presente que estdn decidiendo or otros ¥ que con este acto pueden cautivar lectores ys bibli o, por el contrario, desilusionarlos, desmotivarlos 0, peor ain, cerrar las puertas a la lectura para siempre. Hay seleccionadores que se dejan llevar unicamente por el vaivén de la demanda; lo prioritario para ellos es tener satisfecho al cliente. Hay otros, puristas a ultranza, queseleccionan sin pensar para quién estan comprando. Los primeros se centran en el cliente; los segundos, en dlibro. Sin embargo, ambos, libros y lectores, merecen nuestra atencién: el propdsito es encontrar buenos libros que respondan a las necesidades de los lectores. Es claro, por tanto, que no cualquier bibliotecario o cualquier profesor puede llevar a cabo la seleccién de libros, Para desarrollar esta actividad, ante todo, se debe set un buen lector, estar en contacto inmediato con los hifios y jévenes, conocer muy a fondo la coleccidn dispo- nible en la biblioteca y lo que ofrece el mercado editorial. Indudablemente, un seleccionador que cumpla estos Tequisitos tendré criterios mds sdlidos para escoger el ma- tetial. También es indispensable una politica de seleccién, conformada por una serie de orientaciones generales que GroriA Maria Ropricurz SANTA Marg, 62 a. 0—C0—0C—Tr reflejen la filosofia y las prioridades de la organizacién, para darle coherencia al desarrollo de la coleccién, La bibliotecaria estadounidense Amy Kellman (1981) afirma que la seleccién de libros obliga al bibliotecario a adoptar tres posiciones distintas: la del usuario, muy pric- tica; la del juez, que implica tomar decisiones morales y estéticas, y la del visionario, aquel que guarda la esperanza de que las decisiones tomadas en el presente sirvan en el futuro, CUANDO NO SE TOMA PARTIDO Sin lugar a dudas, la posicién mas cémoda es la de aquellos bibliotecarios y profesores que prefieren no tomar partido. En su propia defensa aducen, entre otras razones, que los lectores de hoy son fruto de muchas y variadas lecturas que no siempre fueron libros de mérito literario, y que la selec- cién conlleva restriccién y censura. En ambas afirmaciones hay medias verdades. Veamos cada una de ellas. Es cierto que una gran mayoria de los que hoy se reconocen como lectores son el resultado de unas lecturas no siempre ajustadas a los cdnones de cali- dad; lectores omnivoros, como los denomina John Spink (1990), que leen indiscriminadamente lo que esté a la vista. Mi historia particular es un caso tipico de omni- vorismo: devoré los libros de Marisol | padect la “impe- La serie Marisol fue publicada por Editorial Felicidad, de Taller Graficos Fher de Bilbao. Eran unos libros basados en Marisol (Pepa Flores), una nifia prodigio del cine espafiol de la década de 1960. Entre los titulos estaban Ha Iegado un Angel, Un ray? de luz, Marisol y su pandilla, Marisol rumbo a Rio, Maris SLEAse uE ‘A? gLEASE LO QUE SE LEA? 63 riosa necesidad” de leer las series completas de aventuras y misterios de Enid Blyton, luego Ilegé Corin Tellado, después Chris’, Pregtintale a Alicia, etc. Cada una de estas lecturas fue importante en su momento y, sin embargo, jcomprarfa yo, ahora, para las bibliotecas publicas donde trabajo alguno de estos libros? No. ¢Cémo perder la oportunidad de que los lectores conozcan, por ejemplo, La hija del espantapdjaros, de Maria Gripe; Un puente hasta Therabithia, de Katherine Paterson; Matilda, de Roald Dahl; La abuela, de Peter Harding; Elsol de los venados, de Gloria Cecilia Dfaz? ;Por qué no servir de restaurante de cinco estrellas y contribuir a refinar el gusto de los lectores? Muy seguramente ellos podran comer hamburguesas, papitas y bombombunes por su cuenta y cuando lo necesiten. Comparto con John Spink su idea de que la “basura” ocupa un lugar en la vida del lector, y quizds yo pueda servirle como punto de referencia para enjuiciar, comparar y afinar el gusto. Pero creo firmemente que la posicién de la biblioteca debe ser clara en esto, no solo porque no cuenta con presupuestos infinitos y lo que tenemos se debe invertir lo mejor posible, sino, ademis, del estatus y reconocimiento social que alcanzamos al garantizarle al usuario un servicio de calidad. por cuestién periodista, Un verano de Marisol, Marisol en TV, Marisol detec- tive, Marisol en el colegio, entre otros. Pueden ser consultados en ln pagina web hetps//werw.marisol-pepaflores.com.at/scajon- sastreO7.htm 2 Serie del escritor Paul May. Algunos de los titulos son Escapa Chris, El regreso de Chris, Un amor para Chris, entre otros. GLORIA WEARIN TKODRIGUEZ, "A Marry 4 a Respecto de la idea de muchos bibliotecarios Y macs. tros de que toda seleccién conlleva restriccién y Censura, creo importante retomar las palabras de Genevieve Parte (1984): “Seleccionar no quiere decir restringir, sino todg lo contrario. Seleccionar significa valorizar”. Este valor 9 mérito estara representado en su conjunto por el texto, e| disefio grafico y la edicién, sin perder de vista, obviamen. te, el ptiblico infantil para el cual estamos seleccionando, ¢Qué hace entonces que un libro sea bueno? Su calidad literaria y estética y, fundamentalmente, que sea una buena historia, que cuente algo y bien contado, privilegiando siempre el criterio del placer, de lo hidico, por encima de otros criterios, como el utilitario, el formativo yal didactico. Siel Diccionario de la Real Academia Espanola define censura como el dictamen o juicio que se emite acerca de una obra © escrito, y censurar como formarse un jui- cio de una obra u otra cosa, en el proceso de seleccién evaluar la calidad literaria y estética de un libro siempre implicaré el ejercicio de la censura. Y aunque es cierto que no se estan haciendo prohibiciones explicitas a los excluidos, sf se estd sefialando a un grupo de lectores €l valor de los escogidos. ;Por qué temerle entonces a tomat Partido? ;Por qué dudar en aplicar unos criterios basados en el conocimiento de los usuarios y en nuestras lecturas? ¢Por qué Nos sentimos inseguros al seguir unas politicas establecidas por la institucién? Es mds perjudicial deja a ease mi Por razones evone ores) que, movidas princip m to micas, podrfan terminar imponien J ? gLEASE LO QUE SE LEA? 65 en un ciento por ciento lo que los nifios y los jévenes van a lcer. La DE SA DE LO NACIONAL Quiero hacer referencia a los talleres sobre literatura para nifios y promocién de Ia lectura. Se reciben criticas por parte de maestros y bibliotecarios por no privilegiar “lo nuestro”; con “lo nuestro” se refieren, generalmente, a los relatos de corte indigenista ya los autores contempordneos nacionales. La escritora Rocio Vélez de Piedrahita, en la intro- duccién a su Guéa de literatura infantil (1986), examina con buen sentido del humor el porqué del empefio en el indigenismo como tinica manifestacion de lo nuestro. Sostiene que para algunos colombianos es imposible aceptar como propio y digno de respeto el legado espa- fiol, por imperialista y destructor, mientras que otros se sienten incémodos frente a la influencia negra cargada de supersticiones y ritos erdticos. Por consiguiente, el indio, aniquilado y despojado, satisface a todos; de ahi esa tendencia a identificar lo auténticamente local con lo que tiene rafces indigenas y, en el campo literario, a iden- tificar la literatura infantil con las leyendas y los mitos. Gracias a una de las primeras cajas viajeras que la Fun- dacidn Ratén de Biblioteca envié a la comuna nororiental de Medellin, se nos tildé de extranjerizantes por incluir un libro titulado Cuando Hitler robé el conejo rosa, relato autobiogréfico en el que Judith Kerr refiere cémo una nifia judia y su familia huyen de Alemania por la persecucién Grorta Marts RODRIGUEZ SANTA Marty 66 Re a ado por profesores de un colegio nazi. Este libro, rechazs estaban en la ténica de que co c do de escaso interés para los nifios y lombiano Ice colom- que t ajeno a su cultura. Debo admitir que me despierta mds emociones y siento mas empatia con las aventuras, las situaciones dificiles y las pruebas que tienen que pasar esta nifia y su familia, que con las del viaje por la selva de Zoro, el nina indige- na que parte en busca de su pueblo acompafiado por un pajaro tente. :Sera antipatridtico que un lector se sienta mas comprometido y atrapado por la obra de Judith Kerr que por la de Jairo Anibal Nifto? no, fue considera En la practica, en las bibliotecas publicas se nos presenta un conflicto muy frecuente con lo nacional: la demanda creada por las presiones escolares. Nos encontramos ante la disyuntiva de comprar determinados autores que nos solicitan constantemente, aunque pensemos que son fran- camente malos, o de invertir mejor ese dinero en otros titulos de reconocida calidad que atin no nos demandan. En ningun momento pretendo descalificar lo nacional; soy defensora y promotora de la literatura colombiana de alta calidad, y en ella incluyo obras de tradicién oral como Postre de letras y la mayor parte de la coleccién Abra Pala- bra, de Norma; los libros de Ivar Da Coll; Preguntario, de Jairo Anfbal Nifio; la obra de Gloria Cecilia Diaz; Conjuros y sortilegios, de Irene Vasco, y otros més recientes, como El terror de sexto B, de Yolanda Reyes, y Paso a paso, también de Irene Vasco. ;Qué tienen estas obras? Algo esencial: que los nifios pueden involucrarse con ellas, les activan sentimientos y emociones que quizds otras no logran con su lenguaje almibarado y pomposo. Cuando las escuelas y bibliotecas hacen juegos literarios, tienden a preferir autores nacionales. Existen razones muy obvias: el autor esté siempre a la mano y la editorial esta deseosa de difundir la obra. No dejo de sentir inquictud cuando soy testigo de esos grandes andamiajes, muchas veces sostenidos por obras mediocres que se rodean con actividades complementarias, relacionadas con su tema, para hacerlas més atractivas. Las literaturas y los autores de todos los paises, la diver- sidad de géncros (cuento, novela, teatro, fabula, poesfa), la multiplicidad de tematicas (humor, terror, detectives, amor, aventuras) y puntos de vista deben ser el norte que nos guie en la seleccién de libros infantiles y juveniles. La biblioteca tiene la responsabilidad ética y social de darles a los nifios la libertad de elegir en una coleccién de calidad, variada y escogida; esa ser su mejor contribucién para formar los ciudadanos independientes y criticos que toda sociedad aspira a tener. LAS COLECCIONES: PELIGROS ‘Y PROMESAS La industria editorial moderna descubrié que los nifios son grandes consumidores, por eso aplica todas las téc- nicas del mercadeo de productos al libro infantil: nuevos y vistosos empaques, atractivos disefios de colecciones, Paquetes que contienen autores de renombre con otros que ni se conocen, lanzamiento de-colecciones de todos los tamafios, formas y colores, clubes de lectura, planes y = Grorta Maria RopRiGuez Santa Marta programas lectores, libros fabricados “a la medida”, ete, Es un bombardeo constante para que el libro sea com- prado. De todo esto han resultado cosas positivas Y otras no tan positivas. Pero sfes.un hecho que con los cientos y cientos de tftulos que se publican cada afio en espafio| no solo se hace més dificil valorar aquellos que llegaron para quedarse, sino que, ademds, no se puede dejar de pensar si toda esa explosién editorial contribuye realmente a fomentar la lectura. Elseleccionador, mediante sus lecturas, se debe familia. rizar poco a poco con las colecciones, reconocerlas y dife- renciarlas en sus virtudes y en sus defectos. Barco de Vapor, Torre de Papel, La Nube de Algodén, Coleccién Cuadrada, A la Orilla del Viento, Ponte Poronte, Leamos con Papé y Mamé, Colina Dorada, Alfombra Magica, Coleccién OA Infantil, Laurin, Pan y Flauta, son mds que nombres; solo al estar en contacto con ellas, reconociendo a qué editorial pertenecen, de dénde son, cémo es su formato, sus colores, su olor, qué papel utilizan, su diagramacién, su tipo de letra, sus ilustraciones, qué cuidado ponen en la traduccién y en la seleccién de autores, ird desarrolldndose ese olfato, esa confianza en nosotros mismos y nuestra capacidad critica, imprescindible para seleccionar. Es muy frecuente que caigamos en la trampa de pensat que si hemos lefdo tres 0 cuatro titulos buenos de una coleccién, o en ella hay autores de prestigio, podemos comprar la coleccién entera. Los libros deben evaluarse de manera individual, como las personas; no importa que pertenezcan a la misma familia, cada uno es distinto, si bien es cierto que algunas colecciones mantienen un gLiiast LO QUE SE LEA? 69 buen nivel y sus directores son un aval que garantiza en gran medida la calidad de lo que publican. Hoy puede verse, sobre todo en editoriales espafiolas, que es tan alta la presién por tener novedades que muchos autores reco- nocidos por sus obras han tenido un descenso visible en la calidad de lo que publican. Al hablar de colecciones no puedo dejar de mencionar la franja de edad que les consignan a la mayorfa de ellas en la contracubierta: a partir de los 13 afios, desde los 6, desde los 9, etc. Pareciera que la literatura viniera por tallas como las medias o las camisas. Aunque creo que las editoriales lo hacen con la mejor voluntad de orientar, en la practica he visto cémo un muchacho de 14 afios desechaba Mi amigo el pintor, de la autora brasilefia Lygia Bojunga Nunes, simplemente porque decfa “a partir de los 11 afios”. LAS NOVELAS CLASICAS Creo importante hacer mencidn de lo que conocemos por libros clasicos, o aquellos que han permanecido en el tiempo y cuya calidad es reconocida: obras como Pinocho, La isla del tesoro, Tom Sawyer, Peter Pan, Sandokan, El jardin secreto, Viaje al centro de la Tierra. La relacién de los nifios con los libros cldsicos puede afectarse por varias circunstancias. Existen prejuicios con el término; cldsico puede llegar a ser sindnimo de lectura escolar aburrida y con muchas paginas. Por otra parte, mu- chos de ellos han sido llevados al cine y ala television, de modo que los nifios ya tienen ideas sobre su contenido Grorta Maria RopriGuez SANTA Marta motivan a leerlos y otras los alejan para riginal. Respecto de los adultos, se xtremos: los que ofrecen los clasi- r un deseo intenso de que lean que unas veces los siempre de la obra o pueden encontrar dos cos a los nifios Ilevados po: “Jo correcto” y lo que a ellos como nifios les apasioné, o los que subestiman la capacidad del nifio para enfrentarse con estos libros y se justifican di iendo que son dificiles, descriptivos, y que fueron escritos para nifios de otra época; estos son los que cuando los ofrecen los hacen en ediciones comprimidas y “faciles”. jQué puede hacerse en la biblioteca para conjurar esto Ultimo? Ante todo incluirlos en la coleccion, que los nifios ‘dad de encontrar los cldsicos en buenas s en cuenta en las actividades que se programen, como Ja lectura en voz alta por capitulos, ndo se crea que es el momento justo. tengan la posibili ediciones. Tenerlo: y proponerlos cua Las recomendaciones de otros siempre son importan- tes en el momento de decidir qué leer, principalmente si estos otros conocen nuestros gustos, aunque nunca se debe presionar la lectura de un libro por mds afamado que sea, ya que puede no ser el indicado para un nifio en particular; no hay que olvidar las capacidades de lectura, los niveles de experiencia y las necesidades de cada uno. John Spink (1994: 24) afirma: Una de las artes del padre, del maestro y del biblioteca- rio es garantizar que el libro apropiado eseéen las manos adecuadas en el momento preciso. Esta es delicada y las recompensas son grandes. SLEASE LO QUE SEL Un autor decfa que proponerle a un nifio de 7 afios la lectura de Julio Verne equivaldrfa a algo asi como darle una chuletaa un bebé, y proponérselo resumido, diria yo, es quitarle la oportunidad de deleitarse mas tarde con él. Abreviar una obra es deformarla y cercenarla. Vea- mos lo que dice al respecto Pedro Salinas, en El defensor (1995): No se motivan los cortes en consideraciones que apun- ten a la mayor belleza o perfeccién del libro, sino en supuestas necesidades exteriores del todo a él y a su propésito. Es como si un museo, para dar a conocer al ptiblico uno de esos grandes y clocuentes lienzos de Veronese 0 Tintoretto, le recortara unos cuantos palmos de cada lado, con pretexto de que en la sala del museo falta espacio, y deben colocarse, junto a esta, otras pinturas. ALGUNAS RECOMENDACIONES Para terminar, considero que si el bibliotecario y el maestro tienen presentes algunas recomendaciones basicas, podran hacer un trabajo més a conciencia: 1. Leer y revisar directamente los libros; no hay nada que reemplace esto. 2. Conocer a los nifios, su mundo, su entorno, sus nece- sidades. 3. Visitar librerfas y familiarizarse con las editoriales que publican para nifios y jévenes. 4. Conocer a fondo la coleccién de la cual estan seleccio- nando. Gtorta Marta Roprtcurz S. ANTA Margy 5. Contactar a personas 0 instituciones que trabajan 7 . 4 ‘i literatura infantil. 6. Nutrirse de lo que otros recomienda y consulta Ie 0 i ‘ las pu. blicaciones especializadas en literatura infantil Y juvenil, 7. Trabajar en equipo, hablar acerca de los libros Y com. partir lecturas con otras personas. * BiBiocraria ¢ Diaz Fanuel, “De jueces a lectores: selecisn de libros para nit en Seminario Taller de Promocién de Lectura, Barranquilla, Comfy. miliar Adléntico, 1995. Howard, Elizabeth Fitzgerald, “Deleite y definicién: elementos bési- cos para evaluar libros infantiles”, en Hojas de Lectura, nim, 40, junio de 1996, pp. 16-19. Kellman, Amy, “Children’s books and the librarian”, en Celebrating Children’s Books, Nueva York, Lathrop, 1981, pp. 201-207. Patte, Genevitve, ;Si nos dejaran leer..!, Bogotd, Kapelusz, 1984. Paul, May, Chris, Barcelona, Circulo de Lectores, 1978. Salinas, Pedro, El defensor, Madrid, Alianza, 1993. Spink, John, Nifios lectores: un estudio, Madrid, Fundacién Germén Sanchez Ruipérez, 1990. Vélez de Piedrahita, Rocio, Guta de la literatura infantil, Medellin, Secretaria de Educacién y Cultura, 1986. En épocas donde la explosion de Ia informacion y la sobreoferta editorial surgen como fenémenos que ponen en riesgo una acertada evaluacionyy selecci6n de materiales de lectura, se hace necesario que promotores de lectura, educadores, padres de ICM todos aquellos que tienen la responsabilidad de poner un buen material en las manos de otro, tengan el conocimiento y las herramientas que les permita diferenciar un buen libro de un mal libro. €ada libro tiene su lector, y cada lector tiene su libro. TN cel Ma METAL Malas tLe Ue Five Laws of Library Science. Madras: Madras Library Association. www panamericanaeditorialcom

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