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Metis Productos Culturales S.A. de C.V.

Los estudios etarios como estudios culturales Más allá del slice-of-life
Author(s): Margaret Morganroth Gullette and Ariadna Molinari Tato
Source: Debate Feminista, Vol. 42 (OCTUBRE 2010), pp. 79-108
Published by: Metis Productos Culturales S.A. de C.V.
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/42625165
Accessed: 01-05-2015 15:01 UTC

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Los estudios etários como estudios culturales1
Más allá del slice-of-lifé1

MargaretMorganrothGullette

Perola mente
humanano,nadatienequeverconla edad.
Mientras
digoestosemellenandelágrimas losojos.
GERTRUDEStein,1936(a la edadde62años)

Dividiendo el curso de la vida en "etapas"


Durante el último siglo en los Estados Unidos, conformela edad se ha
convertidoen una herramientapara dividir categoríasy determinarsub-
jetividades,el conceptode "etapa" de la vida se ha vuelto más prominente
y realiza cada vez más esa labor enfática.Empecemos con la imperiosa
tendencia a segmentar la vida continua en partes imaginarias, que es
reificadapor las denominaciones.Mi análisis de la guerra fraguada entre
la generaciónX y los boomersapunta hacia dicha tendencia.El Occidente
había logrado arreglárselasdurantemucho tiempo con menos categorías
(niñez,juventud,madurez,vejez), con fronterasdifusasentreellas y entre-
mezclando las unas con las otras.Sin embargo,alrededor de la década de
1880 empezamos a atestiguarla rápida sucesión de reescriturasde la vejez
como problema médico, de la invenciónde la jubilación,la "pediatría",la
"gerontología", la "adolescencia",los años de la mediana edad,
la "geriatria",
el traslado del climateriomasculino de los 63 años a la mediana edad, las
la "GeneraciónPerdida",la "madreque estudia un posgrado",el
"flappers",
"nidovacío". Todo estohabía ocurridohacia mediados de los años treintaen
los Estados Unidos. A partirde entonces,podemos identificarla aparición
"
de los "adolescentes"en los años cuarenta,los babyboomersenvejecidos"
en los ochenta y las "generacionesX y Y" en los noventa (Chudacoff1989;

1Estetexto
conformaeldécimo dellibro
capítulo AgedbyCulture.
Sereproduce
aquísuversión
traducida
conpermiso dela autora.
©Margaret Morganroth Gullette
2Slice-of'life
hacereferencia
a unacategoríadetexto
realista
enlaquesepresenta
unasecuencia
fragmentaria dela vidadeunapersona
deeventos sinquenecesariamente
hayaunconflicto,
unclímaxo unaresolución(N.dela T.).

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Cole 1992; Graebner 1980; Spacks 1981; Gullette 1995). Decir "cenizo" y
"dorado" ya no es referirsea colores,sino a denominacionesde edad. Los
nuevos personajes traen consigo sus pseudobiografías. Encima de todo
esto,ahora existenlos "viejosjóvenes"y los "viejosviejos".Los gerontólogos
mismos han creado subdivisiones de la vejez; se tratade un gran catálogo
de ficcionesde etapas.
Quienes han nacido lo suficientemente tardeen la historiacomo para
ser vulnerables,carganno sólo con una denominaciónde clase etaria,sino
tambiéncon una de los llamadas "cohortes"encima de la "generación".Las
categoríasdifusas(llamadas "etapas"sin comillaspor aquellos que se niegan
a considerarlasinvencionesculturales)son promovidaspor la cienciasocial
dominante,mientraslos periodistasrepitencomo pericosestas etiquetas.Se
tratade identidadesque en ciertoscontextospueden dominarpor encimade
todas las demás. La "vejez"fue quizá la primeracategoríaetariaque sufrió
esa desindividuación,esa degradación (Cole 1992: xix; Gruman 1978); sin
embargo,esta tardíainclinaciónhacia la cosificaciónse ha extendidoa etapas
más tempranasdel curso de la vida. Hoy en día, "tenercincuenta"o ser "de
la generaciónX"puede parecermás significativoen algunos contextosque,
por ejemplo, ser mujer,chicano o gay,no sólo en el imaginariodominante
del curso de la vida, sino tambiénpara la persona en cuestión.Se supone
que pertenecera una categoría etaria permitepredecir ciertosatributos,
estilos(o inclusomás marcadamente,"culturas"),interesesgrupales,valores
y hasta sentimientos.Algunas personas se ajustan casi instantáneamente
para encajar, o decir que encajan, en la descripción más recientede su
grupo etario designado. La edad misma, que de hecho es neutral,puede
servircomo indicativode envejecimientocomo decadencia y por lo tanto
puede desplazar a otrasidentidadespersonales e idiosincráticas.Se podría
agregarla edad - no sólo la vejez, sino cualquier otra etapa- como otra
identidad que, al faltaruna concienciacrítica(a travésde la críticacultural,
la autobiografíaetaria,el movimientoantidecadentista),puede parecerto-
talizadora. Ahora bien,no todos los individuos en todo momentoviven la
clase etaria,la etapa, la cohortedesignada o la generacióncomo categorías
inflexiblesprincipales.Como observóGlenda Laws, "la edad es intermiten-
te".La culturatodavía insisteen el género,la clase, la orientaciónsexual y la
raza. Las atribucionesde la clase etariacambian con el tiempopara algunos
(como los de la generaciónX),por lo que se puede afirmarque hay cierta
flexibilidaddentrode algunas designaciones. "La mediana edad" no tiene
fronterasdistintivas:es peligrosamentemaleable. Todas las fronterasson

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turbias,y deben serlo,pues no tienenuna realidad objetiva.Las personas


pasan de una clase etariaa otra,pero no cambian de cohortedesignada (los
de la generaciónY no pasan a ser de la X). Transitamosentresentirnos o no
envejecidos por la cultura.
La diferenciapor edad es otrade las "fronteras esencialistas"que puede
utilizarsepara dividira la ciudadanía y a la fuerzade trabajoy así dificultar
la existenciade coaliciones políticas (Browny Martin1995: 63). Genera un
consenso aparente de que ciertasclases etarias son hostilesentresí. Entre
los dos segmentosque más destacan en la actualidad, los adultos jóvenes y
la mediana edad, se dice que las ventajas de poder son cada vez más com-
petidas - respectoa quiénes merecenlos empleos, la seguridad social, un
futuro - . Los conceptos"juventud"y "niñez"se usan contralos viejos. Estos
últimos- muchos de los cuales son irremediablemente pobres- son repre-
sentadospor lo regularcomo "vejetesavaros"que poseen riquezas históricas.
Sin embargo,en una época en la que se ha vuelto normahacerse viejo antes
de morir,los milagrosde la salud pública y la farmacologíano evitan que
la longevidad sea realmenteproblemáticapara quienes la viven.3
Sin importarqué tan bien le esté yendo a muchos viejos, el adjetivo
"anciano" se ha convertidoen un problema,debido a que se tratade un
símil devastadoramenteintratable.Decir "ancianidad" es impensable, así
que se requierede un eufemismo:"envejecimiento" ocupó y sigue ocupando
su lugar,pero tambiénha llegado a tenerel significadoimplícitode deca-
dencia e incluso se llega a aplicar a los jóvenes, como cuando se dice que
"la generación X está envejeciendo". "Joven"y "viejo" son, por lo regular,
formassencillas de implicar"bueno"y "malo".El tropocirculaen todo tipo
de discursos,desde la biotecnologíahasta la música pop, desde las ciudades
"jóvenes"a las industrias"en ocaso", de la "vieja"Guerra Fría a la "nueva"
economía globalizada.4 Cuando un gobierno no da mantenimientoa sus
barcos, la prensa evita señalar responsables llamándoles de forma con-
descendiente"flotasenvejecidas"; las viviendas urbanas descuidadas han
pasado a ser "unidades habitacionales añosas". Cuando los gerontólogos

3Inclusoen tiempos anteriores de vidaeracuarenta


y en lugaresdondela expectativa o
cincuentaaños,la realezaylosricos- incluyendo
a lasmujeres
quesobrevivieron -
elparto
vivíanlargasvidas.Estosiguesiendocierto.
4Sobreeletarismo eneldiscurso véaseWoodward
biotecnológico, de
sobrela retórica
(1994);
lajuventuddurante la Guerra
Fría,véaseMedevoi(1997a).

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inventaronpor primeravez los conceptos "viejo joven" y "viejo viejo", se


tratabasólo de divisionescronológicasburdas. Luego los términospasaron
a ser evaluativos,ya que no eres realmenteun "viejoviejo" a menos de que
estés viejo y enfermo.Sin embargo,si tienes ochenta y ocho, estás sano y
manejas un organismo sin finesde lucro de medio tiempo,como lo hace
mi madre, ¿puedes negar que eres un "viejo viejo"?
Todaslas etapas después de la preedípicahan sido problematizadas.Se
percibeque la niñez está en un riesgo cada vez mayor,y aún se discute si
es a causa de la pérdida de la inocencia o de la pérdida de la autonomía.
También se considera que los niños son peligrosos;una prueba de esto se
supone que son los suicidios entreniños de primaria,a pesar de que han
disminuido considerablementedesde hace tres décadas (Males 2001: 3).
Aunque la "juventud"es objeto de culto,algunos la percibencomo un con-
junto de crisis(drogas, crimen,suicidio, desempleo). La juventud siempre
ha sido y sigue siendo una "edad peligrosa",desde los chicosy chicas malas
y los Beatde los años cincuenta,hasta las juventudes del 68, los yuppies
, los
raperosde los ochenta,y los buenos para nada, los vividores,las zorrasy las
madresadolescentesde los noventa.En los años noventa,la prensainventó
el término"superdepredadoresjuveniles",a pesar de que se sabe que los
crímenesmás violentoslos cometenlos adultos.5Inclusocuando la salud y el
dinerodan brilloal estereotipode los ricosa medida que dejan la juventud
atrás,la mediana edad disminuyesus perspectivas,de modo que es cada
vez menorla edad en la que empieza a temerse- criticarsey ser objeto de
burla- el estado de ser "no joven". La "vejez" se está convirtiendoen una
alarma de incendios.
Las cuestionesnegativasligadas a una edad o una etapa se han propa-
gado a lo largo del curso de vida. El discurso popular relativoa la edad se
ha multiplicado:los adagios y las bromas,la inserciónde la edad en temas
cotidianos (salud, alimentación,ejercicio).Aún hay mucho por decir si se
quiere estar al día, y cada vez hay más ocasiones en las que se espera que
se hagan referenciasa la edad (por lo generalcon sus desventajaspatentes).
Todos los que cuentansus memoriaspersonalesponen mayoratenciónque
antes a la edad, a las edades previas. Me doy cuenta de esto en las conver-

5Sobrela adolescencia véaseSpacks(1981:91)yHareven


comouna"edadpeligrosa", (1995:
123);sobrelos"chicosmalos"de loscincuenta,
véaseMedevoi(1997b). Sobrela tendencia
a calificar
excesiva a losadolescentes
decriminales,
véaseTempleton
(1998:13-14).

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saciones, y me parece tanto aburrido como aterrador.Aunque el término


"crisis"suele asociarse sólo a la mediana edad, y sólo la "vejez" carece de
un nombrecortéspara denominarla,las reconstruccionesque se hicieron
duranteel siglo pasado han logrado plantearcada etapa del cursode la vida
como una formade crisis.Cada edad es problemática;o más bien teneruna
ciertaedad es el verdaderopeligro.
Aunque este es sólo un breve resumen,comprendelos extraordinarios
cambios modernosy posmodernosen este aspecto particularde la edad, el
desmembramiento del curso de la vida: entremás categoríasetariasy mayor
énfasis en las divisiones entreellas, mayor es la creación de estereotipos
etários y, por tanto,mayores las posibilidades de hablar y pensar en la
edad. Lo que podría llamarse de manera más formalel "modelo de crisis
secuencial" de las edades ocurredentrode una narrativadecadentistay al
lado de la coerciónpara cambiar de formaperpetua sin envejecerjamás.
La edad como sistemase vuelve cada vez más totalizante,mientrasque el
hábito de pensar en ella como algo naturalse ha atrincheradocon mayor
profundidad.Aún no conocemos el rango total de sus efectos;sin embar-
go, las lágrimas de GertrudeStein ya habían respondido, en mi opinión,
a los primerosindicios del cambio (Stein 1973: 63; Gullette:1993),ya que,
para Steiny sus contemporáneos,la narrativacientificista de la decadencia
causaba dolor al asegurarque la creatividadirremediablemente disminuye
con las hormonas. Como poeta y filósofa,fue capaz de negar y al mismo
tiempoadmitirlas lágrimasen el mismosuspirocomprimido.No tuvo que
fingirfelicidad.Quizá es que entonceshabía una menorcensura por parte
de las imágenes positivas contrael envejecimiento.Ningún individuo que
esté expuesto a las aculturacionesdominantesactuales puede salirileso del
discurso culturaletarioy de las narrativassobre el envejecimiento,en sus
íntimasvaloraciones,los juicios de otros,las prácticasautobiográficas,las
expectativastangiblesy las tendenciashacia la nostalgia.6Potencialmente,
todos nosotros,sin importarnuestraedad cronológica,podemos reconocer
que tenemos un papel en los estudios etários. Su objetivo no puede con-

6La cuestión
sobrequiénpodíaserrelativamenteinmune al concepto
de decadencia
enla
mediana edadesdeinmenso interés losgerontólogos
potencial: ycríticos la gente
etários, de
subculturas quemantienen
o religiones losvalores lasfeministas,
tradicionales, la gente
con
unaresistencia
narcisista
instintiva
hacialasfuerzas el10%superior
derogatorias, dela curva
losmiembros
salarial; deestosgrupospuedentener algúntipodeinmunidad.

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vertira la edad en algo irrelevante- ya es demasiado tarde para ello- ,


sino que debe entendercómo y por qué la edad está siendo enfocada con
tantainsistencia.

**********

Los estudios etáriostienencomo objeto,idealmente,realizareste trabajoen


general.Mas en lo que compete al estudio de las "etapas" desmembradas,
se ve ofuscado por los fragmentarios acercamientosdel tipo slice-of-lifein-
herentesa sus subdisciplinas.Para fortalecereste campo emergente,deseo
argumentaren este punto que hay una gran necesidad de convergencia
entrela gerontologíacríticay los estudiosculturales.7 Otrasaproximaciones,
cuyos imaginarios sobre el curso de la vida son más continuos- como la
teoría de la auto /biografía,la antropologíade campo, la historiasocial o
la psicología del desarrollo- , tambiénpodrían fundirsecon los estudios
culturalespara enfocarsede formacríticaen la divisióndel curso de la vida
en etapas. Espero que lo hagan. Mis dos puntos de partida actuales tienen
significaciónsimbólica.
Para converger,los gerontólogoscríticostendríanque expandirsemás
allá de sus áreas de especialidad, de la vejez y los viejos. Tendríanque lidiar
con el hecho de que suelen atorarseinconscientemente en la mediana edad
(incluso las feministas que escriben sobre las mujeres usan los cuarentao
cincuentaaños de la "vida tardía"como el Otro de la juventud sin hacer
mayor comentario).Al reconceptualizar,los gerontólogosse descubrirían
explotando lo que Christoph Conrad ha llamado "esa unidad artificial"
sobrela que se ha basado la "competenciaautodefinida"de la gerontología
(Conrad 1992:66). Cuando los críticosculturales,cuya relacióncon la edad
está más bien enterradaen el subconsciente,voltean la mirada hacia "la
edad", en su mayoría inciden en una formade juvenismo. "Los jóvenes"
(que suelen ser casi siemprehombresde contextosurbanos) ocupan el lu-
gar del proletariadocomo una clase vanguardista;sus gustos encantande
nueva cuentael fenómenode la culturapop. Ya sea como el resistentesujeto
sexy de la críticao como una especie en peligro de extinción,la juventud
desplaza a todos los Otros. Los críticosculturalestendríanque volverse

7Aquípongoentre tanto
paréntesis a lasdiversas
"ramas"
de la gerontología comoal
crítica
hechode quesusteóricos
sonpercibidos
como"periféricos"
porel restodelcampo(Achen-
baum1997:21,23).

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lo suficientementeconscientesde la "edaci" como lo han hecho con otras


categoríasde la diferencia.
La gerontología críticay los estudios culturales comparten ideas y
valores que les permitenentenderla ideología etaria,y proporcionanherra-
mientascomplementariaspara confrontarla. Ambos campos, influenciados
por el feminismo,el posestructuralismo, las teoríasmulticulturalesy las de
izquierda, compartenel compromisode examinarlas prácticasculturales,
las condiciones económicas y las políticas públicas desde la perspectiva
de su nivel de participacióncon el poder. Aunque ambas disciplinas tie-
nen concienciahistórica,su nivel de participaciónen el fluctuantemundo
contemporáneolas vuelve conscientey nerviosamente"presentistas".Sus
practicantestienenel compromisode permitirque la gentese vuelva y per-
manezca activa,de seragentesactivos.HarryMoody describela gerontolo-
gía críticacomo una disciplinaenfocadaen "los problemasde justiciasocial
[...] que interpretael significadode la experienciahumana [...] y comprende
las tendenciasculturales".StuartHall, el carismáticoex directordel Centro
de Estudios CulturalesContemporáneosde Birmingham,Inglaterra,expli-
caría su disciplinaen palabras similares.Ambas aproximacionessaben que
la culturalidia literalmentecon la vida y la muerte;sirva el racionamiento
de los serviciosde salud como ejemplo de esto (Moody 1993:xv; Hall 1992:
278; Bennett1992; Bell 1997: 158).8
Finalmente,algunos gerontólogospodrían ser considerados "intelec-
tuales orgánicos"en situaciones que los críticosetários - que saben que
el términoviene de la obra de Antonio Gramsci- podrían imitar.Estos
intelectualespúblicos - muchos de los cuales son feministas - hablan de,
desde, para y por el grupoque estudian.Pienso en BarbaraMacDonald, Baba
Copper, Maggie Kuhn, BerniceNeugarten,BettyFriedan,los Riley,entre
otros.Sus esfuerzoshan involucradoa la genteen un movimientoautocons-
ciente(con organizacionesadjuntas,como las PanterasGrises),que aboga
en favorde políticas públicas progresistas.Hay personas que aunque no
conocen el significadode "clasificaciónsegún el grupo etario"llaman a sus
legisladores cuando los derechos de los viejos se ven amenazados. Hacen
que sea más difícilpara los medios disipar estas amenazas. Los estudios
etáriostambiénnecesitancrearsu propio grupo de presiónde interesados.

8ElsidaenÁfrica
seríaotroejemplo.

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No es una tareafácil.¿Quién habla en nombredel curso de la vida? ¿Cómo


podríamos aprendera hacerlo?
Una transfusiónmutua de palabras clave puede ser la formay medida
de intercambio.Keywords in Sociocultural
Gerontologyes el títuloque Andrew
Achenbaum, Steven Weiland y Carole Haber tomaronprestado,como lo
mencionanen el prólogo,de uno de los fundadoresde los estudiosculturales:
RaymondWilliams(Achenbaum,Weilandy Haber 1996).La decisiónexacta
de qué conceptosdeben de ser propiedad de la comunidad podría ser - o
al menos a mí me gustaríaque lo fuera- una cuestiónfilosóficaintrincada.
Aquí propongo sólo una lista corta,para tratarde provocarla producción
de inventariosmás completossin elevar el nivel de incomodidad de forma
prematura.Los estudios etários deberían estar tan listos para usar tanto
"representación" como "estratificación por edad", tanto"coyunturahistórica"
como "etarismo",tanto"hegemonía"como "concienciaetaria".9Los estudios
etáriosdeberíanlidiarde formatan expedita con los "imaginariosdel curso
de la vida" como con los "de la juventud"y los "de la vejez". Deberían ser
como otrasdisciplinashumanísticassocialmenteorientadasy tambiéncomo
las cienciassociales que son históricasy materialistasy estánnarrativamente
orientadas,en tanto que todas estas tienenhabilidades textualesy están
en armonía con el discurso científicotantocomo lo está la teoríafeminista.
Sería un campo de estudio ideal.
Sin embargo,en realidad es un "campo" que casi ni existe,que apenas
en 1993 recibiósu nombre,aunque esto no tienepor qué ser necesariamen-
te desalentador. Los estudios culturales mismos, que datan tan sólo de
los años sesenta y que han sido descritospor algunos de sus practicantes
como "imposibles",han provocado inmensasreorientacionescognitivas.La
reconciliaciónde ambos, sin duda, no estarálibrede altibajos.Los estudios
etárioshacen una ofertaque tantola críticaculturalcomo la gerontología
crítica- con sus honrosas excepciones entrelas faccionesfeministasy hu-
manistas- han rechazado de formaun tantoconsistente:esto es, el estudio
de las narrativas,puesto que estas son coautoras del curso de la vida. Es
muy evidente la sensibilidad de los críticosculturaleshacia las historias
que son inherentesa la cultura de masas (como las encuestas periodísti-
cas, las entrevistas,la televisiónpor cable, los clubes literarios,la música

9Curiosamente,
lostérminos
"coyuntura" estánausentes
también
y "representación" de A
andCritical
ofCultural
Dictionary editado
Theory, porMichael
Payne.

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pop, las novelas rosas, y las prácticascomo la moda, el físicoculturismo y


el karaoke), que ponen a la par de otros tantos signos e instrumentosde
concienciacomo diarios,poesía, ficción,películas,el caso psicoterapèutico,
el sermón.Sin embargo,la mayor parte de los críticosculturalesno tiene
buen olfatopara la narrativa.En los estudios etários,el análisis coyuntural
requieresensibilidadhacia las formasen las que "los problemasy asuntos"
históricospermeanlas historiasde vida. Conformeevolucionamos,la edad
y el envejecimientose vuelven un residuo personal,de historiasque hemos
escuchado, recibidoo rechazado, renegociadoy vuelto a contar.El análisis
etariovincula todos estos vehículos ideológicos,cuando le es posible, a las
retóricasy políticassobrela edad y el envejecimiento.La especulación es la
fuerzade resistencia- el poder y el riesgo- de todos los estudiosculturales.
Como un puente que une el archipiélagocuyos muelles deben estarsobre
varias islas, los estudios etáriosdeben expandirseen todas las direcciones
en busca de un alcance explicativo.
En este punto es imposibley prematurotratarde examinarla totalidad
del espacio en el que estos dos corpulentosjugadores se aproximan uno
a otro.En cambio,presentoa continuacióntres"casos" que involucranuna
aproximación críticaa estudios recientessobre etarismo,etarismo en la
mediana edad y crisis de la juventud (voy cronológicamentehacia atrás,
en la prosecuciónde mi método experimental).Fueronelegidos comocasos
que me permitieronfijarmeen las direccionessimilaresa las que pueden
orientarselos estudios etários, nombrarlos problemas particularesque
pueden mermarsu efectividady demostrarque el trabajohacia una nueva
coyunturaes emocionantey productivo.Es más, justamenteson los retos
que plantean los estudios etários los que los vuelven el lugar ideal para
realizarel trabajoque se presentaa continuación.

Caso 1: en contradel etarismoy la gerontofobia


En su críticaa "la ideología fundamentalmente etaristade la culturaocciden-
tal del siglo XX",KathleenWoodward,en su emblemáticolibroAgingandIts
Discontents , se enfocaen el psicoanálisisfreudianoy en la literaturacanónica
moderna.Por medio de la sutillecturaque hace de fotografías, cartas,ficción
y teoría; de la combinación de reto y respetopor sus influyentesfuentes;
de su perspectivaacerca del tercorechazo de varias personas que viven en
cuerposviejos o enfermosa serreescritosde formapositiva,y de la escritura
casi siemprepositiva de su propia experiencia,Woodward hizo de la vejez
algo textualmenteinteresante. Aunque no acepta la idea de la vejez como un

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"significante vacío",vacía de significadovarias representacionesetaristasy


de pánico gerontofóbico(Woodward 1991).10El libroproporcionóímpetus
para cuestionarel etarismo (y,por añadidura, el etarismoen la mediana
edad, el culto a la juventud,etc.) en las posiciones más altas de la cultura.
La clave de su argumentoes que el etarismodentrodel psicoanálisis
freudiano(que de formaatinada describecomo "una teoríaprincipalmen-
te de la infancia")proviene de la propia autobiografíadel Freud maduro.
Tenía cuarenta años cuando su padre murió; "mucho después de que su
vida hubiera acabado", según creía el hijo. En opinión de Woodward, "las
personasde mediana edad son las más aprehensivashacia la vejez".También
Freud se vio envejecido por su culturaal interpretar su propia experiencia;
quizá se vio influidopor el mismo parloteo sobre decadencia hormonalque
provocó las lágrimasde GertrudeStein,pues creíahaberexperimentadoun
climaterioa los cincuenta.Una vez que asoció la mediana edad con la deca-
dencia,prestóuna más cuidadosa atencióna su propio descenso progresivo
hacia la vejez. "Freudconsideraba que envejecerera más amenazador que
la muertemisma" y "desplazó su miedo a la vejez hacia la muerte".Dado
que había basado la transferencia en la catexissexualizada, concluyóque la
verdaderabase para el análisis le había sido negada en la vejez pues, como
le dijo con frustración al poeta H. D., "No considerasque amarmesea digno
de tu tiempo"(Woodward 1991: 26, 35, 82, 38, 51). Construyóuna "teoría"
sobre la rigidez psíquica que avanza con los años, no sólo en las mujeres
de más de treinta,como es bien sabido, sino tambiénen los hombres.Al
respecto,TeresaBrennancomentaque "los analistasposterioreslo tomarían
en serioy estaríanen contradel análisis de las personas de más de cuarenta,
argumentandoque la psique ya está demasiado arraigada a sus caminos"
(Brennan1999: 134).
La teoría antietaristade Woodward está construidade tal formaque
invitaal desarrollode otraslíneas de investigación.Su capítulosobreFreud
llevó a Brennan a meditar sobre las causas de la "rigidez"que no están
vinculadas a la vejez, ejemplificadaspor la "'madre de una gran familia',
de Iris Murdoch, por lo general acabada antes de tiempo",o por la gente
que tiene razones para ser "demasiado rígida" a los cuarenta.En uno de
los ensayos de la importantecolección FiguringAge, Brennanofreceuna

10Sobrela diferencia
entre
etarismo véaseWoodward
ygerontofobia, (1992).

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Morganroth

teoría del desarrollodel ego que hace que desde la infanciasea necesario
aprenderlecciones,establecer"puntosfijos"para el yo y seguir "caminos"
de formainteractiva.En el proceso,el ego debe "atar"la "energíalibremente
móvil que era tan abundante en su juventud".La desventaja (en Freud la
energíaes finita)es que esto reduceel nivel de energíapara otrosproyectos.
A largo plazo, asegura Brennan,"entremás veamos las cosas desde nuestro
punto de vista fijo,el ego es más fuerte;[...] [nuestroscaminos están] más
"
sedimentados,[...] envejecemos masy nosacercamosmása la muerte(Brennan
1999: 134, 137-138[las cursivas son mías]).
Brennanse rehúsaa veresteviaje psíquico como uno ahistórico,despro-
visto de género,uniformee irreversible, y por tantonos recuerdade forma
brillantelas causas sociales. Se debe a que una "partemasculina"más fuerte
busca "ahuyentarel envejecimiento" y reducirla ansiedad antelas amenazas
de cambio que él (porque suele serun hombre)acercade formaparasitariaa
las energíasnutritivasde otro;además proyecta"aquelloque estádeterminado
por la ansiedad y es confuso" hacia "la partefemenina",la cual lo absorbe.
Del mismo modo, conformeenvejecemos, tanto hombres como mujeres
debemos no sólo lidiarcon nuestrapropia sedimentación,sino tambiéncon
"los desperdicios"productode los afanes de los jóvenes y poderosos Otros
(Brennan1999:140).Las imágenesculturales,segúnla teoríade Brennansobre
los yos permeables,tienenefectos"energéticos".Cuando son negativos,se
acumulan sobrelos vulnerablessubalternoscomo una formade desperdicio
anaeróbico.
Sin embargo,Brennanencuentradiversasprácticasque se contraponen
a la rigidez: ver una obra de teatro,meditar,tenerla suerte de una "jubi-
lación jubilosa". Se supone que una de ellas tambiénpuede ser unirse al
movimientode los estudiosetários.Muchas prácticas"concentransu energía
psíquica en aquella conciencia novedosa y estimulanteque está libre del
yo" (Brennan1999: 134).
Considero que el ensayo de Brennanlleva la psicología del yo hacia el
campo de la política cultural.En su teoría,aunque la construcciónde los
caminos que sirvende apoyo al ego comienza a edad tempranay es pro-
gresiva,su componentenegativopuede agravarseo atenuarsea cualquier
edad. Puede que sea posible desligaraún más la rigidezpsicocognitivade
sus mundanas y sucias metáforasde "sedimentación","desperdicio" y
"encostramiento".Me parece que estas vinculan la decadencia a la edad
(y,de formairracional,a la muerte),a pesar del intentodeconstructivode
Brennan.Podemos notarque incluso en una fase de la vida centradaen el

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90 reflexiones
feministas
sobrelavejez

ego, como la adolescencia, la costrapuede rompersecuando el individuo


se enamora o se encuentracon la intensidadde los estudios universitarios.
Si la ansiedad ata a la energía e incrementala crueldad interpersonal,los
críticosetáriosbien podrían publicarinventarioscada vez más grandes de
las fuentesde ansiedad construidaspor la sociedad: la obsesiva necesidad
de cambio del capitalismo que está motivada por las ganancias, el agota-
mientode los cuidados infantilesy de los parentales,el exceso de trabajo.
Las respuestasal síndromebiosocial,formadoporlos caminosvinculadospor
la ansiedad, la proyeccióny el parasitismo,vendrían,sin duda alguna, de la
política(sin detenernosen los productosantienvejecimiento): más aumentos
y más poder a medida la
que gente de las clases envejece,más
desfavorecidas
discusión sobre la relaciónentreel finde semana (traídaa ustedes cortesía
de los sindicatosde trabajadoresde los Estados Unidos) y una sexualidad
feliz,más controlde los trabajadoressobre las condicionesdel empleo. En
pocas palabras, es la agenda de los "valoresfamiliares"junto con el énfasis
adicional que da Brennana los beneficiospsíquicos y éticos.
Aún más importantees que podemos cuestionarel vínculo entrela
"energíamóvil libre"y los infantesque no pueden gatear o hablar. El uso
de la energía creativa,en oposición al potencial,suele venir(en el caso de
aquellos que tienenlibertaddebido a la clase a la que pertenecen)con la
agencialidad de los adultos. Esa libertadpuede incluso durar después de
que la enfermedaddebilitaal organismo:pensemos en FlanneryO'Connor
escribiendoa pesar del lupus. Por otrolado, debido a que el trabajopuede
ser tan demandante, la libertadpara la creatividad puede sufrirtan sólo
después de la jubilación,como le ha ocurridoa muchos artistas"ajenos".La
inerciano tiene por qué ser un correlatodel aumento de edad. Incluso en
las circunstancias menos óptimas podemos volvernos más enérgicos si
encontramosel amor recíprocoo un trabajoestimulante.Podemos volver
a concebirlos antiguos caminos que hemos "creado cariñosamente"como
hitos de la identidad, al tiempo que reconocemosque tambiénhemos co-
menzado nuevos caminos estimulantesen otros lugares. ¿Quién tiene la
autoridad para decir que la "sedimentación"es inherenteal ser humano?
Como seres doblemente múltiples, ¿acaso no podemos experimentara
cualquier edad ciertafijezabuena, ciertafijezainnecesaria,ciertamovilidad
buena y ciertamovilidad excesiva al mismo tiempo? ¿Podemos aprender
a percibirque los porcentajescambian de formairregulara lo largo del
curso de la vida? Todo este materialpodría formarparte de nuestras au-
tobiografíasetarias.

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Margaret Gullette91
Morganroth

Quizá la deconstrucciónde la gerontofobiatambiénrequierecercenar


múltiplessuturasentrelas metáforasdel "envejecimiento"genérico(como
la energía prestada y los sedimentospesados) y la de la "pulsión hacia la
muerte"que Freudplanteó.Woodwardafirmaque "parapoder reescribir por
completola ideología del cuerpoenvejecienteen Occidente,tendríamosque
reescribirel significadode la muerte.Y esto es algo que es improbablehacer
con facilidad"(Woodward 1991: 19). Aunque ella misma comienza con el
cercenamientode varias maneras.La propia desesperanza estoica de Freud
de hecho tenía poco que ver con la edad per se: como señala Woodward,
durantedieciséis años se sometió a múltiplescirugíasa causa del cáncer.
Si no partimos del psicoanálisis, sino de la sociología crítica,de la
historiao de la memoria antietarista,la "muerte"puede ser diferenciada
con mayor facilidad de la vejez. David Sudnow argumentabahace años,
después de haber presenciado 250 muertesen hospitales,que las "defini-
ciones procesales" (que ocultan el momentode la muertede una persona a
otrospacientes)tratanel morircomo algo distintoincluso de la enfermedad
severa. Hace años, cuando ayudé a cuidar a mi padre que estaba en etapa
terminal,me sorprendióque al entraren coma repentinamente, un doctor
lo tratócomo si fuera"esencialmenteun cadáver". Mi padre luchó con tre-
menda energía en contrade su enfermedadterminal,incluso después de
la parálisis.Aquellos que lo vieronresistirnunca más han podido asociar la
muertecon la inercia.La enfermedadlo atacó a la edad de sesenta y ocho,
y murió antes de tenerla oportunidad de envejecer.En una culturaantie-
tarista,confundirla enfermedado la vejez con la muertesería condenado
como una imposiciónprematurade "muertesocial",así como confundirla
enfermedadcon la vejez sería mal visto y se consideraríaun cruelerrorde
categorización(Sudnow 1967: 65).11

Caso 2: en contradel etarismoen la mediana edad


La invención de la "mediana edad" es una prueba definitivadel drástico
cambio secular del "envejecimiento".Ahora que muchos luchan con el

11Véasemisugerenciadequelosviejosylosenfermos escriban
suspropias
memorias envez
de dejarque sushijosde mediana edadexpropien su experiencia
paraescribir
"recuentos
filiales
deenfermedad ymuerte" 1997:208-11).
(Gullette Woodward queeldeseodela
explica
mediana edaddeveral padre/lamadre debilitado
/ao humillado/a esuntipode"complejo
edipico enelqueloshijosdisfrutan
inverso", tomar ellugardelpadre/lamadreenelasiento
depoder(Woodward 1991:34,37,43).

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92 reflexiones sobre
feministas lavejez

significadode clase etaria,sería absurdo que cualquier persona dentrode


la culturadominantelevantarasu voz y negara su existencia.La mediana
edad, que alguna vez fuerauna peana sin etiquetascontrala cual se medían
implícitamentelas demás clases etarias,es ahora sólo un tema de interés
especial, como la niñez o la vejez, pero que carece de un grupo de presión.
Escribirsobreun inventoque está en constantecambio ha sido uno de mis
proyectosdesde principiosde los ochenta,desarrolladobajo el títuloMidlife
Fictions(se volverá claro por qué mi propio trabajoes uno de los casos aquí
tratados).
Los problemas que planteé siguieronexpandiéndose. En la obra que
luego se convirtieraen Decliningto Decline,la primerapreguntaera cómo
demostrarlo que intuía:que en las últimasdécadas, en los Estados Unidos,
la categoríacultural"medianaedad" había reafirmadosu estatusontológico
como parte del ser humano (Benson 1997; Hepworth 1987). El librodio un
granpaso al fragmentar la cacofoníade Discursolandiay presentarevidencia
sobre la construcciónsocial de la decadencia masculina . Las tirascómicas,
anécdotas y novelas acerca de "la entrada"a la mediana edad, los artículos
periodísticossobrecirugíaplásticaen hombres;todo esto cumplíala función
de sugerirque los hombres de mediana edad, un grupo que antes había
estado protegidopor el doble estándardel envejecimiento,estaban siendo
expuestosa una "estructura de sentimiento"relativamentenueva para ellos:
la decadencia. Las mujeresabsorbíandel movimientoy la ficciónfeministas
un sentidocomplejo de "progreso"en la mediana edad. Aun así, ellas tam-
bién estaban siendo enfocadas por un sistemapenetrantey engranado que
promovía la decadencia en la mediana edad. Fue el haber agregado a los
hombreslo que naturalizómás a la clase etaria.La universalizaciónde la
medianaedad deshaceel trabajodel "envejecimiento positivo",aun si sus par-
tidariostrabajanincansablementepara fortalecer la resistenciaintrapsíquica.
El envejecimientose volvió una queja unisex,con exposiciónen la niñez o
la adolescencia y que comienza en la mediana edad. Tuve que redefinirmi
objetivo:explicarel poder crecientedel etarismoen la mediana edad.
Mientrasque mi campo de evidencias se hacía más extenso,la edad
seguía siendo una herramientaanalíticaignorada en casi todos los talleres
teóricos. Sin embargo, descubrí ciertos desarrollos (críticos,socialistas,
feministas,postestructuralistas) que eran útiles si se les concebía de nue-
vo, enfocándose en ellos de forma exclusiva y suficiente.Aquí escojo sólo
algunos ejemplos. Los estudios de hombresprofeministasme alentarona
examinaral génerosupuestamenteprivilegiadoen su momentosupuesta-

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Margaret Gullette93
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mentesupremo,la mediana edad; mientrastanto,la izquierda feministame


permitiódistinguirderecha/padre de capitalismo,lo que me animó a releer
el patriarcadocomo una instituciónque está siendo apocada por la globa-
lización. El antipositivismoimplicaba que ya no tenía que dar respuesta a
la pregunta"¿cuándo comienza la mediana edad?" con un número crono-
lógico, como aún lo hacen varios científicossociales. En vez de eso, podía
preguntar:¿en qué contexto?,¿para qué tema?,¿a qué nivel de empleo o
consumo?Y esa negativame ayudó a llegaral conceptode "imaginariosdel
curso de la vida". Foucaultme llevó al análisis de Sandra Bartkysobrecómo
el poder construyeemociones como la vergüenza femenina(Bartky1990).
La sociología y la historiade las emocionesme permitieronescribirsobrela
construcciónde las emocionesen la mediana edad y sobreotrossentimientos
relacionados con la edad. Por tanto,Decliningto Declinecomienza con una
escena de ansiedad etaria.
La investigaciónhistóricaya me había demostrado que las personas
de la mediana edad nunca han sido homogéneas en cuanto a privilegios.
Antes de 1900, cuando la "economía gerontocrática"era dominante,¿qué
bien le hacía la jerarquía etariaa los esclavos u obrerosde mediana edad o
a las mujeresque ya habían rebasado la edad reproductiva?Aquellos que
estudian a los "padres"y a las "madres"en la historia,o en las películas y la
ficción,deben estar conscientesde que es muy diferenteser padres de un
bebé a serlo de hijos de mediana edad. Afortunadamentehan comenzado
a aparecer narrativassubdominantessobre la mediana edad: los antropó-
logos culturalesKatherineNewman y Thomas Weisnerestánrealizando un
trabajomuy interesantesobre este tema (Newman 1998: 259-93;Weisnery
Bernheimer1998: 211-58).A medida que se vuelve más difícilignorarel
rango completo de condiciones de la mediana edad, los sesgos clasistas
del envejecimientopositivo parecen ser más notorios.
Dado que los contextosde la mediana edad son tan heterogéneos,tuve
que irmás allá de pensar que mi evidencia era simplementeliterariao "alta"
para comprendertodos los artefactosde la ideología etaria.¿De qué manera
se formulaun imaginariode la mediana edad para que los oyentesentiendan
lo que implica"que cincuentaaños no son nada",que sepan qué tonosde res-
puesta son posibles y qué refutacionesno? ¿Cómo circulanlas ideas sobrela
edad de una tiracómica a una conversación,o se tergiversanal pasar de los
datos a la ficción?¿Cómo es que las circunstanciasextratextualestambién
presionan a los seres humanos para que tengan sentimientosy creencias
más dañinos con respectoa envejecery a pasar a otraedad de la vida?

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94 reflexiones sobre
feministas lavejez

La economía política feministame obligó a no pasar por alto los datos


económicos: encontréque pocos economistas disgregan las estadísticas
del desempleo para descubrirlos datos sobrela severa pérdida del empleo
alrededor de los cincuenta.Las piezas que idealmenterequiereun crítico
etario - discursos,prácticas y condiciones materiales- se ensamblaron.
Tenía un relatohistóricamentenotable y de gran urgencia psicológica; el
relatoya teníanombre- crisisde la mediana edad - , aunque este nombre
podía prestarsea malas interpretaciones:implicaba que lo que ocurre es
sólo personal,intrapsíquico,trivialy ocasional, cuando en realidad el eta-
rismo en la mediana edad es un peligro para la nación y para el curso de
la vida. La pieza faltanteera la resistencia:imaginarun programapolítico,
un colectivoposible capaz de llevarlo a cabo, un yo más resistenteque se
sume a este colectivo.
Para alentara ese yo, desarrolléel génerohíbridoitineranteque llamo
"autobiografíaetaria". Aunque la historia se niegue a revelar "la fuerza
modeladora de la situación actual del escritor",como comenta Carolyn
Steedman,la auto /biografíafeministay la antropologíanos han mostrado
formasde traeraquella situacióna la vida (Steedman 1987:21 [las cursivas
son mías]).12Esta formamixtame permitióserun testigoactual,y de alguna
manera me obligó a serlo. Escribíacerca de ser arrastradapor la historia,
acerca de aprendera contarmi propia y diminutanarrativaesperanzadora
sobreel progresocuando era una niña cuyas lecturasestabanempapadas de
la frialdadde la Guerra Fría,y acerca de sentirmeobligada por la cultura
del shopping y por la terapiade reemplazohormonala aplicarla narrativade
la decadencia a mí misma durantela mediana edad. Escribísobremi madre
y sobre mi hijo, como lo hago ahora. A ellos no les molesta que cuente sus
historiasprivadas, pues escribiren contrade ciertasimposiciones puede
liberara todas las generaciones.
Dado que cada vez partíde momentosindeleblesde confrontación cul-
tural,salté rápidamenteentremi vida y la de ellos; busqué no privilegiarde
formaconsistenteel estudio de un segmentode la vida. Estaba consciente
de que yo no estuve influenciadapor la generaciónX cuando tenía la edad
que tiene ahora mi hijo, y que no disfrutéde la seguridad de la mediana
edad, tanto a nivel financierocomo corporal, que tuvo mi madre a esa

12Mevienen
a la mente Ruth
dosejemplos: yLilaAbu-Lughod.
Behar

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Morganroth

edad. A travésde los saltos de esta prácticacomparativa,hallé otra forma


históricamentejustificablede rompercon los estudios fragmentariosdel
. A lo largo de la vida somos envejecidos por la cultura.Me
tipo slice-of-life
gustaría que las personas me explicarancómo llegaron a esta conclusión.
Algunos,que como Brennanmeditansobrelas ventajasy desventajasde los
intercambiosde energía,y otros,que como yo divagan entrelas biografías
etariasde sus familiares,simplementenos encontramosen un lugar crítico
novedoso que va más allá de la obsesión por las etapas. Nos volvemos
críticosetários que de prontotenemosimaginariosde todo el curso de la
vida con los cuales lidiar,además de (y no en lugar de) partesaisladas. Esto
cambia el objeto de estudio. Volveréa la nueva problemáticaque esto trae
consigo después del tercercaso.
" "
Caso 3: en contra de la juventuden crisis
La juventud "está presentesólo cuando su presencia es un problema,o se
considera un problema",según Dick Hebdige, quien ayudó a fundarlos
estudios sobrelas subculturasjuvenilesen GranBretaña.El críticocultural
Lawrence Grossbergconsidera que la juventud es "un significantevacío"
(Acland 1995: 28; Grossberg1992: 175-77). El impresionantelibro Youth ,
Murder,Spectacle , de CharlesAcland,demuestracómo una figurasignificante
de la juventud - "la juventud desatada"- ha sido llenada para crearuna
sensación de crisisen los Estados Unidos. La juventud desviada - "y esto
es doblementeciertopara las juventudesafroestadounidensese hispanoes-
tadounidenses- se ha vueltocada vez más centrala nivelsimbólico,[...] [y]
se le definecomo una amenaza para la estabilidaddel ordensocial".Acland
nos advierte que la crisis descritaen su libro "no es la de la 'verdadera'
juventud";por el contrario,sostieneque se tratade "un constructodiscur-
sivo" que suele imaginarque la "juventudblanca con una movilidad cada
vez mayor representaa los Estados Unidos en su conjunto".Al igual que
la mayoríade los críticosculturales,cree que tales ficcionestienen"efectos
profundosen la formaciónde un imaginariode la juventud,así como en
las vidas reales de los jóvenes" (Acland 1995: 10,20, 41).
El tema de estudio de Acland es la representacióndel crimenjuvenil
en los años ochentay los debatesque se generaronen tornoa él. Se enfocaen
el caso de un asesinato de una mujerde clase media alta (RobertChambers
"
ahorcóa Jennifer Levin en Nueva Yorken 1986,caso conocido como Preppy
Murder"),y sigue sus permutacionesa lo largo de los reportesnoticiosos,
la confesióndel crimen,las fotografías,los editoriales,las películas para

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96 reflexiones sobre
feministas lavejez

televisión,los talkshows. Con cada medio demuestra cómo funcionó el


discurso sobre el crimen:primero,cómo los dos personajes principales
fueronnarradosy cómo el sistemalegal participóen esta narración;luego,
cómo contribuyóeste discurso al mantenimientode las relacionessexuales
y de géneroy los estereotiposraciales tradicionales,y,finalmente,cómo se
extendióla crisis.
Los detalles que presentason fascinantes.La prensa eligió el asesinato
de Levin en lugar de una violaciónmúltipley asesinatoque fuepresenciado
por oficialesde la policía que no hicieronnada para detenerlo.La difunta
fue presentada como una seductora pervertida,como si hubiera tenido
el "papel masculino del violador", mientrasque al asesino se le asignó el
papel de "chicabonita pero tonta"que hizo lo que Levin le pidió hasta que
las cosas se salieronde control.Las confesionesde Chamberparecíanrevelar
"la verdad de la sexualidad femeninaadolescente",más que la verdad de
su propia misoginiae histeriasexual masculina. Acland argumentaque "a
medida que el crimeninicialestá siendo dejado muyatrás,una crisisgeneral
de la juventud se ha establecido [a travésde] la actividad incontrolablede
las llamadas de alerta"(Acland 1995: 14, 48, 73, 83, 112).
¿Cómo puede ocurrirtodo esto?Acland nos proporcionaalgunas pistas:
"la siguientegeneración,como conceptoretórico,ha traídoconsigola impre-
sión de visión y esperanza", aunque ahora los jóvenes "no pueden esperar
tener,ni remotamente,la misma calidad de vida que tuvieronsus padres"
(Acland 1995:4). Por influenciade los estudiosetários,Acland está tratando
de determinarlas repercusioneseconómicas y políticas que conlleva usar
la clase etaria para construiruna crisis.¿Acaso a mediados de los ochenta
varios padres e hijos adultos ya anticipabanun futurodecadente para "los
jóvenes"? Fuimos testigosde la aparición del estereotipodel "bueno para
nada" durantela primerarecesiónde la administración Bush.Luego pasamos
años caracterizandonuevamentea la generaciónXcomo valiosos adictos al
trabajo,que iban más allá del síndromede los boomers y opacaban la crisis
de la economía de la mediana edad.
Los estudiosetáriostambiénproponenque el estudiominuciosode una
sola clase etariapuede estaracompañado (para empezar) de un cuestiona-
mientosobrecómo otrasclases etariasse ven afectadas.Acland señala que la
retóricade la juventuden crisisapunta su dedo inquisitivohacia los "padres
negligentes",en particularhacia las madres trabajadoras,y que todas las
guerrasetarias tienenun prejuicio conservador."El concepto 'generación'
no tieneuna esencia fundamentalexcepto como problema",afirmaprevia-

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Margaret Gullette97
Morganroth

mente(Acland 1995: 24). Diversas construccionesde la diferenciaagravan


los problemas para dos o tresgeneracionesy,tal y como él lo demuestra,
tambiénpara los grupos marcados por la raza o el género.
Sin embargo,Acland mismointensificala diferenciageneracionalcuan-
do inventa"la mirada disciplinariadel adulto"en la cinematografíay decide
que tiene"una funciónpatriarcalcuando intentaimitarlas cualidades de lo
económicosocial"(Acland 1995: 118).Es probableque la "miradaadulta"esté
tomada del modelo de la "miradamasculina",un conceptode la teóricaLaura
Mulvey que sacó a la críticacinematográfica de su nieblauniversalizadoray
le dio una perspectivade género."La miradadisciplinariadel adulto"podría
sin duda servirpara el análisis en muchos campos. Mas el uso de Acland
construyeun monolitohomogéneo de "adultos"censuradores."La mirada
patriarcal"podría ser un términomás fructífero; al menos admite que el
poder está distribuidode formadesigual entrehombresy mujeresadultas.
Ignorael génerode los cineastas(los cuales siguen siendo primordialmente
hombres) y sus edades cronológicas y motivos psicológicos. Muchos de
ellos le dan la espalda a la noción de perspectivas"adultas",debido a que
sus espectadoresideales tienenentredoce y 28, o entrequince y 24, o ellos
mismos son hombres jóvenes, o porque aunque sean más viejos siguen
identificándosecon su yo joven o con la juventud en general.
La tendencia a homogeneizar a los grupos etários "más viejos" surge
de un profundo problema de los estudios culturales: Leerom Medevoi
parafrasea a Angela McRobbie13cuando dice que es su "larga aventura
amorosa con la culturajuvenil masculinista[la] que le otorga un carácter
románticoa la ruda rebeldíade los chicosde la clase trabajadora"(Medevoi
1997b: 165). McRobbie agregó a las jóvenes, lo cual fue una estrategiaim-
portante,aunque esto sigue otorgandouna variabilidadintracohorte y una
individualidad autoritariaúnicamentea los jóvenes. Ciertamente,agregar
a ese Otro que alguna vez fueignorado,ese Otro sexualizado o racializado
o marcado por el género,por lo regularsimplementefortaleceuna clase
etaria.Existeciertoprejuiciocontrala madurez per se. Para varios críticos
culturalessería condescendientesugerirque los valores o puntos de vista
de la gentejoven pueden mejorara medida que "maduran".Acland lo ex-
presa de una formaun tantoextraña:"La culturade la juventud contiene

13Elimportante
librodeMcRobbie
setitula andYouth
Feminism Culture
(1991).

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98 reflexiones
feministas
sobrelavejez

todo el atractivode ese tiempo contenciosoque está fuerade la adultez".


Tiene una concepciónerróneadel desarrollo;lo considera "el sencillo flujo
hacia la adultez" (Acland 1995: 121, 137 [las cursivas son mías]). Tampoco
se le ocurreque los actoresque personificana los padres a veces también
encarnanotrosmodelos además del "económicamenteproductivo"o el ab-
solutamentefracasado.(Me vienena la menteKevin Klein en Lifeas a House
y MerylStreepen One TrueThing.La aparentereconciliaciónentrepadres e
hijos casi adultos es más fácilde imaginarpara los cineastas si los padres
están muriendo.)En los estudios sobre la juventud,envejecery llegar a la
madurez parece ser,en ocasiones,imposiblede imaginar;la mediana edad,
a travésde una especie de defectuosacaída en desgracia,pareceuna "cultura
parental"represivae inexpresiva;las relacionesintergeneracionales parecen
inherentemente conflictivas.
Los críticos,que han sido insidiosamentesocializados por la ideología
de la decadencia, pueden enfrentarse a ciertasdificultadesal recordarque
las diferenciasal interiorde una cohortetambiénson constructos,o al re-
conocerque la sutilguerradel capitalismocontrala mediana edad es mala
incluso para los jóvenes. No se dan cuenta de que su propio imaginario
imitael culto dominantea la juventud,que el culto a la juventud refuerza
el etarismoen la mediana edad, y que esteúltimorecrudecela gerontofobia.
Ciertamente,los estudios etáriospueden tenerconcienciade clase e incluso
en muchas manerasserantijerárquicos, sin serhostilesa priorial desarrollo,
a la veteraníay a las políticasintergeneracionales.

La edad es un nuevo y afable demonio


Cuando los críticosponen en primerplano la clase etaria de su elección e
ignorano hacen menos a otras,suele ser por una buena razón,como puede
ser enfocarla resistenciaa la gerontofobia,el etarismoen la mediana edad
y la juventudcomo crisis.Sin embargo,la fragmentación de la edad nos en-
cierraen diminutosterrenosaislados construidospor la culturadominante.
El trabajosobre la mediana edad que realicéantes de este lo demuestra:se
volvió,de formagratificante, más interdisciplinariosin salirsede ese campo.
Incluso ahora considero que la corrientede los estudios sobre la mediana
edad es fuerte.La diferenciaes que, como críticaetaria,debo justificareste
enfoque,algo que, desafortunadamente para todos nosotros,no es difícilde
hacer.Todavía estamosmuyrezagados en el camino de los estudios etários.
En términosgenerales - con sus honrosas excepciones- , contamos con
estudios del tipo slice-of-life
que son sofisticados,fascinantesy reveladores,

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Gullette99
Morganroth
Margaret

y es posible que prontohaya más, debido a que dicha pericia es difícilde


obtenery sigue siendo valiosa.
Para llevara cabo estudios etáriosde formaapropiada, algunos críticos
y teóricos requierenestudiarel conceptode imaginariosdel cursode la vida,
de modo que aquellos que se especializan en etapas específicas puedan
trabajarcon un sentido de la problemáticaglobal. (Algunos gerontólogos
humanistas,como JayGubrium,trabajancon el concepto de "la vida com-
pleta",que los sensibilizaal escuchara los informantesviejos.Mas el método
de ir "en busca de la vida como un todo" no parece requerirde entrevistas
a los ancianos sobre su exposición a las sucesivas culturasetarias del siglo
XX,ni de hacer ese mismo tipo de preguntasa los jóvenes, las cuales nos
permitiríanotorgaruna perspectivahistóricaa los imaginarios [Weiland
2000: 238-40].)
Ciertamente,las representacionesde las crisisde la vejez, la mediana
edad y la juventud operan de manera simultáneaen la culturaestadouni-
dense, de formasantagonistasy curiosas.Debería haberciertaespeculación
con respecto a si estas "tres"crisis se interrelacionany de qué manera lo
hacen (y si, como he demostrado,existenmuchas más que sólo tres).¿Estas
crisisestaránsecuenciadas en la "imaginaciónpopular" de tal modo que los
actuales adultos jóvenes creen en ellas y anticipanpara sí mismos uno u
otroimaginariode su época? ¿Violenciay faltade respetoal principiode la
adultez; caminos rígidosy rigormortisdel otrolado; en el medio,jubilación
prematuraforzada,ya sea literalo metafórica?O quizá, para alguna clase
más alta,belleza, flexibilidady promesas en la juventud;consumos excesi-
vos, larga vida y amigos comprados al final;en el medio, una competencia
entreel síndrome"demasiado tarde"y una alta curvaedad/ salario,llegada
positiva y saludable a la mediana edad, jubilación por elección. Decaden-
cia o progreso,con todo el posible rango de respuestasgenéricas,desde la
resistenciaheroicahasta la desesperación.
Sin embargo,debemos cuestionarsi la gentede las diferentescohortes
"lee" esa misma secuencia. Si eres un niño que entrao sale del museo de
ciencia,no estás aprendiendolas mismasnarrativasque aprendíanlos niños
en los años cuarenta.Si tienestreintaaños, es probable que estés haciendo
una lecturaerróneao que te estés saltando los capítulos que se supone que
los boomersdeben estar atendiendo. Si tienes ochenta,es posible que "la
mediana edad" no tuvierael mismosignificadoque tienepara los que ahora
tienencincuenta.No sirve de nada contestarcon brusquedad, "Todo esto
es irreal"o, en todo caso, "¿Quién está hipostasiando las cohortesahora?"

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100 reflexiones
feministas
sobrelavejez

Las ficcionesetariastienenefectos,supuestamentediferentes, según la cla-


se, raza, orientaciónsexual, y tambiénsegún la etapa. Sin tenerque reificar
toda la construcciónde la cohorte,deberíamossercapaces de investigaresta
hipótesis.Hay una preguntafinal:¿será posible, fenomenologicao lógica-
mente,que el estatussocial de todas las clases etariasqua clases etariasesté
en decadencia? Aun cuando se es lo suficientemente privilegiadopara leer
o escribirla versión de la clase alta de la narrativaprogresista,¿existeun
dejo amargo al ser recordadoque se tieneuna ciertaedad? Esto vendría de
la metateoríahistóricade que la edad se está volviendo una identidadcada
vez más totalizadoray negativa.
Un politòlogo predijo en los años noventa que los debates sobre polí-
ticas públicas se pondrían cada vez más en términosde "juventudversus
vejez".
Es probablequeparael próximo
mileniola edadsealo quela raza[yyoagregaríael
géneroyla orientación
sexual sido
han] la
para segunda mitad del XX:
siglo un proble-
made altoperfil
y muydivisorioparael cualseráextremadamente encontrar
difícil
soluciones
quefuncionen (MacManusyTurner 1996:252).14
Una vez que los términosinapropiados para un problemase han afian-
zado, las soluciones no hacen más que exacerbarlo.La ideología etariaserá
probablementemanipulada de formasconocidas: para construirbiografías
estándar que excluyan nuestra dulce particularidad- incluso cuando no
terminenen pesar por el finalde la vida- , para obligara los grupos a com-
batirpor los bienes supuestamenteescasos, para dividira la ciudadanía y a
la fuerzade trabajo(y promoverlos estudios sincrónicos),para explicarla
historiae imposibilitarla solidaridad intergeneracional. La formaen que se
construyela edad es oportunista;para diversas fuerzaspolíticasaltamente
conservadorases oportuna.
La teoríaetariaestá entrandoen movimientoen el momentooportuno.
Esa es mi esperanza. Necesita priorizarqué es aquello contralo que quiere
resistirse.Aquí me he adelantado al debate al identificarla fragmentación
del curso de la vida como un enemigo gigantecontrael cual enfrentarse.
Mas los estudios fragmentarios per se no son el obstáculo
del tiposlice-of-life
principalal quererfomentarnuestraconcienciaetaria.Podemos profundizar
nuestras sospechas hacia las divisiones etarias y atribucionespor etapa,

14Paraunarevisión
delosfactores crear
quepueden mayor o menor
conflicto losgrupos
entre
entre
etários ahorayelaño2020,véaseBengston
(1993:3-23).

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aquellas que heredamos y aquellas que la ideología nos impone después.


(Creo que tengo ciertaventaja porque nací antes que los boomersy no me
sentí personalmenteafectada por su falsa caracterización.)Varios críticos
culturalesy gerontólogoscríticosaceptanque existela necesidad de analizar
los imaginariosdel cursode la vida y de volvera teorizar"la vida completa".
Las dificultadespara la prácticason conceptuales,psicológicas,disciplina-
rias. Incluso para los críticosetários,fusionadosy deconstructivos,la edad
puede resultarser la categoríamás resistentea la erosión,el más biológico
de todos los supuestos que damos por sentado e incluso (como parte de
un curioso remanentede orgullopositivista)la única verdadque queda. Es
más, cualquier críticoetario maduro en un momentodado escribe desde
una edad, una generación,una experiencia históricade envejecimiento,
reconfortadopor la ilusión de solidaridad generacionalque viene de haber
pasado de una edad a la siguiente.
Las generaciones deben unirse en contra del desmembramientodel
curso de la vida. Al tiempo que deconstruyenlas diferenciasentreetapas
y cohortes,los estudios etários podrían tambiénenfatizarla variedad de
conexionesy continuidades:las similitudesy la reciprocidadentregenera-
cionesfamiliares,las influenciasmutuas,los vínculosentrelos segmentosde
vida ficticiosy las aproximacioneshacia la "vidacompleta"(existenmúltiples
representacionesde estas,aunque parecenun tantosentimentales[¿no son
simplementeideales?], a menos que se les promueva de manera explícita
como resistenciasa la fragmentacióny a la guerraetaria). KathleenWood-
ward cumpleesterequisito,además de haberreescritola narrativaedipica al
describirde maneraconmovedoralos lazos afectivosentreella y su abuela.
La historiadoraTamaraHarevendemuestracómo "una generacióntransmite
a la siguientelos efectosde las circunstanciashistóricasque modelaron su
historiade vida". Los psicólogos muestrancómo la individuación adoles-
cente afectaa los padres de mediana edad. La compiladora de memorias
Alix Kates Shulman, en A Good EnoughDaughter , expone cuánto puede
una cuidadora de mediana edad disfrutara su frágily graciosa madre que
padece Alzheimer.Las críticasculturalesJennyHockey y AllisonJameshan
encontradoque los troposde la dependencia construidospara controlara
los niños se usan tambiénpara marginara los ancianos (Woodward 1999;
Hareven 1996: xiv; Shulman 1999; Hockney y James1993).
Quizá la autobiografíaetaria requiereencontrarmaneras más persua-
sivas y valorizadoras de describirlas formasde continuidad personal. Si
fuéramoscapaces de empezar la narraciónde nuestravida desde una base

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102 reflexiones
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del curso de la vida completamentelisa, sería más fácilpara el yo confec-


cionar de formaamorosa sus propiosclimax y marcadores de vida (a los
que JoSpence atribuyóuna granimportancia).Algunas feministas- como
-
MargaretUrban Walkery JudyLong, por dar sólo un par de ejemplos
criticanla narrativacontinuaya que puede ser demasiado lisa, modelada
de maneradistorsionadapara sercomo las carreras(que anteserantodas de
hombres) de las clases medias (Walker1999; Long 1989). Mas la creencia
en la continuidadno garantizala ausencia de asperezas ni el progreso;no
puede prometernada más que una mayor medida de resistenciainterna
contrael desmembramientoy una capacidad intensificadade alertahacia
las amenazas externas.Si las personas tienennombrespara las vicisitudes
del destino y de la historiaa las que han sobrevivido (holocausto, exilio,
contrarrevolución, depresión,tragedia familiar,enfermedadcrónica),¿no
podremos entrenarnos para nombrarla aceleración y aquellas máquinas
fragmentadoras a las cuales sobrevivimos?Sobrevivira la ideología de la
decadencia puede volverse algo más que un simple estilo de vida o una
broma,algo más heroico,a medida que tomamos más en serio los asaltos
de todas las deshumanizadoras máquinas de tiempo. La continuidad del
curso de la vida podría ser visualizada de formaalternativa,en los lugares
en los que tenga sentido,como basada en la metáforade la evoluciónde las
identidades. En mi opinión, la "mecha"podría ser tan sólo que el yo más
recienterecuerda.Su útil arroganciaacerca de su derecho a contarsus his-
toriasa su manerapodría multiplicarseexponencialmentepara formaruna
resistencia,si la gente consideraraque ser posesivo al contarsus historias
- sin interferenciaexcesiva de las narrativasmaestras- es un derecho
personal y colectivosagrado. De cualquier manera,poner de formasacep-
tables el acento en la continuidad psicológica va a importarmás en este
siglo,a medida que los teóricosetáriosnos ponen en posición de contestar
la pregunta"¿qué imaginariosdel cursode la vida podemos desarrollarpara
reemplazar el modelo de crisis secuencial de las edades?" A medida que
se identificanmás subsistemas de la narrativade la decadencia, nuestra
creatividadconjuntatendráque buscar ideales compartidosy plataformas
políticas sobre las cuales construirun movimientoantidecadentista.Sin
importarel nombreque le pongamos a este movimiento,¿cómo podemos
hacer del "cursode la vida" una causa significativa?
Intensificarla conciencia etaria es un requisito.Una pedagogía crítica
puede formularun entrenamientoapropiado a cualquier nivel, desde
- -
programas para niños como Head Start hasta organizaciones para

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viejos - corno Elderhostel- . ¿Cómo podrían los profesores preparar


a los niños menores de quince a enfrentarsea la cabina que digitalmente
envejece el rostroen todas sus posibles formas?¿Cómo podrían preparar
a los padres y abuelos para que involucrena los niños que han pasado por
la cabina? Los críticosetários que monitoreanlos medios pueden tratarla
"edad" como una especialidad para la cual se requierepericiay poner a los
sospechosos alegatos sobre la diferenciaetaria a la defensiva.Los inves-
tigadores pueden proporcionarinformaciónque asegure a otros el valor
subjetivoy la sensatez epistemológicade su causa.
¿Qué principiossubyacen a un movimientoantidecadentista?¿La ob-
jetividad? ¿Desde el punto de vista de qué edad? ¿La igualdad? La longe-
vidad igualitariaes un derechohumano. Dado que está bastada en la salud
y el bienestardesde el nacimientoy a lo largo del curso de la vida, podría
congregara más seguidores del seguro de salud nacional. "La igualdad
etaria",sin embargo,podría ser un objetivo algo traicionero.Los teóricos
de las otrasdicotomíascorporalesy los otroscríticosculturalesorientadosa
la juventud,que han luchado por la igualdad en otras áreas, no deberían
caer en la trampa en este caso. Dentro del contextocapitalistaneoliberal
- aunque probablementeocurrelo mismo dentrode cualquier contexto-
no podemos permitirnosel automatismode permitirciegamente que la
jerarquía etariase escape de la memoriahistórica.Si aquellos que están en
la mediana edad fuerancompetidores"iguales"a los jóvenes en la fuerzade
trabajo,la carrerasalarial hacia el fondoya habría sin duda pisado fondo.
Debemos estardispuestos a conservarel alegato de que, en las circunstan-
cias históricasactuales, la jerarquía etaria es la única justa y universal,y
que una jerarquía etaria económica y democratizada a lo largo de la vida
laboral es la base de una sociedad decente.Los gerontólogosy politologos,
conscientesde la devaluación culturalque puede afligirinclusoa los "viejos
jóvenes" más prósperos,y los críticosculturales,preocupados por el futuro
de la juventud,deben prestarsu autoridad moral para mejorary ampliar
la legislación y las institucionesque reconstruyenla veteranía,sustentan
los modestos climax de edad /salario de la mediana edad y restringenlas
peores inequidades dentrode las clases etarias. Si dejamos de considerar
a la mediana edad como una época de respeto,aparte de cualquier otra
pérdida que traiga consigo, perdemos toda esperanza de luchar contrael
etarismoy la gerontofobia en los Estados Unidos. Y,dado el alcance mundial
de las multinacionales,cualquier pérdida de poder que puedan provocar
aquí será más fácilde exportara otrospaíses. En Europa oriental,en el Sur

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104 reflexiones
feministas
sobrelavejez

mundial (donde quiera que las clases medias se esténexpandiendo,quizás


asistidas por gobiernosque dependen de los ingresosfiduciariossegurosy
de una alta tasa de empleo), el etarismoen la mediana edad puede evitar
que las personas que envejeceny llegan a esta etapa obtenganuna recom-
pensa por su experiencia,ayuden a sus hijos,ahorrenun poco y conserven
su dignidad hasta la vejez. La edad es una causa, como la raza y el género,
que legítimamentese alia con los principiosde la narrativade la libertad,
la justiciaeconómica y los derechoshumanos. Hay muchas formasde con-
tribuira la revolución.

**********

Studiesin OptimisticPhilosophy(1903) fue el subtítulode un famoso texto


temprano sobre la longevidad. A comienzos del siglo XXI,los estudios
etáriospueden empezar a ser optimistasconformeaprendamos conjunta-
mentea nombrara todos los enemigosactuales del cursode la vida, incluso
en nosotrosmismos y en nuestrasdisciplinas,cuando podamos describir
con precisiónlos métodos que emplean e instituirnuevas resistenciasque
tengan alguna posibilidad de teneréxito •

Traducción:AriadnaMolinari

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RodrigoGonzález
"La clásica"
Duranteuna concentración
de la
ConvenciónNacionalDemocráticaen el Monumentoa la Revolución.

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