Recomendamos el lavado frecuente de las manos. También se recomienda que, hasta que esta epidemia se considere como pasada o bajo control, disminuyamos al máximo el contacto físico con otras.
¿Cómo necesitamos pensar los creyentes al respecto?
Sin lugar a duda, debemos ser prudentes y responsables, tanto para tomar las medidas recomendadas como para tratar de mantener una salud general en buen estado. La población mundial parece estar en pánico, pero para aquellos que escribimos bajo una perspectiva bíblica es importante recalcar que no hay razón para experimentar tal nivel de ansiedad. Sobre todo cuando consideramos que el Dios creador de los cielos y la tierra es el mismo que controla cada microbio, átomo, o molécula en el universo. Este es un buen momento para que el cristiano pueda mostrar no solo cordura, sino también paz y esperanza, reconociendo que su vida no depende de la entrada de algún microorganismo a su cuerpo. En cambio, depende del Dios que determina el comienzo y el final de nuestra historia en la tierra. El apóstol Pablo nos llama a no estar ansiosos por nada (Fil. 4:6), y la razón para llamar al cristiano a permanecer en paz en medio de las peores circunstancias es precisamente el control soberano que Dios ejerce sobre su creación. Somos llamados a mostrar nuestro testimonio de nuestra fe en el Señor Jesucristo, amado y predicando su Evangelio.
Miguel Núñez es vicepresidente de Coalición por el Evangelio. Es el pastor de predicación
y visión de la Iglesia Bautista Internacional, y presidente de Ministerios Integridad y Sabiduría. El Dr. Núñez y su ministerio es responsable de las conferencias Por Su Causa, que procuran atraer a los latinoamericanos a las verdades del cristianismo histórico. posee una amplia carrera como médico internista e infectólogo, certificado por el Board Americano de Medicina Interna y Enfermedades Infecciosas.