T. GRAL: “LO QUE CRISTO DIJO SOBRE LAS ESCRITURAS” C.
C. También, es mirar lo que Jesús dijo sobre cada uno de esos
Subtema 6. LOS DESAFÍOS DE LAS ESCRITURAS
Lucas 17:20-37. Domingo 29 de agosto (6:00 pm)
INTRODUCCIÓN: Sinceramente, estudiar las Escrituras
puede ser difícil. A veces, las dificultades están en el mismo
texto. Los pasajes requieren mucho estudio. Las diferencias de
interpretación de un texto siempre se han dado; lo que ha
conducido a formar muchos grupos. También se dificulta
porque son textos que se escribieron en lenguas y épocas muy
diferentes a las nuestras. El tiempo actual demanda que
demos respuesta a preguntas respecto a la Biblia.
I. NUESTRA MIRADA AL TEXTO
A. Debemos acercarnos al texto biblico con los ojos de la fe.
Creer en su inspiración, en su infalibilidad, en su inerrancia
B. Debemos ver el texto con una actitud de adoración. Como la
Palabra de Dios, quien se merece la Gloria.
C. Debemos acercarnos al texto con ganas de estudiar y
honestidad. Ser estudiantes serios de la Palabra.
Si tenemos esta actitud, la mayoría de dificultades siempre se
podrán resolver. Lo que a la gente no le gusta muchas veces no
es lo claro de la Biblia, sino las partes de ella que ellos no
aceptan. Sus mayores desafíos no tienen que ver con temas que
no son claros. Sino con aquellos que no les gusta lo que dice.
Por ejemplo, los temas de: Juicio, milagros, sexo puro, cosas
así. A muchos les cuesta creer los milagros espectaculares: el
paso en seco por el Mar Rojo, la resurrección de los muertos,
etc. A otros les encanta conocer milagros, pero no aceptan la
idea de que Dios mate a la gente como un acto de juicio. Otros,
en los últimos tiempos, quieren “actualizar” cada vez que la
Biblia habla sobre sexo y sexualidad, para que encaje mejor
con las preferencias de la gente posmoderna. Cuando nos
encontremos ante estos desafíos, ¿Cuál es el mejor enfoque?
II. MIRAR A CRISTO
A. Ver la Biblia como la ve el Señor, (sermones anteriores).
Jesús afirmó que las Escrituras son inspiradas por Dios, son
autoritativas, son históricas, son inerrantes e infalibles
(inquebrantables). Si Jesús es el Hijo de Dios, por tanto,
todo lo que Él afirmaba de las Escrituras es verdadero.
B. Si las Escrituras enseñan con autoridad respecto a los
desafíos actuales, entonces es necesario que la creamos y
obedezcamos, para Gloria de Dios y para nuestro bien.
temas. Cuando hacemos eso, nos damos cuenta que su
enseñanza es inflexible e incuestionable pero llena de amor.
1. Con respecto a los milagros. Los relatos de la vida y
ministerio del Señor Jesús están llena de ellos (sanó,
alimentó, calmó tormentas, resucitó, etc.). Todas las
evidencias históricas apuntan a que Jesús era conocido
como alguien que hacía milagros. No podemos separar los
milagros de la vida de Cristo porque todos ellos fueron
para demostrar su poder y naturaleza como Hijo de Dios
y también para anunciar el Reino de Dios.
2. En cuanto al tema del juicio. A muchos les gusta ver a un
Jesús manso y tranquilo. Pero ese mismo Señor aprobó el
feroz juicio en el AT: diluvio y cataclismo, que acabaron
con todas las personas y ciudades enteras. Enseñaba a
sus discípulos, no solo que el Diluvio fue real, que cayó
fuego y azufre a Sodoma; sino que también describe cómo
será su segunda venida (Luc 17:22-37), anunciando la
destrucción y Él será el juez implacable.
3. Y en cuanto al tema de sexualidad. Muchos decían, como
Thomas Jefferson, que Jesús no tenía nada qué decir al
respecto. Por lo tanto, la conclusión de muchos es que
podemos hacer lo que queramos. ¡Que terrible herejía! El
Señor Jesús describió que el adulterio y la inmoralidad
sexual contamina al hombre (Mat. 15:19-20). Enseñó que
el adulterio no solo es en la práctica sino en el corazón
(Mat. 5;27). Cuando enseñó sobre el matrimonio, volvió al
Edén donde Dios instituyó el matrimonio (Mat. 19:1-11).
Y afirmó la dignidad de la soltería (Mat. 19:12).
Así que al leer la Biblia o buscar respuesta a los temas que nos
causan preguntas, siempre miremos al Señor Jesucristo.
CONCLUSIÓN: Tenemos 2 opciones: podemos desafiar a la
Biblia o podemos dejar que la Biblia nos desafíe a nosotros.
podemos hacer como Jefferson, quedarse con las partes que
nos gustan y desechar el resto. O podemos hacer como el Señor
Jesús y afirmar la veracidad de la Biblia a pesar de las
dificultades que nos plantee y permitir que tengamos una
cosmovisión bíblica acerca de Dios, del mundo, la sexualidad,
etc. ¡quedemos con Cristo! ¿Con quién te quedas tú?