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P R E P R I N T Concordia y Discordia en la evaluación de la edad de la Tierra

Preprint · February 2021


DOI: 10.13140/RG.2.2.21206.78406

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Mauricio Gallego
Pontificia Universidad Javeriana
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Concordia y Discordia
En la evaluación de la edad de la Tierra
Por: Mauricio Gallego Silva;
mauriciogallegosilva@gmail.com

Proemio
El origen y desarrollo de las capas internas del planeta que es nuestra residencia, resultó
ser una tarea elusiva de acometer por la imposibilidad de exploración de manera directa
por medios físicos, como sí fue el caso para las capas sobre la superficie y el espacio ex-
terior. Mientras la humanidad ha podido enviar sondas por fuera del Sistema Solar; no ha
podido llegar más allá de 1/2000 en el interior de su casa (La perforación de Kola, en el oblast
de Murmansk, en el año 1989, que llegó hasta 12.226 metros de profundidad), requiriendo
desarrollar métodos indirectos para la estimación de cualquier variable. El conocimiento
del funcionamiento y de la edad de la Tierra, ha sido vital para el establecimiento de la
teoría de Tectónica de Placas, así como para apuntalar la Geología y Sismología moderna.

Origen
Después de múltiples aproximaciones para establecer el desarrollo del Universo y del Sistema Solar,

NT
hoy en día, a partir de la teoría del big-bang basada en los trabajos de inicios de siglo XX de Edwin
Hubble, se tiene bien definido el origen de la Tierra, el cual está relacionado con el acopio primitivo
de sustancia meteórica que capturó la gravedad del Sol; ésta acumulación tenía una temperatura
inicial de unos 1.000 °C, que era inferior al punto de fusión. Luego tuvo lugar un periodo de calen-
tamiento debido a la desintegración radioactiva, la energía de los impactos, la compresión gravi-
tacional y la fricción de marea ejercida por la Luna, que en aquel entonces, se encontraba mucho
más cerca del planeta que actualmente; esto, debido a que la Luna terrestre se creó por un impac-
to meteórico colosal con un objeto del tamaño de Marte, que literalmente la arrancó de la Tierra
RI
primigenia. Existe evidencia del impacto en la cuenca del océano Pacífico, donde no aparecen unos
tipos de rocas, que sí están en las demás cuencas marinas, y que, como se pudo comprobar de
muestras traídas por las misiones Apollo, aparecen en la Luna terrestre. El calentamiento por el im-
pacto, produjo la fusión completa del hierro contenido, que se fue hasta el fondo del protoplaneta
por efecto gravitacional, generando así, la formación del Núcleo terrestre. Desde entonces, se em-
pezaron a configurar las diferentes capas que componen la Tierra, tal y como las encontramos hoy
EP
en día con sus principales dimensiones, como se observan en corte en la Figura 1 a continuación.
Magnetismo
La Tierra tiene un magnetismo interno asociado a las corrientes convectivas de los materiales fe-
rro-magnéticos presentes en los núcleos líquido y sólido. El fenómeno del magnetismo terrestre
es el resultado de que toda la Tierra se comporta como un enorme imán debido a los materiales
que conforman el interior del planeta, y también, a los cambios de estado físico y densidad de las
PR

diferentes capas que cuentan con un flujo convectivo descrito por Arthur Holmes. La fecha del
descubrimiento del magnetismo terrestre es desconocida; según el polímata chino Shěn Kuò (沈
括), los chinos descubrieron el fenómeno hacia el año 2600 antes de Cristo (a. de C.). También,
se conoce que los griegos descubrieron la piedra Imán, o Magnetita, unos 500 a. de C. Con estas
rocas, se construyeron las primeras brújulas para navegar por parte de árabes y persas. Se sabe
que la primera aplicación en Europa de compases datan del siglo XII, y se conoce también, que
para el siglo XIV, ya eran ampliamente usados, como fue el caso de los viajes de Colón.
William Gilbert, fue el primero que señaló la existencia de un campo magnético terrestre, debido
a la similitud de algunos materiales de la Tierra con rocas ferromagnéticas de campos magnéticos
definidos; esto ocurrió hacia el año 1600, y quedó documentado en: «De Magnete». Los estudios
del magnetismo terrestre mejor medidos y estimados fueron hechos por Edmund Halley, quien
construyó los primeros mapas de declinación magnética del océano Atlántico. El magnetismo en
las rocas que afloran desde las dorsales marinas, se descubrió cambiante con respecto a la edad de
erupción, lo que sirvió de base para la formulación de la Teoría de la Deriva Continental que demos-
tró, con base en el magnetismo reinante en rocas de edad conocida que afloran desde las dorsales
marinas en diferentes cuencas, que los continentes se han movido desde hace mucho tiempo.

1
Mauricio Gallego Silva→Concordia y Discordia; Febrero de 2021
Zonas de Discontinuidad
0 Subducción Manto
40 de Mohorivicic Actualidad
Superficial Perfil Brunhes
400 Olivino y Minerales

Campo Magnético
650 Magnético Gauss Gauss positivo

Intensidad del
de Magnesio y Hierro
c
Litosfera 3,0 g/cm 3
a d
Pérfil Terrestre

anomalía
Región de Transición
(Fuente de Magmas)
b
Promedio Campo
Magnético
Dorsales
Matuyama Actual Matuyama negativo
Marinas
2700 Sección de Nivel del
Avance del tiempo

Dorsal
2890 Manto Profundo Mar
Olivino; silicatos Dorsal marina Viaje desde la dorsal
de Hierro y Magnesio
c d
Profundidad (km.)

3,3 g/cm 3
a Corteza b
Discontinuidad Joven
de Gutenberg
Corteza
Corteza Corteza Antigua
2,7 g/cm3 Antigua
Discontinuidad
Magma
de Lehmann Astenósfera asciende
5.150 Núcleo Externo convección convección
Hierro Metálico Manto Manto
Núcleo Interno (Fundido).
Hierro y Niquel
(Solido) 10,5 g/cm 3 Linea Divisoria
13,5 g/cm 3 de Golitsyn
6.378

Figura 1: Configuración del interior de la Tierra. Fuente: Gilully J., (1971); «Plate tectonics and magmatic evolutions»; Geol. Soc. Amer. Bull.;
Vol.: 82. pp.: 2382-2396.

NT
Especulaciones
Se tiene conocimiento que Julio el Africano (Celebre orador del Emperador Nerón), en el siglo III
d. de C., basaba sus cálculos de edad de la Tierra, en la suposición de que toda la historia de la
creación duraría una denominada: "Semana Cósmica", con unos llamados: «días», de 1.000 años
de duración cada uno. Siguiendo la cronología hebrea entonces, el nacimiento de Jesucristo apa-
recía en el sexto día de la creación; de manera que, no existiendo planeta antes de la existencia
del hombre, la edad de la Tierra no podía ser mayor de unos 6.000 años. Las variadas hipótesis de
RI
la época variaban someramente en la fecha de la creación pero, en general, las edades oscilaban
entre los 4.000 y 6.000 años. (1/1000000 de la realidad)
Edmund Halley documentó1 que en el año 1650, el arzobispo católico irlandés James Ussher, se
dedicó a la tarea de interpretar cronológicamente los libros de Reyes (‫ )ב םיִכָלְמ‬del Antiguo Testa-
mento; y tomando como hecho histórico la muerte del Rey de Babilonia, Nabucodonosor, en el
EP
año 562 a. de C., relatada en el libro de Daniel (‫)לאינד‬, sumó las 139 generaciones de profetas y
patriarcas, entre el primer hombre, llamado Adán, y Nabucodonosor, calculando la presunta fecha
del origen de la Tierra, como el 22 de octubre del año 4.004 a. de C. Fue tan "preciso" su cálculo,
que hasta llegó a especular, que resultó ser un día sábado, a las 6:00 p.m. (1/814159 de la realidad)
Para el siglo XVI, el movimiento cristiano protestante2 se caracterizó por una nueva interpretación
literal de la Biblia; y al parecer, el mismo Martin Lutero calculó la fecha de la creación en 4.000
PR

años a. de C. En épocas del sismo de Lisboa del año 1755, Inmanuel Kant formuló la hipótesis de la
condensación, que mencionaba que los planetas se formaron por la agregación de pequeños frag-
mentos del cinturón de asteroides. Hacia finales del siglo XVIII, Pierre Simon Laplace formuló la teo-
ría nebular de formación del Sistema Solar; y de manera coyuntural, en esta misma época, el Conde
de Buffon3 presentó una estimación sobre la edad de la Tierra, que proponía fuertes diferencias con
lo establecido por los cristianos, a partir de la interpretación literal de la Biblia. La aproximación de
Buffon, se basaba en un cálculo del tiempo de liberación del calor interno de la Tierra; y de manera
aproximada, otorgaba una edad al planeta Tierra de unos 75.000 años. (1/86666 de la realidad)
Geología
Posteriormente, James Smeaton Hutton se centró en el análisis de la forma, en cómo los agentes
del cambio geológico como la gravedad, el viento, el fuego y el agua, habían realizado su trabajo
sobre la roca ígnea original, en los cinco milenios posteriores a la creación. No obstante, cuando Hu-
tton y Charles Lyell establecieron las bases de la geología moderna como ciencia, se percataron que,
incluso, la edad propuesta por Buffon, era insuficiente para desarrollar muchos procesos geológicos


1
Halley E. (1686), «An Historical Account of the Trade Winds, and Monsoons, Observable in the Seas between and Near the Tropics, with
an Attempt to Assign the Phisical Cause of the Said Winds», Philosophical Transactions; Vol.: 16; pp.: 153–168.

2
Conocidos por muchos como: «La Reforma».

3
Georges Louis Leclerc, naturalista, botánico, biólogo, cosmólogo, matemático y escritor francés. intentó conpendiar todo el saber humano
sobre el mundo natural en su obra de 44 volúmenes llamada: «Histoire naturelle»; una especie de "Google" de ciencias del siglo XVIII.

2
Mauricio Gallego Silva→Concordia y Discordia; Febrero de 2021

que requerían muchos más tiempo para su desarrollo. Sin embargo, éstas teorías de los polímatas
de la época, no ejercieron mucha influencia sobre la naciente ciencia de la Geología del momento;
como sí fue el caso, para el desarrollo de la Paleontología, que logró poner en discusión nuevos
aspectos de los tiempos geológicos, nunca antes contemplados, para llegar a resolver el problema
de la edad de la Tierra.
La Paleontología contaba en sus inicios, hacia finales del siglo XVIII, con dos grandes representantes
franceses: Georges Cuvier y Jean-Baptiste Lamarck. Para ellos, las sucesiones de generaciones de
vida que aparecían registradas en los estratos fosilíferos que se descubrían, requerían de un trans-
curso de tiempo mucho más largo, para poder ser explicadas de una manera científica admisible,
ya que el número de capas con fósiles encontradas en algunos sitios, multiplicadas por los años
necesarios para generarlos, otorgaban tiempos que requerían de una edad de la Tierra -por mucho-
mayor. Cuando los geólogos de la época, observaron complejas sucesiones estratigráficas de formas
vivientes extintas, i.e., fósiles, y no pudieron comprender los extensos periodos de tiempo por los
que ha transcurrido la vida, infirieron para el caso, diferentes tipos de catástrofes en la búsqueda de
explicar las extinciones masivas de especies. A esto lo llamaron: «Principio de Catastrofismo»

NT
Hutton, padre de la geología moderna, a través de una minuciosa observación de los detalles geo-
lógicos, descubrió dos hechos esenciales para la interpretación de los fenómenos geológicos y sus
tiempos de desarrollo. En su obra seminal: «Theory of the Earth», publicada en el año 1788, Hutton
desglosó el significado del tiempo geológico y la fundamental diferencia entre rocas ígneas, o pri-
marias, y las rocas sedimentarias y metamórficas más superficiales. Con éste trabajo, inició el final
de la tendencia neptunista, que imperaba hasta entonces, y que asociaba el origen y desarrollo del
planeta a causas exógenas; apareciendo una nueva interpretación del tiempo geológico, que habría
de ser establecida con firmeza, por parte de sucesores en ese tipo de estudios, como Charles Lyell.
RI
En el siglo XIX, se dieron debates al respecto debidos a Lord Kelvin y Thomas Huxley4. Para Kel-
vin, la conservación de la energía era una ley, a la que ni el planeta, ni el Sistema Solar, podían
apartarse; y siendo así, en vista de que no podían poseer una cantidad ilimitada de energía en
su interior, era imposible que el planeta estuviese disipando calor por un periodo indefinido; de
EP
esa manera, era posible calcular el tiempo transcurrido desde que la Tierra era una esfera incan-
descente de material fundido hasta el presente, a partir de la sola determinación de una tasa de
enfriamiento. A partir de cálculos aproximados, Kelvin infirió la edad del planeta, en periodos
de tiempo que variaban entre unos 20 y 100 millones de años (1/92 de la realidad). Sin embargo,
aun esta cifra resultaba ínfima para explicar, por ejemplo, la evolución de las especies animales
mediante el mecanismo de la selección natural descrito por Charles Darwin en la misma época,
ya que el número de generaciones para provocar las mutaciones en el avance de las especies, no
PR

resultaba suficiente en ese periodo. Se necesitaba entonces, una aproximación diferente.


Radioactividad
Hacia el año 1896, Henry Becquerel descubrió la radioactividad natural en algunos elementos que
abundaban en rocas ígneas ácidas; y encontró, que este fenómeno da lugar a una generación de
calor por emisión de energía. Posteriormente, los esposos Curie ratificaron este hecho con medi-
ciones incontrovertibles; y se descubrió así, una fuente de calor en el interior de la Tierra, a partir
de sus materiales constituyentes, que no había sido contemplada en los cálculos originales de Lord
Kelvin, quien postulaba el continuo enfriamiento, de lo que en principio, estuvo muy caliente. Los
principales investigadores de la radioactividad, entre los cuales el más notable fue Ernest Ruther-
ford, relacionaron sistemáticamente sus descubrimientos con la edad de la Tierra, y ese fue el basa-
mento para confeccionar un método confiable, usando la desintegración radioactiva de materiales
y minerales de las rocas constituyentes, para la correcta derivación de esta incertidumbre.
En el año 1905, Rutherford pudo aseverar, que la radiactividad era un proceso natural, que no sólo
ocurría como una liberación de calor, sino que además, las partículas Alfa emitidas por la radiación
y atrapadas en las rocas, podían utilizarse para determinar su edad. Para hacer de esta sugerencia
un método confiable de medición y obtener una escala absoluta de tiempo geológico, debieron
pasar décadas de investigación, a la que se asocian los nombres de investigadores como Robert

4
Huxley fue un filósofo inglés, que ideó la concepción del Agnosticismo, que pregona que no existen explicaciones absolutas para nada.

3
Mauricio Gallego Silva→Concordia y Discordia; Febrero de 2021

Strutt5 y su discípulo Arthur Holmes. Éste último, dedicó su vida al desarrollo de la llamada: «Geo-
cronología», que es la rama de la Geología que describe cada una de las etapas de evolución del
planeta. Para inicios del siglo XX, Max Planck le dio una verdadera sustentación a la física nuclear,
y los aspectos que tenían que ver con datación radiométrica comenzaron a ser tomados en serio,
para la deducción precisa de la edad de materiales y minerales que constituyen rocas terrestres.
Reloj Radiométrico
Por estudios de la radioactividad de Rutherford6, se descubrió que elementos naturales como el
Torio y el Uranio, se desintegran espontáneamente en otros elementos. El núcleo atómico de tales
materiales, es intrínsecamente inestable, y emite aleatoriamente electrones en forma de partículas
Alfa y Beta. Cada emisión nuclear, transforma los átomos en elementos diferentes. Se encontró así,
que el elemento Uranio-238 (U238) tiene 15 pasos en ese proceso natural de desintegración, por
medio de 8 partículas Alfa7 y 7 partículas Beta, que después de emanar, hacen que se transforme en
una forma estable de Plomo, llamada: Pb206; la cual tiene la mitad del peso atómico del elemento
original. El periodo de tiempo que le toma al U238 en transformarse a Pb206, ha sido estimado en
7.600 millones de años; pero en ese proceso, el U238, pasa a ser Torio (Th232) en 4,6 millones de

NT
años, Protactinio y otros 14 elementos, antes de llegar a ser plomo estable Pb206. Entonces, si se
tiene en la actualidad 1 gramo de U238, en 7.600 millones de años se habrá transformado en ½ de
gramos de Pb206, y en otros 7.600 millones de años, se tendrán ¼ de gramos de Pb206.
Esta resulta ser la base del método del «Reloj Radiométrico», (U238→Pb206 dating) establecido pro-
cedimentalmente por Harrison Brown de la Universidad de Chicago en el año 1947, y perfeccio-
nado con trabajos de George Tilton, el cual fue aplicado de lleno a la estimación de la edad de las
rocas ígneas en todos los continentes. Usando la datación radiométrica, se pudieron encontrar las
RI
edades de rocas en Manitoba, Canadá; en el oeste de Australia, y en Zinbawe; que llegaron a valo-
res máximos de edad entre 2.000 y 3.000 millones de años (v. gr., basaltos del cinturón Pfunze, con
2.600 millones de años; ≈1/2 de la realidad, Figura 2); sin embargo, los procesos de metamorfismos
presentes, no pudieron llevar a valores mayores para la estimación real de la edad de la Tierra.
El Método
EP
Se sabe sí, que el elemento Uranio tiene 2 isótopos8 radioactivos, que se denominan: U238 y U235, con
vidas medias e isótopos hijos diferentes, como son el Pb206 y el Pb207 ; de lo anterior, se colige que
dentro del mismo mineral, ambos sistemas isotópicos evolucionan con diferentes tasas de decai-
miento l en el tempo (Ventana ② de la Figura 2). Si se grafican las relaciones de masas de elemen-
tos de Pb206/U238 contra Pb207/U235, que corresponden a una función exponencial, y que siguiendo la
tasa l, son de la forma paramétrica (Pb206/U238 =e-λ238t-1) contra (Pb207/U235 =e-λ235t-1), se genera una
PR

relación estándar de referencia para diferentes edades, que se denomina: Curva de Concordia (Ven-
tana ① de la Figura 2), en la que yacen todos los puntos con edades concordantes para los diferen-
tes decaiminientos de los isótopos de Uránio a los elementos Pb206 y Pb207. Su curvatura corresponde
a la diferencia que hay entre sus vidas medias. La Curva de Concordia entonces, puede ser descrita
como una relación paramétrica de dos funciones, donde cada función de tiempo es independiente.
Si ocurre una pérdida de Pb ó un sobre-crecimiento de cristales al tiempo t1, los puntos con edades
concordantes estarán desplazados a lo largo de una línea recta que va desde t0 hasta t1, generando
así, la llamada: Línea Discordia (Ventana ① de la Figura 2). Las edades U-Pb de la Discordia ob-
tenidas de zircones9 ionizados de materiales estudiados, usualmente tienen 2 puntos clásicos: La
intersección superior de la Discordia con la Concordia→ t0 , que corresponde a la edad de cristaliza-
ción de la roca (su edad); y la intersección inferior→ t1 , que corresponde a la edad del evento que
perturbó el sistema (metamorfismo). La Figura 2 a continuación muestra el esquema de datación
para rocas extraídas del Cinturón Pfunze en Zinbawe, que permitieron identificar la antigüedad de
los materiales por medios radiométricos, en una edad de unos 2.600 millones de años de edad. El
proceso se consideró confiable, y presentó resultados coherentes con sistematicidad de por medio.
5
Hijo de John William Strutt, mejor conocido como Lord Rayleigh.
6
Rutherford E., (1899); «Uranium radiation and the electrical conduction produced by it,» Philosophical Magazine, Vol.:78; pp.: 1-51.
7
Cada vez que emana una partícula Alfa, el elemento pierde 4 unidades de masa atómica.
8
Es un átomo que pertenece al mismo elemento químico que otro, con su mismo número atómico, pero distinta masa atómica.
9
Zr Si O4; minerales que inician su vida con un contenido nulo de Pb206

4
Mauricio Gallego Silva→Concordia y Discordia; Febrero de 2021

Diagrama de Concordia-Discordia ordia


3.000 Ma

Zim608; Cinturón Pfunze; Zimbawe 2,600 Ma C onc


0,5
Ma Millones de años t0 Edad de
Datos espectrómetro Cristalización

0,4 Datos Concordia 2 2.200 Ma Curva de decaimiento de isótopos


100%
207
Pb - l235t
235 =e -1

Cantidad de Uranio (%)


235
1.800 Ma U U
80%
206

dia
U 238

0,3
238
U

Concordia y Discordia==>2021
or
Pb

sc 60% l235
Di
 Hacia
1.100 Ma

Mauricio Gallego Silva


Pb 207
Zona de 40%
0,2 Pérdida de Pb
206
- l238t
1.000 Ma 238 =e -1
Plómo 20% l238 U
Hacia 2
Pb 206

0,1 Edad del evento


0%

1.000
1.100

2.000

3.000

4.000

5.000
400 Ma metamórfico
t1 Tiempo t (Ma) 1
0

10

12

14

16

18

20
0

NT
207
Pb
U
235

Figura 2: Construcción de la Curva Concordia y la línea Discordia de un zircón ubicado en el cinturón Pfunze en Zinbawe. Fuente: Vinyu, M.L.,
Hanson, R.E., Martin, M.W., Bowring, S.A., Jelsma, H.A. & Dirks, P.H.; (2001); «U-Pb zircon ages from a craton-margin Archaean orogenic
belt in northern Zimbabwe». Journal of African Earth Sciences; Vol.: 32; pp.: 103-114.

Evaluación
Teniendo en cuenta que las rocas más antiguas de la Tierra han sufrido procesos de degradación
RI y meteorización, y que los materiales constituyentes de los planetas térreos del Sistema Solar
provienen -todos- del mismo Cinturón de Asteroides entre Marte y Júpiter, se usó material de me-
teoritos para la datación radiométrica a partir del decaimiento de Uranio a Plomo de las zircones
ionizados contenidos en granitos del meteorito «Stoney», que había caído en «Canyon Diablo»,
(Az.), procedente del Cinturón de Asteroides del Sistema Solar, hace unos 50.000 años; los cuales
contienen material original con el que se formó la Tierra, y que permanecen intactos desde enton-
ces, navegando en el espacio, a diferencia de las rocas de la Tierra, que han sufrido de diferentes
EP
fenómenos de metamorfismo, haciendo imposible una datación radiométrica correcta.
Para el caso, solo se requería encontrar el plomo residual en el material del meteoro, y compararlo
con la cantidad de Uranio, por medio de un espectrómetro de masas, el cual fue planteado por J. J.
Thomson, pero materializado por Francis William Aston10 , para evaluar la composición de diferentes
elementos químicos e isótopos atómicos en una muestra11; pudiendo así, llegar a construir espec-
tros con la longitud de onda de emisión de la luz de cada elemento que conforma un material es-
PR

tudiado; pero además, armar el diagrama de Concordia-Discordia para los materiales ionizados del
meteoro. De esa manera, usando un espectrómetro de masas del Laboratorio Nacional de Argonne,
para evaluar el plomo residual Pb206 y el Pb207 en muestras del meteorito, Clair Cameron Patterson
(alumno de Harrison Brown) en Caltech, durante el año 1953, logró calcular la edad de la Tierra, en
unos 4.550 millones de años, con un margen de error de ± 7 millones de años12. (1/1 de la realidad)
Coda
La definición de la edad de cualquier material por métodos radiométricos y la definición de sus
campos magnéticos pretéritos, fue la base para el desarrollo del Paleo-magnetismo, que llevó a
Harry Hess y alumnos de él en Princeton, como Tuzo Wilson, a la confección de la Teoría de la De-
riva Continental con pruebas de por medio, la cual permitió derivar el funcionamiento del interior
terrestre, el movimiento continuo de los continentes y el origen de los terremotos y volcanes, ha-
cia la década de 1960. Además, cuando las misiones Apollo llegaron a la Luna, trajeron muestras
de roca lunar de diversas regiones, que se dataron radiométricamente, con un resultado de más
de 4.000 millones de años de edad. Rocas con esa antigüedad son imposibles de encontrar en la
Tierra, y resultan prueba tangible, que el hombre sí visitó la Luna terrestre, y en varias ocasiones.
10
Aston F. W., (1929); «The mass-spectrum of uranium lead and the atomic weight of protactinium». Nature; Vol.:123: pp.:313.
11
Separando los núcleos atómicos por medio de imanes super-poderosos.
12
Patterson C. C., (1953); «The Isotopic Composition of Meteoric, Basaltic and Oceanic Leads, and the Age of the Earth,» Report by the
Subcommittee on Nuclear Processes in Geological Settings; Nat. Acad. of Sci; Pasadena, California.

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