Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Una criptomoneda es un activo digital que emplea un cifrado criptográfico para garantizar su
titularidad y asegurar la integridad de las transacciones, y controlar la creación de unidades
adicionales, es decir, evitar que alguien pueda hacer copias como haríamos, por ejemplo, con una
foto. Estas monedas no existen de forma física: se almacenan en una cartera digital.
Hash: Las funciones hash verifican la integridad de los datos, mantienen la estructura de
blockchain y codifican transacciones y direcciones de las cuentas personales. También generan los
puzzles criptográficos que posibilitan la minería de bloques.
Firmas Digitales: Las firmas digitales facilitan que cualquier persona pueda demostrar que posee
una unidad de información encriptada sin desvelar la información. En el caso de las
criptomonedas, esta tecnología se emplea para firmar transacciones monetarias. Demuestra a la
red que el propietario de una cuenta está de acuerdo con la transacción.
En términos generales las criptomonedas son una representación digital de un valor que puede ser
transferido y almacenado digitalmente y que además cumple las funciones de medio de pago,
unidad de cuenta, depósito de valor; aun cuando, no han sido reconocidas como dinero legal de
curso forzoso en ningún país.
En cuanto a la operativa de estas monedas digitales, es muy importante recordar que una vez que
se realiza la transacción con criptomonedas, es decir, cuando se compra o vende el activo digital,
no es posible cancelar la operación porque el blockchain es un registro que no permite borrar
datos. Para “revertir” una transacción es necesario ejecutar la contraria.
Ya que estas monedas no están disponibles de forma física, hay que recurrir a un servicio de
monedero digital de criptomonedas, que no está regulados para almacenarlas.
Los bancos e instituciones financieras del sistema financiero nacional de Honduras pueden seguir
jugando el mismo papel que han tenido hasta el momento, tratando las criptomonedas
exactamente igual que cualquier otra forma de pago. Es de esperar que, si se generaliza el uso de
las criptomonedas en el mundo, se haga necesario un agente de cambio para realizar intercambios
entre las monedas “oficiales” y las criptomonedas. Es innegable que los bancos e instituciones
financieras deben adaptarse para manejar estos nuevos sistemas de intercambio, pues ya existe el
riesgo de quedarse atrás, como lo es en el caso del país hermano de El Salvador. Al igual que
muchos bancos centrales en el mundo, el Banco Central de Honduras (BCH), ha adoptado una
posición de apertura frente a las innovaciones que se están gestando mediante el uso de nuevas
tecnologías para brindar servicios de pagos y financieros, tanto preparando a su personal técnico,
como estudiando las principales tendencias y buenas prácticas a nivel mundial. En este contexto,
el BCH ha iniciado el estudio y análisis conceptual, legal y técnico para determinar la factibilidad de
realizar una prueba piloto emitiendo su propio dinero digital o moneda digital de Banco Central
(Central Bank Digital Currency -CBDC-, por sus siglas en inglés), tal como lo están haciendo la
amplia mayoría de Bancos Centrales alrededor del mundo, entre ellos los que ya realizaron
pruebas piloto como Uruguay, Jamaica, China y Singapur.
Particularmente creo que debemos adentrarnos a este tipo de cambios, creo que los beneficios
valen la pena y no seguir pagando a bancos por usar nuestro dinero, ellos no cobran por todo y no
nos ofrecen nada a cambio más que cobrarnos intereses hasta por ahorrar y guardar nuestro
dinero con ellos, cosa que veo de muy mala gana, antes si tu tenías dinero en el banco te daban
intereses ahora solo vez deducciones de cobros por servicios que deberían ser gratis.
Las criptomonedas pueden ser seudónimas o completamente anónimas, lo cual es muy atractivo
para los criminales que buscan lavar dinero sin atraer la atención de las autoridades.
Sin embargo, los actores políticos y los reguladores gubernamentales se han puesto a la
vanguardia, e intentan cada vez más asociar los criptoactivos con una identidad de la vida real.
De hecho, en junio de 2022, la Unión Europea anunció nuevas reglas diseñadas para rastrear las
transferencias de criptoactivos como bitcoins y otros tokens de dinero electrónico.
Con la creación de regulaciones KYC y AML más rigurosas, las firmas de criptografía necesitan
redoblar esfuerzos para detectar el lavado de dinero para permanecer en cumplimiento, evitar
multas y continuar operando sin tener que replantearse sus metas de negocio.
Por último pero no menos importante, la regla de viaje (o regla travel), la cual obliga a las firmas
de criptografía a recolectar datos de manera estandarizada, puede complicar la simplificación de
procesos KYC y AML con una base de clientes global.
Tal como cualquier otra industria, detectar el lavado de dinero potencial comienza al identificar
usuarios de riesgo. Esto incluye la evaluación en la etapa de incorporación mediante:
Cabe destacar que las compañías criptográficas pueden llevar a cabo un gran monitoreo
de transacciones.
Es discutible dónde divergen principalmente los mundos de las cripto finanzas y las finanzas
tradicionales en términos de AML, ya que la velocidad y el volumen de las transacciones y
conversiones criptográficas pueden ser abrumadoras.
Y mientras que las criptomonedas se benefician de la visibilidad de los registros públicos, sigue
siendo un desafío operativo monitorear:
Algunas compañías criptográficas incluso lidian con retiros en dinero por decreto a una cuenta de
banco o pagos con tarjeta, lo que añade otra capa de complejidad al monitoreo de transacciones.
Bibliografía
(IDBInvest, 2023)
(SEON, 2023)