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El Ábaco de Regnier

El objetivo

“El Ábaco de Regnier, es un método original de consulta a expertos, concebido por el Doctor
François Régnier, con el fin de interrogar a los expertos y tratar sus respuestas en tiempo real o
por vía postal a partir de una escala de colores. Como todos los métodos de expertos, está
destinado a reducir la incertidumbre, confrontar el punto de vista de un grupo con el de otros
grupos y a la vez, tomar conciencia de la mayor o menor variedad de opiniones”[1].

Utilización

El ábaco de François Regnier es una técnica utilizada para el registro y consideración de las
percepciones de todos los integrantes de un grupo de análisis. Este método contribuye a crear un
espacio de opinión que permite medir las opiniones de un grupo en relación a un tema o
acontecimiento dado.[2]

El ábaco de Regnier brinda una gama de opciones de respuesta para cada tema o variable. De esta
manera se evita las limitantes que suponen las respuestas de sí o no. Estas respuestas limitan las
posibilidades de consideración de los matices o perspectivas con las que se debe considerar un
tema o acontecimiento.

Este método permite estimar el comportamiento de un grupo de factores y determinar la


intensidad de un pro

Fases

Fase 1: recoger la opinión de los expertos

En un inicio es conveniente “definir lo más preciso posible la problemática a estudiar. Esta


problemática será abordada con cuidado y descomponiendo en elementos (o ítems). Estos ítems
serán las afirmaciones, extendiéndose el campo de discusión, sobre la evolución del pasado y/o
sobre la visión de futuro”[3]. En esta fase cada experto participa en cada afirmación utilizando la
escala coloreada puesta a su disposición.

Fase 2: tratamiento de los datos

Esta fase es la del tratamiento de “las respuestas coloreadas en forma de matriz, donde se
representa: en filas los ítems que definen el problema y en columnas los expertos que participan
en el estudio”[4]. Esta información hace visible simultáneamente la posición de cada uno de los
expertos sobre el problema.

Fase 3: discusión de los resultados

En esta fase ya se puede “comenzar el debate y/o la explicación del voto: el procedimiento es
abierto y cada uno puede, en todo momento, cambiar el color y justificar su cambio de opinión.
Aplicación

Este método puede ser aplicado cuando se desea conocer la actitud de un grupo de expertos con
respecto a una situación o tema particular. Por ejemplo, la importancia de los problemas de una
comunidad.

En la ejecución del ábaco de Regnier participan actores y expertos. La priorización de los factores a
analizar se realiza con el grupo de actores sociales. Es necesario destacar las aplicaciones de este
método:

· Estimar el comportamiento de un grupo de factores.

· Determinar la intensidad de un problema en el presente.

La escala cromática

Las opciones del ábaco para develar opiniones de un grupo en relación a una situación dada se
basa en la convención internacional adoptada para los colores del semáforo, en donde el verde
significa pase, el amarillo cuidado y el rojo pare. A estos tres colores se agregan matices
intermedios como el verde claro y el rosado entre el verde y el amarillo y entre éste y rojo,
respectivamente.

Los colores indican la opinión de los participantes de un grupo. En este caso, se quiere medir las
posiciones favorables y desfavorables, con las posiciones intermedias, incluyendo el registro de las
opciones de no respuestas.

La utilización del ábaco impone la formulación de ítems (preguntas o variables) bajo la forma de
proposiciones afirmativas.

Por ello, cuando se plantee la necesidad de determinar la intensidad o gravedad de un conflicto –


que es un requerimiento bastante común que suele hacerse a los equipos de Gobierno – se debe
invertir los códigos y tratar de medir la percepción del grupo de expertos en relación a la
gravedad de conflicto adecuando la aplicación de la manera siguiente:

En este caso, para mantener la coherencia con convenciones internalizadas, que establecen que la
intensidad de un conflicto, problema, peligro etc. se representa con rojo y no con verde, los
colores rojos y rosados incidirán para que los diferentes ítems así calificados, ocupen los primeros
lugares y los matices de verdes, los últimos.

También puede emplearse el ábaco como instrumento para organizar las alternativas de solución
de conflictos en un proceso de planificación estratégica de acción política, identificando los grados
del conflicto, en sus diferentes fases, con los colores rojo, rosado, amarillo, verde claro y,
finalmente, el verde oscuro que supone la resolución total o ideal del mismo.

Además, rápidamente, se pueden identificar las “zonas” de consenso y disenso, en base a lo cual el
debate puede centrarse en ítems específicos para tratar de compatibilizar las posiciones. De
hecho, se trata de un método bastante abierto dado que los participantes pueden cambiar en
cualquier momento su voto.
No obstante, aunque los participantes sean especialistas esclarecidos, la calidad de sus respuestas
está en función directa a la calidad de la formulación de los ítems. Al respecto, el propio Regnier
señalaba que “si bien la síntesis coloreada del Abaco acelera la comunicación, esta síntesis no
dispensa de invertir el tiempo economizado, en el análisis pormenorizado y minucioso del
problema

Cuestionario

Al igual que en el Polígono de Valoraciones debe ponerse especial cuidado en definir claramente el
tema central y seleccionar cuidadosamente las variables constitutivas o ítems, que se suponen son
esenciales y suficientemente explicativas del tema central. Esto último es particularmente
importante porque, normalmente, se maneja un número (entre 8 a 12) limitado de ítems.

A fin de facilitar el juicio de los expertos, estos ítems deben estar precisamente definidos y ser
muy concretos, porque la ambigüedad o complejidad de su formulación puede acarrear
confusiones en los expertos y sesgar gravemente los resultados.

El cuestionario que deberán llenar los expertos, debe estar diseñado en base a un número limitado
de ítems, utilizando la escala de códigos representada por los colores del semáforo con sus
matices intermedios.

El experto deberá marcar una sola opción en cada ítem, aun en el caso que no quiera o no pueda
responder. La opción elegida se puede marcar simplemente con las letras iniciales del color V:
verde oscuro; v: verde claro; a: amarillo; r rosado; R: rojo; B: blanco; N: negro o con números: 1:
verde oscuro; 2: verde claro; 3: amarillo; 4: rosado; 5: rojo; 6: blanco; 7.: negro.

VENTAJAS DEL ÁBACO DE REGNIER

La ventaja de este método es que permite efectuar un análisis rápido y didáctico en el tratamiento
de un problema, facilita la Intercomunicación, el debate y el intercambio de ideas más que llegar a
un consenso.[13]

El método es eficaz, simple y rápido. Permite a los que divergen expresarse (y valorar sus
opiniones). Se trata de un excelente útil de comunicación: no es el consenso lo que se busca, sino
más bien el intercambio y el debate entre los individuos.

El ábaco puede ser utilizado como técnica de votación en combinación con otras   técnicas, como
lo muestra su aplicación pareja con el método Delphi.

Se anula casi en la totalidad la presencia de un líder (quien puede influenciar en el grupo)

Permite la posibilidad de detectar la opinión grupal, así se puede observar la elección de cada
participante y ocultar a su argumento.

Fomenta las ideas u opiniones a través del debate, además los resultados se muestran una vez que
se hayan definido y decidido.

Permite a los que divergen expresarse (y valorar sus opiniones). Se trata de una excelente
herramienta de comunicación: no es el consenso lo que se busca, sino más bien el intercambio y el
debate entre los individuos.
Es fácil de aplicarlo, es sencillo,  eficaz y rápido a diferencia del resto de métodos de expertos.

DESVENTAJAS
Una de las principales desventajas es que se trata de un método no muy conocido y que resta
tiempo al tener que dar una explicación sobre lo que significa este método para entender su
fin. [14]
Otra de su desventaja es que reside en el hecho de que le resta protagonismo al líder al privilegiar
el trabajo intensivo y el aporte de puntos de vista por parte de los integrantes del equipo.[15]
El ábaco de Régnier modifica el funcionamiento habitual de un grupo, de ahí la dificultad de
convencer a los que deben decidir para su utilización: el jefe puede encontrarse aislado, ya que el
método obliga a todos los miembros del grupo a dar su opinión, a “anunciar su color”.  

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