Está en la página 1de 2

¡Más o menos hipócritas!

Vicente Medina de la Bastida

“Se ha dicho que: si quieres plantar para días, plantes flores. Si quieres plantar para
años, plantes árboles, pero si quieres plantar para la eternidad, plantes ideas”, OG
Mandino. ¿Desgraciadamente por no existir las ideas, el país agoniza? Y porque
todos, en lugar de generar, servir y sacrificarse, buscan que los mantengan. Pero,
siempre existe la razón de ser y el porqué de las cosas, nada es al azar. En el
Gobierno del desastre mandaba “Correa”; en el Gobierno de Moreno mandaban
“los del Correa”. Y en el actual Gobierno, aunque camuflados, siguen “los de la
correa”. Todavía conservan a sus “todo servicio” en la Asamblea, y ahora sumarse
partidos aduladores inconexos, y otros de poca monta; a vista y dejadez, no solo
del Gobierno “del encuentro”, sino también de un pueblo sin conciencia cívica, y
de no ejercer su legítimo derecho ante parlamentarios incompetentes. Y aun así se
preguntan; ¿quién lo provocó y el porqué de nuestra desventura? “Fariseos
declarados”.

Ideas perversas rondan; siendo antesala la náusea del “Juicio Político”; que si fuera
como reza, en un santiamén se los separaba a los siete inútiles; más de entre los tres
“vendepatria”, uno falsificó un certificado para su oscuro currículo, y sigue
campante. Allá en mi pueblo, “como dicen los españoles”, las abuelitas no toleran a
los “llorones”, como lo que sucede en el Congreso: o se fajan como varones o,
mejor váyanse a sus casas bajo las enaguas. Y, ¿como si no tuviéramos bastante?
Una Función judicial de “altura”, que no se alcanza a ver su trasparencia. Porque
está visto que las leyes que los hombres mismo “inventaron” no son el alimento
moral para seres cobardes e irracionales.

Nada de lo que haga o deje de hacer el señor Lasso tendrá sustentación, no


existe vacunas para las ideas, como tampoco existe la voluntad, hombría de bien y
compromiso social que pueda provocar un proceso de metamorfosis en el país.
Muy pocos hemos sembrado ideas. ¡Así sea!

También podría gustarte