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Evolución de la Telefonía

Durante mucho tiempo, se creyó que el inventor y científico británico Alexander


Graham Bell había creado el teléfono. Sin embargo, el Congreso de Estados
Unidos determinó en una resolución de 2002 que su verdadero inventor fue el
italiano Antonio Meucci en 1854. Lo bautizó con el nombre de teletrófono y
utilizó este primer prototipo para comunicar la planta baja de su vivienda –donde
tenía su despacho- con el segundo piso: allí, en una de las habitaciones, estaba
su esposa enferma de reumatismo que no podía moverse. Meucci exportó su
idea al resto del mundo en 1860, pero la falta de recursos económicos le impidió
patentarla.

La primera llamada de teléfono de la historia se produjo el 10 de marzo de


1876 en Estados Unidos. Sus protagonistas fueron Alexander Graham Bell y su
asistente Thomas Watson, que se encontraba en una habitación contigua. En
concreto, el científico británico le dijo: “Señor Watson, venga aquí, quiero verle”.
Un año después, se creó la empresa estadounidense de comunicaciones Bell
Telephone Company. A partir de ese momento, se introdujeron mejoras como el
micrófono de carbono para incrementar tanto la potencia como el alcance de la
comunicación, bocal y auricular en una sola pieza. En febrero de 1878 se
publicó la primera guía telefónica registrada (contenía 50 nombres) y ese
mismo año se inauguró la primera línea telefónica que cubriría las ciudades de
Nueva York y Chicago.
Antonio Meucci era un inventor italiano experto en el área de la electrodinámica.
En 1854 Meucci creó su mayor creación, el telettrófoni, posteriormente llamado
teléfono. Un instrumento nunca visto que permitía enviar señales acústicas a
gran distancia. La principal razón para crear este instrumento fue la mujer de
Meucci, la cual sufría reumatismo, y no se podía mover. Meucci creó el invento
para comunicar su oficina, situada en la planta de abajo, con su dormitorio,
situado en el segundo piso.

Pero Meucci no patentó su invento por dos razones. La primera era que el
inventor italiano no tenía mucho dinero para pagar la patente, y no estaba seguro
de los beneficios que el teléfono podía darle. La segunda razón es que Meucci
prefirió patentar otros inventos que pensaba que era más beneficiosos
económicamente, pasando el teléfono a segundo plano, algunos de estos
inventos eran un filtro para la depuración de agua o una nueva forma de fabricar
velas.

6 años después, en 1860,


Meucci presentó su
invento al público,
llamándolo teletrófono, el
cual se encontraba sin
patentar aun. En la
demostración el inventor
italiano transmitió la voz de
una cantante italiana a una
gran distancia, por desgracia nadie dio una buena oferta a Meucci por la
invención. El inventor tenía miedo de que alguien comprara la patente de su
invento, ya que él era incapaz de pagar el precio de patentarla de forma
definitiva. Meucci busco una forma no definitiva, patentando el invento de forma
anual, algo que sí que se podía permitir pagar. Registró el invento en 1871, y lo
renovó tanto en el 1872 como en el 1873.
En 1876, un inventor británico llamado Alexander Graham Bell registró la
patente del teléfono. Meucci no tardó mucho tiempo en enterarse, y pidió a su
abogado que reclamara ante la Oficina de Patentes, ya que el inventor italiano
ya había patentado su invento aunque fuera de forma anual. Poco más tarde
Meucci descubrió, gracias a un amigo que trabajaba en Washington, que toda la
documentación referida a la patente de Meucci se había perdido, por lo que no
existían pruebas de que la patente del teléfono fuera de Meucci antes de que la
registrara Graham Bell.

Los años siguientes se convirtieron en un infierno para Meucci, con una gran
cantidad de juicios. La compañía de Bell era muy poderosa y se descubrió que
había sobornado tanto a la Oficina de Patentes como al propio abogado de
Meucci. Pero el poder de Bell no llegó a los tribunales y el juez supo ver que el
verdadero autor del invento era sin lugar a dudas Meucci. Todo esto llevó a
que el Gobierno de los Estados Unidos acusara de fraude a Graham Bell, el cual
gracias a sus recursos pudo retrasar todo lo posible el proceso. Todo terminó
con la muerte de Meucci en 1889, quien murió sin ver reconocido su gran talento.

En el imaginario popular siempre ha sido Graham Bell el inventor del


teléfono, pero en los últimos años la tendencia está cambiando, dándole ese
reconocimiento a Meucci. Un claro ejemplo fue que en 2002, en un número del
Boletín Oficial de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos se
reconoció a Meucci como el verdadero inventor del teléfono.
No obstante lo dicho, hay que reconocer al alemán Philipp Reis haber llevado a
cabo en 1863 transmisiones de sonidos a distancia por un procedimiento similar
al de Bell. Reis moriría pobre y abandonado años después de que Bell patentara
el formidable invento.

Bell, era hijo de una mujer sorda y de un especialista en la recuperación de estos


enfermos, y toda su vida había mostrado interés en la acústica. Por lo que resulta
llamativo, que alguien especializado en enseñar a hablar a los sordos inventara
un aparato en el que el oído es fundamental.
Es cierto, que también trabajaba en la búsqueda de un sistema
telegráfico capaz de transmitir varios mensajes a la vez. Fue en Estados Unidos
donde su afición a la telegrafía le llevó al descubrimiento del teléfono de forma
casual.

Una tarde, su ayudante Thomas Augustus Watson tuvo un pequeño accidente


mientras manipulaba un aparato telegráfico que trataba de perfeccionar. Un 2 de
junio de 1875; Watson hizo un movimiento en falso y al contactar mal un tornillo
transformó en corriente continua lo que debía haber sido corriente alterna. Al
otro extremo del hilo y en una habitación distinta, Bell pudo oír todo aquel ruido.

Sin embargo, aún tardó cerca de un año en sacar partido de tan prometedor
accidente. Bell patentó el invento del teléfono antes de que realmente lo
hubiera podido comprobar él mismo, ese barabaro.

Evolución del teléfono

En menos de veinticinco años una de cada cincuenta personas tenía ya teléfono


en Estados Unidos. No había cumplido todavía treinta años Bell cuando ya
contaba con una inmensa fortuna.
La primera central telefónica se instaló en New Haven, en el estado
norteamericano de Connecticut, en enero de 1878. Tenía veintiún abonados,
entre ellos el novelista Mark Twain.

Cuando la persona origen de la llamada descolgaba su receptor se activaba en


la centralita un conmutador eléctrico que avisaba a la operadora, y ésta movía
una palanca preguntaba al abonado con quién quería hablar.

Por entonces sólo existían ocho líneas telefónicas individuales compartidas por
varios abonados. La telefonista tenía que ir siguiendo la conversación de vez en
cuando porque no había forma de saber cuándo había terminado la conversación
entre abonados.

Las centrales telefónicas automáticas, las llamadas sin operadora ni demora,


fueron ideadas en 1889 por un empresario de pompas fúnebres de Kansas City,
Almon S. Strowger. Y su origen es de lo más curioso.

Almon S. Strowger, inventor de la central telefónica automática


Éste, intrigado porque todos los pedidos de servicios mortuorios iban a la
competencia, descubrió que la esposa de su competidor era la telefonista local.
Desviaba los pedidos hacia el teléfono de su marido. Ella era la primera en
enterarse de los chismes, bulos y noticias que circulaban por la ciudad, incluidos
los fallecimientos de toda la localidad.

Strowger, pensó que era necesario eliminar a la operadora, cosa que fue posible
tras conseguir que al descolgar el aparato no saliera la voz de ésta preguntando
con quién quería comunicar, sino que ello se hiciera de manera automática, es
decir, el abonado podía marcar el número de otro abonado oprimiendo una
combinación de tres botones.

El disco rotatorio fue diseñado poco después dando como resultado el primer
teléfono de disco. Estas centrales automáticas no fueron adoptadas por Bell
hasta 1919. En 1884 la compañía Bell posibilitó las llamadas a larga
distancia creando una línea entre Boston y Nueva York.

Cuatrocientos ochenta y cinco kilómetros enlazados por diez mil postes


telefónicos y una gran cantidad de hilo de cobre, sustituyendo al de hierro.
El theatrophoneo “teatrófono”
fue de hecho un rudimentario
prototeléfono de éxito
utilizado para escuchar ópera
cómica en los locales de los
alrededores
de teatros importantes de
Nueva York, Boston y
Filadelfia, así como música,
noticias, discursos y
recitaciones instrumentales.
Se exportó luego a París
donde el invento también tuvo
gran acogida.

El theatrophone ponía en comunicación a los teatros principales y otros lugares


de la diversión, en una época en que el invento del teléfono era visto como una
excentricidad, como algo acerca de cuyo interés la gente se preguntaba: ¿a
quién podría interesar hablar con alguien que no estuviera presente?. Era mucho
más interesante poder escuchar la música.

El uso del teatrófono habituó a la gente a recibir información a distancia, sirviendo


además para algo muy importante: se aprovecharon las líneas ya instaladas de
los teatrófonos para las primeras líneas de teléfono. Este invento fue totalmente
desbancado por la invención de la radio.

Desde entonces hasta hoy han sido legión el número de innovaciones y mejoras
habido en el mundo de la telefonía. Entre otras la del teléfono público por
monedas, inventado en 1889 por el norteamericano William Gray.
El primer aparato público estuvo a disposición de la gente en un banco de la
ciudad de Hartford, estado de Connecticut. Su inventor, asociado con otros, creó
en 1891 los teléfonos de monedas en una cadena de grandes almacenes.

Luego vendría el teléfono portátil, teléfono móvil o celular, el de bolsillo, el


teléfono de mando vocal e incluso el teléfono para sordos, pequeño aparato que
se incorpora al teléfono y posibilita la reproducción de los mensajes en una
pantalla de cristal líquido.

Historia del teléfono móvil o celular

Finalmente aparece el primer teléfono móvil o celular, el Motorola DynaTAC


8000x, en el año 1983. Hasta llegar a los actuales Smartphones que tienen
conexión a Internet y son prácticamente una pequeña computadora.
El año 1998 marca un hito importante en el desarrollo de la telefonía móvil:
el sistema digital GSM (conocido como “la segunda generación”) se consolida
de forma definitiva al alcanzar la cifra mítica de 300 millones de usuarios. La idea
de la telefonía móvil surgió en la empresa AT&T en 1953, aunque hasta finales
de la década de los setenta no aparecieron los sistemas de telefonía móvil
celular, de peso y tamaño reducidos y, por tanto, realmente operativos.

Estos sistemas eran experimentales y no funcionaban comercialmente, aunque


algunos de ellos, con pequeñas modificaciones, han llegado hasta nuestros días.
Etimología de la palabra teléfono

En cuanto a la definición del término teléfono, decir que es una voz compuesta
de las raíces griegas tele= lejos + fonein= hablar. El Diccionario de la Real
Academia Española recoge ya el término en su edición del año 1884. El verbo
telefonear no aparece documentado hasta 1925; también se dijo al principio
“telefonar”.

Bibliografia

https://www.timetoast.com/timelines/evolucion-de-la-telefonia-833f6ff6-81b5-
465d-86c6-2acf9b1af30b

https://www.unprofesor.com/ciencias-sociales/historia-del-telefono-y-su-
evolucion-resumen-corto-
2872.html#:~:text=La%20invenci%C3%B3n%20del%20tel%C3%A9fono,-
Antonio%20Meucci%20era&text=En%201854%20Meucci%20cre%C3%B3%20
su,y%20no%20se%20pod%C3%ADa%20mover.

https://curiosfera-historia.com/historia-del-telefono/

https://www.crehana.com/blog/transformacion-digital/evolucion-del-telefono/

https://www.nobbot.com/pantallas/historia-telefonia/
https://www.muycanal.com/2014/01/31/futuro-del-telefono-movil

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