Hola soy Iván. En mis vacaciones mis padres organizaron un
viaje a las playas del norte. Yo no estaba entusiasmado porque estaría lejos de mis amigos y no disfrutaría del paseo. El gran día para mis padres por fin llegó. Era hora de partir y me sentía triste y molesto, porque pensaba que no sería divertido. Al llegar al aeropuerto, observé a dos niños con sus padres, quienes les hacían algunas recomendaciones. Los miré unos minutos y noté que eran extranjeros por su forma de vestir, sus rostros y su modo extraño de hablar; aun así, todos ellos parecían felices y animados. Ya iba a acercarme a ellos a preguntarles sus nombres, cuando anunciaron nuestro vuelo. ¡Llegamos a nuestro destino! Todo era muy bello, las playas, el mar y las olas… Pero no tenía con quien jugar. Mas grande fue mi sorpresa, al ver a aquellos niños jugando en la orilla. Decidí acercarme y conversar con ellos. Así empezamos a jugar y platicar sobre su país de origen y sus costumbres. Lo más extraño para mi fueron sus nombres: Moe y Uthan. Nunca los había escuchado, me explicaron que al momento de nacer sus padres eligieron sus nombres por su significado. Y yo que pensaba que serían las vacaciones más tristes y aburridas de mi vida. Todo lo contrario, pude hacer amigos y compartir experiencias y sucesos que nunca olvidaré.