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EL SEÑOR

CAUTIVO DE
AYABACA
Según la historia, el 1751, el
sacerdote García Guerrero quiso dar
una imagen a su pueblo, para lo cual
decidió utilizar un tronco, del que
había brotado sangre luego de que
un labrador de diera un hachazo, era
de un árbol de cedro, encontrado en
el cerro Zahumerio de Jililí.

Tres hombres vestidos con


impecables ponchos blancos de lana
llegaron al pueblo de Ayabaca en sus
caballos. Eran artistas talladores. Y
se comprometieron a esculpir la
imagen del Señor a condición de que
el pueblo guardara absoluta reserva
sobe su presencia.

Paso el tiempo y al curiosidad de los


ayabaquinos pudo mas que su paciencia.
Querían ver los avances. Llamaron
insistentemente y al no obtener respuesta
forzaron la puerta. En el interior no había
persona alguna y la comida estaba intacta.
Pero ante ellos se alzaba a ver la escultura
de un Nazareno con las manos cruzadas. Ahi
se cuenta que los talladores eran ángeles y
la llamaron una "obra de ángeles".

El día central de la festividad es el 13


de octubre, se lleva en procesión por
las calles del pueblo. La imagen
representa el momento en que, tras
ser apresado en Getsemaní, Cristo
fue abandonado por sus discípulos
(Mt 14, 50)

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