La Iliada es un poema épico escrito por Homero, que narra la Guerra de Troya

entre griegos y troyanos. El poema se centra en la ira de Aquiles, el héroe

griego que se siente despreciado por su líder Agamenón y decide retirarse de
la guerra. El poema describe las batallas, las victorias y las derrotas de ambos
bandos, así como las relaciones entre los dioses y los mortales. La Iliada es
una obra que destaca por la habilidad de su autor para narrar los
acontecimientos y describir el carácter de los personajes, así como por sus
temas universales como la ambición, la venganza y la tragedia humana.
Personajes:
Aquiles: es el héroe principal de la obra. Es el más fuerte y valiente de los
guerreros griegos, pero también es orgulloso y temperamental. Su enojo y
venganza contra Agamenón son los que inician la trama principal de la Ilíada.

Héctor: es el héroe principal del bando troyano. Es el hijo mayor del rey
Príamo y el líder de los ejércitos de Troya. A diferencia de Aquiles, Héctor es
un personaje más humano, que valora su familia y su ciudad por encima de
todo.

Agamenón: es el rey de Micenas y el líder de los ejércitos griegos. Es un

personaje arrogante y egoísta, que tiene un conflicto constante con Aquiles. A
pesar de ser un líder capaz, su personalidad lo lleva a tomar decisiones que
causan problemas a su ejército.

Odiseo: es uno de los guerreros griegos más astutos y sabios. Es conocido por
sus estrategias y por ser un gran orador. Aparece varias veces en la obra como
el consejero de Agamenón y como el encargado de recuperar el cuerpo de
Aquiles.

Patroclo: es el mejor amigo de Aquiles y su compañero en la guerra. Es un

personaje leal y valiente, que muere en la batalla al intentar ayudar a los
griegos.
Helena: es la esposa de Menelao y la razón por la que comenzó la guerra de
Troya. Es descrita como una mujer hermosa pero también como una persona
frívola e infiel.

Paris: es el príncipe troyano que raptó a Helena y desató la guerra. Es descrito

como un personaje debil e indeciso, que prefiere los lujos y placeres a la lucha
y la guerra.
Algunas de las acciones heroicas más destacadas son:

La ira de Aquiles: Aquiles, el guerrero más poderoso de los aqueos, se enoja

con su líder, Agamenón, y decide retirarse de la batalla. Su ausencia es clave
en la victoria de los troyanos, pero finalmente regresa a la lucha para vengar la
muerte de su amigo Patroclo.

La muerte de Héctor: Héctor, el mejor guerrero de los troyanos, mata al amigo

de Aquiles, Patroclo. Aquiles se venga matando a Héctor y arrastrando su
cuerpo por el campo de batalla.

La astucia de Odiseo: Odiseo es conocido por su inteligencia y astucia. En La

Ilíada, utiliza su ingenio para engañar a los troyanos y entrar en su ciudad
fortificada.

La fuerza de Diomedes: Diomedes es otro guerrero aqueo destacado por su

valor y fuerza. En una batalla contra los troyanos, es herido por la diosa
Afrodita, pero logra herir a dos dioses en represalia.

La participación de los dioses: En La Ilíada, los dioses y diosas griegas juegan

un papel importante en la guerra. Intervienen en la lucha para favorecer a un
bando u otro, y algunos incluso toman parte en la batalla directamente.
Costumbres de la época de la iliada
 Honor y gloria: La cultura griega de la época de la Ilíada se centraba en la
búsqueda del honor y la gloria. Los guerreros luchaban en la guerra para ganar
fama y reconocimiento.

La importancia de los dioses: Los griegos de la época creían en una gran

variedad de dioses y diosas, y les atribuían gran importancia en sus vidas. En
la Ilíada, se describe cómo los dioses influyen en los acontecimientos de la
guerra.

La hospitalidad: La hospitalidad era muy importante para los griegos de la

época de la Ilíada. Los guerreros enemigos eran tratados con respeto.

Contexto: La Ilíada ocurre en el décimo y último año en la guerra de Troya,

acontecida en el siglo XII a.C. (1194 a.C. – 1184 a.C. supuestamente) en la
que se enfrentan dos bandos: Aqueos (griegos) y troyanos.

Si bien, gracias a los descubrimientos logrados a fines del siglo XIX, en los
que se encontraron al noroeste de Turquía, las ruinas de diversas ciudades
reconocidas como Troya, que emprenden desde los tiempos neolíticos hasta el
periodo Bizantino (lo que significa que fue reconstruida bastantes veces) y de
que las descripciones de Homero coinciden y se relacionan muy bien con dos
ciudades troyanas, no hay evidencia bélica la cuál nos permita saber sobre si
hubo una guerra entre aqueos y troyanos.

Lo que si se sabe históricamente, es que a los años que podría haber ocurrido
la guerra de Troya, o sea en la Edad de Bronce Tardía (con una
documentación mucho más compleja por historiadores y periodistas) en el
Mediterráneo Oriental hubo una “Edad Oscura” analfabeta y relacionada con
desastres y catástrofes asociadas a la destrucción de importantísimas ciudades
de la Antigüedad, el abandono absoluto de otras y la decadencia de Imperios y
reinos, lo que provocó una serie de inmensos problemas y consecuencias
comerciales, militares, culturales, etc.
A partir de esto, Troya fue destruida al menos dos veces, antes de su abandono
hasta la época romana.

No fue hasta que desembocó en el renacimiento en el siglo VIII a.C., tiempo

en el que los griegos habían redescubierto la escritura, creado un nuevo
alfabeto y retomado el comercio con el Oriente.
Homero habría escrito en estos años La Ilíada, La Odisea, entre otros poemas,
presuntamente, para tratar de embellecer y crear una época de oro “ficticia”
con relatos, dónde los griegos lograrían juntar más de mil barcos, liderados
por reyes heroicos y héroes épicos motivados por venganza, contra una ciudad
ajena que se atrevería a robar una de las mujeres mas preciadas e importantes
de la Antigüedad.