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Cabeceo con hilo

Pero sin lugar a dudas el método más efectivo y duradero para cabecear una cuerda es el cabeceo
con hilo. Esto es debido a que al cabecear con hilo se denota una mayor técnica y un trabajo
mucho más elaborado y prolijo; pero por sobre todo asegura una cuerda que no sufrirá de
deshilachamiento. Además, estéticamente puede ser tanto o más vistosa que el cabeceo mediante
el uso de pintura con los colores de patrulla. Para realizar éste procedimiento necesitarás
solamente un hilo (ya sea del normal, para zurcir, ojalá de los colores de tu patrulla; o en su
defecto, hilo de volantín) y tu cuerda a cabecear.

Este método consta de cuatro pasos, que son los siguientes:

 Haz un lazo de tres a cinco centímetros en uno de los


extremos del hilo (A), y colócalo en un extremo de la
cuerda, a lo largo de ésta. Tanto el extremo corto del hilo
(B) como el largo (C), deben sobresalir del extremo de la
cuerda. Sostén el lazo entre tus dedos índice y pulgar,
para que el lazo quede sobre la cuerda y los extremos del
hilo cuelguen hacia dentro de ésta. Manteniendo el dedo
pulgar cerca del extremo de la cuerda, comienza a
envolver el hilo alrededor de ésta, de la orilla hacia lo largo de la cuerda, medio
centímetro después del extremo. Asegúrate de que el extremo del hilo (B) cuelgue hacia
fuera de la cuerda.

 Envuelve el hilo alrededor de la cuerda y sobre el lazo,


con esmero (sin que las vueltas que hagas con el hilo
pasen unas encima de las otras), corriendo tu dedo pulgar
hacia atrás poco a poco, para mantener el lazo en su
lugar. Cuando tengas cerca de dos centímetros de vueltas
con el hilo, introduce el extremo del hilo (C) con el que
diste las vueltas, en el lazo (A), manteniendo el resto del
hilo siempre tenso.

 El extremo corto del cordel (B) debe aún estar colgando


fuera de la cuerda. Ahora, tira este extremo (B) y verás
que el lazo (A) junto con el otro extremo del cordel (C)
desaparecen lentamente bajo las vueltas. Tira hasta que
calcules que el lazo se halla en la mitad de las vueltas que
diste con hilo.

 Cuando hayas hecho esto, corta los dos extremos del


cordel, cerca de las vueltas. Ahora, con tus dedos, trata
de mover el hilo del lugar en donde está. Si lo lograste,
desarma el cabeceado, por que lo hiciste mal. Si no
pudiste mover de su lugar el hilo, significa que el
cabeceado fue muy bien hecho. Si deseas, posteriormente puedes untar las puntas
cabeceadas de la cuerda en cola fría, para asegurar así su firmeza.

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