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Antonio Meucci, un inventor italiano que vivió entre 1808-1889, inventó el teléfono en 1854 para conectar su oficina con su dormitorio debido a que su esposa estaba enferma, aunque carecía del dinero para patentarlo. Emigró a Estados Unidos en 1839 después de ser encarcelado brevemente en Italia por su participación en un movimiento de unificación, estableciéndose en Staten Island, Nueva York, donde operó una fábrica de velas y fue respetado en la comunidad italiana.
Antonio Meucci, un inventor italiano que vivió entre 1808-1889, inventó el teléfono en 1854 para conectar su oficina con su dormitorio debido a que su esposa estaba enferma, aunque carecía del dinero para patentarlo. Emigró a Estados Unidos en 1839 después de ser encarcelado brevemente en Italia por su participación en un movimiento de unificación, estableciéndose en Staten Island, Nueva York, donde operó una fábrica de velas y fue respetado en la comunidad italiana.
Antonio Meucci, un inventor italiano que vivió entre 1808-1889, inventó el teléfono en 1854 para conectar su oficina con su dormitorio debido a que su esposa estaba enferma, aunque carecía del dinero para patentarlo. Emigró a Estados Unidos en 1839 después de ser encarcelado brevemente en Italia por su participación en un movimiento de unificación, estableciéndose en Staten Island, Nueva York, donde operó una fábrica de velas y fue respetado en la comunidad italiana.
Antonio Meucci (Italia 1808-1889murio), fue el inventor del teletrófono,
posteriormente bautizado como teléfono, entre otras innovaciones técnicas. Se
casó el 7 de agosto de 1834 con Ester Mochi. Luego fue acusado de participar en una conspiración del Movimiento de Unificación Italiana con la sociedad secreta de los carbonarios y fue encarcelado tres meses. En octubre de 1835, Meucci y su esposa dejaron Florencia para nunca regresar. Emigraron al continente americano, parando primero en Cuba donde Meucci aceptó un trabajo en el Gran Teatro Tacón (en La Habana). En 1839, Meucci y su esposa emigraron a los Estados Unidos, y llegaron a Clifton (en Staten Island), que por ferry quedaba a 3 km frente al distrito de Brooklyn, y a 10 km del distrito de Manhattan, en la ciudad de Nueva York, donde Meucci vivió el resto de su vida. En su nuevo hogar, Meucci fue siempre respetado como un prohombre de la comunidad italiana de Nueva York. Había levantado una fábrica de velas y acogía a cualquier italiano que necesitara ayuda. Garibaldi pasó por casa de Meucci durante su periplo americano. En 1854,Meucci construyó un teléfono para conectar su oficina (en la planta baja de su casa) con su dormitorio (ubicado en el segundo piso), debido a que su esposa estaba inmovilizada por el reumatismo. Sin embargo, Meucci carecía del dinero suficiente para patentar su invento, aunque sí patentó otros inventos que él creía más redituables, como un filtro económico para la depuración del agua y el uso de la parafina en la fabricación de velas (que hasta ese momento se fabricaban con grasa de animales, muy contaminantes y sucias).