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De conformidad con los Términos de Referencia de esta Consultoría, se han realizado los
siguientes procesos: a) El análisis del marco legal nacional e internacional, y su aplicación
en Guatemala, para que las mujeres campesinas tengan acceso a la tierra en propiedad, a la
formación y/o conservación de activos; b) Una evaluación de la legislación y las políticas
del Fondo de Tierras y otras entidades agrarias del Estado, su pertinencia e impacto en
beneficio de las mujeres campesinas, y c) Una breve evaluación de la cobertura por géneros,
de los Programas del Fondo de Tierras, y las lecciones aprendidas.
A partir de los procesos realizados, y como resultado del análisis del marco legal nacional e
internacional, del marco legal e institucional del Fondo de Tierras y de la evaluación de su
desempeño en favor de las mujeres campesinas, se ha formulado una propuesta de
lineamientos y mecanismos que faciliten el acceso de las mujeres a la propiedad de la
tierra y a otros activos productivos; esta propuesta, que fue llevada a análisis y consulta con
organizaciones sociales y de mujeres rurales, será presentada al Consejo Directivo, para su
consideración y aprobación.
El Consultor
CONTENIDO
PRESENTACIÓN 2
INTRODUCCIÓN. 4
CAPÍTULO I 7
MARCO LEGAL DEL FONDO DE TIERRAS: LOS DERECHOS DE LAS
MUJERES AL ACCESO Y A LA PROPIEDAD DE LA TIERRA
CAPÍTULO II
LINEAMIENTOS GENERALES DE LA PROPUESTA PARA FACILITAR EL 15
ACCESO DE LAS MUJERES A LA PROPIEDAD DE LA TIERRA Y OTROS
ACTIVOS.
I. CONSIDERACIONES BÁSICAS
CAPÍTULO III. 26
PROPUESTA DE RESOLUCIÓN: POLÍTICA PARA FACILITAR EL ACCESO DE LAS
MUJERES INDÍGENAS Y CAMPESINAS A LA PROPIEDA DE LA TIERRA Y OTROS
ACTIVOS, EN EL MARCO DE LOS PROGRAMAS DEL FONDO DE TIERRAS.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 42
INTRODUCCION
En Guatemala, el tema de los derechos humanos de las mujeres campesinas es abordado por
primera vez, con seriedad, en el proceso de la firma de los Acuerdos de Paz. En el Acuerdo sobre
Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas –IDPI-, se reconoce la vulnerabilidad e
indefensión de la mujer indígena y contempla la implementación de medidas legales y
administrativas para eliminar la discriminación de hecho o legal contra las mujeres en cuanto a
facilitar el acceso a la tierra, a la vivienda, a créditos y a participar en proyectos de desarrollo.
Esta es una de las razones por las cuales se creó la institucionalidad agraria de la que el Fondo de
Tierras, FONTIERRAS, es parte. Sus funciones giran alrededor del otorgamiento de créditos para
la compra de tierras privadas, y la titulación de las tierras nacionales a favor de sus
posesionarios, que se denomina regularización, y acceso a la tierra vía adjudicación. Como
beneficiarios identifica a campesinos y campesinas guatemaltecos sin tierra, con tierra
insuficiente y en situación de pobreza (Art. 21 del Decreto 24-99, Ley del Fondo de Tierras).
El Fondo de Tierras –FONTIERRAS- fue creado en el año 1999, mediante Decreto Legislativo 24-
99, como el ente rector de la política pública de acceso a la tierra. La Ley del Fondo de Tierras, es
la primera ley específica que con claridad establece los derechos de las mujeres a la propiedad a
la tierra. Dentro de sus objetivos se le asigna la función de:
A partir de septiembre 2012, la Política de Género pasó a formar parte de los Ejes Transversales
de la Agenda Estratégica Institucional del Fondo de Tierras1. A casi 16 años de funcionamiento
del Fondo de Tierras se observa que las diferencias de género en el acceso a la tierra siguen
siendo notables, aun cuando su marco legislativo protege y promueve el acceso a la tierra en
igualdad de condiciones, por lo que el impacto de las políticas del FONTIERRAS parece no haber
alterado significativamente esta realidad.
Ante esta situación y en virtud del espíritu y contenido del artículo 20 de la Ley del Fondo de
Tierras, se consideró importante en el marco de la Consultoría, determinar fehacientemente si
dicho mandato legal se ha aplicado, de tal manera que a partir de tales extremos, se fundamente,
formule y presente al Consejo Directivo de FONTIERRAS, una propuesta de mecanismos que
permitan hacer efectivo el acceso de las mujeres campesinas a la propiedad de la tierra y otros
activos.
1 Fondo de Tierras (2012). Agenda Estratégica Institucional 2012-2025. Direccionalidad de corto, mediano y largo
plazo. Guatemala, agosto 2012.
mujeres campesinas tengan acceso a la tierra en propiedad, a la formación y/o conservación de
activos; además, una evaluación de la legislación y las políticas del Fondo de Tierras y otras
entidades agrarias del Estado, su pertinencia e impacto en beneficio de las mujeres
campesinas; y finalmente, como resultado de esta evaluación, se contempló como producto
terminal de la Consultoría, la formulación de una propuesta con mecanismos, que dentro del
Fondo de Tierras permita el acceso de las mujeres a la propiedad de la tierra y a otros activos
productivos, la cual sea presentada al Consejo Directivo, para su consideración y aprobación.
Al igual que los otros documentos resultantes de la Consultoría, son el resultado de un proceso
de investigación jurídica, institucional y social, donde además de la recopilación de información
de fuentes documentales y directas del Fondo de Tierras, se contó con aportes de las representes
de las Unidades de Género de las instituciones del Estado, de especialistas, de representantes de
organizaciones de la sociedad civil, y especialmente de liderezas de organizaciones de mujeres,
campesinas, e indígenas.
En el presente Informe, y para efectos de inducir un análisis más integral de los elementos de
La Propuesta que se plantea en el Capítulo I, las regulaciones que están establecidas en la Ley
del Fondo de Tierras y sus Reglamentos, para garantizar el acceso a la propiedad de la
tierra a las mujeres campesinas, individualmente consideradas u organizadas, y que
fundamentan La Propuesta.
La perspectiva de género, está establecida en el Decreto 24-99, Ley del Fondo de Tierras y que
está referida a facilitar el acceso a la tierra a campesinos y campesinas. La política del
FONTIERRAS en materia de equidad de género está mandatada de forma específica en el artículo
3 –Objetivos del Fondo de Tierras– que regula: b. Administrar los programas de “financiamiento
público” orientados a facilitar de diversas formas el acceso a tierras productivas, a campesinos y
campesinas, en forma individual u organizada, sin tierra o con tierra insuficiente… f. Definir la
política y promover programas para facilitar el acceso de las mujeres al crédito para la compra de
tierras y proyectos productivos relacionados con la misma.”
“Criterios de elegibilidad” reza que “para efectos de ser elegible como beneficiario de los
programas del Fondo de Tierras se considerarán los siguientes criterios: a) Campesinos y
campesinas sin tierra. Personas que se dedican en forma permanente a labores
agropecuarias, forestal e hidrobiológica, y que, de acuerdo al Registro General de la
Propiedad y los registros de los programas de acceso a la tierra, no poseen inmuebles
rústicos, cuya carencia deberán expresar en declaración jurada ante funcionario o
autoridad competente; b) Campesinos y campesinas con tierra insuficiente. Personas
que se dedican en forma permanente a labores agropecuarias, forestal e hidrobiológica, y
que, no obstante ser propietarios de tierra, la extensión que poseen es igual o inferior a una
hectárea y la calidad del suelo no permite generar ingresos suficientes para la satisfacción
de sus necesidades básicas. La extensión del terreno deberá ser expresada a través de
declaración jurada del propietario. FONTIERRAS podrá comprobar la misma mediante
inspección ocular y análisis de las condiciones de productividad de la calidad de los suelos
del terreno; y c) Campesinos y campesinas en situación de pobreza. Personas que se
dedican en forma permanente a labores agropecuarias, cuyos ingresos familiares mensuales
no superen el equivalente a cuatro salarios mínimos mensuales en el sector agrícola.
Explícitamente, además de los Artículos precedentes de la Ley del Fondo de Tierras, ya citados,
se establece “campesinos y campesinas…… sin tierra, con tierra insuficiente, en situación de
pobreza…… Claramente la Ley hace la diferenciación de géneros, al establecer los criterios para
calificar la elegibilidad de los campesinos y campesinas por parte del Fondo de Tierras.
Por otro lado, y derivado del mandato del Artículo 20 al Consejo Directivo del Fondo de Tierras
de establecer las condiciones de elegibilidad de los beneficiarios del Fondo de Tierras en un
Reglamento Específico, a continuación se describen los contenidos del Reglamento de
Beneficiarios y Beneficiarias del Fondo de Tierras, emitido en Resolución del Consejo Directivo
No. 108-2012 de fecha 24 de septiembre de 2012.
Y Finalmente, se analiza el marco legal establecido por el Fondo de Tierras para el Programa de
Arrendamiento. Desde la Ley del Fondo de Tierras, en sus Artículos 20 y 21 ya se establecen las
calidades y criterios de elegibilidad de los beneficiarios y beneficiarias de sus Programas. Sin
embargo, a partir de esas calidades y criterios de elegibilidad, el Reglamento del Programa de
Crédito para Arrendamiento de Tierras, en su Artículo 7 (Sujetos de Crédito) amplía los
criterios de elegibilidad de los sujetos de crédito así: a los campesinos y campesinas,
trabajadores y trabajadoras agrícolas individualmente considerados, sin tierra con tierra
insuficiente “o” en situación de pobreza.
De igual manera y ampliando el contenido del Artículo 21 de la Ley del Fondo de Tierras
establece en el Artículo 7: Criterios de Elegibilidad: Serán beneficiarios del Programa Especial
de Arrendamiento de Tierras, campesinos, campesinas, trabajadores agrícolas individualmente
considerados, sin tierra, con tierra insuficiente o en situación de pobreza o pobreza extrema,
“afectados por eventos y situaciones que pongan en riesgo su seguridad alimentaria”,
debiendo cumplir con el perfil siguiente: a) Ser guatemalteco(a); b) Mayor de edad; c) Con cargas
familiares preferentemente; y d) Dedicarse a actividades agropecuarias.
Sobre estas disposiciones contenidas en el Reglamento, relacionadas con la calificación de los
beneficiarios y beneficiarias, es importante hacer las siguientes consideraciones:
b) Se agrega una nueva condición para ser elegible por el Programa, además de las
consideradas anteriormente y es: estar “afectados por eventos y situaciones” que pongan en
riesgo su seguridad alimentaria. Es decir si el Artículo 7 del Reglamento ya establece
campesinos, campesinas, trabajadores agrícolas individualmente considerados, sin tierra o con
tierra insuficiente sería más procedente legalmente agregar “dando preferencia a
aquellos”…afectados por eventos y situaciones” que pongan en riesgo su seguridad
alimentaria. Con la redacción actual, se excluye literalmente a los campesinos que NO ESTÉN
AFECTADOS por eventos o situaciones que pongan en riesgo su seguridad alimentaria.
La Ley de Transformación Agraria, Decreto 1551, del Congreso de la República, y sus reformas,
establece con claridad las calidades de los beneficiarios y beneficiarias. Para efecto de
contextualizar jurídicamente esta materia en relación al tema de la Consultoría, se mencionan los
aspectos relevantes de la citada Ley.
A ese efecto, el Artículo 104, reformado por el Artículo 22 del Decreto 27-80, establece “El Estado
asume la tarea de crear patrimonios agrarios familiares, para adjudicarlos a campesinos
guatemaltecos, en condiciones de precio y pago, que faciliten su adquisición, para quienes no gozan
de otro patrimonio que el de su propio trabajo. Y continúa: El Instituto Nacional de
Transformación Agraria, destinará a este objeto, de acuerdo con los programas que elabore al
efecto, las fincas rústicas y demás bienes que integran su patrimonio ……..
Son requisitos para ser beneficiarios de un patrimonio familiar agrario, los siguientes: i) Ser
ciudadano guatemalteco de los comprendidos en el Artículo 5o. de la Constitución de la República;
ii) Ser física y mentalmente capaz; iii) No ser propietario de bienes raíces, con excepción de la
vivienda familiar, ni ejercer actividad comercial, industrial, minera, profesional u otra que le
permita una subsistencia decorosa para él y su familia; iv) Tener grupo familiar que dependa de su
trabajo; y v) Ser agricultor o campesino. La selección de los beneficiarios del proceso de
transformación agraria, es un acto propio del Instituto, quien la realizará bajo su estricta
responsabilidad.
Según el citado Artículo del Decreto 1551, en ningún caso se hará entrega de patrimonios
familiares agrarios creados por el Estado, a personas que no reúnan los requisitos a que se
refiere el presente artículo y previos los estudios socio-económicos del caso. En igual forma se
procederá en la cesión de patrimonios ya constituidos.
En el Artículo 105 del Decreto 1552 se establece que: las diferencias de raza, religión o de otra
naturaleza, no impedirán la adjudicación de Patrimonios siempre que el solicitante reúna los
requisitos legales … Únicamente podrá adjudicarse un Patrimonio a cada persona individual, no
obstante lo cual, el beneficiario podrá adquirir por sí mismo, sin ayuda del Instituto, otras tierras
o bienes que no se integrarán en el Patrimonio Familiar.
Y finaliza el tema de beneficiarios el Artículo 106, estableciendo que serán preferidas las personas
en que concurra el mayor número de las siguientes condiciones: a) Tener conocimiento o
experiencia agrícola o ganadera; b) Residir en el lugar o ser vecino del terreno en que está situado
el inmueble que fuese objeto de parcelación en Patrimonios Familiares; c) Tener residencia habitual
en el campo; d) Tener familia que dependa económicamente del solicitante, concediendo
preferencia a quien tenga mayor número de hijos menores de edad; y e) Poseer el hogar familiar o
útiles de labranza, semovientes u otros elementos apropiados para la explotación de la tierra.
B. OTRAS DISPOSICIONES DEL DECRETO 1551: LEY DE TRANSFORMACIÓN AGRARIA.
Más que una “sucesión hereditaria” –así la denomina la Ley de Transformación Agraria– se trata
de un procedimiento que hacía el instituto para cambiar al adjudicatario fallecido, por las
personas designadas por la ley –“su cónyuge o conviviente y sus descendientes directos”–. Para
esto, luego de haber comprobado la muerte –con la certificación de la partida de defunción, en
aquellos tiempos extendida por el Registro Civil– y habiendo cumplido las condiciones
establecidas –el plazo de 10 años, el pago del precio, otras condiciones tales como el haber
cultivado directa y personalmente la parcela, no haber abandonado la tierra sin razón por más de
un año, Etc.– el INTA entregaba el Título Definitivo, a nombre de las personas indicadas. Mientras
se cumplían esas condiciones –durante el plazo de 10 años, llamado también “período de acceso
a la propiedad del patrimonio familiar”– el INTA tenía podía decidir “a quién o quiénes de los
herederos les correspondía la dirección y explotación común del bien, con base en los estudios
socio económicos del caso.” –Art. 93 de la Ley de Transformación Agraria–.
Lo importante aquí es que se incluía a la conviviente como beneficiaria del causante –el fallecido–
, una vez tal convivencia pudiera ser demostrada. En la actualidad corresponde al FONDO DE
TIERRAS –que tomó estas funciones del INTA– entregar los títulos definitivos a quienes aparecen
en los títulos provisionales o en las resoluciones de adjudicación de tierras nacionales emitidas
por el Instituto Nacional de Transformación Agraria.
Para el caso de la llamada sucesión hereditaria, como se explicó, los documentos definitivos de
propiedad serán emitidos por el Fondo de Tierras a nombre de la esposa, o de la conviviente, y de
los hijos e hijas. Habrá, entonces, un gran grupo de mujeres que se beneficiarán de estos
programas, quienes pasarán a ser copropietarias –con sus hijos e hijas, o en todo caso con los
hijos (as) del causante si éste tiene otros hijos o hijas– de las parcelas adjudicadas, por su calidad
de esposa o de conviviente.
El tema es importante porque habrá que tener la mirada en la manera como FONTIERRAS lleva a
cabo estos procesos. Es importante señalar que en el marco de su Política de Regularización de
la Tenencia de las Tierras Adjudicadas por el Estado el Fondo de Tierras aplicará la disposición
contenida en el citado artículo 93 de la Ley de Transformación Agraria –que es norma vigente–,
porque se trata de concluir los procesos de adjudicación de tierras nacionales iniciados por el
extinto INTA.
Los Títulos Definitivos serán extendidos a favor de la esposa o conviviente y de los hijos e hijas
del adjudicatario fallecido. Para esto el Fondo de Tierras comprobará el cumplimiento de los
requisitos establecidos: a) el plazo de 10 años desde la adjudicación provisional –que en todos
los casos ya transcurrió– y b) el pago del precio. Si al cobrarle, el adjudicatario no pudiera pagar
FONTIERRAS dará el título y éste se inscribirá en el Registro de la Propiedad, reservándose el
dominio del inmueble –artículo 44 de su ley–. es decir que el adjudicatario no podrá vender la
parcela.
En este caso el contrato será de “compra-venta a plazos de bien inmueble con pacto de reserva de
dominio” –la resera de dominio a favor del Fondo de Tierras–. Esta reserva –el derecho del Fondo
de Tierras– durará hasta que se pague el precio de la parcela. Al haber pagado el precio,
FONTIERRAS dará un aviso al Registro de la Propiedad, para que anote que la parcela “ya está
libre”. Hasta este momento los adjudicatarios tendrán la disposición de la parcela –ya pueden
venderla–; aquí concluye el proceso de regularización FONTIERAS. –Art. 1834 del Código Civil–.
A continuación se describe y analizan los Artículos de la Ley del Fondo de Tierras, que mandan
concluir procesos administrativos y jurídicos de adjudicación de tierras, a partir de la aplicación
de los Decretos 1551, 60-702 y 38-713, todos del Congreso de la República, y sus reformas.
Artículo 44. Concesión de títulos. Con base en los Decretos Números 1551, 60-70 y 38-71,
todos del Congreso de la República y sus reformas, el Fondo de Tierras promoverá: a)
La inscripción registral a favor de los beneficiarios, aun cuando las adjudicaciones estén
pendientes de pago, dejando establecida la reserva de dominio… b) Cuando los
beneficiarios de los procesos de adjudicación de tierras por parte del INTA hayan pagado
el precio del inmueble adjudicado, el Fondo de Tierras extenderá la carta de pago
respectiva…
2 Mediante este decreto se declaró de interés público y de urgencia nacional el establecimiento de Zonas de Desarrollo
Agrario en los municipios: Santa Ana Huista, San Antonio Huista, Nentón, Jacaltenango, San Mateo Ixtatán y Santa Cruz
Barillas del departamento de Huehuetenango; Chajul y San Miguel Uspantán de El Quiché; Cobán, Chisec, San Pedro
Carchá, Lanquín, Senahú, Cahabón y Chahal, del departamento de Alta Verapaz y la totalidad del departamento de
Izabal. (Lo que actualmente se conoce como La Franja Transversal del Norte). Con esta declaración quedó a cargo del
INTA emprender los procesos de colonización descritos en el Decreto Legislativo 1551 Ley de Transformación Agraria.
Como nota sobresaliente de este decreto: se prohibió la Titulación Supletoria, así como la denuncia y titulación de
excesos de fincas rústicas en estos municipios, y en la totalidad del departamento de Petén. (Arts. 1 y 5 del Decreto 60-
70)
3 Mediante este decreto, Ley de Uso, Tenencia y Adjudicación de Tierras en el Petén, se intentó normar los
–desordenados y muchos de ellos ilegales– procesos de adjudicación de tierras que desde 1957 –y hasta 1989–
estuvieron a cargo de la Empresa de Fomento y Desarrollo Económico del Petén –FYDEP–. Este decreto fue derogado
expresamente por la Ley del Fondo de Tierras –Art. 58–
Sobre estos Artículos es importante señalar que, a partir del Artículo 20, específicamente del
contenido de su segundo y tercer párrafos, los cuales señalan que con excepción de los casos en
que la familia beneficiaria tenga padre o madre soltero o soltera, FONTIERRAS emitirá los títulos “a
favor de los cónyuges o convivientes, jefes de la familia beneficiaria” el Fondo de Tierras, como una
acción afirmativa a favor de las mujeres campesinas, emite los títulos de adjudicación de tierras
del Estado (cuando se trata de solicitudes individuales) a favor de los cónyuges o convivientes.
En cuanto al programa de regularización –que tiene como finalidad concluir los procesos de
adjudicación de tierras nacionales iniciados por el Instituto Nacional de Transformación Agraria,
–Art. 42 de la Ley del Fondo de Tierras– el Fondo de Tierras deberá –en todos aquellos casos en
que los beneficiarios de esos procesos sean mujeres, directamente, o por sucesión del derecho
provisional de su esposo o conviviente– formalizar esas adjudicaciones, esto es: firmar y
entregar el título y ver que se inscriba en el Registro de la Propiedad, a nombre de ellas. En los
casos en que el precio no haya sido pagado tal inscripción se realizará reservándose
FONTIERRAS el dominio de la parcela, hasta obtener el pago final. –Arts. 42 y 44–. Como se
puede ver, el no tener dinero para pagar no impedirá que las mujeres lleguen a ser dueñas de la
tierra.
CAPÍTULO II
LINEAMIENTOS GENERALES DE LA PROPUESTA DE MECANISMOS PARA EL ACCESO DE LAS
MUJERES A LA PROPIEDAD DE LA TIERRA Y OTROS ACTIVOS
I. ALGUNAS CONSIDERACIONES BÁSICAS.
Siguiendo a la FAO, el acceso de las mujeres a la tierra implica el ejercicio de tres derechos
considerados básicos: i) el uso, ii) el control y iii) la transacción o transferencia. El libre y pleno
ejercicio de estos tres derechos da como resultado la seguridad en la tenencia de la tierra. La
tenencia segura de la tierra, por su parte, contribuye en gran medida a la reducción de la pobreza
rural y al incremento de la producción agrícola y, de igual manera, es fundamental para avanzar
en la igualdad de género y en el empoderamiento de las mujeres.
El derecho a la tierra implica no solo su propiedad sino también su control efectivo, lo que
determina la seguridad de la mantención de este derecho en el tiempo y la facultad de decidir
cómo utilizarlo y cómo manejar los beneficios que produce. En ese sentido, el acceso a la tierra
puede que no sea el problema, éste radica en la falta de control que determina el uso y la
transacción.
En las actuales condiciones, y como resultado de la subyugación a que han sido sometidas, a
menudo las mujeres ven la tierra como una fuente de subsistencia y alimentación, su valor como
bien económico es secundario, ello en virtud del escaso o casi nulo acceso a la propiedad, control,
disponibilidad y gestión de medios y activos, que ha tenido. Mientras tanto, para los hombres la
tierra es, en primer lugar, un factor de producción; en segundo, una fuente de riqueza y estatus;
y, en tercero, fuente de subsistencia y alimentación, derivado claro está, de la propiedad, control
y disponibilidad casi absoluta que ha tenido sobre las tierras y otros activos.
Según la última Encuesta nacional de Condiciones de VIDA, ENCOVI, del Instituto Nacional de
Estadística, INE, en 2011, de los aproximadamente 15 millones de guatemaltecos, el 51% lo
conforman mujeres y el otro 49% hombres, ambos sexos en su mayoría entre los 25 y 26 años.
De esta cifra el 50.6% vive en el área rural. La población indígena es el 40%.
Lo anterior da como resultado que en el área rural, donde también habita la mayoría de la
población indígena, se concentren la pobreza (54%) y la pobreza extrema (13%), siendo la
población más vulnerable, la del área rural, la indígena, las mujeres y los niños y jóvenes
menores de 18 años.
4Citado en: Fausto, María et al (). El nuevo perfil de las mujeres rurales jóvenes en Guatemala. Instituto de Estudios
Peruanos, IEP, Nuevas Trenzas, Documento de Trabajo 180, p. 10
En lo que respecta a los niveles de escolaridad, las mujeres rurales tienen menos oportunidades
que las del área urbana. Ello se explica por la menor oferta educativa en el área rural,
particularmente en los niveles básico y diversificado. Otra limitante para la población indígena —
tanto mujeres como hombres— es el idioma, pues apenas la mitad de los niños y niñas indígenas
que asisten a una escuela primaria lo hacen en un programa de educación bilingüe intercultural,
mientras que la educación básica y diversificada se imparte únicamente en el idioma oficial, el
español. En tal sentido, no es extraño que el nivel educativo de la mujer rural alcance únicamente
el nivel primario. Muy diferente es la situación de la mujer urbana que logra estudiar los niveles
básico y diversificado.
El estado civil y el número de hijos es otro aspecto importante que limita las posibilidades de las
mujeres, tanto del área rural como urbana, para su formación escolar y laboral y, en general, para
su empoderamiento. Son las mujeres del área rural las que muestran una mayor tendencia a
casarse o unirse de hecho, incluso a edades muy tempranas. Ello como resultado de la falta de
oportunidades educativas, laborales y de acceso a información y educación en salud sexual y
reproductiva.
Por otra parte, los vínculos de las mujeres rurales con el sistema de salud es escaso, debido por
una parte, a la baja cobertura de ese servicio en esa área y, por otra, a los factores culturales
patriarcales que impiden a los mujeres demandar estos servicios, bien sea por vergüenza o por la
falta de consentimiento de sus parejas.
La participación de las mujeres del área rural en la Población Económicamente Activa (PEA) se
da, principalmente, como trabajadoras familiares no remuneradas en el sector agrícola, sobre
todo en el caso de las mujeres indígenas. El trabajo reproductivo de la mujer no es reconocido,
valorado ni remunerado, como tampoco lo son los pequeños emprendimientos que las mujeres
realizan desde el seno de sus hogares, a los que, por lo general, les dedican tiempos marginales,
con el fin de aportar a los ingresos familiares. Como quiera que sea, las jornadas de trabajo de las
mujeres pueden llegar a ser hasta de 14 horas, sobrepasando las de los hombres que oscilan
entre 8 y 10 horas6.
5 El Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva, OSAR, reportó que en 2014 se dieron 71 mil embarazos en mujeres
de 15 a 19 años y 5 mil 100 en menores de 10 a 14 años. Cfr. Diario La Hora del 26 de febrero de 2015. OSAR: 179
menores de 14 años embarazadas. En Octubre de 2015, una activista del OSAR informó a un medio de comunicación
radial que de los 72 mil partos que se reportan a nivel nacional, 3 mil 722 son casos confirmados de violación. Cfr.
Stereo 100. Radio en Línea. Disponible en: http://stereo100.com.gt/2015/10/osar-casos-de-embarazo-en-ninas-y-
adolescentes-son-aberrantes/
6 INE (2012).Uso del tiempo en Guatemala.
El fenómeno del trabajo no remunerado, además de vulnerar el derecho de mujeres a una
retribución por su trabajo, condiciona la posibilidad de que puedan invertir en su educación y/o
capacitación para el futuro, pues carecen de ingresos y de tiempo libre para dedicar a actividades
formativas y de empoderamiento. De esta manera, el trabajo no remunerado contribuye a
fortalecer el círculo de la pobreza, pues las mujeres se ven limitadas para tener acceso a activos,
entre ellos la tierra.
En efecto, aunque la mayoría de las mujeres del área rural, particularmente las indígenas,
realizan trabajos agrícolas, muy pocas son propietarias de tierra. La carencia de este y otros tipos
de activos, así como de acceso a la educación y la capacitación, se constituyen en obstáculos para
el incremento de su nivel de producción e ingresos, su empoderamiento y su participación en la
toma de decisiones en el hogar.
Por otra parte, la titulación de la tierra puede servir como garantía para el acceso a créditos. Sin
la titularidad de la tierra, las mujeres tienen pocas posibilidades para acceder al crédito. En todo
caso, pueden obtenerlos en condiciones muy desventajosas para ellas, a elevadas tasas de
interés.
Otro aspecto que limita el crecimiento individual y colectivo de las mujeres rurales, es el escaso o
nulo conocimiento de sus derechos, el ejercicio de ellos y, a partir de ello, las relaciones que
mantienen con los miembros de su familia, otros actores de su comunidad, y con las instituciones
estatales. El ejercicio de los derechos de las mujeres está limitado por barreras de género y por
la división sexual del trabajo que prioriza las responsabilidades del hogar ante la participación
social y política. La dependencia total del varón (padre/esposo), influye en la falta de autonomía
de las mujeres para la toma de decisiones.
Las mujeres, según su edad, pueden enfrentar problemáticas distintas, ante una situación de
divorcio o separación. Por ejemplo, las mujeres mayores podrían contar con el apoyo de los hijos
adultos, mientras que las mujeres jóvenes no. Asimismo, los parientes del esposo de las mujeres
jóvenes podrían argumentar en contra de la concesión de su propiedad de los bienes, anticipando
que es probable que ella se vuelva a casar. La costumbre puede llegar a ser el obstáculo más
frecuente al cumplimiento de la ley. Deben existir mecanismos que permitan reconocer la
titularidad única de las mujeres sobre la tierra y que aseguren que ésta le será adjudicada, en
caso de que finalice la relación con su pareja, sea cónyuge o conviviente.
c) Desarraigo de familias de fincas propiedad de personas jurídicas.
Para evitar el desarraigo de familias que viven en fincas propiedad de personas jurídicas, se
deberán crear los mecanismos adecuados de protección de cualquier tipo de acceso a la
tierra de las mujeres, en cuanto a propiedad, uso o posesión. Igualmente, deberán existir
mecanismos de resarcimiento que permitan la restitución de tierras a mujeres que fueron
despojadas o desplazadas, independientemente de la relación jurídica que tenían con la
tierra al momento de suceder tales hechos.
En la realidad, en una gran mayoría de casos, si no en todos (273 fincas adquiridas hasta en
noviembre de 2015 con créditos otorgados por FONTIERRAS), ha existido desarraigo de
grupos de familias, que por encontrarse en situaciones de desventaja en el seno de las
comunidades, han desertado o han sido expulsadas por las juntas directivas, las asambleas de
socios o caciques dentro de las organizaciones. Es urgente proteger los derechos de los
beneficiarios y beneficiarias calificados por FONTIERRAS, y sus familias, especialmente
niños y niñas.
Tal como se expresó con anterioridad, la división sexual del trabajo asigna a las mujeres las
tareas de reproducción en el ámbito doméstico y a los hombres las actividades productivas
desarrolladas en el mercado y en espacios fuera de lo doméstico. Aunque algunas mujeres
rurales realizan determinadas actividades y desempeñan puestos dentro del ámbito del
trabajo remunerado, es mucho más común que estén a cargo del trabajo familiar no
remunerado en la agricultura.
Aunque las mujeres y los recursos productivos mantienen una estrecha relación, es común
que queden al margen de la toma de decisiones respecto a su uso y control, por las razones ya
citadas. En el caso del agua, las mujeres son, por lo general, quienes se encargan de proveerla
al hogar, incluso llevándola de sitios alejados. Por tanto, es a ellas a quien más atañen las
decisiones que se tomen en relación al acceso al agua potable, no obstante, a menudo quedan
fuera o permanecen en la periferia de las instituciones locales de gestión del recurso del
agua. Las mujeres deben ser propietarias también de las tierras para la producción agrícola,
de hecho son las mujeres las que cultivan y producen los alimentos que se consumen en el
hogar, pero tienen vedado el acceso a los derechos de riego.
III. CONSIDERACIONES SOBRE ACCIONES AFIRMATIVAS A FAVOR DE LAS MUJERES
CAMPESINAS.
El acceso a la tierra debe ser un medio por el cual las mujeres alcancen su
empoderamiento, no sólo económico, sino social y político. Como resultado de su acceso a
la propiedad de tierras y activos, de su participación en proyectos alimentarios,
productivos y de servicios comunitarios, no solo les permitirán incrementar sus ingresos
económicos y los de sus familias, sino su empoderamiento individual y organizado. Es
entonces menester facilitar a las mujeres campesinas, el acceso a la propiedad de la
tierras y otros recursos, para su desarrollo integral y sostenible.
Uno de los problemas estructurales que enfrentan las mujeres, es la dificultad para
acceder y garantizar la tenencia de las tierras en el tiempo. Entre las causas de este
problema está el desconocimiento, por parte de las mujeres, de los marcos legales e
institucionales encargados de dar vigencia a tales marcos, y específicamente de los
derechos que tienen como mujeres, o de ser copropietarias y/o interponer acciones para
su protección.
En tal sentido, las instituciones agrarias deben involucrar a las mujeres en procesos de
información y capacitación sobre el conocimiento de sus derechos, sobre los mecanismos
de acceso a la justicia y/o a los recursos administrativos para impugnar decisiones
negativas sobre adjudicación de tierras o de apoyo a proyectos productivos, tanto frente
a la institución, como frente a cuadros dirigenciales de la organización a la que pertenece.
El hecho de que las mujeres logren asumir el lenguaje de los derechos, les permite
obtener niveles de incidencia más asertivos y calificados frente a las autoridades e
instituciones públicas. De igual manera, los proyectos contribuyen a la consolidación de
una ciudadanía informada y activa en el mundo rural. La tarea es enfrentar estos
obstáculos con acompañamiento jurídico, capacitación sobre derechos legales y
fortalecimiento organizativo.
Para impulsar la autonomía de las mujeres rurales, se requiere generar las condiciones
para superar la situación de exclusión social y discriminación que cotidianamente
enfrentan, garantizarles plena e integralmente sus derechos humanos, pero, sobre todo,
el derecho al uso, administración y control del bien más importante e imprescindible, tan
necesario para la construcción y realización de sus proyectos de vida: la tierra.
Para el acceso al agua y los recursos naturales, se debe tomar en cuenta las dinámicas
internas de las divisiones de género y las relaciones de poder en cuanto al uso de los
recursos naturales (agua para consumo y riego, leña y otros) y evitar reforzar el sistema
patriarcal, aplicando marcos que beneficien únicamente a los varones jefes de familia.
Uno de los mayores obstáculos para la igualdad entre el hombre y la mujer en cuanto a
los derechos sobre la tierra es el constituido por los valores y prácticas patriarcales que
consideran al hombre el jefe de la familia y propietario de los bienes familiares, ocultando
los aportes de las mujeres y no las reconoce como sujetas con igualdad de derechos que
los hombres.
Por tanto, la lucha por el derecho real de las mujeres a la propiedad y al control de la
tierra ya no es tanto un tema de reformas jurídicas, sino de poner en práctica la
legislación vigente, puesto que ese derecho está reflejado incluso en la Constitución
Política de la República.
En general, las mujeres que disponen de una tenencia segura aumentan sus posibilidades
de cultivar y ganar más, lo que redundará en un mayor cuidado de sus familias. En ese
sentido, el fortalecimiento de los derechos de las mujeres sobre el acceso, uso y control de
la tierra contribuye no solo a la equidad de género sino también a aumentar la seguridad
alimentaria y reducir la pobreza de toda la familia.
La política de acceso de las mujeres a la tierra debe considerar cómo es que factores
específicos, como el estado civil, el tipo de matrimonio, la edad, la clase y la diversidad de
los contextos socioculturales, influyen y generan situaciones particulares y desafíos
particulares para las mujeres.
Las mujeres rurales son portadoras de una serie de aptitudes y conocimientos que puede
considerarse como un importante activo a su favor. Investigaciones sobre el tema dan
cuenta de que en varios países de América Latina y el Caribe, las organizaciones de
mujeres han protagonizado experiencias que les permiten aprovechar los conocimientos
y los activos culturales, fortalecer sus organizaciones y crear condiciones favorables para
el ejercicio de sus derechos. Es importante, para el crecimiento personal y organizacional
de las mujeres, entrar en contacto con las experiencias de otras y compartir las suyas
propias, a fin de enriquecerse mutuamente, valorándose y dando significado a sus activos
culturales.
8. Acceso a la Información.
Se propone al Consejo Directivo aprobar una POLÍTICA ESPECÍFICA PARA FACILITAR EL ACCESO
DE LAS MUJERES A LA PROPIEDAD DE LA TIERRA Y OTROS ACTIVOS, que en el marco de la Ley
del Fondo de Tierras, y tomando como base los contenidos de esta Propuesta, promueva el
desarrollo integral de las mujeres indígenas y campesinas.
Como población meta de la Propuesta, y a la vez como indicadores básicos para medir los
avances y cumplimiento, se encuentran los siguientes:
La Reforma a que se alude en este inciso será una de las tareas a ser liderada por la Unidad de la
Mujer Campesina. La finalidad que se persigue es establecer un marco de acción en el que todas
las actividades e intervenciones del FONTIERRAS contribuyan a alcanzar el objetivo de eliminar
las desigualdades y fomentar la equidad entre hombres y mujeres en el acceso a la tierra.
La falta de datos estadísticos desagregados por sexo en los censos agropecuarios, es una seria
limitante para la formulación de políticas orientadas a satisfacer las necesidades de la mujer
rural. Eso mismo se refleja en los presupuestos asignados a los temas de género relativos a la
tierra que, en general, no reflejan un ataque directo a las causas estructurales de exclusión de las
mujeres rurales. Se PROPONE QUE DEL PRESUPUESTO DEL FONDO DE TIERRAS APROBADO
PARA INVERSIÓN, UN MÍNIMO DEL 20% SEA ASIGNADO PARA BENEFICIO DE LAS MUJERES
(INDIVIDUALMENTE CONSIDERADAS U ORGANIZADAS), EN LOS TÉRMINOS DE LA PROPUESTA.
Uno de los principales obstáculos que enfrentan las mujeres a nivel municipal y local es que aún
no se las considera como sujetas del derecho, lo que, en la práctica significa que los encargados
de ejecutar las políticas se comuniquen con los hombres y a través de ellos se lleven a cabo todos
los procesos relacionados con la adjudicación y manejo de tierras. Además, el acceso a créditos
para inversión en el campo también es limitado para las mujeres, pues no se tiene esa conciencia
y sensibilización de que ellas también pueden ser consideradas sujetas de crédito. Y es que esta
percepción está en estrecha relación con la de ser propietarias, una idea aún no muy arraigada en
el medio rural. En tal sentido tampoco existe un pleno reconocimiento de la mujer como
productora o tomadora de decisiones.
7. PROMOVER LA ASOCIATIVIDAD DE LAS MUJERES CAMPESINAS PARA IMPULSAR
PROYECTOS PRODUCTIVOS, DE SERVICIOS COMUNITARIOS Y/O ALIMENTARIOS.
CONSIDERANDO
Que el Estado de Guatemala, mediante el Decreto Ley 49-82, ratificó la Convención para la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, CEDAW, que propone
eliminar la discriminación contra la mujer, entendiendo por tal, toda distinción, exclusión o
restricción practicada basada en el sexo que tenga por objeto o por resultado menoscabar o
anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, de los derechos humanos y las libertades
fundamentales, independientemente de su estado civil, entre los que se incluye los problemas
especiales que enfrentan las mujeres de las zonas rurales.
CONSIDERANDO
CONSIDERANDO
CONSIDERANDO
CONSIDERANDO
Que es necesario dictar una política específica que de conformidad con la Ley del Fondo de
Tierras, facilite a las mujeres indígenas y campesinas, individualmente consideradas u
organizadas, el acceso a la propiedad de la tierra y otros activos productivos en el marco de sus
Programas, para su desarrollo integral y sostenible mediante la ejecución de proyectos
productivos de bienes y servicios comunitarios, o agroalimentarios.
POR TANTO
Con base en lo antes considerado y lo que para el efecto establecen los artículos: 1, 2, 4,47de la
Constitución Política de la República de Guatemala; los artículos 3, 20, 21, 22, 32, 42, 43 y 44 de
la Ley del Fondo De Tierras; y lo que establecen el Artículo 14 de la Convención para la
eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer CEDAW, y el contenido de la
Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer, Beijing 1995.
I. OBJETO.
La presente Política tiene como objeto establecer las disposiciones técnicas, administrativas y
presupuestarias que le permitan al Fondo de Tierras, de conformidad con su ley orgánica,
facilitar a las mujeres indígenas y campesinas, el acceso a la tierra y otros activos productivos
como medio para alcanzar su empoderamiento, su desarrollo económico, social y político.
1. OBJETIVO GENERAL.
2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS.
b) Asignar explícitamente dentro del presupuesto anual, los recursos financieros destinados
a facilitar a las mujeres solicitantes, dentro de los Programas institucionales, el acceso a
tierras privadas y nacionales, con los subsidios y capitales de trabajo correspondientes.
c) Informar y sensibilizar a las organizaciones de mujeres y comunidades beneficiarias del
Fondo de Tierras, sobre el derecho al acceso y propiedad de la tierra, a los activos
productivos y a su participación en los procesos de desarrollo productivo,
socioeconómico y político de las comunidades.
Como población meta de la Política, y a la vez como indicadores básicos para medir sus avances y
cumplimiento, se encuentran los siguientes:
De conformidad con lo establecido en el Decreto 24-99, Ley del Fondo de Tierras, son mujeres
indígenas y campesinas guatemaltecas, sin tierra o con tierra insuficiente y en situación de
pobreza.
Para el cumplimiento de los objetivos de la presente política, se ejecutarán las siguientes líneas
de acción:
b) Establecer dentro del presupuesto anual del Fondo de Tierras, un mínimo del 20% de los
recursos para financiar i) El acceso de las mujeres a la tierra en los programas
institucionales, y ii) El otorgamiento de subsidios y capital de trabajo que les
corresponda, el cual será revisado anualmente.
c) Impulsar un programa permanente de información y sensibilización sobre los derechos
de las mujeres y sobre la Política para Facilitar el Acceso de las Mujeres Indígenas y
Campesinas a la propiedad de la tierra y otros activos productivos a organizaciones y
comunidades potencialmente beneficiarias de los Programas del Fondo de Tierras, previo
al otorgamiento de créditos o la adjudicación de tierras nacionales.
g) Garantizar que la información sobre la legislación y políticas que se han promulgado y/o
dictado por el Fondo de Tierras y los programas de adjudicación de tierras y de crédito
para proyectos productivos, dirigidos a mujeres y/o a grupos mixtos sea difundida con
enfoque de género.
h) Garantizar que se contemple dentro de los Sistemas de Información del Fondo de Tierras,
tanto para uso interno y para su difusión social, la información clasificada por géneros y
etnias.
V. ACCIONES PROGRAMÁTICAS
PROGRAMA DE CRÉDITO
PARA COMPRA DE TIERRAS PRIVADAS
C. Que dentro del Subsidio asignado a cada organización solicitante, se le asigne el Capital
de Trabajo y la Asistencia Técnica Integral (productiva, administrativa, organizacional y
financiera) que corresponda a los proyectos productivos de las mujeres organizadas.
D. Que del CAPITAL DE TRABAJO APROBADO, por cada caso, sea como mínimo, del 20% del
total del capital de trabajo asignado a la Organización solicitante, para los proyectos
productivos de mujeres organizadas.
F. Que se establezca como requisito que deben ser parte de la persona jurídica sujeto de
crédito, los dos cónyuges o convivientes de cada familia nuclear, lo que debe constar en
los libros correspondientes.
A. Que los créditos individuales y la tierra se otorguen en copropiedad de los jefes y jefas de
familia, tanto del trabajadero como el lote de vivienda, según corresponda a cada caso.
B. Que el subsidio alimentario y para capital de trabajo que les corresponda, sean
entregados a ambos cónyuges o convivientes para su administración conjunta. Asimismo,
la Asistencia Técnica Integral (productiva, administrativa, organizacional y financiera)
sea prestada igualmente para ambos cónyuges o convivientes.
C. Que en el caso de las áreas comunales y áreas de uso común, el crédito se otorgue
proporcionalmente a la persona jurídica que constituyan o en copropiedad, según
decidan, salvaguardando siempre la participación de las mujeres dentro de la persona
jurídica, según lo establecido en las numerales 6 y 7 del numeral Romano I anterior.
3. CRÉDITOS PARA LA COMPRA DE FINCAS O ACTIVOS EXTRAORDINARIOS.
CRÉDITOS INDIVIDUALES: A JEFES Y JEFAS DE FAMILIA NUCLEAR.
A. Que los créditos individuales y la tierra se otorguen en copropiedad de los jefes y jefas de
familia, tanto del trabajadero como el lote de vivienda, según corresponda a cada caso.
B. El subsidio alimentario y para capital de trabajo que les corresponda, serán entregados a
ambos cónyuges o convivientes para su administración conjunta. Asimismo, la Asistencia
Técnica Integral (productiva, administrativa, organizacional y financiera) será prestada
igualmente para ambos cónyuges o convivientes.
C. Para estimular la participación de las mujeres organizadas en los Programas del Fondo de
Tierras, se podrán otorgar mayores facilidades y beneficios (Subsidio/Capital de trabajo
y Asistencia Técnica Integral) a las organizaciones de mujeres, frente los otros
beneficiarios (jefes de familia nuclear y grupos mixtos).
PROGRAMA DE CRÉDITO PARA ARRENDAMIENTO DE TIERRAS
CON/SIN OPCIÓN DE COMPRA
a) Que deben formar parte de la persona jurídica adjudicataria de tierras nacionales, los
dos cónyuges o convivientes de cada familia nuclear que corresponda, lo que debe
constar en los libros de registro de la membresía, correspondientes.
D. Que el Fondo de Tierras (Según Art 17 del Reglamento 386-2001 y sus reformas) ) gestione
recursos para Asistencia Técnica Integral, Capacitación y para financiar el o los proyectos
productivos para las mujeres de la Comunidad.
A. Que la titulación de las tierras nacionales que adjudique el Fondo de Tierras, en forma
individual a cada una de las familias de la Comunidad, se otorguen las escrituras en
copropiedad de los jefes de familia (cónyuges o convivientes), tanto de los trabajaderos como
de los lotes de vivienda, según corresponda en cada caso. En todo caso y de conformidad con
la Ley, se promoverá la constitución de patrimonio familiar para la protección de la familia,
especialmente hijos e hijas menores de edad.
B. Que la titulación de las áreas comunales y/o áreas de uso común restantes, se otorguen
proporcionalmente a la persona jurídica que constituyan las familias o en copropiedad, según
decidan, salvaguardando siempre la participación de las mujeres dentro de la persona
jurídica, según lo establecido en las numerales 6 y 7 del numeral Romano I señalado supra;
cuando se solicite la adjudicación de estas áreas en copropiedad, serán copropietarios de
cada parte alícuota, los dos cónyuges o convivientes, cuando corresponda.
1. Que la titulación de las tierras que adjudique el Fondo de Tierras, en forma individual a cada
una de las familias de la Comunidad, se otorguen las escrituras en copropiedad de los jefes
de familia (cónyuges o convivientes), tanto de los trabajaderos como de los lotes de vivienda,
ya sea el solicitante hombre o mujer. En todo caso y de conformidad con la Ley, se
promoverá la constitución de patrimonio familiar para la protección de la familia,
especialmente hijos e hijas menores de edad.
La presente Política será informada a todas las Unidades Técnicas y Administrativas del Fondo de
Tierras para su aplicación; además dentro de la Estrategia de Comunicación Social del Fondo de
Tierras se incluirá un componente específico de difusión social de la presente Política.
VIII. CASOS NO PREVISTOS.
Los casos no previstos en el marco de la presente Política, serán resueltos por el Consejo
Directivo, a solicitud de la Gerencia General.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
FUENTES ELECTRÓNICAS
http://stereo100.com.gt/2015/10/osar-casos-de-embarazo-en-ninas-y-adolescentes-son-
aberrantes/