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Pensar Sobre La Educación Desde Una Concepción Sistémico-Cibernético Thinking About Education From A Systemic-Cybernetic Perspective Issn
Pensar Sobre La Educación Desde Una Concepción Sistémico-Cibernético Thinking About Education From A Systemic-Cybernetic Perspective Issn
RESUMEN
SUMMARY
The main goal of this article is to maintain that the theory of systems and the
cybernetics provide an important background to the study of education.
During the 60's and 70's the contribution of these theories had an important role
in the development of a new conception of pedagogy based on the importance of loo-
king reality as a whole, as a system. Later, authors like Morin, von Foerster, Glasersfeld,
Prigogine, Maturana, etc., introduce a new approach called «the second cybernetic».
We consider that the second cybernetic introduce three ideas that are very
important for the study of any educational process: The idea of subjectivity in the
sccientific knowledge, a constructivistic approach and the idea of complexity.
INTENCIONES
Quisiera comenzar este artículo explicando las razones que me han llevado a
realizarlo. Estas son básicamente de índole personal. A pesar de ello, considero
que su explicitación puede ayudar a comprender mejor las ideas que mantendré
a lo largo del mismo.
Entre en contacto con la teoría cibernética cuando estudiaba pedagogía en la
Universidad de Barcelona a través de las clases del Dr. Alejandro Sanvisens. El
conocimiento de la cibernética, la teoría de sistemas así como de la epistemología
piagetiana constituyeron tres pilares teóricos muy importantes en mi formación.
Posteriormente al convertirme en profesora de las asignaturas de Pedagogía
Cibernética y Teoría del aprendizaje, se me dio la oportunidad de tenerlas que
transmitir a otros estudiantes. Durante este proceso, la concepción sistémico-ciber-
nética con la que yo había comenzado a trabajar entró en crisis. Algunos aspec-
tos me parecían sumamente interesantes desde el punto de vista teórico pero limi-
tados para afrontar una aplicación práctica. El estudio de las teorías de la
complejidad me abrieron nuevos caminos, pero las dudas todavía persistían. El
elevado grado de abstracción de la mayoría de las aportaciones de los autores me
hacía reconsiderar su valor en el ámbito pedagógico. Estaba tan preocupada por
este problema que tardé bastante tiempo en darme cuenta de un hecho que se
repetía sistemáticamente en las clases de esta asignatura. Para los alumnos 1 , la
concepción cibernética y sistémica les suponía un replanteamiento de muchas de
sus concepciones sobre la educación. De este modo, la importancia que tiene el
paso de una concepción lineal a una visión circular, de una concepción determi-
nista a una concepción sistémica sólo fui capaz de apreciarlo a través de las apor-
taciones que los alumnos realizaban. Desde el momento en que me di cuenta de
que en cierta manera había un antes y un después en la forma de pensar, en la
forma de mirar la realidad, comencé a explorar esta idea de forma más conscien-
te y a darme cuenta de su importancia. Cambiar la forma de mirar la realidad es
también una forma de replantearse la propia práctica.
Es justo decir que las ideas que a cotinuación expondré surgen, sobre todo a
partir de las palabras y los escritos de los estudiantes. No los hago responsables
de las ideas que mantendré en este artículo pero sé que sin ellos, éste nunca
habría sido escrito de esta forma.
cosas y luego las interpretamos sino que vemos desde el propio significado. Ver,
oir, escuchar, no son operaciones pasivas, sino exploraciones activas, más o
menos conscientes, a través de las cuales extraemos las informaciones que nos
interesan.
Cuando una persona comienza a formarse en el ámbito de la pedagogía
puede encontrarse con nombres de autores, conceptos, términos, técnicas educa-
tivas, etc., totalmente novedosas. No obstante lo que es evidente es que todos los
estudiantes de pedagogía tienen ideas sobre qué es la educación. Muchas veces
me he cuestionado si estas ideas previas cambian durante su formación.
Evidentemente no tengo la respuesta. Sin embargo, sí recuerdo a algunos estu-
diantes con los cuales resulta difícil mantener un diálogo pues poseían ideas tan
definitivas que todo era reinterpretado desde su visión particular, dificultando su
propio enfrentamiento con nuevas ideas.
El conocimiento pedagógico y, desde luego, la acción educativa está impreg-
nada de creencias, ideologías, valores morales, etc. En definitiva, de ideas que
aparezcan en nuestra propia sociedad. Los teóricos de la pedagogía no las debe-
rían ni rechazar ni olvidar. Si algo puede aportar la Pedagogía, desde su perspec-
tiva académica, es la clarificación de la validez de muchas de estas creencias así
como la sistematización y profundización de las diversas perspectivas. En este sen-
tido, cuando un estudiante entra en la facultad de Pedagogía debería ocurrir «algo».
Debería verse enfrentado con sus propias teorías, con sus propias ideas, debería
producirse un cierto desorden interno. Nada traumático, desde luego, pero que le
permitiera reconstruir su propia visión ofreciéndole además herramientas para sis-
tematizar y profundizar sus propias creencias. Esta perspectiva, que no es otra que
la de un planteamiento constructivista del conocimiento es muy difícil de llevar a
la práctica. Sin embargo, considero que un estudio en profundidad de teorías
«fuertes» que proporcionen herramientas conceptuales para pensar sobre la edu-
cación es una forma o camino interesante a explorar.
La teoría cibernética y la teoría de sistemas poseen un elevado grado de abs-
tracción y este hecho tiene sus ventajas y sus limitaciones. La principal ventaja es
que ofrecen una utilización conceptual transdisciplinar y permiten aprender a
mirar la realidad desde una perspectiva más completa. Su mayor limitación es la
carencia de aplicaciones pedagógicas basadas en este planteamiento. Por ello, el
planteamiento sistémico-cibernético no puede fundamentar toda la formación
pedagógica, necesariamente ha de ser complementado con otras perspectivas.
«Hija: Dijiste que nosotros sólo hacemos las partes de un todo. Padre: No, dije
que las partes son útiles, cuando queremos describir los todos.
Hija: Así, ¿tú quieres describir los todos? Pero, ,cuando lo hayas hecho ¿que
harás?». (BATESON, G. 1979).
1. El concepto de máquina
Durante la II Guerra Mundial, a N. Wiener se le encomendó la creación de
mecanismos de control para la artillería antiaérea que tuvieran la capacidad
de regular su propia trayectoria. Este diseño le condujo al estudio del proceso
de regulación de los organismos vivos y lo que Wiener hizo es extraer los datos
que sobre biología se poseían y aplicarlos al diseño de la máquina. Es este dato
muy relevante pues la comparación funcional entre la mente y la máquina que
posteriormente incorporó la psicología cognitiva y la inteligencia artificial
encuentran aquí sus orígenes. Pero también es importante porque hasta aquel
momento no había habido ninguna relación entre los estudios biológicos y el
diseño de máquinas, aspecto presente en la actualidad tanto en el diseño de
hardware como del software.
Al principio, el interés de la cibernética se situó en el diseño de máquinas.
Sin embargo, el propio Wiener amplió dicho objetivo y lo extendió al entendi-
miento del funcionamiento de sistemas humanos y sociales (Wiener, 1969). Del
diseño de máquinas se pasaba al análisis de «máquinas» ya existentes, que no
necesariamente han sido organizadas por nosotros pero de las cuales formamos
parte.
2. La noción de circularidad
La cibernética introduce la idea de circularidad a través del concepto de retro-
alimentación o feedback. El feedback se define como la capacidad de respuesta
para el mantenimiento de un estado de equilibrio. El feedback es pues un meca-
nismo que conduce a la regulación de un sistema. La regulación se produce siem-
pre tras la ruptura de equilibrio. Es decir, cuando el estado ideal del sistema no
coincide con su estado actual. En este caso, el sistema reacciona produciéndose
una nueva búsqueda de equilibrio.
La utilización del concepto de feedback rompe la idea de causalidad tradi-
cional en la que los efectos se encadenan de forma lineal. Por el contrario, el con-
cepto de feedback conduce a la descripción de procesos circulares.
La idea de circularidad desarrollada por Wiener se centra en el feedback nega-
tivo. La reacción del sistema tiene un efecto contrario al del elemento perturbador
3. La noción de información
La información es para la teoría cibernética un elemento fundamental para la
organización del sistema. Lo que el enlace circular de los componentes retroali-
menta no es sólo materia y energía, sino que hay allí un proceso informacional y
organizacional.
Determinar el significado del término información, a pesar de su clara impor-
tancia, sigue siendo muy problemático. Como afirma Morin «no podemos decir
casi nada acerca de ella, pero tampoco podemos prescindir de ella» (1994, 47).
El concepto de información utilizado por la cibernética tiene su origen en la
teoría comunicativa de Shannon y Weaver que trataba de la transmisión de men-
sajes y actualmente está integrada en la teoría de la comunicación. Esta noción de
información está basada en la medida de la información a través de unidades ele-
mentales de información o bits (binary digits), muy utilizados en la actualidad en
la informática y las telecomunicaciones. A esta dimensión de la información, la
cibernética le añade un sentido organizacional. De hecho, un «programa» portador
de información lo que hace es comunicar un mensaje a una máquina que com-
puta un cierto número de operaciones.
La noción de información de la teoría cibernética se elabora también a partir
de la termodinámica. El segundo principio de la termodinámica había sido for-
mulado mediante una ecuación de probabilidad que expresaba la tendencia de los
sistemas a la entropía, es decir, al desorden, a la desorganización. Al mismo tiem-
po, las ecuaciones utilizadas por la teoría de la comunciación de Shannon y
Weaver mostraban cómo la entropía crece en un sentido inverso a la información
De aquí se dedujo que hay una equivalencia entre la información y la entropía
negativa o neguentropía. En definitiva, que la información es una medida de la
organización, del orden.
El problema del uso de la noción de información desde este punto de vista
es su gran ambigüedad. De hecho el aspecto comunicacional tal y como se pre-
senta en esta teoría no da cuenta del sentido de la información ni de la estructu-
ra de los mensajes. Es pues, desde mi punto de vista, uno de los conceptos que
presenta más lagunas y que precisa un mayor estudio. Desde luego, no es éste un
problema que se sitúa de forma exclusiva en la teoría cibernética. Cada vez se
«'reales' llama el burgués sólo a las cosas que todos, o por lo menos la mayo-
ría percibe de modo semejante» (HESSE, H.).
3- Las Teorías de la complejidad utilizan los conceptos básicos de la teoría cibernética de segun-
do orden desde la perspectiva sistémica.
2. La construcción de la realidad
La perspectiva desarrollada por la cibernética de segundo orden es, en defi-
nitiva, una perspectiva constructivista. De hecho, autores como von Foerster o
Glasersfeld se presentan en la realidad como representantes del contructivismo
radical (Glasersfeld 1988; 1994; Von Foerster 1991).
Este tipo de constructivismo es muy similar al desarrollado por Piaget. Desde
esta perspectiva cibernética, la construcción es el resultado de la autorregulación del
sistema. Para que haya construcción del conocimiento debe haber también un pro-
ceso de reflexión. La función de la cognición es adaptativa y sirve para organizar el
mundo experiencial del sujeto y no para describir una verdad o realidad ontológi-
ca objetiva. El conocimiento es pues como un mapa de senderos de acciones y pen-
samientos que en el momento de la experiencia se han convertido en viables.
El concepto de viabilidad fue establecido por Glasersfeld (1988) y hace refe-
rencia a aquellos conceptos que son útiles para la supervivencia. Según este autor,
3. La complejidad
Como ya hemos visto, en la cibernética de primer orden el feedback negati-
vo es el mecanismo básico de regulación gracias al cual se produce la organiza-
ción y regulación del sistema. El feedback positivo mostró cómo en determinados
momentos la búsqueda del equilibrio conlleva a una mayor desviación y, por ello,
el sistema acaba reestructurándose o creando nuevos patrones de funcionamien-
to. Los sistemas poseen un alto nivel de complejidad ya que no sólo están influen-
ciados por sus relaciones con otros sistemas sino que tienen también capacidad
de autoorganizarse y autoreproducirse.
Un sistema humano, un sistema social no es un sistema de equilibrio. Por el
contrario, constantemente se producen perturbaciones, desviaciones que fuerzan
a una constante reorganización y ajuste. En este sentido, el orden y el desorden
«cooperan» para la organización del sistema. El desorden es necesario para la pro-
ducción del orden. Esta relación dialéctica forma parte de la complejidad de los
sistemas. Según Morin (1981, 223), los sistemas se desarrollan en un bucle cons-
tante formado por:
interacciones
4. La utilización de conceptos como azar, estructuras disipativas, fluctuaciones, etc., tiene su ori-
gen en los estudios del campo de la física y la biología. En este sentido, recomiendo las lecturas de
las obras de PRIGOGINE, I. (1983): ¿Tan solo una ilusión? Una exploración del caos al orden (Barcelona,
Tusquests) y de WAGENSBERG, J. (1985): Ideas sobre la complejidad del muño (Barcelona, Tusquests).
«Si el azar no interviniera con su hábil mano en nuestra educación ¿qué sería
de nosotros? (LICHTERNBERG. G. CH.).
BIBLIOGRAFÍA