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LA HISTORIA DEL PERFUME I

25 febrero 2021
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PERFUMERÍA

El perfume existe desde los orígenes de la humanidad y ha impregnado de fragancias


muchas de las culturas y civilizaciones que han habitado la tierra. Actualmente
tenemos infinidad de esencias y técnicas de fabricación perfeccionadas cuyo uso está
muy extendido. Pero, ¿sabes cuál ha sido la evolución de la perfumería hasta como la
conocemos hoy en día? En el siguiente artículo vamos a realizar un viaje que empezará
en la Edad Antigua y nos acercará hasta la Edad Moderna. Haremos un alto en el
camino y en la próxima edición podrás conocer cómo continúa la historia hasta
nuestros días. ¡Empezamos!
 

EDAD ANTIGUA
A lo largo de la Edad Antigua son varias las civilizaciones y pueblos que para unos u
otros fines han utilizado el perfume, o una versión inicial del mismo. A continuación
destacaremos algunas de ellas, así como las técnicas y usos que le han dado.
En Mesopotamia, en torno al año 3.500 a.C, existió una civilización muy avanzada
conocida como los sumerios, que elaboraba fragancias con propósitos medicinales a
base de sustancias aromáticas.
En Egipto también se elaboraban perfumes a partir de esencias naturales mediante una
técnica llamada “enflorado”, que consistía en la maceración en aceite y la extracción
por presión, principalmente. Utilizaban estas fragancias en rituales religiosos y para la
momificación de sus muertos, ya que para ellos el cuerpo y el espíritu vuelven a unirse
en una segunda vida, por lo que la conservación del cuerpo físico cobraba especial
importancia. En esta época, el perfume era utilizado también por mujeres de la alta
sociedad, que se colocaban bajo sus pelucas unos recipientes con grasa impregnada en
perfumes para que se fuera evaporando con el calor corporal.
En India, desde el año 3.300 a.C hasta el 1.300 a.C, se destilaba el ittar, un perfume
natural.
En lo que se conoce como la antigua China, el perfume se guardaba en unas
populares “bolsitas perfumadas” , pequeños saquitos de tela o de hilo de oro cuyo
origen se desconoce,  que contenían hierbas aromáticas en su interior.
En Grecia utilizaban aceites para perfumar las estatuas de sus dioses, así como los
cuerpos de los atletas y de las mujeres.  Alejandro Magno era un gran aficionado a los
perfumes e inciensos y hacía empapar sus túnicas con esencia de azafrán para dejar una
estela a su paso. Hipócrates, el padre de la medicina, recomendaba los baños
perfumados para algunas dolencias y los muertos eran envueltos en telas perfumadas.
Un importante vestigio del arte griego fueron los frascos y vasijas de cerámica  que se
usan para guardar perfumes. Auténticas obras de arte que hoy en día podemos ver en
algunos museos del mundo.
Tras la conquista de Grecia, Roma adquiere muchas de sus costumbres, incluida la
tradición del uso de perfumes. Se perfeccionan las técnicas de conservación y se lleva a
cabo un registro botánico de los olores y calidades de las materias primas. El
ingrediente más utilizado era una resina muy codiciada, en parte debido a su escasez,
llamada bálsamo de Judea.
En esta época se crea el primer gremio de perfumistas llamados   «ungüentarii «.
Los perfumes se componían en tres formatos: sólido (con un solo ingrediente), líquido
y en polvo; y fue con el surgimiento de los baños públicos y masajes cuando el uso del
perfume cobra un mayor impulso. Como curiosidad, en el siglo I d.C, Nerón organizaba
fiestas en las que preparaba aceites perfumados para sus invitados.
La situación cambió drásticamente cuando el cristianismo comenzó su expansión,
llegando incluso a estar prohibido el uso de perfumes. En la Biblia encontramos
algunos pasajes excepcionales donde se utilizan, como en el nacimiento del niño Jesús,
cuando dos de los Reyes Magos le regalan mirra e incienso.
 

LA EDAD MEDIA

En el siglo VII resurgió el perfume en el Mediterráneo. La civilización árabe contaba


con materias primas variadas y empezó a usar el alambique para fabricar fragancias.
En esta época, caracterizada por grandes movimientos, se descubrieron nuevas materias
primas y técnicas, y la clase alta seguía interesada en el cuidado personal. En el siglo
XII se produjeron grandes avances en este ámbito ya que se reconoció la profesión de
perfumista y surgieron las primeras escuelas.
En el siglo XIV la Reina Isabel de Hungría, que padecía dolores reumáticos y otros
problemas de salud, recibió un elixir que contenía flor de romero y aguardiente
principalmente. Se trataba del primer perfume con base de alcohol y se le atribuyeron
propiedades casi milagrosas. Este producto se denominó como “Agua de Hungría” y su
éxito trascendió durante siglos, pudiendo llegarse a encontrar perfumes con la misma
denominación.
 

LA EDAD MODERNA

El Renacimiento supuso un resurgimiento de la cultura griega y romana. Gracias a la


apertura de nuevas rutas marinas se consiguen nuevos ingredientes. Se extiende el
hábito de perfumar la ropa y los complementos, especialmente para evitar el intenso
olor a piel. El perfumista se convierte en un profesional cada vez más cualificado que
trabaja con componentes de más calidad y con técnicas como el enflorado o el
alambique, más perfeccionadas.
Durante el Barroco, en Francia se puso de moda el uso del perfume, e incluso se llegó
a bañar palomas en perfume para soltarlas durante las fiestas y que esparcieran las
fragancias por el aire.
En este momento surgieron los primeros ingredientes sintéticos que permitieron la
creación de nuevas fragancias. El perfumista Paul Parquet creó la fragancia Fougère
Royale, dando lugar a una nueva familia olfativa, la  “Fougère” . Introdujo en su
composición una molécula de síntesis: la cumarina (molécula identificada por primera
vez en las Habas Tonka en 1820 y en el aceite esencial de Lavanda).
En la primera mitad del siglo XVIII, en Colonia (Alemania), Jean-Marie Farina creó un
perfume llamado Eau de Cologne (Agua de Colonia) haciendo honor a su ciudad. Se
trataba una formula inspirada en una solución alcohólica perfumada que se utilizaba en
los monasterios italianos en la Edad Media.
Es también la época de florecimiento de los botanistas y aparecen las primeras
clasificaciones de olores en base a sus propiedades. Todo esto se acompaña de avances
como la mejora del grado de pureza del alcohol, que propicia perfumes más delicados,
o la sofisticación de técnicas de extracción y de destilación. Los comerciantes de
Oriente, por ejemplo, aprovechaban las propiedades protectoras de las hojas secas
del patchouli para envolver las delicadas telas de seda, que quedaban impregnadas con
su olor, convirtiéndose en sinónimo de calidad.
Hasta aquí llega el viaje por la historia de la perfumería desde la antigüedad hasta la
edad moderna. Si te ha parecido interesante estate atento porque próximamente
publicaremos la segunda parte de la historia del perfume, con la evolución de la
perfumería en la edad contemporánea, desde el sigo XIX hasta la actualidad. Te
contaremos como estos dos siglos han supuesto una gran revolución que ha dado lugar
a la perfumería que conocemos hoy en día.
LA HISTORIA DEL PERFUME II
24 marzo 2021
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PERFUMERÍA
En el siglo XIX se encuentran los pilares de la perfumería que conocemos hoy en día y
está marcado por el surgimiento de marcas de perfume más exclusivas que perduran en
la actualidad. A principios del siglo XX,  Jacques Guerlain  creó dos perfumes de la
familia Chrypre, aunque fue François Coty , considerado el padre de la perfumería
moderna, quien popularizó la familia olfativa del mismo nombre cuando lanzó un
perfume llamado “Chripre”. Coty junto con Lalique convirtieron el perfume en un
artículo de lujo que vendieron en todo el mundo.
 
En los felices años 20 las mujeres se fascinaban con los perfumes que
incluían aldehídos , ya que aportan mucha frescura a las composiciones. En 1921 nació
la emblemática Chanel Nº 5  que incluye cinco tipos de estos compuestos orgánicos. En
la década siguiente florecieron las fragancias de “cuero” y empezó una relación que ha
perdurado en el tiempo: la de la moda y el perfume.
 
En los años 50, la mayoría de las firmas de alta costura desarrollaron singulares
perfumes, lo que afianzó esta unión entre la moda y la perfumería. En ese momento el
uso del perfume creció exponencialmente gracias a dos factores: el primero es que
todas las clases sociales tuvieron acceso a este producto gracias a la democratización
de este artículo, que hasta ese momento había sido considerado de lujo, y el segundo
factor es que se crean las primeras eaux de toilette masculinas, ya que los hombres
empezaron a interesarse en incorporar fragancias a sus rituales de higiene.
 
En los años 60 y 70 el patchouli se popularizó, convirtiéndose en símbolo de un estilo
de vida alternativo en el que imperaba el mítico lema “paz y amor”. En la década
siguiente este escenario cambió drásticamente. Los perfumes que dominaron los años
80 eran más potentes y se centraban en la exaltación del cuerpo del hombre. A la
misma vez, las mujeres, cada vez más presentes en la actividad profesional, también
apostaban por fragancias intensas.
 
En la década de los 90 tuvo lugar un hito en la historia de la perfumería. Se desarrolló
un perfume que apostó por desdibujar la marcada barrera de género, creándose así el
primer perfume unisex de nuestros tiempos:  CK One . También fue en este periodo
cuando Mugler creó Angel, un perfume de la familia oriental que incluye una nota de
praliné y es considerado como el nacimiento de la  familia Gourmand .
 
A principios del siglo XXI, el perfume ha continuado expandiéndose, llegando al
mundo de las celebridades. Hay muchos actores y cantantes que han lanzado sus
propios perfumes y otros que se han convertido en embajadores de prestigiosas marcas.
 
Actualmente las marcas más emblemáticas siguen ampliando sus gamas de perfumes,
ofreciendo diferentes concentraciones. Algunas lanzan al mercado “flankers”, es decir,
fragancias nuevas que comparten ciertos atributos, incluido el nombre, con otras ya
existentes de la misma marca. Se trata de versiones de la primera que podríamos
denominar como “secuelas”.
 
Por otro lado, desde hace unos años, la industria de la perfumería amplía la gama de
artículos que ofrece al consumidor. Se fabrican otros productos cosméticos perfumados
con la misma fragancia del perfume, entre los que destacan geles, desodorantes y
lociones corporales. Los estuches que incluyen uno o más productos constituyen una
opción de regalo que cada vez se presenta con diseños más espectaculares.
 
Recientemente han surgido fragancias exclusivas que son conocidas
como perfumería de nicho. Este modelo de negocio nació en países con gran tradición
histórica en el mundo de la perfumería: Francia e Italia. Estas creaciones utilizan
ingredientes excepcionales que suelen tener un precio elevado; entre los que destaca el
“oud”, conocido como el “oro negro” de los perfumistas. Se trata de volver a recuperar
los valores de la perfumería tradicional de lujo que se han perdido debido a la
expansión de las grandes marcas. Esos valores son principalmente exclusividad,
calidad y artesanía. Se llaman de nicho porque cubren un pequeño hueco de mercado,
por lo que sus tiradas son de pocas unidades y se suelen vender en lugares anecdóticos.
Otra de sus características más genuinas es que no invierten en publicidad.
 
Gracias a la evolución de la tecnología, ha nacido la  perfumería molecular, abriendo
un universo infinito de ingredientes que permite, no solo recrear las esencias naturales,
como las flores, sino también evocar algunos olores como el agua del mar o deliciosos
dulces. La variedad se observa también en las múltiples combinaciones a la que esta
extensa gama de ingredientes da lugar. Algunas moléculas son tan sofisticadas y
costosas que se valoran como verdaderas joyas en sí mismas, sin necesidad de
mezclarse con otras. La tecnología sigue dando pasos y ha desarrollado la inteligencia
artificial que ayuda a los perfumistas con pruebas y procesos de pesado. Por supuesto,
sigue habiendo tareas para las que la nariz humana es insustituible.
 
A lo largo de estos años, la diversidad que encontramos en las fragancias se hace
extensible a los packagings primarios y secundarios. Vivimos una explosión
de creatividad tanto de envases como de estuches. Se crean lujosas botellas con
formas de torsos humanos, zapatos, bolsos, barras de labios, y packagings con
materiales extravagantes que simulan, entre otros, el terciopelo. Los tapones también
son un elemento más para distinguirse del resto y encontramos algunos que tienen
espectaculares formas de animales, por ejemplo.
 
Terminamos este artículo hablando de nuestro tema favorito: la  sostenibilidad.
Actualmente el sector de la perfumería está más concienciado con el medio ambiente y
muestra de ellos es que cada vez más, se utilizan métodos de extracción y procesos de
fabricación más respetuosos. Esta preocupación se extiende a todos los elementos del
perfume, incluido el packaging que aumenta su apuesta por envases reciclados,
reutilizables y reciclables con la intención de reducir los residuos.
 
Hasta aquí ha llegado nuestro viaje desde la antigüedad hasta la actualidad. Ahora nos
toca mirar hacia delante; seguiremos manteniéndote al día de todas las novedades del
apasionante mundo de la perfumería.

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