Está en la página 1de 1

DOCUMENTO 1

YO, ANA, MI SITUACIÓN PERSONAL.

¿Por qué? Aun no comprendo por qué tuviste que ser tú. Hace un año que te fuiste, Marco... y mi
corazón todavía sigue llorando tu marcha.

Recuerdo, cuando yo era más pequeña, lo que nos reíamos al irnos al parque los sábados por la
mañana. Jugábamos, corríamos tras las palomas hasta que algún mayor llegaba y nos reñía.
Entonces tú salías a defenderme y yo me sentía bien, segura, protegida cerca de ti.

Y ahora, a mis quince años, fíjate lo que soy. Hasta mamá y papá lo dicen: “Estás cambiada, Ana;
has de tratar de ser como antes, alegre y divertida”. Pero, ¡para eso estoy yo ahora! No tengo
fuerzas ni ganas para estar contenta con la gente. ¿Por qué tengo que fingir lo que siento? ¡Que me
dejen ser y vivir en la soledad en la que me encuentro en estos momentos!

Y hoy hace un año, Marco, de tu accidente de tráfico. Lo único que me apetece es escuchar, una y
otra vez, esa melancólica canción de Los Girasoles, a la vez que voy sintiendo que las lágrimas van
cayendo, mejillas abajo, por mi cara:

Porque así lo quiso Dios tu final se adelantó. Creí que siempre estarías y fue tan rápido tu adiós
que en la boca me dejó tantas frases perdidas. Y aunque ya no estés aquí tal vez me puedas oír. Un
segundo matador que en recuerdos convirtió lo que yo más quería, el ayer se hizo hoy y el futuro
se paró al ver tu cama vacía. Y aunque ya no estés aquí tal vez me puedas oír.

POR MUCHO QUE PASE JAMAS PODRE ACOSTUMBRARME TE LLEVO TAN DENTRO DE MI NO
PUEDO OLVIDARTE TE VEO EN TODAS PARTES Y CUANTO ME CUESTA VIVIR SIN TI.

Tu presencia resistió los ataques de un reloj y sigue aquí todavía. Te ganaste el corazón de todo el
que te conoció con esa dulce sonrisa.

POR MUCHO QUE PASE JAMAS PODRE ACOSTUMBRARME...

Y, sin embargo, a pesar de mi tristeza, hoy ha habido algo que me ha estremecido por dentro. He
estado hablando con Jorge, mi mejor amigo, y me ha contado una cosa que me ha dejado helada.
Le ha costado decírmelo, pero ha confiado en nuestra amistad y me ha soltado: “¿Sabes que tu
hermano había bebido alcohol esa noche? Chocó con un coche, en el que iba otra chica, que
también murió. La madre de esta chica es mi vecina y me lo ha contado esta tarde. También ella
está fatal”.

Desde entonces no puedo dejar de darle vueltas al asunto. Es imposible, Marco, tú siempre fuiste
responsable. ¿Cómo puede ser verdad eso? No puedo creerlo. Además, papá nunca me dijo nada;
¿cómo iba a ocultármelo? Sabe que confío plenamente en él y siempre me cuenta todo. Lo he
decidido: tengo que enterarme de la verdad.

También podría gustarte