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CrítiCA de Libros

AMeLiA VALCÁrCeL, Feminismo en el mundo global, Cátedra/universitat de


València/instituto de la Mujer, Colección Feminismos, Madrid, 2008. 340
páginas.

Amelia Valcárcel, autora de numerosas protagonismo a los planteamientos inicia-


obras sobre el feminismo contemporáneo les, quedando la sensación de que la autora
en españa, nos propone bajo este nuevo se centra más en mirar hacia el antes que
título ahondar en los cambios que la glo- hacia el presente o el futuro.
balización está provocando en las dinámi- Como consecuencia de ello son comu-
cas de este movimiento en el mundo. Val- nes las conexiones, y a menudo las reite-
cárcel trata de responder a priori a las raciones, de críticas o de expresiones que
cuestiones de cómo deben aprovecharse se repiten entre unos capítulos y otros1, así
estas circunstancias y hacia dónde deben como en relación a otras obras anteriores
dirigirse ahora los esfuerzos. de Valcárcel. una explicación posible
en términos generales el libro se para esa insistencia en ahondar en el ori-
estructura en dos partes. en la primera, la gen histórico del movimiento feminista,
autora efectúa un extenso recorrido histó- común en gran número de estudios que
rico en el que analiza el desarrollo del pretenden analizar sus perspectivas de
feminismo desde su nacimiento, contes- futuro, puede residir en la necesidad de
tando a un imaginario “¿cómo hemos lle- sacar sus ideales de su ancestral ostracis-
gado hasta aquí?”. La segunda parte se va mo. Así Valcárcel muestra claramente sus
centrando más en los aspectos planteados intenciones cuando afirma en el primer
en un principio: marcar una foto fija de la capítulo: “Algunas de las personas que se
situación actual y dar a su vez perspectivas dedican a la teoría política no serían capa-
de futuro. sin embargo, ambos bloques ces de citar cuatro nombres del feminismo
están interconectados y se difuminan en clásicos” (p. 15).
muchos casos: estamos, por tanto, ante un dejando de lado que este desarrollo
volumen no demasiado metódico. gana terreno al propósito del libro, el reco-
el vasto recorrido histórico del que se rrido es sugerente y acertado, animando
vale Valcárcel, si bien tiene un gran valor e entre líneas al lector a bucear también
invita al lector a querer saber más, remar- entre las obras de François Poulain de la
cando con claridad las bases del feminis- barre (1647-1723), Mary Wollstonecraft
mo, peca, sin embargo, de una extensión (1759-1797), Marie Jean Antoine nicolas
que desborda las posibilidades de incidir en de Caritat, marquis de Condorcet (1743-
el objetivo principal que, supuestamente, 1794), simone de beauvoir (1908-1986) y
se propone la obra. Así, termina por restar otros tantos y tantas. también condensa

1
un ejemplo claro es el abuso de repeticiones continuas para abordar el concepto de femi-
nismo: “hijo no deseado de la ilustración”, “Pepito Grillo de la ilustración”... que certifican en
cualquier caso la conexión de Valcárcel con la obra de Celia Amorós.

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muy bien la crítica feminista a Jean-Jac- comunitarismo e individualismo, entre


ques rousseau (1712-1778), Friedrich paridad y cooptación.
nietzsche (1844-1900) y demás teóricos, y A la hora de abordar todas estas cues-
es que para Valcárcel las causas de opre- tiones y problemáticas, Valcárcel abre las
sión de “la mujer”2 no se limitan sólo a brechas; destaca, analiza y teoriza acerca
factores de herencia religiosa o social, sino de los agravios de la dominación masculi-
que, en línea con una de sus obras anterio- na, pero no fija alternativas ni aporta solu-
res, denuncia la misoginia de origen aca- ciones tangibles que conformen una visión
démico e intelectual3. ilusionante y fresca del movimiento femi-
todo lo expuesto se reúne para intentar nista actual. Por ejemplo, la minuciosa
conseguir que el feminismo sea considera- exposición del concepto de fratría a la hora
do una categoría tanto política como filo- de introducir la cuestión de la violencia de
sófica. esto lleva también a nuestra autora género es una muestra de la tendencia
a declararse en contra de términos doctri- expositiva de Feminismo en un mundo glo-
nales como “género”, a los que considera bal, pues se preocupa en exceso por formar
meros eufemismos para huir de las posi- en el lector una base sobre la temática a tra-
bles connotaciones que puedan tener el tar, concibiéndolo como un espectador pro-
concepto de feminismo o la igualdad entre fano, para luego no indagar más allá en la
los sexos. La diatriba contra esta idea de búsqueda de nuevas impresiones, puntos
los estudios de género y en defensa de la de vista o soluciones para la teoría política.
tradición feminista, además de provocar Aunque este segundo bloque presenta
un ligero desconcierto con respecto al con- análisis muy interesantes que se abordan
texto general de la obra, cobra demasiado sin ningún tapujo, deja en muchos casos la
protagonismo: es claro que Valcárcel quie- impresión de insuficiencia o de elevado
re resaltar bien este asunto. sincretismo. Así, al final de la obra el lec-
una vez el libro parece que, finalmen- tor se encuentra con un interesante capítu-
te, se va a centrar en el objetivo anuncia- lo titulado “Lo que el feminismo ha hecho
do, sin embargo, deriva en una amalgama por ti”, donde se exponen los marcos en
de apuntes en los que se dedica a exponer, los que se puede interpretar la idea de
desmontar o criticar tópicos y estereotipos igualdad: naturalismo, democracia, globa-
surgidos desde la perspectiva patriarcal, lización y excelencia. esta parte concentra
así como introducir temáticas de la actua- las mejores conclusiones de todo el libro,
lidad social e intelectual con los que poner pero es sorprendentemente breve y sus
en relación el feminismo: estética, belleza, ideas continúan pareciendo en cierta medi-
publicidad, violencia, o los debates entre da difusas, lo que viene a producir una
multiculturalismo y universalismo, entre sensación de vacío, de que falta algo más.

2
Las comillas se deben a la pugna que existe entre el uso del plural y el singular de la pala-
bra mujer; Valcárcel utiliza en todo el texto el sustantivo en singular.
3
un análisis mucho más minucioso al respecto realizaba Valcárcel en su volumen Sexo y
Filosofía: sobre mujer y poder, Anthropos, barcelona, 1991.

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es llamativo también su paso de puntillas en cuanto a la globalización, temática


por el tema de la inserción laboral de las que sorprendentemente no ocupa un papel
mujeres. A pesar de que afirma que “el protagonista, Valcárcel resalta que hay que
empleo es el problema más radical: sin auto- aprovecharla para fijar el carácter univer-
nomía económica no hay libertad individual salista necesario para el feminismo, pero
que aguante” (p. 320), Valcárcel no aborda con cautelas, como el peligro del relativis-
de lleno la cuestión, quizá porque ya lo había mo fruto de la unión entre multiculturalis-
analizado en La política de las mujeres4. mo y comunitarismo.
de toda esta tormenta de ideas en las en resumen, la obra no se ajusta a su
que se ha ido convirtiendo el libro se propia ambición. si bien es un testimonio
extraen algunas conclusiones generales. firme y directo que aporta mucha cultura
La primera es la necesidad de la autora por doctrinal sobre cómo el feminismo se ha
marcar al feminismo con una impronta desarrollado hasta este momento. La últi-
mucho más humanista y universalista, ma frase del libro se refiere a “estabilizar
resaltando la necesidad de que la frontera los logros ya conseguidos” (p. 336), lo
de civilizaciones no suponga un límite cual refleja en cierta manera la incapaci-
para el movimiento. también destaca Val- dad de la obra a la hora de orientar con un
cárcel que feminismo y democracia son nuevo rumbo la agenda feminista.
procesos convergentes que van de la mano
y se fortalecen mutuamente. HéCtor doMínGuez y eVA PeCes

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Amelia VALCÁrCeL, La política de las mujeres, Cátedra/universitat de València/instituto
de la Mujer, Madrid, 2004, pp. 198-202.

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