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Después de mudarse de su casa, Lincoln tuvo una tienda de ramos generales con un
socio durante varios años antes de vender su parte y enlistarse como capitán de
milicia en defensa de Illinois en la Guerra de Halcón Negro de 1832. Halcón Negro,
un cacique sauk, consideró que había sido estafado en un trato reciente por tierras
e intentó volver a asentare en el territorio que ocupaba anteriormente. Lincoln no
vio el combate directo durante el conflicto breve, pero la imagen de los campos de
batalla cubiertos de cuerpos en Stillman’s Run y Kellogg’s Grove lo afectó
profundamente. Como capitán, desarrolló una reputación de pragmatismo e integridad.
Una vez se enfrentó a una cerca durante las maniobras de práctica y, al no recordar
las instrucciones de marcha para indicar a sus hombres cómo atravesarla,,
simplemente les ordenó romper filas y reagruparse del otro lado un minuto después.
En otra ocasión, detuvo a sus hombres antes de que ejecuten a un nativo americano
vagabundo acusado de ser espía. Lincoln se interpuso ante sus mosquetes elevados,
y se dice que desafió a sus hombres a combatir por la vida del nativo aterrorizado.
Sus hombres se retiraron.
Abraham Lincoln conoció a Mary Todd en Springfield, Illinois, donde trabajaba como
abogado. Se casaron en 1842 a pesar de la oposición de la familia de ella y
tuvieron cuatro hijos. Solo uno de ellos sobrevivió hasta la adultez. El origen
de la profunda tristeza que invadía a la familia Lincoln, con desvíos ocasionales
que rozaban con la locura, suele atribuirse a su relación cercana con la muerte.
La decisión de Lincoln de luchar en lugar de dejar que los estados del sur se
separaran no se basó en su opinión con respecto a la esclavitud. En cambio, él
consideraba que su deber sagrado como presidente de los Estados Unidos era
preservar la Unión cueste lo que cueste. Su primer discurso de toma de posesión
fue un llamado a los estados rebeldes, siete de los cuales ya se habían separado, a
que volvieran a formar parte de la nación. Su primer borrador del discurso
terminaba con un mensaje agorero: “¿Será la paz o la espada?”