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DISTANCIAS DE USO DE LA ESCOPETA

Distancias de uso de la escopeta defensiva. ¿A qué distancia pongo a cero mi


escopeta? Recientemente me han hecho alguna consulta relativa al manejo “táctico”
(término de moda) de la escopeta. Después de dar varias respuestas, cada cual más
variada, he decidido redactar esta nota básica con mis impresiones relativas a la munición,
los elementos de puntería habituales y la distancia de puesta a cero de los mismos, es
decir, un artículo con los conocimientos básicos, ya vendrán otros más prácticos más
adelante que podréis leer en stockarmas.com.
Defensivamente, la escopeta es un “arma de zona” que permite obtener diversos
efectos si se emplea la munición adecuada.
Siempre digo que la escopeta es una gran desconocida, con limitaciones por capacidad
de carga y tipos de municiones y que se porta fundamentalmente como medio lanzador
(antidisturbios), medio intimidador (visualmente hablando), medio para abrir puertas (aun
cuando dispongamos de medios más idóneos), etc. Debido a la superficie que llega a cubrir
con sus impactos, a mí me gusta definir a la escopeta defensiva como un “arma de
zona” que permite obtener diversos efectos si se emplea la munición adecuada
Básicamente podríamos emplear con motivos defensivos cualquier tipo de escopeta (como
cualquier tipo de arma), pero debemos destacar por sus prestaciones dos tipos en concreto:
las repetidoras de corredera y las semiautomáticas.
Las escopetas de corredera necesitan alimentarse después de cada disparo actuando
sobre el guardamano, tirando de él de modo que se expulsa la vaina del cartucho disparado
y se introduce uno nuevo en la recámara. Comparativamente con el otro tipo de escopeta
recomendable (semiautomática), la secuencia de disparo es algo más lenta pero tiene la
ventaja de asegurar el ciclo de funcionamiento ante determinadas interrupciones e incluso
con cartuchos de carga muy ligera.
Las escopetas semiautomáticas emplean parte de la fuerza generada por el disparo para
expulsar la vaina vacía e introducir un nuevo cartucho en la recámara automáticamente tras
cada disparo quedando lista para volver a disparar sin que el tirador intervenga.
Normalmente este ciclo lo suelen hacer empleando la inercia, el gas de la combustión (lo
habitual), el retroceso del cañón, etc.

Escopeta semiautomática Beretta 1301 Táctica


Por lo general las “semis” poseen algo menos de retroceso que una escopeta de corredera
y también una mayor cadencia de fuego, pero tienen la desventaja de ser más sensibles en
cuanto a la carga del cartucho no siendo recomendable en algunas de ellas utilizar
cartuchos con cargas livianas (por ejemplo 24 g.) ya que pueden dar fallos de automatismo.

Munición.-

Partimos del hecho de que existen diversos calibres de escopeta (410, 12, 16, 20, etc.),
aunque el cartucho más común, y hacia el cual va a ir orientado este apartado, es el
denominado del 12, calibre 12 o galga 12. El significado del número con el que se denomina
al cartucho viene dado por el antiguo sistema de medida consistente en ver cuántas bolas
de un determinado diámetro se podían hacer con una libra inglesa de plomo. Galga 12
quiere decir que con una libra inglesa de plomo se pueden hacer 12 bolas de 20,2 mm de
diámetro.
Un cartucho de escopeta se compone de 6 componentes: vaina, culote, pistón, pólvora,
taco separador y proyectil (o proyectiles).

 La vaina es la envuelta exterior que contiene los componentes interiores,


normalmente es de un plástico denso (polietileno) y puede presentar diversos tipos
de cierre superior: en estrella, doblez en el extremo de la vaina, tapa plástica, etc.
 El culote es la pieza metálica (hay cartuchos con vaina enteramente plástica)
situada en el extremo del cartucho y que aloja el pistón y refuerza la zona donde se
produce la combustión de la pólvora. Los tamaños típicos de los diversos culotes
son: 10 mm, 12 mm, 16 mm, y 25 mm.
 El pistón o fulminante es el encargado de encender la pólvora al ser golpeado por
la aguja percutora.
 La pólvora es el propulsor fundamental de la carga mediante los gases que se
producen con su deflagración.
 El taco separador es una pieza de plástico, cartón, corcho o fieltro con una triple
función: aprovechar al máximo la presión ejercida por los gases sellando
perfectamente el cañón, acompañar la carga durante su recorrido por el cañón
y evitar su deformación o daños al quemarse la pólvora propelente. A su vez el taco
se divide en tres partes: vaso contenedor (donde va la carga), muelle o
amortiguación (unión entre el vaso y la cazoleta) y la cazoleta que contacta con la
pólvora.
 La carga son los proyectiles que dispara la escopeta: perdigón, postas, balas, etc.

Dentro de un mismo calibre los cartuchos van numerados con, digamos así, 3 grupos de
números: uno indica el tamaño del proyectil que lleva, otro la cantidad en gramos de plomo
que carga, y el último indica el calibre y tamaño de la recámara para la que sirve.
Así, para el calibre que nos interesa, un cartucho de perdigones marcado como 12/70 34 g
y nº 8 quiere decir que se trata de un cartucho del calibre 12, para una recámara de 70 mm
y que carga 34 gramos de perdigones del 8 (perdigones de 2’25 mm de diámetro).
Obviamente, con fines defensivos y a muy corta distancia pueden ser empleados este tipo
de cartuchos (perdigones) pero tienen una lesividad y capacidad de penetración muy
limitada, por lo que preferiremos las opciones más contundentes: postas y balas, ya que
son las que producirán la incapacitación del agresor en menos tiempo.
Debemos definir la capacidad o el poder de incapacitación, como la situación
generada al agresor desde la cual no puede continuar siendo una amenaza para
nosotros.
Tipos de proyectiles
Ampliando lo visto anteriormente, clasificamos la carga proyectada dentro de los cartuchos
de 12/70 en tres tipos (obviando los perdigones): las balas, las postas y los proyectiles
especiales.
Cartuchos de bala. La bala es básicamente un trozo de plomo de entre 25 y 35 gramos
que vuela a unos 425 m/s de una forma medianamente precisa. Según los fabricantes de
munición, el alcance efectivo de éstas es de 75 metros, pero siendo realistas, como mucho
podremos acertar a un blanco a una distanciada entre 40 y 50 metros. Existen varios tipos
de bala siendo los más habituales los dos siguientes:

 Brenneke: El proyectil tiene la mayor parte de su peso en la parte delantera del


mismo de forma que mantiene su trayectoria hasta que pierde velocidad (sobre unos
50 metros). Presenta estrías externas que la hacen girar para estabilizarla. En su
base tienen un taco de fieltro para sellar el paso por el cañón y sus puntas son
generalmente chatas o redondeadas.

 Slug: Es una bala hueca terminada en punta más o menos redondeada que dispone
de un estriado exterior que hace que la bala gire de forma helicoidal (tal y como hace
el rayado del cañón de un rifle).
 Cartuchos de postas: Una posta es todo proyectil esférico con un peso superior a
1’5 gramos y alojado en un cartucho en un número superior a uno (es decir, hay
como mínimo 2). Las postas son las reinas indiscutibles de la potencia de fuego a
corta distancia: 9 proyectiles de 8’65 mm de diámetro, a 20 metros de distancia,
cubren aproximadamente un metro cuadrado.
Entre muchas otras cargas que puede llevar un cartucho, existen las no letales y
las especiales. Las no letales suelen ser balas y postas de goma. También existen otras
muchas municiones interesantes como los cartuchos empleados específicamente en la
apertura de puertas, cerraduras, candados, bisagras, etc. Esta munición consiste en un
cartucho que en lugar de contener proyectiles convencionales (perdigones, postas o bala),
como carga proyectada posee un paquete de plástico que contiene un polvo metálico. El
funcionamiento es sencillo: al ser disparado el polvo contenido en el paquete plástico, por
inercia se comporta como un sólido, golpeando contra la cerradura y arrancándola de la
puerta o perforándola. Acto seguido, el proyectil disparado se desorganiza y se convierte
en polvo, con lo que se evitan peligrosos rebotes o fragmentos.

Existe otro tipo de cartuchos interesante (“Polyshok IRP ”) que disparan un tipo de proyectil
letal que evita rebotes y asegura la perforación y maximiza los daños producidos por la
herida realizada. Al impactar contra objetivos duros, el proyectil balístico de polímero no
rebota y pasa por un proceso de expansión controlada, pudiendo traspasar la superficie
impactada. Estos cartuchos contienen un proyectil compuesto por un cuerpo de polímero
de baja densidad que incorpora el taco separador y que a su vez contiene un núcleo esférico
de polvo metálico para darle masa al proyectil y dotarlo de poder perforador.
Durante el impacto, el proyectil se introduce en el objetivo y se inicia la separación del
núcleo. El núcleo esférico de plomo en polvo sigue funcionando como si se tratara de un
objeto sólido. Si no hay perforación (impacta contra un cuerpo humano) este proyectil es
absolutamente letal, sin embargo, su comportamiento como sólido finaliza después de la
perforación, transformándose en una alta densidad de elementos sólidos potencialmente
letales, pasando a convertirse en una lluvia de partículas metálicas menos letales.

Alcance
El alcance se puede definir como la máxima distancia a la que se producen efectos como
consecuencia de la energía residual de los proyectiles. Como sabemos, el alcance depende
de factores relacionados con el arma, la munición y las condiciones exteriores del disparo.
Vamos a diferenciar tres alcances para los cartuchos de uso defensivo -postas 00 buck y
balas-, suponiendo que los proyectiles viajan a entre 400 y 430 m/s hacia el objetivo:

 Alcance efectivo: Es la distancia máxima a la que el blanco es abatido por impacto


de uno o varios proyectiles y que se establece entre 45/55 m.
 Alcance máximo normal: Es la distancia a la que los proyectiles caen al suelo
después de un disparo horizontal sobre terreno llano. Se establece entre 150 y 350
m.
 Alcance máximo accidental: Es la distancia máxima que pueden alcanzar los
proyectiles, unos 700 m dependiendo del ángulo de disparo.

Elementos de puntería
Una escopeta es un arma larga y como tal podemos incorporarle cualquier sistema de
puntería como si fuese el mejor fusil de calibre 30.06, pero… como sabemos que su alcance
es limitado, emplearemos fundamentalmente tres tipos de elementos de puntería:

Sistemas mecánicos: Vamos a definir de esta manera al guion (la típica bolita del extremo
del cañón), y la solista sobre el cañón, etc. Es lo normal en una escopeta de caza debido a
que, en realidad, la munición proyectada cubre una superficie y lo que hacemos es
orientarla más que apuntarla.
Se puede mejorar este sistema desmontándolos y sustituyéndolos por elementos con
inserciones en fibra óptica (incluso los hay con tritio para su uso nocturno) que convierten
el medio de puntería en algo más llamativo y más fácil situar sobre la amenaza.

Miras “ghost ring”: Están compuestas por una pieza trasera en forma de diopter o anillo
y otra pieza delantera (un punto) que se alinea con el objetivo. Funcionaría de forma similar
al alza y punto de mira convencional, con la salvedad de que cuando alineamos las miras
observando a través del anillo, este se ve desenfocado por la cercanía al ojo (por eso se la
llama “ghost ring”, anillo fantasma). Están pensadas para tomar rápidamente el objetivo
más que para conseguir una gran precisión. Además el anillo y el punto pueden llevar
inserciones en fibra óptica para mejorarlas y de tritio para condiciones de baja luminosidad.
Visores holográficos y puntos rojos: Debido a las distancias de empleo de una escopeta,
son elementos muy recomendables cuando lo que se pretende es adquirir el objetivo de
forma rápida. El tirador simplemente mira a través de una pantalla sin perder tanto la visión
periférica como con otros medios de puntería, algo muy importante cuando uno está
inmerso en un enfrentamiento armado.
En el caso de empleo de este tipo de visores se deben instalar aquellos que sean robustos
debido a las vibraciones de funcionamiento de este tipo de armas.
A este respecto debo añadir que la diferencia entre uno y otro tipo de visor está en la
preferencia del usuario (círculo y punto central o sólo punto central). En mi caso, y como el
tipo de visor empleado exclusivamente ha sido el holográfico (fabricado por EoTech y
reglamentario en las FAS), sería la opción que elegiría. Pero dejando claro que he usado
escasamente un par de veces sistemas de punto rojo por lo que para mí es más sencillo un
holográfico EoTech.

Eotech XPS Holographic montado en una escopeta Mossberg 590.

Elegir la distancia de puesta a cero


Finalmente llegamos al objeto de esta nota, establecer una distancia de puesta a cero
apropiada para los elementos de puntería instalados en nuestra escopeta de modo que las
posibilidades de acertar con un solo proyectil (bala) sean mayores. Para decidir esta
distancia deberemos ponderar la utilidad de esos medios tanto con bala como con postas.
La lógica dice que si yo empiezo a hacer disparos con mi escopeta y cartuchos bala a
diferentes distancias se repetirá lo que ocurre con cualquier fusil y su munición: el proyectil
impactará en un punto a determinada distancia y luego ese punto de impacto comenzará a
descender (o subir y descender) hasta que sea inútil. Viendo las cajas de munición y
confeccionando tablas balísticas para este tipo de cartucho, averiguamos la caída de cada
tipo de proyectil. Lo normal es que a 50 m se produzca una caída que ronda los 5-6 cm,
siendo esta su distancia lógica límite de uso.
¿Qué ocurre con las postas? Tomaremos como referencia las 00 buck ya que son las
más gruesas y las que mayores efectos producirán en nuestro agresor. Igualmente la lógica
dice que los proyectiles (de 9 a 12 dependiendo del tipo de cartucho) comenzarán a abrirse
una vez que abandonen el cañón. Pero ¿qué pasará realmente?

Vamos a usar la imaginación y vamos a suponer que por el extremo del cañón pasan dos
planos de referencia, uno vertical (perpendicular al suelo) y otro horizontal (paralelo al
suelo).
Cuando se realiza el disparo, ocurre en los proyectiles un efecto similar al que se produce
en una mesa de billar cuando la bola blanca impacta contra el grupo de bolas al iniciarse el
juego. Cuando una bola golpea a otra por detrás justo en el medio, la bola que recibe el
golpe sufre un empuje lineal y hacia adelante. Esto es diferente si la que impacta por detrás
lo hace desplazada hacia un lado, es decir, si la bola trasera golpea en el lado derecho, la
delantera saldrá proyectada hacia la izquierda mientras la que golpea tendrá tendencia salir
hacia la derecha a menor velocidad y viceversa. Todo esto según ese plano horizontal.
Y lo mismo va a ocurrir si el impacto es inferior o superior si suponemos ese plano vertical
de referencia: la bola impactada saldrá hacia la parte superior o inferior.
Esta es la explicación a la dispersión. Ahora bien, debemos probar cuánta es esa
dispersión con nuestra munición favorita o con la que podamos encontrar en la armería ya
que varía a veces ostensiblemente de una a otra. Y eso afectará a la distancia a la que
realizaremos la puesta a cero de nuestros elementos de puntería.
Por ejemplo, si tomamos marcas comunes en el entorno militar y policial, tenemos que el
mismo tipo de cartuchos (12/70, 00 buck y 9 bolas) tienen la siguiente dispaersión a 7 y 15
metros:
 Federal Premium, a 7 m prácticamente nada ya que queda un único agujero
desgarrado. A 15 m se dispersa entre los 5 y 6’5 cm de diámetro.
 Remington TAC 8, a 7 m se dispersa unos 9’5 cm de diámetro; a 15 m se acerca a
los 21 cm.
 Winchester Military Grade, a 7 m se separan unos 10 cm y a 15 m la dispersión
alcanza ya los 25 cm.
¿Por qué es importante que la dispersión sea lo más ajustada posible en cada
distancia? Bien, esto es sencillo, como en cualquier impacto de proyectil de arma de fuego,
el poder incapacitante de disparos sucesivos se consigue superponiendo los efectos
producidos de modo que se suman sus resultados. Cuanto más cercanos sean esos
impactos, mayores serán esos efectos acumulados.
El rango de uso de una escopeta de defensa nunca debe superar los 25 metros para
cartuchos de postas o 50 metros si empleamos cartuchos bala.
En el caso del disparo de una escopeta, los efectos no dependen de una sola posta sino
del conjunto de todas ellas, ocasionando entre todos los impactos un sumatorio de efectos.
De este modo, los efectos serán mayores a medida que aumente el número de postas que
impacten al agresor y cuanto más cercanos estén estos impactos entre sí.
Empleando munición 12/70, 00 buck, 12 bolas de 7’62 mm de diámetro un camarada del
Cuerpo Nacional de Policía (D. Emilio Montes gracias por las imágenes) hizo una serie de
disparos a 5, 7, 10, 15, 20 y 25 metros. Si analizamos los impactos logrados sobre una
silueta de 50 centímetros de anchura, obtenemos los siguientes datos:
 5 metros. Han impactado todas las postas y el taco de separación en el blanco
ocasionando una agrupación de unos 2’7 cm de diámetro máximo. Tan sólo hay dos
postas que se alejan ligeramente del grupo (centro de impacto). Los daños que
produciría este disparo serían considerables en el cuerpo del agresor.
 7 metros. Se inicia la dispersión de las postas aunque siguen impactando las 12
bolas en la silueta junto con el taco separador. En este caso el diámetro de
dispersión se amplía a los 3’7 cm máximos.
 10 metros. Impactan las 12 bolas en la silueta y el taco separador, se mantienen
relativamente cercanos los impactos con lo cual los efectos provocarán la
incapacitación requerida. En este caso los impactos se dispersan en un diámetro
máximo de unos 5’5 cm.
 15 metros. Tenemos los 12 impactos de las 12 postas en el papel de soporte del
blanco, aunque ahora el taco separador ya no lo alcanza. Se puede considerar que
se produce una agrupación mínima de 4 impactos pero la mayoría de los proyectiles
se dispersan saliéndose de la superficie corporal dos de las postas. Si bien la
mayoría de los impactos han alcanzado el cuerpo del agresor, no se producirán
efectos de incapacitación inmediatos.
 20 metros. Nos hemos situado en la distancia límite para la mayoría de los
cartuchos de postas. La dispersión es aún mayor y tan sólo 9 de ellas habrían
alcanzado el cuerpo, con 4 impactos relativamente cercanos. De las 12 postas, 3 se
han salido fuera del blanco (1 se perdió fuera del papel soporte). Con estos
impactos, al igual que en la distancia anterior, la incapacitación no será inmediata o
rápida.
 25 metros. El agresor recibiría 8 impactos separados entre sí, en este caso
hablamos de heridas que no van a producir esos efectos de incapacitación rápidos
que necesitaremos cuando nos defendemos ya que se han perdido fuera del agresor
un total de 4 postas.
Con estos datos obtenidos experimentalmente podemos decidir que nuestro rango de uso
con cartuchos de postas nunca deberían superar esos 25 metros. Si hacemos uso de
cartuchos bala, igualmente hemos visto el rango de los 50 metros deja de manifiesto
que el proyectil empieza a caer peligrosamente, por lo tanto estos serán los rangos
de uso de nuestra escopeta defensiva.
La imagen inferior compara esquemáticamente los impactos de 12 postas en un cuerpo
situado a 2, 7 y 15 metros.

Retomando un comentario anterior, ¿qué impactos serán los que tengan más posibilidades
de llevar a una situación de incapacidad a nuestro agresor? ¿Y de los tres cuál lo hará en
menos tiempo o inmediatamente? Ya casi hemos confirmado esa distancia de uso. ¿O no?
La capacidad o el poder de incapacitación es la situación que generamos en el
agresor desde la cual no puede continuar siendo una amenaza para nosotros
Ampliamos: energía en el impacto
Ya hemos visto cuál debería ser la distancia límite de uso empleando postas (25 m) y hemos
deducido que los 50 metros es una distancia apropiada para realizar el ajuste de los
elementos de puntería de nuestra escopeta. Pero aún podemos afinar más en ese uso
defensivo, veamos ahora qué pasa con la energía del impacto.
¿Recordamos cuando al inicio hablábamos de que el alcance era la máxima distancia a la
que se producen efectos como consecuencia de la energía residual de los
proyectiles? Pues por la física sabemos que la energía es mayor cuando es mayor la
velocidad y el peso, así que para conseguir que el impacto sea contundente empleamos
proyectiles de peso elevado y con la mayor velocidad posible. Esa es la teoría (y la práctica)
con una bala de escopeta y con cualquier otra arma. Ahora bien, ¿qué ocurrirá cuando se
emplean postas?
Una bala o una carga de postas tienen pesos similares. Las balas oscilan entre los 28 y 32
g y las postas utilizables entre los 32 y 34 g así que podemos decir que aumentar la energía
aumentando el peso no es factible ya que los pesos de ambos son similares.
La otra opción para que nuestros proyectiles sean contundentes debe ser aumentando su
velocidad, pero tampoco es posible hacerlo ya que con el volumen correspondiente a esos
gramos, un cartucho del 12 posee entre los 420 y 450 m/s para poder funcionar en unos
márgenes de presión seguros.

Como podemos ver, la energía que se obtendrá de unos u otros cartuchos (postas y balas)
es muy similar si los pesos coinciden o se acercan. Se debe añadir que una bala es un
único objeto de 32 g (por ejemplo) y que una carga de 12 postas también serán 32 g, por lo
tanto si ambos viajan a velocidades que rondan los 420 m/s. ¿Qué energía poseerán?
Con estos datos, esa bala de 32 g alcanzará al agresor con una energía de unos 320 kgm
aproximadamente. Las 12 postas lo hacen también con la misma energía, pero en este
caso esa fuerza se reparte entre todas ellas ya que no conforman un único sólido: 12 postas,
26’6 Kgm cada una pero no es lo mismo golpear con 320 Kgm en un punto a golpear en 12
puntos separados entre sí y que cada uno lo haga con 26’6 Kgm. Como se puede deducir
se transfiere menos energía en el caso de las postas.
Podemos añadir también que la bala al impactar inicia su deformación y aumenta su
sección, con lo cual puede ceder de forma más contundente esa fuerza al cuerpo que
golpea. Una posta se deforma mínimamente, por lo tanto la cesión también es mucho
menor.
Conclusiones

 La distancia de utilización máxima recomendable para un cartucho de postas


con fines defensivos no debería sobrepasar los 15-20 m. La respuesta es tan
sencilla como que la dispersión es demasiada para que la cesión de energía sea la
apropiada y la acumulación de efectos causados por los impactos es escasa no
propiciando la incapacitación inmediata o rápida del agresor.
 La distancia de utilización ideal para un cartucho de bala no debería ir más allá
de los 40-50 m. dependiendo de las características balísticas del propio proyectil.
En este caso hablamos de precisión, pero también tenemos que tener en cuenta
que la bala es pesada y pierde velocidad rápidamente por lo que a distancias
mayores nos podemos encontrar con que el o los impactos no llevarían a la
incapacitación inmediata o rápida del agresor.
 Aunque tengamos un medio de puntería que nos permita su uso a gran distancia,
particularmente yo recomendaría la puesta a cero en 50 m. con holografías,
puntos rojos, etc. reduciéndola a 25 m. en el caso de miras “ghost ring” ya que
no deja de ser una puntería orientativa. Añado que en mi escopeta, la “ghost ring”
está puesta a cero a 25 m.

Y leyendo y leyendo e investigando podemos añadir también que:

 Las postas penetran poco y se frenan muy rápido. Tienen muy poca energía para
su sección y consecuentemente su poder de incapacitación es escaso salvo que
impacten juntas. Además, por su poca masa, no tienen gran alcance.
 Somos tendentes al empleo de postas grandes (00), sin embargo en USA algunos
departamentos policiales comienzan a utilizar postas de menor tamaño, con lo que
se obtiene una nube de postas mayor en el aire disminuyendo el retroceso del arma,
lo que favorece la puntería en disparos consecutivos. Hablamos en este caso de
postas de tamaño 0, 1 o 2 por ejemplo, con 12, 16 y 21 postas en el cartucho (7’65,
6’8 y 6’2 mm de diámetro cada posta y un total de 32, 30 y 28 gr de peso de carga
respectivamente).

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