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La Biblia como nuestro alimento espiritual

¿Alguna vez ha escuchado que la Biblia debe ser alimento para los creyentes? Sin
embargo, a menudo muchos de nosotros tenemos la experiencia de sentirnos
espiritualmente secos, sedientos, hambrientos en incluso vacíos en lo más
profundo de nuestro ser. Aún después de haber leído o estudiado la Biblia
experimentamos este tipo de sentimiento. ¿A qué se debe?
Lo que la Biblia no es
En nuestra lectura y estudio de la Biblia, es probable que aprendamos algo nuevo,
obtengamos un buen consejo o recibamos algún tipo de inspiración. Sin embargo,
esto no nos satisface. A pesar de nuestro estudio, aún nos sentimos hambrientos
interiormente, y nos seguimos sintiendo débiles en nuestra vida cristiana. Quizás
no solamente nos sintamos débiles espiritualmente, sino también muertos.
Ciertamente, sabemos que los libros se deben leer. Si cierto libro es un texto para
usarlo en una clase, lo leemos, estudiamos e incluso parte de él lo memorizamos.
O pueda que leamos una biografía de una persona reconocida para ser inspirados
y alentados.
Y ¿que en cuanto a la Biblia? ¿acaso es un libro que leemos para ser inspirados o
un libro de texto para que aprendamos sobre Dios y la fe cristiana? ¿Acaso es un
libro que nos instruye cómo ser buenas personas o cómo vivir una vida feliz?
Como creyentes, sin duda debemos leer la Palabra de Dios de forma regular e
incluso estudiarla. No obstante, la Biblia no es meramente una obra de literatura,
un libro de texto o un libro de ayuda autopersonal. La meta de Dios al darnos Su
Palabra escrita no fue con el propósito de que aprendiéramos más doctrinas,
éticas y procedimientos, o aun que recibiéramos inspiración. Su propósito era que
fuésemos alimentados.
Alimento físico y alimento espiritual
Nuestras vidas abarcan muchos asuntos, pero el asunto principal para que
podamos sobrevivir físicamente es el alimento. Cuando no comemos en mucho
tiempo, nos damos cuenta claramente que cualquier otra cosa es secundaria.
Solamente cuando nos alimentamos es que nuestra hambre es satisfecha y
somos nutridos. Sin alimentarnos, sencillamente no podemos seguir existiendo.
De la misma manera, el asunto principal para que los creyentes estén saludables y
crezcan en la vida divina es comer el alimento espiritual. Sin embargo, ¿cuál es el
alimento para nuestra vida espiritual?

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Dios nos dio Su Palabra para que sea nuestro alimento espiritual. De modo
que aun más que estudiar la Biblia, es necesario que la “comamos”. Nada es
más importante para nuestra vida cristiana que ser nutridos con la Palabra de
Dios. El conocimiento bíblico no nos puede ayudar si estamos hambrientos
espiritualmente y a raíz de esto, nos volvemos débiles y moribundos. La
preocupación primordial de Dios para nosotros es que estemos vivientes y
crezcamos al comer la Palabra de Dios como nuestro alimento.
De la misma manera, ninguna madre le insiste a su hijo que primero, antes que
nada, estudie arduamente y se comporte bien, antes que prepararle comida para
que su hijo se alimente. Al contrario, una madre sabe que el asunto primordial
respecto al bienestar de su hijo es que se alimente con comida nutritiva para estar
sano. Entonces, todas las demás cosas llevarán su propio curso.
Igualmente, la verdadera preocupación de Dios para nosotros Sus hijos es que,
estemos vivientes, llenos de Su vida y crezcamos en Su vida al comer Su
Palabra.
¿Cómo sabemos que la Biblia nos fue dada para ser nuestro alimento?

1. Por medio de versículos como estos que se encuentran en la Biblia:

1 Pedro 2:2—“Desead, como niños recién nacidos, la leche de la palabra


dada sin engaño, para que por ella crezcáis para salvación”.
1 Timoteo 4:6—“Nutrido con las palabras de la fe”.

Las palabras “leche” y “nutrido” no se relacionan con el estudio, sino con


el alimento. Dichas palabras, nos muestran que la intención de Dios era
que Su palabra fuese nuestro alimento.

2. Por medio de los testimonios de las personas en la Biblia: en el Antiguo


Testamento, el profeta Jeremías dijo: “Fueron halladas Tus palabras, y
yo las comí”. En el Nuevo Testamento, el apóstol Juan también testificó
en Apocalipsis 10 que se comió las palabras de Dios.
3. Por medio de la palabra del mismo Señor Jesús: Mateo 4 nos da un
relato de cuando el Señor fue tentado por el diablo. En el versículo 4
Jesús dijo: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que
sale de la boca de Dios”. Jesús claramente nos dijo que de igual manera
como vivimos del pan físico, debemos de vivir de las palabras de Dios
que es nuestro pan espiritual.

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¿Que significa comer?
Veamos lo que significa comer físicamente, lo cual es una figura excelente de la
comida espiritual. Comer es ingerir algo en nuestro ser que satisface nuestra
hambre, nos nutre y nos da energía. Lo que comemos suple nuestros cuerpos con
nutrientes de modo que nos sustentan e incluso nos hacen crecer. Nuestros
cuerpos se componen de lo que ingerimos.
Y lo que comemos, es decir, el alimento, debe de provenir de materia viva. Por
ejemplo, una roca, la cual es materia inorgánica, no nos nutre, pero una manzana
si nos nutre. Lo que comemos debe de tener el elemento de la vida para que nos
nutra.
Asimismo, la comida espiritual es ingerir algo de la vida divina. La verdadera
comida espiritual nos satisface interiormente y nos fortalece para vivir una vida
cristiana normal. A medida que ingerimos la comida espiritual, crecemos en la vida
de Dios.
Y de la misma manera que nuestra comida física debe de tener vida para que nos
nutra, lo que comamos espiritualmente o ingiramos, debe tener vida y dar vida. La
Palabra de Dios es vida y da vida:
En 2 Timoteo 3:16 el apóstol Pablo dice lo siguiente:
“Toda la Escritura es dada por el aliento de Dios”.

La Biblia es el propio aliento del Dios viviente; debido a que es el aliento de Dios,
tiene vida y puede impartirnos vida.
Y en Juan 6:63 el Señor Jesús nos dijo:
“El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo
os he hablado son espíritu y son vida”.

La Palabra de Dios es espíritu y vida; debido a que Sus palabras son vida, nos
pueden dar vida.
Acudir a la Biblia como nuestro alimento
Dios nos dio Su Palabra, la Biblia no para que la usemos como nuestro libro de
texto, pero para que la tomemos como nuestra comida. La Biblia esta llena de
vida, habiendo sido dada por el aliento de Dios mismo, además, Sus palabras dan
vida.
Lo que determina que nos sintamos vacíos o insatisfechos después de haber leído
o estudiado la Biblia dependerá de si acudimos a la Biblia como la comida que nos
da vida y nos nutre o todo lo contrario. Si vemos la Biblia simplemente como un

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libro del cual podemos acumular conocimiento bíblico y no tocamos el Espíritu de
vida en la Palabra de Dios, no recibiremos la nutrición que necesitamos para
crecer en la vida de Dios y vivir una vida cristiana normal y saludable.
De hecho, leer o estudiar la Biblia sin tocar la vida que hay en las palabras, nos
pueden dañar. Pablo nos advierte acerca de esto en 2 Corintios 3:6:
“La letra mata, mas el Espíritu vivifica”.

Cada vez que acudimos a la Palabra, es necesario que ejercitemos nuestro


espíritu a fin de tocar el Espíritu que vivifica en la Palabra. De esta manera,
experimentaremos ser satisfechos y vivificados cuando acudimos a la Biblia como
nuestra comida, lo cual era la intención de Dios.
¿De qué manera comemos la Biblia? Esté pendiente a una entrada próxima del
blog que mencionará puntos prácticos de cómo ser nutridos con la Palabra de
Dios.

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