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Índice.
Prologo ............................................................................................................................................... 1
CAPITULO 1 ......................................................................................................................................... 6
CAPITULO .......................................................................................................................................... 12
CAPITULO 3 ....................................................................................................................................... 20
CAPITULO 4 ....................................................................................................................................... 32
CAPITULO 5 ....................................................................................................................................... 42
CAPITULO 6……………………………………………………………………………………………………………………. 50
CAPITULO 7……………………………………………………………………………………………………………………66

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Prologo:

La empresa de la familia Miller, conocida como ¨Beauty sense¨, era una


de las empresas más reconocidas en la industria de la moda y los
productos de belleza. El dinero definitivamente nunca había faltado ni
sido un problema familia de los Miller. Cualquiera pensaría que con
tanto dinero serian una familia llena de felicidad y boyantes momentos
juntos. Sin embargo, no era así y Celeste podía asegurarlo

Celeste Miller, la hija menor de los Miller, desde pequeña lo había tenido
todo: viajes, juguetes, videojuegos, dinero y más de lo que un niño
necesitaba. Sus padres nunca se molestaron en criarla o educarla,
prefirieron contratar niñeras y mayordomos para que atendieran y
vigilaran a su hija en todo momento.

Actualmente Celeste había cumplido los 18 años, y atravesaba por un


tiempo difícil y donde sus pensamientos comenzaban a torturar
internamente

Desde pequeña tuvo que afrontar su cruda realidad. Siempre había


anhelado una familia de verdad, tener ese apoyo y cariño de parte de
sus padres, platicar con ellos sobre sus días, recibir felicitaciones por
algún logro o cualquier intimo gesto de cariño. No obstante, cuando le
quedo claro que nunca iba a recibir nada de eso de parte de su familia
simplemente se hundió en su propio mar de tristeza.

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Hace unos años ya hacia una pequeña de diez años intentando
comprender porque su madre no la abrazaba cuando lo hacían las
madres de sus demás amigos, algunas salidas para pasar momentos
padres e hija. Una pequeña se esforzó por ser mejor persona para poder
ser amada por sus padres. Aquel esfuerzo en vano ocasiono
desmesuradas lagrimas que la pequeña celeste dejaba salir por las
noches.

Así fue como la confianza, seguridad y amor propio de una inocente niña
se hundió junto con anhelos de un profundo mar de dolor hecho con sus
propias lagrimas creadas en el conticinio de la noche en un lapso
taciturno de pensamientos funestos.

Afortunadamente tenía el apoyo de su hermana mayor, Valeria, o lo tuvo


por algún tiempo hasta que esta se mudó en Europa para gozar de una
vida de lujo. Y es que ella había crecido sola, había encontrado su
refugio y felicidad gastando dinero a montones. Celeste no la juzgaba,
ni a su modo de vida, pues amaba a su hermana, era la única que le
había mostrado cariño y apoyo sincero

Lon peor de tener tantos problemas emocionales y psicológicos


ocasionados por su familia, era que la gente minimizaba esos problemas.
<<Tienes dinero, deja de quejarte>>. Celeste quería gritarles a esas
personas que ya había intentado de todo, confió por un tiempo en esas
palabras y comenzó a actuar como si nada estuviera a mal, lograron
convencerla de que sus traumas no importaban y eran irrelevantes solo
por el dinero de su familia. Pero eso, era inconscientemente, eso solo

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ocasiono que Celeste agravara sus problemas internos a medida que
pasaba el tiempo. Claro que compraba ropa a montones, amaba viajar,
amaba salir a gastar cuanto quisiera, pero eso jamás disminuyo ni un
solo pesar de los que cargaba consigo y Celeste deseo muchas veces
que las personas comprendieran que no podían obligarle a ser
completamente feliz por el dinero porque ya lo había intentado y no
funciono, deseo muchas veces que sus problemas fueran considerados
tan importantes como los demás.

En algún momento de su adolescencia intento distraerse e intentar


refugiarse en el dinero, relaciones íntimas, alcohol, fiestas, lujos era lo
que definía su vida adolescente, hasta que se dio cuenta que aquellos
encuentros de una noche de distintos chicos, beber alcohol en grandes
cantidades hasta perder la conciencia buscando simplemente alejarse
de la realidad, no era algo que le hiciera bien ni a su cuerpo ni a ella
misma. Afortunadamente se dio cuenta de eso a tiempo y aunque aún
iba a fiestas y gastaba dinero en ropa cara, ahora solo buscaba divertirse
sanamente con sus amigos.

La vida de Miller podría ser difícil para muchos, tenía la vida resuelta con
tanto dinero, no debía esforzarse para conseguir lo que deseaba. No
obstante, a pesar de so Celeste no era feliz. A pesar de sonreír todos los
días para los demás y actuar como la chica popular al que no le
importaba nada, ni siquiera podía convencerse a sí misma de que todo
estaba bien con ella.

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CAPITULO 1
Una noche caminaba por las pobladas calles de su ciudad cargando
algunas bolsas de costosa ropa que había comprado. Simplemente
caminado y disfrutando la brisa de la noche, intentando distraer su
mente de todo.

Se detuvo a observar la escena donde un hombre con uniforme naranja


recogía basura de las calles, en un costado de su uniforme pudo leer
¨servicio de limpieza¨. Era un barrendero, y traía un pequeño niño con
él, Celeste supuso que era su hijo. Aquel pequeño recogía las basuras
que su padre no podía recoger con la escoba. Analizo todo y se dio
cuenta de que en realidad ese pequeño niño era feliz, sonreía de una
marea boyante, reflejaba felicidad pura, felicidad de verdad a pesar de
estar recogiendo basura, aquel niño estaba gustoso de ayudar su padre.
Y Celeste solo pudo pensar en lo irónico podría llegar a ser el mundo.

Luego de un momento, comenzó a percibir un sonido angelical ante sus


oídos. Era una suave y deleitable voz, acompañada de una guitarra. Un
canto dulce y armonizado perfectamente con los acordes de la guitarra
que sin dida Miller disfrutó escuchar. Celeste busco al emisor de aquel
conmovedor canto, encontrándose no muy lejos con un círculo de
personas que aparecían estar observando algo con una sonrisa en labios
y todo le indico que era ahí de donde seguramente estaba el cantante

Dudo mucho en acercarse, ¿Qué haría alguien de su alta clase mirando


a un simple artista callejero? Pensó de inmediato. Su madre se
decepcionaría de ella si la viera, pero aun así no pudo contener el anhelo

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de escuchar de frente aquel cantante. Por lo que miro a su alrededor
verificando si alrededor no había alguien conocido, pues sería una
vergüenza que sus amigos lo vieran disfrutar de un espectáculo
callejero, seguramente se burlarían de eso.

Al asegurar de que no había nadie a su alrededor, caminó hasta ese


lugar recibiendo miradas analizándola de arriba para abajo juzgando sus
prendas tan lujosas aprovecho que mantenían su vista en ella paso
desapercibida abriéndose paso hasta quedar en primera fila de aquel
público y se encontró con el autor de la sonora melodía.

Era un joven pelinegro, cuyos cabellos largos caían en su frente. Su ropa


se notaba desgastada y un poco vieja, Celeste noto los tatuajes en las
manos del joven, eran unas letras en los nudillos de la mano derecha.
Momentáneamente el pelinegro cerraba los ojos completamente,
cantando con el alma, parecía disfrutar el momento. Era un toque
hipnótico y hermoso, Celeste estaba dispuesta a escucharlo por mucho
tiempo.

El cantante finalizo dando las gracias, la gente comenzó a irse. Celeste


vio que algunos dejaban monedas y muy pocos algunos billetes en aquel
estuche negro que se encontraba abierto justo frente al pelinegro.
Celeste tomo rápidamente unos cuantos billetes de su cartera para
dárselos, no sabía si era mucho dinero o muy poco, así que solo tomo
otros billetes por si acaso

De repente su teléfono sonó, por lo que Celeste se dio cuenta que era
su mejor amigo así que no dudo en contestar.

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--¿Dónde estás? –Pregunto Smith de inmediato

--Estoy muy bien Noah, gracias por preocuparte –Ironizo Celeste –No
estoy en casa si es lo que quieres saber.

--Prometiste que hoy iríamos de fiesta, ¿Lo olvidaste? Ya es viernes.

Entonces Celeste recordó todo, maldiciendo internamente –Solo ve a mi


casa, te vere ahí en unos minutos.

Cuando Smith dio una respuesta afirmativa Celeste colgó la llamada,


apresurando sus pasos se acercó al estuche del cantante y dejo caer el
dinero que planeaba darle. Miller vio al chico dar las gracias sin embargo
se dio cuenta que el cantante se quedó pasmado al ver tantos billetes y
alzo la mirada rápidamente. Entonces celeste se encontró con unos
oscuros y destellantes ojos que la miraban con sorpresa.

Celeste no supo cómo reaccionar, pero cuando volvió a recibir la


llamada de Noah recordó que debía ir con él. Decidió restarle
importancia al artista callejero e irse de ahí, respondió a la llamada de
su amigo mientras apresuradamente caminaba hacia su casa, pensando
internamente lo mucho que quisiera volver a escuchar al cantante de
aquel parque.

…..
Jack estaba incrédulo aun ante la situación. Nunca había obtenido una
cantidad de dinero tan grande en tan solo un día aún con todos sus
trabajos. Se lleno de felicidad ante la situación pensando al instante que
podría adelantar los pagos de las medicinas de su enferma madre.

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Estaba sumamente agradecido con aquella chica que hizo eso posible.
Chica que estaba seguro de que era un ángel que su padre había
mandado desde el cielo.

Un tiempo después, de camino al hospital para ver a su madre, se puso


a pensar en lo que había pasado y recordó que no le dio las gracias a la
chica que le ayudo. De inmediato se sintió mal por ello, pero dejo pasar
eso por el momento

Al poco tiempo, luego de comprar algunas cosas, llego al hospital


cargando el estuche de su guitarra, llego a la habitación de su madre
donde la encontró recostada en la cama viendo televisión.

--Jack. –Exclamo su madre al verlo. Jack rápidamente se acercó a darle


un abrazo y un beso en la mejilla. –Es muy tarde, debiste ir a casa a
dormir.

--No te preocupes por eso. Respondió. –Es que yo…Te compre algunas
cosas hoy y quería dártelas.

La señora Wilson, Irene Wilson hizo una expresión de sorpresa, pues


conocía su situación económica y era muy difícil que pudiera darse el
lujo de comprar algo más. Todos los días Irene tenía ese cargo de
conciencia, su hijo tenía que trabajar para poder pagar todas las
quimioterapias y medicinas. Jack nunca le había querido decir cuantas
horas trabajaba al día, pero sabía que eran más de las que un chico de
veinte años debía trabajar.

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--Hace tiempo no comes nada más que comida de hospital. –Comento
Jack sacando una caja de una bolsa. -El doctor me dijo que puedes
comer flanes y pastel de matcha, así que te compre tus favoritos

Jack puso la caja del pastel en el regazo de su madre, quien lo tomo con
una sonrisa en sus labios. Irene sonrió porque pues realmente tenía
ganas de probar algo diferente. Entonces un pensamiento preocupante
llego a la mente de Irene.

--P-pero como conseguiste el dinero para todo esto, cariño. –Murmuro


preocupada.

--Confía en mí, mama, no hago nada malo, me gusta conseguir dinero


honradamente. –Explico intentando tranquilizarla, sabiendo lo que
pensaba a su madre. –Estaba cantando en el parque y una chica que
parecía tener mucho dinero me estaba viendo, así que ella simplemente
me dejo mucho dinero como si no fuera nada.

--¿Por qué dices que parecía tener mucho dinero?

--La vi cundo se iba y.…su ropa la he visto en las tiendas más caras del
centro comercial, se veía más joven que yo, así que supongo que debe
ser una familia con bastante dinero.

--Bueno familia con dinero o no fue un acto muy bondadoso de su parte


darte tanto dinero, agradécele de mi parte si vuelves a verla.

Jack asintió anotando eso en su mente. Si volvía a ver a la chica le


agradecería de parte de ambos.

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--Oh, también me habías dicho que querías tejer, debe ser aburrido ver
televisión todo el día. –Murmuro sacando una caja de una bolsa. –Te
compre un kit de costura, como el que tenías antes, ¿Recuerdas? Te
gustaba mucho ese.

--Gracias. –Pronuncio Irene con sinceridad acariciando las mejillas de su


pequeño. –Gracias por todo, hijo. ¿compraste algo para ti?

Jack aparto la mirad sin ser capaz de mentir. –S-si solo que deje todo
en casa, pero me compre cosas también.

--Eres malo mintiendo. –Intervino Irene. –Jack debiste comprar algo para
ti, tu ropa ya es algo vieja, pudiste haberte comprado algo.

--Mamá, por favor no te preocupes por mí, yo estoy bien. –Aseguró. –Ya
habrá tiempo y dinero para mí, veras que todo mejorará.

Irene asintió finalmente, sabía que no podría a ver cambiar de opinión a


su hijo. Decidió cambiar de tema y se hizo a un lado para que su hijo
pudiera sentarse a un lado.

--Ven, estoy segura de que tampoco has comido pastel en un buen


tiempo. –le dio una cuchara a Jack. –Solo disfrutemos este momento.

Jack sonrió, olvidando el cansancio y sintiendo la felicidad en su


corazón, se sentó a un lado de su madre disfrutando de un delicioso
pastel de chocolate mientras relataba algunas cosas de su día. Unas
horas después su madre se quedó dormida y Jack decidió que era hora
de irse para poder dormir unas horas antes de ir a trabajar.

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CAPITULO 2
Un absoluto silencio anegó al gran comedor como si el silencio fuese
agua. Era un poco incomodo al escuchar únicamente el sonido de los
cubiertos chocar con los platos de porcelana. Su padre, Jacob Miller,
estaba concentrado en su comida, sin siquiera dirigir la mirada a ninguno
de ellos, mientras su madre, Grace Miller, revisaba su teléfono celular
seguramente trabajando. Celeste intento ser positiva a pesar de la
incomodidad, pues sus padres casi nunca estaban en casa y por ende
casi nunca comían juntos.

--Ayer compré esta blusa. –Informo Celeste con una sonrisa


presumiendo su ropa nueva. --Luce bien, ¿verdad?

Su madre le miro de reojo sólo unos segundos. –Se ve como una


baratija, te dije que no compres en tiendas baratas, te veras como las
hijas de los Jonhson.

--¿Los Johnson? Agh, ellos no podrían siquiera pagar algo en Chanel,


mamá, por supuesto que revise las marcas.

Lo poco que su madre le había enseñado a Celeste desde pequeña era


a nunca rebajarse a las clases sociales de otros. Celeste creció de esa
manera y ella nunca lo vio como algo malo, pues todo a su entorno era
igual.

--Como sea, por lo menos no te ves gorda con esa blusa

Fue con ese comentario que Celeste borró su sonrisa y recordó la


plática que había tenido con su madre días atrás.

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--¿No crees que estas comiendo demasiado? –Había dicho su madre
mientras bebía de su copa de vino al finalizar el almuerzo. –Estas
engordando mucho, no modelaras mi ropa con esa apariencia.

Celeste miro su plato ya vacío en la mesa. --¿E-en serio como mucho?

-Deberías hacer ejercicio, nadie querrá comprar de nuestra colección si


posas con ese cuerpo.

Al recordar todo eso, Celeste de repente ya no quiso comer y empujó el


plato hacia enfrente. –Terminé. –Avisó.

Su padre la miro confundido y con las cejas fruncidas, notando que aún
había comida en su plato, pero no dijo nada, como siempre.

--Vaya, por fin recapacitaste. –dijo su madre y Celeste solo asintió. –


Sigue bajando de peso, necesito que modeles para los anuncios de mi
nueva colección y no quiero la versión obesa de ti ¿Oíste? –Si, mamá.

Cuando la hora de la comida termino su madre se fue a su empresa a


trabajar y su padre a la sala a leer el periódico. Celeste se encerró en su
cuarto pensando en las palabras de su madre. Entre tantos
pensamientos recordó a aquel artista callejero que cantaba y como
ángel y tocaba la guitarra con el corazón anhelo volver a verlo, pero no
podía verlo porque las calles en donde se encontraba eran muy
peligrosas y no eran para personas de su clase, o por lo menos eso le
habían dicho sus padres.

….

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Luego de debatir mentalmente al final tomo su chamarra y salió de casa
a pesar de la oscuridad, intentando convencerse de que solo había
salido por un pase, pero internamente que no era así porque había
pasado una y otra vez por el parque donde escucho a aquel cantante.

--Agh, que tontería. –Expreso de mal humor

Y fue ahí cuando volvió a escuchar el canto de aquel artista del que se
había convencido si misma que no iba a ver. Sin importarle nada más se
acercó y de nuevo se escabullo entre la gente hasta quedar al frente,
simplemente lo escucho cantar y le generaba tranquilidad y paz. En ese
momento se dio cuenta de lo mucho que había querido volver a
escuchar aquel canto, tan hipnotizada estaba con la canción que no le
importo que alguien la viera, solo quería seguir escuchando. Perdió la
noción del tiempo y se dio cuenta que ya había cantado muchas
canciones y todos aplaudieron, incluyéndola a ella. Fue entonces
cuando reacciono suspirando porque nadie la había visto ahí.

Decidió irse de ese lugar pronto, pues estaba ya muy tarde y temía que
algo le fuera pasar, por lo que rápidamente tomo algunos billetes y se
acercó al cantante que en ese momento parecía estar luchando contra
el sueño, pues parpadeaba y apenas se mantenía en pie.

Por otro lado, Jack intentaba con todas sus fuerzas no caer dormido en
aquel lugar, no obstante, Jack reacciono cuando vio a alguien dejar
algunos billetes en su estuche, fue entonces que despertó recordando
a la chica de aquella vez, sabiendo que ella había sido quien dejo el
dinero, pues nadie estaba dispuesto a dejar la cantidad y sobre todo en

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aquella parte de la ciudad. Al alzar la mirad lo primero que vio fue a
aquella chica de alto linaje y ropa elegantes, Jack estaba dispuesto a
agradecer como lo tenía planeado.

--Oye…

--¿M-me estás hablando a mí? – Pregunto Celeste sin poder moverse

--Si, eso hice. –Acercándose rápidamente para estar frente a la chica

Celeste se asustó ante las repentinas acciones del chico de tatuajes –


Aléjate, p-por favor no me hagas nada, te puedo dar todo mi dinero. –Se
apresuro a buscar en su bolso y recordó que había salido sin tanto
dinero. –B-bueno ahora no es tanto, p-pero puedes hablarles a mis
padres para que no me hagas daño… O eso espero, aunque pensándolo
bien, mejor llámale a Noah, si, el no permitirá que me secuestres.

Celeste seguía balbuceando cosas pidiendo que no le hicieran daño.


Jack se sintió ofendido por aquellas suposiciones. ¿De verdad se veía
de esa manera? Sabía que no tenía dinero, pero eso nunca había
definido su calidad de persona.

--Sólo quería agradecerte. --Interrumpió el pelinegro con las cejas


fruncidas

--El miedo de la menor disminuyo ¿A-agradecerme?

--Por el dinero que dejaste ayer, y ahora también por el de hoy.

En ese momento Celeste se dio cuenta de lo mucho que juzgo a ese


chico. –Pero ¿Por qué me agradeces a mí? ¿No es lo que todos hacen?

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Jack quiso reír ante lo desubicada que parecía la rubia --¿Realmente
crees que todos simplemente dejan una cantidad tan grande como la
que dejaste ayer?

--Y-yo… no lo sé. ¿sí?

--Pues estas equivocada, tengo suerte si alguien deja un solo billete y


estoy agradecido con ello, como sea, uhm, mi madre también quería
agradecerte.

--Oh, ya veo. Supongo que no fue nada...

Jack noto que la rubia no sabía a quién dedicar las palabras. –Jack.

Celeste asintió y cuando estaba a punto de presentarse, vio a lo lejos a


una de sus amigas con bolsas de Calvin Klein. Sabía que si la veía
platicando con Jack seguramente les diría a todos que estuvo con un
chico que cantaba en el parque y se burlarían de ella.

--Si, si, y-yo soy Celeste, mucho gusto, Jack, ohm, dile a tu madre que
no fue nada, y-yo debo irme. Adiós. –Jack se iba a despedir, pero ella ya
se había ido, solo pudo suspirar, de repente sintiéndose inferior y
discriminado.

….
Una semana había pasado y Jack todos los días, cuando tocaba en el
parque, se encontraba a la rubia cuyo nombré recordó como Celeste
ella siempre estaba ahí, le dejaba dinero y se iba corriendo, como
huyendo de ahí. Jack no lo entendía aquella acción, pero tampoco le

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intereso tenía otras cosas más en que preocuparse, el doctor de su
madre lo había citado.

--¿Sucede algo malo con mi mamá? –dijo preocupado

--Para nada, Jack, de hecho, podría decir que nunca ha estado tan
estable, aunque eso sí, no hay que confiarnos, esa es la razón por lo que
te cite, tu madre está mejorando mucho, necesitas mucha esperanza así
que mantente positivo porque todo va muy bien.

--Gracias doctor Andrew, creo que necesitaba saber eso.

--Lo sé, ahora como dije no podemos confiarnos, seleccioné algunas


medicinas que tu mamá estará tomando los últimos meses.

Jack sabía que debía trabajar mucho para poder comprarlos, pero él
sabe que se esforzaría y que su madre lograría vencer el cáncer.

---¿Estas comiendo bien Jack? Te veo algo débil.

--Solo estoy cansado mamá, eso es todo. ¿Has estado bien?

--Sí, te aseguro que muy bien, estuve tejiendo algunas cosas, de verdad
extrañaba tejer, gracias, Jack.

--No es nada, madre, realmente fue gracias a Celeste.

--¿Celeste? –Sí, es el nombre de la chica que me dio tanto dinero ese


día y sigue haciéndolo, le di las gracias de tu parte y dice que no es
nada. ---Aún me parece un buen acto, siempre asegúrate de
agradecerle. –Siempre lo hago

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Paso el tiempo y ellos solo charlaban, Jack amaba los sábados ya que
era el único día de descanso que tenía en sus trabajos, los sábados se
aseguraba de comer y dormir bien y así pasaba más tiempo con su
madre, cuando dieron las ocho de la noche Jack pensó que debería irse
y quizás pasar a cantar un rato así ganaría dinero para poder pagar las
medicinas de su madre.

--Debo irme, mamá, tal vez pase al parque y trabaje un rato. –No, Jack
este es tu único día de descanso, necesitas ir a casa a dormir bien.
Prométeme que iras a casa a dormir. –Está bien, lo prometo.

Esa noche, cuando dieron las nueve, Celeste salió de su casa para poder
ir a ver a aquel cantante cuyo nombre recordó como Jack, llego al
parque, pero no había rastro del pelinegro, era raro siempre estaba ahí,
lo que hizo que se enfadara estaba acostumbrada a que todo saliera
como ella quería y quería escuchar Jack cantar.

--¿Celeste? Escucho un llamado.

--Oh Olivia.

--Por un momento pensé que no eras tú, sé que quedarte en un parque


como este no es tu estilo. ¿Qué haces aquí?

--A-ah, solo estaba pensando en comprar un café, pero olvide donde


queda la cafetería.

--Siempre tan distraída Celeste, de hecho, yo también quiero un café,


vamos, antes de que algún pordiosero se nos acerque.

--S-sí, sí, vamos.

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….
Al siguiente día Celeste tenía dudas de si ir o no al parque, tal vez Jack
no estuviera otra vez, al final decidió si ir, llego el parque y se sorprendió
al ver a Jack ahí otra vez se acercó rápido.

Jack afinaba las cuerdas de su guitarra, y vio a lo lejos a la rubia con las
cejas fruncidas y los brazos cruzados, parecía enfadada, pero con ese
puchero parecía una niña. Paso el tiempo el canto y el termino de cantar
la gente dejo algo de dinero. En ese momento vio a Celeste acercarse a
él con el mismo puchero.

Celeste dejo el dinero en el estuche, dudo en hablar, pero en verdad


quería quejarse. –T-tú... Ayer no estabas aquí.

Jack alzo una ceja ante aquel comentario –Los sábados no trabajo.

--¡Pero aun así...! –Exclamo pataleando a punto de hacer un berrinche,


pero recordó que estaba en público –Agh, no importa.

Celeste se alejó rápidamente, Jack solo se quedó mirándola, pensando


en que definitivamente era una niña mimada, aunque bueno tenía dinero
así que entendía porque se comportaba así.

CAPITULO 3
Desde los diecisiete años Jack había pasado diversos trabajos, se
cansaba demasiado, pero sabía que lo hacía por su madre ya que era lo
único que le quedaba, no obstante, soñaba con algún día poder mejorar
y estar bien económicamente.

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En esos momentos Jack luchaba por mantenerse de pie, pues no había
dormido mucho más eso no lo detuvo y se despertó muy temprano para
ir a su otro trabajo.

--Jack—Le llamaron.

--¿S-sí? –Se despertó de inmediato.

--Te esperan en la mesa cinco desde hace minutos, ¿No viste cuando te
dejaron la orden? Apresúrate y llévala.

Era mesero tenía algunos privilegios pues podía comer gratis comida
costosa, lo malo es que casi no tenía tiempo para comer, pues era un
trabajo muy ocupado. Entonces

Entonces Jack llevo la orden a la mesa que le habían indicado, se


encontró a una chica y chico charlando, hasta que lo vieron y sus
expresiones fueron malas.

--Agh, vaya, ya era hora.

--Lo siento hubo un retraso en la cocina. Dijo de manera amable ya que


ese restaurante era uno de los más prestigiados de California.

--Nos dimos cuenta. –Ironizo uno de ellos. –Solo has tu trabajo.

–En ese momento llego alguien más a aquella mesa. Jack miro con
curiosidad y se sorprendió al ver a Celeste.

--Lamento la demora, de camino encontré una tienda de Chanel y, ya


saben, tenía que comprar un perfume nuevo. ¿Ya ordenaron?

--Desde hace algún tiempo, te pedí tu platillo favorito. –Le dijo Noah.

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Antes de tomar asiento, Celeste sintió una mirada sobre ella y cuando
volteo conecto mirada con Jack, aquel chico que iba a ver cantar todos
los días.

--¿Sucede algo, Celeste? –Pregunto Noah

--N-nada, ¿Me esperaron mucho tiempo?

Jack supuso que Celeste no quería que sus amigos supieran que se
habían visto, no le hiso sentir bien, pero le restó importancia.

--No tanto a ti como la comida. -Escucho como su amiga Caroline se


quejaba. –Los meseros están empeorando en este lugar,

--Bueno que podíamos esperar de un mesero que no puede tener si


quiera su uniforme presentable. ¿Qué tanto puede costar comprarse
una simple corbata? –Dijo Noah

Jack llevaba un año trabajando en ese restaurante, conforme pasaba el


tiempo su madre requería de medicinas y muchas más, por ello casi todo
su dinero se iba en ella y su poca despensa en casa. Su uniforme ya
estaba desgastado y si faltaban algunos aspectos, pero él no podía darse
el lujo de pagarlo y afortunadamente el gerente le permitió estar así.

Celeste se sintió extraño al escuchar a sus amigos hablar así de Jack,


solían hacer eso en otros restaurantes, quejándose y no sentía una pizca
de culpa. Definitivamente Jack no era su amigo, pero sentía como si
fuera de alguna manera conocidos.

--Con todo respeto, creo que eso no es de tu incumbencia. –Respondió


Jack.

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--Noah frunció las cejas. --¿Qué te hace creer que tienes derecho de
hablarme? Yo puedo hablar con tu jefe para que te despidan.

--Noah, basta, yo creo que... –Se apresuro Celeste a punto de defender


a Jack, pero sus amigos la miraron esperando que siguiera hablando
mal de el mesero. –Creo que solo hay que comer, no es la gran cosa un
mesero que no sabe hacer su trabajo.

--Tienes razón, de todos modos, no esperes propina. –Dijo Caroline

Con eso Jack solo confirmo el tipo de persona que era Celeste, levanto
el ultimo plato y se retiró.

--De hecho, lo único malo de mi día ha sido ese mesero tonto. –Dijo
caroline.

--Creo que estas exagerando. – opino Celeste.

--¿Perdona? ¿Escuchaste cómo me respondió? –Hablo Noah.

--Bueno… tu tampoco fuiste muy amable, solo se defendía.

--¿Por qué lo defiendes? –Pregunto Caroline. –Conoces a ese tipo?

--Claro que no, solo…Solo creo que Noah estaba estresado y por eso
exagera mucho, deberíamos ir al spa después de esto, no es bueno que
te enfades tanto, Noah.

--Bueno tienes razón, creo que estoy algo estresado. -Admitió. -


Vayamos ahora mismo, hay que pedir la cuenta.

Jack vio como lo llamaban en la mesa de Celeste, no quería volver, pero


no tenía opción y se acercó.

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--Aun así, no dejare propina. –Dijo Noah a punto de tomar la cuenta

Celeste se apresuró poniendo una mano sobre la de Noah. –déjame a


mi pagar yo insistí en venir aquí, ¿Si, por favor?

--Bien solo porque eres adorable. –Dijo Noah

Celeste sonrió ante eso. Abrió la carpeta para dejar dinero ahí y saco un
bolígrafo escribiendo sobre el ticket.

--¿Qué escribes? –Pregunto Caroline tomando su bolso.

--Solo anoté una pequeña recomendación, no es nada.

Noah sonrió pasando un brazo alrededor de los hombros de Miller. –


Bien hecho, Celeste, vámonos.

Jack vio marcharse a los tres chicos. Fue entonces que tomo la carpeta
dentro de esta había dinero, se sorprendió cuando vio que le habían
dejado propina, pues le dejaron en claro que no recibiría nada luego vio
el ticket que dejo Celeste leyó. ‘‘No quería decir eso, no era en

serio’’

Solo pudo respirar ante eso, era como una disculpa, aquellos lo habían
hecho sentir mal se sintió bien de saber que en el interior Miller también
era diferente. Al final supo que él también había juzgado un poco mal a
Celeste.

….
Pasaron dos semanas en las que Celeste tenía esa rutina, de salir por
las noches, y esa misma noche no iba a ser la excepción se preparo
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estaba a punto de salir sin embargo pareciera que todo estuviera en su
contra.

--Miller. –La llamo su madre impidiendo su camino hacia la puerta.

--¿Sucede algo madre?

--¿Todavía lo preguntas? ¿A dónde crees que vas? Llevas semanas


desapareciendo a estas horas de la noche.

Celeste se sintió bien al escuchar a su madre preguntar a donde iba le


quería dar una explicación, pero si le decía la verdad seguramente le
prohibiría salir.

--S-solo voy a caminar, mamá. ¿Quieres decir que te preocupa dónde


estoy?

--¿Preocuparme? Claro que me preocupa algo. Celeste de empezó a


emocionar, a sentir el amor materno luego de tanto tiempo. Pero su
madre termino la oración. –Me preocupa que, si algún inversionista
viene de improviso, es importante que estes aquí para no hacer ver mala
a la familia. ¿Puedes dejar de ser un estorbo en nuestros planes por un
momento? A veces pienso que eres una molestia.

--¿M-molestia? -Repitió Celeste sintiendo su corazón doler.

--Una molestia y nada más que eso. -Repitió Grace. –Mañana tendremos
una comida con los Parker, no quiero que hagas planes por la tarde ni
que seas una distracción de nuevo, ¿Entendido? – Celeste asintió. -Y así
su madre se retiró.

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Celeste salió de su casa desesperadamente y con los ojos llorosos,
quería hablar con alguien, pensó en ir con Noah o Caroline, pero
normalmente no se hablaban por contar sus desgracias, su amistad se
basaba en otros aspectos emocionales. S in embargo se sentía fatal iba
a intentarlo, Noah estaba en su clase de lucha en ese momento asi que
no era opción, Caroline sí que estaba disponible ambas eran muy
cercanas así que la llamo.

--¿Celeste? –Respondió a la llamada.

--Caroline, uhm, ¿C-como estas?

--Bien, decidiendo que par de zapatos comprar para esta semana,


aunque pensándolo bien pediré dos, ¿Buena idea cierto? En fin ¿sucede
algo?

--S-si de hecho quería hablar contigo por eso. Es que… me siento mal,
Caroline, solo quiero llorar. Tuve algunos problemas con mamá y
comenzó a decirme cosas muy hirientes, no tienes idea de lo mal que
me siento. Es solo que… Quería hablar con alguien. –Escucho la risa de
Caroline a través del teléfono.

--¿Realmente ese es tu problema? vamos, solo estas siendo dramática


como siempre. Mama me trata como si no fuera su hija, pero no me la
paso llorando. Es una razón muy tonta, hay personas con problemas
peores y tú lloras porque tu mamá te hablo mal. Solo ve y compra algo
de ropa gasta dinero ve a distraerte. -De repente Celeste se sintió tonta
y avergonzada. Tal vez Caroline tenía razón

--S-sí, tienes razón, sabes eso haré ahora mismo.


25
--Si, claro, nos vemos Celeste.

Colgó la llamada de inmediato, es obvio que no iba a hacer caso, pensó


en que hacer no quería regresar a casa por el momento, reviso la hora
ya eran la nueve y media, solo ha pasado media hora y Jack cantaba por
lo menos una hora así que no lo pensó más y fue donde se encontraba
el pelinegro para escucharlo cantar y ella sentirse bien. Llego al parque
y si ahí estaba Jack quería pasar al frente, pero recordó que había
llorado y no quería que la vieran así que solo se sentó en una banca a lo
lejos.

Jack termino de cantar, guardo su guitarra cuando a lo lejos vio a


Celeste dudo en acercarse, temía ser rechazado como lo hicieron sus
amigos aquella vez en el restaurante, no eran amigos ¿Qué podía
decirle?

…..

--Sabes, cuando comencé a cantar esta noche no estabas aquí.

Celeste se sorprendió al escuchar la voz de Jack

--¿A-ahora nos reclamaremos el uno al otro? -pregunto la rubia. -Jack


suspiro y tomo asiento cerca de ella.

--Bueno, como me has reclamado como rabietas por no venir el sábado


supuse que debía hacer lo mismo.

--Y-yo no hice rabietas.

Jack rio, --Como digas. –Jack noto los ojos rojos de Celeste y le
pregunto.
26
--¿Estas bien?

--Si estoy muy bien. –Dijo celeste.

--Supongo que eso explica las lágrimas de tus ojos, pero está bien hay
problemas que no se suelen contar.

Ella en ese momento supuso que en realidad si quería contarle.

--En realidad… -Jack la vio con atención. – Mi madre me dijo algunas


cosas hirientes hoy y bueno, es tonto porque hay personas con muchos
más problemas que yo incluso peores, sé que soy una dramática, que
no debería quejarme, pero es que enserio me dolió.

-No estas exagerando, fue algo que te lastimo y tienes derecho a ponerte
triste, que otros tengan problemas peores no minimizan los tuyos, a
menos que eso te haga sentir mejor. –Dijo Jack.

--¿D-de verdad lo crees?

Jack asintió. –Por supuesto, aunque bueno…. Solo es la opinión de un


mesero que no sabe hacer su trabajo.

Celeste recordó lo que había pasado. –T-te dije que que no lo decía
enserio. Es solo que si no decía nada Noah se iba a poner peor.

Jack sonrío, por alguna razón sentía que Celeste lo decía con sinceridad.
–Con un ‘‘lo siento’’ estaba bien.

Celeste frunció las cejas. –Yo no pido perdón a los demás, mamá dice
que eso me hace inferior.

27
Jack nunca había escuchado algo como eso. Tenía curiosidad de cómo
era en realidad Celeste.

--Ya veo. -Dijo Jack. –Entonces… ¿En otros restaurantes eres igual a tus
amigos?

--A veces lo soy, pero es que en verdad no hacen bien su trabajo,


después de todo siguen siendo las clases bajas y mamá dice que así
deben ser las cosas.

En ese momento Jack se preguntó qué clase de educación había llevado


Celeste y no solo ellas si no las demás personas que son como ella.

--¿Alguna vez has escuchado sobre la empatía? –Celeste se vio


confundida. –Ponerte en el lugar del prójimo. Dime si algún familiar tuyo
trabajara de mesero. ¿Te gustaría que lo trataran de la manera en la que
tú lo haces?

--Supongo que no. -dijo Celeste. –Agh, de todos modos ¿Por qué mi
familia tendría que rebajarse a trabajar algo así? No entiendo.

Celeste lo dijo con naturalidad, sin darse cuenta de que Jack se había
sentido sumamente ofendido.

De inmediato Jack se levantó de la banca. –¿Te olvidaste de que soy


mesero, o simplemente no te importa menospreciar mi trabajo? Debo
irme, sabes, mañana debo volver a mi lugar en el mundo donde merezco
ser tratado así mal solo por no tener dinero, pero gracias por hacérmelo
saber.

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Celeste se levantó de prisa y lo tomo del brazo. –No, no era mi intención
decirlo de esa manera, ni hacerte sentir mal.

--¿Ah no?

--Miller negó rápidamente. –No, de verdad, solo no pensé en lo que


decía, no lo tomes así.

--¿Entonces cómo debo tomarlo? –Pregunto enfadado.

--P-pero no me grites. –Pidió bajando la mirada.

--Olvídalo, de todos modos, debo irme. –Dijo suspirando

Celeste se sintió mal, pensando si hizo sentir mal a Jack como su madre
a ella. –Yo…. L-lo sien…

--¿Vas a decir algo? Insistió Jack disfrutando ver a aquella niña mimada
costarle pedir una disculpa.

En ese momento Celeste recordó la vez que pidió disculpas a un


barrendero porque choco con él y su madre la regaño, diciéndole que
no debería hacer eso con personas que no son de su nivel, ahí se
cuestionó ¿En verdad estaba bien lo que su madre le había enseñado?
Porque de alguna manera sentía que en realidad no estaba bien.

--L-lo siento –Susurro Miller, apartando la mirada

--¿Qué dijiste? No escuche nada. –Dijo ja escondiendo su sonrisa.

--¡Dije que lo siento!, lo siento por haber dicho eso, no me di cuenta de


que te ofendían.

29
--Está bien, de todos modos, estoy acostumbrado a que me traten así,
pero eres la primera que se disculpa así que te felicito, eres, en parte,
una buena persona.

--¿En serio? -pregunto de manera emocionada se sentía bien al


escuchar eso.

--Jack la vio por unos segundos, y con una sonrisa respondió. –En serio.
-Se vieron por unos segundos el uno al otro, sin decir nada. Pero de
alguna manera sintiéndose más cercanos.

….
Otra noche más ahí estaba Jack cantando y si también estaba Celeste
ahí, de laguna manera los dos se hicieron muy cercanos, Jack termino
de cantar la última canción las personas le dejaron dinero en el estuche
y Celeste se acercó y le dijo.

--Quiero escuchar otra vez Whit you – Dijo Celeste. -Así que cántala de
nuevo.

--Jack alzo una ceja. –¿Por… - murmuro esperando que Celeste dijera
por favor?

--Sin embargo, Celeste ladeo la cabeza sin entender. –Porque quiero,


obviamente.

--Si me vas a pedir algo debes hacerlo bien, ¿No te enseñaron eso?

A Celeste nunca le habían reclamado algo como eso así que no, no
sabía.

30
--Siempre que pido algo que quiero me lo dan, ¿Por qué tú no puedes
ser así? -reclamo.

--Porque yo no soy como los que conoces, ¿O sí?, de todas formas, no


deberías ser así con tus amigos o conocidos.

- ¿Somos amigos? Bueno mis amigos siempre me dan lo que quiero así
que se un buen amigo.

--¿A si? Pues mis amigos reciben un golpe si comienzan a querer darme
órdenes.

--Celeste frunció las cejas al notar que no consiguió lo que quería. –


¡Entonces no somos amigos! De todos modos, no quería ser tu amiga.

Jack se preguntó si dijo la verdad, o solo era parte de su escena


dramática, pero, de cualquier manera, sintió un poco de decepción.

--Como sea. -Respondió Jack dando la vuelta para irse.

--¡Bien! -Respondió Celeste dando la vuelta para irse a su casa

CAPITULO 4
Una noche de sábado, Celeste decidió salir de casa, recordó que los
sábados Jack no trabaja así que no lo iba ver así que tuvo que buscar
otra cosa por, hacer hasta que recordó que antes había visto un
hermoso suéter color pastel en una tienda del centro de california, no
dudo en que se agotaría rápido así que llamo a Noah para que la
acompañara.

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--Un sábado en la noche, deberíamos estar en una fiesta o club. –Dijo
Noah caminando al lado de Celeste. – Pero acepto cambiar los planes
solo porque eres tú.

--Es cierto, sé que odias salir a caminar en la noche.

--No hay problema, el guardaespaldas viene con nosotros por si no


puedo protegerte de algo, así que estaremos bien.

Por otro lado, Jack estaba trabajando, limpiando las calles en el centro
de California ahí estaba el limpiando una malteada de fresa que un niño
rego y no le importo a la madre de aquel niño si a Jack le iba a costar
limpiar eso pasaron los minutos y logro limpiar el líquido dulce. Empezó
a caminar empujando el carrito donde llevaba los utensilios de limpieza,
el anunció de una tienda le llamo la atención, o más bien la persona que
posaba el anuncio.

Era Celeste en la portada de aquel anuncio, posando con delicadeza, y


sosteniendo un producto, leyó el nombre de la tienda ‘‘ Beauty sense’’
una tienda que a la vista se veía muy cara. Jack analizo todo y se dio
cuenta de porque Celeste se comportaba como una niña mimada y
caprichosa; podía asegurar que todo eso había sido toda su vida.

De cierta manera se dio cuenta de lo diferentes que eran el, teniendo


mil trabajos a sus veinte años y Celeste quien seguramente había tenido
todo desde muy pequeña, ahora modelo de su propia tienda. Ambos
muy diferentes ¿Cómo es que llegaron a conocerse o siquiera hablar?

Vio su reloj y se dio cuenta que casi eran las doce, solo faltaban una
hora y se podía ir, a lo lejos observo a Celeste con su amigo quienes
32
veían las tiendas, le restó importancia, porque sabía que cuando Celeste
estaba con sus amigos no quería hablarle. Y así era.

Sintió como empujaron el carrito de limpieza con brusquedad, y se dio


cuenta que un hombre de traje había chocado con su carrito y se
manchó con su bebida pegajosa.

--¿Acaso no te das cuenta donde pones tus cosas, pordiosero?

Jack sabía que no era su culpa ya que aquel hombre había chocado por
sí solo no le dijo nada porque sabía que si lo hacía se metería en
problemas así que solo dio una reverencia como disculpa.

--¿No dirás nada imbécil? –Pregunto el hombre y eso solo ocasiono que
Jack se enfadara con aquel insulto. –Podría pagar para que te despidan.

--Entonces con tanto dinero no le costara comprarse otra playera por el


accidente que usted mismo ocasiono por andar distraído. Respondió
Jack sin aguantarse.

Eso había enfurecido al hombre así que arrojo su bebida al suelo


ensuciando una gran cantidad del piso y los vidrios donde estaba el
anuncio de celeste. Al ver el desastre Jack supo que no podría ir a casa
rápido ya que la bebida era muy difícil de quitar.

--Eso pasa cuando alguien como tu quiere sentirse a mi nivel. ¿Qué


esperas conserje? Límpialo ahora.

Celeste quien caminaba con Noah, había visto a Jack recogiendo basura
y al poco tiempo al acercarse, vio como parecía discutir con un
empresario.

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Celeste no resistió al ver a Jack discutir con aquel hombre, pero no
podía ir a defenderlo ya que estaba con Noah y tenía miedo de que este
le digiera a su madre que defendió a un conserje, entonces se le ocurrió
hacer otra cosa para ayudar a Jack para no levantar sospechas.

Jack estaba a punto de limpiar, bajo la mirada burlona del hombre que
quería humillarlo.

--¡Oiga! ¿Quién se cree que es?

--Vete de aquí niña.

--Mire lo que ha hecho a mi tienda y sobre todo a mi rostro en el anuncio.

--¿Eres la hija de los Miller? –Celeste asintió. --¿Y qué crees que harás?
Solo eres una niña.

Al escuchar eso Celeste se enfadó.

--¡Noah!

Noah volteo, no sabía lo que pasaba, pero sí que habían molestado a su


amiga así que corrió rápidamente a ella.

--¿Sucede algo?

--Ese hombre arruino mi rostro en el anuncio de mi tienda y esa foto era


mi favorita.

Jack quería reír ante los gestos que, hacia Celeste, pero no sabía si en
verdad lo estaba haciendo por la foto o solo para ayudarle de cualquier
manera lo había ayudado con aquel hombre.

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Noah ya estaba acostumbrado a los caprichos de su amiga, miro al
hombre con un gesto amenazaste.

--¿Quién te crees para hacer eso? Limpia todo ahora si no quieres que
te obligue por las malas.

El hombre de traje sonrió nervioso, viendo como el guardaespaldas se


acercaba. –N-no se preocupen el conserje lo hará

--¡No! Quiero que lo limpie el, me llamo idiota y también insulto a un


amigo.

Jack escucho eso y alzo la mirada, Celeste lo vio por unos segundos y
supo que lo había defendido a lo llamo amigo y lo había ayudado.

--P-pero.

--Quiero que lo limpie todo ahora. –Exigió Celeste.

--¿No escuchaste? Limpia todo ahora si no quieres que yo te ponga en


tu lugar. -dijo Noah.

Enfadado el hombre tomo el carrito y empezó a limpiar. Jack enserio se


había sentido bien quería agradecerle a Celeste incluso a su amigo al
parecer Noah, aun así, lo había insultado en el restaurante.

Noah chasqueo los dedos para que su guardaespaldas se acercara. –


Asegúrate de que limpie todo. Y tú el conserje.

Jack bajo un poco la mirada para nos ser reconocido pues sabía que el
amigo de Celeste no sabía que era el mesero con quien había discutido.

--¿Sí? -respondió Jack

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--Puedes ir a trabajar a otro lado, no quiero que este tipo te dejo todo lo
que debería hacer el.

….
--Estoy exhausto -Murmuro Noah dando un bostezo. –Oh ahí viene el
chofer, vamos.

Celeste no quería regresar a casa y entonces recordó que vio una de


sus cafeterías favoritas abierta no muy lejos.

--De hecho, regresare para comprar un café, puedes adelantarte si


quieres yo llamare a mi chofer después.

--¿Segura? Ya es noche ¿No quieres que te acompañe?

--Ya estas muy cansado, mejor te hablo mañana, de todos modos, tu


guardaespaldas sigue aquí, lo llamare si algo pasa, no te preocupes ya
soy grande.

--Eso dices ahora, pero pareces un bebe, como sea avísame cuando
llegues a casa.

--Lo hare. – dijo celeste.

Tiempo después salía de la cafetería con un café y un croissant de


chocolate, definitivamente ella no iba a comer pues tenía que adelgazar
como su madre le había pedido, pero a su padre seguro le gustaría.
Luego se sorprendió al ver a Jack barriendo dudaba en acercarse, pero
no había nadie así que no había problema ya que nadie la vería.

--C-creí que los sábados no trabajabas.

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--¿Qué ases aquí? -Dijo Jack. – Creí que ya habías ido a casa, ¿No es
muy tarde para pasear?

--No quería estar en casa. -Dijo Celeste tomando asiento en una banca.

Jack dubitativo, hiso lo mismo y se sentó en la misma banca, ambos


nerviosos, pero sintiendo la presencia del contrario.

--No respondiste mi pregunta, ¿Mentiste cuando dijiste que no


trabajabas los sábados?

--Yo no sé mentir, claro que no mentí, tuve que cubrir a un amigo este
sábado eso es todo.

--Oh, entonces ¿También trabajas aquí? –Jack asintió. --¿Y qué es lo


que haces?

--Básicamente recoger la basura que las personas y niños dejan tirado


a propósito. A veces creo que no saben leer los tantos letreros de “no
tirar basura”

Celeste rio –Bueno, tal vez piensan, que no es su obligación, piensan


que hay alguien más tiene la obligación de juntar basura así que no
deben ensuciarse las manos

Celeste lo había dicho por experiencia propia, pues sus amigos le habían
dicho eso y sabía que muchos pensaban eso, pero cuando vio a Jack
mirarle con inconformidad se exaltó.

--Oh, ¿Dije algo malo de nuevo? ¿Qué fue lo que dije? Yo no quería
ofenderte, de verdad yo…

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--Oye tranquila, no hiciste nada malo, solo pensaba en lo que dijiste, no
es tu culpa que las personas piensen de esa manera, pero no somos
esclavos y es lo que deberían dejar de pensar.

Celeste asintió y pensó en que Jack tenía razón y que dejaría de pensar
así, y así mismo cambio el tema.

--¡Entonces simplemente soportas que te traten así? -Pregunto Celeste

--Hasta ahora funciona bien, por eso no me han despedido. Eso es lo


que me toca, y así se quedara, pero hoy debo agradecerte.

--¿A mí?

--Por haberme ayudado con ese tipo.

--Siento haber fingido que lo hacía por mi tienda, pero Noah estaba ahí.

--Está bien, lo supuse desde antes, pero gracias por haber ayudado a un
amigo.

--Bueno, realmente no quería que sufrieras, al saber que alguien como


yo no era tu amiga, así que te acepto como amigo. –Bromeo Celeste.

--Jack, rio a carcajadas. -Por supuesto, moría de ganas por ser tu amigo,
gracias, Celeste Miller de los anuncios de la tienda.

Al escuchar su apellido de los labios de Jack, se dio cuenta que ella no


sabía los de él.

--Ahora que sabes mi nombre completo, ¿Me dirás tu apellido?

Jack se lo iba a decir, pero decidió jugar un rato con Celeste.

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--¿Lo quieres saber? No te lo voy a decir.

--Bien, de todos modos, no quería saberlo.

--En fin, debería felicitarte por la escena que hiciste con aquel señor.

Celeste sonrió, olvidando su enojo. --¿En serio?

--Si, creo que ha estado bien esa rabieta, berrinchitos.

Las mejillas de Celeste se tornaron rojas, por aquel apodo. --


¿Berrinchitos? ¡Yo no hago berrinches!

--Claro que sí, estas haciendo uno ahora mismo. Aunque pensándolo
bien, pucheritos te queda mejor

Ella iba a quejarse de nuevo, pero escucho el estómago de Jack hacer


ruido supuso que Jack aún no había comido.

--¿Tienes hambre?

--No, comeré algo cuando llegue a casa.

Celeste no se convenció mucho de lo que Jack le respondió así que


tomo la bolsa en las que tenía el café y se las dio a Jack quien miro
confundido aquel objeto

--¿Qué es eso?

--Es un café y un croissant de chocolate, probablemente no sea lo mejor,


pero te calamara el hambre mientras llegas.

--No debes molestarte, te dije que estoy bien no quiero molestar

--Prefiero dártelo a ti

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Finalmente, Jack acepto. –Gracias berrinchitos

Estuvieron conversando por un rato más, Jack le dio un pedazo del


croissant a Celeste ella no lo quiso recibir por lo de su peso, pero Jack
la hiso sentir bien al decirle que no debía bajar mas porque ya estaba
perfecta, luego de eso Celeste se ofreció llevar a Jack a su casa, él se
opuso, pero ya era muy tarde así que tuvo que aceptar.

--¿Aquí vives? ¿Cuál de todos estos edificios son tuyos?

-- Jack rio. –Que graciosa eres, ninguno, es la ventanilla de allá. -Señalo.


–Es donde está el piso del departamento.

--Oh, bueno es lindo.

--Gracias por traerme y bueno, prácticamente por todo lo que hiciste


hoy.

--No hay problema, somos amigos. –Aseguro Celeste.

--Claro. –Respondió Jack con una sonrisa.

--Señorita Miller, debemos irnos.

Jack bajo del auto y en ese momento recordó algo.

--Wilson. –dijo de repente.

Celeste se confundió. --¿Qué?

--Mi apellido es Wilson, Jack Wilson es mi nombre

Celeste sonrió, al fin pudo saber su nombre completo. –Bueno, nos


vemos mañana en el parque, Jack Wilson.

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--Ahí estaré, nos vemos mañana, berrinchitos.

Se despidieron, Jack vio el auto irse de ahí, fue cuando se le formo una
sonrisa, asimilo el gran día que había tenido incluso si no había tenido
su día de descanso.

CAPUTULO 5

--Todo estuvo delicioso.

--Contratamos todo un banquete para esta ocasión. –Hablo Grace con


una sonrisa. –Qué bueno que lo disfrutaran.

Amelia Davis y Patrick Davis, eran los invitados que habían llevado sus
padres a casa. Al parecer van a ser los nuevos socios de la empresa
familiar. Tenían un hijo llamado Tyler Davis, un chico de 23 años buenos
modales y excelente porte, Celeste podría asegurar que era un chico
amable, solo habían intercambiado algunas palabras, pero está bien.

--Su hija es una chica adorable, también es hermosa. –Dijo Amelia

--Es la cara de nuestra marca, obviamente iba a ser hermosa. –Murmuro


Grace.

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--Vaya que sí, ¿No lo crees Jacob? –Pregunto directamente Patrick. –Se
ve como una chica de corazón muy inocente.

Celeste sintió su cuerpo temblar, en realidad quería escuchar a su padre


decir algo bueno de ella, ya que hace mucho que no mostraba afecto
hacia ella.

--Lo sé, siempre lo supe. –respondió apartando la mirada, y aclarando la


garganta.

Eso fue suficiente para Celeste, se sentía bien, talvez su padre no le


mostraba mucho afecto, pero al menos lo la odiaba como su madre
siempre hace.

--Uhm Celeste. –Escucho que llamaron. --¿Sí? –respondió ella. –Me


parece que te has manchado un poco con el pastel. –Susurro Tyler.

En ese momento se sintió sumamente asustada, vio que su madre ya


había visto lo que sucedía y sabía que la regañarían por sus malos
modales después de que los invitados se vallan.

--¿D-de verdad? –Entonces Tyler tomo el mentón de Celeste y le limpio


la mejilla. –Ya está, no es la gran cosa. –Dijo Tyler.

La comida termino, los Davis se despidieron el padre de Celeste fue a


su estudio a revisar algunos papeles como de costumbre. Y fue ahí
cuando la madre de Celeste le hizo una mirada fulminante.

--No creas que se me olvido tu escena en la comida, Celeste Miller


agradece que el hijo de Amelia fue considerado y no te dijo lo tonta que

42
te viste con aquella acción. De todos modos, ya lo arreglé y asistirás con
la señora Hannah para que te oriente en tu comportamiento ¿Está claro?

--Si madre.

….
Y ahí estaba celeste, junto a aquel chico que la hacía sentir bien, los dos
conversaban, tan cómodamente

--Así que Jessica compro un simple bolso Damier Ebene de Luis Vuitton
le dije que era tan común y que la hacía ver tan corriente. Es decir, con
un Hermes pudo haberse visto mejor, ¿No lo crees Jack?

--Por supuesto, es decir todos los días después de limpiar las calles me
pregunto si un Luis Vuitton es mejor que un Hermes. –Ironizo Jack.

La menor recordó que estaba hablando con Jack, entonces la realidad


la golpeo, pero en realidad le gustaba estar con Jack, sería difícil para
ella adaptarse a ese cambio.

--Como sea, si a tu amiga le gusto ese bolso no debiste decirle eso,


Celeste. Debes ser más respetuosa, así te consideraran como una mejor
persona.

Con curiosidad Celeste recordó lo que le había dicho aquel día.

--¡Ah!, ¿Cómo me dijiste aquel día? Pataquia y solidificar.

--¿Empatía y Solidaridad? –Rectifico Jack. –Si, si eso ¿Cómo puedo ser


así? –dijo celeste
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--Solo trata de ser más amable. –¿Eso no me hace ver inferior? –
Pregunto Celeste. –No sé a qué te refieres con lo inferior, Celeste, solo
estamos hablando de un simple respeto hacia los demás. Te aseguro
que seguirás siendo millonaria aun si tratas bien a los demás, es más, si
eres solidario también serás una buena persona además de millonaria.

Celeste sonrió. --¿Qué debo hacer, para ser solidaria?

--Uhm el concepto más común es dar o brindar algo a los demás sin
esperar nada a cambio, puedes intentar eso. –Dijo Jack.

Celeste lo pensó un momento y entonces vio a una chica a lo lejos a


quien podría brindarle ayuda. --Bien, lo intentare.

Jack vio a Celeste acercarse a una chica, temía de lo que fuera a hacer,
pero también tenía curiosidad así que solo observo.

--Hola. –Saludo Celeste a aquella chica, quien la miro con extrañeza. –


Tu maquillaje es corriente y barato, ¿Quieres que te comparta algo de
una mejor marca?

Ofendida, la chica empujo a Celeste y se alejó de ahí sin dar una


respuesta. Celeste frunció las cejas y regreso con Jack.

--No funciona lo que dices Jack, --Dijo volviéndose a sentar.

--Bueno, tal vez porque primero la ofendiste en vez de ofrecerle ayuda


¿no lo crees? Además, que tipo de ayuda es esa.

--Ayuda de belleza, dah, de todos modos, ella me empujo, eso fue


grosero ¿Por qué no dices nada sobre ella?

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--Tal vez fue una grosera, pero estoy hablando de lo que hiciste tu.

En ese momento Celeste se levantó de la banca. –Ya no quiero estar


aquí, llévame a casa ahora.

El pelinegro levanto una ceja. --¿Disculpa?

--Es de noche y me da miedo caminar sola por las calles y bueno si se


me hizo tarde fue por estar contigo, así que llévame a casa.

--Sea como sea, sabes que conmigo no funciona así, si quieres que te
acompañe, debes pedírmelo bien y si no, pues solo espero que no te
rapten camino a casa.

Celeste se asustó ante lo que había dicho Jack. --¿Podrías


acompañarme a casa, Jack? Por favor.

Jack sonrió. –Bien, creo que vamos en los mismos caminos, así que solo
te acompañare hasta que sean calles seguras.

Ambos fueron juntos, acompañándose de la oscuridad de las calles,


hasta que llegaron en unos callejones sin luz de un barrio de mala
muerte.

--Odio estos lugares, normalmente voy por otros caminos, ¿Por qué no
quisiste ir por donde te dije?

--Oye no me disculpes, tú eres la que quiso que la acompañara. No


importa lo que digas, iremos por aquí porque nos dejara cerca de la casa
de ambos, así que deja de quejarte.

--No me gusta que me regañen, no lo hagas. –Dijo Celeste.

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--Tu pediste que te acompañe, así que no te quejes,

--Pues si tanto te molesta caminar conmigo, solo vete. –respondió


Celeste.

--¿A, ¿sí? Qué bueno, así no tengo porque soportar a una niña mimada.

--Pues yo no tengo porque caminar con alguien que no sabe diferenciar


entre un Hermes y un Luis Vuitton.

--¿Eso que significa?

--No lo sé, pero no seré amiga de alguien tan corriente. -de inmediato
Celeste se tapó la boca con las manos al decir eso. –N-no quise…. De
verdad no quería decir.

--Fantástico, gracias por confesar lo que realmente piensas, porque


comenzabas a ser una molestia para mí. -Dijo Jack y se fue de ahí.

Celeste sintió como un pinchazo al escuchar esa palabra la misma que


su madre le había dicho, es que acaso era una molestia le dolió ya que
Jack se estaba volviendo muy importante para ella. Así que supuso que
era mejor dejarlo ir por ahora mientras las cosas se calmaban en verdad
no quería perder a Jack.

….
Después de aquella discusión ellos se volvieron a encontrarse en aquel
parque Celeste le pidió perdón a Jack, porque ella en verdad no quería
decir eso, que actuó por furia, Jack acepto, pues él tampoco había
respondido de la mejor manera se dieron cuenta que su amistad cada

46
vez se hacía más fuerte, Celeste comenzó a ser más amable, bueno sus
gustos por la ropa nunca cambiaron ella en verdad sí que vestía muy
bien aparte de lo gran modelo que es. Jack llevo a Celeste a que
conozca a su madre y con un poco de pena, pero no pena por su madre,
si no, ¿Cómo iba a reaccionar Celeste? Pensó que haría sentir mal a su
madre pues bueno ella no era buena siendo amable, pero lo intentaba.
Se sorprendió mucho al ver que Celeste simpatizo mucho con su madre
incluso empezaba a llegar más seguido a ver a su madre, la relación
entre ellos iba creciendo cada vez más. Hasta que un día Jack le pidió a
Celeste que si podían salir el pensaba que Celeste lo iba a rechazar,
pero no, Celeste en verdad quería Salir con Jack.

Y ahí estaban Jack llevo a Celeste a un estanque de nenúfares, Celeste


se vistió con su ropa de humildad según ella, ya que iban a hacer un
picnic y bueno eso iba a ensuciarla, aunque realmente no era así, Jack
solo reía tras las acciones de Celeste, llevaba consigo, cremas, cambio
de ropa, desinfectante, pero a Jack ya no le sorprendía, todo el tiempo
que había estado pasando con la rubia ya se había acostumbrado a lo
que hacía, tanto ella como él se sentían tan cómodos el uno al otro.

--Entonces tu padre, solía traerte aquí. –Dijo Celeste. -Jack solo asintió.
–Y…. el, ¿Dónde está?

--No te lo había contado pero el falleció por una enfermedad muy rara,
los más doloroso es que el nunca dijo nada, sabiendo de su enfermedad,
desde entonces yo dejé la escuela no pude terminar mi carrera porque
era necesario ayudar a mi madre, pues ya ves ella está enferma. Sueño

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con algún día salir con mi madre e ir a la playa a ella le ha gustado mucho
eso.

--La vida a veces es muy injusta, mira tú tenías a tu padre que te amaba,
sin embargo, el ya no está, pero mi padre…. El solo me aleja, no sé en
qué momento paso, pero el me dejo de demostrar cariño, sé que cometí
errores, pero el simplemente no me perdona y mi madre ella no me
quiere y me lo ha hecho saber, solo puedo decirte una cosa. Tú eres la
persona mas hermosa que he conocido en mi vida, Jack gracias por
tocar tan bien esa guitarra y cantar con esa hermosa voz tuya.

Jack en ese momento se sintió tan bien, ¿Él estaba enamorado de


Celeste? Si, si lo estaba tanto ella como el todo el tiempo qué habían
pasado, los había unido.

Fue así como Jack se acerco a Celeste y se dieron un suave beso en los
labios, los dos se sintieron tan bien ante aquel beso y el resto de tiempo
se dedicaron a abrazarse. Los dos sabían que se amaban, a pesar de las
diferencias entre ambos no les importaba ya que se amaban todo era
perfecto en ese momento los dos solos viendo el sol ponerse, sintiendo
el aire puro pasar por sus rostros hasta que un sonido los interrumpió.
Alguien llamaba a Celeste.

--¿Bueno? Si voy para allá. –Dijo celeste.

--¿Quién era? –pregunto Jack, --Mi madre, perdóname me tengo que ir,
parece que es importante, pero yo luego te llamo, Jack te quiero.

Jack sonrío ante eso, se dieron un beso, la acompaño hasta dejarla en


un lugar seguro y ahí se despidieron.
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Celeste no tenia idea de porque al llegar a su casa había muchas
personas elegantes, lo que le causo mas curiosidad es ver a su madre
acercarse a ella con una sonrisa que no había visto antes.

CAPITULO 6
--Hija, mi cielo estas aquí, rápido ven necesito que hablemos.

--¿Qué pasa? ¿Por qué hay muchas personas?

--De eso precisamente quería hablar, mi niña, Celeste se que no he sido


la mejor madre, que te he tratado mal, y no me había dado cuenta de lo
valiosa que eres, y como siempre te he oído decir de lo mucho que
ansiabas casarte con un chico encantador pues yo pensé, que mejor
candidato que Tyler, tan educado, guapo, de nuestro mismo nivel social
hijo de una de las familias más prestigiadas de California, se que no
desaprovecharas esta oportunidad.

Era verdad Celeste antes había dicho que siempre se quiso casar con
alguien de su mismo nivel, alguien con mucho prestigio, pero eso había
cambiado al conocer a Jack.

--Pero mama, yo no me siento preparada.

--Créeme que lo estas, tome esta decisión pensando en ti, sé que eres
madura y capaz. Tyler y tu unirán el poder de dos empresas y llevaran
el apellido en lo alto, ¿No es lo que siempre quisiste?

--Si….

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--Cariño sé que es difícil, pero veras que todo estará bien, con el tiempo
veras que es lo mejor. Es tu decisión, pero quiero que sepas que en este
momento siento que no puedo estar mas orgullosa de tener una hija
como tú, a comparación de Valeria tu si vas a apoyar a la familia, Celeste,
me di cuenta de que eres la mejor hija que pude haber tenido.

--¿E-enserio? –Celeste de verdad se sentía bien al saber que por fin su


madre le dice eso, si ella aceptaba comprometerse, entonces su madre
siempre seria así de buena, pero y ¿Jack?, que haría con él, todavía no
lo sabía, pero si sabía que tenía que pedirle perdón.

--Si mi vida. -dijo Grace. –Esta bien. –Respondió Celeste

Celeste se arregló con el mejor vestuario que tenia su maquillaje


quedaba perfecto con ella luego se sorprendió que al bajar a la gran
fiesta sus amigos estuvieran ahí, claramente sus amigos no tenían idea
de nada, también se llevó otra sorpresa al ver a su hermana mayor, ella
finalmente regreso después de tantos años de vivir en Europa.

--Hola, ¿Cómo estás? Te extrañe mucho Celeste. –Celeste solo la


abrazo. –Ouuu te quiero hermanita, solo vine por ti mas no por mi madre
ya sabes la relación de nosotras dos no es muy buena. Espero que estes
haciendo esto por tu voluntad, si no lo estas solo dímelo yo te ayudare.

--No te preocupes, estoy mas que bien tranquila me alegra verte acá de
nuevo.

Después de que Jack dejara a Celeste, Nicol lo llamo para pedirle de


favor que si la pudiera acompañar a una fiesta en donde ella era una de
las ayudantes para servir a el vino y bueno así el ayudaba y ganaba
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dinero, le pareció una fiesta muy prestigiada pero bueno a el eso no le
importaba mucho, hasta que escucho que se trataba de una pedida de
mano, lo que lo destrozo fue ver a de quien era ese compromiso.

--Atención, primero quiero agradecerles a todos por venir, supongo que


quieren saber la razón de porque esta fiesta. Bueno me complace
anunciarles ante ustedes el compromiso de Celeste Miller y su futuro
esposo Tyler Davis.

Cuando el anuncio termino el padre de Celeste se le acercó y le dijo


que, si esta era su decisión, pues la respetaría, él tenía que irse en ese
momento por algunos asuntos solo le dijo que la quería, le dijo que el
arreglara todo que volverá pronto y así fue como el señor Miller se tuvo
que ir.

Celeste se acerco a Tyler este a ella los dos se vieron

--¿Esta lista?

--¿Por qué tu no pareces sorprendido?

--Llevo toda mi vida mentalizando esto, mis padres de alguna forma ya


me habían dado a entender que esto pasaría en cualquier momento,
después de todo los dos sabemos que esto es por conveniencia.

--Esta bien, solo hazlo.

Tyler se arrodillo mientras decía las palabras del compromiso, Celeste


trataba de controlar sus nervios.

--Así que Celeste Miller, ¿Me concederías el honor de casarte conmigo?

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Celeste vio por ultima vez a su madre, esta la vio con una sonrisa y de
inmediato, sabía lo que debía hacer.

Después de que ella aceptara, se dirigió a la mesa en la que estaría con


Tyler ambos tomaron asiento lo que paralizo a Celeste fue ver a Jack
ahí.

--¿Jack, que pasa? –pregunto Nicole

--¿Pasa? Pasa que la chica que está ahí es la persona a quien amo, y
hoy precisamente se esta comprometiendo con alguien más, sabes que,
espera, necesito hablar con ella, necesito aclarar las cosas.

--No, no, Jack, no puedes hacer eso, estas personas te pueden destruir
si lo haces, piensa en tu madre.

--Entonces ayúdame, ayúdame a poder si quiera hablar con ella, solo


unos minutos.

--Esta bien, lleva estas copas a su mesa trata de hacer algo para que
puedan salir, Jack no hagas nada grande, ¡por favor!

Así fue como Jack, llego a la mesa de Celeste esta quedo paralizada,
pero tomo la mano de Jack para indicarle donde podían hablar. Tyler no
le tomo mucha importancia, pues a él no le importaba casi nada.

--Jack, déjame explicarte las cosas. --¿Qué me vas a explicar? ¿eh?


Celeste si solo querías jugar conmigo porque no solo lo dijiste desde el
principio, ¿Por qué me enamoraste?

--¡Escúchame! Jack, yo te amo, enserio que lo hago, pero no pude, no


pude mi madre se porto muy bien conmigo, me pidió perdón me hiso
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sentir bien, lo siento, pero si comprometerme hace que mi madre se
sienta orgullosa de mí. lo hare.

--Claro, como se me pudo olvidar Celeste Miller solo puede estar con
los de su clase, gracias, Celeste, gracias por demostrarme que debería
ubicar mi lugar.

--Te amo Jack, jamás mentí en eso, te amo desde que te conocí, pero
en verdad, lo siento.

--Celeste yo no se si me amas o no. Porque tus acciones demuestran lo


contrario y está bien, entiendo que prefieras a alguien más, después de
todo yo solo soy una simple persona, sin tanto dinero, solo te pido una
sola cosa. Por favor, no te vuelvas a acercar a mí, mientras trato de
olvidarte.

Celeste vio a la persona que tanto amaba irse, quería ir y detenerlo, pero
no podía ¿En verdad estaba habiendo lo correcto? Se sentía confundida
y con un gran dolor, no había vuelta atrás, ella ya había tomado la
decisión.

….
Desde aquella noche ellos no habían vuelto a verse, Celeste estaba con
los preparativos para su boda, habían ya pasado 3 meses desde la
pedida de mano solo faltaba una semana para la gran boda de Celeste
y Tyler.

Mientras iban de camino a almorzar a algún restaurante muy caro


Celeste y Noah hablaban, Noah siempre a sido el mejor amigo de

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Celeste pues como no la iba a acompañar en todo esto. Los dos estaban
en la camioneta cuando de repente Celeste vio alguien, más bien a Jack
salir del aquel restaurante, lo que vio solo la asusto e inmediatamente
pidió al chofer, parar el coche.

Jack estaba ahí en su puesto de trabajo de restaurante con sus amigos


ya desde muy temprano. También estaba agotado, no paraba de
trabajar, afortunadamente su madre ha estado mejorando mucho, casi
se cura del cáncer, no se puede decir mucho de Jack ya que este no se
ha estado alimentando bien eso solo ocasiono algo malo en su salud.

--Oye ¿Jack? ¿Estas bien? –Pregunto Nicole una muy buena amiga de
Jack que trabajaba ahí igual que el

--Si, si, si lo estoy gracias por preguntar, no te preocupes.

--Eso espero, Jack debes alimentarte bien, te veo muy pálido y delgado,
por favor no te presiones tanto. --El solo asintió y le dio un abrazo.

Salió del restaurante, para respirar un poco mejor, se sentía mareado,


cuando de repente se le nublaron los ojos y perdió el conocimiento.

--¡Detén el auto! –Exclamo Celeste.

--Oye, ¿Qué sucede? –Pregunto Noah al ver a su amiga alterarse de esa


manera.

Celeste no respondió, solo bajo del auto y fue corriendo en dirección a


Jack que estaba siendo sostenido por una chica y otro chico mas

--¿Quién eres tú? –Pregunto Nicole

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--No tengo la obligación de responderte.

--Debemos llamara a la ambulancia. –Dijo Michael otro de los amigos de


Jack

--No te preocupes yo me encargare de él. Yo lo llevare al hospital

Los dos chicos se vieron con inseguridad --¿Cómo sabemos qué harás
eso?

--Y-yo conozco a Jack. –Dijo pronunciando el nombre para que le


creyeran.

--¿Qué? ¿Tu conoces a este sujeto? –Pregunto Noah, acercándose al


lugar.

--Si yo lo conozco es alguien sumamente importante para mí luego te


explico Noah.

Celeste se llevó a Jack al hospital, el doctor dijo que tenia el nivel de las
defensas muy bajas le hacían falta vitaminas. Mientras estaba en la gran
habitación la puerta se abrió, era Noah.

--Y bueno, me vas a contar que sucede. Porque yo no entiendo nada.

Celeste suspiro, no le iba a mentir a Noah, así que decidió decir la


verdad, la verdad sobre su familia y Jack, cuando termino de contar todo
hubo un gran silencio.

--¿Por qué no me dijiste lo que paso esa noche? Debí estar en ese
momento y ayudarte. –Hablo con tristeza Noah

--No, no llores Noah, siempre estuviste para mi

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--Eso no es cierto. Jack estuvo contigo. Celeste como alguien de mi
clase, no me agrada que te integres con ese tipo de personas. Pero
como tu mejor amigo estaré contigo en todo momento y apoyare lo que
decidas, con respecto a lo de tu madre, Celeste piensa bien antes de
casarte, si tus amas a Jack no debes dejarlo ir, tu madre no tiene porque
obligarte, no te dejes manipular, estoy seguro de que si rompes el
compromiso a Tyler no le importaría después de todo él es una buena
persona.

Celeste le dio un abrazo a Noah, después de lo que dijo se puso a pensar


que en realidad su madre si la había estado manipulando. Y si rompía el
compromiso requería de enfrentarla, después de casi perder a Jack no
estaba dispuesta a hacerlo de nuevo, ella sin duda tenia que terminar su
compromiso y enfrentar lo que pueda

Jack abrió los ojos. --¿Dónde estoy?

--En el hospital. –dijo Celeste.

--¿El hospital? No, no, no yo no tengo dinero para pagar esto.

--Oye tranquilo, todo está arreglado yo lo pague, solo descansa.

--¿Y Nicole? ¿Dónde está?

Celeste frunció las cejas, ¿Quién era Nicole? Se sentía celosa de que
Jack preguntase por aquella chica.

--¿Quién es Nicole? Porque yo solo te encontré en brazos de una chica


y otro chico, amenos que sea aquella chica.

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--Si, si es ella me podrías prestar tu teléfono por favor, solo para llamarla,
seguro estaba muy preocupada.

Celeste le dio su teléfono Jack llamo a su amiga le indico que estaba


bien y que le avisara a Michael luego de eso corto la llamada y dirigió su
mirada en Celeste, donde noto como se le veía la cara de celosa quiso
reír ante eso así que solo le pregunto.

--¿Acaso estas Celosa?

--¿Quién, yo? No, no claro que no, como crees, solo me preguntaba
porque eres tan apegado a ella.

--Nicole es mi amiga, la conocí hace 2 años desde entonces somos


buenos amigos.

--Ya veo, Jack yo… preocupe demasiado al verte tirado ahí, pensé que
te perdería.

--¿No ha pasado ya?

--No, porque te amo, y sé que tú también me amas, perdóname, Jack

--Celeste yo no tengo nada que perdonarte, entiendo que lo haces por


sentir el afecto de tu madre, pero está mal que la complazcas, ¿Dónde
queda tu felicidad?

--Lo sé, lo sé todos estos meses, créeme que he pensado mucho en eso
hasta hoy que te volví a ver después de mucho tiempo, Noah hablo
conmigo y me hizo ver que lo que estaba haciendo está mal. Así que
tome la decisión de terminar con el compromiso hoy mismo.

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--¿Qué? ¿Estás segura de que quieres hacerlo? ¿Estas dispuesta a
terminar todo por mí?

--Lo estoy, yo te amo Jack, y no estoy dispuesta ha cometer otro error


en mi vida, voy a enfrentar a mi madre para estar contigo.

Jack no podía creer lo que Celeste le estaba diciendo, pero confiaría en


ella, los dos se amaban, no quedaba de otra que luchar por su amor.

….

Celeste estaba por entrar a su casa decidida a confrontar a su madre,


no importaba que, ella tenia que terminar ese compromiso esa misma
noche.

--¿QUÉ, QUIERES HACER QUE? ¿TE HAS VUELTO LOCA?

--No, no lo estoy, solo estoy enamorada de un chico increíble, y no es


Tyler, por favor mama entiéndeme, no me quiero casar con alguien a
quien no amo.

--No cabe duda de que eres una decepción, eres la burla de la familia,
mira que dejar a Tyler por alguien tan miserable, ¿Es que acaso, no
tienes cerebro?

--Mamá por favor solo te pido que me entiendas, eso es todo.

--No, no y no, tú te vas a casar porque yo lo digo y te aguantas.

--Eso no va a pasar. –Una voz se escuchó a lo lejos. Era su padre

--¿Jacob? ¿Qué haces aquí?

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--¿Por qué te sorprende? Te dije que regresaría para hacerte pagar todo
lo que has hecho.

--¿Y que me vas a hacer? ¿Culparme de “manipulación hacia una niña,


necesitada de afecto”? lamento decírtelo, pero eso no es un delito.

--No, no lo es, pero lo que te voy a decir ahora sí.

--¿A que te refieres?

--Esta vez fue Jacob quien río. ¿Qué? ¿Me creíste tan estúpido? La
información que yo investigue fue más allá de lo que hiciste con tu propia
hija, sabía que algo había mal en el financiamiento de tu empresa y
adivina que encontré. –Tomo su celular para leer la información. –
Fraudes y estafas en cargos indebidos a clientes, incremento de viajes
de gastos de viajes, adulteración de transacciones… Valla, además, de
la evasión de impuestos, sin duda pasaras mucho tiempo en la cárcel,
tu y los involucrados en el fraude.

Por fin habían dejado a Grace sin armas, la habían descubierto y


delatado, ella lo sabía así que dejo de luchar.

La policía comenzó a guiar a Grace hasta la salida, ella camino sin decir
nada, hasta que camino al lado de Celeste y la volteo a ver, está la
miraba con una tristeza y pena.

--Que patética eres. ¿Tanto amor te hacia falta de una madre? Déjame
decirte algo, para mi nunca valiste nada, nunca te quise, pero por lo
menos tus problemas emocionales me sirvieron por un-

No pudo terminar sus palabras porque se la llevaron.

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CAPITULO 7
Después de aquel incidente el padre de celeste le explico el motivo de
su distanciamiento, y es que él pensaba que quizás Celeste era la que
no quería hablar con él, al escuchar esto Celeste de inmediato le dijo
que no era así, que ella siempre quiso hallar la manera de interactuar
con él, los dos estaban muy confundidos pero Jacob le pidió perdón a
Celeste por no haber estado con ella todo ese tiempo, por no defenderla,
por no ser el padre ejemplar que ella quiso, sin embargo para Celeste si
era y es el padre ejemplar, incluso si no le demostró mucho amor, ella
sabía que sus disculpas eran sinceras. Ella ama a su padre ¿Por qué no
perdonarlo? Además de eso Jacob también le conto por qué se fue el
día de la propuesta de compromiso y es que se fue precisamente para
desenmascarar a su madre, para poder deshacer ese tonto compromiso
planeado por Grace.

Por otro lado Jack logro salir del hospital le llevo unas semanas pero
logro salir con la ayuda de Celeste quien le ayudo mucho, la madre de
Jack logro vencer del cáncer ella esta totalmente recuperada, las
noches en las que Jack no dormía, todos las horas de trabajo valieron la
pena su madre por fin pudo salir adelante, el es muy feliz solo faltaba
una sola cosa para poder ser completamente feliz.

El iba muy seguido a la casa de Celeste y bueno ahí estaba hasta que
llego un punto en el que el padre de Celeste pidió hablar con Jack a
solas en su oficina.

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--Siéntate si quieres, aunque no tardare mucho. –Jack asintió y tomo
asiento. --¿Qué planeas para tu futuro?

A Jack le costo unos segundos reaccionar a tal pregunta. --¿Perdone?


A que se refiere exactamente.

--Tus planes, ambiciones y proyectos a largo plazo. De que piensas vivir


si en caso llegas a quedarte con mi hija y no hablo de lo que puedas
ofrecerle, si no de lo que proyectas.

--Señor Miller, sinceramente no he tenido tiempo de pensar en eso pero


y-yo nunca tuve el privilegio de pensar en el estudio o una profesión.

--¿Las razones de eso? Quero suponer que no se trata de simplemente


holgazanería, tal vez no sabias que carrera tomar, eso es un problema
normal y aceptable, o no contabas con presupuesto, malas
calificaciones, tus padres no podían guiarte-

--No, no nada de eso señor Miller. La razón es que mi mamá tiene cáncer
y, dese que tengo 16 años, he tenido que trabajar para pagar sus
tratamientos y mi padre no pudo guiarme ni nada por el estilo, el falleció
cuando yo tenia 17… uhm desde ese entonces he tenido que trabajar
para curar a mi madre.

El señor Miller parecía no haber esperado esa respuesta, pues su rostro


lleno de sorpresa no logro disimularlo.

--Oh, ya veo ¿Hasta que grado llegaste?

--A-apenas termine la preparatoria, uhm, mis posibilidades solo me


dieron para pagar un curso.

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--Bien, esto es lo que tengo para ofrecerte; yo pagare tu educación
universitaria y te daré trabajo en mi empresa para que tengas
experiencia profesional. –Jack abrió los ojos sobradamente, la
perplejidad en su rostro era ostensible. Jacob detuvo sus acciones al
mirar la reacción de Jack --¿Qué?

--¿T-todo eso hará? P-pero yo no tengo idea de lo que es un ámbito más


profesional, y-yo no sirvo para eso.

--¿No sirves para eso? No puedes determinar eso hasta intentarlo, hasta
entonces solo el miedo puede detenerte.

--Supongo que tiene razón, pero aun así yo no tengo la preparación que
otras personas para trabajar en una empresa tan grande como la suya.

--Claramente no aprenderás de la noche a la mañana, llevaras una


capacitación con sueldo antes de adentrarte en un puesto formal. Eso
se hace con todos los egresados que aún desconocen el sistema de
financiamiento de la empresa. El empleado que te capacite te enseñará
lo que necesitas y sabrá el puesto indicado para ti. Ahora, con todo eso
aclarado ¿Vas a aceptar o no?

Contrario a lo que Jacob, no recibió una respuesta y se sorprendió por


solos unos segundos cuando vio que Jack comenzó a llorar.

--Y-yo no se como pagarle, de verdad estoy muy agradecido.

--No debes pagarme solo esfuérzate eso es lo que importa. No estoy


gastando mi dinero lo estoy invirtiendo, he pagado más en una colección

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de ropa de celeste de lo que pagare en tu educación, así que deja de
preocuparte por eso, tienes un futuro por el cual luchar.

La recompensa por su esfuerzo estaba siendo mayor a sus años de


tristeza tal como pensó.

…..
El tiempo paso rápidamente y los días eran cada vez mas fulgurantes,
nos mas días nublados llenos de tristeza. Celeste y Jack se concentraron
en estudiar ya que era lo que mas importaba en ese instante. La madre
de Jack lloro al saber que su hijo volvería a estudiar, se llenaba de
felicidad al saber que su hijo iba a tener el futuro que merecía.

Con respecto a Tyler y su familia, ellos entendieron todo y no tenían


porque obligar a nadie a casarse si no fuera con su consentimiento, Tyler
no quiso despedirse de Celeste así que se hicieron amigos.

Jack llevo a Celeste en aquel estanque de nenúfares los dos estaban


recostados en aquella manta, se sentían muy bien el uno al otro, después
de tanto sufrimiento ellos dos por fin estaban juntos no importando la
clase social ni el dinero ellos se amaban y eso era suficiente. Hasta que
Jack se levantó de repente de aquella manta, mientras sacaba algo de
sus bolsillos, Celeste lo veía con confusión

--¿Qué haces?

--Y-yo quería darte algo. –Decía Jack

--¿De verdad, que es?

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Tímidamente Jack le dio una caja pequeña a Celeste, ella se sorprendió
al ver un collar con el dije de un nenúfar ya que este tiene un significado
especial

--Por el momento esto está a mi alcance… algún día poder comprar


collares para ti con piedras preciosas y seguiré trabajando lo suficiente
para que eso pase.

--Este es el regalo perfecto, ¿Dónde lo compraste? Nunca vi un collar


con el dije de un nenúfar.

--Rasco su nuca nerviosa. –Yo lo ice

--¿Qué? ¿Cómo pudiste hacer algo tan hermoso como este collar?

--Le pedí permiso al dueño de la bisutería en la que trabajaba el me dejo


utilizar sus cosas para hacer el collar. No es de lujo, pero puse todo mi
esfuerzo en el así, que de verdad te gusté y quieras utilizarlo.

--Lo utilizare hasta el ultimo momento que estemos juntos, Jack

--¿Entonces podrías tenerlo por el resto de nuestras vidas?


--Por una entidad.

--¿Aun hace falta formalizar nuestra relación? Porque para mí todo


comenzó desde el momento que decidiste arriesgarlo tanto solo para
estar juntos.

Celeste rio. –Creo que nuestras acciones siempre demostraron que ya


estamos en algo formal

--De todos modos ¿Quieres ser novia de este chico que te ama?

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--Por supuesto que quiero.

Fue así que los dos formalizaron su relación, vivirían su amor como
nunca, los sentimientos del uno al otro eran fuertes, ahora se
concentrarían en tener un futuro comprometedor, Jack y Celeste serian
felices después de tanto dolor, ya nada se interpondría entre su amor.

fin

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