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64 RICARDO NISSEN que reduce la poreién legitima de los herederos del causante; 1649 a 1665, que reconocen al arbitraje para dirimir los conflictos en las cues- tiones patrimoniales de familia; 505 ss., que permiten alos conyuges optar por el régimen patrimonial de separacién de bienes, loque evita- ria la dispersién de las acciones de la sociedad familiar en caso de di- vorcio ofallecimiento; 1358 y eoncordantes, que no reeditan las dispo- siciones que prohiben los contratos entre cényuges, lo que, a juicio de FavteR DUBOIS, permitiré una mayor planificacién dentro de la familia empresaria, con positivas repercusiones en la programacién de la su- cesién patrimonial sobre la empresa familiar’, 8 Cf, FavteR Duwo1s (1), Panorama det derecho comercial en ef nuevo Cixligo Ci wily Comercial de la Nacién, 2014, ps. 36 0 83 © Capiruto IT El contrato de sociedad comercial. Naturaleza de su acto constitutivo y elementos del contrato de sociedad —35— NATURALEZA JURIDICA DBL ACTO CONSTITUTIVO DELA SOCIEDAD Sibien los legisladores de 1973 fueron lo suficientemente claros en 1 Exposicién de Motivos de la ley 19.550 en cuanto a que ésta ha asu- ‘ido ensuart. I’una definida postura en tornoa la naturaleza juridi- ca del acto constitutivo de la sociedad, enrolndose categéricamente nla teoria contractualista, no puede dejar de sefialarse que fue preci- samente a naturaleza y earacteristicasde las compaitias mercantiles, yen especial las sociedades andnimas, las que pusieron en tela de jui- ciel caricter contractual de su acto constitutivo, pues la cireunstan- cia de no existir prestaciones reciprocas o contrapuestas, sino yuxta- puestasy orientadas hacia un fin eomdn, y fundamentalmente el he- cho de que del mero acuerdode voluntades o dela inseripeién registral ‘Jol acto constitutivo pudiera surgir un nuevo sujeto de derecho con porsonalidad juridica independiente a la de sus fundadores y con vida propia en el mundo de los negocios, fueron todos elementos que Hleva- ron a muchos autores a considerar a la sociedad como producto de un. jaturaleza compleja que presentaba notorias eirreconciliables diferencias con el tradicional concepto del contrato. Procisamente, la observacién de la realidad en materia socictaria jlovéamuchos estudiososa sostenerla crisisdeladoctrina contractual jpara explicar el fendmeno del acto constitutivo de la sociedad desde ‘otras perspectivas, elabordindose de tal modo la doctrina del acto colec- actod 66 RICARDO NISSEN tivo o del acto complejo, cuyos desarrollos exceden el mareo de la pre- sente exposicién. De entre todas esas doctrinas, la que mayor predica- mento obtuvo fue la teoria de la institucién, nacida dentro del derecho publico, pero adaptada al negocio soeietario, y la cual, a diferencia de latesis contractualista que pone el énfasis en la soberania de la volun- tad de losintegrantes de la sociedad y en el prineipio mayoritario como forma deadoptar resoluciones sociales, ctorga preeminencia al interés “de la empresa” por sobre el interés de los socios o accionistas, interés corporativo que todos los integrantes de la sociedad deben respetar y alcual deben subordinarse. Nuestra legislacion societaria, teniendo en cuenta fundamental mente que la adaptaciin de la teoria dela institucién del negocio socie- tariocondujo en otras legislaciones a la subordinacién del empresario alas directivas de gobiernos totalitarios, se enrolé sin reservas en la teoria contractualista para explicarel acto constitutivo de la sociedad, entendiendo que las diferencias que pueden existir entre la sociedad con los eontratos de eambio, con prestaciones contrapuestas de las par- tes, no justifican de manera alguna el abandono de las nociones clasi- casdel eontrato, Recordemos al respecto que, tratiindose de sociedades dedicadas a la actividad civil, ellas fueron tratadas por el hoy deroga~ do Cédigo Civil, como un contrato, yninguna disposicién de dichoorde- namiento inelufa norma alguna que ponga en diseusién esa naturale- zajuridica, Se trata, la sociedad, y esto vale para cualquier ente societario, de un contrato de organizacién creado por el legislador como medio de concentrar capitales para la realizacion de una actividad de caracter econémico y a través del cual sus otorgantes disponen de un complejo de normas estructurales y funcionales destinadas a regular perma- nentemente las relaciones emergentes del negocio juridico constitut vo, Por ello, la opinion predominante dentro de a doctrina nacional y extranjera es que el negocio juridico por euya virtud se crea una socie- dad es un contrato plurilateral de organizacién. 1 Saranowsny, Bstudliow de de cho comercial, 1968, t1, p. 156. Curso de derecho societario 67 Sin embargo, y no obstante las categéricas definiciones de los legis- ladores en la Exposicién de Motivos dela ley 19.550 en torno al eardc- tor eortraetual del acto constitutive de la sociedad, dicho ordens- rmiente consagra, bien que aisladamente, algunas soluciones propias deunaconcepeién institucionalista del conceptode sociedad, como por ejemplo, el eardcter restrictivo de las medidas cautelares sobre el fun- cionamiento del ente (art. 114), los brevisimos plazos para la promo- cidn deacciones judiciales de nulidad contra las decisiones del érgano de goberno de la entidad (art. 251), o aquella norma por medio de la cual se dispone que en determinadas sociedades (sociedades colecti- vas ¥ en comandita simple), los fundadores pueden prever en el con- trato eonstitutivo que, ante el fallecimiento de uno de los socios, la s0- ciedad continée con sus herederos, pacto que obliga a éstos sin nece- sidad de un nuevo contrato. Es evidente que en este caso el legislador ha tendido a proteger a la empresa, en desmedrodela clara norma del derogadoart. 1195 del CC—hoy ratificado por el art. 1021 del CCON— {que prohibe, como prineipio general, extender a los terceros los efee- tosde an contrato, en tanto obliga alos herederos del socio fallecido a incorporarse a una sociedad en cuya fundacién no han participado, cuando la eongruencia a la tesis contractualista hubiera impuesto, cuanto menos, Ia expresa conformidad de los herederos para ingresar adicha sociedad. La reciente incorporacién a la legislaeién societaria de las socieda- personales por parte dela ley 26.994, noha hecho perder ala so- ciedad su naturaleza de contrato plurilateral de organizacién, pues cll esta vigente cuando en la constitucién de la sociedad partieipan ddoso mas personas, Lasociedad deun solo socio, que puede tener su origen en una decla- racidn unilateral de voluntad y hasta en el acaecimiento de un hecho, ‘nloscasos de unipersonalidad derivada (art. 94 bis, ley 19.550), cons- tituye una excepeién al principio general que earacteriza, como con- iractual, la constitucién de sociedades, asf como tampoco la existencia nlaley 19.550 de la fusion ola escisién societaria ola existencia deso- ciedaces del Estado, constituyeron argumentos suficientes para alte- rar suespecial naturaleza contractual del contrato de sociedad des 68 Ricanpo Nissen —$6— (CARACTERES DBL CONTRATO DB SOCIEDAD Partiendo pues de la base de que, salvo el especial caso de la socie~ dad unipersonal, la sociedad es un eontrato, sus caracteres son: a) Es consensual, pues basta el consentimiento de los otorgantes para hacer nacer los derechos y obligaciones que se derivan del cardcter de socios, asicomo para generar los efectos caracteristi- cosdel contrato. Basta reparar, para ratificar lo expuesto, que el art. 1°de la ley 19.550 se refiere ala “obligacién de realizar apor- tes”, y quesu incumplimiento puede generar acciones de cumpli- miento o de exclusién (arts. 37 y 92, ley 19.550), sin subordinar laexistencia de la sociedad a la efectiva entrega de los aportes. ) Es conmutativo, pues al momento de constituir la sociedad las partes pueden conocer las ventajas y sacrificios que el negocio ofrece. El alea comin, que se traduee en la existencia de ganan- cias o pérdidas es propia de cualquier contrato y no exclusiva- mente del contrato de sociedad. ©) Esoneroso, porque noes coneebible que una persona pueda ad- quirir los derechos de socio si no cumple con la necesaria aporta- ign al fondo comin, d) Bs deejecucién continuada oduradera, pues salvo las socieda- des accidentales o en participacién, que presentan muy particu- lares caracteristicas, el contrato de sociedad no se eelebra para tuna sola operacién sino para realizar actividades y generar con ellas ganancias asus socios. ¢) Es,en principio, plurilateral, porqueel contrato de sociedad ha sido pensado como instrumento de concentracién de capitales y alberga a un mimero ilimitado de socios, debiendo contar siem- pre con no menos de dos de ellos, salvo el easo de las sociedades anonimas unipersonales, en donde basta la declaracién unilate- ral de voluntad para crear la misma, /) Esun contrato de organizacién, pues a diferencia del eontrato de cambio, que presupone un intereambio de prestaciones que se Curso de derecho societario 69 agotan con su realizacion, en la sociedad cada parte constituye, a-ravés de prestaciones coordinadas, el patrimonio de un nuevo sujeto de derecho creado en virtud del contrato a través del cual Jos socios obtendrn los beneficios esperados. Par otra parte, el cardcter organizacional del acto constitutivo de la sociedad sur- gede la necesidad de reglamentar, en el eontrato social o estatu- ta,lasrelacionesentrelos socios y de éstos con la sociedad, asico- rw el funcionamiento del ente, desde su punto de vista interno ccmo frente alos terceros. s7— DIFERENCIAS ENTRE LOS CONTRATOS DE ORGANIZACION Y LOS CONTRATOS DE CAMBIO Es importante destacar cudiles son las eonsecuencias derivadas dela distinci’in entre contratos de cambio y contratos de organizacién: ) Enloscontratos de cambio, la nulidad vincular determina la nu- lidad del contrato, mientras que en el contrato de sociedad, y co- iro prineipio general, la nulidad oanulacién que afecte el vincu- cdealguno de los socios no produciré la nulidad o anulacién del contrato de sociedad (art. 16, ley 19.550). 4) El incumplimiento en que incurra alguna de las partes en los contratos de cambio podré justificar su rescisién oresolucién, en Jes términos de los arts. 1086 1088 del CCCN. Por el contrario, enel contrato de sociedad, el ineumplimiento en que incurriera uno de los socios con respecto a las obligaciones que leimpone el estado de socio podra determinar su exelusién del ente, pero nunea la disolucién y liquidacién de la sociedad. ©) En materia de nulidad del contrato de sociedad, los efectos de su dloclaracién earecen en el negocio societario del efecto retroacti- vo previsto por el art. 390 del CCCN para los contratos bilatera- les, pues tal posibilidad esimpensable parala sociedad, en lame- dida que el nacimiento de un sujeto de derecho distinto al de los socios otorgantes y la evidente presuncién de validez que debe 70 Ricano Nissen gozar la actuacién de quien contrata en nombre de la sociedad, obliga a otorgar plena legitimidad frente a tercerosa losactos.ce- lebrados por aquélla en cumplimiento de su objeto social d) Finalmente, tampoco es aplicable al eontrato social la exceptio non adimpleti contratus prevista por el art. 1031 del CCN, en lamedida en queel ineumplimiento de unode los socios no justi- fica ni autoriza el incumplimiento por parte de los restantes, en tantono existe interdependencia entre las prestaciones de todos losintegrantesde la sociedad. —§g— ELEMENTOS DEL CONTRATO DE SOCIEDAD Aclarada ya la adhesién por la ley 19.550 aa teorfa contractualista del acto constitutive dela sociedad, bien que dentro de la categoria de loscontratos plurilateralesde organizacién, no puedeserobjetode dis- cusién la necesidad de reunir en el contrato de sociedad los elementos comunes a todo contrato, esto es, consentimiento, capacidad, objeto y causa, a los cuales les resultan aplicables en términos generales las, normas del ordenamiento comin, a — Elconsentimiento de lox socios En primer lugar, rigen los principios generales que gobiernan el consentimientoen materia de actos juridicos en general ycontratosen particular. Sin embargo, debe destacarse que nuestro ordenamiento ‘mereantil prevé dos supuestos de sociedad obligatoria: «) Para los herederos del socio fallecido, en las sociedades colecti- vas y en comandita simple, cuando el ingreso de ellos se hubiera pactadoen el eontrato social (art. 90, ley 19.550). +b) Elcaso de las sociedades constituidas por el concursado 0 fallido con sus acreedores, que obliga a incorporarse aun a quienes han votado en contra de tal propuesta (art. 43, parr. 1°, ley 24.522), normas cuya inconstitucionalidad nos resulta de toda evide cia Curso de derecho societario 7 6 — Capacidad para constituir sociedades La eapacidad se rige también en principio por las normas del Cédi- go Civil y Comercial de la Nacion o porleyesespeciales, debiendo dete- nernosen algunos supuestos particulares, comolo son a capacidad de Josmenores para constituir sociedad, losesposos, los eorredoresy mar- tilleros, asi como el problema de la eapacidad de las sociedades para participar en otras sociedades. 1 —Capacidad de los menores para constituir sociedad La profunda reforma al tema dela minoridad efectuada por el Codi- go Civil y Comereial de la Nacién (arts. 25 a 30), tuvo una gran inci- ddonciaen la cuestién referida ala capacidad de los menores para cons- {ituir» participar en sociedades comerciales, maxime cuando, deroga- «lon su totalidad el Codigo de Comercio, desaparecieron algunas ins- tituciones eentenarias, como, por ejemplo, le autorizacién delosmeno- ira ejercer el comercio (art. 10 del derogado CCom.)o la especial in que se presentaba cuando el padre asociaba a su hijo menor jercicio de su comercio (art, 12del derogadoCCom. ). Asimismo, la derogacién de la ley 14.394, a la cual hacfa expresa re- ferencia el texto original del art. 28, cuando hablaba de los casos legis- lados por los arts, 51 a 58 de dicha ley, justified la adecuacién del nue- 28 de la hoy denominada Ley General de Sociedades (LGS), el cual hace s6lo referencia alos supuestos de indivisién forzosadebienes dle los menores, manteniendo igual solucién, pues los prineipios que obiernan dicha problematica son idénticos. res Demodo queel panorama en esta materia es mucho més simple, co- ino veremos a continuacién, analizando los diversos supuestos que jpueden presentarse a tenor de las nuevas disposiciones legales. a) Cumplidos los dieciocho afios, la persona humana adquiere ple- na capacidad para ser titular de derechos y deberes juridicos, y se encuentra habilitada para la celebracién de todos los actos ju- ridicos que pretenda realizar. ‘Tratdndose de menores emancipados por matrimonio —tinica emaneipacidn prevista por el Codigo Civil y Comercial dela Na- b 2 Ricanvo Nissen °) d cién— ellos gozan de plena capacidad de ejercicio, con las limita- ciones previstas en el art. 28 del mencionado cuerpo legal. Atento eltextode estanorma, ha quedadoderogada toda diferenciaentre el menor casado con o sin autorizacién, de manera que la eapaci- dad del mismoes siempreidéntiea ya tnicarestriceién que pade- ce, referido al negocio societario, es la constitueién o participacién ensociedadesen lascualesel menoremancipadointervengacomo socio con responsabilidad ilimitada y solidaria, habida cuenta la prohibicion de afianzar obligaciones prevista por el art. 28, parr. B°del CCON, Encuantoa los menores que hayan recibido por herencia unesta- blecimientomereantil sujeto a indivisién, y a los cuales se refiere elart. 28de la ley 19.550 cuando apunta a la sociedad constitui- dacon bienes sometidos.a indivision forzosa hereditaria, los here- deros menores de edad o con capacidad restringida sélo pueden ser socios con responsabilidad limitada, debiendo el contrato constitutivo ser aprobado pore] juez de la sucesién. Asimismo, se prevé que la existencia de posibilidad de colisidn de intereses en- treelrepresentante legal, elcurador oe! apoyo yla persona menor deedad, incapazocon capacidad restringida, obligarsaljuezade- signar un representante ad hoe para la celebracién del eontrato y para el contralorde la administracién si fuere ejercida por aquel. En cuanto a la sancién por el incumplimiento de esta norma, el art, 29 de ley 19.550, reformado porla ley 26.994, prevé que, sin perjuicio de la transformacién de la sociedad en una de tipo auto- rizado,lainfracciénal art. 28 hacesolidariaeilimitadamenteres- Ponsables al representante, al curador 0 al apoyo de la persona ‘menor deedad, ineapaz o con capacidad restringida y a los eonso- cios plenamente capaces, por los daios y perjuicios causados ala persona menor de edad, ineapazo con capacidad restringida. Oportuno es aclarar que, no obstante lo dispuesto por el art, 29 dela ley 19.550, la omisién del representante del menoren cons- tituir una sociedad de los tipos permitidos, actuando la indivi- sidn hereditaria en la explotacién del establecimientoindustrial Curso de derecho societario 73 comercial sometido a indivisién no provoca autométicamente los datios y perjuicios en el patrimonio del menor a los que alude clart. 29de la ley 19.550 en su actual versién, pues esta sociedad pasa directamente a gobernarse por las normas de la Seccién IV del Capitulo Ide la ley 19.550, quea diferencia dela anterior ver- sion de los arts. 21 a 26—que integran esa seecién—, la respon- sabilidad de susintegrantes ya no es solidaria eilimitada porlas ooligaciones sociales, sino simplemente mancomunada, por par- tes igualesy sin obligaeién, en ningtin caso, deresponderantela insolvencia de otro socio. ©) Finalmente, yen tornoa a capacidad de los menores para inter- venir en sociedades, no puede dejar de citarse lo dispuesto por el art. 683 del CCCN, eonforme al cual la ley presume que el hijo mayor de dieciséis arios que ejeree algiin empleo, profesién oin- dustria, esta autorizado por sus progenitores para todos los ac- tcs y contratos concernientes al empleo, profesién o industria, recayendo los derechos y obligaciones que resulten de su ejerei- cio, exelusivamente sobre los bienes cuya administracién est a cergo de los hijos, estén conviviendo o no con sus padres?, 2 Capacidad detos corredores para constituir ‘ointegrarsociedades ‘Si bien las prohibiciones establecidas por el art. 106 del CCom. para los corredores, a quienes se prohibia, lisa y llanamente, ejercer el co- rrelaje en sociedad con otros corredores o terceros, y que estuvieron vi- gentes hasta la sancién de la ley 25,028 del afio 1999, que permitié la ‘wociacion entre estos auxiliares para el ejercicio exclusivo del corre- {aje, han quedado totalmente superadas con la sancion del Cédigo Ci- vily Comercial dela Nacién, el cual, en su art. 1346 —ineluido dentro «lo las normas referidas al corretaje— admite sin cortapisas que po- «ran actuar como corredores, personas humanas ojuridicas. * Conas,en Cédigo Civil Comercial de a Nacién, Comentado,RicardoL. Loren- ti (dir:) 2014, t.1, p. 117, 4 Ricavo Nissen Se trata de una disposicién sumamente desafortunada, pues cuan- to menos debi6 aclararse a qué tipo de personas juridicas se refiere, pues siendo el corretaje una aetividad lucrativa (art. 1350, CCCN), no seadvierte como puede una asoeiacién civil o una fundacién dedicarse este objeto. Pero ademas de ello, si recordamos que la ley 26.994, que sancion6el Cédigo Civil y Comercial de la Nacién, no derogé totalmen- te el régimen legal que rige actualmente alos corredores (la ley 20.266 reformada por la ley 25.028), sino sélo los arts, 36 a 39 dela misma, so- bre cuyocontenidose refieren losarts. 1345.a 1355 del CCN, quedan- do subsistentes los arts. 82 y 33 de la ley 20.266, que requieren de los corredores contar con titulo universitario expedido o revalidado en la Repiiblica, noes tarea sencilla comprender eémoy de qué manera una ‘persona juridica podré celebrar actos de corretaje, habida cuenta que Jos titulos universitarios s6lo pueden expedirse a personas humanas. Debe aclararse asimismo que la nueva regulacién del “contrato de corretaje” porlosarts, 1345 a 1355 del CCCN, no obsta ala vigencia de laley especial que rige tal actividad —ley 20.266—que le exige un ti- tulo universitario, su matriculacién y determinados deberes, respon- sabilidades y sanciones, estableciendo un verdadero poder de policia sobre la matricula, que es de carécter local. Ratifica lo expuesto lo dis- puesto por elart. 1355 del CCN, en cuanto dispone que las nuevasre- glas del contrato de corretaje no obstan a la aplicacién de las disposi- ciones de leyes y reglamentos especiales’, + Martilleros La ley 20.266 del aito 1973 reform6 las disposiciones del Codigo de Comercio, el cual en su art. 113 sometia a estos auxiliares del comercio alas mismas prohibiciones que les imponia a los corredores. EI nuevo estatuto legal de los martilleros consagré la posibilidad de la admisién de la constitucidn o integracién de sociedades entre éstos, pero inte- gradas exclusivamente por martilleros y para la realizacién también exclusiva, de actos de remate (art. 15, ley 20.266). 8 Ravien Duwo1s(), vil: Aparienciay derogacin del derechocomercial por el nuevo Cistigo Ci: ralidad, en wuw favierduboisspagnolo.com, W124. Curso de derecho societario uit 3 Capactdad de los eényuges para participar ‘engociedades comerciales La capacidad de los enyuges para constituir o integrar sociedades mercantiles esta regida por el nuevo art. 27 de a ley 19.550, reforma- «lo su texto original por la ley 26.994, que expresamente dispone que "SOCIEDAD ENTRE coNYUGES. Los c6nyuges pueden integrar entre sts ciedades de cualquier tipo y as reguladasen la Seccién IV”. Se recuer- «da queel texto original de dicha norma que tendra vigencia hasta el 31 dejuliode 2015 dispone que: “Losesposos sélo pueden integrar entre st sociedades por acciones y de responsabilidad limitada”. Dicha norma {onia como finalidad la necesidad de evitar la superposicién de dos re- ssimenesdistintos de responsabilidad, comoloeranel societarioyel pa- tyimorial del matrimonio, en el cual el eényuge no responde por las obligaciones asumidas por el otro esposo (art. 5, ley 11.357). ‘a doctrina habja criticado la redaccién del viejo texto del art. 27 de la ley 19.550, con el argumento de que su poco feliz redaccién traicio- inaba la voluntad del legislador, pues una interpretacién exegética de dich norma permitia laintegracién por ambos eényuges de sociedades ‘on comandita por aeciones, en calidad de socios comanditados, la cual rosultaba incompatible con la interpretacién finalista de la norma. La modificacién del art. 27 de la ley 19.550 por su actual redaccién, {que permite a los eényuges integrar cualquier tipo de sociedad, inclu- sw las sociedades no reguladas, informales o simples previstas en la Seccidn IV del Capitulo I dela ley 19.550, respondis a los cambios pro- thucides por el Cédigo Civil y Comercial de la Nacién en el régimen pa- {vimonial del matrimonio, en dondese prevé un doble régimen, estos, \wnode comunidad de bienes y otro de separacién de bienes. [La modificacién efectuada por la ley 26.994, que consagra una per- isidn total a los esposos para constituiro participar en cualquier cla- » syciedad esa mi juicioexagerada, puesde conformidad con el tex- (o loge! del art. 28, podrian ahora los cényuges integrar una sociedad colectiva o en comandita, en cardeter de comanditados, en las cuales ‘umboe esposos asumen una responsabilidad ilimitada y solidaria por \is obligaciones sociales, lo cual iia a contrapelo con las expresas pre- Vinionos de los arts. 461, parr. 2°, 467 y 505 del CCCN, y si bien es cier- 16 RICARDO Nissen toqueel art. 461 ensu parr, !’consagra la responsabilidad solidariade los cényuges, cualquiera fuera el régimen patrimonial que adoptasen, por ciertasy determinadas deudas—obligaciones contraidas para sol- ventar las necesidades ordinarias del hogar y el sostenimiento y edu- cacién de los hijos—, se trata de un supuesto excepcional que no justi- fica admitir la constitucién o participacién de los cényuges en las socie- dades donde la responsabilidad de sus integrantes es solidaria e ilimi- tada con la sociedad. Consecuentementecon a reformaal art.27 delaley 19.550, seelimi- ‘6a sancién prevista por el derogado art. 29, parr. I, que estableciala nulidad de cualquier sociedad entre maridoy mujer no permitida por el art. 27, solucién que, aparentemente coherente con el principio general consagrado en el mismo, conducfa a soluciones totalmente ineompati- bles on la finalidad del legislador, pues la declaracién de nulidad, a te- nor de lo dispuesto por el art. 18 della ley 19.550, abre las puertas a la responsabilidad solidaria e ilimitada de todos sus socios que, curiosa- mente, fue finalidad de aquella norma evitar. 4 Elproblema de la capacidad de as sociedades para participar en otras. Limites.a las participaciones _ Lacapacidad de las sociedades comerciales para integrar otras so- ciedades mereantiles se encuentra gobernada por losarts. 30a 32dela ley 19.550 que implementa el siguiente régimen: 1 — En principio, las sociedades tienen capacidad para integrar otras sociedades, con excepcién de las sociedades anénimay en coman- dita por acciones, que sélo pueden integrar sociedades por acciones y de responsabilidad limitada (texto actual del art. 30 de la ley 19.550, reformado por la ley 26,994). , Esta limitacion, ya consagrada por el texto original dela ley 19.550, prevefa una ineapacidad més amplia atin, pues sélo permitfa a las so- ciedades anénimas y en comandita por acciones participar en socieda- des por acciones, noincluyendo, omoahora sucede, a las sociedades de responsabilidad limitada. Esa prohibicién tuvo su antecedente en un antiguofallo de la Corte Suprema de Justicia dela Nacién del 30 deju- Curso de derecho societario 1 lio de 1948, dictado en los autos «Gonienvo Nacronal.c. Cla. Fsmnocanst ‘zea vé PerR610», en el cual se resolvié que las sociedades andnimas ho pueden constituir sociedades colectivas, por el earaicter intuitu per- sonoe de éstas, consagrando un criterio que fue récogido luego por la ley 19.550 y defendido por unode sus coautores, el profesor Isaac Hal.- PPERIN, como medio de impedir que por via de una participacién en una sociedad no accionaria, la sociedad anénima escape al control estatal previsto por el art. 299, o os administradores expongan a la sociedad al riesgo de la quiebra si integran una sociedad por interés‘. Las razones expuestas para defender la limitacién prevista por el art. 30 fueron siempre muy cuestionadas por la doctrina nacional, exis tiendo amplio consenso en pro de su derogacién o reforma. En primer |ugar, por cuanto la posibilidad de que los administradores de Ia socie- dad colectiva participada la pongan en peligro de quiebra y que ésta pueda serextendida a sus socios, entre los quese encuentra la sociedad ‘ccionaria participante, constituye un riesgo al que estan sometidas to- «las las Soviedades andnimas en el ejercicio de su actividad mercantil, sin olvidar que la quiebra de la sociedad partieipada noimplica la quie- bora de los integrantes de la sociedad participante, sino solo eventual- ‘mente de esta tiltima, Por otra parte, a posibilidad de escape al control cestatal permanente previsto por el art. 299 de la ley 19.550 préctiea- mente noexiste, atentolairrelevancia de tal control y ademas por cuan- {otal evasién ge puede evitar de una manera muy simple, con sélo pres- cribir que el control estatal se extiende a las sociedades integradas por sociedades abiertas. Porotro lado, y elo resulta fundamental, no se aleanza a compren- «lorcuil es el régimen de control que se viola con la infraecién del art. i0de laley 19.550, puesel tinico control al que estan sometidas las so ciedades por acciones, con exeepcién de aquellas que tienen una fisea- lizacion especifica en razén del objeto que desarrollan, es el previsto porelart. 300 de la ley 19.550, que se limita al control de legalidad del ‘acto constitutive, sus reformas y variaciones del capital, + Haurnnan, Sociedades andnimas, 1978, p. 166. 8 Ricarvo Nissew Carece pues de rigor cientifico establecer en cabeza de una socie- dad por acciones una incapacidad tan grave como la de integrar socie- dades de diferente tipo, basdndose en argumentos tan débiles. Algo més fundamentado podria suponer el sostener que la infraceién al ré- gimen de control se refiere al previsto por el art. 299, pero esa inter- pretacién esta condenada por el mismo texto legal, pues el art. 30 no hace distinciones entre subtipos de sociedades por acciones. Cabe re- cordar que la ineapacidad prevista por el art. 30 de la ley 19.550 sélo rige para las sociedades por acciones, por lo que las sociedades de dis- tinto tipo pueden integrar eualquier tipo de sociedad comercial, y la sociedad de responsabilidad limitada, de caracteristicas similares a las sociedades anénimas, puede participar en sociedades colectivas, sin obstéculo legal alguno, 2 — Elnuevoart. 30 dela ley 19.550 incurreen dos errores, En pri- mer lugar, vuelve a autorizar la participacion de sociedades anénimas yen comandita por acciones en sociedades de este diltimo tipo, sin for- mular las distinciones necesarias, pues una interpretacién no sélo fi- nalista sino légica de dicha disposicién legal, impide a dichas compa- ‘hias participar como socias comanditadas en una sociedad en coman- dita por acciones. En segundo lugar, a referencia a la participacién de lassociedades annimasy en comandita por acciones para formar par- tede.ontratosasociativosarece de todo sentido, pues de conformidad con lo dispuesto por el art. 1442 del CCCN, que regula especificamen- te aeste tipode contratos, "...na se les aplican las normas sobre la so- ciedad, no son, ni por medio de ellos se constituyen, personas jurtdicas, sociedades ni sujetos de derecho”. $ — Lacuantia dela participacién de una sociedad, cualquiera fue- re el tipo social adoptado por una u otra, se rige por el art. 31 de la ley 19.550, que en proteccién del objeto social de la sociedad participante yen defensa de los socios de esta compaiia, prohibe tomar omantener participacién en otra u otras sociedades por un monto superior a sus reservas libres y ala mitad de su capital y de las reservas legales, sal- vocuandoel objeto de la participante fuera exclusivamente financiero Curso de derecho societario 9 de inyersién, Limitando precisamente la participacién en otras com- paaias, el legislador pretendis evitar que el objeto social de la partici- pe pueda cumplirse a través de la participada. Toda participacion que cexeedade dichos limites deberd ser enajenada dentro de los seis meses siguientes a la fecha de la aprobacién del balance de la sociedad parti- cipantedel que resulte que el limite ha sidosuperado, y comunicadodi- cho excesoa la entidad participada dentrode los diez dias dela aproba- ciGn del referido balance. Dispone la ley que el incumplimiento en la ‘enajenacién del excedente produce la pérdida de los derechos de votoy «alas ulilidades que correspondan a esas participacionesen excesohas- ta quese proceda a dicha venta. 4 — Finalmente, el art. 32 dela ley 19.550 prohibe las participacio- nesreciprocas entre sociedades, proscripcién que tiende a proteger alos terceros, pues con ello se evita el aguamiento del capital social deas so- ciedades partieipantes y participadas, impidiéndose asila confusion de patrimonios y capitales. Por las mismas razones, se prohibe ala socie- iad controlada participar en la controlante, y en sociedad controlada por és:a, por un monto superior, segtin balance, al de sus reservas Ii- bres, excluida la legal, Al igual que en el easo del art. 31, las participa- cionesen exceso de tales limites dehen serenajenadas dentrodelos seis, mesessiguientesa la fecha de aprobacién del balance del que resulta la infraccién, como la pérdida temporal de los derechos de voto y de per- copcida de las utilidades, hasta que cumpla con tal enajenacion, = (OBs:T0 DEL CONTRATO DE SOCIEDAD El chjeto del contrato de sociedad no debe ser confundido con el obje- Lo social. Aquél esté constituido por las prestaciones de dar o de hacer {que se comprometieron a efectuar los socios y que constituyen a su vez objeto de las obligaciones originadas en el contrato de sociedad (arts. 1003 a 1011, CCCN). El objeto social, que es requisito de inclusion osencial en todocontrato de sociedad, por expresa directiva del art. 11, 80 RIcaRDo NIsseN inc, 3° dela ley 19.550, consiste en el ambito de las actividades econd- micas delimitadas en el contrato o acto constitutivo® @ — Lacausa del contratode sociedad La causa del contrato de sociedad es la finalidad que han tenido los fundadores para suconstitucién, ynoesotraquela obtenciéndelas ga- nanciasa través dela realizacién delasactividades previstasenelcon- trato social. 6 — Elementos especificos del contratode sociedad Los elementos especificos del contrato de sociedad comercial se en- ‘cuentran previstos en la definicién que de 61 nos brinda el art. 1° de la ley 19.550, que dispone textualmente: “Habré sociedad comercial cwandounaoméspersonasen forma organizada, conformeaunode los tipos previstos en esta ley, se obliguen a realizar aportes para aplicar- os a la produccién o intercambio de bienes o servicios participando de los beneficios y soportando las pérdidas”. Los elementos especificos del contrato de sociedad comercial son, pues, los siguientes: la organizacién, la tipicidad, los aportes, el fin so- cietario y la participacién en los beneficios y soportacién en las pérdi- as, debiendo recordarse que con anterioridad a la sancién de la ley 26.994, era también un elemento espeeifico del contrato de sociedad la pluralidad de socios. Analizaremos cada uno de ellos acontinuacién, 1 Pluralidad de socios. Las sociedades de un solo socio Hasta la sancién de la ley 26.994, del 7 de octubre del 2014, la plura- Jidad de socios “dos o mas”) era una de las caracteristicas mas impor- tantes del contrato de sociedad, pero ello acontecié hasta la admisién de las sociedades unipersonales por dicha ley,y si bien actualmente la ley 19.550 ha limitado la actuacién y constitucién de las sociedades de un solo socio a numerosas restricciones, lo cierto es que mal podemos 5 PonTANARROMA, Derecho comercial argentino d., 1969, 101, ps 2 Curso de derecho societario 81 hoy afirmar que la pluralidad de socios constituya un requisito esen- cial del eontrato de sociedad La incorporacién de las sociedades de un solo socio fue un anhelo de parte ce parte de la doctrina nacional y de los sectorés mas corporati- vistas de nuestro empresariado, yla Comisién de Reformas fue explici- ta sobreel particular cuando sus integrantes afirmaron que el propési- to perseguido con la incorporacién de dichas sociedades a nuestro or- denamiento juridieo societario fue la de brindar alos empresarios yco- merciantes un instrumento agi, sencilloy flexible para poder limitar su responsabilidad en el traficoy, ala ver, favorecer el desarrollo de las pequetias y medianas empresas (PyMEs),alentando las inversiones. Mirosicién siempre fue contraria ala admisién legislativa de las so- ciedades unipersonales, y no slo por cuestiones conceptuales, toda vez que hablar de sociedades de un solo socio es como referirse al condomi- niode una sola persona sobre un mismo bien oa la sociedad conyugal in- ‘egrada por una persona soltera, Pero ademas de ello, noes ciertoni ad- misible juridicamente que las sociedades unipersonales constituyan una manera leita de fraceionar el patrimonio de una persona fisica oju- ridica, porque nuestro Cédigo Civil nunca lo permitié ni lo hace tampo- coel nuevo Cédigo Civil y Comercial de la Nacién (ley 26.994), al ratifi- carsuart. 743, en cuanto dispone que los bienes presentes y futurosdel deudorconstituyen la garantia comiin de sus acreedores, lo cual consti- tuye le mejor definicién de lo que se conoee como el principio de la uni- versaldad del patrimonio de una persona, que no permite fracciona- mientos. Al respecto, el art.744 del CCN, que en sus ocho incisos men- ciona a los bienes excluidos de la garantia comén, en momento alguno hace referencia ala constitucién de sociedades unipersonales yes obvio que este principio general de derecho, de indudable orden pablico y ba- se fundamental de todas las relaciones patrimoniales, no puede ser al- terade mediante el subterfugio de recurrir ala constitucién de esta cla- se de sociedades que, como hemos visto, de tales no tienen absoluta- mentenada, Existe,en tornoalassociedades unipersonales, un clevado gradode hipoctesia en nuestra comunidad juridica para justificar su existen- cia, basado en la falsa premisa que al empresario debe permitirselo to- —— eee 7 82. RICARDO NISSEN do, y que éste tiene derecho organizar su empresa del modoquele pa- rezea, recurriendo.al molde societario, aunque sea el tinieo propietario delamisma, Para lograr ese fin se recurre al remanidoy no menos fa- Jaz argumento de que, con la ineorporacién de las entidades uniperso- nales a la legislacion societaria, una misma persona podré tener tan- tos emprendimientos comerciales como quiera, sin afectar los bienes 0 resultados de cada uno de ellos para el desarrollo o salvataje de los de- més, pudiendo entonees evitar que sus bienes y efectos personales sean afectados por los resultados de tales emprendimientos. Ello es, sinembargo, unrazonamientodogmético quenose ajustaalarealidad del mundo de los negocios, pues nadie es titular al mismo tiempo, de ‘una jugueteria, de una zapaterfa; de una mercerfa o de un negocio de pompas ftinebres, Puede ser que exista un emprendimiento comereial anombre de una sola persona, pero i ésta tiene otro tipo de negocios, nolo haré en soledad, como titular unipersonal de uno o varios fondos de comercio, sino como propietario de participaciones societarias, en compaiifa de otros socios, y el mejor ejemplo lo constituye en nuestro medio el negocio gastronémico el transporte automotor, en donde en- tre varias personas se reparten las aeciones o cuotas de varias compa- ‘nias dedicadas al mismo rubro, Como era de esperar, puesla necesidad dela ineorporacién delass0- ciedades de un solo socio ala ley societaria argentina fue sostenida en todoslos proyectos de reformay de unificacién del derecho civil ycomer- cial generados desde los afios 80 en adelante, la Subcomision dedicada alaadecnacién de a ley 19.550 al Proyecto del nuevo Cédigo Civil y Co- ‘mercial de la Nacién no dejé pasar la oportunidad y admitis sin la me- nor limitacin 0 contrapeso a la sociedad de un solo socio. Bueno es re- cordar que la Comisién de Reformas, integrada por los doctores Ricar- vo Lots Lorenzermi, Ai KEMELMAJER DE CakLUccty ELENA HIGHTON pe NoLasco tom6 a esta figura como una especie de paradigma del Pro- yecto de Cédigo Civil y Comercial, con el argumento de que lasociedad de un solo socio ha sido receptada en casi todos los ordenamientos del mundo y que la Republica Argentina debia hacer algo en torno a su ne- cesaria incorporacién, de manera tal que, producto de la. con neoliberal que earacterizé luego el trabajo de los integrantes dela sub Curso de derecho societario 83 comisién que redactaron el Anteproyecto a la Reforma de la Ley de So- ciedades —integrada por los doctores RAFAsL M. MaNoviL, HuGo E. Ri- cutann y Horacio Rormta—, y para quienes la admisién de las socie- ddades unipersonales fue casi una imposicion, la adrhision de éstas en la ley de sociedades no tuvo la menor limitacién y por ello, el texto del re- ferido Anteproyecto elevado al Poder Ejecutivo, preseribia en el parr: 1° del art. 1°de la ley 19.550 que: “Habré sociedad comercial cuando una més personas...”, yabsolutamente nada més. Remitido el Anteproyecto al Poder Ejecutivo de la Nacién, para su posterior elevacién al Congreso Nacional, y receptadas las numerosas criticas recibidas, se procedié, con todo acierto, a limitar la actuacién delas sociedades de un solo socio, estableciendo una serie de contrape- sos que dificultarsn sin dudas, la utilizacién de esta nueva figura so- cictaria, Al respecto, y ademas de permitir la utilizacién de sociedades «le un solo socio bajo el exclusivo molde de la sociedad anénima, el Po- der Bjecutivo aporté nuevos eriterios para la admisién de las socieda- «des unipersonales, como, por ejemplo, la necesidad de que los aportes ‘dichas compafiias deben ser efeetuados en su totalidad en el acto constitutivo, asi como la prohibicion de que una sociedad de un solo so- cio integre a su ver otra entidad de las mismas caracteristicas. Pero, adends de ello,y esto puede parecer exagerado para algunos, pero no Jo es para mi, se incluy6 a las sociedades unipersonales dentro de las ‘ntidades sometidas al control estatal permanente provisto en el art. 200 de la ley 19.550, las cuales deberan contar entonees con un dire (oro yuna sindieatura plural, ademasdeeumplir con las formalidades «que, en torno ala convocatoria de asambleas, asi como todos los demas ‘oquisitos queimplica serconsiderada como una sociedad anénima in- cluida en dicha norma, Bistas especiales notas que earacterizan a las sociedades uniperso- hnales impide que las mismas “se conviertan en un instrumento para {quel empresario pueda limitar su responsabilidad y se promovieran |as versiones en nuestro pais”, las cuales fueron las razones utiliza- dasporla Comisién de Reformas para incorporarlasala legislacién po- sitiva argentina, de manera tal que, en la préctica, los tinicos destina- {urios de estos instrumentosseran las grandes corporaciones naciona- 84 Ricanvo Nissex les y las sociedades extranjeras, que contarsin con una sociedad subsi- diaria unipersonal totalmente controlada por ellas, para las cuales la contratacion de un directorioy sindicatura plural no ofrecer mayores inconvenientes, Ello no autoriza a sostener que la incorporacién a nuestra legislacién societaria de associedades unipersonales fue efec- tuada para dar satisfaecién alos grandes intereses corporativos nacio- nales e internacionales, sino que fue la mejor manera de enervar los efectos de una figura que nunca se caracteriz6 por sus bondades, sino, por el contrario, para brindar al ciudadano y empresario inescrupulo- soun escudo protector de lailicitud, que la justicia, cuando ello sucede por lo general, demora afios en percibir yen derribar, De esta manera y sin modificacién alguna por la Comisién Bieam ral del Congreso de la Nacisn, fue dictada la ley 26.994 que sancioné el nuevo Cédigo Civil y Comercial de la Nacidn, siendo las siguientes las principales caracteristicas de esta nueva figura legal: 4) Sélo se permite que sean sociedades unipersonales las socieda- des anénimas (art. 1°), 6) La sociedad unipersonal sélo puede ser constituida por instru- mento publico y por acto tinico (art. 165). ©) Nopuede ser tinico socio otra sociedad unipersonal (art. 19. @ Ladenominacién debe ser “Sociedad Anénima Unipersonal”, su abreviatura osigla*S.A.U."(art, 164). Laintegracion del aporte debe efectuarse en su totalidad al momento de su constitucién (art. 187). @) Lareduecién a uno del niimero de socios de lassociedades andni- mas no unipersonales, no conforma una causal de disolucién de dichas companiias (art. 94 bis), sino que deben adecuar la deno- minacién social a la exigencia del art. 164 para las sociedades unipersonales y cumplir con el régimen dispuesto por el art. 299, siempre de la ley 19.550, /) Estdn sujetas aa fiscalizacién estatal permanente (art. 299). 4) Deben contar con un directorio y sindicatura plural en forma obligatoria (arts. 255 y 284) Curso dederecho societario 85 1h) Deben publicar los edictos de convocatoria a las asambleas por cinco diasen el Boletin Oficial y en otro diario de amplia circula- ion en la Repiiblica Argentina (art. 237). Blert, 1¢de la ley 19.550 ha insistido en el concepto de tipicidad, en virrtud del cual los constituyentes no pueden apartarse de los tipos crea losporel egisladorsi pretenden tener unasociedad regularmente cons- {ituida, Se ha entendido, en defensa delattipicidad, y estoy de acuerdo conello, quebrinda seguridad al traficomercantil, pueslostereerossa- ben, cuando contratan con una determinada sociedad comercial, cual sel alcance de la responsabilidad de los socios, quién se encuentra fa- cultado para representarla y cudlesson, en definitiva, las pautas desu funcionamiento interno. En congruencia con tal exigencia, en la que se encuentra compro- metid el orden paiblico, el art. 17 de dicho cuerpo legal somete a las so- ciedades previstasen el Capitulo II que noexhiban todos los requisitos esenciales tipificantes o que comprendan elementos incompatiblescon cl tipolegal, al régimen de las sociedades no regulares, contenidas en Josarts, 21.26 dela ley 19.550, impidiéndoles producir los efectos del tipo elegido. 3 Laorganizacién Pl conceptode*organizacién” al querefiere el art. 1° dela ley 19.550 carece de toda claridad, y el legislador ha intentado justifiearlo en la cxistencia de la idea econémica de empresa que subyace en el concep tode sociedad comercial. Soy de la opinién de que la mencién de la or- sxanizacién de la definicién del contrato de sociedad nada agrega, pues parece muy dificil que se presente el supuesto de inexistencia de em- presav hacienda mercantil cuando es elemento especifico del contrato desociedad comercial, por expresa directiva delart. 1delaley 19.550, Jrea izacidn porelentede una actividad mercantil de produceién oin- torcambio de bienes o servicios. Ello es también aplicable, luego de la ‘unificacidn del régimen societario, a las sociedades constituidas a los, 86 Ricarvo Nissen fines de ejercer una profesién liberal, cuya actividad encuadra dentro del concepto de “produccién e intercambio de bienes o servicios”, 4 Losaportes Larealizacién de los aportes constituye un requisitodelaexistencia misma del contrato de sociedad, de modo tal que sin aportes no puede haber sociosy, por ende, tampocosociedad, pues ésta es onerosa porna- turaleza. El aporte es la contribueién de cada socio al fondocomiin que debe constituirse para el desarrollo del objeto social, y el conjunto de los aportes, en dinero o en especie, estimados en una cifra determina- da, forman el capital social de la compaiiia, Ya estudiaremos que los aportes pueden transferirse a la sociedad enpropiedadoen usoy goce, segtin se convenga, Asimismo, pueden con- sistiren dinero, eréditosa cargo de terceros, cosas mucbles ¢ inmuebles, mercaderfas, patentes de invencién, marcas de fabrica o de comercio, fondos de comercio, trabajos personales e incluso bienes sometidos a gravamenes, pero no todas esas prestaciones pueden ser aportadas a cualquier tipo social, pues tratandose de sociedades en donde los socios limitan suresponsabilidad al aporte efectuado ylostercerosnocuentan con Ia posibilidad de agredir el patrimonio de los socios por las obliga- ciones sociales, es lgico que la ley 19.550 imponga para estas socieda- des que los aportes sélo pueden consistir en dinero en prestaciones de dar, susceptibles de ejecucién forzada, 5 Laproduecién ointereambio de bienes o servicios. Elfin societario La definicién que nos brinda el art. 1° de la ley 19.550 impone asi- mismo que la sociedad comercial debe dediearse a la produccién o in- tercambio de bienes o servicios, lo cual constituye su “fin societario”, Ello impone eoneluir, como hemos dicho al referirnos al concepto de “organizacién”, y siguiendo la ajustada terminologia empleada porlos arts, 2055 y 2082 del CC italiano de 1942, la sociedad debe tener voca- cién de ser titular de una hacienda empresaria mercantil. La necesidad de que la sociedad tenga por finalidad dedicarse a la produccién ¢ intereambio de bienes o servicios descarta de nuestro or- Curso de derecho societario 87 denarrientoa lassociedades constituidas para ser titulares exelusiva- mentede bienes inmuebles obienes registrables, sin administracién o actividad comercial sobre ellos, asi comoa las sociedades constituidas exclusivamente para ser “vendidas” o con destino a vin mereado de so- ciedades, Asf lo ha resuelto la jurisprudencia de nuestros tribunales comereiales®, 6 — La partiipactén enlos beneficio ysoportacién de las pérdidas Finalmente, la definicién de sociedad comercial previstaen elart. 1° dela ley 19.550 ineluye al fin comin o ala causa del eontrato de socie- dad, que se traduce en la obtencién de beneficios econémicos, denomi- ‘nadostéenicamente dividendos, debiendo los socios soportar las pérdi- «das sufridas por la sociedad. Bs necesario aclarar que la participacién en los beneficios esta suje- {waut:procedimiento especial previstoexpresamente porlaley 19.550 ‘on susarts. 68y 224, pues los administradores no pueden repartir las jonaneiasen cualquier momentoode cualquier manera, sinoquelosdi- Videndos sélo pueden ser aprobados y distribuidos a los socios si ellos surgen de ganancias realizadas y Kiquidas resultantes de un balance confeccionado de acuerdo con la ley y el estatuto y aprobado por el r- Jxano social competente, salvoen lassociedades andnimasineluidasen ol art, 299 de la ley 19.550. Lossocias deben pactaren el contrato constitutivo en elestatutola forma como se distribuirdn entre ellos las ganancias obtenidas por la sociedad, Caso contrario, la distribucién se hard en proporcién a los ‘nportes (art. 11, ine. 7% ley 19.550), peroson nulas de nulidad absoluta Js eléusulas del contrato social o estatuto por medio de las cuales al- {juno o algunos de los socios reeiban todos los beneficios o se los exclu- yadeellos,oque sean liberadosde contribuiralas pérdidas,quelease- jqurenal socio su capital o las gananeias eventuales o que la totalidad doasganancias pertenezcan al socio osocios sobrevivientes. Tales es- © ENCom, Sala, 10/605, «Vasco FenRAnc. ARLNOTON'S.A, s/StMARtOs 88 Ricanvo Nissew tipulaciones han sido denominadas como “cléusulas leoninas"y su in- validez esta impuesta expresamente en el art. 13 dela ley 19.550. Encuantoalaspérdidas, elas seran soportadas de acuerdo con el ti- posocial adoptado. Sisetrata de una sociedad delas ncluidas en laca- tegoria de “sociedades de personas” o“sociedades por parte de interés”, lossociosresponden en forma solidariae ilimitada por las obligaciones contraidas por la sociedad, previa excusién de los bienes sociales. Es ‘més, la quiebra de la sociedad puede incluso serles extendida a los so- cios de estas sociedades, atento la extensién de su responsabilidad (art. 160, ley 24.522). Sin perjuicio de ello, los socios pueden pactar en estas sociedades una forma determinada de participar en las pérdidas, pero ello seré inoponible a los terceros. Si se trata de una sociedad de capital, categoria dentrode la cual he incluido a las sociedades de responsabilidad limitada y a las socieda- des por aeciones, las tinicas pérdidas que los socios oaccionistas deben soportar se limitan a los fondos oportunamente aportados a la socie- dad, salvo infracapitalizacién societaria, que torna procedente la apli- caciGn del art. 54, parr 3? de la ley 19.550. En todos los casos, el contrato social o estatuto debe establecer las reglas para la soportacion de las pérdidas por parte de los socios, y en caso de silencio y al igual que las gananeias, serdn soportadas en pro- porcién a los aportes efectuados, Pero si el contrato social o estatuto previeron la forma de distribuir las ganancias y no las pérdidas, éstas deberdn soportarse en lamisma proporcién (art. 11, ine. 7°, ley 19.550). 7 La «affeetio societatis: ‘Variasson las definiciones quese han dado de a conocidaaffectio so- cietatis y que constituye un elemento especifico del contrato de socie- dad: voluntad de cada socio de adecuarsu condueta y susintereses per- sonales, egoistas y no coincidentes a las necesidades de la sociedad; disposicion animica de colaboracién en todo lo que haga al objeto dela sociedad; relacién vinculada a la existencia de una voluntad comtin de los socios para la consecucién del fin social y constituida mas bien por uuna disposicién animiea aetiva de colaboracién en todo lo que haga al objeto de la sociedad, etestera, En definitiva, laaffectio societatis es la Cursode derecho societario 89. predisposicién de los integrantes de la sociedad de actuar en forma ‘oordinada para obtener el fin perseguido con su constitucién, poster- ido los intereses personales en aras del beneficio comin, Sin ambargo, debe cuidarse muy bien de identifica a la affectio so- cietatiscon un estado permanente de concordia entre los socios, pues se hha esgrimido reiteradamente que el estado de conflicto entre ellos con- figura una eausal de disolucién de la sociedad. Desearto, por mi parte, tovda icentificacién entre el referido elemento y la amistad o cordiali- dad, puesen la medida que laaffectio societatis impone al socio una se- riedeconductas, comoel 4nimo de colaboraciény su lealtad hacia los fi- ‘nes societarios, ello supone frecuentes y necesarios cambios de opinio- nesy discrepancias, comoeslégicoen toda comunidad deintereses, que no pueele conducir fatalmente ala disolucién de la sociedad. En otras palabras: si bien la affectio societatis es el elemento carac- Loristioo del contratode sociedad, suinexistencia no puede ser, en prin- cipio, eausal de resolucién parcial del referido contrato ni esgrimido jor ninguno de los socios para negarse a cumplir con sus obligaciones sociales, Pero sila falta deaffectio es el mévil de determinadas conduc- {as de! socio que resultan perjudiciales para la compaiiia, como, por jmp o, su permanente inasistencia a las reuniones de socios, impi- ddiendo adoptar decisiones fundamentales para la marcha de la socie- «dad, la exclusién de quien incurra en tales ineonductas es admisible, pero no fundada en la inexistencia de la affectio, sino en las conduetas {jue son su consecuencia (art. 92, ley 19.550). Algo parecido sucedecuandoexiste un estado permanente de conflic- {owen la sociedad entre todos sus integrantes. Si bien es légico concluir {quelasoeiedad no podré cumplir su finalidad ante ese panorama, su di- solucidn yliquidacién no vieneimpuesta por la pérdida delaafectio en- {re lossocios, pues tal estado de eonflicto puede estar originado en dife- rontes interpretaciones sobre la marcha de los negocios sociales, sin ‘quedar desplazado el interés social. Hsa situacién de permanente con- flicto puede, sin embargo, originar la disolucién de la sociedad cuando «ilu impida el funcionamiento de los érganos sociales (como sucede en Js sociedades en donde cada grupo de socios retine la mitad del capital social), pero en tal caso, la liquidacién de la sociedad se impone en vir- 90. * CapiruLo TIT La unificacion del derecho privado y su influencia en la LGS. Diferencia de la sociedad con otros contratos asociativos. Clasificacion de las sociedades tud de lo dispuesto por el art. 94, inc. 4° dela ley 19.550, esto es, imposi- bilidad sobreviniente de desarrollar el objeto de la sociedad. a ( Ex Copico Civ1t ¥ Comenciat De La NACION. LAS MODIFICACIONES EFECTUADAS POR LA LBY 26.994 Como conseeuencia de la sancién del Cédigo Civil y Comercial de la Naci6n por la ley 26.994 y la derogacién de las normas del Cédigo Civil y del Cédigode Comercio, se unified nuestro derecho privado, cumplién- ‘lose deesa manera con un viejoanhelo decierts partede la doctrinana- ional, influenciada porel Cédigo Civil italiano de 1942, el Cédigo suizo «do las Obligaciones del aito 1933 y en nuestro continente, el Cédigo Ci- vilde la Republica del Paraguay, cuya vigencia data del afto 1987. Si bien el tema de la unificacién del derecho privado originé una \irjuisima polémiea en nuestra doctrina, ala que la ley 26.994 —que ‘ancioné el Cédigo Civil y Comereial de la Nacién—ha puesto fin, s6- Jol tiempo dira si el eambio ha sido favorable o no para los intereses los nabitantes de nuestro pais. Por mi parte, entiendo que era su- ‘namente necesario aetualizar nuestra legislacién civil y eomercial, ‘uiyasnormas, en algunos.easos, proponian soluciones que databan de hace ms de 150 anos, cuando la Argentina era otra y la manera de vi- vir, diferente. |,a preocupaciin que genera toda unificacién del derecho privado se (ynduce en saber si tal manera de procederimplica una “comercializa- ‘\0n’" dol derecho civil o una “civilizacién’ del derecho comercial, yami Juicio, ésta deberia ser siempre el camino elegido, pues nunca ha dado

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