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POSITIVIDAD Y NEGATIVIDAD DE FUNCIONES POLINÓMICAS

Para estudiar el signo de las funciones polinómicas en general, no sólo de las funciones lineales
y cuadráticas, se necesita utilizar un teorema y consecuencias del mismo que presentamos a
continuación.
Teorema de Bolzano
Si 𝑓 es una función continua, definida en un intervalo [𝑎 , 𝑏] y cambia de signo en los extremos
de ese intervalo, es decir, 𝑓(𝑎) tiene distinto signo que 𝑓(𝑏), entonces existe un 𝑐 ∈ (𝑎 , 𝑏) tal
que 𝑓(𝑐) = 0, vale decir que existe por lo menos una raíz de 𝑓 en ese intervalo.

Aclaración: una función continua definida en un cierto intervalo (𝑎 , 𝑏) ∈ ℝ, para decirlo de


modo intuitivo, no formal, es una función cuyo gráfico se puede trazar sin levantar el lápiz, es
decir, su gráfico no presenta agujeros ni saltos finitos o infinitos. La definición de continuidad se
establece para cada valor del dominio de la función. Las funciones polinómicas son funciones
continuas. A continuación, se muestran ejemplos de funciones, en general, que presentan
alguna discontinuidad (es decir, no son continuas para algún x perteneciente a su dominio).

𝑓 𝑓
𝑓

𝑎 3 𝑏 𝑎 1 𝑏 𝑎 −1 𝑏
𝑓 es discontinua en 𝑥 = 3 𝑓 es discontinua en 𝑥 = 1 𝑓 es discontinua en 𝑥 = −1

Se muestran en las dos primeras figuras siguientes, situaciones de aplicación de el teorema.

𝑓
𝑓
𝑓
𝑎 𝑏 𝑏
𝑏 𝑎 𝑎

Fig. 1 Fig. 2 Fig. 3

En la primera figura, la función continua 𝑓 tiene exactamente una raíz en el intervalo (𝑎 , 𝑏), este
es el caso de mínima, pues podría ser que 𝑓 tenga más de una raíz como en la segunda figura.
En la tercera figura se muestra el caso en que no se cumple la hipótesis de que 𝑓 sea continua
en todo el intervalo [𝑎 , 𝑏] y se observa que si bien la 𝑓 cambia de signo en los extremos del
intervalo, 𝑓 no corta al eje x, es decir, 𝑓 no se anula en dicho intervalo. Esta situación no
contradice el enunciado del teorema, pues al no cumplirse la condición de continuidad en todo
el intervalo [𝑎 , 𝑏] no puede garantizarse la existencia de ceros en dicho intervalo.
Importante: de este teorema se deduce que si 𝑓 es una función continua y 𝑓 no tiene ningún
cero en un cierto intervalo, entonces 𝑓 es positiva en todo el intervalo o negativa en todo el
intervalo.
Consecuencias del Teorema de Bolzano para la determinación de los conjuntos de positividad
y negatividad de una función continua (en particular una función polinómica):

1) Si 𝑓 es una función continua y 𝑓 no tiene ningún cero en el intervalo (𝑎 , 𝑏), entonces


bastará conocer el valor de 𝑓 en un punto cualquiera interior al intervalo para saber si
dicho intervalo es de positividad o negatividad de 𝑓.

2) Si 𝑓 es una función continua que tiene exactamente dos ceros consecutivos 𝛼1 y


𝛼2 , entonces el intervalo definido entre estas raíces (𝛼1 , 𝛼2 ) es un intervalo de
positividad o de negatividad de 𝑓.

Veamos el siguiente ejemplo de aplicación de las consecuencias del teorema de Bolzano para
estudiar la positividad y negatividad de una función polinómica en este caso.

Sea la función 𝑓: ℝ → ℝ dada por 𝑓(𝑥) = −𝑥(2𝑥 + 4)(𝑥 − 1)2 se quiere determinar los
conjuntos de positividad 𝐶+ y de negatividad 𝐶− de 𝑓.

Primero debemos encontrar los ceros de 𝑓. Como la función 𝑓 ya está factorizada es fácil
determinar los ceros de dicha función. Si no lo estuviera, primeramente, hay que obtener la
máxima factorización de 𝑓 y conocer todos los ceros de la función. Primeramente, convendría
expresar 𝑓 de modo que queden exhibidas el coeficiente principal y todas las raíces del
polinomio como sigue.
𝑓(𝑥) = −2𝑥(𝑥 + 2)(𝑥 − 1)2 (*)
En el segundo factor se sacó el 2 como factor común y se lo escribió delante, con lo no se altera
la función.
Entonces tenemos que resolver la siguiente ecuación
−2𝑥(𝑥 + 2)(𝑥 − 1)2 = 0
que nos lleva a plantear que el producto de expresiones con 𝑥 es igual a cero cuando cada
factor es igual a cero, por lo cual
𝑥 = 0 o bien 𝑥 + 2 = 0 → 𝑥 = −2 o bien 𝑥−1=0 → 𝑥 =1

Luego la función 𝑓 tiene tres ceros a pesar de que el polinomio presentado es de grado 4.
Escritos de manera consecutiva los ceros de 𝑓 son 𝐶0 = {−2 , 0, 1}
Los dos primeros, 𝑥 = −2 y 𝑥 = 0 son raíces simples del polinomio ya que sus respectivos
factores (𝑥 − 𝑟𝑎𝑖𝑧) aparecen en la expresión factorizada (*) de 𝑓 elevados a la primera potencia,
mientras que 𝑥 = 1 es una raíz doble ya que su factor correspondiente aparece elevado al
cuadrado.
Los intervalos para estudiar el signo de 𝑓 escritos de manera consecutiva son:
(−∞ , −2) (−2 , 0) (0 , 1) y (1 , +∞)
Por la consecuencia 2 del Teorema de Bolzano, en todo el intervalo (−2 , 0), la función tiene
signo positivo pues basta comprobar que 𝑓(−1) > 0 donde 𝑥 = −1 es un punto interior del
intervalo (−2 , 0).
Notar que no es necesario efectuar el cálculo completo de 𝑓(−1) para conocer su signo, pues
basta analizar el signo de cada factor al reemplazar la 𝑥 por 1. En este caso los signos se
sucederían en el producto como sigue − − + + > 0 pues hay un número par de signos menos.
El primer signo menos, corresponde al signo del coeficiente principal (-2) y es negativo, mientras
que el último signo más, corresponde al factor elevado al cuadrado y por lo tanto será siempre
positivo.

Lo mismo se puede aplicar al intervalo (0 , 1) donde la función tiene un signo negativo pues
1 1
𝑓 ( ) < 0 siendo 𝑥 = un punto interior al intervalo (0 , 1). La secuencia de signos de los
2 2
1
factores en el producto al reemplazar la 𝑥 por 2 sería − + + + < 0 pues hay un signo menos.

Para los intervalos (−∞ , −2) y (1 , +∞) se puede aplicar la consecuencia 1 del teorema. Para
los 𝑥 menores a −2 la función tiene que tener un signo definido pues si para estos 𝑥 la función
cambiara de signo digamos entre un 𝑥1 < 𝑥2 ambos menores a −2 según el teorema de Bolzano
existiría un cero c entre 𝑥1 y 𝑥2 es decir 𝑥1 < c < 𝑥2 y entonces no podría ser −2 el menor de los
ceros de la función, lo cual es absurdo según nuestros cálculos. Análogamente se puede justificar
que para los 𝑥 mayores a 1 la función tiene que tener un signo definido.

Así para el intervalo (−∞ , −2) 𝑓 es negativa pues 𝑓(−3) < 0 siendo 𝑥 = −3 un punto interior
al intervalo (−∞ , −2). La secuencia de signos al reemplazar la 𝑥 por −3 sería − − − + < 0
pues hay tres signos menos.

Finalmente, para el intervalo (1 , +∞) 𝑓 es negativa pues 𝑓(2) < 0 siendo 𝑥 = 2 un punto
interior al intervalo (1 , +∞). La secuencia de signos al reemplazar la 𝑥 por 2 sería
− + + + < 0 pues hay un signo menos.

Luego los conjuntos de positividad y negatividad de 𝑓 son respectivamente:

𝐶+ = (−2 , 0)

𝐶− = (−∞ , −2) ∪ (0 , 1) ∪ (1 , +∞)

Notar que el signo de la función no necesariamente se alterna en la secuencia consecutiva de


los intervalos, es decir, puede haber dos intervalos consecutivos con el mismo signo como ocurre
en este ejemplo para los intervalos (0 , 1) y (1 , +∞). Un esquema del comportamiento de la
función en cuanto al signo sería el siguiente:

+
−2 0 1
− − −

Alcira M García Díaz (Matemática CPU, Marzo de 2020).

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