Lazarillo nació en un barrio muy pobre de su ciudad, Rabesa, en este barrio
las principales actividades eran la ventas de drogas y la prostitución de mujeres. La madre de Lázaro murió en una discoteca debido a una sobredosis de drogas, ya que ella solía venderlas y consumirlas. Su madre era una mujer joven, gitana y no muy atractiva a la vista de los hombres. Su padre era un maltratador, el cual se llevaba todo el día dormido o en el bar bebiendo, y cuando llegaba, borracho, le pegaba a su mujer y a su hijo. Esta familia era muy conocida en el barrio ya que su madre era la mayor narco de este. Cuando la madre murió, el padre entró en depresión y bebía cada vez más, cada vez llegaba más borracho y maltrataba más a Lázaro hasta el punto de casi matarlo, Lázaro, por suerte, era un chico listo y cuando su padre llegaba a casa él se marchaba dejándolo dormir. Lázaro salía a la calle con los chicos del barrio a dar un paseo para despejar su mente, solía hacerlo mientras hablaba con ellos o escuchando música en su ipod que le regaló su madre un mes antes de morir. El solía escuchar música como el jazz y el blues. Sus amigos, tenían familias típicas del barrio, vendían drogas, tenían padres separados… Lázaro se alegraba mucho de tenerlos ya que eran los que le apoyaban con el caso de su padre y los que le ayudaban a relajarse y que dejase de pensar en ello. En varias ocasiones trataron de ir a comisaría, pero por su reducida edad no les permitían el paso o no les creían. Lázaro salía de noche con los chicos del barrio y iban ya que sus padres les obligaban a llevar dinero a casa. Solían ir al Parque Centro, un sitio de la ciudad lleno de turistas, ahí, llevaban a los turistas a los callejones y les quitaban todo. No sacaban mucho dinero, ya que tenían que repartir todo lo robado entre los doce chicos que salían. Con el dinero que ganaban solían comprarse comida rápida en sitios baratos y comían todos mientras hablaban excepto Lázaro, que siempre iba con su iPod escuchando música pensando en su madre. Un día, salieron a robar y Lázaro, como siempre llevaba su iPod con su música, uno de los turistas a los que fueron a atracar, al llegar al callejón, vió llegar a los doce chicos y sacó una pistola. Antes de disparar Lázaro fué a detenerlo y el turista disparó, cuando uno de los chicos se dió cuenta y se lanzó delante de Lázaro. Todo pasó en un instante, Lázaro vió como la bala llegó e impactó en el corazón de uno de sus amigos, en cuanto impactó, salió corriendo hacia el turista, sacó una navaja y le apuñaló en el costado, sacó la navaja y siguió hasta que sus amigos le tuvieron que detener. Lázaro salió corriendo y llorando, llegó a la calle principal del Parque Centro donde había un patrulla aparcado, Lázaro no dudó un instante y se intentó marchar, pero uno de los policías le vió y le cogió. Vieron como los chicos del barrio iban persiguiendo a Lázaro para pararlo, por lo que también los persiguió a ellos, mientras los perseguían, se encontraron al cadáver del turista con siete agujeros en el costado y desangrándose. Los policías, llevaron a Lázaro donde el cadáver y le preguntaron qué había ocurrido. Lázaro lo confesó todo y les contó también acerca de su padre y de cómo le maltrataba. Los policías lo llevaron a comisaría y de ahí a un centro de menores. Lázaro pasó 3 años hasta que su condena terminó.
Tratado II
Lázaro terminó su condena y le llevaron a una familia de adopción, la cual era
monoparental, era una mujer muy guapa y adinerada que vivía cerca de Rabesa, esta mujer, a ojos de la policía era una santa que iba a reformar a Lázaro de su antigua conducta, a Lázaro no le gustaba mucho la idea de tener otra familia que no fuese la suya. Cuando Lázaro llegó a la casa se quedó anonadado ya que nunca había visto una casa tan grande, Lázaro salió a dar una vuelta con una advertencia de la policía de que no fuese a Rabesa. Pero como era de esperar Lázaro en cuanto salió se dirigió directamente al barrio para buscar a sus antiguos amigos, por el camino a Rabesa, se encontró un patrulla que le estaba persiguiendo ya que le estaban vigilando. Los policías le preguntaron a dónde iba y Lázaro puso una excusa, por suerte los policías le creyeron y Lázaro siguió su ruta, pero esta vez lo hizo callejoneando para no ser visto. Al llegar a Rabesa, fué a cada una de las casas de sus amigos para poder reunirse todos de nuevo, pero ninguno respondió. Lázaro volvió a casa un poco triste y la mujer le preguntó acerca de ello. Lázaro no le respondió y se encerró en su cuarto a escuchar música con su antiguo iPod que por suerte seguía funcionando después de tres años sin haberlo tocado. La mujer no sabía que hacer ya que era su primera vez con un hijo adolescente, así que llamó a sus amigas, que tenían hijos, para preguntarle y estas le recomendaron que hablase con él. Lázaro abrió la puerta y cedió a hablar con la mujer. Le estuvo contando un poco de su pasado y de cómo le metieron en el centro, la mujer se apiadó de él y lo llevó a Rabesa. La segunda vez que fué, llamó y solo le contestó una madre de un antiguo amigo suyo, la cual les invitó a pasar a su casa y les contó que los niños habían sido trasladados a otras casas de acogida el mismo día que se llevaron a Lázaro por sus condiciones de vida, les contó donde vivían cada uno y Lázaro le pidió desconsoladamente a su madre de acogida que le llevase a lo que accedió. Consiguió reunirse con todos sus antiguos amigos y les contó todo lo que pasó dentro del centro y de lo mal que estuvo allí sin sus amigos y sin su iPod. Después, Lázaro y sus amigos se dirigieron a donde solían ir a comer y estuvieron charlando y riendo un rato. A día de hoy, Lázaro y sus amigos dejaron de robar ya que ahora vivían en una casa decente y con unas condiciones de vida mejores que antes, aunque todos echaban de menos a sus antiguas familias, excepto Lázaro.