Roberto Lombardi
Rodolfo Machado
Le Corbusier para Millowners, que se convierte en la Casa Soldati, Del mismo modo, lo que
singulariza_y une el Conurban 2 Los Lagartos, 0 el proyecto para La Boca a Montafeses, no
depende de capacidacies compositivas ni eleeciones constructivas definitivas
Una hipétesis: la revision y reversién continuas de algunos rasgos durante un trabajo de diversa
fortuna. Mientras las colummas externas del Conurban suftieron ripidamente el anuncio de st
sbandono en la Torte Madero, el volumen tripartito 0 el vano en eruz con la ventana en Angulo,
son soluciones de unos edificios que flotaron sobre ots, providenciales como habitos que
sicmpre estuvieron alli. De wn modo similar, relata Bela Balizs ~a quien también pertenece la
fiase inicial~ un problema de ficeién:*En una ocasién, el gato Félix pierde la cola, Piensa ci
solucionar el problem. Fsta pregunta aparece sobre su cabeza como tun signo de interrogacién,
simbolo grifico de la duda. Félix agarra el signo de interrogaci6n y se lo coloca a modo de
cola. El problema esti resuelto, Quizis a alguien le moleste este hecho, pero el signo de
intertogacién aparece alli como linea y, en consecuencia, esta sometido a las leyes del dibujo”.
Hace varios afios elegimos una obra de Ernesto Katzenstein para estudiarla en la Facultad.
No lo conociamos personalmente, pero habia algin material publicado y nos detuvimos a
analizar sus procedimicntos formales. Todavia hoy seguiuios analizindola
No aleancé a conocer a Ernesto Katzenstein, aunque siempre me hablaron de él, Con afeeto
vy admiraciy
Este libro es una especial oportunidad para expres ese afeeto hacia él de aquellos que lo
conocieron y admiraron. Pero también es la ocasién de conocer st trabajo —hasta ahora
publicado incompleto e inconexo, y numea tan evidentemente ligido e intenso eomo ay
Aquella casa elegida, 0 todo este conjunto de fotografia, dibujos, textos, ha comenzado
indefectiblemente a quedar en nuestras manos. Se publica, Y se vuclve un vasto campo de
conocimiento aun mis alls de su autor que reclama set comprendido como obra.
Por qué hoy, si paso por Catalinas Norte mi atencién se fija mis en un edificio completado
en 1973 que en los que se estin construyendo?
Asi como estamos rodeados de trabajos que estin terminados antes de empezar, hay otros que
insisten en recomenzar. Perssten. Y tozudamente conquistn la libertad de desplegar sus
propias capacidades.
Aungue no conoci a Ernesto Katzenstein, trabajé mucho conociendo una de sus obras. Ha
resistido. la facitidad de as explicaciones inmediatas, y siempre me provocé la misma
curiosidad que las cifras que prometen mostrar un secreto valioso al develatlas
Nunes me deffauds, porque cada vez que volvi a ella encontré, como una presencia
permanente, al deseo del antor por realizar intensamente su trabajo, Hay muros en Punta del
Este plegados como uno, y sorpresivamente destacados como muchos, configurados como
voliimenes asentados y cuidadosamente desarmados para enlazatse al igual que cinas en
suspenso, Hay piezas convencionales (cubiertas, parapetos, ventana.) dispuestas seg ritmos
regulares, que se desdibujan laboriosamente para reencontrarse en contextos insélitos y
completamente particularizados, Hay més, —aeertar con un par de imiigenes no alcanza para
‘conocer la obra-. Prefiero pensar que el conocimiento es una accién, l de realizar con curiosa
insistencia es descripcidn, Es desplegar con atencién el modo en el que ella aparece hecha
aunque se distancie irreversibiemente de las intenciones explicit del autor-. Es percibi la
dnsidad casi inflexible de la reflexi6n activada por su desarrollo, por la accién de Mevarla
adelante, También es reconocer al juego y al placer en esa accidn,
Conocer la obra de Ernesto Katzenstein es comprobar una y otra vez, cwinto necesitamos de
«sta delicada intensidad en la factura de una obra para aleanzar es cuaidad tan deseada —y
scurridiza~ que quisiera llamar forma, pero prefiero amar arguitectura
Pensando en Ernesto, hay algo de él que sobresale: su conversacién. El placer encontrado y
dio en li locuacidad, en la agudeza y en la profundidad de su conversacién, Subrayando este
aspecto no soy, lo sé, nada original, pero para mi volver de Boston a Buenos Aires, siempre