Descarbonización

Valorización de residuos de construcción (RCD)

CONTENIDO
1. Objetivos

2. Sostenibilidad de los materiales de

construcción

3. Economía circular

4. Huella de carbono

5. Metodología y análisis del análisis de ciclo

de vida

6. Resumen

7. Bibliografía

Objetivos
• Entender los principales conceptos relacionados
con la sostenibilidad de los materiales de
construcción (economía circular, huella de carbono
y análisis de ciclo de vida).
• Identificar los principales impactos ambientales
producidos por los materiales de construcción y las
actividades productivas asociadas.
• Conocer con detalle cuáles son y cómo se
emplean las herramientas utilizadas para evaluar la
sostenibilidad (huella de carbono y análisis de ciclo
de vida).
• Comprender la importancia de la economía circular
como modelo económico y productivo necesario
para alcanzar los objetivos climáticos acordados a
nivel internacional.
Sostenibilidad de
los materiales de
construcción
La importancia de los materiales de construcción
para crear un modelo de construcción sostenible es
innegable: el sector consume la mitad de los materiales
vírgenes empleados en la Unión Europea (1600 millones
de toneladas al año), un tercio del agua dulce y genera
un tercio de todos los residuos. Además, solo teniendo
en cuenta los materiales de construcción, se emiten
en la UE 250 millones de toneladas anuales de CO2
[1]. Un metro cuadrado habitable en un edificio puede
requerir hasta 2,3 toneladas de 100 tipos diferentes de
materiales de construcción (esto incluye los materiales
más utilizados como el acero, el hierro, el hormigón, la
madera y el vidrio).
Puede entonces definirse a los materiales de
construcción sostenibles como aquellos que consumen
menos recursos no renovables o que producen un
menor impacto ambiental que otros materiales durante
su instalación, transporte, extracción o fabricación,
siendo técnicamente equivalentes.
Antes de considerar criterios de diseño y selección,
se comenzará analizando cuáles son los principales
impactos medioambientales de los materiales de
construcción a lo largo de todo su ciclo de vida y qué
actividades son las responsables de dichos impactos [2]:
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• El calentamiento global. Es el aumento general de
las temperaturas globales debido al incremento
de los niveles de dióxido de carbono (CO2) y otros
gases de efecto invernadero (GEI). Los efectos del
calentamiento global incluyen el clima extremo y
los desastres naturales que amenazan la existencia
humana. Estas emisiones están asociadas
principalmente a la industrialización, incluidas
las actividades de construcción. Una cantidad
significativa de emisiones de GEI provienen de la
extracción, fabricación el transporte, la instalación,
el uso, el mantenimiento y la eliminación de
materiales y productos de construcción. La mayor
parte de la energía incorporada en los materiales
de construcción es el resultado del CO2 emitido por
el uso de combustibles fósiles para la generación
de energía en las diferentes fases previas a su
instalación en edificios o infraestructuras.
• La pérdida de biodiversidad y de hábitat naturales.
Se produce como resultado del desmonte de
terrenos para la construcción o la extracción
de materiales de construcción. Esto provoca la
pérdida de especies y ecosistemas o de la calidad
ambiental que sustenta su existencia.
• La polución del aire. Las partículas suspendidas
en el aire (sólidas y líquidas) generadas en
construcción suelen tener un diámetro menor a
10 μm, lo que las hace invisibles. Estas suponen
un riesgo para el medio ambiente y la salud
humana. Estos contaminantes son emitidos en
las actividades industriales de fabricación de
los materiales, como la extracción de áridos, la
producción de electricidad, el funcionamiento de
equipos, los procesos de fabricación y el transporte
de materiales o productos.
• La acidificación. Se produce cuando los gases
como el azufre y el nitrógeno se disuelven en el
agua o fluyen hacia las partículas sólidas en aguas
superficiales y suelos. Esto contribuye a las lluvias
ácidas que afectan a los ecosistemas a través
de un proceso de deposición seca o húmeda.
El origen de estas lluvias son las emisiones de
dióxido de azufre y óxido de nitrógeno procedentes
de la ignición de los combustibles fósiles. Las
actividades que contribuyen a ello incluyen la
quema de combustibles fósiles para la fabricación
y el transporte de materiales de construcción.
• La toxicidad humana y ecotoxicidad. La emisión de
ciertas sustancias como los metales pesados es
altamente perjudicial para el ser humano y otros
seres vivos. Estas emisiones dejan rastros en el
aire y en el agua que pueden afectar a la salud
humana y de otros organismos, especialmente
cuando alcanzan ciertos niveles. Las actividades
que contribuyen a ello son la quema de combustibles
fósiles para la fabricación y el transporte de
materiales de construcción.

• La deforestación y pérdida de tierras de cultivo.
La urbanización es una de las principales causas
de este impacto, ya que las tierras forestales y
agrícolas se eliminan para dar paso a la construcción
de edificios e infraestructuras. Los recursos
forestales también se explotan para obtener
madera que, a menudo, se utiliza como material
de construcción. Quedan menos del 40 % de las
reservas de bosques primarios del mundo, pero
se siguen explotando en actividades industriales
relacionadas como la construcción. Estos bosques
contienen más de la mitad de la de la biodiversidad
mundial y, por lo tanto, es necesario mantenerlos.
• El agotamiento de los recursos hídricos y
la contaminación del agua. Estos provocan
alteraciones en los ciclos hidrológicos, reduciendo
la cantidad de agua disponible para dilución de
los contaminantes y el consumo humano. Las
actividades de construcción y de extracción de
recursos naturales requieren grandes cantidades
de agua para su procesamiento, las emisiones
contaminantes asociadas contaminan aún
más los recursos hídricos y, además de ello, la
superficie impermeable de las infraestructuras
construidas también reduce la recarga de las
aguas subterráneas.
Tradicionalmente, los factores críticos que influían en la
elección de los materiales de construcción se basaban
en el coste, la disponibilidad y la estética. Sin embargo,
en un mundo cambiante donde la sostenibilidad no es
una opción sino ya casi una obligación, es importante
tener en cuenta los impactos medioambientales de los
materiales seleccionados para el proyecto. Los criterios
que son relevantes para escoger las opciones más
adecuadas son [2]:
• Eficiencia en el uso de recursos naturales. Optar
por materiales con gran capacidad de reutilización
o reciclado para ayudar a reducir la extracción
continua de recursos para nuevos materiales;
esto también incluye priorizar los materiales
con elevada durabilidad, que perdurarán durante
toda la vida útil del edificio o infraestructura sin
necesidad de sustituirlos. Otros factores por
considerar son el potencial de reprocesamiento,
los materiales fabricados a partir de residuos
agrícolas, los materiales renovables y la adquisición
a empresas que promuevan o tengan establecidos
mecanismos de recuperación.
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• Limitación de la energía y carbono embebidos.
Elegir materiales con bajos niveles de energía o
carbono incorporado, es decir, que su consumo
de energía y emisiones durante el proceso de
producción sea el mínimo posible. Esto implica una
menor dependencia de materiales que requieren
fuentes de energía fósiles para su fabricación.
La adquisición de materiales a nivel local podría
contribuir a ello mediante la reducción del
transporte. Otras estrategias por considerar son
el uso de materiales mínimamente procesados
con técnicas de extracción o fabricación con bajo
uso de energía, agua o contaminación y materiales
fabricados con energías renovables (por ejemplo,
eólica y solar).
• Bajo riesgo para la salud humana o ambiental.
Rechazar aquellos materiales que por su
composición puedan emitir toxinas, contaminantes
o metales pesados al aire, al agua o al suelo.
Priorizar los materiales con menor impacto en
la salud y en la seguridad de los trabajadores de
la construcción, así como en la de los usuarios a
largo plazo.
• Contribución al bienestar social y económico.
Seleccionar los materiales teniendo en cuenta
su capacidad para mejorar la sociedad y la
economía. Esto incluye la mejora del empleo o la
responsabilidad social de las empresas.
Las etiquetas ecológicas (como Ecolabel), los sistemas
de evaluación y certificación de la sostenibilidad
(como BREEAM o LEED) o las guías de contratación
pública verde contienen orientaciones valiosas para
realizar esta selección. Es muy importante considerar
las implicaciones en todas las fases del ciclo de
vida del material, lo que puede hacerse mediante la
metodología de ACV (explicada en el último apartado de
este tema).
Economía circular
La economía circular se define como una alternativa al
actual modelo de economía lineal en el cual se extraen
recursos, se producen, se consumen y se generan
residuos. En una economía circular, tanto sistemas
como productos se diseñan de tal manera que se
elimina el concepto de residuos a través de la recuperación
y reutilización de materiales y la maximización de su
valor en todo momento.
El modelo lineal surgió en tiempos en el que los
recursos naturales se consideraban baratos y
abundantes. Si se sigue con el modelo lineal, se estima
que para el 2050 el mundo puede llegar a producir 3400
millones de toneladas de residuos sólidos urbanos al
año (actualmente son 2000 millones de toneladas) [3].
Bajo este contexto, distintos grupos en todo el mundo
están haciendo esfuerzos para redefinir los sistemas
de producción de tal manera que pueda reducirse de
manera significativa el impacto ambiental.
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La economía circular es un nuevo modelo que sugiere 3. Regeneración de los ecosistemas naturales. Según
diseñar, fabricar y usar productos y materiales que el arquitecto William McDonough:
mantengan su valor máximo en todo momento para
evitar la generación de residuos y externalidades. Esto
En la naturaleza no existen los residuos,
es posible a través de la creación de diseños circulares
y la implementación de sistemas de logística inversa porque cada organismo contribuye
que permitan la recuperación de productos mediante el
a la salud del conjunto. Las flores
alquiler, reutilización, uso compartido, reventa y, como
última opción, el reciclaje. de un árbol frutal caen al suelo y se
El diagrama que representa el concepto de economía descomponen en alimento para otros
circular fue desarrollado por la fundación Ellen seres vivos. Las bacterias y los hongos
MacArthur (figura 1). Se suele denominar como “el
diagrama mariposa” debido a los dos lados que se alimentan de los desechos orgánicos
conforman el modelo, el cual ilustra el flujo continuo de tanto del árbol como de los animales
materiales en el sistema, mostrando el ciclo biológico
a la izquierda y el ciclo técnico a la derecha. que comen sus frutos, depositando en
El trabajo de la Fundación Ellen MacArthur [4] ha sido
el suelo nutrientes que el árbol puede
relevante para establecer los tres principios de la absorber y convertir en crecimiento.
economía circular:
Los residuos de un organismo se
1. Eliminar los residuos desde el diseño, así como convierten en alimento para otro. Los
otras externalidades negativas. En una economía
circular, los desechos son un error de diseño. Los
nutrientes fluyen perpetuamente en
residuos deben ser “eliminados” o “abolidos” en ciclos regenerativos de la cuna a la
la etapa de diseño. En vez de concentrase en la
recuperación de residuos y tener que buscar qué
cuna, de nacimiento, descomposición
hacer con ellos, debe cambiarse la mentalidad para y renacimiento. Los residuos son
que desde un principio se elimine la generación
de residuos; esto quiere decir que los productos
alimento.
son diseñados teniendo en cuenta el final de
su vida útil y su disposición. Por ejemplo, el
diseño de productos modulares que puedan ser Aplicando estos conceptos al sector de la construcción,
desensamblados al final de su vida útil permiten se trata de reducir la demanda de materiales vírgenes
recuperar y aprovechar cada parte del producto no renovables, eliminar el concepto de residuo y
(por ejemplo: un mueble diseñado de manera maximizar el valor de los materiales recuperados
modular permitirá recuperar cada una de sus piezas utilizados en todas las etapas del proyecto, construcción,
al final de su ciclo de vida. mantenimiento y fin de vida. Además, para tener el
2. Mantener productos y materiales en uso para que máximo impacto, la economía circular debe tenerse
sean aprovechados al máximo a lo largo de su en cuenta en todo el diseño, la especificación, la
vida. Además del diseño de productos teniendo en adquisición y la construcción del proyecto [5].
cuenta el final de su ciclo de vida, también existe
Como primer paso para implementar la circularidad,
otra serie de estrategias que pueden ser tenidas
se priorizaría el diseño para el largo plazo con materiales
en cuenta para asegurarse de que los productos
robustos y durables que se pueden reparar fácilmente
y materiales se queden dentro de la economía
dentro de su uso actual. Como segundo paso, los
sin que finalicen en la biosfera. Entre ellas se
edificios pueden diseñarse de modo que los materiales
encuentra el alquiler como alternativa a la compra,
y componentes valiosos se puedan recuperar y reutilizar
la reparación, el reacondicionamiento, la extensión
al final de su vida útil.
de la vida útil del producto mediante la reutilización,
el uso compartido, la compra / venta de segunda
mano y el reciclaje como última opción. En palabras
del catedrático Prof. Walter Stahel: “esto se trata
de cambiar nuestra lógica económica por alquilar,
reutilizar y redistribuir lo que nos sea posible, reparar
lo que se encuentra averiado, remanufacturar lo
que no se puede reparar y reciclar únicamente lo
que no es posible reacondicionar”.

Figura 1. Diagrama del sistema de economía circular. Tomado de: Fundación Ellen MacArthur, 2019.
Asegurarse de que los edificios se puedan desmontar
brinda la oportunidad de volver a implementarlos
en nuevos lugares o para nuevos usos, y permite
que los componentes se recuperen y reutilicen o
remanufacturen. Esto, a su vez, reduce la dependencia de
las materias primas para la construcción, mientras que
la recuperación y la remanufactura crean empleo local.
Declarar y comprender los ingredientes que componen
los materiales y productos ayudará a garantizar que los
materiales biológicos puedan devolverse de manera
segura a la biosfera y los materiales técnicos se
puedan recuperar para su reutilización dentro de la
industria [6].
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Huella de carbono
El vapor de agua (H2O), el dióxido de carbono (CO2),
el óxido nitroso (N2O), el metano (CH4) y el ozono
(O3) son los principales GEI en la atmósfera terrestre.
Están presentes de manera natural y gracias a ellos
la vida es posible en la Tierra, porque provocan lo que
se conoce como efecto invernadero. Estos gases
absorben una parte de las radiaciones solares reflejadas
por la superficie de la Tierra y las devuelven de nuevo
a ella. Este fenómeno atmosférico natural permite
mantener la temperatura media del planeta en unos
valores que hacen posible la vida en él. Sin el efecto
invernadero, la temperatura media terrestre sería de
unos –18 ºC en vez de los 15 ºC que se dan actualmente;
las fluctuaciones de las temperaturas serían extremas y
la vida en la superficie del planeta sería imposible [7].

En la actualidad, las actividades humanas incluyen
la quema de combustibles fósiles, el desarrollo de
prácticas agrícolas, el consumo eléctrico, la fabricación
de bienes y servicios, etc. Los procesos que se llevan
a cabo en todas estas actividades generan residuos,
vertidos y emisiones al medio ambiente, aumentando la
concentración actual en la atmósfera de los GEI, dando
lugar a un incremento del actual efecto invernadero
y, con ello, a una afectación sobre el clima del planeta de
difícil pronóstico.
De hecho, el informe más reciente del IPCC, emitido en
agosto de 2021 [8], corrobora que ha sido la actividad
humana la que ha calentado la atmósfera, el océano y
la superficie terrestre y que muchos de los cambios
observados en el clima no tienen precedentes en cientos
de miles de años. De esta situación surge la necesidad
de reducir sustancialmente y llegar a eliminar la emisión
de GEI de origen antropogénico (producidos por la
actividad humana). Para ello, el primer paso es evaluar la
cantidad de GEI generados en cada caso.
Puede definirse la huella de carbono como el conjunto
de emisiones y absorciones de gases de efecto
invernadero que son producidas por efecto directo e
indirecto como consecuencia de una actividad [7]. La
huella de carbono se mide en unidades de masa de CO2
equivalente (toneladas o kilogramos) y el resultado de
los cálculos se traduce en el potencial de calentamiento
global que tiene cada GEI comparado con el del CO2.
El concepto de actividad incluye un amplio abanico
de opciones entre las que destaca tanto la actividad
asociada a individuos como a organizaciones, territorios,
eventos, productos y servicios. Dentro de la variabilidad
de actividades sobre las que se aplica el concepto hay
dos ramas o enfoques metodológicos predominantes:
enfoque corporativo o de organización y enfoque a
producto o servicio.
La metodología utilizada para calcular la huella de
carbono corporativa implica hacer un inventario de
las emisiones de GEI que conlleva su actividad y
clasificarlas en tres grupos según los denominados
alcances:
• Alcance 1. Emisiones y remociones directas de GEI.
Son aquellas que provienen de sus instalaciones:
la generación de electricidad, calor o vapor; los
procesos físicos o químicos; el transporte de
material, productos, residuos y empleados y las
emisiones fugitivas.
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• Alcance 2. Emisiones indirectas de GEI por energía.
Son aquellas que provienen de electricidad, calor
o vapor de origen externo consumidos por la
organización en procesos sobre los que se tiene
control o propiedad.
• Alcance 3. Otras emisiones indirectas de GEI. La
organización puede cuantificar otras emisiones
indirectas asociadas a la cadena de valor o
suministro de bienes y servicios. Sus fuentes de
emisión se localizan fuera de la organización,
que no tiene control ni propiedad sobre ellas. Su
inclusión es en ocasiones confusa; sin embargo,
su relevancia medida como porcentaje sobre el
total es muy elevada.
Por otra parte, para calcular la huella de carbono de
producto (HCP) es preciso emplear la metodología de
análisis de ciclo de vida (que se detallará en el último
apartado de este tema). Hay que evaluar en detalle la
contribución de cada proceso unitario implicado en la
producción para poder calcular el impacto completo
en términos de potencial de calentamiento global. Se
determinan los flujos elementales de los procesos
relevantes en los que se puede dividir cada fase del
ciclo de vida del sistema producto analizado. Todo el
desarrollo de la HCP es válido también para servicios y,
por consiguiente, eventos.
Una vez calculada la huella de carbono de la compañía
y/o sus productos y servicios, las organizaciones
comprometidas con la sostenibilidad pueden ir
másallá para incluir este indicador en sus planes
estratégicos. Los cálculos realizados no muestran
más que un valor numérico que, por sí mismo, carece
de sentido si no se compara con otros o se utiliza para
progresar en este ámbito. La gestión de la huella de
carbono consiste en llevar a cabo acciones deliberadas
para aliviar el impacto ambiental referido a emisiones
de GEI ocasionado por la actividad de la empresa.
Además de la fase de evaluación, existen dos etapas
fundamentales para conseguir este objetivo:
• Reducción de las emisiones de GEI. Consiste en
realizar un análisis profundo de los procesos y
las fuentes de emisión que contribuyen de
manera más relevante a la huella de carbono y
tomar medidas para disminuirla. Las opciones
suelen estar relacionadas con el uso de energías
renovables, la eficiencia energética, la movilidad
eficiente o la disminución en el uso de recursos.
• Compensación de las emisiones de GEI. Se trata
de dar apoyo desde la empresa a la reducción de
las emisiones fuera de los límites de su sistema,
ya sea mediante la colaboración con proyectos
de mejora tecnológica o a proyectos de absorción
de emisiones. Se realiza un aporte económico
en una cantidad proporcional a las toneladas de
CO2 compensadas. Esta inversión puede ir dirigida
a la creación de sumideros de carbono (por
ejemplo, proyectos de reforestación) o a evitar la
emisión de carbono con proyectos de eficiencia
energética o tratamiento de residuos.

Por último, cabe reseñar que además de las etapas
explicadas, el proceso de verificación de la huella
de carbono es igualmente importante. Se trata de
valorar de un modo objetivo la precisión e integridad
de los datos aportados por la empresa siguiendo los
principios y la normativa establecida para tal fin. Esto
aporta garantías sobre el proceso de cuantificación
de emisiones y las acciones que se realizan para
gestionarlas.
Metodología y análisis
del análisis de ciclo electrodomésticos, refrigeración y calefacción durante
de vida
La norma ISO 14001:2015¹ define el ciclo de vida como:
etapas consecutivas e interrelacionadas de un sistema
de productos (o servicios), desde la adquisición o
generación de materias primas, desde los recursos
naturales hasta la eliminación final. Las etapas del ciclo
de vida incluyen la adquisición de materias primas, el
diseño, la producción, el transporte/entrega, el uso, el
tratamiento al final de la vida útil y la eliminación final.
Adoptar una perspectiva de ciclo de vida significa
reconocer el impacto de ciertas opciones (por ejemplo,
la selección de un material de construcción específico)
en cada una de estas etapas, y sus efectos potenciales
(positivos o negativos, directos o indirectos, únicos o
acumulativos) en el medio ambiente y en el contexto
socioeconómico. Un enfoque de ciclo de vida es, por lo
tanto, una forma de pensar que ayuda a contextualizar
las opciones individuales, corporativas o colectivas en
un marco más amplio de eventos y situaciones
fuertemente interconectado.
El concepto de ciclo de vida ha proporcionado una base
conceptual para una serie de enfoques (por ejemplo,
la Evaluación o Análisis del Ciclo de Vida - ACV),
que comparten el objetivo de reducir los impactos
ambientales, sociales y económicos de un producto
o servicio a lo largo de todo su ciclo de vida. Estos
pueden apoyar la toma de decisiones a todos los
niveles y en todos los sectores, incluida la industria de
la construcción, y ofrecer la posibilidad de examinar
una serie de categorías e indicadores de impacto clave,
evaluando los impactos “temáticos" (por ejemplo, el
ACV ambiental, el ACV social, la huella de carbono, la
huella de agua, etc.), así como la sostenibilidad general
(por ejemplo, la evaluación de la sostenibilidad del
ciclo de vida).
1. ISO 14001:2015. Sistemas de gestión ambiental. Requisitos con orientación para su uso, ISO, 2015.
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El Análisis del Ciclo de Vida (ACV) es una metodología
aplicada para evaluar los impactos ambientales de
los productos a través de lo que se conoce como un
enfoque ‘de la cuna a la tumba’. Comprende todas
las etapas del ciclo de vida de todos los materiales
y tecnologías que entran en el producto, desde la
extracción y procesamiento de las materias primas,
hasta su transporte, montaje, uso y disposición final.
En la industria de la construcción, la metodología
puede aplicarse ampliamente a todos los materiales
de construcción, instalaciones, accesorios, iluminación,
la fase de operación, hasta el final de la vida útil de
todos los componentes y materiales involucrados.
El alcance de un ACV puede variar en función de las
distintas fases y procesos de la vida de un producto.
Así, se pueden analizar todas o solo algunas fases del
sistema o proceso de producción del bien o servicio
(figura 2).
Para llevar a cabo esta metodología hay que desarrollar
cuatro fases:
1. Definición de objetivo y alcance: define el objetivo
y el uso previsto del estudio, así como el alcance
de acuerdo con los límites del sistema, la unidad
funcional y los flujos dentro del ciclo de vida,
la calidad exigida a los datos, y los parámetros
tecnológicos y de evaluación.
2. Análisis del inventario del ciclo de vida: se
recogen los datos correspondientes a las entradas
y salidas para todos los procesos del sistema de
producto.
3. Evaluación del impacto del ciclo de vida: el
inventario de entradas y salidas es transformado
a impactos ambientales potenciales.
4. Interpretación: los resultados del inventario de
ciclo de vida (fase 2) y la evaluación del impacto
del ciclo de vida (fase 3) son interpretados de
acuerdo con el objetivo y el alcance marcados
inicialmente. En esta fase se realiza un análisis de
los resultados y se marcan las conclusiones.
La realización de un ACV se lleva a cabo principalmente
para analizar la contribución de las diferentes etapas
del ciclo de vida del producto al impacto ambiental
global y para comparar los impactos de diferentes
productos entre sí.

Recursos Explotación 1a distribución Transformación
Figura 2. Alcance de un ACV. Tomado de: Ihobe, 2009.
Según la norma ISO 14040:2006², el ACV es una
herramienta que puede ser de gran interés en los
siguientes casos:
• La identificación de oportunidades para mejorar el
desempeño ambiental de productos en las distintas
etapas de su ciclo de vida.
• La aportación de información a quienes toman
decisiones en la industria, organizaciones
gubernamentales o no gubernamentales (por
ejemplo, para la planificación estratégica, el
establecimiento de prioridades, el diseño y rediseño
de productos o procesos).
• La selección de los indicadores de desempeño
ambiental pertinentes, incluyendo técnicas de
medición.
• El marketing (por ejemplo, implementando un
esquema de etiquetado ambiental, elaborando
una reivindicación ambiental o una declaración
ambiental de producto).
La aplicación de la metodología del ACV en la industria
de la construcción resulta útil a tres niveles diferentes:
• A nivel de materiales y productos, ayuda a
diseñadores, ingenieros y arquitectos a seleccionar
convenientemente aquellos materiales que
formarán parte del proyecto.
2. ISO 14040:2006. Gestión ambiental. Análisis del ciclo de vida. Requisitos y directrices, ISO, 2006.
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2a distribución Producción Distribución Uso Fin de vida
cliente
De la puerta
a la puerta
Gate to gate
De la cuna a la puerta
Cradle to gate De la cuna a la tumba
Cradle to grave
De la cuna a la cuna
Cradle to cradle
• A nivel de edificio o infraestructura, los resultados
del ACV servirán para evidenciar y aportar la huella
ambiental del proyecto frente a los propietarios o
usuarios finales.
• A nivel sectorial, las conclusiones del ACV pueden
utilizarse por parte de la administración como base
para establecer políticas ambientales.
Resumen
La sostenibilidad de los materiales de construcción es
un aspecto clave en la construcción sostenible, ya que
las afecciones medioambientales de su fabricación
tienen consecuencias muy importantes en el entorno
natural. Los criterios de diseño y selección de materiales
deben evolucionar desde el antiguo paradigma basado
en el coste, la disponibilidad y la estética, a un nuevo
planteamiento, teniendo en cuenta criterios relacionados
con el medio ambiente (energía y carbono embebidos,
los recursos naturales utilizados, la salud humana y
ambiental), así como su aportación al bienestar social
y económico.
Para la evaluación de los impactos ambientales se
dispone de herramientas de análisis muy completas,
como el ACV, que permiten determinar, por ejemplo, la
huella de carbono. Por otro lado, la economía circular es
un nuevo modelo económico que guía en el camino hacia
un mundo más consecuente con los recursos naturales
de los que se dispone.

Bibliografía
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[9] ISO 14001:2015. Sistemas de gestión ambiental.
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[10] ISO 14040:2006. Gestión ambiental. Análisis del
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