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Los Sentidos
Los Sentidos
SISTEMA SENSORIAL
1. EL GUSTO
El gusto tiene su sede al nivel de la lengua
La lengua contiene papilas gustativas que son los órganos sensoriales del gusto. Hay muchas
proyecciones pequeñas en la superficie superior de la lengua. Las yemas o botones, que son
microscópicas, se encuentran dentro de las papilas. Las células receptoras en la yema del gusto
se abren en la superficie de la lengua por medio de un poro. Estas células son quimiorreceptores.
Las moléculas en el alimento estimulan las microvellosidades que son proyecciones como
dedos, en la superficie expuesta de las células receptoras, haciendo que se manden impulsos al
cerebro. Los impulsos son interpretados para producir la sensación del gusto.
No todas las yemas del gusto son sensibles a las mismas moléculas.
La fisiología del gusto.
La sensibilidad gustativa al igual que la sensibilidad olfativa, es un sentido químico, es decir, los
receptores responden a unos estímulos químicos.
Para que una sustancia pueda impresionar a los receptores gustativos, tiene que ser soluble en el
agua y en la saliva. En caso contrario, se dice que esa sustancia es insípida. Se distinguen cuatro
sensaciones gustativas: dulce, salada, amarga y ácida; estas sensaciones no se perciben todas en
los mismos territorios de la lengua; exista pues, sin duda, una calidad de especifico en ciertas
papilas para tal o cual sensación.
El órgano esencial del gusto es la lengua, órgano muscular voluntario relacionado también con
otras funciones digestivas (masticación y deglución) y con el habla.
2. OLFATO
El olfato tiene su sede en la nariz y es encargado de detectar y procesar los olores
El epitelio olfatorio es el órgano sensorial que detecta los olores. Al igual que las yemas del gusto,
el epitelio del olfatorio contiene células quimiorreceptoras. El nervio olfatoriolleva los impulsos al
encéfalo. Los nervios olfatorios componen uno de los doce pares de nervios craneales. El epitelio
está cubierto con mucosidad, como todos los revestimientos nasales. Se cree que las moléculas de
olor son detectadas cuando se pegan a los receptores proteicos en la superficie de los cilios de las
células olfatorias.
Los sentidos del olfato y del gusto están estrechamente relacionados. Ambos comprenden
estimulación de células quimiorreceptoras. Gran parte del sabor de los alimentos es realmente una
combinación de sabor y olor.
El bulbo olfatorio: los
estímulos olorosos
captados por las células
olfativas atraviesan,
gracias a unas
prolongaciones que poseen
estas, la base la base del
cráneo (hueso etmoides) y
penetran en el llamado
bulbo olfatorio, desde el
cual, y a través del nervio
olfatorio, se dirigen hacia
la correspondiente zona
cerebral, en la que
reconocerán las
características olorosas de los estímulos emitidos.
La excitación de las células olfativas es de naturaleza química lo mismo que la de los corpúsculos
gustativos. Para que se pueda percibir el olor de una sustancia, es menester que esta se encuentre
en estado gaseoso; se disuelve entonces en la mucosidad que las fosas nasales secretan. El nervio
olfativo, transmite las sensaciones de los olores; alguna ramificaciones del nervio trigémino
penetra en las vías nasales pero solo intervienen en las sensaciones generales. (táctiles y
térmicas)
3. EL TACTO
El sentido del tacto se encuentra al nivel de la piel permite percibir cualidades de los objetos y
medios como la presión, temperatura, aspereza o suavidad, dureza, etc.
Los mecanorreceptores que detectan tacto, presión y dolor están distribuidos a través de la piel.
Los receptores para el dolor son las dendritas de las neuronas sensoriales, que se encuentran,
usualmente, en la base de la epidermis de la piel. Varios tipos de receptores detectan el tacto. Un
receptor de este tipo es una red de dendritas que rodea la base del folículo piloso. Los pelos se
encuentran en casi todas las partes de la piel, aunque algunos son muy pequeños para verse
fácilmente. Cuando el contacto con un objeto hace que se mueva el pelo, las dendritas alrededor
de la base del pelo se estimulan y, entonces, envían un impulso al sistema nervioso central. La piel
también contiene receptores separados para detectar el calor y el frío. Los receptores para el calor,
el frío y la presión son menos abundantes en la piel que los receptores del tacto.
DERMIS Tiene un espesor variable, que alcanza los 3 mm en la planta de los pies. Es tejido
conjuntivo sobre el que descansa la epidermis y que consiste principalmente en fibras (colágenas),
células de tejido conectivo (fibroblastos), fagocitos inmunológicamente activos (macrófagos) y
mastocitos que median reacciones alérgicas e inflamatorias. Esta capa dérmica contiene vasos
sanguíneos y linfáticos, al igual que receptores sensitivos, pelos, glándulas sebáceas y sudoríparas.
Las glándulas sudoríparas producen una secreción acídica que actúa como una capa protectora que
no permite el crecimiento bacteriano sobre la piel.
HIPODERMIS Está compuesta por tejido conjuntivo laxo, uniendo de manera poco firme la dermis
con los órganos subyacentes y está formada por una capa variable de tejido adiposo con una
función de aislamiento, que permite que la piel se modifique y proteja contra la pérdida de calor y
traumatismos superficiales.
Fisiología: Como órgano de protección, la piel ejerce una protección mecánica frente a los
agentes externos, como son los traumatismos ligeros. Asimismo la piel es un órgano de protección
antimicrobiana, gracias a su acidez fisiológica, que asegura una relativa esterilidad porque impide
la proliferación de gérmenes patógenos en su superficie. La piel nos protege contra el frió y el
sudor y desempeña un papel importante en la regulación térmica ante aumentos de temperatura.
La piel es, también un protector contra las radiaciones lumínicas y contra agentes químicos.
Hay cinco sensaciones cutáneas: el tacto, la presión, el dolor, el calor y el frío. La piel cuenta con
diversos receptores nerviosos, que son capaces de detectar los diferentes estímulos sensoriales.
4. LA VISTA
Los órganos de la percepción visual son los ojos.
b)La coroides propiamente dicha está formada por dos capas: una que encierra un pigmento, y
otra muscular, rica en vasos sanguíneos. laregión ciliar, capaz de hincharse por el flujo de la
sangre, actúa sobre los ligamentos suspensorios, variando su tensión. El iris es un diafragma, una
de cuyas membranas, contiene pigmento de color variable, según los individuos. En su parte
media, el iris está atravesando por un orificio, la pupila.
c) La retina es la membrana principal del ojo. Está adherida a las coroides, cuya cara interna
tapiza. Es ancha en el fondo del ojo, y va disminuyendo a medida que se acerca al iris, y forma en
la coroides anterior el epitelio pigmentado retiniano. Por delante, está cubierta por la
membrana hialoidea. El armazón de la retina está constituido por células de sostén.
El nervio óptico, que se ramifica en el fondo del ojo (también se llama, y más
acertadamente: ganglio nervioso), está formado de: Células sensoriales, visuales, neuronas
sensitivas periféricas, neuronas sensitivas centrales. Las células sensoriales comprenden
células de cono, incoloras y células de bastoncillos, rosadas.
d) La membrana hialoidea
envuelven en el interior del ojo, al
humor vítreo, que es gelatinoso.
Anatomía de la oreja
3. El oído interno, que comprende el vestíbulo abierto detrás de la ventana oval; desde ese
punto central parten los tres conductos semicirculares. Detrás de la ventana redonda se
extiende el caracol, que constituye las envolturas óseas del laberinto membranoso.
El caracol óseo está dividido, en el sentido de su anchura, en dos ramas o canales: la rampa
vestibular y la rampa timpánica.
El laberinto membranoso, rodeado de la perilinfa, está situado en el interior del laberinto óseo.
Se distingue en él:
El utrículo, el sáculo y los conductos semicirculares membranoso, formados de tejido
conjuntivo, tapizado, en algunos sitios, de células sensoriales rodeadas en su base por las
neuronas sensitivas periféricas: las manchas y las crestas auditivas.
Fisiología de la audición
El oído externo recoge los sonidos y aprecia su dirección.
El oído medio transmite los sonidos; las vibraciones que llegan al tímpano conmueven la cadena
de los huesecillos, la ventana redonda y la ventana oval.
El músculo del martillo, que tensa el tímpano, le permite vibrar con sonidos agudos; por el
contrario, el músculo del estribo, que afloja el tímpano, le permite vibrar con sonidos graves.
La trompa de Eustaquio asegura la renovación del aire en la caja del tímpano; en efecto ya se
sabe que se abre con la deglución.
En cuanto a los huesecillos, aunque transmiten las vibraciones, no son indispensables a la
percepción de los sonidos; en efecto, los huesos del cráneo pueden reemplazarlos. En cambio la
lesión de la ventana oval acarrea la sordera total, por el hecho de que la endolinfa invade el oído
medio.
En el oído interno, el nervio coclear es el que transmite las impresiones auditivas; las manchas
acústicas quizá sirvan para analizar la intensidad de los sonidos.
El caracol permite percibir las tres cualidades de un sonido, es decir:
Intensidad - timbre - elevación
En cuanto a los conductos semicirculares, tienen función doble: perciben la intensidad de los
sonidos, por una parte, y, por otra, intervienen en el sentido del equilibrio. Las lesiones de esos
conductos acarrean sensaciones de vértigo.