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Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 1

AGENDA PARA ESTUDIARLO - en tres encuentros -


1) Entronización de la Imagen del Sagrado Corazón de Jesús
2) Acto de contrición (ver atras)
3) Canto de preparación (ver atras)
4) Plegaria al Espíritu Santo (ver atras)
5) Catequesis (Se anuncia tema)
Tema - Lectio
Meditatio en grupos pequeños (preguntas)
Oratio - Actio (Oración a María).
6) Contemplatio frente al Santísimo -si es un templo-
7) Oraciones finales:
Acción de Gracias, Padre Nuestro, Ave María, Gloria
y la Jaculatoria.

Breve explicación
Una devoción es un estímulo que, dirigiéndose a la inteligencia
y al corazón, permite al hombre dar a Dios el culto que le es
debido, no sólo con la exactitud y puntualidad que requiere la
más elemental justicia, sino también con aquella libertad alegre y
aquella gozosa prontitud que exige el amor.
De esta manera dedicamos este tiempo para conocer y amar la
Devoción al Sagrado Corazón de Jesús.

Objetivos de este estudio:


• Estudiar y comprender a fondo qué es la Devoción al Sagrado
Corazón de Jesús.
• Aprender a rezar, el Rosario del Sagrado Corazón.
• Meditar sobre su amorosísimo Corazón durante 30 días.
• Consagrarnos y Entronizar su Imagen en nuestros hogares.
• Vivir la Novena con devoción y piedad cristiana.

2 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


Introducción
El 27 de diciembre de 1673, día de san Juan Apóstol, Margarita
María de Alacoque, quien tenía sólo 14 meses de profesa y 26
años de edad, estaba como de costumbre arrodillada ante el
Señor en el Santísimo Sacramento, expuesto en la capilla del
convento de La Visitación. Era el momento de la primera gran
revelación del Señor a la futura santa.
“Mi Divino Corazón –le dijo el Señor a Margarita María– está tan
apasionado de Amor a los hombres, en particular hacia ti, que,
no pudiendo contener en él las llamas de su ardiente caridad,
es menester que las derrame valiéndose de ti y se manifieste
a ellos para enriquecerlos con los preciosos dones que te estoy
descubriendo, los cuales contienen las gracias santificantes y
saludables necesarias para separarles del abismo de perdición. Te
he elegido como un abismo de indignidad y de ignorancia, a fin de
que seas todo obra mía”.
Desde ese instante y hasta nuestros días –en que va creciendo– la
devoción al Sagrado Corazón de Jesús no ha dejado de ganar
adeptos, gente común y sencillísima, gente encumbrada y de
graves responsabilidades, todos quieren seguir la indicación de
la jaculatoria que reza así: “Jesús, manso y humilde de Corazón,
haz mi corazón semejante al tuyo”. Se trata de una semejanza.
No de una igualdad. El filósofo católico Dietrich von Hildebrand
señala que a esta oración “se aplica todo lo que sabemos sobre el
sentido de la imitación de Cristo”. Y más adelante indica que “la
transformación en Cristo que implica esta imitación consiste en
hacernos santos”. Es el ethos cristiano; la forma de ser que Dios
quiere de nosotros y que santa Margarita María lo dejó dicho de
esta manera: “Como el amor hace uno a los amantes, si quieres
ser amado de Jesús has de ser manso como Él, y humilde como
Él.”
No fue hasta el 11 de junio de 1899, dentro del mes dedicado al
Sagrado Corazón, cuando un Papa, en este caso el Papa León XIII,
consagró la humanidad al Sagrado Corazón de Jesús. Unos días
antes, el 25 de mayo del mismo año, había publicado la encíclica
Annum Sacrum (refiriéndose al Año Santo de 1900). En ella

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escribió: “El Corazón divino es símbolo e imagen viva del infinito
amor de Jesucristo, que nos impulsa a pagarle también con amor”.
La idea de consagrar el mundo y toda la humanidad al Corazón de
Jesús surgió 25 años antes, con motivo de las conmemoraciones
en el segundo centenario de la canonización de santa Margarita
María de Alacoque. En aquel entonces, siendo Papa Pío IX,
miles de personas de toda clase y condición, incluidos obispos,
solicitaban al Papa, incesantemente, realizar una consagración de
la humanidad al Sagrado Corazón.
León XIII lo hizo. Y llegó a considerar éste como el acto más
importante de su largo pontificado. Su argumentación es sublime:
“Puesto que el Sagrado Corazón es el símbolo y la imagen sensible
de la caridad infinita de Jesucristo, caridad que nos impulsa a
amarnos los unos a los otros, es natural que nos consagremos a
este corazón tan santo.
Obrar así es darse y unirse a Jesucristo, pues los homenajes,
señales de sumisión y de piedad que uno ofrece al divino Corazón,
son referidos realmente y en propiedad a Cristo en persona”.
Cien años después, san Juan Pablo II, recordando la Consagración
de León XIII, y renovándola, escribió: “La contemplación del
Corazón de Jesús en la Eucaristía estimulará al creyente a buscar
en ese Corazón el misterio inagotable del sacerdocio de Cristo y de
la Iglesia.
Le permitirá saborear, en comunión con sus hermanos y
hermanas, la dulzura espiritual de la fuente de la caridad. El
ayudar a todos a redescubrir su propio Bautismo le hará más
consciente de tener que vivir su dimensión apostólica al difundir
amor y participar en la misión de evangelizar”.
De eso trata este devocionario: de que cada uno, a través de la
meditación, la oración, la reflexión y la alabanza, nos unamos a
la gran tarea de la Iglesia, a la enorme tarea que nos dejó como
obligación nuestro Señor: ir y predicar desde los tejados. ¿Predicar
qué? El amor del que es puramente Amor. El amor de quien subió
a la cruz para fundar nuestra esperanza. Por eso santa Margarita
María nos dejó esta idea inspirada en el amor del Corazón de
Jesús: “La cruz es en este mundo el patrimonio de los escogidos”.

4 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


TESTIMONIO
¿Quieres consolar al Corazón de Jesús?
Él clama por tu amor.
[Soy Claudio de Castro]. Creo que alguna vez te lo he contado.
Pasaba las vacaciones del verano junto a mis hermanos en casa de
mi abuela en Costa Rica. Todos los que han tenido la oportunidad
de crecer junto a sus abuelos saben lo fuerte que es esta
influencia y como te marca la vida.

Bajando las escaleras al fondo tenía un cuadro muy antiguo del


Sagrado Corazón de Jesús. Te impresionaba porque cuando lo
mirabas sentías que te seguía con su mirada. Pero era una mirada
dulce y tierna, como si te dijera: “¿Me amas Claudio?”.

Era sólo un niño y no podía imaginar cómo le ofendía la


humanidad. Mi lógica me indicaba que todos lo amaban. No
conocía las historias de sus apariciones a santa Margarita María de
Alacoque. Al crecer tomé gusto por la lectura de libros religiosos,
sobre todo las biografías de los santos. Me gustaba saber cómo
lograron llegar a esos grados tan altos de santidad en un mundo
como éste.

“¿Quién puede ser santo?”, [yo], me preguntaba.


Creo que San Pablo pensaba en todos nosotros cuando escribió las
epístolas a los Romanos:

“Pues bien sé yo que nada bueno habita en mí, es decir, en mi


carne; en efecto, querer el bien lo tengo a mi alcance, mas no el
realizarlo, puesto que no hago el bien que quiero, sino que obro el
mal que no quiero. Y, si hago lo que no quiero, no soy yo quien lo
obra, sino el pecado que habita en mí.” (RM 7, 18-20)

¿Por tanto quién puede ser santo? La respuesta siempre termina


siendo: “Todos”… “Tú, yo, ellos”. Porque estamos llamados a la
santidad. Creo que bastaría amar un poco más. Llenar el mundo
de amor. Que se nos reconozca porque amamos. Tal vez así

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consolaríamos al Sagrado Corazón de Jesús.

Me impresionan estas palabras que le dijo Jesús el 16 de julio de


1675 [a María Margarita]:

“He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombre y que no


ha ahorrado nada hasta el extremo de agotarse y consumirse
para testimoniarles su amor. Y, en compensación, sólo recibe,
de la mayoría de ellos, ingratitudes y desprecios. Pero lo que
más me duele es que se porten así los corazones que se me han
consagrado. Por eso te pido que el primer viernes después de la
octava del Corpus se celebre una fiesta especial para honrar a
mi Corazón, y que se comulgue dicho día para pedirle perdón y
reparar los ultrajes recibidos. También te prometo que mi Corazón
se dilatará para esparcir en abundancia su divino amor sobre
quienes le hagan ese honor y procuren que se le tribute.”

Me he pasado reflexionando en ello. No dejo de


sorprenderme:”¿Cómo puede alguien no amarte buen Jesús?”

Me pasaré el día saludándolo con bellas jaculatorias, sobre todo


ésta que tanto le agrada:

“Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío”.

Lo interesante
Con la Imagen del Sagrado Corazón de Jesús en aquel hogar,
ese niño llegó a amar a Jesús, y a preguntarse muchas cosas, al
observar su mirada fija y tierna. Que importante es Consagrar en
nuestros hogares la Imagen del Corazón de Jesús.

Diálogo. (En grupos).


¿Haz entronizado en tu casa la Imagen del Sagrado Corazón de
Jesús? ¿Te has consagrado a Él? ¿Tienes algún testimonio para
compartir?

6 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


Tema - Lectio:

devoción al sagrado corazón de


jesús
¿Qué es una Devoción?
“Devoción”, viene de la palabra latina devovere: dedicarse,
consagrarse así mismo a una persona amada. Nuestra devoción
suprema es hacia Dios. La devoción a Dios es la disposición de la
voluntad para hacer con prontitud lo referente al culto y el servicio
a Dios. Esencial para la devoción es la disponibilidad para hacer
cualquier cosa que honre a Dios, sea en público o en privado, sea
oración o sea servicio. A la persona que tenga esta disposición se
le llama “devota”. La raiz de la auténtica devoción es un gran amor
por Dios. esta devoción NO es lo mismo que “adoración” la cual
sólo se le rinde a Dios.

Una buena relación con Dios requiere doctrina y devoción. La


doctrina contiene las verdades reveladas por Dios. La devoción
expresa con afectos esas verdades que creemos. Por lo tanto, la
devoción sana nace de una fe bien fundamentada en la doctrina
sólida.

Todas las devociones aprobadas por la Iglesia son actos de


religión que buscan dar culto a Dios. Son prácticas religiosas no
obligatorias dentro de nuestra fe. La supertición es una desviación
del culto que debemos al verdadero Dios. Desemboca en la
idolatría y en las distintas formas de adivinación y de magia.

¿Qué es la Devoción al Sagrado Corazón de


Jesús? -brevemente-
Es dar culto al gran amor que Dios tiene por nosotros. ¿Podemos
dar culto al Corazón de Jesús como al mismo Dios? Sí, porque es el
Corazón de Dios hecho hombre.

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¿Qué se entiende por culto?
La palabra “culto” tiene varios significados. También hay que hacer
distinciones cuando se habla de “culto” en relación a la religión:

a) Homenaje externo de respeto y amor que le tributamos a Dios,


a la Virgen, a los Ángeles y a los Santos.
b) Conjunto de ritos y ceremonias litúrgicas con que se tributa
homenaje.

¡No todo culto es adoración!


La Iglesia siempre ha enseñado que sólo a Dios debe adorarse. El
culto a los Ángeles, Santos y a la Virgen María no es adoración
sino “veneración”. Dentro de la Iglesia existen distintos tipos de
cultos:

Culto de Dulía: El que se tributa a los Ángeles y a los Santos. Es la


veneración que se siente por aquellos ejemplos de cristiandad, es
un respeto de admiración.

Culto de Hiperdulía: El que se tributa a la Santísima Virgen María.


Es casi igual que la Dulía, solo que en este caso es para la Virgen
María, pues se le ama y exalta por ser Madre de Dios y Madre
Nuestra.

Culto de Latría: El que se tributa solo a Dios. Es aceptar que ese


Ser es Dios Todopoderoso, amarlo sabiendo que es el más sublime
de los Seres.

Culto Externo: Consiste en demostraciones exteriores (sacrificios,


procesiones, cantos).

Culto interno: Se tributa a Dios interiormente con actos de fe,


esperanza y caridad.

Culto supersticioso: El que se da a quien no se debe dar, o se


le tributa indebidamente aunque lo merezca. Es contrario a los
precepto de la Iglesia.

8 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


¿Podemos rendir culto a la Imagen del Sagrado Corazón de Jesús?
Sí, podemos. El Catecismo de la Iglesia Católica #2132 nos enseña:

“a. El culto cristiano de las imágenes no es contrario al primer


mandamiento que proscribe los ídolos. En efecto, ‘el honor dado
a una imagen se remonta al modelo original’ (San Basilio, spir.
18,45),

b. ‘El que venera una imagen, venera en ella la persona que en ella
está representada’ (Concilio de Nicea II: DS 601; Concilio Vaticano
II: SC 126; LG 67).

c. El honor tributado a las imágenes sagradas es una ‘veneración


respetuosa’, no una adoración, que sólo corresponde a Dios:

El Culto de la religión no se dirige a las imágenes en sí mismas


como realidades, sino que las mira bajo su aspecto propio de
imágenes que nos conducen a Dios encarnado. Ahora bien, el
movimiento que se dirige a la imagen en cuanto tal, no se detiene
en ella, sino que tiende a la realidad de que ella es imagen (Santo
Tomás de Aquino, s. th. 2-2, 81, 3 ad 3).”

Las Sagradas Escrituras también prueban que Dios


permitió la elaboración de imágenes (distinta a los ídolos-falsos
dioses), así lo vemos en los siguientes textos:

a. Los Querubines del Arca y la Tienda del Encuentro:

“Harás también una tapa de oro puro


de ciento veinticinco centímetros de largo
por setenta y cinco de ancho. En sus dos
extremos harás dos querubines cincelados
en oro: cada uno arrancará de un extremo
de la tapa, y la cubrirán con las alas
extendidas hacia arriba. Estarán uno frente
a otro, mirando al centro de la tapa.” (Éxodo 25,17-20).

“Harás el santuario con diez lonas


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de lino fino, reforzado, de púrpura
violácea, roja y escarlata, y bordarás en
ellas unos querubines.” (Éxodo 26,1).

b. La Serpiente de Bronce:

“Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el


Señor le respondió:
–Haz una serpiente venenosa y colócala
en un estandarte: los mordidos de serpientes
quedarán sanos al mirarla.
Moisés hizo una serpiente de bronce y
la colocó en un estandarte. Cuando una
serpiente mordía a uno, él miraba a la serpiente
de bronce y quedaba sanado.” (Números 21,7c-9).

c. Las imágenes del Templo de Salomón:

“Hizo un altar de cedro ante el camarín y lo revistió de oro.


Revistió de oro todo el templo, hasta el
último hueco. Para el camarín talló dos
querubines en madera de olivo: medían
cinco metros de altura. Las alas del primero
medían dos metros y medio cada
una, en total cinco metros de envergadura;
el otro querubín medía también cinco
metros. Así que los querubines tenían las
mismas dimensiones y la misma forma;
los dos medían cinco metros de altura.
Salomón los colocó en medio del recinto
interior, con las alas extendidas, de
forma que sus alas exteriores llegaban a los
dos muros, mientras que las alas interiores
se tocaban una a otra en el centro del recinto.
Y revistió de oro los querubines.
Sobre los muros del templo, en el camarín
y en la nave, todo alrededor, esculpió
bajorrelieves de querubines, palmas y guirnaldas

10 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


de flores.” (I Reyes 6,21-29).

¿Cómo ser Verdaderos Devotos del Sagrado


Corazón de Jesús?
-Haciendo actos de amor que respondan en algún modo al amor
infinito que Jesús nos ha tenido.
-Haciendo oración, dirigiendo palabras de amor al Corazón de
Jesús, palabras de gratitud y adoración.
-Rezando jaculatorias: “Sagrado Corazón de Jesús, En vos Confío.”
-Haciendo visitas a Jesús ante el Sagrario.
-Ofreciendo la comunión para reparar las ofensas al Corazón de
Jesús.
-Haciendo la costumbre de ir a Misa y Comulgar todos los
primeros viernes de Mes.
-Ofreciendo todas nuestras acciones del día y nuestra vida como
un acto de amor a Dios.
-Pero más que cualquier otra cosa, es del agrado del Corazón de
Jesús, el que seamos buenos, el que sigamos su ejemplo, el que
imitemos sus virtudes para tener un alma cada día más santa y
más semejante y cercana a Él.

Explicaciones Doctrinales
La devoción al Sagrado Corazón no es sino una forma especial
de devoción a Jesús. Al esclarecer su objeto, sus fundamentos y
sus actos propios conoceremos qué es exactamente y qué hace
distinta a esta devoción.

El objeto de la devoción al Sagrado Corazón


La palabra corazón despierta en nosotros, antes que nada, la idea
del órgano vital que palpita en nuestro pecho y del que sabemos,
aunque quizás vagamente, que está íntimamente conectado no
sólo con nuestra vida física, sino también con nuestra vida moral y
emocional. Tal relación explica, también, que el corazón de carne
sea universalmente aceptado como emblema de nuestra vida
moral y emocional, y que por asociación, la palabra corazón ocupe
el sitio que tiene en el lenguaje simbólico y que esa palabra se
aplique igualmente a las cosas mismas que son simbolizadas por el

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corazón. (Cfr. Jer. 31,33; Dt. 6,5; 29,3;Is. 29,13; Ez. 36,26; Mt. 6,21;
15,19; Lc. 8,15; Rm. 5,5; Catecismo de la Iglesia Católica, nos. 368,
2517, N.T.). Pensemos, por ejemplo, en expresiones como “abrir
nuestro corazón”, “entregar el corazón”, etc. Llega a pasar que el
símbolo es despojado de su significado [físico] y en vez del signo
se percibe sólo lo que [implica]. De igual manera, en el lenguaje
corriente la palabra alma ya no despierta la idea de aliento, y la
palabra corazón sólo nos trae a la mente las ideas de valor o amor.
Claro que aquí hablamos de figuras del lenguaje o de metáforas,
más que de símbolos. El símbolo es un signo real, mientras que la
metáfora es sólo un signo verbal.

El problema comienza cuando se debe distinguir entre los


significados material, metafórico y simbólico de la palabra
corazón. Se trata de saber si el objeto de la devoción es el corazón
de carne, como tal, o el amor de Jesucristo significado metafórico
de la palabra corazón, o el corazón de carne en cuanto símbolo
de la vida emocional y moral de Jesús, especialmente de su amor
hacia nosotros. Afirmamos que se da debido culto al corazón de
carne en cuanto éste simboliza y recuerda el amor de Jesús y su
vida emocional y moral (Cfr. Pío XII, encíclica “Haurietis Aquas”,
18,21,24, N.T.). De tal forma, aunque la devoción se dirige al
corazón material, no se detiene ahí: incluye el amor, ese amor que
constituye su objeto principal pero que únicamente se alcanza
a través del corazón de carne, símbolo y signo de ese amor. La
devoción al solo Corazón de Jesús, tomado éste como una parte
noble de su divino cuerpo, no sería equivalente a la devoción al
Sagrado Corazón tal y como la entiende y aprueba la Iglesia.

[...] Hay que considerar que en esta devoción existen dos


elementos: uno sensible, el corazón de carne, y uno espiritual,
el que es representado y traído a la mente por el corazón de
carne. La devoción al Sagrado Corazón puede ser definida como
una devoción al Corazón Adorable de Jesucristo en cuanto él
representa y recuerda su amor. O, lo que equivale a lo mismo, se
trata de la devoción al amor de Jesucristo en cuanto que ese amor
es recordado y simbólicamente representado por su corazón de
carne (Cfr. Encíclica de S.S. León XIII, Annum Sacrum; Catecismo

12 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


de la Iglesia Católica nos. 479, 609. N.T.). Es este simbolismo lo
que le da su significado y su unidad, y su fuerza simbólica queda
admirablemente completada al ser representado el corazón como
herido. Como el Corazón de Jesús se nos presenta como el signo
sensible de su amor, la herida visible en el Corazón nos recuerda
la invisible herida de su amor. “Sólo el corazón de Cristo, que
conoce las profundidades del amor de su Padre, pudo revelarnos el
abismo de su misericordia de una manera tan llena de simplicidad
y de belleza”, (Catecismo de la Iglesia Católica, 1439, N.T.).

En una imagen del Sagrado Corazón es necesario un corazón


visible, pero éste debe ser, además de visible, Simbólico. Y se
puede afirmar algo semejante en el ámbito de la fisiología, porque
el corazón de carne que constituye el objeto de la devoción, y
que debe dejar ver el amor de Jesús, es el Corazón de Jesús, el
Corazón real, viviente, que en verdad amó y sufrió; el que, como
lo experimentamos en nuestros corazones, tuvo relación con las
emociones y la vida moral de Cristo; el que, por el conocimiento,
así sea rudimentario, que tenemos a partir de las operaciones
de nuestra propia vida humana, jugó igual papel en las
operaciones de la vida del Maestro. Ese Corazón ha estado y está
inseparablemente vinculado con la vida de Cristo, vida de bondad
y amor. Basta, empero, que en nuestra devoción simplemente
conozcamos y sintamos esta relación tan íntima. No tenemos por
qué preocuparnos por la anatomía del Sagrado Corazón, ni con
determinar cuáles son sus funciones en la vida diaria. Sabemos
que el simbolismo del corazón se funda en la realidad y que
constituye el objeto de nuestra devoción al Sagrado Corazón.

Una de las [“verdades”] esenciales de la devoción, es la


percepción de que el amor de Jesús por nosotros es ignorado y
despreciado. El mismo Jesús lo reveló a Santa Margarita María
Alacoque, ante la que se quejó de ello amargamente. Empero,
su amor brilla más resplandeciente en ciertos misterios a través
de los que nos llegan grandes bienes, y en los cuales Jesús se
manifiesta más generoso en la entrega de si mismo. [...] Ejemplo,
en la Encarnación, la Pasión y la... Eucaristía. Estos misterios,
además, tienen un lugar especial en la devoción que, buscando a

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 13


Jesús y los signos de su amor y su gracia, los encuentra aquí con
una intensidad mayor que en cualquier evento particular.

Fundamentos de la devoción
Esta cuestión puede ser estudiada bajo tres aspectos: el histórico,
el teológico y el científico.

a. Fundamentos históricos:
Al aprobar la devoción al Sagrado Corazón, la Iglesia no
simplemente confió en las visiones de Santa Margarita María, sino
que, haciendo abstracción de ellas, examinó el culto en si mismo.
Las visiones de Santa Margarita María podían ser falsas, pero
ello no debía repercutir en la devoción, haciéndola menos digna
o firme. Sin embargo, el hecho es que la devoción se propagó
principalmente bajo la influencia del movimiento que se inició en
Paray-le-Monial. Antes de su beatificación, las visiones de Santa
Margarita María fueron críticamente examinadas por la Iglesia,
cuyo juicio, en tales casos, aunque no es infalible, sí implica una
certeza humana suficiente para garantizar las palabras y acciones
que se sigan de él.

b. Fundamentos teológicos:
El Corazón de Jesús merece adoración, como lo hace todo lo que
pertenece a su persona. Pío VI, en su bula de 1794, “Auctorem
fidei”, defendió con su autoridad este aspecto de la devoción
contra las calumnias jansenistas. Si bien el culto se rinde al
Corazón de Jesús, va más allá del corazón de carne, para dirigirse
al amor cuyo símbolo expresivo y vivo es el corazón. Es a la
Persona de Jesús a quien se dirige, y esta Persona es inseparable
de su divinidad. Jesús, la manifestación viviente de la bondad de
Dios y de su amor paternal; Jesús, infinitamente amable y amante,
visto desde la principal manifestación de su amor, es el objeto de
la devoción al Sagrado Corazón. La dificultad reside en la unión
del corazón y el amor, y en la relación que la devoción supone que
existe entre ambos.

c. Fundamentos filosóficos y científicos:


Nadie niega el hecho de que el corazón es símbolo del amor
14 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
y todos experimentamos que el corazón se convierte en una
especie de eco de nuestros sentimientos [y pensamientos]. Un
estudio de esta especie de resonancia sería muy interesante, pero
no le hace falta a la devoción, ya que es un hecho atestiguado
por la experiencia diaria; un hecho del cual la medicina puede
dar razones y explicar las condiciones. [En los últimos tiempos,
se han revelado importantes acontecimiento como: La sangre
de cinco milagros eucarísticos estudiados por la ciencia, son un
reconocimiento al Sagrado Corazón.]

El acto propio de la devoción


El objeto mismo de la devoción exige un acto apropiado, si se
considera que la devoción al amor de Jesús por nosotros debe ser,
antes que nada, una devoción al amor a Jesús. Su característica
debe ser la reciprocidad del amor. Más aún, habida cuenta que
el amor de Jesús se manifiesta al alma devota como despreciado,
sobre todo en la Eucaristía, el amor propio de la devoción deberá
manifestarse como un amor de reparación. De ahí la importancia
de los actos de desagravio, como la comunión de reparación, y la
compasión por Jesús sufriente. Mas ningún acto, ninguna práctica,
puede agotar las riquezas de la devoción al Sagrado Corazón. El
amor que constituye su núcleo lo abraza todo y, entre más se le
entiende, más firmemente se convence uno de que nada puede
competir con él para hacer que Jesús viva en nosotros y para llevar
a quien lo vive a amar a Dios, en unión con Jesús, con todo su
corazón, su alma y sus fuerzas.

La Devoción al Corazón de Jesús y


sus raíces en el dogma cristiano
Beato Dom Columba Marmion (1858-1923)

“Devoción” [recordemos], viene de la palabra latina devovere:


dedicarse, consagrarse así mismo a una persona amada. La
devoción hacia Dios es la más alta expresión de nuestro amor.
“Amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo
tu espíritu, con todas tus fuerzas”: Diliges Dominum Deum tuum

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 15


ex TOTO corde tuo, et ex TOTA anima tua, et ex TOTA mente tua.
Ese totus marca la devoción: amar a Dios con toda la persona, sin
reservarse nada, sin cesar, amarla hasta el punto de consagrarse a
su servicio con prontitud y facilidad, tal es la devoción en general;
y así entendida, la devoción constituye la perfección: porque ella
es la flor misma de la caridad.

La devoción a Jesucristo es la consagración de todo nuestro ser


y de toda nuestra actividad a la persona del Verbo encarnado,
abstracción hecha de tal estado particular de la persona de Jesús o
de tal misterio especial de su vida. Por esta devoción a Jesucristo,
nos daremos a la tarea de conocer, honrar y servir al Hijo de Dios
que se manifiesta en nosotros por su santa humanidad.
Una devoción particular, sea la “consagración” a Dios considerado
especialmente en uno de sus atributos o una de sus perfecciones,
como la santidad o la misericordia, o aun una de las tres personas
divinas, sea de Cristo contemplado en sus misterios, bajo uno
u otro de sus estados: es siempre el mismo Cristo Jesús que
honramos, a cuya persona adorable se dirigen todos nuestros
homenajes; pero consideramos su persona bajo tal aspecto
particular donde se manifiestan a nosotros en tal misterio
especial. Así, la devoción a la santa Infancia es la devoción a la
persona misma de Cristo contemplado especialmente en los
misterios de su natividad y de su vida de adolescente en Nazareth;
la devoción a las cinco llagas es la devoción a la persona del
Verbo encarnado considerado en sus sufrimientos, sufrimientos
simbolizados por las cinco llagas cuyas gloriosas cicatrices Cristo
quiso conservar después de su resurrección. La devoción puede
tener un objeto especial, propio, inmediato, pero termina siempre
en la persona misma.

A partir de aquí, comprendemos lo que hay que entender por


devoción al Sagrado Corazón de Jesús. De una manera general, la
consagración a la persona Jesús mismo, que manifiesta su amor
por nosotros y que nos muestra su amor por nosotros y que nos
muestra su corazón como símbolo de este amor. ¿Qué honramos
pues en esta devoción? A Cristo mismo, en persona. Pero ¿cuál es
el objeto inmediato, especial, propio de esta devoción? El corazón

16 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


de carne de Jesús, el corazón que latía por nosotros en su pecho
de Hombre-Dios; pero no le honramos separado de la naturaleza
humana de Jesús ni de la persona del Verbo eterno a quien esta
naturaleza humana está unido en la encarnación. ¿Y eso es todo?
No; falta todavía agregar esto: honramos este corazón como
símbolo del amor de Jesús respecto de nosotros. La devoción al
Sagrado Corazón se remite, pues, al culto del Verbo encarnado
que nos manifiesta su amor y nos muestra su corazón como
símbolo de este amor.

Es sabido que, según ciertos protestantes, la Iglesia es como un


cuerpo sin vida; habría recibido toda su perfección desde los
comienzos y tendría que permanecer petrificada; todo lo que
surgiese en adelante, sea en materia dogmática, sea en el ámbito
de la piedad no es [más], a sus ojos su putrefacción y corrupción.

[Pero], para nosotros, la Iglesia es un organismo vivo, que como


todo organismo vivo, debe desarrollarse y perfeccionarse. El
depósito de la revelación fue sellado con la muerte del último
apóstol; después, ningún escrito es admitido como inspirado,
y las revelaciones particulares de los santos no entran en lo
absoluto de las verdades contenidas en la revelación oficial de las
verdades de la fe. Pero muchas de las verdades contenidas en la
revelaciones contenidas en la revelación oficial no se encuentran
sino en germen; la ocasión no se da sino poco a poco, bajo la
presión de los acontecimientos y la guía del Espíritu Santo, para
alcanzar definiciones más explícitas que fijen las fórmulas precisas
y determinadas de lo que antes era conocido sólo de manera
implícita.

Desde el primer instante de su encarnación, Cristo Jesús poseyó


en su santa alma todos los tesoros de la ciencia y de la sabiduría
divinas. Pero no fue sino poco a poco que fueron revelándose.
A medida que Cristo crecía en edad, esta ciencia y sabiduría se
declararon, se veía aparecer y florecer las virtudes qué Él contenía
en germen.
Algo análogo sucede en la Iglesia, cuerpo místico de Cristo. Por
ejemplo, encontramos en el depósito de la fe esta magnífica

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 17


revelación: “El verbo era Dios, y el Verbo se hizo carne”. Esta
revelación contiene tesoros que no han sido puestos al día sino
poco a poco; es como una semilla que se desarrolla en frutos de
verdad para aumentar nuestro conocimiento de Cristo Jesús. Con
ocasión de las herejías que se levantaron, la Iglesia, guiada por el
Espíritu Santo, definió que no hay Cristo sino una persona divina,
pero dos naturalezas distintas y perfectas, dos voluntades, dos
fuentes de actividad; que la Virgen María es la Madre de Dios; que
todas las partes de la santa humanidad de Jesús son adorables
en razón de su unión con la divina persona del Verbo. ¿Son éstos
dogmas nuevos? No. Es el depósito de la fe que se explica, se
desarrolla.

Lo que decimos de los dogmas se aplica perfectamente a las


devociones. En el curso de los siglos, surgieron devociones que la
Iglesia bajo la guía del Espíritu Santo, admitió e hizo suyas. No son,
en lo absoluto, innovaciones propiamente dichas, son efectos que
manan de los dogmas establecidos y de la actividad orgánica de la
Iglesia.

Una vez que la Iglesia enseñante aprueba una devoción, que


la confirma con su autoridad soberana, debemos aceptarla
dichosamente; actuar de otra manera no sería “compartir los
sentimientos de la Iglesia”, sentire cum Ecclesia, sería dejar de
entrar en los pensamientos de Cristo Jesús; porque Él dijo a sus
apóstoles y a sus sucesores: “Quien los escucha me escucha, quien
los desprecia, me desprecia”. Ahora bien, ¿cómo ir al Padre si no
escuchamos a Cristo?

Relativamente moderna, bajo la forma que reviste actualmente,


la devoción al Sagrado Corazón encuentra sus raíces dogmáticas
en el depósito de la fe. Estaba contenida en germen en la palabra
de San Juan: “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros…
llevó hasta el límite el amor que tenía por los suyos”. ¿Qué es,
en efecto, la Encarnación? Es la manifestación de Dios, es Dios
que se revela a nosotros mediante la humanidad de Jesús”: Nova
mentis nostrae oculis lux tuae claritatis infulsit; es la revelación
del amor divino al mundo: “Dios amó tanto al mundo que le

18 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


dio a su hijo para que se entregara por ellos: “No hay amor
más grande que dar la vida por sus amigos”: Majorem hac
dilectionem nemo habet. Toda la devoción al Sagrado Corazón
está en germen en esas palabras de Jesús. Y para Mostar que este
amor había alcanzado el grado supremo, Cristo Jesús quiso que
ni bien exhalase su último suspiro sobre la cruz, su corazón fuese
traspasado por la lanza de un soldado.

Como se verá, el amor que está simbolizado por el corazón en


esta devoción es ante todo el amor creado de Jesús, pero como
Cristo es el Verbo encarnado, los tesoros de este amor creado nos
manifiestan las maravillas del amor divino, del Verbo eterno. Se
comprende que la profundidad de esta devoción se sumerge en el
depósito de la fe. Lejos de ser una alteración o una corrupción, es
una adaptación, a la vez simple y magnífica, de las palabras de San
Juan sobre el Verbo, que se hizo carne y se inmoló por amor, por
nosotros.

Ideas históricas sobre el


desarrollo de la devoción
1. Desde el tiempo de San Juan. Desde los primeros
siglos, también, siguiendo el ejemplo del evangelista y San Pablo
siempre ha existido en la Iglesia algo semejante a una devoción
al amor de Dios, quien tanto amó al mundo que le dio a su Hijo
unigénito, y al amor de Jesús, quien tanto nos ama que se entregó
a si mismo por nosotros. Claro que, hablando adecuadamente,
eso no era equivalente a la devoción al Sagrado Corazón, ni le
rendía culto al Corazón de Jesús como símbolo de su amor. Ha sido
costumbre meditar sobre el costado abierto de Cristo y el misterio
de la sangre y agua, y se ha visto a la Iglesia como naciendo de
esa herida, del mismo modo como Eva nació del costado de Adán
(Cfr. San Ambrosio, Expositio Evangelii secundum Lucam, 2, 85-89;
Lumen Gentium; Sacrosanctum Concilium, 5, N.T.) Sin embargo, no
existe constancia alguna de que durante los primeros diez siglos se
haya rendido culto al Corazón herido.

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 19


2. No es sino hasta los siglos XI y XII que encontramos
señales inconfundibles de alguna devoción al Sagrado Corazón.
Se trataba de acercarse al Corazón Herido a través de la herida del
costado, y la herida del Corazón simbolizaba la herida del Amor.
Fue en el ambiente de fervor de los monasteriosbenedictinos o
cistercienses, gracias al pensamiento de Anselmo o Bernardo,
donde la devoción nació, aunque es imposible determinar con
certidumbre cuáles hayan sido sus primeros textos o quiénes
sus primeros devotos. SegúnSanta Gertrudis y Santa Matilde,
y para el autor de la “Vitis mystica”, la devoción ya era muy
conocida en sus tiempos. No sabemos, sin embargo, exactamente
a quién se debe la “Vitis mystica”. Hasta principios del siglo XX
se le había venido atribuyendo su autoría a San Bernardo, pero
algunas publicaciones de la hermosa y académicamente completa
edición Quaracchi la atribuyen, y no sin razones de peso, aSan
Buenaventura (“S. Bonaventurae opera omnia”, 1898,VIII, LIII).
Sea como sea, ese documento contiene uno de los más hermosos
pasajes que se hayan inspirado en la devoción al Sagrado Corazón
y que la Iglesia utiliza para las lecciones de la Liturgia de las Horas
en su fiesta. Para Santa Matilde (+1298) y Santa Gertrudis (+1302),
se trata de una devoción muy conocida que había sido base de
muchas bellas oraciones y prácticas devocionales. Y merece
especial atención la visión de Santa Gertrudis en la fiesta de San
Juan Evangelista, ya que constituye un hito en la historia de la
devoción. Habiéndosele permitido recostar su cabeza cerca del
costado herido del Salvador, pudo escuchar los latidos del Divino
Corazón. Le preguntó a Juan si en la noche de la Última Cena él
también había podido escuchar tan deliciosas pulsaciones y, si así
había sido, porqué no había hablado de ello. Juan le respondió
que esa revelación había sido reservada para tiempos posteriores,
cuando el mundo, habiéndose enfriado, necesitara que su amor
se le recalentara (“Legatus divinae pietatis”, IV, 305; “Revelationes
Gertrudianae”, ed. Poitiers y Paris, 1877).

3. A partir del siglo XIII y hasta el XVI, la devoción


se propagó, pero sin desarrollarse internamente. Era practicada
en todas partes por almas escogidas, de lo que dan abundante

20 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


testimonio las vidas de los santos y los anales de las diferentes
congregaciones religiosas como franciscanos, dominicos, jesuitas,
cartujos, etc. Empero, siempre fue una devoción individual de
caráctermístico. No había comenzado aún ningún movimiento
generalizado, a menos que uno concibiera como tal la devoción
a las Cinco Llagas entre las que la herida del Corazón figuraba
prominentemente y a cuya propagación los franciscanos habían
dedicado gran esfuerzo.

4. Parece ser que fue en el siglo XVI que la devoción


avanzó y pasó del dominio místico al de la ascesis cristiana. Se
convirtió en una devoción objetiva, conoraciones previamente
formuladas y ejercicios especiales cuya práctica era muy
recomendada a la par que su valor era apreciado. Esto lo sabemos
gracias a los escritos de esos dos maestros de la vida espiritual,
el piadoso Lanspergius (+1539), de los Cartujos de Colonia, y el
devoto Lois de Blois (Blosius, 1566), un monjebenedictino y abad
de Liessies, en Hainaut. A ellos se pueden añadir San Juan de Ávila
(+ 1569) y San Francisco de Sales, éste último del siglo XVII.

5. Desde entonces todo pareció ayudar al


temprano nacimiento de la devoción. Los autores
ascéticos hablan de ella, especialmente los de la Compañía de
Jesús, Álvarez de Paz, Luis de la Puente, Saint-Jure y Nouet. Y
no faltan tratados especializados, como la pequeña obra del
Padre Druzbicki, “Meta Cordium, Cor Jesu”. Entre los místicos y
almas piadosas que practicaron la devoción podemos contar a
San Francisco de Borja, San Pedro Canisio, San Luis Gonzaga y
San Alfonso Rodríguez, de la Compañía de Jesús. Igualmente, a
la Beata Marina de Escobar (+1633) en España; a las Venerables
Magdalena de San José y Margarita del Santísimo Sacramento,
ambas carmelitas, en Francia; Jeanne de San Mateo Deleloe
(+1660), una benedictina, en Bélgica; la incomparable Armelle de
Vannes (+1671). E incluso en ambientes jansenistas o mundanos,
Marie de Valernod (+1654) y Angélique Arnauld; M. Boudon,
archidiácono de Evreux, el Padre Huby, el apóstol de los retiros,
en Bretaña y, sobre todos ellos, la Beata Marie de la Encarnación,

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 21


quien falleció en Quebec en 1672. La Visitación parecía estar
esperando a Santa Margarita María. Su espiritualidad, algunas
intuiciones de San Francisco de Sales, las meditaciones de Mère
l’Huillier (+1692), todo ello preparó el camino. La imagen del
Corazón de Jesús estaba evidente en todas partes gracias, en
gran manera, a la devoción franciscana a las Cinco Llagas y a la
costumbre jesuita de colocar la imagen en la página de títulos de
sus libros y en los muros de sus templos.

6. A pesar de eso la devoción seguía siendo algo


individual o, a lo mucho, privado. El hacerla pública, honrarla
en el Oficio Divino y establecerle una fiestaestaba reservado a
San Juan Eudes (1602-1680). El Padre Eudes fue, más que nada,
el apóstol del Corazón de María, pero en su devoción por el
Corazón Inmaculado había siempre una parte para el Corazón de
Jesús. Poco a poco se fue separando la devoción por el Sagrado
Corazón y el 31 de agosto de 1670 se celebró con gran solemnidad
la primera fiesta del Sagrado Corazón en el Gran Seminario de
Rennes. El 20 de octubre le siguió Coutances y desde entonces
quedó unida a esa fecha la fiesta de los eudistas. De ahí pronto
cundió la fiesta a otras diócesis e igualmente la devoción fue
adoptada por varias comunidades religiosas. Y así llegó a estar en
contacto con la devoción que ya existía en Paray, en donde las dos
se fundieron naturalmente.

7. Cristo escogió a Santa Margarita María de


Alacoque (1647-1690), una humilde monja visitandina del
monasterio de Paray-le-Monial, para revelarle los deseos de
su Corazón y para confiarle la tarea de impartir nueva vida a la
devoción. Nada indica que esta piadosa religiosa haya conocido
la devoción antes de las revelaciones, o que, al menos, haya
prestado alguna atención a ella. Estas revelaciones fueron
muy numerosas y son notables las siguientes apariciones: la
que ocurrió en la fiesta de San Juan, en la que Jesús permitió a
Margarita María, como antes lo había hecho con Santa Gertrudis,
recargar su cabeza sobre su Corazón, y luego le descubrió las
maravillas de su Amor, diciéndole que deseaba que fueran

22 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


conocidas por toda la humanidad y que los tesoros de su bondad
fueran difundidos. Añadió que Él la había escogido a ella para
esta obra (27 de diciembre, probablemente del 1673). En otra,
probablemente distinta de la anterior, Él pidió ser honrado
bajo la figura de su corazón de carne. En otra ocasión, apareció
radiante de amor y pidió que se practicara una devoción de amor
expiatorio: la comunión frecuente, la comunión cada primer
viernes de mes, y la observancia de la Hora Santa (probablemente
en junio o julio de 1674). En otra, conocida como la “gran
aparición”, que tuvo lugar en la octava de Corpus Christi, 1675,
probablemente el 16 de junio, fue cuando Jesús dijo: “Mira el
Corazón que tanto ha amado a los hombres... en vez de gratitud,
de gran parte de ellos yo no recibo sino ingratitud”. Y le pidió que
se celebrase una fiesta de desagravio el viernes después de la
octava de Corpus Christi, advirtiéndole que debía consultar con
el Padre de la Colombière, por entonces superior de la pequeña
casa jesuita en Paray. Finalmente, aquellas en las que el Rey
solicitó solemne homenaje y determinó que fuera la Visitación y
los jesuitas quienes se encargasen de propagar la nueva devoción.
Pocos días después de la “gran aparición”, en junio de 1675,
Margarita María informó de todo al Padre de la Colombière y este
último, reconociendo la acción del [[Espíritu Santo]], se consagró
él mismo al Sagrado Corazón, dio instrucciones a la visitandina
para que pusiera por escrito los detalles de la aparición y utilizó
cuanta oportunidad tuvo para discretamente circular ese relato
en Francia e Inglaterra. A su muerte, el 15 de febrero de 1682, se
encontró en su diario de retiros espirituales una copia manuscrita
suya del relato que él había solicitado de Margarita María, con
unas breves reflexiones acerca de la utilidad de la devoción.

Ese diario, junto con el relato y un precioso “ofrecimiento” al


Sagrado Corazón en el que se explica claramente la devoción, fue
publicado en Lyón en 1684. El librito fue muy leído, aún en Paray,
aunque no dejó de causar una “horrible confusión” a Margarita
María, quien, a pesar de todo, decidió aprovecharlo para extender
su preciada devoción. Se unieron al movimiento Moulins, con
la Madre de Soudeilles, Dijon, con la Madre de Saumaise y la
hermana Joly, Semur, con la Madre Greyfié y hasta Paray, que al

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 23


principio se había resistido. Fuera de las Visitandinas,sacerdotes,
religiosos y laicos abrazaron la causa. En especial un capuchino, los
dos hermanos de Margarita María y algunos jesuitas, entre los que
estaban los padres Croiset y Gallifet, quienes estaban destinados a
desempeñar un papel importante en pro de la devoción.

8. La muerte de Margarita María, el 17 de octubre de


1690, no asfixió el entusiasmo de quienes estaban interesados
en la devoción. Todo lo contrario. La pequeña narración que
hizo el Padre Croiset en 1691 de la vida de la santa, como un
apéndice de su libro “De la devotion au Sacre Coeur”, sólo sirvió
para aumentarlo. A pesar de todo tipo de obstáculos y de la
lentitud de la Santa Sede, que en 1693 concedióindulgencias
a las cofradías del Sagrado Corazón y que en 1697 otorgó a la
Visitandinas licencia para celebrar la fiesta junto con la de las
Cinco Llagas, pero que se negó a otorgar una fiesta común para
toda la Iglesia, con Misa especial y oficio, la devoción se extendió,
en particular entre las comunidades religiosas.] Quizás la primera
ocasión para realizar una consagración solemne al Sagrado
Corazón y un acto público de culto fuera de las comunidades
religiosas la proporcionó la plaga de Marsella, en 1720. Otras
ciudades del sur siguieron el ejemplo de Marsella y a partir de
ahí la devoción se popularizó. En 1726 se consideró oportuno
acudir de nuevo a Roma para solicitar una fiesta propia, pero en
1729, de nuevo, Roma se negó. Mas por fin, en 1765, finalmente
cedió y ese mismo año, a petición de la Reina, la fiesta fue
aceptada semioficialmente por el episcopado francés. De todos
los rincones del planeta llovieron las solicitudes a Roma, y a todas
se dio respuesta afirmativa. Finalmente, gracias a las presiones de
losobispos de Francia, el Papa Pío IX extendió la fiesta a la Iglesia
Universal bajo la modalidad de rito doble mayor. En 1889 la Iglesia
la elevó a rito doble de primera clase. En todos lados se realizaban
actos de consagración y reparación junto con la devoción. En
ocasiones, en especial después de 1850, grupos, congregaciones
y hasta naciones enteras se han consagrado al Sagrado Corazón.
En 1875 todo el mundo católico se consagró de esa manera. Aún
así, el Papa aún no había decidido tomar la iniciativa o intervenir
directamente. Eventualmente, el 11 de junio de 1899, por orden
24 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
de León XIII, y con una fórmula prescrita por él, toda la humanidad
fue solemnemente consagrada al Sagrado Corazón. La idea de
llevar a cabo esa acción, que León XIII calificó como “el gran
acontecimiento” de su pontificado, le había sido sugerida por
una religiosa del Buen Pastor, de Oporto (Portugal), quien afirmó
que ella lo había recibido directamente de Cristo. Ella, quien
era miembro de la familia Drost-zu-Vischering, y cuyo nombre
de religión era María del Divino Corazón, murió en la fiesta del
Sagrado Corazón, dos días antes de la consagración, que había
sido pospuesta hasta el siguiente domingo.

(Nota del traductor: S.S. León XIII promulgó, el 25 de mayo de 1899, la encíclica
“Annum Sacrum”, en la que recomienda la práctica de la devoción al Sagrado
Corazón, y algunos de sus sucesores hicieron lo propio, en especial Pío XI, en
su encíclica “Miserentissimus Redemptor”, del 8 mayo de 1928, y Pío XII, en sus
encíclicas “Summi Pontificatus”, del 20 de octubre de 1939, “Mystici Corporis”,
del 29 de junio de 1943 y “Haurietis Aquas”, del 15 de mayo de 1956. Esta última
contiene una exposición integral del culto y la devoción al Sagrado Corazón y
debe convertirse en lectura indispensable para quien desee conocer a fondo
la posición pontificia al respecto. El Concilio Vaticano II, 1962-1965, hace
referencia al Corazón de Cristo en varios documentos. Finalmente, el Papa Juan
Pablo II incluyó el tema como parte del Catecismo de la Iglesia Católica, en
1992).

(Fuente: Bainvel, Jean. “Devotion to the Sacred Heart of Jesus.” The Catholic
Encyclopedia. Vol. 7. New York: Robert Appleton Company, 1910. <http://
www.newadvent.org/cathen/07163a.htm>.)

Santa Margarita de Alacoque


Santa Margarita María nació el 25 de julio de 1647, en Janots,
Borgoña. Fue la quinta de 7 hijos de un notario acomodado. A
los cuatro años Margarita hizo una promesa al Señor. Sintiéndose
inspirada rezó: “Oh Dios Mío, os consagro mi pureza y hago voto
de perpetua castidad.” Aunque ella misma confesó más tarde que
no entendía lo que significaba las palabras “voto” o “castidad.”
Cuando tenía 8 años, murió su padre. Ingresaron a la niña en
la escuela de las Clarisas Pobres de Charolles. Desde el primer
momento, se sintió atraída por la vida de las religiosas en quienes
la piedad de Margarita produjo tan buena impresión, que le

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 25


permitieron hacer la Primera Comunión a los 9 años, lo cual no
se acostumbraba en aquella época. Dos años después, Margarita
contrajo una dolorosa enfermedad reumática que la obligó a
guardar cama hasta los 15 años. Por este motivo tuvo que regresar
a su casa.

Tres armas para la lucha


Margarita recibió del Señor tres armas necesarias en la lucha que
debía emprender para lograr la purificación y transformación.

La primera arma: Una conciencia delicada


Una vez le dijo el Señor cuando había Margarita cometido una
falta: “Sabed que soy un Maestro santo, y enseño la santidad. Soy
puro, y no puedo sufrir la más pequeña mancha. Por lo tanto, es
preciso que andes en mi presencia con simplicidad de corazón en
intención recta y pura. Pues no puedo sufrir el menor desvío, y te
daré a conocer que si el exceso de mi amor me ha movido a ser
tu Maestro para enseñarte y formarte en mi manera y según mis
designios, no puedo soportar las almas tibias y cobardes, y que si
soy manso para sufrir tus flaquezas, no seré menos severo y exacto
en corregir tus infidelidades.”

Y así confiesa Margarita que nada era más doloroso para ella
que ver a Jesús incomodado contra ella, aunque fuese de forma
muy poca. Y en comparación a este dolor, nada le parecía los
demás dolores, correcciones y mortificaciones y por tanto,
acudía inmediatamente a pedir penitencia a su superiora cuando
cometía una falta, pues sabía que Jesús solo se contentaba
con las penitencias impuestas por la obediencia. Esta arma se
fundamenta en su gran deseo de amar.

La segunda arma: La santa obediencia


Lo que más severamente le reprendía Jesús a Margarita eran
sus faltas en la obediencia, ya sea a sus superiores o a su regla.
La menor réplica a los superiores con señales de incomodidad
o repugnancia le es insoportable al Señor en un alma religiosa.
Una vez corrigiéndola le decía: “Te engañas creyendo que puedes
agradarme con esa clase de acciones y mortificaciones en las
26 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
cuales la voluntad propia, hecha ya su elección, más bien que
someterse, consigue doblegar la voluntad de las superioras. ¡Oh!
yo rechazo todo eso como fruto corrompido por el propio querer, el
cual en un alma religiosa me causa horror, y me gustaría más verla
gozando de todas sus pequeñas comodidades por obediencia, que
martirizándose con austeridades y ayunos por voluntad propia.”

La tercera arma: Su Santa Cruz


La Cruz es el más precioso de todos sus regalos. Un día después
que ella recibió la comunión, se hizo presente ante los ojos de
ella una gran cruz, cuya extremidad no podía ver; estaba la cruz
toda cubierta de flores. Y el Señor le dijo: “He ahí el lecho de mis
castas esposas, donde te haré gustar las delicias de mi amor; poco
a poco irán cayendo esas flores, y solo te quedarán las espinas,
ocultas ahora a causa de tu flaqueza, las cuales te harán sentir tan
vivamente sus punzadas, que tendrás necesidad de toda la fuerza
de mi amor para soportar el sufrimiento.”

Era de esta forma intensa y purificadora que el Señor obraba


sus designios en el corazón de Margarita. El, para desatar cada
vez más de su alma el afecto a las cosas de esta tierra y sobre
todo a sí misma, quiso permitir que viniesen sobre ella continuas
humillaciones y desprecios. Pero no dejaba por ello el Señor
de suplirle todas la gracias necesarias. En otra ocasión le dijo
el Señor: “Has de querer como si no quisieras, debiendo ser tus
delicias agradarme a mí. No debes buscar nada fuera de mí pues
de lo contrario injuriarías a mi poder y me ofenderías gravemente,
ya que yo quiero ser solo todo para ti.”

Al día siguiente de su profesión destinaron a Margarita a la


enfermería, como auxiliar de la enfermera, Sor Catalina Marest,
excelente religiosa, aunque de temperamento activo, diligente
y eficiente. Margarita en cambio era callada, lenta y juiciosa.
Recordándose ella después de su paso por la enfermería, escribía:
“Solo Dios sabe lo que tuve que sufrir allí.” Y no eran exageradas
sus palabras pues había recibido un sin número de insultos y
desengaños durante ese tiempo. Jesús le comunicó una parte de
sus terribles angustias en Getsemaní y la quiere víctima inmolada.

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 27


Ella le dice a Jesús: “Nada quiero sino tu Amor y tu Cruz, y esto me
basta para ser Buena Religiosa, que es lo que deseo.”

El profundo significado del corazón está revelado


en la Biblia extensivamente.
Primera revelación
El 27 de diciembre de 1673, día de San Juan el Apóstol, Margarita
María, que tenía solo 14 meses de profesa y 26 años de edad,
estaba como de costumbre arrodillada ante el Señor en el
Santísimo Sacramento expuesto en la capilla. Era el momento de
la primera gran revelación del Señor. Ella lo cuenta así:
“Estando yo delante del Santísimo Sacramento me encontré toda
penetrada por Su divina presencia. El Señor me hizo reposar por
muy largo tiempo sobre su pecho divino, en el cual me descubrió
todas las maravillas de su amor y los secretos inexplicables de su
Corazón Sagrado.

Él me dijo: “Mi Divino Corazón, está tan apasionado de Amor a


los hombres, en particular hacia ti, que, no pudiendo contener en
el las llamas de su ardiente caridad, es menester que las derrame
valiéndose de ti y se manifieste a ellos para enriquecerlos con los
preciosos dones que te estoy descubriendo los cuales contienen las
gracias santificantes y saludables necesarias para separarles del
abismo de perdición. Te he elegido como un abismo de indignidad
y de ignorancia, a fin de que sea todo obra mía.”

“Luego,” continúa Margarita: “me pidió el corazón, el cual yo le


suplicaba tomara y lo cual hizo, poniéndome entonces en el suyo
adorable, desde el cual me lo hizo ver como un pequeño átomo
que se consumía en el horno encendido del suyo, de donde lo
sacó como llama encendida en forma de corazón, poniéndolo a
continuación en el lugar de donde lo había tomado, diciéndome
al propio tiempo: “He ahí, mi bien amada, una preciosa prenda
de mi amor, que encierra en tu costado una chispa de sus más
vivas llamas, para que te sirva de corazón y te consumas hasta el
último instante y cuyo ardor no se extinguirá ni enfriará. De tal

28 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


forma te marcaré con la Sangre de mi Cruz, que te reportará más
humillaciones que consuelos. Y como prueba de que la gracia que
te acabo de conceder no es nada imaginario, aunque he cerrado la
llaga de tu costado, te quedará para siempre su dolor y, si hasta el
presente solo has tomado el nombre de esclava mía, ahora te doy
el de discípula muy amada de mi Sagrado Corazón.”

Después de este favor tan grande, Margarita quedó por muchos


días como abrasada toda y embriagada y tan fuera de sí que podía
hablar y comer solamente haciéndose una gran violencia. Ni
siquiera podía compartir lo sucedido con su superiora lo cual tenía
gran deseo de hacer. Tampoco podía dormir, pues la llaga, cuyo
dolor le era tan grato, engendraba en ella tan vivos ardores, que la
consumía y la abrasaba toda.

A partir de la primera revelación, Margarita sufriría todos los


primeros viernes de mes una reproducción de la misteriosa
llaga del costado, cosa que le sucedería hasta su muerte. Estos
eran los momentos particularmente elegidos por el Señor para
manifestarle lo que quería de ella y para descubrirle los secretos
de su amable Corazón.

Entre estas visitas le decía el Señor, “Busco una víctima para mi


Corazón, que quiera sacrificarse como hostia de inmolación en el
cumplimiento de mis designios.” En su gran humildad, Margarita
le presentó varias almas que, según ella corresponderían más
fielmente. Pero el Señor le respondió que era ella a quien había
escogido. Esto no era sino ocasión de confusión para Margarita
pues su temor era que llegasen a atribuir a ella las gracias que del
Señor recibía.

Segunda revelación
Unos dos o tres meses después de la primera aparición, se
produjo la segunda gran revelación. Escribe Margarita: “El
divino Corazón se me presentó en un trono de llamas, más
brillante que el sol, y transparente como el cristal, con la llaga
adorable, rodeado de una corona de espinas y significando las
punzadas producidas por nuestros pecados, y una cruz en la parte

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 29


superior......la cual significaba que, desde los primeros instantes
de su Encarnación, es decir, desde que se formó el Sagrado
Corazón, quedó plantado en el la cruz, quedando lleno, desde el
primer momento, de todas las amarguras que debían producirle
las humillaciones, la pobreza, el dolor, y el menosprecio que su
Sagrada Humanidad iba a sufrir durante todo el curso de su vida y
en Su Santa Pasión.”

“Me hizo ver, “ continúa Margarita, “que el ardiente deseo que


tenía de ser amado por los hombres y apartarlos del camino de la
perdición, en el que los precipita Satanás en gran número, le había
hecho formar el designio de manifestar su Corazón a los hombres,
con todos los tesoros de amor, de misericordia, de gracias, de
santificación, y de salvación que contiene, a fin de que cuantos
quieran rendirle y procurarle todo el amor, el honor y la gloria
que puedan, queden enriquecidos abundante y profusamente con
los divinos tesoros del Corazón de Dios, cuya fuente es, al que se
ha de honrar bajo la figura de su Corazón de carne, cuya imagen
quería ver expuesta y llevada por mi sobre el corazón, para grabar
en él, su amor y llenarlo de los dones de que está repleto, y para
destruir en él todos los movimientos desordenados. Que esparciría
sus gracias y bendiciones por dondequiera que estuviere expuesta
su santa imagen para tributarle honores, y que tal bendición sería
como un último esfuerzo de su amor, deseoso de favorecer a los
hombres en estos últimos siglos de la Redención amorosa, a fin de
apartarlos del imperio de Satanás, al que pretende arruinar, para
ponernos en la dulce libertad del imperio de su amor, que quiere
restablecer en el corazón de todos los que se decidan a abrazar
esta devoción.”

En esta segunda gran revelación, Nuestro Señor empezó a


descubrir sus intenciones y formular sus promesas. La imagen
del Sagrado Corazón de Cristo es el símbolo de su ardiente amor
hacia nosotros, el cual había entregado sin condiciones, y el Señor
quería que esta imagen se expusiese en las casas o llevarse sobre
el pecho en forma de Medalla, ofreciendo así promesas de gracias
y bendiciones a quienes lo veneraban. Pero por el momento
Margarita no podía decir nada de lo que había visto pues no había

30 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


llegado la hora. Estas revelaciones tendrían que pasar primero por
muchos exámenes y sufrir mucha oposición. Y aún había mucho
más que Jesús quiera revelar.

Tercera revelación
En lo que probablemente era el primer viernes de junio de 1674,
fiesta de Corpus Christi, tuvo Margarita la tercera gran revelación.
Una vez entre otras, escribe Sta. Margarita, “que se hallaba
expuesto el Santísimo Sacramento, después de sentirme retirada
en mi interior por un recogimiento extraordinario de todos mis
sentidos y potencias, Jesucristo mi Amado se presentó delante de
mi todo resplandeciente de Gloria, con sus cinco llagas brillantes,
como cinco soles y despidiendo de su sagrada humanidad rayos
de luz de todas partes pero sobre todo de su adorable pecho, que
parecía un horno encendido; y, habiéndose abierto, me descubrió
su amante y amable Corazón, que era el vivo manantial de las
llamas. Entonces fue cuando me descubrió las inexplicables
maravillas de su puro amor con que había amado hasta el exceso
a los hombres, recibiendo solamente de ellos ingratitudes y
desconocimiento.”

[...] Esta aparición es más brillante que las demás. Amante


apasionado, se queja del desamor de los suyos y así divino
mendigo, nos tiende la mano el Señor para solicitar nuestro amor.

Le dirige las siguientes peticiones:


- Comulgarás tantas veces cuanto la obediencia quiera
permitírmelo
-Jueves a viernes haré que participes de aquella mortal tristeza
que Yo quise sentir en el huerto de los olivos; tristeza que te
reducirá a una especie de agonía más difícil de sufrir que la
muerte.
-Por acompañarme en la humilde oración que hice entonces a
mi Padre en medio de todas mis congojas, te levantaré de once
a doce de la noche para postrarte durante una hora conmigo; el
rostro en el suelo, tanto para calmar la cólera divina, pidiendo
misericordia para los pecadores, como para suavizar, en cierto
modo, la amargura que sentí al ser abandonado por mis apóstoles,

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 31


obligándome a echarles en cara el no haber podido velar una
hora conmigo... “Eso,” le dice Jesús a Margarita, “fue lo que más
me dolió de todo cuanto sufrí en mi Pasión, mientras que si me
correspondiesen con algo de amor, tendría por poco todo lo que
hice por ellos y, de poder ser, aún habría querido hacer más. Mas
sólo frialdades y desaires tienen para todo mi afán en procurarles
el bien. Al menos dame tú el gusto de suplir su ingratitud de todo
cuanto te sea dado conforme a tus posibilidades.”

Ante estas palabras, Margarita solo podía expresarle al Señor su


impotencia, Él le replicó: “Toma, ahí tienes con qué suplir cuanto
te falte.” Y del Corazón abierto de Jesús, salió una llamarada
tan ardiente que pensó que la iba a consumir, pues quedó muy
penetrada y no podía ella aguantarlo, por lo que le pidió que
tuviese compasión de su debilidad. Él le respondió: “Yo seré tu
fortaleza, nada temas, solo has de estar atenta a mi voz y a lo
que exija de ti con el fin de prepararte para la realización de mis
designios.”

Entonces el Señor le describió a Margarita exactamente de qué


forma se iba a realizar la práctica de la devoción a Su Corazón,
junto con su propósito, que era la reparación. Finalmente, Jesús
mismo le avisa sobre las tentaciones que el demonio levantará
para hacerla caer.

“Primeramente me recibirás en el Santísimo Sacramento


tanto como la obediencia tenga a bien permitírtelo; algunas
mortificaciones y humillaciones por ello habrán de producirse y
que recibirás como gajes de mi amor. Comulgarás, además, todos
los primeros viernes de mes, y en la noche del jueves al viernes, te
haré participe de la mortal tristeza que quise sentir en el huerto de
los Olivos, cuya tristeza te reducirá, sin que logres comprenderlo,
a una especie de agonía más difícil de soportar que la muerte.
Para acompañarme en la humilde plegaria que elevé entonces a
mi Padre, en medio de todas tus angustias, te levantarás entre
las once y las doce de la noche para postrarte conmigo durante
una hora, con la cara en el suelo, tanto para apaciguar la cólera
divina, pidiendo por los pecadores, como para endulzar de algún

32 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


modo la amargura que sentía por el abandono de mis apóstoles, lo
cual me llevó a reprocharles que no habían podido velar una hora
conmigo. Durante esa hora harás lo que te diga. Pero, oye hija
mía, no creas a la ligera todo espíritu, ni te fíes, porque Satanás
está rabiando por engañarte. Por eso, no hagas nada sin permiso
de los que te guían, a fin de que, contando con la autoridad de la
obediencia, él no pueda engañarte, ya que no tiene poder alguno
sobre los obedientes.”

Agudas Pruebas
Después de la aparición, Margarita sintiéndose que estaba ella
fuera de sí, y no sabiendo donde estaba, le faltaron las fuerzas
y cayó desmayada. Sus hermanas, viéndola en tal aspecto, la
levantaron y la cargaron donde la Madre Superiora. Ella viendo
que Margarita no podía hablar, ni aun sostenerse, arrodillada
ante sus pies, la mortificó y la humilló con todas sus fuerzas. Y
cuando Margarita le respondió a su pregunta de lo sucedido,
contándole todo cuanto había pasado, recargó sobre ella nuevas
humillaciones y no le concedió nada de cuanto decía que el Señor
le mandaba hacer, más bien lo acogió con despreció.
El fuego que devoraba a Margarita por dentro a causa de las
revelaciones, le ocasionó una fiebre continua. Ante esta misteriosa
enfermedad, la Madre Superiora no podía sino sentir miedo y por
tanto le dijo a Margarita: “Pida a Dios su curación, de esta forma
sabré si todo viene del Espíritu del Señor.”

Margarita, obedeciendo a esta orden, le expuso todo cuanto le


pedía su Superiora al Señor, el cual no tardó en recobrarle por
completo su salud por las manos de la Virgen Santísima. Y así
consiguió Margarita el poder cumplir lo que Dios le pedía.
Pero viendo la Madre Superiora que continuaban las visiones, y no
sabiendo que más hacer para asegurarse de su veracidad, decide
consultar a los teólogos. Ella creyó que debía obligarla a romper el
profundo silencio que hasta entonces había observado, con el fin
de hablar del asunto con personas de doctrina. Compareció pues
Margarita ante estos personajes, y haciéndose gran violencia para
sobrepasar su extremada timidez, les contó todo lo sucedido. Más
Dios permitió que algunos de los consultados no conocieran la

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 33


verdad de las revelaciones. Condenaron el gran atractivo que tenía
Margarita por la oración y la tildaron de visionaria, prohibiéndole
detenerse en sus inspiraciones. Hasta uno de ellos llegó a
aconsejar: “procuren que esta hija se alimente bastante y todo irá
mejor.”

“Se me empezó a decir,” cuenta Margarita, “que el diablo era el


autor de cuanto sucedía en mí, y que me perdería si no ponía muy
en guardia en contra de sus engaños e ilusiones.”
Para Margarita esto fue motivo de gran sufrimiento. No por razón
del rechazo o porque pensaban mal de ella, sino por el conflicto
interno que le causaba. Llegó a pensar que ella estaba en el error
pero por más que trataba de resistir las atracciones de Dios no
lo lograba. Se sentía profundamente abandonada, puesto que se
le aseguraba que no la guiaba el Espíritu de Dios, y sin embargo,
no lo podía resistir. Cada vez era mayor la oposición aun dentro
del convento contra Margarita. Había significativos movimientos
de cabeza, miradas reprobatorias y muecas. Algunas pensaban
que una visionaria venía a ser como la personificación de todo un
escuadrón de demonios, un peligro evidente y una gran amenaza
para todas. Llegó hasta tal punto que las hermanas empezaban a
rociarla con agua bendita cuando pasaba.

Cuarta Revelación
Fue bajo esta nueva aceptación que se dio la cuarta y última
revelación que se puede considerar como la más importante. El
Señor quería establecer en la Iglesia una fiesta litúrgica en honor
del Sagrado Corazón de Jesús. Sucedió esta revelación en el curso
de la octava del Corpus Christi del año 1675, o sea entre el 13
y el 20 de junio. Cuenta Margarita: -Estando ante el Santísimo
Sacramento un día de su octava, y queriendo tributarle amor
por Su tan gran amor, me dijo el Señor: “No puedes tributarme
ninguno mayor que haciendo lo que tantas veces te he pedido
ya.” Entonces el Señor le descubrió su Corazón y le dijo “He
aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombre y que no ha
ahorrado nada hasta el extremo de agotarse y consumirse para
testimoniarles su amor. Y, en compensación, sólo recibe, de la
mayoría de ellos, ingratitudes por medio de sus irreverencias

34 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


y sacrilegios, así como por las frialdades y menosprecios que
tienen para conmigo en este Sacramento de amor. Pero lo que
más me duele es que se porten así los corazones que se me han
consagrado. Por eso te pido que el primer viernes después de
la octava del Corpus se celebre una fiesta especial para honrar
a mi Corazón, y que se comulgue dicho día para pedirle perdón
y reparar los ultrajes por él recibidos durante el tiempo que ha
permanecido expuesto en los altares. También te prometo que mi
Corazón se dilatará para esparcir en abundancia las influencias de
su divino amor sobre quienes le hagan ese honor y procuren que
se le tribute.”

El Padre Colombiere le ordenó a Margarita a que cumpliese


plenamente la voluntad del Señor. Y que también escribiese todo
cuanto le había revelado. Margarita obedeció a todo lo que se le
pidió pues su más grande deseo era que se llegase a cumplir el
designio del Señor.

Pasarían más de diez años antes que se llegase a instituir la


devoción al Sagrado Corazón de Jesús en el monasterio de la
Visitación. Serian diez años muy duros para Margarita. La Madre
Superiora, que por fin llego a creer en ella, fue trasladada a otro
monasterio. Pero antes de irse ordena a Margarita a que relatara
ante toda la comunidad todo cuanto el Señor le había revelado.

Ella accedió solo en nombre de la santa obediencia y les comunicó


a todas lo que el Señor le había revelado incluyendo los castigos
que El haría caer sobre la comunidad y sobre ellas. Y cuando
todos enfurecidos empezaron a hablarle duramente, Margarita se
mantuvo callada, aguantando en humildad todo cuanto le decían.
Al siguiente día, la mayoría de las monjas sintiéndose culpables de
lo que habían hecho, acudían a la confesión. Margarita entonces
oyó que el Señor le decía que ese día por fin llegaba la paz de
nuevo al monasterio y que por su gran sufrimiento, Su Divina
Justicia había sido aplacada.

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 35


La hora santa y la comunión del
primer viernes
En el contexto de la doceava gran manifestación, Jesús pidió a
Santa Margarita María la comunión de los primeros viernes del
mes y la hora santa:

“Todas las noches del jueves, te haré participar en la tristeza


mortal que quise sentir en el jardín de los Olivos, especie de agonía
más difícil de soportar que la muerte. Y para acompañarme en
esta oración humilde que presenté entonces a mi Padre entre
todas mis angustias, te levantarás entre las once y medianoche
para prosternarte durante una hora conmigo, la cara contra la
tierra, tanto para apaciguar la divina cólera como para suavizar,
de alguna manera, la amargura que sentía por el abandono de
mis apóstoles, que me obligó a reprocharles que no habían podido
velar una hora conmigo”.

Aquí, Jesús pidió claramente una participación en su agonía


redentora. Estamos frente al programa pastoral elaborado por el
Señor mismo: sufrir con él. Comulgar con su pasión para poder
- con un mayor amor – comulgar con su cuerpo Resucitado,
sacramentalmente, después de la hora santa. La visión, que tuvo
lugar delante del Santísimo Sacramento, está orientada hacia una
participación digna en la Eucaristía, por excelencia, sacramento de
la santificación y de la salvación (Jn 6, 54-57).

De esta manera se preparaba la gran aparición de junio de 1675.


“Este es el corazón que tanto ha amado a los hombres, que no
escatimó nada, hasta agotarse y consumirse para testimoniarle
su amor. Y como agradecimiento no recibo, de la mayoría, sino
ingratitudes por sus irreverencias y sus sacrilegios y por las
frialdades que tienen por mí en este sacramento de amor (…). Te
pido que el primer viernes después de la octava del Santísimo
Sacramento sea dedicada a una fiesta particular para honrar mi
Corazón, comulgando ese día haciendo reparación de honor por
medio de una ofrenda honorable, para reparar las indignidades

36 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


que recibió durante el tiempo que ha sido expuesto en los
altares. Te prometo, igualmente, que mi corazón se dilatará para
derramar abundantemente las influencias de su divino corazón
sobre aquellos que le rindan este honor y que procuren que le sea
rendido”.

El pedido de una fiesta significaba que cristo quería ver a su


Iglesia celebrar cada año el sacrificio eucarístico en honor del
amor divino y humano, infinito y finito que está en el origen
de su institución. En el contexto de la legislación ritual en vigor
en aquella época, los obispos podían establecer fiestas en sus
diócesis respectivas, y la Santa Sede sólo en el conjunto del rito
latino. El pedido de Jesús apuntaba, entonces, a la sede apostólica.
Pedido eucarístico, columbrando un horizonte reparador. El
vocabulario utilizado por Margarita María refleja ciertamente no
sólo su psicología personal, sino también la cultura de su tiempo y
su país.

Tomado de “Histoire doctrinale du culte au Coeur de Jesús”


que unifica nuestras vidas en una verdadera comunidad cristiana en el mundo
entero.
El Beato Columba Marmion fue monje, sacerdote y tercer abad de la Abadía de
Maredsous (Bélgica). Nació en Dublín (Irlanda) en 1858 y falleció en 1923. Fue
beatificado en el 2000 por el Papa Juan Pablo II.
Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa

CONSAGRACIÓN DEL PRIMER VIERNES AL


SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
El Corazón de Cristo sufre por nuestras faltas de amor, por
nuestro egoísmo e ingratitudes que se convierten finalmente
en una corona de espinas. Que para nosotros nunca sea tarde
para responder al amor de Dios, a pesar de nuestras debilidades
entreguémonos radicalmente para agradecerle.

Para ganar las gracias del Primer Viernes debemos:


- Recibir sin interrupción la Sagrada Comunión durante nueve

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 37


primeros viernes consecutivos.
- Tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de
alcanzar la perseverancia final.
- ofrecer cada Sagrada Comunión como un acto de expiación por
las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento.

Oración para después de cada una de las


comuniones de los nueve primeros viernes.
Jesús mío dulcísimo, que en vuestra infinita y dulcísima
misericordia prometisteis la gracia de la perseverancia final a
los que comulgaren en honra de vuestro Sagrado Corazón nueve
primeros viernes de mes seguidos: acordaos de esta promesa y a
mi, indigno siervo vuestro que acabo de recibiros sacramentado
con este fin e intención, concededme que muera detestando todos
mis pecados, creyendo en vos con fe viva, esperando en vuestra
inefable misericordia y amando la bondad de vuestro amantísimo
y amabilísimo Corazón. Amén.

Jaculatoria.
¡Amado sea en todas partes. El Sagrado Corazón de Jesús!

LOS PRIMEROS VIERNES


Es importante recordar, que estas oraciones para cada primer
viernes, no reemplaza la Santa Misa. Se deben realizar frente al
Santísimo, antes o después de la Santa Eucaristía.

INICIO:
Señal de la Cruz:
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Jaculatorias:
¡Sagrado Corazón de Jesús!
En Tí Confío.

¡Sagrado Corazón de María!


Sed la Salvación del alma mía.
38 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
Doxología:
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre.
Por los siglos de los siglos. Amén.

ORACIÓN DE CONFIANZA
Oh! Señor Jesucristo, yo confío esta intención a tu Sacratísimo
Corazón: (indicar la petición). Mírame solamente Jesús, y luego
haz que tu Sacratísimo Corazón te inspire. Que tu Sagrado
Corazón decida. ¡Yo cuento con Él!, ¡Yo confío en Él!, ¡Yo me
entrego a su Misericordia!, Señor Jesús, Tú no me defraudarás.
¡Sagrado Corazón de Jesús! En Tí Confío
Sagrado Corazón de Jesús, Yo creo en tu Amor por mí.
Sagrado Corazón de Jesús, que venga tu Reino.
Oh! Sagrado Corazón de Jesús, Yo te he pedido muchas gracias,
pero imploro ardientemente esta: [...], Tómala, ponla en Tu
Sagrado Corazón. Cuando el Padre Eterno la vea, cubierta con Tu
Preciosa Sangre, no la rechazará.
Ya no será mi plegaria, sino la tuya, Oh Jesús.
Oh Sagrado Corazón de Jesús, Yo pongo mi confianza en Tí.
Que jamás sea confundido. Amén.

Rezamos aquí un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.

Este es mi Propósito para este Mes de [...] que pongo en tus


manos Sagrado Corazón de Jesús: [expresar propósito...]

PRIMER VIERNES
Medita esta Promesa: Yo te prometo, en el exceso de la misericordia de mi
corazón, que mi amor omnipotente concederá a todos los que comulguen
los primeros viernes de mes, durante nueve meses consecutivos, la gracia de
la penitencia final, y que no morirán en mi desgracia, ni sin recibir los Santos
Sacramentos, asegurándoles mi asistencia en la hora postrera.
Oremos: ¡Oh buen Jesús, que prometisteis asistir en vida, y
especialmente en la hora de la muerte, a quien invoque con
confianza vuestro Divino Corazón! Os ofrezco la comunión del
presente día, a fin de obtener por intercesión de María Santísima,
vuestra Madre, la gracia de poder hacer este año los nueve
Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 39
primeros viernes que deben ayudarme a merecer el cielo y
alcanzar una santa muerte. Amén.
Oraciones Finales. (Ver página 43).

SEGUNDO VIERNES
Medita esta Promesa: Les daré todas las gracias necesarias a su estado de vida.
Oremos: Jesús misericordioso, que prometisteis, a cuantos
invoquen confiados vuestro Sagrado Corazón, darles las gracias
necesarias a su estado: os ofrezco mi comunión del presente día
para alcanzar, por los méritos e intercesión de vuestro Corazón
Sacratísimo, la gracia de una tierna, profunda e inquebrantable
devoción a la Virgen María. Siendo constante en invocar la
valiosa providencia de María, Ella me alcanzará el amor a Dios, el
cumplimiento fiel de mis deberes y la perseverancia final. Amén.
Oraciones Finales. (Ver página 43).

TERCER VIERNES
Medita estas Promesas: Pondré paz en las familias. Bendeciré los lugares donde
se venera la imagen de mi Corazón.
Oremos: Jesús amantísimo, que prometisteis bendecir las casas
donde se venera la imagen de vuestro Sagrado Corazón, yo quiero
que ella presida mi hogar; os ofrezco la comunión del presente día
para alcanzar por vuestros méritos y por la intercesión de Vuestra
Santa Madre que todos y cada uno de los miembros de mi familia
conozcan sus deberes; los cumplan fielmente y logren entrar en el
cielo, llenas las manos de buenas obras.
¡Oh Jesús, que os complacéis en alejar de nuestro hogar las
disensiones, las enfermedades y la miseria! Haced que, nuestra
vida sea una no interrumpida acción de gracias por tantos
beneficios. Amén.
Oraciones Finales. (Ver página 43).

CUARTO VIERNES
Medita esta Promesa: Seré su consuelo en todas las tribulaciones.
Oremos: Jesús mío, que prometisteis consuelo a cuantos a Vos
acuden en sus tribulaciones: os ofrezco mi Comunión del presente
día para alcanzar de vuestro Sagrado Corazón y del Corazón
Inmaculado de vuestra Madre Santísima la gracia de venir al
Sagrario a pedir fuerza y consuelo cuantas veces me visiten las
40 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
penas. ¡Oh Jesús, oh María, consolad y salvad a los que sufren!
¡Haced que ninguno de sus dolores se pierda para el cielo! Amén.
Oraciones Finales. (Ver página 43).

QUINTO VIERNES
Medita esta Promesa: Derramaré copiosas bendiciones en todas sus empresas.
Oremos: Jesús mío, que prometisteis bendecir los trabajos de
cuantos invoquen confiados Vuestro Divino Corazón: os ofrezco la
comunión del presente día para alcanzar por vuestra Santísima
Madre la gracia de que bendigáis mis estudios..., mis exámenes...,
mi oficio..., y todos los trabajos de mi vida.
Renuevo el inquebrantable propósito de ofreceros cada mañana
al levantarme, y por mediación de la Santísima Virgen, las obras
y trabajos del día..., y de trabajar con empeño y constancia para
complaceros y alcanzar en recompensa el cielo. Amén.
Oraciones Finales. (Ver página 43).

SEXTO VIERNES
Medita esta Promesa: Los pecadores hallarán en mi Corazón un océano de
misericordia.
Oremos: Sagrado Corazón de Jesús, siempre abierto a los
pecadores arrepentidos: os ofrezco la comunión del presente día
para alcanzar por vuestros méritos infinitos y por los de vuestra
Santísima Madre la conversión de cuantos obran mal. Os suplico,
¡buen Jesús!, inundéis su corazón de un gran dolor de haberos
ofendido. Haced que os conozcan y os amen. Dispensadme la
gracia de amaros más y más y en todos los instantes de mi vida,
para consolaros y reparar la ingratitud de quienes os olvidan.
Amén.
Oraciones Finales. (Ver página 43).

SÉPTIMO VIERNES
Medita estas Promesas: Las almas tibias hallarán fervor. Las almas fervorosas
llegarán presto a la perfección.
Oremos: Sin vuestro auxilio, Jesús mío, no podemos avanzar en
el camino del bien. Señor, por mediación de la Virgen María, os
ofrezco la comunión de este día para que avivéis en mi alma el
amor a vuestro Corazón Sagrado y concedáis este amor a cuantos
no lo sienten. Ayudado de vuestra divina gracia lucharé, Señor,

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 41


para que cada semana..., cada mes..., avance un poco en la virtud
que más necesito. Amén.
Oraciones Finales. (Ver página 43).

OCTAVO VIERNES
Medita esta Promesa: Daré a cuantos trabajan por la salvación de las almas el
don de ablandar los corazones más endurecidos.
Oremos: Sagrado Corazón de Jesús, que prometisteis inspirar a los
que trabajan por la salvación de las almas aquellas palabras que
consuelan, conmueven y conservan los corazones; os ofrezco mi
comunión de hoy para alcanzar, mediante la intercesión de María
Santísima, la gracia de saber consolar a los que sufren y la gracia
de volver a Vos, Señor, a los que os han abandonado.
¡Dulce Salvador mío, concededme y ayudadme a salvar almas!
¡Son tantos y tantos los desgraciados que empujan a los demás
por el camino del vicio y del infierno! Haced, Señor, que emplee
toda mi vida en hacer mejores a los que me rodean y en llevarlos
conmigo al cielo. Amén.
Oraciones Finales. (Ver página 43).

NOVENO VIERNES
Medita estas Promesas: Guardaré recuerdo eterno de cuanto un alma haya
hecho a mayor gloria de mi Corazón. Los que propaguen esta devoción tendrán
su nombre escrito en mi Corazón, de donde no será borrado.
Oremos: Os ofrezco, Jesús mío, la Comunión del presente día
para alcanzar la gracia de saber infundir en el alma de cuantos
me rodean ilimitada confianza en vuestro Corazón Divino. Dadme
cuanto necesito para llevar a Vos a los que luchan..., a los que
lloran..., a los caídos..., a los moribundos... Y dignaos, ¡oh Jesús!,
escribir hoy mi nombre en vuestro Corazón y decir a los ángeles
que rodean vuestro Tabernáculo: «Este nombre es el de un devoto
que, amándome mucho, quiere consolarme del olvido e ingratitud
de tantos hombres.» Amén.
Oraciones Finales. (Ver página 42).

42 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


Oraciones finales para todos los Primeros
Viernes.

ORACIÓN CONSAGRATORIA. Escrita por Santa María


Margarita de Alacoque:

Me entrego, y al Sagrado Corazón de Nuestro Señor Jesucristo


consagro sin reservas, mi persona, mi vida, mis obras, mis dolores
y sufrimientos. Me comprometo a no usar parte alguna de mi ser
sino es para honrar, amar y glorificar al Sagrado Corazón.
Este es mi propósito inmutable: ser enteramente suyo y hacer
todas las cosas por su amor. Al mismo tiempo renuncio de todo
corazón a todo aquello que le desagrade. Sagrado Corazón de
Jesús, quiero tenerte como único objeto de mi amor. Sé pues, mi
protector en esta vida y garantía de la vida eterna.
Sé fortaleza en mi debilidad e inconstancia. Sé propiciación y
desagravio por todos los pecados de mi vida. Corazón lleno
de bondad, sé para mí el refugio en la hora de mi muerte y mi
intercesor ante Dios Padre. Desvía de mí el castigo de Su justa ira.
Corazón de amor, en Ti pongo toda mi confianza. De mi maldad
todo lo temo. Pero de tu Amor todo lo espero. Erradica de mí,
Señor, todo lo que te disguste o me pueda apartar de Ti. Que tu
amor se imprima tan profundamente en mi corazón que jamás
te olvide yo y que jamás me separe de Ti. Señor y Salvador
mío, te ruego, por el amor que me tienes, que mi nombre esté
profundamente grabado en tu sagrado Corazón; que mi felicidad y
mi gloria sean vivir y morir en tu servicio. Amén

Se pueden rezar las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús (Ver


página 62ss) ó Las Invocaciones (Ver página 65ss).

MÁXIMAS DE SANTA MARGARITA


(Para una meditación - adicional).
“Dios es mi todo, y todo, fuera de El, es nada para mí”.
“El Corazón de Jesús tanto cuidado tendrá de vosotros cuanto os
confiéis y abandonéis a El”.

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 43


“Cuando no miramos más que a Dios, ni buscamos otra cosa que
su divina gloria, no hay nada que temer”.
“En la voluntad de Dios encuentra su paz nuestro corazón y el
alma su alegría y su descanso”.
“Todas las más amargas amarguras no son más que dulzura en
este adorable Corazón, donde todo se trueca en amor”.
“Es preciso darlo todo para tenerlo todo; el amor divino no sufre
mezcla de cosa alguna”.
“Es bueno caminar por la fuerza de su Amor en sentido contrario
a nuestras inclinaciones, sin Otro placer ni contento sino el de no
tener ninguno”.
“Las cruces, desprecios, dolores y aflicciones son los verdaderos
tesoros de los amantes de Jesucristo crucificado”.
“El mayor bien que podemos tener en esta vida es la conformidad
con Jesucristo en sus padecimientos”.
“El Corazón de Jesús es un tesoro oculto e infinito que no desea
más que manifestarse a nosotros”.

Jaculatorias Finales:
Oh! Corazón de Jesús!
Pongo toda mi confianza en Ti.
De mi debilidad todo lo temo,
pero todo lo espero de tu bondad.
A tu Corazón confío [mi petición].
¡Jesús mío!, Yo cuento contigo,
Me fío de Tí, Descanco en Tí.
Estoy seguro en tu Corazón. Amén.

Cerramos con la = Señal de la Cruz.

Promesas del Sagrado Corazón


En mayo de 1673, el Corazón de Jesús le dio a Santa Margarita
María para aquellas almas devotas a su Corazón, las siguientes
promesas:
1. A las almas consagradas a mi Corazón, les daré las gracias
necesarias para su estado.
44 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
2. Daré la paz a las familias.
3. Las consolaré en todas sus aflicciones.
4. Seré su amparo y refugio seguro durante la vida, y
principalmente en la hora de la muerte
5. Derramaré bendiciones abundantes sobre sus empresas
6. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano
infinito de la misericordia
7. Las almas tibias se harán fervorosas
8. Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a gran perfección
9. Bendeciré las casas en que la imagen de mi Sagrado Corazón
esté expuesta y sea honrada.
10. Daré a los sacerdotes la gracia de mover los corazones
empedernidos
11. Las personas que propaguen esta devoción, tendrán escrito su
nombre en mi Corazón y jamás será borrado de él.
12. A todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes
continuos, el amor omnipotente de mi Corazón les concederá la
gracia de la perseverancia final.

Meditar estas promesas y no amar a Jesús es cosa imposible para


un corazón de delicados sentimientos. Léelas detenidamente,
principalmente los primeros viernes de cada mes, medita cada
una de ellas, reflexiona, ora, pide y ama.

LA GRAN PROMESA: La Eucaristía


Entre las muchas y ricas promesas que Jesucristo hizo a los que
fuesen devotos de su Sagrado Corazón, siempre ha llamado la
atención la que hizo a los que comulgasen en honra suya nueve
primeros viernes de mes seguidos. Es tal, que todos la conocen
con el nombre de La Gran Promesa.
La Devoción al Corazón divino de Jesucristo se empezó a
practicar, en su esencia, ya en los principios de la iglesia, pues
los Santos tuvieron muy presente, al honrar a Jesucristo, que
había manifestado su Corazón, símbolo de su amor en momentos
augustos. Con todo, esta devoción, en su forma actual, se debe a
las revelaciones que el mismo Jesucristo hizo a Santa Margarita
María (1649-1690), sobre todo cuando el 16 de junio de 1657,

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 45


descubriéndole su Corazón, le dijo:

«He aquí este Corazón que ha amado tanto a los hombres, que no
ha omitido nada hasta agotarse y consumirse para manifestarles
su amor, y por todo reconocimiento, no recibe de la mayor parte
más que ingratitudes, desprecios, irreverencias y tibiezas que
tienen para mí en este sacramento de amor.»

Entonces fue cuando Jesús dió a su servidora el encargo de


que se tributase culto a su Corazón y la misión de enriquecer al
mundo entero con los tesoros de esta devoción santificadora. El
objeto y el fin de esta devoción es honrar al Corazón adorable de
Jesucristo, como símbolo del amor de un Dios para nosotros; y la
vista de este Sagrado Corazón, abrasado de amor por los hombres,
y al mismo tiempo despreciado de estos, nos ha de mover a
amarle nosotros y a reparar la ingratitud de que es objeto.
Entre las prácticas que comprende esta devoción, conformes
con el fin de la misma, sobresale la de la Comunión de los nueve
primeros viernes de mes seguidos, para conseguir además la
gracia de la penitencia final, según promesa hecha por el mismo
Sagrado Corazón a Santa Margarita María, para todos los fieles.

He aquí la promesa: Un viernes, durante la Sagrada


Comunión, dijo estas palabras a su devota esclava:

«Yo te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que mi


amor todopoderoso concederá a todos los que comulguen nueve
primeros viernes de mes seguidos la gracia final de la penitencia;
no morirán en pecado ni sin recibir los sacramentos, y mi divino
Corazón les será asilo seguro en aquel último momento.»
Lo que es necesario hacer para obtener esta gracia:

Comulgar nueve primeros viernes de mes seguidos en gracia de


Dios, con intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús.
Cómo puede hacerse :

Por la mañana se puede tener Comunión general a buena hora, y a

46 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


la tarde una función más o menos breve y solemne al Corazón de
Jesús exponiendo al Santísimo, explicando o leyendo la intención
del mes, o algo acerca de ella, rezando las letanías o algún acto de
desagravios o de consagración. Caso de no poderse hacer esto a la
tarde, se puede hacer todo a la mañana en la Misa de Comunión
o en la Misa vespertina si la hay. Cuando no hay función o culto
público o no puede uno asistir a él, hágase en particular lo que se
hace por otros en público. Para lo cual se puede rezar la oración
[de Consagración], y además las letanías del Corazón de Jesús o
alguna otra consagración al Corazón de Jesús.

Breve mes de Junio (Para rezarlo diario o bien


puede meditar cada día del mes con el mensaje específico que
hemos preparado en este Devocionario, ver página 67).

Oración inicial.
¡Oh Dios todopoderoso y eterno! Mira al Corazón de tu Santísimo
Hijo y las alabanzas y satisfacciones que te tributa en nombre
de los pecadores, y a éstos concédeles el perdón en nombre del
mismo Jesucristo, tu Hijo y Salvador nuestro. Amén.

Para obtener las gracias que hemos pedido, saludaremos al


Corazón de Jesús con las siguientes invocaciones:

1) ¡Oh Corazón de Jesús, coronado por la Santa Cruz! Me pesa


de los pecados que he cometido contra ti con mi soberbia y
desobediencia a tu Santa Ley.
Padrenuestro...

2) ¡Oh Corazón de Jesús, ceñido de corona de punzantes espinas!


Me pesa de los pecados que contra ti he cometido con mis
sensualidades, y poca mortificación.
Padrenuestro...

3) ¡Oh Corazón de Jesús, rasgado por el hierro de la lanza! Me


pesa de los pecados que he cometido contra ti con mi apego y
afición a los bienes de la tierra.
Padrenuestro...
Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 47
Al Divino Corazón de Jesús, venid y adorémosle.
Al bondadoso Corazón de Jesús, venid y amémosle.
Al ultrajado Corazón de Jesús, venid y desagraviémosle.

Oración final. Oh Dios omnipotente, te pedimos que mires el


inmenso amor del Corazón de tu amado Hijo Jesús, para que te
dignes aceptar cuanto hacemos para tu mayor honra y gloria y en
satisfacción de nuestros pecados. Te lo pedimos por los méritos
infinitos de tu Hijo, que contigo vive y reina en unión del Espíritu
Santo. Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.

Novena al Sagrado Corazón de


Jesús
PRIMER DIA: Dios nos amó primero.
Señal de la Cruz: = Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro
enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y
del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Jaculatorias:
Sagrado Corazón de Jesús.
En Tí Confío.

Oh Jesús Maestro, Camino, Verdad y Vida.


Ten Piedad de nosotros.

¡Sagrado Corazón de María!


Sed la Salvación del alma mía.

Acto de contrición
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,

48 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad
infinita, y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón el haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del
infierno. Ayudado de vuestra Divina Gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la
penitencia que me fuere impuesta. Amén.

Oración preparatoria
¡Oh Corazón Divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima
Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias!
Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que
os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro
sagrado culto y el bien de mi alma. Amén.

Oración del primer día: Corregir y desterrar la sequedad y


tibieza de nuestros corazones.

“¡Oh Corazón sacratísimo y melifluo de Jesús, que, con


ferventísimos deseos y ardentísimo amor, deseáis corregir y
desterrar la sequedad y tibieza de nuestros corazones! Inflamad
y consumid las maldades e imperfecciones del mío, para que se
abrase en vuestro amor. Dadme la gracia de resarcir las injurias
e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amantísimo Corazón!, y la
que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto
vuestro y bien de mi alma.”

De la Primera Carta de San Juan 4,8-10


“Queridos, amémonos unos a otros,
porque el amor viene de Dios; todo el que
ama es hijo de Dios y conoce a Dios.
Quien no ama no ha conocido a Dios, ya
que Dios es amor.
Dios ha demostrado el amor que nos
tiene enviando al mundo a su Hijo único
para que vivamos gracias a él. En esto
consiste el amor: no en que nosotros hayamos

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 49


amado a Dios, sino en que él nos amó
y envió a su Hijo para que, ofreciéndose en
sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados.”
Palabra de Dios.

Para Recordar durante el día: -memorizar-


“El que habita al amparo del Altísimo
y pernocta a la sombra del Todopoderoso,
diga al Señor: Tú eres mi refugio y mi alcázar,
mi Dios en quién confío.” (Sal 91,1-2)

Tú me proteges y me defiendes, Dios mío, yo pongo mi confianza


en tu amor. El Señor dice:

“Porque me ama, lo libraré,


lo protegeré porque me reconoce.
Me llamará y le responderé,
estaré con él en la angustia,
lo defenderé y honraré.
Lo saciaré de larga vida
y le haré ver mi salvación.” (Salmo 91,14-16)

Aquí se rezará tres veces el Padrenuestro, Avemaría y Gloria, en


recuerdo de las tres insignias: cruz, corona y herida de la lanza,
con que se apareció el Sagrado Corazón a santa María Margarita
Alacoque. (opcional).

Rezar Las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús. (Ver página 62ss).

Oraciones finales (Para todos los días).


¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi
verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de
este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no
os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por
todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros.
Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad
todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco
todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino
50 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo
suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado
de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por
todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo
Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su
espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón,
merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los


hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente
amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser
fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por
ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad
entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo
profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre
corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más
amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que
os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.

V: Dulce Corazón de mi amable Salvador


R: Haz que arda y siempre crezca en Mí tu Amor.

Después de una breve meditación sobre el amor de Dios en


su vida y de una oración de acción de gracias que nazca de su
corazón (espontánea), concluya con: Un Padre Nuestro, un
Avemaría y un Gloria.
• Al finalizar nos Santiguamos o rezamos “Dulce Madre”.

SEGUNDO DÍA: Nada nos puede separar del


amor de Dios.
Señal de la Santa Cruz. (Ver página 48ss).
Jaculatorias. (ídem).
Acto de contrición. (ídem).
Oración preparatoria. (ídem).

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 51


Oración del segundo día: Deseos y amorosos suspiros.
¡Oh Corazón amabilísimo de Jesús, celestial puerta por donde nos
llegamos a Dios y Dios viene a nosotros! Dignaos estar patente
a nuestros deseos y amorosos suspiros, para que, entrando por
vos a vuestro Eterno Padre, recibamos sus celestiales bendiciones
y copiosas gracias para amaros. Dadme la gracia de resarcir las
injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!,
y la que os pido en esta novena, sí es para mayor gloria de Dios,
culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

De la Carta de San Pablo a Los Romanos 8,35-39


“¿Quién nos apartará del amor de Cristo?
¿Tribulación, angustia, persecución,
hambre, desnudez, peligro, espada? 36 Como
dice el texto: Por tu causa somos entregados
continuamente a la muerte, nos tratan
como a ovejas destinadas al matadero. 37 En
todas esas circunstancias salimos más que
vencedores gracias al que nos amó.
38 Estoy seguro que ni muerte ni vida, ni
ángeles ni potestades, ni presente ni futuro,
ni poderes 39 ni altura ni hondura, ni criatura
alguna nos podrá separar del amor de
Dios manifestado en Cristo Jesús Señor
nuestro.”
Palabra de Dios.

Para Recordar durante el día: -memorizar- (Ver página 50).

Aquí se rezará tres veces el Padrenuestro, Avemaría y Gloria, en


recuerdo de las tres insignias: cruz, corona y herida de la lanza,
con que se apareció el Sagrado Corazón a santa María Margarita
Alacoque. (opcional).

Rezar Las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús. (Ver página 62ss).


Oraciones finales (Ver página 50ss).

52 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


TERCER DIA: El Espíritu Santo nos llena de amor
de Dios.
Señal de la Santa Cruz. (Ver página 48ss).
Jaculatorias. (ídem).
Acto de contrición. (ídem).
Oración preparatoria. (ídem).

Oración del tercer día: Seguir vuestras sendas rectísimas


para la perfección y para el cielo.

¡Oh Corazón Santísimo de Jesús, camino para la mansión eterna


y fuente de aguas vivas! Concededme que siga vuestras sendas
rectísimas para la perfección y para el cielo, y que beba de vos
el agua dulce y saludable de la verdadera virtud y devoción, que
apaga la sed de todas las cosas temporales. Dadme la gracia de
resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante
Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria
de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

De la Carta de San Pablo a Los Romanos 5,3-5


“No sólo eso, sino que
además nos gloriamos de nuestras tribulaciones;
porque sabemos que la tribulación
produce la paciencia, de la paciencia sale
la fe firme y de la fe firme brota la esperanza.
Y la esperanza no quedará defraudada,
porque el amor de Dios ha sido derramado
en nuestro corazón por el don del Espíritu Santo.”
Palabra de Dios.

Para Recordar durante el día: -memorizar- (Ver página 50).

Aquí se rezará tres veces el Padrenuestro, Avemaría y Gloria, en


recuerdo de las tres insignias: cruz, corona y herida de la lanza,
con que se apareció el Sagrado Corazón a santa María Margarita
Alacoque. (opcional).

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 53


Rezar Las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús. (Ver página 61ss).
Oraciones finales (Ver página 50ss).

CUARTO DIA: Corazones de Jesús y de María


llenos de amor por la humanidad.
Señal de la Santa Cruz. (Ver página 48ss).
Jaculatorias. (ídem).
Acto de contrición. (ídem).
Oración preparatoria. (ídem).

Oración del cuarto día: Aspirar a formar mi corazón a


vuestra semejanza

¡Oh Corazón purísimo de Jesús, espejo cristalino en quien


resplandece toda la perfección! Concededme que yo pueda
contemplaros perfectamente, para que aspire a formar mi corazón
a vuestra semejanza, en la oración, en la acción y en todos mis
pensamientos, palabras y obras. Dadme la gracia de resarcir las
injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!,
y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios,
culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Del Evangelio según San Juan 19,25-27


“Junto a la cruz de Jesús estaban su
madre, la hermana de su madre, María de
Cleofás y María Magdalena. Jesús, viendo
a su madre y al lado al discípulo amado,
dice a su madre: —Mujer, ahí tienes a tu hijo.
Después dice al discípulo: —Ahí tienes a tu madre.
Y desde aquel momento el discípulo se
la llevó a su casa.”
Palabra del Señor.

Para Recordar durante el día: -memorizar- (Ver página 50).

54 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


Aquí se rezará tres veces el Padrenuestro, Avemaría y Gloria, en
recuerdo de las tres insignias: cruz, corona y herida de la lanza,
con que se apareció el Sagrado Corazón a santa María Margarita
Alacoque. (opcional).

Rezar Las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús. (Ver página 62ss).


Oraciones finales (Ver página 50ss).

QUINTO DIA: El Corazón de Jesús sana nuestras


heridas.
Señal de la Santa Cruz. (Ver página 48ss).
Jaculatorias. (ídem).
Acto de contrición. (ídem).
Oración preparatoria. (ídem).

Oración del quinto día: Perfeccionar todas mis obras


¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús, órgano de la Trinidad venerada,
por quien se perfeccionan todas nuestras obras! Yo os ofrezco
las mías, aunque tan imperfectas, para que supliendo vos mi
negligencia, puedan aparecer muy perfectas y agradables ante
el divino acatamiento. Dadme la gracia de resarcir las injurias e
ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os
pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro
y bien de mi alma. Amén.

De la Palabra de Dios:
“Jesús les replicó:
—No tienen necesidad del médico los
que tienen buena salud, sino los enfermos.” (Lucas 5,31).
“Jesús recorría toda Galilea enseñando
en las sinagogas, proclamando la Buena
Noticia del reino y sanando entre el
pueblo toda clase de enfermedades y dolencias.’ (Mateo 4,23)
“La oración hecha con fe sanará al enfermo

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 55


y el Señor lo hará levantarse;
y si ha cometido pecados, se le
perdonarán.” (Santiago 5,15).

Para Recordar durante el día: -memorizar- (Ver página 50).

Aquí se rezará tres veces el Padrenuestro, Avemaría y Gloria, en


recuerdo de las tres insignias: cruz, corona y herida de la lanza,
con que se apareció el Sagrado Corazón a santa María Margarita
Alacoque. (opcional).

Rezar Las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús. (Ver página 62ss).


Oraciones finales (Ver página 50ss).

SEXTO DIA: Aprendamos a amar según el


Corazón de Jesús.
Señal de la Santa Cruz. (Ver página 48ss).
Jaculatorias. (ídem).
Acto de contrición. (ídem).
Oración preparatoria. (ídem).

Oración del sexto día: Hallar quietud, sosiego y gozo en el


templo hermoso de la paz.

¡Oh Corazón amplísimo de Jesús, templo sagrado donde me


mandáis habite con toda mi alma, potencias y sentidos! Gracias
os doy por la inexplicable quietud. sosiego y gozo que yo he
hallado en este templo hermoso de la paz, donde descansaré
gustoso eternamente. Dadme la gracia de resarcir las injurias e
ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os
pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro
y bien de mi alma. Amén.

56 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


Del Evangelio según San Juan 15,4-12
“Permanezcan en mí como yo permanezco
en ustedes. Así como el sarmiento no
puede dar fruto por sí solo, si no permanece
en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen
en mí.
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos:
quien permanece en mí y yo en él dará mucho
fruto; porque separados de mí no pueden
hacer nada.
Si uno no permanece en mí lo tirarán
afuera como el sarmiento y se secará: los
toman, los echan al fuego y se queman.
Si permanecen en mí y mis palabras
permanecen en ustedes, pedirán lo que
quieran y lo obtendrán. Mi Padre será glorificado
si dan fruto abundante y son mis
discípulos.
Como el Padre me amó así yo los he
amado: permanezcan en mi amor. Si
cumplen mis mandamientos, permanecerán
en mi amor; lo mismo que yo he cumplido
los mandamientos de mi Padre y
permanezco en su amor.
Les he dicho esto para que participen
de mi alegría y sean plenamente felices.
Éste es mi mandamiento: que se
amen unos a otros como yo los he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que
da la vida por los amigos.”
Palabra del Señor.

Para Recordar durante el día: -memorizar- (Ver página 50).

Aquí se rezará tres veces el Padrenuestro, Avemaría y Gloria, en


recuerdo de las tres insignias: cruz, corona y herida de la lanza,
con que se apareció el Sagrado Corazón a santa María Margarita
Alacoque. (opcional).

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 57


Rezar Las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús. (Ver página 62ss).
Oraciones finales (Ver página 50ss).

SEPTIMO DIA: Señor haznos humildes de


corazón
Señal de la Santa Cruz. (Ver página 48ss).
Jaculatorias. (ídem).
Acto de contrición. (ídem).
Oración preparatoria. (ídem).

Oración del séptimo día: Mis peticiones, para conseguir el


fruto que deseo

¡Oh Corazón clementísimo de Jesús!, divino propiciatorio, por el


cual ofreció el Eterno Padre que oiría siempre nuestras oraciones,
diciendo: “Pídeme por el Corazón de mi amantísimo Hijo Jesús;
por este Corazón te oiré, y alcanzarás cuanto me pides”. Presento
sobre vos a vuestro Eterno Padre todas mis peticiones, para
conseguir el fruto que deseo. Dadme la gracia de resarcir las
injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!,
y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios,
culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Del Evangelio según San Mateo 11,25-29


“En aquella ocasión Jesús tomó la palabra
y dijo: —¡Te alabo, Padre, Señor del cielo y de
la tierra, porque, ocultando estas cosas a
los sabios y entendidos, se las diste a conocer
a la gente sencilla! Sí, Padre, ésa ha
sido tu elección. Todo me lo ha encomendado
mi Padre: nadie conoce al Hijo, sino el
Padre; nadie conoce al Padre, sino el Hijo y
aquél a quien el Hijo decida revelárselo.
Vengan a mí, los que están cansados
y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen

58 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


con mi yugo y aprendan de mí, que soy tolerante
y humilde de corazón, y encontrarán
descanso para su vida.”
Palabra del Señor.

Para Recordar durante el día: -memorizar- (Ver página 50).

Aquí se rezará tres veces el Padrenuestro, Avemaría y Gloria, en


recuerdo de las tres insignias: cruz, corona y herida de la lanza,
con que se apareció el Sagrado Corazón a santa María Margarita
Alacoque. (opcional).

Rezar Las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús. (Ver página 62ss).


Oraciones finales (Ver página 50ss).

OCTAVO DÍA: La Paz del Señor esté siempre con


nosotros.
Señal de la Santa Cruz. (Ver página 48ss).
Jaculatorias. (ídem).
Acto de contrición. (ídem).
Oración preparatoria. (ídem).

Oración del octavo día: Vivir siempre respirando llamas de


amor divino

¡Oh Corazón amantísimo de Jesús, trono ígneo y lucidísimo,


inflamado en el amor de los hombres, a quienes deseáis abrasados
mutuamente en vuestro amor! Yo deseo vivir siempre respirando
llamas de amor divino en que me abrase, y con que encienda a
todo el mundo, para que os corresponda amante y obsequioso.
Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas
contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena,
si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma.
Amén.

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 59


De la Carta de San Pablo a Los Colosenses 3,12-15
“Por tanto, como elegidos de Dios,
consagrados y amados, revístanse de sentimientos
de profunda compasión, de amabilidad,
de humildad, de mansedumbre, de
paciencia; sopórtense mutuamente; perdónense
si alguien tiene queja de otro; el
Señor los ha perdonado, hagan ustedes lo
mismo. Y por encima de todo el amor,
que es el broche de la perfección. Y que
la paz de Cristo dirija sus corazones, esa
paz a la que han sido llamados para formar
un cuerpo. Finalmente sean agradecidos.”
Palabra del Señor.

Para Recordar durante el día: -memorizar- (Ver página 50).

Aquí se rezará tres veces el Padrenuestro, Avemaría y Gloria, en


recuerdo de las tres insignias: cruz, corona y herida de la lanza,
con que se apareció el Sagrado Corazón a santa María Margarita
Alacoque. (opcional).

Rezar Las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús. (Ver página 62ss).


Oraciones finales (Ver página 50ss).

NOVENO DIA: Consagremos nuestra Nación al


Sagrado Corazón de Jesús.
Señal de la Santa Cruz. (Ver página 48ss).
Jaculatorias. (ídem).
Acto de contrición. (ídem).
Oración preparatoria. (ídem).

60 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


Oración del noveno día: Ablandar nuestra dureza y hacer
más patente el amor

¡Oh Corazón dolorosísimo de Jesús, que para ablandar nuestra


dureza y hacer más patente el amor con que padecisteis tantos
dolores y penas para salvarnos, los quisisteis representar en
la cruz, corona de espinas y herida de la lanza, con que os
manifestasteis paciente y amante al mismo tiempo! Dadme la
gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos,
correspondiendo agradecido a vuestro amor, y la que os pido en
esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien
de mi alma. Amén.

Del Libro de La Sabiduría


“Pero te compadeces de todos, porque todo lo puedes,
cierras los ojos a los pecados de los hombres para que se
arrepientan.
Amas a todos los seres y no aborreces nada de lo que has hecho;
si hubieras odiado alguna cosa, no la habrías creado.
Y, ¿cómo subsistirían las cosas si tú no lo hubieses querido?
¿Cómo conservarían su existencia si tú no las hubieses llamado?
Pero a todos perdonas, porque son tuyos, Señor, amigo de la
vida.” (11,23-26).
“Por eso corriges poco a poco a los que caen,
les recuerdas su pecado y los reprendes,
para que se conviertan y crean en ti, Señor.” (12,2).
Palabra de Dios.

Para Recordar durante el día: -memorizar- (Ver página 50).

Aquí se rezará tres veces el Padrenuestro, Avemaría y Gloria, en


recuerdo de las tres insignias: cruz, corona y herida de la lanza,
con que se apareció el Sagrado Corazón a santa María Margarita
Alacoque. (opcional).

Rezar Las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús. (Ver página 62ss).


Oraciones finales (Ver página 50ss).

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 61


Letanías AL Sagrado Corazón de
Jesús
Súplicas iniciales:
= Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.
= Cristo, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
= Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.
= Cristo, óyenos.
Cristo, óyenos.
= Cristo, escúchanos.
Cristo, escúchanos.
= Dios Padre celestial,
Ten piedad de nosotros.
= Dios Hijo Redentor del mundo,
Ten piedad de nosotros.
= Dios Espíritu Santo,
Ten piedad de nosotros.
= Trinidad Santa, un solo Dios,
Ten piedad de nosotros.

El Corazón de Jesús en relación con Dios:


= Corazón de Jesús, Hijo del Padre Eterno,
Ten piedad de nosotros.
= Corazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen Madre por el
Espíritu Santo,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, al Verbo de Dios substancialmente unido,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, de majestad infinita,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, Templo santo de Dios,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, Tabernáculo del Altísimo,
Ten piedad de nosotros

62 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


El Corazón de Jesús en Sí mismo:
= Corazón de Jesús, Casa de Dios y puerta del cielo,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, Horno ardiente de caridad,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, Santuario de justicia y de amor,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, Abismo de todas las virtudes,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, digno de toda alabanza,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, en que están escondidos todos los tesoros de
la sabiduría y de la ciencia,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, en que mora toda la plenitud de la divinidad,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, en que el Padre se agradó,
Ten piedad de nosotros

El Corazón de Jesús en relación con los hombres:


= Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos nosotros hemos
recibido,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, paciente y muy misericordioso,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, generoso con todos los que te invocan,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, colmado de oprobios,

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 63


Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, desgarrado por nuestros pecados,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, con lanza traspasado,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, víctima por nuestros pecados,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren,
Ten piedad de nosotros
= Corazón de Jesús, delicias de todos los Santos,
Ten piedad de nosotros

Súplicas finales:
= Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:
perdónanos, Señor.
= Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:
escúchanos, Señor.
= Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:
ten misericordia de nosotros.

V.- Jesús manso y humilde de corazón.


R.- Haz mi corazón semejante al tuyo.

Petición: Oh Jesús, vida eterna en el seno del Padre, vida de


las almas hechas a tu imagen, por tu amor, danos a conocer,
revélanos tu Divino Corazón. Tú que vives y reinas por los siglos de
los siglos. Amén.
Oraciones finales (Ver página 50ss).

64 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


Datos Históricas de las Letanías:
En 1718, la venerable Magdalena de Rémusat, monja salesa,
publicó por vez primera las letanías del S. Corazón, con 27
invocaciones, tomadas la mayoría de las letanías del P. Croiset
S. J., colaborador de Santa Margarita, la cual utilizó muchas
de estas invocaciones. Dos años más tarde, fueron recitadas
en Marsella durante una novena de acción de gracias, cuando
prodigiosamente desapareción una terrible teste al consagrarse
públicamente la Ciudad al S. Corazón. Y a instancias de otro
obospo de Marsella, fuero aprobadas por la S. Congregación de
Ritos el 13-IV-1899, quien añadió seis invocaciones más. Poco
después las recitó solemnemente León XIII al consagrar el mundo
al S. Corazón. Hoy son una de las seis letanías aprobadas e
indulgenciadas por la Iglesia para el culto público.

La División de las 33 invocaciones en tres grupos para su mejor


estudio y meditación: El Corazón de Jesús en relación con Dios, el
Corazón de Jesús en sí mismo, y el Corazón de Jesús en relació con
los hombres, fué hecha por el jesuita alemán Richard Gutzwiller.

La Petición final que aparece en esta edición de las letanías, fue compuesta por
la venerable Luisa Teresa de Montelgnac de Chuvance y es recitada todos los
días por sus hijas las Oblatas del Sagrado Corazón. (Padres Jesuitas de Jalteva,
Granada, Nicaragua).

INVOCACIONES (adicionales).
AMOR del Corazón de Jesús, Abrasad mi corazón.
HERMOSURA del Corazón de Jesús, Cautivad mi corazón.
BONDAD del Corazón de Jesús, Atraed mi corazón.
CARIDAD del Corazón de Jesús, Derramaos en mi corazón.
CLEMENCIA del Corazón de Jesús, Consolad mi corazón.
DOMINIO del Corazón de Jesús, Sujetad mi corazón.
DULZURA del Corazón de Jesús, Penetrad mi corazón.
EQUIDAD del Corazón de Jesús, Reglad mi corazón.
ETERNIDAD del Corazón de Jesús, Llenad mi corazón.
FIDELIDAD del Corazón de Jesús, Proteged mi corazón.

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 65


FUERZA del Corazón de Jesús, Sostened mi corazón.
GLORIA del Corazón de Jesús, Ocupad mi corazón.
GRANDEZA del Corazón de Jesús, Confundid mi corazón.
HUMILDAD del Corazón de Jesús, Anonadad mi corazón.
INMUTABILIDAD del Corazón de Jesús, Fijad mi corazón.
JUSTICIA del Corazón de Jesús, No abandonéis mi corazón.
LIBERALIDAD del Corazón de Jesús, Enriqueced mi corazón.
LUZ del Corazón de Jesús, Iluminad mi corazón.
MISERICORDIA del Corazón de Jesús, Perdonad mi corazón.
OBEDIENCIA del Corazón de Jesús, Someted mi corazón.
PACIENCIA del Corazón de Jesús, No os canséis de mi corazón.
PRESENCIA del Corazón de Jesús, Aficionad mi corazón.
PROVIDENCIA del Corazón de Jesús, Velad sobre mi corazón.
REINO del Corazón de Jesús, Estableceos en mi corazón.
SABIDURÍA del Corazón de Jesús, Conducid mi corazón.
SANTIDAD del Corazón de Jesús, Purificad mi corazón.
SILENCIO del Corazón de Jesús, Hablad a mi corazón.
CIENCIA del Corazón de Jesús, Enseñad a mi corazón.
PODER del Corazón de Jesús, Asegurad mi corazón.
VOLUNTAD del Corazón de Jesús, Disponed de mi corazón.
CELO del Corazón de Jesús, Devorad mi corazón.

¿Por qué junio es el mes del


Sagrado Corazón de Jesús?
La Iglesia Católica dedica el mes de Junio al Sagrado Corazón
de Jesús, para que los fieles veneren, honren e imiten más
intensamente el amor generoso y fiel de Cristo por todas las
personas.

Es un mes donde se le demuestra a Jesús, a través de las obras,


cuánto se le ama; correspondiendo a su gran amor demostrado al
entregarse a la muerte por sus hijos, quedándose en la Eucaristía y
enseñando el camino a la vida eterna.

Sobre esta fiesta, el Papa Benedicto XVI afirmó que “al ver el

66 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


corazón de Señor, debemos de mirar el costado traspasado por la
lanza, donde resplandece la inagotable voluntad de salvación por
parte de Dios, no puede considerarse culto pasajero o de devoción:
la adoración del amor de Dios, que ha encontrado en el símbolo
del ‘Corazón traspasado’ su expresión histórico-devocional, la cual
sigue siendo imprescindible para una relación viva con Dios”.

La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde los inicios de la


Iglesia, desde que se meditaba en el costado y el corazón abierto
del Señor.

Cuenta la historia que el 16 de junio de 1675, el Hijo de Dios se


le apareció a Santa Margarita María de Alacoque y le mostro su
Corazón rodeado de llamas de amor, coronado de espinas, con
una herida abierta de la cual brotaba sangre y, del interior del
mismo salía una cruz.

Santa Margarita escuchó al Señor decir: “he aquí el Corazón que


tanto ha amado a los hombres, y en cambio, de la mayor parte de
los hombres recibo ingratitud, irreverencia y desprecio”.

Mes del Sagrado Corazón de Jesús.


Una devoción que nos asemeja a Cristo
Para rezar cada día del MES DE JUNIO
Acto de Contrición
Sagrado Corazón de Jesús, que en el divino sacramento de la
Eucaristía estás vivo e inflamado de amor por nosotros, aquí nos
tienes en tu presencia, pidiéndote perdón de nuestras culpas e
implorando tu misericordia.
Nos pesa, oh buen Jesús, el haberte ofendido. Tú eres tan bueno
que no mereces esa ingratitud. Concédenos luz y gracia para
meditar tus virtudes y formar, según ellas, nuestro humilde
corazón. Amén.

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 67


Se hace aquí la meditación correspondiente a cada día del Mes de
Junio. Al terminar la meditación, se hace la siguiente…

Oración y Acto de Consagración


Rendido a tus pies, oh Jesús mío, considerando las extraordinarias
muestras de amor que me has dado y las sublimes lecciones que
me enseña continuamente tu adorable Corazón, te pido, con
humildad, la gracia de conocerte, amarte y servirte como fiel
discípulo tuyo. Quiero hacerme digno de los favores y bendiciones
que con generosidad concedes a los que, de veras, te conocen, te
aman y te sirven.

Mira que soy necesitado, dulce Jesús, y sólo necesito de Ti, como el
mendigo necesita la limosna que le han de dar los hombres Mira
que soy muy tosco, oh soberano Maestro, y necesito de tus divinas
enseñanzas para que sean luz y guía de mi ignorancia. Mira que
soy muy débil, oh poderosísimo amparo de los débiles, y caigo a
cada paso, y necesito apoyarme en Ti para no desfallecer. Seas
todo para mí, Sagrado Corazón; socorro de mi miseria, lumbre de
mis ojos, bastón de mis pasos, remedio de mis males, auxilio de
toda necesidad. De Ti lo espera todo mi corazón. Tú lo alentaste y
lo invitaste, cuando con sencillas palabras dijiste repetidas veces
en tu Evangelio: Vengan a mí… Aprendan de mí… Pidan; llamen…
A las puertas de tu Corazón vengo, llamo, pido y espero. Del mío
te hago, oh Señor, firme, formal y decidida entrega. Tómalo Tú y
dame a cambio lo que Tú sabes que me ha de hacer bueno en la
tierra y dichoso en la eternidad. Amén.

Aquí se rezará tres veces el Padrenuestro, Avemaría y Gloria, en


recuerdo de las tres insignias: cruz, corona y herida de la lanza,
con que se apareció el Sagrado Corazón a santa María Margarita
Alacoque. Luego, se rezan las Letanías al S. Corazón (Pág. 62ss).

ORACIÓN FINAL
Oh, Dios todopoderoso y eterno, mira en el Corazón de tu
amadísimo Hijo las alabanzas y satisfacciones que en nombre de
los pecadores te ofrece, y concede el perdón a estos hijos tuyos

68 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


que piden misericordia en el nombre de tu mismo Hijo, nuestro
Señor Jesucristo, el cual vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

MEDITACIONES PARA CADA DÍA


DÍA 1: El Sagrado Corazón, modelo de amor
¿Qué motivos han llevado a Jesús a darnos su Sagrado Corazón?
Sólo motivos de amor. Porque nos amó se hizo hombre; porque
nos amó sufrió pasión y muerte; porque nos amó quiso quedarse
en la Eucaristía; porque nos amó se dignó manifestarnos las
riquezas de su Corazón. ¿Y a quién amó? A criaturas ingratas y
culpables, indignas de ocupar uno solo de sus pensamientos. Nos
vio como éramos: pobres, infelices, llenos de corrupción y de
pecado. Por nuestra total miseria nos amó. ¿Y cómo nos amó? No
como aman los hombres ni como aman los ángeles; ni como ama
la misma Virgen María. Nos amó como sólo Él puede amar: con
amor eterno, infinito, divino: el amor del Corazón de Dios.
Ay, corazón mío, qué gran regalo recibiste: has sido amado a pesar
de tu miseria por el Corazón de todo un Dios ¿Conoces tú hasta
qué punto te ha engrandecido Dios haciéndote objeto de su
amor?
Se medita unos momentos

¿Y qué pide el Corazón de Jesús a cambio de su amor? ¿Nuestra


vida, nuestra salud, nuestras riquezas. Pide sólo el amor de
nuestro corazón. Pide sólo ser amado, no como merece Él, sino
como podemos amar nosotros. Con una pequeña gota de nuestro
corazón se contenta Él y, a cambio, nos regala el inmenso océano
del suyo. ¡Tengo sed!, grita hoy desde el sagrario, como lo hizo
desde la cruz. ¡Tengo sed de tu amor! No nos hagamos sordos a
este grito del Corazón de Jesús y amemos su Sagrado Corazón.
¿Y cómo se le puede amar? Guardando su ley, procurando seguir
sus enseñanzas, buscando amigos que lo quieran, ganando
almas que un día sean con Él dichosas; también evitando insultos
y menosprecios en su contra, desagraviándole cuando esos

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 69


menosprecios existan. Así nos amamos los seres humanos cuando
hay amor entre nosotros. Así debemos amar a Jesús. ¿Qué haces
tú por tu padre, por tu esposa o por tu esposo, por tu hermano
o por tu amigo a quien amas tanto? ¿Cómo les hablas? ¿Cómo
los sirves? ¿Cómo los acompañas? Pues bien, haz lo mismo con
el Corazón de tu amigo Jesús y Él estará satisfecho de ti. Ay de ti
si no lo amas por lo menos de la misma manera como amas a tus
padres, a tu esposo o esposa, a tus hermanos, a tus amigos… Te
estás jugando la eternidad.
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 2: El Sagrado Corazón, modelo de humildad


Contemplemos la humildad del Corazón de Jesús. Siendo
Jesucristo Dios y soberano de todas las cosas, no le bastó hacerse
niño en el seno de una mujer, nacer en una cueva de animales,
trabajar como joven y adulto en un taller y morir, finalmente,
como reo miserable en una cruz. Aún después de su existencia
humana, hoy mismo, vive humillado y abatido. En los Sacramentos
ha escogido –para vivir con nosotros– la más modesta apariencia.
Se deja encerrar como un prisionero en el fondo del tabernáculo,
en nuestras iglesias casi siempre desiertas y abandonadas.
Oh, buen Jesús, eres el mismo hoy que cuando naciste en Belén,
cuando trabajabas en Nazaret, cuando recorrías a pie los campos y
aldeas de Judea y que cuando morías, entre injurias y desprecios,
en el Calvario. No ha cambiado tu condición de pobreza y
sencillez; no has dejado de ser humilde para que se puedan
acercar a Ti, sin temor, los más pobres y los más pequeños. Y para
que aprendan de Ti la sencillez y la humildad los vanidosos y los
orgullosos. Jesús: enséñame a mí, tan altivo y tan presumido que
soy, esta santa virtud de la humildad.

Se medita unos momentos

Jesús, me avergüenzo y espanto cuando doy una mirada a mi


corazón. Es lo contrario del tuyo, tan sencillo y tan humilde. El mío
está lleno de vanidad, presunción, orgullo, amor propio. Busco
siempre el aplauso y la alabanza, sobresalir y brillar, oscurecer
a los demás, hacerme superior a todos. Desde luego, no son las
70 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
ésas las lecciones de tu Corazón. Tú me quieres humilde para con
Dios, para con mis prójimos, para conmigo mismo. Para con Dios,
reconociéndome siervo y discípulo suyo, acatando sin murmurar
todas sus disposiciones, sujetándome sin réplica a su Providencia,
agradeciendo –como cosa suya– todo lo bueno que hay en mí.
Para con mis prójimos, portándome como si fuera el menor
de todos ellos, sufriendo con caridad, tratándolos con dulzura,
perdonando sus injurias, huyendo de sus aplausos y alabanzas.
Para conmigo mismo, teniéndome por lo que soy: criatura
miserable, indigna del polvo que piso, del cielo que contemplo y
del aire que respiro; conociéndome infeliz pecador, que sólo por la
divina compasión no ardería ya en los infiernos.
Corazón de Jesús: dame ese espíritu de perfecta humildad para
que consiga sentarme un día en el trono que reservas a tu lado a
los que son tan humildes como Tú.
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 3: El Sagrado Corazón, modelo de obediencia


El Sagrado Corazón de Jesús es modelo de la más perfecta
obediencia. Para dar ejemplo, bajó del cielo y se encarnó de la
Virgen María. Toda su vida mortal puede resumirse en una sola
palabra: obediencia. Es Rey de los cielos y obedece. Es Dueño
de todo lo creado y obedece. Es Árbitro poderoso de cuanto
existe y, no obstante, obedece. ¿A quién obedece? Además de la
obediencia que continuamente presta al Padre celestial, aquellos
a quienes obedeció fueron siempre criaturas suyas y, por tanto,
infinitamente inferiores a Él. Le mandaba María, le mandaba
José, el juez impío, los crueles verdugos… A todos obedeció. Hoy
mismo, en el sacramento de la Eucaristía, obedece a la voz de
su ministros, a quienes ha dado –en cierto modo– facultad de
poderlo colocar en nuestros altares. Confusión de mi orgullosa
independencia: a una criatura vil como soy yo, le gusta mandar
y hacer su propia voluntad, cuando Dios mismo le dio el ejemplo
más claro de la obediencia. Debería avergonzarme y aprender del
Sagrado Corazón la virtud de obedecer la voluntad de Dios y no a
la mía.
Se medita unos momentos

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 71


Oh, Señor, si toda tu vida fue obedecer, la mía ha sido una
continua desobediencia. Nunca he sabido hacer otra cosa más
que rebelarme contra tu voluntad. Mi ley ha sido mi gusto;
mi regla, los vanos antojos de mi corazón. Obedecías Tú, y yo,
insolente, pretendo alzarme con el mando. Te hacías esclavo Tú
y yo quiero darme aires de grandeza. En mi vida he levantado
tronos y altares, pero no han sido para Ti, sino para dar culto a
mi ambiciosa arrogancia. ¿Qué freno hubo que me contuviera?
¿Qué barda me pusiste que yo no saltara? ¿Qué mandamiento
me dictaste que yo no rompiera? Siervo rebelde, mal súbdito, hijo
egoísta e indigno de la herencia de tan buen Padre… Perdóname,
Jesús mío; perdona al extraviado que, arrepentido, vuelve a tu
casa. Manda, Señor, que a mí me toca obedecer. Prometo, desde
hoy, obediencia a tu ley, a tus enseñanzas, a tus ministros y a mis
superiores.
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 4: El Sagrado Corazón, modelo de paciencia


¿Deseas conocer a fondo la inagotable paciencia del Corazón
de Jesús? Mira cómo se dignó manifestarse a su devota santa
Margarita, herido por la lanza, coronado de espinas, con la Cruz
clavada en su pecho. Esas son las insignias del Sagrado Corazón;
su escudo de armas. Se diría que para eso vino al mundo: para
padecer. En su existencia en la tierra padeció dolores muy crueles
tanto en su cuerpo como en su alma. En su cuerpo, pobreza,
persecución, azotes, bofetadas, espinas, cruz. En su alma,
mentiras, ingratitud, tristeza, agonía mortal, abandono de los
suyos. Todo lo padeció callando, sin expresar la menor queja, sin
enojarse, sin manifestarse cansado por tanto sufrir. Aún hoy, en
el Santísimo Sacramento de la Eucaristía, si pudiera padecer, no
sería trono de gloria el Sagrario para Él, sino Calvario de nuevos
e ignorados dolores. Cómo lo tratamos los hombres. Con qué
odio lo insultan unos. Con qué desprecio lo miran otros. ¡Con qué
frialdad lo visitamos la mayoría de nosotros! ¡Qué tibieza de los
que nos decimos sus amigos! ¡Cuán pocos lo tratan con verdadero
amor! Pobre Jesús mío, tan sufrido y tan paciente: enséñale a
nuestro corazón enfermo el secreto de esta heroica paciencia.

72 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


Se medita unos momentos

Cuánto me confunde, oh buen Jesús, esta meditación. Tú,


inocente, no te cansas de padecer por mí; yo, pecador, ni un
instante quiero padecer por Ti. Cualquier pequeña dolencia se
me hace insoportable; la menor de tus espinas acabaría con mi
paciencia… No obstante, Tú quieres que suframos callados. Es
más, así nos lo aconseja nuestro propio interés. Pero… Nos has
colocado en este mundo donde desde la cuna hasta la sepultura
nos acompaña la preocupación. Lo quiera o no lo quiera el
hombre, ese es su destino. La salud, la fortuna, las inclemencias
del tiempo, la rareza de nuestro carácter, son fuente constante
de decepciones. Es necesario sufrir: he aquí la advertencia que
desde el nacer traemos escrita sobre la frente. Sufrir, pues, con
paciencia, como Tú, es el único modo de hacer suave y llevadera
esta necesidad. Sufriré, Dios mío; sufriré contigo, por Ti y como
Tú quieras y hasta donde Tú quieras. Contemplaré tu Corazón
herido y coronado de espinas para alentarme a sufrir con mayor
paciencia mis penas. Alzaré los ojos a ese cielo que ha de ser mi
recompensa, para no desfallecer en los combates presentes. Tú lo
dijiste y está escrito: solamente se va al cielo por el camino de la
Cruz.
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 5: El Sagrado Corazón, modelo de generosidad


Fijemos hoy los ojos del alma en esta especial virtud del Sagrado
Corazón. Su generosidad ha sido tan grande que nuestra
imaginación no puede concebirla mayor. Todo, todo hasta Sí
mismo, nos lo ha dado, generosamente, el Sagrado Corazón de
Jesús. Mientras vivió en carne mortal empeñó su vida al servicio
del hombre. Por el hombre obró milagros, predicó, se fatigó, sudó,
derramó lágrimas y sangre. Se acercaba la hora de su Pasión y,
después de haberse entregado totalmente, inventó un milagro
especial para poderse donar en su verdadero Cuerpo y Sangre:
el Santísimo Sacramento de la Eucaristía. ¿Podría regalarnos otra
cosa? Sí, todavía nos dio más. Vio al pie de la cruz a una Mujer,
a su Madre, y de ella nos hizo regalo generoso. ¿Le restaba aún
algo más? Unas pocas gotas de sangre quedaban en su Corazón,
Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 73
y ya muerto permitió que se lo rompiera un soldado, para que ni
una sola gota dejara de derramarse por nosotros. Hoy se dona
a todas horas en los altares, sin distinción, dispuesto siempre a
ser generoso hasta con los más ingratos. De modo que, por su
inexplicable generosidad, es nuestra su doctrina, su propia Madre,
su Cuerpo y su Sangre, su cielo. Sí, porque después de darse como
alimento para nuestra redención, quiere ser Él mismo –por toda la
eternidad– nuestra recompensa. Es su divisa: todo por el hombre
y para el hombre: qué generosidad inmensa de tan maravilloso
Corazón.
Se medita unos momentos

Qué distante se encuentra de corresponder nuestro corazón


egoísta a la virtud de generosidad del Sagrado Corazón de Jesús.
Tal vez servimos a Dios, es verdad, pero midiendo y escatimando
los servicios por temor a hacer “demasiado”. Cuando no
advertimos peligro de pecado mortal, nos sentimos “sin obligación
alguna” con respecto a Dios. Nos parece que amamos lo suficiente
cuando no “ofendemos a nadie”; que somos los mejores amigos
cuando no somos “unos traidores”. ¿Qué hago, por ejemplo, por
Aquél que hizo tanto por mí? Cualquier sacrificio se me hace
imposible; cualquier crítica basta para detenerme. Y cuando me
resuelvo a hacer algo por Dios, ¿es desinteresado mi servicio?
¿Lo haría si no tuviera la conciencia del castigo? Tal vez el cielo no
tuviera para mí bastantes atractivos… Soy un criado vil que sólo
sirve por temor o por la paga. De ahora en adelante diré con la
Imitación de Cristo: “¿cuándo habrá uno, Señor, que se preste a
servirte gratuitamente?”. Yo he de ser, Jesús mío. Seré generoso,
no me limitaré a hacer lo que manda tu ley, sino que haré todo lo
que sepa que es de tu mayor agrado. Tómalo todo de mí: cuerpo,
alma, salud, fuerzas, libertad, honra, intereses, vida. Todo te
lo regalo y en todo quiero que seas Tú única y exclusivamente
servido.
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 6: El Sagrado Corazón, modelo de mansedumbre


Admiremos hoy la extraordinaria mansedumbre y bondad del

74 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


adorable Corazón de Jesús que nunca deja de mostrarse manso
y cariñoso. La contemplación nos invita a que aprendamos en Él
esta virtud. Así lo habían ya retratado los profetas; con este mismo
carácter lo vieron después y nos lo retrataron los evangelistas.
Veamos cómo trató a los pobres y a los ignorantes; cómo recibió
a los pecadores y acarició a los niños. Muy contadas veces se
instaló el enojo en su rostro, para darnos a entender que si la
indignación es buena alguna vez, casi siempre son mejores la
suavidad y la mansedumbre. No se advirtieron en Él ademanes
imperiosos ni se le oyeron palabras de desdén; tampoco mal
humor o fastidio. Con qué dulzura tolera la rudeza de sus primeros
discípulos. Con qué palabras tan suaves alienta a la Magdalena.
Qué frases tan delicadas emplea frente al apóstol traidor. Con qué
serena majestad contesta el interrogatorio de Poncio Pilatos… Oh,
bondad y mansedumbre del Corazón adorable de nuestro Jesús,
¿a quién no enamoraría tu suavidad y la belleza de tus palabras?

Se medita unos momentos

No nos cansamos, Señor, de admirar en Ti esta delicada virtud


Pero, ay, a nuestro corazón se le hace siempre difícil practicarla.
Nuestras palabras, nuestro rostro, nuestros ademanes, traspasan
muy a menudo las reglas de la caridad que Tú nos mandaste
en el trato con el prójimo. La amargura del corazón rebosa,
frecuentemente, en los labios. Tratamos a los superiores
con altivez, a los iguales con indiferencia, a los inferiores con
dureza. Somos altaneros en la prosperidad y malhumorados
en la aflicción. Confundimos muchas veces la viveza del celo
con los arranques del amor propio. Danos, oh Señor, la caridad
y mansedumbre que han sido sello y distintivo de los santos.
Sea igual y blanda y serena nuestra conducta, sin arrebatos ni
decaimientos; sin ruidosas alegrías ni enojosas displicencias. Vea
el prójimo en nuestro rostro y escuche en nuestras palabras y
acciones la imagen y el camino de tu manso Corazón. Danos esas
bellas cualidades para ganarte almas que en la tierra te sigan y te
glorifiquen por toda la eternidad.
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 75


DÍA 7: El Sagrado Corazón, modelo de celo
Será hoy objeto de nuestra meditación el celo del Sagrado
Corazón de Jesús. Se entiende por celo un deseo ardiente de
la gloria de Dios y de la salvación de las almas, así como una
acción constante para conseguir estos objetivos. ¿Quién podrá
explicar cuáles fueron este deseo y esta actividad en el Sagrado
Corazón de Jesús? Un solo pensamiento era el suyo, mismo
que le hacía palpitar noche y día: glorificar al Padre celestial y
salvar al mundo. Si predica, si obra milagros, si anda a pie largas
jornadas, si forma parte de los banquetes de los pecadores, si se
transfigura glorioso en el monte Tabor o se deja aplastar como
un gusano por sus enemigos; si muere por fin o si resucita, todo
obedece a un solo plan, todo tiene por blanco un solo objetivo:
glorificar a Dios y salvar al hombre de las tinieblas del pecado. El
celo por esta empresa lo tenía siempre entusiasmado y lo hacía
hablar de sus próximos sufrimientos como si fueran próximos
triunfos. Al dirigirse a Jerusalén por última vez, para ser allí preso
y crucificado, se admiraban sus discípulos de que Jesús fuera más
aprisa que de costumbre. Era un celo ardiente el que lo empujaba
a la realización de su deseo: glorificar al Padre y darnos una casa
en el cielo.
Se medita unos momentos

Cómo contrasta esa actividad ardorosa del Corazón de Jesús


con la frialdad ordinaria del nuestro. Ah, es verdad. También el
mío se mueve, se agita, se acalora, se enciende; pero: ¿es por la
gloria de Dios? ¿Es por el bien de mis hermanos o por intereses
momentáneos; por enaltecer mi honra o por puro amor propio?
El celo que a menudo nos devora quizá no sea otra cosa que
ambición, codicia, vanidad; quizá nada más sea el apego por las
cosas del mundo. ¿Qué hago yo por la honra divina? ¿Cómo siento
los insultos de que es objeto? ¿Cómo me esfuerzo en evitarlos o
en repararlos? Si estuvieran tan amenazados nuestros intereses,
como lo están siempre los de Dios, ¿estaríamos tan tranquilos
frente a la guerra brutal que le hacen los enemigos de la fe?
¡Ojalá no sea yo de aquellos que con su flojera y malos ejemplos
contribuyen a la deshonra de la religión y a la ruina de las almas!
Señor, haznos partícipes del fuego abrasador que consumió tu
76 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
Corazón; queremos ser apóstoles de tu nombre en la medida
que lo permitan nuestras fuerzas. Con nuestra conversación, con
nuestra conducta en la calle, con nuestra influencia, relaciones,
dinero, en fin, también con nuestra oración procuraremos trabajar
para que seas cada día más honrado por toda la humanidad…
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 8: El Sagrado Corazón, modelo de recogimiento y modestia


¿Qué ves, alma cristiana, en la figura exterior de tu divino Jesús?
Ves el retrato más perfecto del recogimiento y de la modestia
Míralo bien y aprende de Él cómo han de ser tu porte y tus
maneras, si quieres hasta en eso llevar el sello del Sagrado
Corazón. Su voz era quieta y sumisa, sus palabras prudentes
y pocas, su andar grave y mesurado, su mirada recatada y
bondadosa. El semblante de Jesús inspiraba sentimientos de
virtud entre quienes lo contemplaban. Según los Evangelios,
resultaba imposible verle y no sentirse interiormente mejorado.
Sus enemigos nunca pudieron tacharle de “ligero”. Los que sin
cesar buscaban un error en sus palabras jamás pudieron echarle
en cara una sola frase que fuera inconveniente. Su alegría era tan
edificante como su austeridad; nadie le oyó ruidosas carcajadas ni
le vio desacompasados movimientos. Todo su exterior era reflejo
del orden, paz, igualdad y armonía de su divino interior. Danos a
conocer, oh Jesús, los encantos de la virtud de la modestia que
tanto la necesitan nuestros corazones...

Se medita unos momentos

Nuestro rostro y nuestros ademanes son el espejo de lo que


pasa en nuestro corazón. Por eso llevamos retratados en
ellos el orden o el desorden que habita en nuestra intimidad.
¿Somos cristianos o paganos? ¿Servimos a Dios o al mundo?
Nadie creerá que somos cristianos y servimos a Dios oyendo
algunas de nuestras conversaciones, mirando nuestros vestidos,
observando las actitudes con las que nos conducimos en público.
¿A qué dedicamos los sentidos sino a peligrosos o francamente
culpables deseos? ¿Qué freno ponemos a los ojos para que no
tropiecen con mil escollos para conservar su honestidad? ¿Qué
Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 77
freno aplicamos a la lengua para que no hiera la reputación
ajena o no se deslice en mil superficialidades? ¿Qué obstáculo
ponemos a los oídos para que no se vayan tras la curiosidad y los
pasatiempos mundanos? Que el Señor nos ayude a que los medios
que nos ha dado para servirlo a Él y al prójimo los usemos para
ese objetivo y no para esclavizarnos a las vanidades del mundo.
Nuestro corazón está abierto, sin la puerta de la modestia, a
todos los embates del enemigo; expuesto a todas las oleadas del
mar de la corrupción. Rodéalo, Señor, de esta preciosa virtud,
como si fuera una fortísima muralla, para que sea plaza cerrada e
inexpugnable donde sólo entres Tú y nunca, jamás, tu enemigo.
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 9: El Sagrado Corazón, modelo de desprendimiento


La virtud que quiere enseñarnos hoy el Sagrado Corazón de Jesús
es la del desprendimiento. Tan desprendido de todo lo humano
estuvo el Sagrado Corazón que nada ejercía sobre Él peso ni
influencia alguna como no fuera la voluntad de su Padre celestial.
Estuvo desprendido de cualquier interés material, hasta el punto
de nacer privado de todo en una cueva y de morir desnudo del
todo en una cruz. Y en el intermedio de su vida nunca tuvo cosa
que llamase suya. Las limosnas que le daba la piedad de los fieles
las devolvía Él a los pobres o las depositaba en poder de sus
discípulos. En cuanto a los afectos de sangre, ninguno de ellos
pesó para nada en la libertad y el desprendimiento de su Corazón.
Niño aún, dejó a su Madre y a San José, y se separó por tres días
de su compañía. Y cuando sus padres se atrevieron a hacerle una
queja, les respondió así: “¿No sabían que a Mí me toca atender
primero a las cosas de mi Padre celestial?” Era la suya una sublime
libertad de espíritu; un total desprendimiento de lazos humanos;
una soberana independencia: la independencia de un corazón
entregado únicamente a Dios.

Se medita unos momentos

Oh, Jesús, nuestro corazón es esclavo de tantos señores y está


atado a tan miserables cadenas que no sabe volar hacia Ti. Lo ata
el amor a los bienes temporales; el ansia por las comodidades;
78 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
el afecto exagerado a los amigos. Nuestro corazón ha echado tan
profundas raíces en esta tierra que le rodea, que no sabe vivir
sino con ella y por ella. Y así como la planta se nutre y se forma de
los jugos que bebe del suelo por medio de sus raíces, así nuestro
corazón vive y se nutre sólo de la materia del mundo, por medio
de los mil y un afectos que le tienen atado a él. Desarraiga, Jesús,
nuestra alma de esta tierra en la que no crece como debiera
hacerlo, es decir, sólo para Ti. Vivamos en este mundo sólo
corporalmente, pero espiritualmente vivamos fuera de él. Que
no nos llenen afectos humanos puesto que estamos llamados a
poseer un objetivo divino. Haz que no encontremos ilusión en
todo lo que no seas Tú, para que no se apegue el corazón más que
a Ti. Si Contigo tan sólo hemos de reinar eternamente, ¿cómo es
que tan fácil entregamos el corazón a criaturas que pronto hemos
de abandonar…?
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 10: En el Sagrado Corazón hallaremos el mejor consuelo


El pecado ha hecho de este mundo, que debería ser un paraíso
anticipado, una especie de infierno. Las espinas con que a cada
paso tropezamos nos punzan dolorosamente y nos arrancan
frecuentes gemidos. Así que nada necesita tanto el hombre
durante su vida mortal como el consuelo. Consuelo necesitamos
en los contratiempos de la fortuna, en los dolores de la
enfermedad, en la pérdida de los que amamos, en las dudas de
la conciencia, en todos los momentos de la vida y, sobre todo, en
el muy crítico y angustioso momento de nuestra muerte. ¿Dónde
mejor podemos buscar ese consuelo sino en el Corazón de Jesús?
¿No han salido de él aquellas amorosas palabras: “Vengan a mí
todos los que están cansados y afligidos y yo los aliviaré”? Oh,
Jesús, único Consolador verdadero de los corazones angustiados,
¿a quién iremos sino a Ti en nuestras horas amargas? Cuando los
intereses mundanos nos dejan insatisfechos, cuando los amigos
se alejan, cuando las fuerzas faltan, ¿a quién acudiremos sino a Ti,
fuente infatigable de todo consuelo?

Se medita unos momentos

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 79


No obstante su presencia consoladora, es a Jesús a quien al final
acudimos en las horas de tribulación. Primero son los amigos de
la tierra que ese Amigo del cielo. Primero buscamos un desahogo
en el pasatiempo que en la intimidad del Sagrario, donde espera
este misericordioso Consolador. ¿No llevamos ya bastantes
desengaños? ¿Qué herida o qué dolor nos lo ha calmado el
mundo? ¿Qué bálsamo hemos encontrado en él para endulzar
la amargura? El mundo no está interesado en consolar a los
que padecen, sino en adular a los dichosos. Solamente hay un
asilo seguro para los corazones heridos y es el herido Corazón
de Jesús. Oh, Señor, a tu Corazón nos acogemos, como al regazo
de una madre amorosa, para que nos abrigues en él con tu
calor y nos defiendas y consueles. Sólo Tú tienes consuelos para
nuestro atribulado corazón. Aléjense, consolaciones humanas:
vanas, inconstantes, mentirosas. Son como una copa de licor
cuyos bordes parecen dulces, pero, en el fondo, sólo se beben
los residuos amargos del desengaño. A Ti, Señor, únicamente
buscamos; en tu Corazón queremos entrar y ahí permanecer.
¡Oh, Dios de todo consuelo! En Ti y sólo en Ti espera encontrar
consuelo el desolado corazón del hombre...
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 11: En el Sagrado Corazón hallaremos el más fiel amigo


Es la amistad una de las más apremiantes exigencias y, a la vez,
una de las más dulces satisfacciones del corazón humano. Nuestro
corazón necesita comunicarse a otro, tanto en sus alegrías como
en sus tristezas. Y esta comunicación afectuosa se llama amistad.
¿Queremos tener una amistad verdadera? Tomemos por amigo
al Sagrado Corazón de Jesús. A ningún otro corazón podemos
arrimarnos con mayor seguridad de ser correspondidos. Es
amigo constante, amigo que no abandona si no es previamente
abandonado. No es como los amigos del mundo, que sólo nos
sirven –tal vez– en la prosperidad y que se olvidan de nosotros
en la aflicción. La amistad del Corazón de Jesús es firme para los
que le aman. Es firme hasta la muerte y más allá de la muerte. Él
velará como fiel amigo junto a nuestro lecho de agonía y será el
fiador en la presencia del supremo Juez. Busquemos, pues, esta
amistad única que no puede salirnos mentirosa. Sí, Jesús mío,
80 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
admítenos en el número de los amigos de tu Corazón.

Se medita unos momentos

Muchos amigos hemos tenido en este mundo o muchos se


han llamado como tales. Pero, ¿lo han sido de veras? Nunca
lo han sido para cada uno de nosotros como promete serlo el
Corazón de Jesús. Los amigos del mundo encubren muchas
veces, bajo palabras de halago, la frialdad y, quizá, el interés.
Son inconstantes, mudables, egoístas. Los más firmes no pueden
resistir a la separación forzosa que impone la muerte. ¿Quién
fiará su corazón a tan inestables compañías? No así Tú, Jesús, y,
no obstante, cuán pocos son tus amigos. Llenos están, a todas
horas, los centros de disipación y de maldad que tiene el mundo,
y Tú apenas si encuentras quien te haga presencia alrededor
del Sagrario… Quiero ser de esos pocos, oh divino Jesús, para
hacerme digno de de tu amistad. Quiero conversar contigo con
frecuencia, ya que tu mayor delicia es tener conversación con
nuestras almas. ¡Oh mi Jesús, mi Dios, mi amigo! Seamos los dos
amigos para siempre y no se acabe nunca, ni con la muerte, esta
amistad…
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 12: En el Sagrado Corazón hallaremos al más seguro


maestro
Consideremos hoy, bajo este punto de vista, al Sagrado Corazón
de Jesús. A peso de oro y a costa de largos viajes, buscan los
hombres ir a tomar clases con grandes maestros y tienen por
honor hacerse discípulos suyos para aprender de sus labios las
ciencias humanas. Con menor costo y fatiga podemos encontrar
nosotros en el Sagrado Corazón de Jesús al más seguro maestro.
Dos clases de lecciones nos da este divino Maestro: unas
lecciones exteriores, por medio de la voz de la Iglesia; otras
lecciones interiores, por medio de su secreta inspiración. ¿Y
qué nos enseña? Grandes verdades, máximas de vida eterna,
consejos de salvación, prudencia celestial. Adoctrinados por este
Maestro se han visto en la historia de la Iglesia hombres y mujeres
analfabetos admirar y confundir a los sabios y dejar a los que
Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 81
vienen después monumentos de profunda ciencia interior, no
adquirida en las escuelas, sino en el trato con el Sagrado Corazón.
Jesús es Maestro de verdad; libro siempre abierto para quien
desea penetrar sus secretos; cátedra santa, donde ni Moisés ni
los profetas ni los filósofos, sino el mismo Dios, dicta lecciones
de verdad a los discípulos de su Corazón. Abre, Señor, nuestro
corazón para que reciba tus enseñanzas, las siga y las practique
con toda fidelidad.

Se medita unos momentos

¿A quién hemos escuchado hasta hoy? A muchos maestros de


palabras seductoras que no nos han llevado a nada. Han sido
nuestros maestros el mundo con sus necias máximas, las pasiones,
la vanidad, el amor propio, la ira y los apetitos desordenados.
Estas lecciones hemos escuchado, Jesús, y nos han hecho
permanecer sordos a tu ley. Habla ahora, Señor; habla, divino
Maestro, que tu fiel discípulo te escucha. Habla a lo íntimo de
mi corazón desde las profundidades del tuyo; que oiga yo tu voz
y aprenda los secretos de la vida eterna. Nadie más los puede
enseñar. Sordo quiero ser en adelante a todos los secretos del
mundo que me han seducido y engañado. ¡Oh, Maestro divino,
admítenos en la escuela de tu corazón, de donde han salido tantos
y tan admirables discípulos! Somos ignorantes como niños: hazte
cargo de nuestra ignorancia, compadécete de nuestra debilidad.
No queremos por maestro más que a Ti: enséñanos a hacer
siempre tu Santa voluntad…
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 13: En el Sagrado Corazón hallaremos el más precioso


tesoro
Se cansan los hombres y se exponen a gravísimos peligros para
poder adquirir una fortuna; atraviesan mares, desafían climas,
todo les parece poco si pueden hacerse con un puñado de oro
para regalarse una vida de comodidades. ¡Cuántos, no obstante,
ven defraudadas sus esperanzas! Y aun cuando consigan verse
llenos de riquezas, ¿acaso dan éstas paz y felicidad a su corazón?
Al revés, porque el temor de perderlas, o la tristeza de tener que
82 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
abandonarlas con la muerte, bastan para turbar toda la alegría de
su posesión. No busquemos con afán estas riquezas perecederas.
Sea nuestra mejor riqueza el Sagrado Corazón de Jesús. He aquí
un tesoro que sin gran esfuerzo podemos alcanzar. Para ganarlo
no hemos de emprender largos viajes ni hacer costosos trabajos,
tampoco difíciles negocios, ni luchar con los elementos, arriesgar
la salud o la existencia. Todo esto hacen los hombres por el oro
y la plata del mundo. Nada de esto exige el Sagrado Corazón de
Jesús. Cerca lo tenemos; a la mano está: Él mismo se ofrece. Sólo
quiere ser de veras amado y deseado para dejarse poseer con
toda seguridad. ¿Te arriesgas a hacer esa brillante fortuna? ¿Te
decides a querer ser rico, con las riquezas del Sagrado Corazón?

Se medita unos momentos

Las vanas riquezas del mundo excitan nuestra codicia. Los


mezquinos tesoros de oro y plata, o mejor, de lodo y estiércol, son
en los que suele poner el hombre su corazón. ¿Qué representan
en comparación con las riquezas eternas del Corazón divino,
tesoro de los bienaventurados y prenda de toda felicidad? Necios
somos los hombres, nos desvivimos para alcanzar tesoros que
no nos seguirán a la hora de la muerte. Oh, Señor, que eres la
verdadera riqueza de tus elegidos, no quiero otra cosa que a
Ti ni busco mejor tesoro. Seguro estoy que si llego a poseerlo
ni ladrones ni adversidades, ni la muerte misma, me lo han de
arrebatar. Los poderosos del mundo tienen suntuosos palacios,
a mí me basta un asilo en el nido amoroso de tu Corazón. Ellos
se cubren con galas y joyas de gran precio, yo sólo quiero para
mi alma las joyas de tu gracia; ellos se gozan en banquetes y en
placeres, a mí me basta saborear los mejores consuelos de tu
amor. ¡Oh, Señor, riqueza inagotable, cuán pobre es el corazón
que no te posee a Ti, aunque posea todos los bienes de la tierra…!
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 14: En el Sagrado Corazón hallaremos la más firme


esperanza
Vanas son las esperanzas del mundo y desgraciado quien se
fía de ellas. Pasa la juventud, se cambia la fortuna, caen las
Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 83
ilusiones, se entibia la amistad; nada, en una palabra, queda en
pie de cuanto parece halagar al hombre en su breve paso por la
tierra. Y, sin embargo, el corazón humano necesita algo firme y
permanente a qué atenerse para no caer en la desesperación.
¿En qué podrá, pues, fijar su esperanza? “Todo se pasa”, dijo
santa Teresa de Jesús; todo se pasa, es verdad, pero “Dios no se
muda”. He aquí el centro fijo en el que podemos colocar nuestras
esperanzas los que deseamos colocarlas en algo seguro. Oh!
Corazón divino de Jesús, todo escapa y desaparece a nuestro amor
humano, dejándonos vacíos y desolados Sólo Tú permaneces,
eternamente, como faro de luz y como norte resplandeciente para
el corazón que te ama. ¡Que nos falte todo, Dios mío, pero que
no nos faltes Tú; en Ti ponemos nuestra esperanza y no seremos
defraudados!
Se medita unos momentos

La vida humana está llena de muchos desengaños Nuestra alma,


que en tantos objetos ha querido amarrar su felicidad, es como
una hoja seca que el viento arremolina y agita, buscando la dicha
y no hallándola en ninguna de las cosas creadas. Fíjate aquí y
detente, alma desolada; ahonda tus raíces en el amor de Jesús,
único que puede calmar tu anhelo, único que no defraudará tus
esperanzas. Pobre navecilla siempre llevada acá y allá por las olas
y siempre con el abismo bajo los pies, temiendo el naufragio. Echa
aquí tus anclas si quieres hallar puerto seguro donde reposar y
rehacerte de las fatigas de tu azarosa navegación. Paloma cansada
de volar por todas partes, sin hallar donde fijar una morada
Métete por la abertura de esa Arca que te espera para ofrecerte
asilo seguro contra la borrasca. Corazón de Jesús, sé todo para
nosotros, pues de Ti lo espera todo el afligido corazón. Promesas
seductoras del mundo que tantas veces han engañado el alma,
hay que verlas como lo que verdaderamente son: polvo, sombra,
nada. ¿Qué puede prometerse quien pone sus esperanzas en el
polvo y en la nada? ¡Oh, Dios de cielos y tierra, cuán sosegado
descansa el que lo espera todo de Ti y nada fuera de Ti!
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

84 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


DÍA 15: En el Sagrado Corazón hallaremos la más poderosa
fortaleza
En nada se conoce tanto la sustancia del hombre como en su
debilidad. Nuestra alma ha quedado, después de la culpa original,
tan endeble que cualquier esfuerzo del enemigo basta para
derribarla si no tiene al lado una fuerza superior que la sostenga.
Puede, asimismo, obrar tan poco para el bien que cualquier leve
dificultad la asusta. ¿Queremos ser fuertes en medio de nuestra
flaqueza? Acudamos a buscar la fuerza en el Sagrado Corazón de
Jesús. Allí fueron a buscarla los santos, criaturas débiles, de carne
y hueso, como nosotros. Gracias a esa búsqueda fueron fuertes y
obraron maravillas. Recorramos la historia de la Iglesia y veamos
cómo tiernas jóvenes, pobres ancianos se burlaron del poder de
los enemigos de Cristo y fueron muy superiores a los halagos, a
los tormentos y a la misma amenaza de muerte. Los claustros y los
desiertos, la vida doméstica y las cortes están llenos de hombres y
mujeres que, en la flor de su edad y en medio de las seducciones,
fueron fuertes para renunciar a todo y seguir a Jesucristo hasta
elevarse a la mayor santidad. Nada hicieron ellos que no lo puedas
hacer tú si procuras los mismos auxilios. ¿Dónde los hallarás? En el
Sagrado Corazón de Jesús.

Se medita unos momentos

Somos débiles y enclenques porque así lo queremos. ¿Qué


disculpa tendría un niño que no pudiera levantarse del suelo por
no querer alargar su mano y tomar la que le tiende su madre?
Por eso son frecuentes nuestras caídas; por eso sentimos
desconfianza ante la más pequeña dificultad. Quizá, para mayor
desgracia, hemos presumido algo de nuestro propio “valor” y
con necia arrogancia hemos creído que podíamos prescindir
de cualquier amparo… Acudamos a Dios, el poderoso auxilio y
estaremos salvados. Nada podrán los más fieros enemigos; nada
las más desordenadas pasiones. Sentiremos agilidad, ligereza,
facilidad para toda obra buena y para todo costoso sacrificio.
Corazón de Jesús, fortaleza de los caídos, nuestro corazón anda
continuamente desalentado y acude a Ti para que lo sostengas.
Danos la mano, Señor, como se la diste a tantos que por Ti se
Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 85
levantaron del lodo y subieron a la cumbre de la virtud; como se
la diste a la Magdalena, a Pablo, a Agustín. ¿Qué podría hacer el
más valeroso hombre si Tú lo abandonaras? Pero, ¿qué no podrá
hacer el más débil si Tú lo fortaleces? ¡Oh, Dios mío, fortaleza
mía: haznos fuertes como Tú para contigo reinar eternamente,
victoriosos…!
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 16: En el Sagrado Corazón hallaremos la fuente de la


alegría. “Sirvan a Dios con alegría”, dicen los Libros Santos y, en
efecto, la alegría del corazón ha sido siempre lo que distingue a
los verdaderos servidores de Dios. Los santos, en medio de su
más rigurosa austeridad, han sido alegres. Nunca la tristeza fue
virtud, sino un gran peligro para el alma cristiana. Pero, ¿dónde
encontraremos verdadera alegría? Causas de tristeza las hallamos
dondequiera y parece poco menos que imposible sustraerse de
ellas. Volemos a depositar nuestras congojas en el Corazón de
Jesús y encontraremos en él la fuente de la verdadera alegría.
Descarguemos allí el peso de nuestras inquietudes, por medio
de una perfecta resignación a la Santa Voluntad de Dios. No
tardaremos en oír resonar en el fondo de nuestro corazón aquellas
maravillosas palabras que tan a menudo dirigía el Salvador a sus
Discípulos: “¡La Paz sea con ustedes!” Oh, Jesús mío; mi alma
tiene necesidad de Ti para sacudir el peso abrumador de sus
perpetuas tristezas. Tú lo has dicho en otra ocasión: “Alégrate,
hija de Sión, porque está en medio de ti el Santo de Israel”. Dame
este don celestial con que favoreces a tus elegidos.

Se medita unos momentos

Todos buscamos la alegría pero, comúnmente, equivocamos el


camino para encontrarla. El mundo la promete, pero bien sabe
que no nos la puede dar. Sus alegrías son ruidosas, pero no llenan
el corazón ni duran más que breves momentos. El rostro de los
mundanos es casi siempre como una máscara alegre que oculta un
corazón devorado por el tedio y, quizá, por el remordimiento. El
gozo interior es únicamente propiedad de la buena conciencia. El
alma del gran Francisco Javier, en medio de sus fatigas apostólicas,
86 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
se sentía tan inundada de gozo que le obligaba a exclamar:
“¡Basta, Señor, basta, basta!”. Cuando nos hallemos tristes,
examinemos nuestro corazón y veremos que siempre nace nuestra
tristeza de alguna secreta falta de virtud. Oh, divino Corazón, que
eres en el cielo la alegría de los ángeles y santos, y en este mundo
la de tus amigos. Por Ti sonreían alegres en sus tormentos los
mártires, en sus penitencias los anacoretas, en sus humillaciones
los seguidores de tu ley. Por Ti espero sonreír, Jesús, hasta las
amarguras de mi última agonía. ¡Habla, oh Dios mío, a mi alma
con aquella tu voz conmovedora, y se estremecerán de júbilo mis
entrañas, y disfrutaré en este mundo ya anticipadas las alegrías
del paraíso…!
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 17: En el Sagrado Corazón hallaremos la más eficaz


protección. Rodeados como estamos de enemigos, necesitamos
a todas horas un celoso y vigilante protector. Los enemigos son
muchos, son poderosos y nos aborrecen a muerte. Todo lo que
es enemigo de Jesucristo lo es, por consecuencia, de nosotros los
cristianos. Tenemos enfrente de nosotros al poder del infierno
y servimos de blanco a sus ataques. El ejército del mal, que
inspira invisiblemente Satanás y visiblemente acaudillan sus
representantes en la tierra, llena al mundo. Hay momentos en
que se pregunta el corazón ansioso si no es ya dueño Satanás
de la tierra entera. Le sirven para la propaganda de sus ideas la
imprenta y la elocuencia; ejecutan sus órdenes muchos gobiernos;
le prestan ayuda talentos extraviados. No hay acontecimiento
alguno de cuantos presenciamos que no tenga pública o secreta
relación con la suerte eterna de cada uno de sus amigos. Porque
así como todo lo ha puesto a mi servicio Dios para salvarme,
así todo lo pone en juego el demonio para perderme. Toda la
rabia del infierno contra Dios la descarga el demonio contra
mí, porque soy hecho a imagen y semejanza de Dios. Porque el
demonio contra Dios se reconoce impotente. Sin embargo, somos,
continuamente, objeto de sus fieras arremetidas. ¿Hay esperanza
de salvación para el hombre, en medio de tan obstinado empeño
en que se pierda?
Se medita unos momento
Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 87
Tenemos un protector más fuerte que todos los enemigos y es
seguro que nada puede el infierno contra quien sepa acogerse al
Sagrado Corazón de Jesús. Tomándolo por escudo avanzaremos
decididos. Digamos con seguridad: El Señor es mi refugio, no
temeré cualquier cosa que pueda hacer contra mí el enemigo.
El Señor es defensor mío, ¿qué puede asustarme? Si se levantan
contra mí escuadrones armados, no temerá mi corazón; si se
libra contra mí recia batalla, en Él pondré mi confianza. Corazón
Sagrado de Jesús, mira cómo está nuestra alma constantemente
asediada, cómo es víctima de tenaz persecución, como se observa
vacilante y tal vez ya próxima a caer en manos de sus enemigos.
El mundo, el demonio y la carne vienen en contra nuestra, pero,
¿acaso estamos solos? No, tenemos al lado al único amparo, al
único protector, a nuestra fortaleza. No nos dará miedo ya el
enemigo. Levántense en mi corazón tempestuosas pasiones; haga
brillar el mundo a mi alrededor sus más poderosos atractivos;
oiga zumbar sobre mi cabeza el continuo tiroteo de los que
te persiguen de muerte, a tu Iglesia y a tus amigos. A tu lado
estoy y no desfalleceré. Caigan a mi diestra mil o diez mil, y a mi
izquierda… No me tocarán los dardos del perseguidor. Clamaré al
Señor y Él me escuchará; conmigo estará en el peligro y me sacará
sano y salvo. Luego, el Señor me glorificará. Sí, dulce protector
mío, bondadosísimo Corazón: en tu poder he puesto mi confianza
y sé que no me fallarás…
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 18: En el Sagrado Corazón hallaremos la mayor honra. Se


llaman ilustres y honrados, según el mundo, los que obtienen
por sus méritos o por su fortuna el favor de los príncipes; los
que tienen libre entrada e influyen mucho en los palacios de los
poderosos. A ellos se les ve, generalmente, con una admiración
mezclada con secreta envidia. Más que por sus riquezas y poderío,
se les señala por el lustre que rodea su nombre, por el esplendor
en que viven sus familias, por la consideración y el respeto que les
tienen sus conciudadanos. Y, no obstante, cuán fugaz y pasajera es
esta gloria humana, y cuán fácilmente se transforma en olvido y,
quizá, en espantosa desgracia. Las historias están llenas de estas
catástrofes de la vanidad humana. Más de una vez se han tocado
88 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
en el mismo día los extremos de la mayor elevación y de la mayor
ignominia: el trono en la mañana y, por la noche, la cárcel. No es
ese el honor y la gloria que a sus servidores concede el Sagrado
Corazón de Jesús. Los cercanos y favoritos de este generoso
Monarca no pierden nunca la gracia real, si no renuncian a ella
espontáneamente con su voluntario apartamiento. Son admitidos
en intimidad y poseen cerca de Él la más absoluta influencia. De su
recomendación pueden servirse para alcanzar del Padre cuanto les
sea conveniente, para sí o para sus hermanos. No se mostró más
dadivoso y blando con los suyos aquel antiguo José de lo que, con
nosotros, quiere mostrarse nuestro hermano mayor, Jesucristo.
A los que le hayan hecho compañía en la vida, promete asiento
junto a Él para juzgar al mundo en el supremo tribunal. A los que
lo hayan tenido por suyo en la tierra y ante los hombres, promete
Él reconocerlos por suyos ante su Padre celestial.

Se medita unos momentos

Si ambicionamos gloria, honores y reconocimientos, que sean


solamente aquellos que nos puede dar el Sagrado Corazón
Oigamos lo que dijo a sus discípulos y en ellos a cada uno de
nosotros: “Ya no los llamaré siervos, porque el siervo ignora lo
de su señor; los llamaré, sí, amigos, porque todo lo que de mi
Padre recibí se lo comuniqué a ustedes”. ¿Qué príncipe de la tierra
hablaría alguna vez así a sus súbditos cuando quisiera honrarlos?
Lo reconozco, Jesús mío, y por eso en adelante no quiero ya
otra gloria ni otro honor que los que resulten de servirte a Ti.
Guárdense los reyes sus palacios, los cortesanos su codiciada
influencia, los poderosos los favores con los que honran a sus
amigos. Ténganse por engañosos esos favores que tan caros se
compran y tan fácilmente se pierden. No excitará ya mi codicia
el brillo de los fastuosos vestidos, de los elevados puestos, del
renombre, de la fama popular incierta y veleidosa. Oh, Jesús,
quien contigo vive alcanza la mayor alcurnia; quien pueda llamarse
tuyo adquiere el más elevado título de honor. No deseo más ni
quiero menos. Esta será mi principal nobleza. La cruz, la herida
cruel y la corona de espinas que muestras en tu Corazón serán mis
blasones, los únicos blasones que harán que me reconozcan como

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 89


tuyo en el juicio en tu palacio. Soy ambicioso, Jesús mío, y no me
contento con reinar más que contigo en la gloria que preparas
a tus escogidos. Dame cada día más sed de esos verdaderos
honores y haz que los alcance un día en tu reino celestial…
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 19: Pidamos al Sagrado Corazón por nuestro Santísimo


padre el Papa. Hemos llegado a la última novena de este mes
dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Es hora de dirigirnos a Él
con fervor para rogarle, en estos últimos días, por las necesidades
más urgentes de la sociedad cristiana. Por las necesidad
particulares ya le hemos rogado cada día y podemos seguir
haciéndolo en el fondo de nuestro corazón. Por estas otras, debe
ser pública y común nuestra oración, como son ellas públicas y
comunes. Dediquemos el día de hoy a rogar al Sagrado Corazón de
Jesús por el Papa Francisco y por el Papa emérito Benedicto XVI.
Es el Papa centro de toda la vida católica sobre la faz de la tierra,
base de su edificio, cabeza visible del cuerpo espiritual del que es
Cristo cabeza invisible. Es, por lo mismo, el objetivo privilegiado
de las más rabiosas iras del infierno. Alrededor de su trono rugen
todas las tempestades de la impiedad. Fieros y desembocados, le
dirigen brutales amenazas sus enemigos; pérfidos y engañosos,
le tienden astutas trampas. ¿Habrá quien se tenga por hijo fiel
de la Iglesia y deje solo a su Padre y Pastor en esos tremendos
combates? ¿Habrá quien no acuda al Sagrado Corazón por esta
primera y más urgente necesidad de nuestros días? ¡Oh, Sagrado
Corazón de Jesús! Cubre con tu escudo de protección a ese
Vicario tuyo, el primero de tus hijos, a quien constituiste en la
tierra como Padre y Pastor de nuestras almas en tu lugar. Asístelo,
defiéndelo, sácalo vencedor de sus constantes enemigos. Lo
son tuyos también, y cuando contra el Papa se pelea, se pelea
contra Ti. ¡Oh, Sagrado Corazón de Jesús! Por el Papa, por nuestro
venerable Pontífice Francisco, por el Papa emérito Benedicto XVI,
seas siempre, y en especial durante este mes de junio, abogado y
mediador nuestro ante el Padre celestial.

Se medita unos momentos

90 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


De todos los deberes del buen católico, el deber de rogar por el
Papa es, sin duda, el primero y principal. ¿Qué familia hay en la
cual los hijos no se crean obligados a prestar toda clase de auxilios
a su padre? Aquí la gran familia es el catolicismo, y el gran Padre
de ella es el Romano Pontífice; nosotros somos sus miembros y
el auxilio principal que necesita es nuestra fervorosa y constante
oración. Examine, pues, cada uno de nosotros cuál ha sido hasta
hoy su conducta en este punto. Aunque no hayamos sido hijos
rebeldes y malvados como los que se han alzado contra el Papa,
¿no es cierto que quizá nos hayamos portado como extraños o
indiferentes? ¿Estamos seguros de haber cumplido la obligación
de buenos hijos? Tal vez habrá motivo para que se nos acuse en
el Tribunal de Dios. No queramos permanecer ya más en nuestra
frialdad y olvido. Oh, Sagrado Corazón de Jesús, éste será mi grito
constante en tu presencia: salva al Papa; concédele el triunfo. Dale
autoridad y fuerza a sus palabras para que las respete el mundo,
indócil a su voz; haznos –sobre todo a nosotros– obedientes y
sumisos a sus enseñanzas. Confunde y disipa a los que lo quieren
mal, vuelve en sí a los que ha extraviado el mundo con sus falsas
doctrinas, regresa al redil las ovejas que se han apartado del
rebaño y de su Pastor. Oh, Sagrado Corazón de Jesús, por los
méritos de tu cruz, por el valor infinito de tu sangre, por los azotes
y espinas de tu cruel Pasión, dale a tu Vicario sobre la tierra lo que
por él te pedimos en el día de hoy…
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 20: Pidamos al Sagrado Corazón por el clero y las órdenes


religiosas. Si el Papa es la cabeza del cuerpo de la Iglesia, el clero y
las órdenes religiosas son sus brazos. De ellos se sirve para obrar el
bien y promover el servicio de Dios. Por eso los impíos aborrecen
tanto a los sacerdotes y religiosos; por eso a todas horas andan
procurando o destruirlos o corromperlos. Dediquemos, pues,
el día de hoy a rogar por tan importante necesidad. Pidamos
al Sagrado Corazón que encienda y abrase en celo y caridad el
alma de sus sacerdotes, religiosos y religiosas, para que, por su
medio, gane cada día terreno el reino de Dios sobre la tierra y se
conquisten nuevas almas para la gloria celestial. Que sea en ellos
perfecta la observancia de las leyes eclesiásticas; que brillen entre
Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 91
el pueblo por la pureza de sus costumbres, por el desinterés, la
obediencia, la humildad y el espíritu de sacrificio. ¡Oh, Corazón
de Jesús, ve cómo está el mundo y la necesidad que hay de que
trabajen buenos obreros en él; oh, Padre de las familias, manda
buenos trabajadores a tu viña; hazlo, Corazón divino, por tu
gloria y por la salvación de tantas almas que se han confiado a la
dirección de tus ministros! Te lo suplicamos muy especialmente,
Corazón divino, en este día.

Se medita unos momentos

Como sean los sacerdotes y las casas religiosas, así serán los laicos
que viven a su alrededor. Ay de aquel pueblo en el que reina
hasta en los ministros del santuario– el desorden o la negligencia.
¡Cuánto no debe, pues, interesarnos esta necesidad ante el
Sagrado Corazón! El reino de Dios necesita celosos pastores de sus
ovejas; ardientes pregoneros de su Palabra; fieles dispensadores
de sus sacramentos. Necesita que se avive en las almas de los
institutos religiosos el espíritu de oración, la vida mortificada, el
recogimiento interior, la ejemplar observancia. Tú, Señor, dijiste:
“Un poco de levadura hace fermentar luego toda la masa”;
¿quiénes son la levadura de tu pueblo sino estas almas que has
escogido de la masa común? Envía santos religiosos, oh Señor;
envía almas de perfección superior y se transformará el mundo…
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 21: Pidamos al Sagrado Corazón por la restauración de las


familias cristianas. Después del Papa, del clero y de las órdenes
religiosas, a donde el infierno dirige con más ahínco sus ataques
es a la Iglesia doméstica, a la familia. Lograr que desaparezca
Jesucristo de la familia, he aquí el blanco de sus deseos. Ay,
cómo se va logrando en muchas partes este espantoso deseo
de Satanás. Apenas se encuentra ya en algunos pueblos la
familia verdaderamente cristiana. Ciertos padres y madres de
hoy parecen haber desterrado a la religión de su hogar pues ya
olvidaron todas las prácticas religiosas. Apenas se reza en familia,
apenas se oye el nombre de Dios. Toda la importancia se le da al
dinero, a la vanidad, al lujo, a las diversiones. Sagrado Corazón
92 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
de Jesús, hazte cargo también de esta necesidad y acude a
remediarla. Haz tuyas otra vez estas casas de donde pareciera que
te lanzó fuera el demonio. Vuelve a reinar en nuestros hogares,
como en otros tantos templos consagrados a Ti. Une a tu divino
Corazón los corazones de los padres y de los hijos que hoy tienen
tristemente divididos la disipación y el egoísmo. Oh, Sagrado
Corazón, te pedimos muy fervorosamente por esta necesidad, una
de las situaciones más tristes de nuestros días.

Se medita unos momentos

Qué distinto sería el mundo si volviera a reinar en la familia


cristiana el Sagrado Corazón de Jesús. Habría prudencia de los
padres, respeto de los hijos, fidelidad de los esposos, amor
entre los hermanos. Cada casa cristiana sería una viva imitación
de la Sagrada Familia de Nazaret. Dios ya no reina en muchas
familias; reinan, en cambio, el egoísmo, la desconfianza, la
relajación de los vínculos más sagrados. Corazón de Jesús, ¿es
ésta la familia cristiana que Tú quieres? ¿No es como la quiere el
demonio, enemigo de tu nombre y de nuestras almas? Quítale
ese señorío a Satanás; recóbralo Tú y no lo pierdas nunca más.
Se Tú en la familia el centro de unión y la norma de la conducta.
Den los padres buen ejemplo y consejo sano; muestren los hijos
obediencia y docilidad; esmérense todos en el cumplimiento de
tu ley y en el respeto a tu Iglesia. ¡Oh, Señor, sé Tú el verdadero
Padre de todas las familias de la tierra para que, juntas, formemos
un día contigo la dichosa familia del cielo…!
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 22: Pidamos al Sagrado Corazón por la cristiana educación


de las niñas y los niños. Son las niñas y los niños las flores
tempranas del jardín de Cristo y la porción predilecta de su
amoroso Corazón. Jesucristo, en su vida mortal, manifestó por la
niñez singular preferencia. Un pasaje del Santo Evangelio nos pinta
al Salvador llamando en torno de sí a esas tiernas primicias de
su rebaño, para darles cariño y recomendarlos al cuidado de sus
Apóstoles. La Iglesia, heredera del divino Maestro, es igualmente
celosa en esta predilección. Satanás también muestra decidido
Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 93
empeño de apoderarse de estos tiernos corazones… y el mundo
le secunda. Muchos padres de familia favorecen al demonio –de
un modo espantoso– en la obra infame de robarle las niñas y
los niños a Dios. El síntoma más terrible de nuestros tiempos
desventurados es la corrupción de la niñez. Roguemos hoy por las
niñas y los niños al Sagrado Corazón. Salva, oh Jesús, de la peste
del siglo a esas pequeñas almas, apenas salidas de las aguas de
tu Bautismo y ya enlodadas –quizá– por la turbia corriente de
la corrupción. Conserva en sus corazones la posesión completa
que tomaste de ellos cuando, por el Bautismo, los redimiste y
los sacaste de las garras de Satanás. ¡Mira, divino Jesús, cómo
han sido pisoteadas y cortadas las más bellas flores de tu jardín!
Oh, dulce Jesús, bondadoso amigo de las niñas y de los niños, te
pedimos hoy, con lágrimas en los ojos, por esas criaturas que el
demonio procura robar a tu Corazón.

Se medita unos momentos

¿A quién no entristece ver en poder del infierno tantas almas


que deberían ser el adorno y la más preciada esperanza del
catolicismo? Unas sumidas en las tinieblas de la infidelidad en
países no cristianos; otras entregadas a la educación perversa
en escuelas ateas; otras presenciando cada día ejemplos
corruptores de aquellos mismos que deberían ser su luz. ¿Cuántos
de esas niñas y niños llevan a la primera Comunión el alma ya
embrutecida por el vicio? ¿Cuántos, después de esta toma de
posesión del Hijo de Dios, lanzan inmediatamente a Cristo de
su corazón para alzar en él el trono de su enemigo? ¿Cuántos
quedarán en poder de ese enemigo la mayor parte de su vida,
y cuántos por toda la eternidad? Oh, dulce Corazón de Jesús,
bien merecen estas víctimas de la astucia infernal las súplicas
más fervientes de quienes te somos devotos. Te rogamos, pues,
por ese plantío predilecto que ha de ser mañana la cosecha de
la Iglesia. Que no sea la cosecha del infierno, buen Jesús. Hazla
tuya, líbrala de los lazos que se le tienden, de los falsos maestros,
de los malos padres, de las lecturas perversas, de los amigos de
perdición. Sé Tú el guardia de su candor, el guía de sus pasos, el
dulce objeto de sus primeras aficiones; atráelos y enamóralos;

94 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


ríndelos con tu amor. Clava en ellos el sello de tu dominio en su
vida, en su muerte y para toda la eternidad...
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 23: Pidamos al Sagrado Corazón por los pobres incrédulos


y malos cristianos. Hay hermanos nuestros creados, como
nosotros, por Dios; redimidos, como nosotros, por la Sangre
divina; destinados, como nosotros, para el reino eterno y que, sin
embargo, se obstinan en cerrar sus ojos a la luz de la verdad y en
permanecer apartados de la fe, en ciego y voluntario paganismo.
Estos son los pobres incrédulos. ¿Cuántos de estos gentiles hay
en medio de nuestra sociedad cristiana, entre nuestros amigos,
conocidos y, quizá, parientes? Ellos no tienen de Dios, de su ley y
de sus misterios, mayor conocimiento que el que tiene un salvaje,
para quien es absolutamente desconocida la cruz. Roguemos,
pues, hoy al Sagrado Corazón de Jesús por este doloroso estado
de tantas almas. Oh, Jesús, Señor nuestro, ¿cómo es posible que
veinte siglos después de tu venida al mundo haya aún quien no te
conozca? Abre los ojos de esos ciegos del alma. Tú, que a tantos
alumbraste los ojos del cuerpo en tu vida mortal, te diremos,
como aquel ciego del Evangelio: “Señor, ¡que vean!” Que vean,
que sientan, que gocen la verdad de tu doctrina, la suavidad
de tu ley, la ternura de tu amor, la eficacia de tus Sacramentos.
Que te conozcan estas almas a quienes tiene engañadas la idea
de que pueden salvarse por haber sido “buenas” en el mundo.
Rasga, divino Sol, las densas tinieblas en que están envueltos
tantos hermanos nuestros y que les impiden ver el abismo de la
eternidad que tienen abierto a sus pies. Acepta por ellos, Corazón
Sagrado, los humildes ruegos de nuestro rendido corazón.

Se medita unos momentos

Además de los incrédulos hay los malos cristianos; es decir,


quienes creen pero no practican; tienen fe y no quieren dejar de
ser llamados católicos, pero andan en malas compañías y cometen
malas acciones. ¿Qué les valdrá su creencia, si no procuran ajustar
a ella su conducta? Ah, les valdrá sólo enfrentar una mayor
responsabilidad en el tribunal de Dios. Te pedimos, también,
Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 95
amoroso Corazón de nuestro Jesús, por esos malos cristianos
cuya vida licenciosa deshonra tu ley y da ocasión a que se burlen
de ella tus enemigos, al igual que resulta mortal escándalo para
los incautos. ¡Oh, indigna ingratitud! Creen en Ti, Señor, pero
no te sirven; admiten tu ley pero la pisotean; temen tu infierno,
pero nada hacen para no caer en él. Oh, Señor, despierta a estos
dormidos; limpia de la enfermedad de sus costumbres a estos
leprosos. Toca con tu inspiración a esos Lázaros malolientes por
sus vicios. Haz brillar aquí, a la vez, tu poder y tu misericordia.
Muchos fueron los pecadores que por tu misericordia son ahora
faros de santidad y orgullo de la Iglesia. Sagrado Corazón de Jesús,
por los infelices incrédulos, por los endurecidos pecadores, te
pedimos hoy luz, gracia, perdón.
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 24: Pidamos al Sagrado Corazón por las obras de


comunicación católica. Bajo el nombre de “comunicación” católica
entendemos el conjunto de trabajos para difundir la influencia
de la Iglesia católica y de sus instituciones contra la acción
demoledora de la mundanidad que pugna por sacar a Dios de la
vida pública. Pertenecen al concepto general de la comunicación
católica todos los ministerios eclesiásticos, pero de un modo muy
particular se distinguen con este nombre las obras de apostolado
cristiano que ejercen los laicos bajo los auspicios de la Iglesia.
Las sociedades de caridad, las escuelas y talleres, los periódicos y
libros de apologética, los medios de comunicación, las academias
de juventud católica, asociaciones de católicos y círculos de
obreros…, todas las que –con cualquier nombre–se proponen la
reparación de los estragos de la mundanidad, la moralización del
pueblo, la protección del pobre, o, simplemente, el ejercicio
práctico de la religión. Todo lo que constituye hoy, con diversidad
de organización y medios, pero con maravillosa unidad de
pensamiento, el gran ejército del apostolado laical, tantas veces
bendecido por el Romano Pontífice y los obispos, necesita, para
ser eficaz, de la secreta ayuda de las oraciones de las almas
fervorosas. Oremos hoy por esta imperiosa necesidad de los
tiempos presentes. Oremos por estos hermanos nuestros que,
en la brecha y cara a cara con el enemigo, sostienen la lucha más
96 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
tenaz. Oremos para que sostenga Dios sus empeños, aumente
su fe, dé fuerza a sus palabras, los libre de la vacilación y del
desaliento en los contratiempos, los corone de consuelos en la
tierra y de gloria en el cielo, en premio de sus combates. Oh,
Sagrado Corazón, Tú eres el jefe de esa espiritual y generosa
milicia; Tú eres el sello de su escudo y el lema de su bandera.
Hazlos Contigo una sola alma y un solo corazón: valerosos,
aguerridos, dignos en todo de la santa causa que defienden y de la
celestial recompensa que esperan.

Se medita unos momentos

Qué glorioso es ese ejército creyente que de uno a otro confín


del mundo cristiano lucha por el nombre de Cristo, mezclado,
aunque no confundido, con otro ejército de error y corrupción que
sigue la bandera de Satanás. Brillantes combates se libran a todas
horas entre los de uno y otro bando, por medio del ejercicio de
la caridad, de la pluma, de la elocuencia humana, del testimonio.
Esto ha de ser muy grato para Dios, ver alrededor de la Iglesia y
bajo la dirección del sacerdocio esos escuadrones improvisados de
toda edad, sexo y condición, que forman nuestras obras católicas.
Cuán digna de nuestras oraciones es esa multitud batalladora,
consuelo y esperanza de la atribulada Iglesia de Dios. Roguemos al
Sagrado Corazón por el aumento, prosperidad y felices resultados
de la comunicación católica. Que vibren los soldados consagrados
con los latidos del Corazón de Jesús. Que no los mueva otro
deseo que el dar mayor gloria a Dios y ganar almas para su reino.
Que otro norte no las guíe que la luz de la fe en la Santa Iglesia
Romana. Que no los engañe el fuego fatuo de las ideologías
que tienden a disminuir la santa libertad del dogma católico.
Oh, Corazón de Jesús: que vengan a templar sus armas en Ti los
soldados de nuestra fe; que las saquen enrojecidas por el fuego
de tu caridad. Que arda para ellos el mundo. Fuego viniste a poner
en la tierra. Avívalo, Señor, primeramente en esos corazones
que ya son tuyos y sírvete, más tarde, de ellos para las colosales
empresas de tu santa religión.
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 97


DÍA 25: Pidamos al Sagrado Corazón por los que están
agonizando. Cerca de 155 mil personas, según un cálculo
aproximado para 2013, mueren cada día en el mundo Por
consiguiente, más de 155 mil personas están a todas horas
en agonía. Y ¿qué es la agonía? Son los últimos instantes
concedidos al alma antes de presentarse al Tribunal Supremo.
Son las últimas luchas entre la gracia de Dios y la acción del
diablo. Son momentos preciosos, de los cuales puede salir una
eternidad feliz o una eternidad desventurada. Al tiempo que se
le van acabando al cuerpo sus fuerzas; mientras va faltándole al
pecho la respiración, a los ojos la luz, a los miembros el calor y el
movimiento, va acercándose el alma a aquella región pavorosa de
la cual ya no puede volver atrás. Esto es agonizar, esto es morir.
Y 155 mil hermanos nuestros están cada día, ahora mismo, en
este preciso instante, en trance tan angustioso. Roguemos por
ellos hoy y cada día al Sagrado Corazón de Jesús. Oh, Corazón
divino, que agonizaste en el huerto y en el Calvario, vuélvete luz
y consuelo de estos hermanos nuestros en su dolorosa agonía.
Mira bondadoso a estas almas privadas de todo consuelo humano
y que, como pendientes entre el cielo que desean y el infierno
que temen, colocadas entre el tiempo que les huye y la eternidad
que se les viene encima, no tienen ya a quien volverse más que
a Ti. ¡Corazón agonizante de nuestro divino Salvador, seas Tú el
bálsamo cordial para estos hermanos nuestros en su angustiosa
situación!

Se medita unos momentos

Un día seremos nosotros los que nos hallaremos en agonía.


Aquello que varias veces hemos presenciado con horror en
otros, por nosotros pasará y en nosotros lo verán, estremecidos,
nuestros amigos. El color pálido, la respiración difícil, la vista
fija o extraviada, el entendimiento nublado, la voz anudada
a la garganta, dirán que llegó el fin para nosotros, la hora de
abandonar este mundo al que hemos entregado, quizá con
demasía, nuestro corazón. Oh, adorable Corazón de Jesús, cuando
me falte todo y todo me huya y me desampare, no me dejes sin
Ti. Dulce amigo mío, de Ti espero la mejor gota del tónico que
98 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
ha de fortalecer mi espíritu acongojado y calmar su agitación y
zozobra; de Ti aguardo, por medio de los santos sacramentos, el
último abrazo de paz y reconciliación. Pero, entre tanto, 155 mil
hermanos míos se hallan cada día en estas angustias y te ruego
los socorras. Mientras yo como, descanso, trabajo, rezo o me
divierto, 155 mil almas se hallan pendientes de su suerte eterna
en este último y decisivo combate. Oh, Jesús, por aquellas tres
amargas horas que en el lecho de la cruz te vieron cielos y tierra
agonizante, socorre en tales momentos a los hijos de tu Corazón.
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 26: Pidamos al Sagrado Corazón por nuestros hermanos del


Purgatorio. La Iglesia de Dios tiene hijos suyos necesitados aún
fuera de este mundo. También tiene un alivio para las necesidades
de la otra vida. Entre los combates de la vida presente y el
descanso final de la gloria, hay para muchas almas un plazo de
expiación en el que se purgan culpas todavía no purificadas o se
pagan deudas todavía no satisfechas. Este plazo de expiación,
concedido por la misericordia divina –y exigido por su justicia– es
el Purgatorio. El buen devoto del Sagrado Corazón de Jesús no
puede menos que ser amigo del Purgatorio. Hay allí almas que un
día fueron muy fervorosas, que oraron al pie de los mismos altares
que nosotros, que sonrieron con las mismas alegrías cristianas
y lloraron con idénticos dolores. Aman a Dios, le desean, tienen
segura su próxima posesión. Pero esta dicha se les retarda hasta
que sea cumplido el pago de sus atrasos. En su favor, Dios admite
nuestras oraciones y obras buenas. ¿Quién se las negará? Oh,
divino Corazón, hazle sentir al mío un tierno afecto, un vivo interés
por aliviar esas almas de hermanas y hermanos míos, que nada
pueden hacer ya por sí mismas y que todo lo esperan de nuestra
caridad. Derrama sobre sus penas los tesoros de tu Corazón y
apresura el dulce momento de reunirlas eternamente contigo.

Se medita unos momentos

Es muy grande la caridad para con las almas del Purgatorio. Los
grandes santos han sido muy fervorosos en este punto. La Iglesia
nos da el ejemplo mezclando en todos sus rezos y ceremonias
Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 99
el piadoso recuerdo de los difuntos. Dulce comunicación la de
nuestros corazones con los de estos hermanos nuestros por medio
de la oración; lazo misterioso que nos permite tener amigos aún
más allá de la tumba y aleja de nosotros la idea de una separación
total… Padres, hermanos, amigos, bienhechores, sabemos que
nos escuchan en el Corazón de Jesús y que, por conducto de Él,
reciben y agradecen nuestro cariñoso recuerdo. Oh, Corazón
divino, intermediario de estas peticiones: da a esas almas la paz
que por ellas te piden tus amigos en la tierra, a fin de que un día
nos reúnas a todos en el gozo de la vida eterna. Acepta por esas
almas nuestras oraciones, nuestras limosnas, nuestra Comunión,
nuestros sacrificios, nuestra devoción a Ti. Porque sabemos que
te son queridas, las recomendamos a tu compasión. Los méritos
de tu vida, pasión y muerte; las lágrimas de tu Madre; las virtudes
de tus santos; los servicios de tu Iglesia: todo te lo ofrecemos en
pago de esas deudas para que, bondadosamente, se lo apliques a
su salvación eterna…
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 27: Pidamos al Sagrado Corazón por por el aumento de


esta devoción en nosotros y en todo el mundo. ¿Podríamos
dejar olvidada esta súplica entre las muchas que hemos dirigido
estos días al Sagrado Corazón de Jesús? ¿Podríamos dejar de
interesarnos en que cada día sea más ardiente en nosotros y en
todo el mundo su devoción? Haciéndolo, apoyaremos la mira
del Salvador al manifestarse a los hombres de esta manera y
ejerceremos –a favor de ellos y por su eterna salvación– el más
fecundo apostolado. Veamos cómo se afanan los hombres ilustres
del mundo por propagar sus ideas; veamos cómo sufren por
ello persecución y se exponen a crueles contratiempos. ¿Qué
no podríamos hacer nosotros algo similar para extender el amor
a Jesús? ¿Qué hemos hecho hasta hoy? ¿Qué nos proponemos
hacer en adelante? ¿Qué trabajos pensamos emprender en
nuestro pueblo, entre nuestros amigos o familiares, o por lo
menos en nosotros mismos? Pareciera que no nos espanta
considerar el reproche que pueda dirigirnos un día el Salvador,
cuando nos muestre la cruz, las espinas y las heridas de su
Corazón, y nos diga: “Mira lo que lo que hice Yo por ti, ¿qué has
100 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
hecho tú por Mí?” Bondadoso Jesús: bien quisiera yo extender por
todo el mundo y hacer conocer a todos los hombres las riquezas
de tu Corazón; pero ya que mis fuerzas son pocas para tan grande
apostolado, te suplico que seas Tú quien a todos se dé a conocer,
para que crezca cada día el número de los que te aman y te sirven.
Sea yo uno de ellos, soberano Rey de las almas. Aviva en mí tu
llama amorosa y hazme discípulo fiel, amigo fervoroso de tu
Sagrado Corazón.

Se medita unos momentos

Grandes favores pueden pedirse al Sagrado Corazón si de veras


nos dedicamos a propagarlo entre nuestros hermanos y aumentar
en nosotros mismos esta devoción. Tomemos las palabras
del Salvador a santa Margarita en sus revelaciones: “A los que
trabajan en extender el culto a mi Sagrado Corazón les daré
abundantemente las gracias necesarias a su estado; pondré paz
en sus familias; les consolaré en sus penas; seré su amparo en
la vida y en la muerte y bendeciré sus empresas cristianas. A los
religiosos que trabajen en la conversión de los pecadores, les daré
fuerzas con qué ablandar y mover los corazones más endurecidos.
Las casas en que se halle expuesta mi Imagen, se llenarán de mis
bendiciones. Los que se dediquen a dar a conocer mi culto, tendrán
su nombre escrito en mi Corazón y jamás se borrará de Él”.
¡Oh, Sagrado Corazón! ¡Oh, Corazón divino a quien veloces hemos
acudido a festejar cada día de este mes de junio, cúmplanse
en nosotros tan consoladoras promesas! Aquí nos tienes para
renovar el propósito de eterna fidelidad y constancia en tu servicio
y en el apostolado de tu Corazón. Reina en nosotros y en nuestras
casas y pueblos, preside nuestros proyectos, anima nuestros
pensamientos y que estos se dirijan a un solo objetivo: promover,
sin descanso, tu gloria. Oh, dulce Jesús: dichoso quien viva en Ti
y en Ti muera. Sea tu Corazón nuestro tesoro en vida, para que lo
sea, asimismo, en toda la eternidad, donde juntos te alabemos, te
bendigamos y te glorifiquemos eternamente.
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 101


DÍA 28: Demos hoy gracias al Sagrado Corazón por los
beneficios recibidos en el orden de la naturaleza. Estos tres
últimos días del mes de junio los dedicaremos a la acción
de gracias. Nada más digno de un corazón noble que el
agradecimiento por los beneficios recibidos, y por desgracia,
nada más olvidado por el común de los cristianos. Fijémonos
hoy únicamente en lo que debemos a Dios en el orden de la
naturaleza. Dones suyos son esta existencia que tengo y los
medios con los que su bondad me la conserva todos los días y me
la embellece. La luz que me alumbra, el pan que me sustenta, el
agua que sacia mi sed, el sueño que repara mis fuerzas, la creación
entera que me rodea, todo ha sido puesto a mi disposición para
que me ayude a conseguir un fin noble. Si amanece y si anochece;
si cambian las estaciones; si el campo produce cosechas; si
resplandece en el firmamento el sol; si tiene peces el mar, fieras
la tierra y aves el aire; si reinan en todo el orden y la providencia,
por mí lo hizo, por mí lo ordenó Dios en admirable conjunto. ¿Hay
corazón capaz de entonar el himno debido de acción de gracias a
Dios por tales maravillas? Sí lo hay. En el Sagrado Corazón de Jesús
tiene el hombre un medio seguro con el que mostrarse agradecido
a Dios. Lo que nuestra lengua es incapaz de decir, lo que nuestro
corazón es pequeño para sentir como se debe, por nosotros lo
expresa, con infinito amor, el Sagrado Corazón de Jesús. En Él, por
Él y con Él estaremos eternamente reconocidos de la obra de Dios.

Se medita unos momentos

Los beneficios de Dios no nos han sido dados una sola vez: nos
siguen, nos rodean, nos acompañan como luminosa atmósfera de
amor en todos los instantes de nuestra vida. Resplandece menos
el sol cada mañana en el horizonte de lo que brilla sobre nosotros
la infinita bondad de Dios. Hasta en los males se pueden encontrar
motivos de agradecimiento, pues si de ellos nos valemos
como parte de su soberana voluntad, ¿qué tesoros de paz y de
consuelo no derramará su mano benéfica sobre cualquiera de mis
preocupaciones? Es muy cierta la expresión de que “nunca se me
muestra más como un Padre nuestro Dios que cuando nos aflige”.
La sola consideración de los muchos males de los que me ha
102 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
sacado su bondad exige de mí un reconocimiento. La enfermedad
que no tengo, la persecución que no sufro, la privación que no me
mortifica, son beneficios negativos pero no por eso son menos
apreciables. Dios tiene extendida, como un escudo, su mano sobre
mí y me libera de muchas angustias que aquejan a otros hermanos
míos. Oh, Sagrado Corazón; a Ti te agradecemos tan enormes
beneficios, para que nos sirvas de intérprete ante el Padre
celestial y le ofrezcas nuestro agradecimiento. Pase por Ti, Jesús,
nuestra gratitud y por el encendido fuego de tu Corazón, adquiera
las cualidades que la hagan digna de ser admitida por Dios.
Niños somos, Dios mío, te diremos como el Profeta; no sabemos
hablar de Ti como merecen tu bondad y tu grandeza. Hablen por
nosotros la gratitud y la alabanza que salen del Corazón de tu Hijo.
Suplan ellos nuestra debilidad y cubran nuestra insuficiencia.
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 29: Demos hoy gracias al Sagrado Corazón por los


beneficios recibidos en el orden de la gracia. Si generosa se ha
mostrado la mano de Dios en el orden natural, no lo será menos
en el orden de la gracia; es decir, en el orden de los medios
sobrenaturales que se nos han sido dados para la salvación
eterna. En el centro de su Iglesia nos ha hecho nacer en la gracia.
El Bautismo y los demás sacramentos nos robustecen y sustentan,
los santos nos dan ejemplos, nos estimula la voz de sus ministros,
la enseñanza de los buenos libros, los secretos toques con que
despierta, aviva y hasta resucita nuestro corazón…, todos estos
son beneficios intangibles con los que nos conduce su mano
desde la cuna hasta la eternidad. Si me pongo a considerar lo que
ha sido hasta ahora mi vida, si me detengo a reflexionar sobre
las causas que en cualquier período de ella han influido en mis
decisiones para que sea hoy lo que soy, y no lo que son otros
desventurados, ¿no me hallo como siendo objeto de un amoroso
cuidado de Dios? Aquella palabra que me hizo una impresión
saludable, aquella página que me hirió el alma, aquel ejemplo que
me alumbró de repente el camino, ¿quién lo dispuso, quién lo hizo
aparecer sino la providencia de Dios que velaba por mí como una
madre vela por su hijo que lleva en brazos? Sagrado Corazón de
Jesús: a Ti debo el manantial de estas innumerables gracias que
Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 103
ha derramado sobre mi alma la divina misericordia. Tuyas son, por
que tú las mereciste y nos las comunicaste. Fue por Ti por donde
llegaron a mi alma necesitada. Sea a través de Ti que le llegue al
Padre celestial la gratitud y el reconocimiento de mi corazón.

Se medita unos momentos

No hay minuto de nuestra vida que no tengamos algo que


agradecer a la infinita bondad y misericordia de Dios en el orden
de la gracia. Más fácil sería contar las estrellas que pueblan el
firmamento en una noche serena, o las gotas de rocío que bañan
el prado una mañana fresca de abril, que enumerar las enseñanzas
con que ilumina Dios la noche de nuestra vida y ablanda la aridez
del corazón. Lo distraídos que somos y lo limitado de nuestra
inteligencia no nos permite entrever los misterios de la operación
de Dios en el alma por medio de las múltiples formas de la gracia.
De hecho, jamás tendremos conocimiento completo de la gracia
divina sino hasta la vida eterna. Hoy sólo podemos indagar lo
que es la gracia. Y eso basta para admirar su riqueza, variedad y
eficacia en nosotros. Una sola tentación a la que nos hayamos
resistido nos daría materia suficiente para alabar incesantemente
a Dios. Y son tantas en cada día, en cada mes o año de nuestra
vida. Son tantas las crisis por las que hemos pasado para la
salvación eterna y que han sido resueltas a nuestro favor con
una ayuda que tal vez entonces ni siquiera pensábamos pedir…
La eternidad no parece bastante para agradecerle dignamente
tales muestras de amor a Dios. Tu puedes, Corazón divino de
Jesús, llenar cumplidamente y por lo que mí respecta esta
obligación sagrada. A Ti te escojo para que pagues por mí esa
deuda de reconocimiento. Toma, Jesús mío, los votos de mi alma y
preséntalos al Eterno Padre, en unión del himno de gracias que en
gloria suya le canta tu adorable Corazón.
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

DÍA 30: Demos hoy gracias al Sagrado Corazón por los


beneficios que esperamos recibir en la gloria. La misericordia que
da el Señor en la tierra a sus criaturas es, apenas, una sombra
pálida de la que reserva para ellas en la eternidad. El cielo ha de
104 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
ser nuestro estado perfecto y ahí se realizará la mayor dicha que
pudiera haber jamás soñado el hombre. Será tal nuestra dicha que
ni la menor proporción de ella podría caber en la más desbordada
de nuestras fantasías. Si una sola gota de los consuelos que
derrama hoy el Señor en nuestro corazón basta para que olvide
éste sus mayores tristezas, ¿qué será cuando se inunde de paz
y de buenaventura? Si apenas el ver la perfección y belleza que
nos ha querido dejar el autor de la creación en algunas de sus
criaturas –y que el arte reproduce en sus obras maestras—nos
estremece el alma, ¿qué será ver cara a cara a la suprema Belleza,
y perfección que, abiertamente y sin velos, se comunica en la
eternidad a sus elegidos? Allí la salud sin el menor riesgo de
enfermedad o molestia; la vida sin la dolorosa perspectiva de una
muerte próxima o lejana; el amor sin tibieza ni desfallecimiento;
allí la fiesta perpetua del alma. El aleluya que se canta en el cielo
no es como el de la tierra: mezclado con gemidos de persecución
o gritos de combate. Se vence en la gloria con la paz, no con
fatigas y sudores. Se vive gozando con pureza, se ama con la
mayor plenitud y alcance que es dado concebir en la palabra
amor. Eso nos promete Dios; eso nos reserva. ¡Gracias, Corazón
de Jesús, gloria de los bienaventurados, sol esplendente de la feliz
ciudad de Dios! Gracias por esos dones que por Ti esperamos y
que, mediante tu gracia y nuestras obras, estamos seguros de
poder poseer algún día.

Se medita unos momentos

Alma mía, alza los ojos al cielo azul lleno de estrellas por la
noche y de día radiante de claridad. Contempla tu patria, el
dulce hogar de tu Padre, la mansión que dentro de poco va a
ser tu patrimonio. Región maravillosa de paz, felicidad y eterna
esperanza. Con sus ángeles y santos, con la Reina gloriosa de
todos ellos, María; con la humanidad resplandeciente de Cristo
y con la majestad de la Santísima Trinidad. Todo es para ti.
Ensancha tu corazón, extiende tus deseos, dilata tu imaginación,
sé codiciosa, alma mía, hasta donde puedas serlo: todo excederá
tus ilusiones. No habrá bienes que perezcan con la muerte ni
amores que la edad marchite o la ausencia entibie. No habrá

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 105


fortuna que se acabe, pues nada de lo que el mundo ofrece para
hacernos felices tiene cabida allí. Nada de eso será tu felicidad.
Dios mismo será tu recompensa. Contempla la grandeza de tu
porvenir, lo magnífico de tus esperanzas. Enciende el ardor de
poseerlas y rinde mil gracias al Corazón divino, quien será el que
te proporcione la gracia de Dios. Sagrado Corazón de Jesús, no
quiero esperar a recibir tus dones para agradecértelos. El hijo que
lee el testamento de su padre y se ve nombrado en la herencia, no
espera a darle las gracias al padre hasta que esté en posesión de
los bienes. No, aquellas letras que le prometen el bien equivalen
para él a un título de propiedad. Y esas letras las has escrito Tú
muchas veces en tu testamento, y en ellas cien veces me has
nombrado a mí, heredero de tu gloria. Gracias, Señor, muchas
gracias. Te las damos en este último día de nuestro mes de junio
dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Anhelamos reunirnos
contigo en el cielo para cantarlas ahí, en unión del Padre y del
Espíritu Santo, todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos.
AMÉN
Se medita y se pide una gracia particular para este día.

106 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


rosario AL SAGRADO
CORAZÓN DE JESÚS
Se reza a honor del Sagrado Corazón de Jesús una corona
compuesta de cinco cuentas mayores y treinta y tres menores: las
menores, en reverencia: de los treinta y tres años que el Señor
Jesús vivió en el mundo; las cinco cuentas mayores: en honra de
las cinco Sagradas Llagas; y toda esta corona de piadosos afectos,
en correspondencia de aquella Corona de Espinas penetrantes,
con que vió Coronado al Sagrado Corazón de Jesús, la venerable
Santa María Margarita de Alacoque. Iniciamos:

Ofrecimiento del Rosario


Señal de La Cruz =
Oraciones:
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, consuélame.
Oh buen Jesús, escúchame.
Escóndeme entre tus llagas.
No permitas que me separe de ti.
Defiéndeme del enemigo maligno.
En la hora de mi muerte, llámame.
Haz que yo venga a ti para alabarte
con todos los santos
por los siglos de los siglos.
Amén.

Oración que todos los días rezaba Santa Gertrudis en honor al


Sagrado Corazón de Jesús.

Te saludamos Corazón de Jesús, manantial vivo y vivificante de


Vida Eterna, Tesoro infinito de la Divinidad, horno encendido del
divino amor. Tú eres el lugar de mi reposo y refugio. Oh! Divino
Salvador mío! Abraza mi Corazón con el amor ardiente en que está
abrazado el tuyo; derrama en mi corazón las gracias inefables de

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 107


que el tuyo es fuente. Haz que de tal modo esté unido a él, que tu
Voluntad sea la mía y que la mía sea eternamente conforme a la
tuya, pues quiero que desde ahora sea tu Santa Voluntad, la regla
de todos mis deseos y de todas mis acciones. Amén.

En cada cuenta mayor se reza una vez:

V. Oh! Dulcísimo Jesús.


R. Haz mi corazón semejante al Tuyo.

En las cuentas menores (seis), rezamos:

V. Te adoramos Santísimo Corazón de Jesús.


R. Abraza mi Corazón con el Amor Divino con que arde el Tuyo.

Al final, completamos las treinta y tres cuentas menores rezando


tres veces:
Te adoramos Oh! Jesús, afligido en el Huerto de los Olivos,
y aún ahora despreciado por los impíos en la Eucaristía,
porque Tú eres el sólo Santo, el sólo Señor,
el sólo Altísimo Jesucristo.

Al final del Rosario, se reza un Padrenuestro, un Avemaría y un


Gloria.

Se rezan Las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús. (Ver página


62ss).

Oraciones Finales.
Omnipotente y Eterno Dios, inclina tus ojos hacia el amabilísimo
Corazón de tu Hijo; mira la satisfacción que Él te ofrece en nombre
de todos los pecadores; escucha las alabanzas que te rinde, y por
esos Divinos Homenajes, conceded el pedón a los que te imporan
en nombre del mismo Jesucristo, tu Hijo muy amado que contigo
Vive y Reina en Unidad del Espíritu Santo, por los Siglos de los
Siglos. Amén.

108 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


Oración.

¡Sorprendido me tiene, Oh! amabilísimo Jesús, ver hasta donde


ha llegado el exceso de tu Amor! Tú mismo has preparado una
Mesa Divina, en la cual me ofreces tu Cuerpo y Sangre Preciosa,
para darte enteramente a mí. ¿Quién ha podido inducirte a tales
extremos de amor, sino tu mismo Corazón, lleno de la más viva
ternura para conmigo? Oh! Corazón adorable de Jesús, horno
encendido de Amor Divino!, recibe mi alma en tu Sagrada Llaga,
para que Yo aprenda en esa escuela de Caridad, a amar a Dios que
tantas pruebas ma ha dado de su Amor. Amén.

Oración.

Acuértdate Oh! dulcísimo Jesús! que jamás se ha oído decir


que haya sido abandonado ninguno de los que han acudido a
tu Sagrado Corazón, implorando tu asistencia o reclamando tu
Misericordia.
Lleno y animado de esta misma confianza,
Oh! Corazón, Rey de los corazones, vengo a Tí, recurro a Tí, y
gimiendo bajo el peso de mis pecados me postro en tu presencia.
Oh! Sagrado Corazón, no desprecies mi débil oración, dígnate oirla
o acogerla favorablemente. Muéstranos que eres el Corazón de
todos nosotros y recibe también nuestras súplicas. Amén.

Jaculatorias finales:

Corazón Dulcísimo de Jesús.


Atráeme a Tí, para que corramos al olor de tus perfumes.

¡Sagrado Corazón de Jesús


En Vos Confío!

Divino Corazón Inmaculado de María.


Ruega por nosotros. Amén.

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 109


Cantos al Corazón de Jesús.
En los Cielos y en la Tierra
¡En los Cielos y en la Tierra; sea por siempre alabado, el Corazón
amoroso de Jesús Sacramentado!

Quiero hablar
Quiero hablar de un amor infinito, que se vuelve niño fragil, Amor
de hombre humillado; quiero hablar de un amor apasionado.

Con dolor carga nuestros pecados, siendo Rey se vuelve esclavo,


fuego de Amor poderoso, Salvador humilde fiel silencioso.

Amor que abre sus brazos de acogida, quiero hablar del Camino
hacia la Vida, Corazón paciente, Amor ardiente, quiero hablar de
Aquel que vence a la muerte.

Quiero hablar de un amor generoso, que hace y calla amor a


todos, buscadonos todo el tiempo, esperando la respuesta, el
encuentro
Amor que abre,...

Quiero hablar de un amor diferente, misterioso inclaudicable,


amor que vence la Cruz, quiero hablar del Corazón de Jesús.
Amor que abre,... (bis).

Sagrado Corazón de Jesús


Sagrado Corazón de Jesús Yo Creo en Tí,
Sagrado Corazón de Jesús, Yo Confío en Tí.

Hoy quiero levantar mi voz, para proclamar tus grandezas.


Decirle al mundo entero, de tu Amoroso Corazón.
Sagrado Corazón de Jesús,...

Son vivas y eternas tus promesas en la tribulación,


tu Sagrado Corazón es refugio seguro.
Sagrado Corazón de Jesús,...
110 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
En la angustia y el dolor nos llevas a tu Corazón
para consolar y sanar en tu Amor.
Sagrado Corazón de Jesús,...

Hay un Corazón que late


Hay un Corazón que late, que palpita en el Sagrario; el Corazón
solitario, que se alimenta de Amor. Es una Corazón paciente, es un
Corazón Amigo; el que habita en el olvido, el Corazón de mi Dios.

Es un Corazón que espera, un Corazón que perdona, que te


conoce y que toma, de tu vida lo peor; que comenzó esta tarea
una tarde en el Calvario, y que ahora desde el Sagrario tan solo
quiere tu amor.

Decidle a todos que vengan a la fuente de la Vida, que hay una


historia encondida dentro de este Corazón. Decidles que hay
esperanza, que todo tiene un sentido; que Jesucristo está vivo,
decidles que existe Dios.

Es el Corazón que llora en la casa de Betania, el Corazón que


acompaña a los dos de Emaús. Es el Corazón que al joven rico amó
con la mirada, el que a Pedro perdonaba después de la negación.

Es el Corazón en lucha del Huerto de los Olivos, que amando a sus


enemigos hizo creer al ladrón. Es el Corazón que salva por su fe
a quien se le acerca, que mostró su herida abierta al Apóstol que
dudó.

Decide a todos que vengan,...

Oh Sagrado Corazón
¡Oh Sagrado Corazón, nuestros sueños tómalos, danos fuerza, tu
perdón. Cristo en Tí Confiamos!

Anawinas | Parroquia Sagrado Corazón de Jesus, Ticuantepe 111


112 Devoción al Sagrado Corazón de Jesús

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