Está en la página 1de 4

Tema: “El amor, la base para la unidad de la Iglesia”

Texto Bíblico:
“Así que ahora les doy un nuevo mandamiento: ámense unos a otros. Tal como yo los he amado, ustedes deben
amarse unos a otros” Juan 13:34 NTV
21  “
Y él nos ha dado el siguiente mandato: los que aman a Dios deben amar también a sus hermanos creyentes”
1 Juan 4:21 NTV

“Lo más importante de todo es que sigan demostrando profundo amor unos a otros, porque el amor cubre gran
cantidad de pecados” 1 Pedro 4:8 NTV

INTRODUCCIÓN: La introducción de este tema, será tu testimonio de haber llegado a la familia de Dios, por
medio del ministerio C.R.F. “FUENTE DE AGUA DE VIDA”. Expresando como esta comunidad (Iglesia) te
abrazo y ha sido pieza fundamental en tu crecimiento como Hijo de Dios. Posteriormente, expresaras la
importancia de pertenecer a la iglesia con tu propia experiencia, y como esto evito que murieras espiritualmente
en el caminar con Cristo. Por esta razón estudiaremos el tema “El amor, la base para la unidad de la iglesia”. En
primer lugar propiamente “asamblea o comunidad”. La iglesia es una asamblea, una comunidad, una
congregación. Normalmente las personas se preguntan ¿por qué asistir a una iglesia? ¿Qué tiene de importante
ir a una iglesia? ¿Qué tan en serio debo tomarme la iglesia? Hoy veremos tres razones del por qué debemos
amar, asistir y comprometernos con ella.

I. LA IGLESIA ES UNA INSTITUCIÓN DIVINA


En la actualidad existe un sinfín de instituciones. Escuelas, oficinas de gobierno, oficinas de servicios
particulares, oficinas con fines políticos, hospitales, de integración social, etc. Una institución es un organismo
que aporta un bien a la sociedad. Y estoy seguro que has acudido en más de una ocasión a alguna. Pero en
ningún momento has tomado poca seriedad en estos asuntos, cuando vas a la universidad vas lo mejor
presentable posible y te esfuerzas por alcanzar las mejores notas, cuando vas hacer un trámite a oficinas de
gobiernos te encargas de llevar todos los requisitos que te solicitan para tus propósitos. O cuando vas al hospital
a consulta te cercioras de llegar lo más temprano posible para ser atendido por los medios. Pero ¿qué hay de la
iglesia? Esta no fue hecha por el programa sexenio de algún presidente, no fue hecha por algún benefactor
social, tampoco fue hecha para darnos unos bienes temporales. FUE INSTITUIDA POR JESUCRISTO
MISMO. Al decir iglesia no nos referimos a la estructura de un gran templo, sino a las personas en comunidad
que tienen al Espíritu Santo, ahí está la iglesia del Señor (Mateo 6:18 NTV)
“Ahora te digo que tú eres Pedro (que significa “roca”)[a], y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y el poder de
la muerte no la conquistará”
Este texto no me dice que Pedro es el fundamento de la iglesia, sino que la base de los que pertenecen a la
iglesia está en que crean que Jesucristo es el hijo de Dios. La iglesia es un organismo vivo, se compone por
gente de carne y hueso, pero no deja de ser una institución con origen divino. Jesús la fundó y Él dijo que la iba
a edificar. En el libro de Hechos vemos el nacimiento de la iglesia y nos explica como continua el ministerio a
través de los discipulados en el primer siglo de la era cristiana.
“Todos los creyentes se dedicaban a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión fraternal, a participar
juntos en las comidas (entre ellas la Cena del Señor[a]), y a la oración” Hechos 2:42 NTV. Cuando asistimos
y nos congregamos en una iglesia, estamos teniendo la experiencia de disfrutar la institución que tiene el poder
y el respaldo de Dios. Disfrutar pertenecer a una comunidad es expresar sin palabras un ¡Gracias Dios por
nuestra Iglesia!
II. LA IGLESIA NOS ENSEÑA A AMARNOS LOS UNOS A LOS OTROS.
21  “
Y él nos ha dado el siguiente mandato: los que aman a Dios deben amar también a sus hermanos creyentes”
1 Juan 4:21 NTV

Has escuchado muchas veces la Frase “Nadie es monedita de oro” para hacer referencia cuando
alguien no le agradamos o cuando alguien no nos agrada, pero amar a otros no significa algo tan
superfluo como eso, somos personas hechas a imagen y semejanza del Creador. Cuando
asistimos a la iglesia aprendemos a amar a los demás por quienes son, por lo que son y por
como son.
“Jesús contestó: —“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”[a] . 38
Este es el primer mandamiento y el más importante. 39 Hay un segundo mandamiento que es igualmente
importante: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” Mateo 22:37 al 39 NTV.

Lamentablemente mucha gente se ausenta o se niega a asistir a una iglesia porque cree que son hipócritas. Las
personas con las que te rodeas y te rodearas nunca afirmaron ser perfectas, todas siguen luchando y siguen
teniendo conflictos pero hay algo en común, han puesto la mirada en Jesucristo, lo ven como Su Señor y
Salvador. Otros más dicen que amaran a Dios desde casa porque ahí nadie les fallará. Pero ahí no harán
manifiesto el amor por los demás.

“Todos los creyentes se reunían en un mismo lugar y compartían todo lo que tenían” Hechos 2:44 NTV

Observemos lo que dice Juan 13:35 NTV y notemos varios puntos importantes.

El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos».

Notemos varios puntos importantes:

A. Amarse unos a otros, no es una opción: No es una cuestión de si queremos o no amara los otros creyentes.
Es el mandamiento de nuestro Señor. No amar a otro creyente es desobediencia. El Jesucristo lo dijo.
B. Amarse unos a otros es amar a todo creyente. Amarse unos a otros no significa solamente amar aquellos
creyentes por quienes sentimos una simpatía espontanea. significa amar a todo creyente, el apóstol Juan dijo
que amarse unos a otros es la prueba de que hemos nacido de nuevo. (1 Juan 3:14 NTV)
“Si amamos a nuestros hermanos creyentes,[a] eso demuestra que hemos pasado de muerte a vida; pero el
que no tiene amor sigue muerto”
C. Amarnos con el Amor Agape. La palabra “agape” se usa para describir el amor de Dios. Este amor lo
tiene el Padre Celestial por nosotros (Juan 3:16). Sorprendentemente, este amor ágape, es el mismo amor
que Jesús mando que nos tuviéramos unos a otros. No es fácil definir el amor ágape. Este amor se ve más
claramente cuando contemplamos el hecho de que Dios dio a su hijo para morir por nosotros siendo aún
pecadores (Romanos 5:8). El amor ágape es ese amor que se da y se sacrifica por el bien de otra persona. La
característica principal del amor ágape es que carece totalmente de egoísmo. No busca su propio interés, son
aquellos que siempre buscan lo mejor para la otra persona. (1 Corintios 13).
D. El amor ágape viene de Dios. En nosotros mismos no existe la clase de amor que Dios pide. Pero Dios
nunca nos manda hacer algo sin darnos el poder para hacerlo. ¿Cómo nos ayuda Dios amarnos unos a otros
con amor ágape? Él nos da el Espíritu Santo para que more en nosotros. El mismo Espíritu que mora en el
Padre, y en el Señor Jesucristo, mora ahora en nosotros. Ese amor ágape que está en el corazón de Dios,
fluye hacia nosotros y, de nosotros, hacia los demás por el poder del Espíritu Santo.

“Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha
dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor” Romanos 5:5

El amor ágape no proviene de nuestros propios esfuerzos, ni de nada en nosotros. El amor de Dios fluye desde
nosotros hacia los demás cuando nos rendimos a Él para ser canales de Su amor. Podemos decirle a una
persona: “Te quiero porque Dios ha puesto en mi corazón Su maravilloso amor”. Este amor ágape es tan
poderoso que puede hacernos amar aun hasta a nuestros enemigos. Fue el amor ágape el que hizo posible al
primer mártir, Esteban, orar por aquellos mismos hombres que lo apedreaban hasta matarlo.

E. ¿Cómo amar una persona difícil? Aunque somos uno en espíritu con todos los creyentes, somos
completamente diferentes de los demás en nuestra alma y personalidad. Porque nuestra personalidad es tan
diferente, hay personas a las que nos sentimos atraídos espontáneamente y otras a las que no. Esto no es
pecado. Dios nos hizo diferentes unos a otros, y por lo tanto, tenemos diferentes gustos y antipatías. Jesús no
dijo que tenemos que sentir agrado por cada creyente sino dijo que debemos amarlos a todos. No amar a
otro cristiano es PECADO.
“Si amamos a nuestros hermanos creyentes,[a] eso demuestra que hemos pasado de muerte a vida; pero el
que no tiene amor sigue muerto. 15 Todo el que odia a un hermano, en el fondo de su corazón es un
asesino, y ustedes saben que ningún asesino tiene la vida eterna en él” 1 Juan 3:14-15 NTV

A continuación damos algunos pasos para amar a las personas difíciles.


1. Debo confesar mi falta de amor como pecado. Esa falta de amor en mi corazón, que llamamos
desamor, es pecado. Cuando tengo una mala actitud en mi corazón, debo reconocerlo y confesarlo a
Dios como pecado. La sangre de Jesuús nos limpia de todo pecado que confieso.
2. Debo contar con el hecho de que, en Cristo, he muerto al pecado del desamor. De cualquier pecado
confiando en la verdad de que en Cristo, morí a ese pecado. (Romanos 6:1-2)

Ahora bien, ¿deberíamos seguir pecando para que Dios nos muestre más y más su gracia maravillosa? 2 ¡Por
supuesto que no! Nosotros hemos muerto al pecado, entonces, ¿cómo es posible que sigamos viviendo en
pecado?

3. Debo escoger amar aquella persona. Yo no puedo hacerme sentir un sentimiento de amor hacia
alguien, pero puedo optar por amar a esa persona. Si hago esa elección y sigo firme, veré que mis
sentimientos con el tiempo seguirán la elección de mi voluntad. (Mateo 5:43-44 NTV).

“Han oído la ley que dice: “Ama a tu prójimo”[a] y odia a tu enemigo. 44 Pero yo digo: ¡ama a tus enemigos!
[b] ¡Ora por los que te persiguen!”

4. Debo confiar en Dios, quien hará lo que yo no puedo hacer. Debo depender del Espíritu Santo, para
que me ayude amar a esa persona. Él lo hará, pero yo debo tomar la decisión. Debo decirle a Dios:
“Señor, yo elijo amar aquella persona. Por mí mismo no puedo hacerlo, pero estoy confiando en ti, que
me ayudarás”.
5. Debo orar por aquella persona hasta que Dios obre en mi corazón de amarla.
6. Debo buscar sinceramente cambiar mi actitud hacia esa persona. Criticar a otro creyente, o no
amarle porque no es semejante a mí, es desconocer el maravilloso plan de Dios. ¡Dios quiere que
seamos diferentes los unos de los otros! Nos hizo a todos diferentes para que cada uno pudiera, de una
manera especial mostrar la gloria de Cristo.

CONCLUSIÓN: El líder elaborará un “Pacto de la Unidad y el Acuerdo” con su familia espiritual (Casa de
Paz), en el pacto se describirá el compromiso de amarse los unos a los otros, de aprender a tolerar sus
diferencias y poner la mirada en lo que los une. Debe ser hecho de forma creativa y todos deben asistir y
firmar este pacto, que además será colocado públicamente en los siguientes meses de la Casa de Paz,
haciendo firmar a todo aquel que pase a pertenecer al Cuerpo de Cristo. Asimismo invitaran amarse los unos
a los otros y a perdonarse, en caso de haber discordia entre ellos.

También podría gustarte