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El documento describe cómo los cinco elementos (agua, aire, fuego, madera y metal) forman parte integral de la mujer. El agua se refiere a sus ojos, el aire a su espíritu, el fuego a su temperamento, la madera a su cuerpo y el metal a sus adornos. El autor expresa su admiración por la belleza de la mujer y su deseo de compartir los elementos que la componen.
El documento describe cómo los cinco elementos (agua, aire, fuego, madera y metal) forman parte integral de la mujer. El agua se refiere a sus ojos, el aire a su espíritu, el fuego a su temperamento, la madera a su cuerpo y el metal a sus adornos. El autor expresa su admiración por la belleza de la mujer y su deseo de compartir los elementos que la componen.
El documento describe cómo los cinco elementos (agua, aire, fuego, madera y metal) forman parte integral de la mujer. El agua se refiere a sus ojos, el aire a su espíritu, el fuego a su temperamento, la madera a su cuerpo y el metal a sus adornos. El autor expresa su admiración por la belleza de la mujer y su deseo de compartir los elementos que la componen.
Los cinco elementos, Metal las alhajas que adornan tu cuerpo,
te juro no miento arsenal de belleza en tu caminar, forman parte de ti; cabello azabache al ritmo del viento, el Agua en tus ojos, miradas cautivas que has de robar. el Aire en tu ser, el Fuego tu enojo Tu agua la bebo, tu aire lo aspiro, aun sin conocer… tu fuego lo apago con cada latido, tu madera la tallo y amoldo a mí ser, Metal tus adornos y caderas al son, metal que retiro para sentirte…. Mujer… Madera tu cuerpo tallado al ritmo de una canción, relieve perfecto en tu vientre, espíritu, mente y un gran corazón…
Al verte me reflejo en tus ojos,
me causas antojo y pierdo el control ya de tus aguas soy el custodio, ahora solo quiero un poco tu amor.
El aire tu espacio que comparto de ti,
aliento que bebo en cada respiro, tus besos jugando de nuevo en mí, yo robo en tu boca otro suspiro.
Fuego y carácter identifican tu signo
buenos amantes y capacidad de entrega, vives intensamente cada latido, yo aprovecho tu energía y alegría sincera.
Madera tu cuerpo que quiero tallar,
con la más fina gubia de mis labios, artesanía que abordo como cazador a su presa, o como un rico manjar relleno de fresas.