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El método científico: ¿en qué consiste?

El método científico consiste en un conjunto de técnicas y métodos que permiten


desarrollar un proyecto o un experimento en prácticamente cualquier campo de la
ciencia; su objetivo es seguir adquiriendo y aportando nuevos conocimientos al
mundo de la ciencia, promoviendo su obtención.

Es decir, el método científico engloba todos aquellos pasos necesarios para


organizar el diseño de la investigación, así como su implementación. Estos pasos
son diversos, e incluyen la búsqueda inicial de información, la formulación de
hipótesis, el análisis de los datos, etc. El objetivo es llegar a una serie de
conclusiones que permitan responder a la cuestión inicialmente planteada.

Definición y características de los 6 pasos del


método científico
Paso 1: pregunta / cuestionamiento

El primero de los pasos del método científico consiste en la pregunta, en el


planteamiento inicial de la cuestión. Este paso es fundamental, porque nos
permite iniciar el proceso y determinar hacia dónde se dirigirá el mismo.

Así, el/la investigador/a en cuestión planteará una pregunta, una cuestión, con el
objetivo de resolverla a través de los 5 pasos siguientes. Normalmente son
cuestiones relacionadas con observaciones ya realizadas, es decir, no se trata de
cuestiones “al azar” que a uno/a se le ocurren sin más. Estas cuestiones suelen ser
del tipo: ¿Qué?, ¿Por qué?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, etc.

Paso 2: observación

El segundo paso del método científico es la observación. Consiste en la primera


toma de contacto con la realidad que queremos estudiar. Observar implica
“adquirir información de forma activa a través de la vista”.

La observación, además, incluye fijarse en los detalles de aquello que estamos


estudiando, analizando las causas y consecuencias de los hechos. Sin embargo, su
objetivo principal es recoger toda la información posible en relación a la
cuestión inicial planteada en el paso 1. Esta observación, además, debe ser
intencional, es decir, enfocada a buscar resultados.
Por otro lado, la información que se vaya transcribiendo a través de la observación,
deberá ser precisa, verificable y medible.

Paso 3: formulación de la hipótesis

Después de observar el objeto de estudio y de recabar información sobre la


cuestión inicialmente planteada, procederemos a desarrollar el paso número 3 de
los 6 pasos del método científico: la formulación de una (o más) hipótesis. Esta
hipótesis, lógicamente, tendrá que ver con la cuestión inicial, es decir, pretenderá
responder a dicha cuestión/pregunta.

Diagrama explicativo de los pasos del método científico.

Pero, ¿qué es exactamente una hipótesis? Consiste en una formulación,


generalmente afirmativa, que se utiliza para predecir un resultado. A partir de
ella, se puede iniciar la investigación o el experimento en cuestión, que tendrá la
finalidad de deducir si dicha afirmación es real o no.

En el caso de que sea falsa, podremos reformular la hipótesis inicial en una nueva,
cambiando datos o características de la misma. Es decir, la hipótesis se pretende
demostrar; puede ser real (afirmativa) o no (nula), en el caso de que sea refutada.

Paso 4: experimentación

El siguiente paso del método científico es la experimentación, es decir, la


comprobación de la hipótesis a partir de un experimento. Es decir, implica llevar
al terreno práctico los pasos anteriores (cuestión inicial, hipótesis…), estudiando el
fenómeno en cuestión (que se suele reproducir en un laboratorio a través de
técnicas artificiales y experimentales).

Además, a través de la experimentación se crean las condiciones necesarias y/o


que nos interesan para replicar y estudiar un fenómeno en concreto en concreto.

Mediante la experimentación, se obtienen los resultados. Concretamente, y a


grandes rasgos, nos podemos encontrar con resultados de tres tipos: resultados
que contradicen la hipótesis inicial; resultados que reafirman la hipótesis inicial, y
resultados que no aportan ninguna conclusión o dato relevante para nuestra
hipótesis.

Generalmente, en el primero de los casos, la hipótesis se cuestiona; en el segundo,


la hipótesis se confirma (se considera correcta, aunque se pueden realizar
revisiones), y en el tercero, se sigue investigando a fin de encontrar posibles
resultados.

Existen diferentes tipos de experimentación; uno de los métodos más empleados


es el contraste de hipótesis.

Paso 5: análisis de los datos

Una vez obtenidos los datos, se procede a analizarlos, lo que configura el paso 5 de
los 6 pasos del método científico. Los datos, generalmente, consisten en números,
respuestas de “presencia” o “ausencia”, “sí” o “no”, etc., todo depende del tipo de
experimento y de las escalas de evaluación u observación empleadas.

Resulta importante anotar todos los datos de los que disponemos, incluidos
aquellos que no esperábamos o que inicialmente creemos que son irrelevantes
para la hipótesis.

Los resultados o datos obtenidos pueden ser, esencialmente, de tres tipos:


resultados que refuten la hipótesis inicial, que la confirmen o que no aporten
información suficiente que nos permita refutar o confirmar la hipótesis.

Paso 6: aceptar o rechazar la hipótesis inicial

El último de los 6 pasos del método científico implica aceptar o refutar (rechazar)
la hipótesis inicial. Es decir, tiene la finalidad de dar respuesta a la cuestión inicial,
planteada en el paso 1.

Las conclusiones a las que se llega se basan en un análisis informal o estadístico. En


el primer caso (informal), deberemos preguntarnos: ¿Los datos obtenidos refuerzan
nuestra hipótesis? En el segundo caso (estadístico) deberemos establecer un grado
numérico de “aceptación” o “rechazo” de la hipótesis.

Técnicamente, el método científico termina en el paso 6; sin embargo, también es


cierto que se pueden añadir pasos adicionales, dependiendo de las características
de nuestra investigación.

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