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Mateo García Fuentes

Cátedra de Autor 18/10/22

En la puerta del horno se quema el pan

Luego de leer el capítulo Una exploración ecológica del movimiento “#YoSoy132” del
libro Activismo mediático híbrido: Ecologías, imaginarios, algoritmos de Emiliano
Treré, es un proceso de análisis y reflexión sobre el movimiento #Yosoy132 el cual
surgió en México con el fin de ser el cambio social que exigían los medios de
comunicación y la crítica al PRI (Partido Revolucionario Institucional) y su candidato
Enrique Peña Nieto. Este movimiento es el claro ejemplo de “movimiento
comunicativo” dado a su origen, la manera de combinar plataformas y el modo de lucha
contra el sistema mediático en México. El éxito del movimiento estuvo en parte al
aprovechamiento de nuevas tecnologías y al potencial de las redes sociales y espacios
para expandirse más rápido y de mejor manera.

Es importante entender que antes de que surgiera el movimiento, el contexto mediático


estaba caracterizado por el control de dos gigantes: Televisa y TV Azteca.
Adicionalmente, es preciso comprender el surgimiento de una esfera digital en la que
los jóvenes y universitarios, especialmente los de clase media, utilizan en grandes
cantidades las redes sociales para compartir contenido, comunicarse y relacionarse con
otros. Otro aspecto que construye el contexto, es el cambio en la duración de la
elabaoración de la campaña.

Quadri, un candidato presidencial no perteneciente a los partidos tradicionales o


grandes, no aspiraba a hacerle competencia en la carrera por la presidencia a los sujetos
mejor posicionados: Peña Nieto y López Obrador. Lo que él pretendía era sacar al
menos el 2% de los votos para que su movimiento fuera reconocido legalmente y poder
acceder a los beneficios de aquella cantidad de votos obtenidos.

Hubo fenómenos importantes que le permitieron a Quadri coger fuerza. En primer lugar,
la lucha fallida de Peña Nieto contra las drogas, pero también la hipocresía vista en él
por parte de los mexicanos. Por otro lado, el hecho que perjudicó a este último, fue el
debate, que en el papel no debía presentar complicación alguna, realizado con
estudiantes de la Universidad Iberoamericana en Ciudad de México. Los estudiantes
difundieron lo ocurrido aquel día por redes, interpretado en tres fases: la primera, un
nombre propio (signo), un número de identificación de la universidad (índice) y la
imagen de esa identificación (ícono). Así, se vio como el defensor de esa denominada
telecracia, Peña Nieto, perdía en manos de los jóvenes y las redes sociales la fuerza para
proclamarse mandatario de México.

Considero que algo similar se vio en las últimas elecciones presidenciales, en las cuales,
Federico Gutiérrez, el candidato de la telecracia y el “mejor posicionado” debido a la
bancada que tenía de su lado, perdió en primera vuelta ante Rodolfo Hernández. El éxito
de Hernández fue muy parecido al de Quadri, pues se dedicó a representar aquello que
era olvidado, no conservador y de los ideales primarios de la juventud. La manera en
cómo logró llegar a segunda vuelta, fue a pocos días de las votaciones de primera
vuelta, un fuerte manejo de redes sociales y un amplio refugio en las generaciones más
jóvenes.

El caso mexicano leído en el apartado, tanto como el colombiano expuesto al final,


demuestran que en la puerta del horno también se quema el pan. Ambos sucesos nos
enseñan también que lo convencional no es siempre la clave del éxito y mucho menos
en la política actual. Tal y como sugeriría Mattelart, el control y manejo de poder
siempre será cambiante y revolucionario; de esta forma, no hay mejor ejemplificación
que la dada anteriormente para exponer la postura de Mattelart.

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